El
enorme pokemon Rosado había recibido un ataque bastante fuerte del
pokemon de Roomie, no lo suficiente como para matarlo pero si cómo para
dejarlo tambaleando, me sentí aliviado de que por lo menos él haya
podido herir al pokemon, no como yo que falle estrepitosamente. Isaac
continuo explicando sus intenciones, no pensaba matarnos, pero olvidar?
No estaba seguro de qué tanto me serviría eso, podría terminar el resto
de mi vida con una horrible sensación de que algo me faltaba, una
incomodidad que jamás me sacaría de la cabeza.
Antes de que
pudiera responder el hombre libero a la criatura de la duskball, el
unown se materializo frente a nosotros mientras su ojo se iluminaba
fuertemente. Al igual que había pasado en el container, otro recuerdo
más nos invadió, esta vez era solamente Julia, la criatura la acompañaba
y ella parecía lista para enfrentarse al Sinodo, pobre ilusa. Asi como
vino, la ilusión desapareció mientras frente a nosotros se materializaba
otra ola gigante. Respire hondo mientras recibía el impacto de lleno,
esta vez no logre ni llegar al pequeño phantump, ambos fuimos arrastrados contra una de las paredes.
Cuando le agua cedió pude ver a la criatura todavía en pie, bastante
dañada pero lo suficiente como para un último golpe, definitivamente
roomie me va a matar después de esto.-Hollow, un ultimo intento, Faint!.-ordene, estire mi mano tratando de poder ayudar al pokemon con mis poderes pero el dolor en una de mis costillas me lo impidió, posiblemente estaba fisurado o quizás peor.
No
podía seguir arriesgando mi salud, tome una de las pociones que el doc
nos había dado unos días atras , comencé a sentirme un poco mejor que
antes pero aun me dolía todo el cuerpo. Me quede parado contra una de
las columnas, realmente dudaba que pudiera resistir otro ataque de tal
magnitud, ni mi pokemon podría resistirlo solo esperaba que el resto de
mis compañero estén mejor que nosotros, esto esta por ponerse cada vez
más feo. La próxima vez que alguien se quiera separar juro que lo ahorco
con mis propias manos. –No te parece que olvidar seria tirar por la
borda el esfuerzo de Julia? Digo, quizás este muerta o no pero vos estas
pisando su memoria haciendo esto.- Me quejé, hay que terminar esto
ahora mismo.
--------------------------------------------------------- Phantump
vive porque le pega solo el base + stab porque el ataque de surf no
tuvo exitos debido a que tenia Curse del turno anterior, al igual que la
defensa que no le salio asi que el bicho tiene 200 de daño, con un
milagro lo bajamos este turno y deja de tirarme surf la puta madre. (?
La
bomba de humo me tomó por más sorpresa de la que debería. Esperaba
encontrar algo de ayuda en la policía, pero el accionar de la misma
había sido más que suficiente para responder las preguntas que le había
hecho a Samuel. Corrí hasta su lado cubriéndome la nariz con el
antebrazo. Me coloqué los googles rápidamente. Supuse me servirían para
evitar que mis ojos ardieran, o al menos reducirían la molestia. En
ese momento noté a Ibaraki a un lado, parecía haber recuperado la
conciencia. Se sorprendió al verme, como era lógico, pero no la dejé
hablar y le di un fuerte abrazo lleno de alivio. -Estaba muy
preocupada -la solté a los pocos segundos, entre toda la emoción era
consiente de que quizá le hacía doler alguna herida. Tampoco era momento
para esto- Por ambos -comenté volteando a ver a Maxwell, que por suerte
había recapacitado y se reunió con nosotros.
La situación en la
que estábamos era tensa. No teníamos mucho tiempo para decidirnos por
algo. Tal como habían disparado humo, podían dispararnos con cualquier
cosa. No era el tipo de elecciones que me gustaba hacer, pero no parecía
haber muchas opciones. Tanto el doc como el rubio habían hecho lo
suyo... ¿Acaso los estaba amenazando con un pincel? Pero más allá de la
excentricidad, tenía razón, lo de la policía era muy raro. -Es cierto, esto no es normal -le comenté al chico de la bandana- No tenemos muchas opciones si queremos salir de acá. Observé a los hombres, las pociones del Doc los ayudarían un poco, supuse. -
Vamos a seguirlos, pero antes quiero asegurarme de que la gente que
queda pueda salir del edificio. Y por favor, si van a tener al crobat
suelto, que esté siempre a nuestra vista -esas criaturas eran rápidas y
silenciosas. Si algo me habían enseñado mis papás (entre miles de cosas
más), era a no fiarme mucho de ellos. En una estancia como la nuestra
podían hacer un destrozo si lo deseaban.
-Vamos -dije firme. Era momento de simplemente actuar, y no pensar demasiado. Volteé a mis alrededores mientras avanzábamos, atenta a no ser víctima de algún otro ataque en lo que llegábamos al nuevo destino.
"No
no no, definitivamente esta no es la policía internacional" decía para
mis adentros mientras me ponía la bandana en la boca para evitar aspirar
el tóxico gas. Gracias a los Tapus que había guardado a Lando un
instante antes. No quiero ni imaginar como hubiese terminado. El chico
aficionado de los insectos y actuó a una velocidad increíble ante la
situación. En un segundo pudimos tener una alternativa para poder
respirar gracias a su Vivillon.
Samuel intentaba hacer entrar en
razón a los agresores y la rubia no parecía muy feliz con esto. Luego
bajo el sujeto de la gabardina y les daba una botellita de algún tipo de
sustancia. Decidí ser un poco más "enérgico" al respecto: Mientras
volvía la bandana a su lugar entre mi maravilloso pelo, me acerqué al
terrorista más herido (y aparentemente el mas dispuesto a cooperar de
los tres). Metí una mano en uno de mis amplios bolsillos, tomé lo
primero que encontré y con la otra lo agarré por el cuello de la ropa.
Apunté con el pincel que saqué directo a su rostro.
Lo ayudé a reincorporarse. Estaba todo golpeado. Ese Heracross sí que sabe lo que hace.
-
Conozco bien a la policía internacional y no es su manera de actuar.
Esto es muy raro.- dije mirando a mis compañeros en el ojo del huracán.
"Es
cierto, esto no es normal" dijo la chica del meteoro flotante. Me
pregunto de qué color es el núcleo de su pokémon... No no no, Kileo
¡concentración! No es momento de divagues. "No tenemos muchas opciones si queremos salir de acá." agregó.
Mirando
alrededor podía ver como la gente que aún quedaba en el centro trataba
de salir y creí ver entre el humo cómo era interceptada por los
efectivos.
El enérgico "Vamos" de Nitta terminó por sacarme de mi momentáneo lapsus.
La
memoria de Julia se desvaneció, dejando el lugar en el que estábamos en
silencio de nuevo. Miré al Unown por unos segundos, ¿Había hecho eso
porque quería que la viéramos o...?
En cualquier caso, la visión
no falló en hacer que aquél picazón volviera. Ese calor horrible que se
me pegaba a la piel y me hacía querer decirle varias cosas para nada
cordiales al hijo de puta en frente nuestro. Logré contenerme esta vez;
no podía dejar que los demás me vieran así de nuevo.
Otra ola,
algo más débil que la anterior, se nos vino encima antes de que pudiera
hacer algo. SIn pensarlo devolví a Taako a su Pokebola y me cubrí la
cara con los brazos, esperando el impacto.
//Defensa Nico// [dice]0[/dice]
Me
puse de pie con dificultad, el dolor volviéndose tan intenso que apenas
podía seguir de pie. Veía todo borroso... dios, que choto que era todo.
-No... no tengo nada más que decirte. -Escupí, tambaléandome. -Si esa oferta fue en serio entonces es obvio que no tenés la más puta idea de lo que Julia quería, y claramente no te importa.
Tenía
que hacer algo, o era muy posible que las cosas terminaran mal. Pero...
¿Qué? Ninguno de mis Pokemon podían pelear contra esa cosa, y yo estaba
listo para palmarla ahí nomás. Hubiera considerado usar mis palabras si
no fuera porque le acababa de decir al cura que se vaya a la reverenda
mierda, no tenía nada que...
Nada que...
Mi mirada cayó en el Unown. ¿Y si...?
-Unown, escuchame... -Me dirigí hacia el Pokemon, sosteniéndome un brazo y caminando con dificultad. -
Julia... nosotros queremos encontrarla, lo que sea que quede de ella. E
incluso si está muerta, vamos a juntar todas las piezas que ella juntó, y
seguir su trabajo.
¿Estaba mintiendo? La verdad ni yo lo
sabía. A decir verdad nuestro objetivo principal, la razón por la que
seguíamos contratados... estaba muy borroso en mi mente, y aun así no
importaba mucho. Si ayudar a Julia resultaba ser más interesante que
ganar plata fácil o seguirle el juego a Thernadier, entonces ese era el
camino por el que iba a ir. Al menos para enojar al cura de mierda.
-
Asi que por favor, ayudanos. Necesitamos saber todo lo que podamos para
seguir con su misión. Sé que eso es lo que ella hubiera querido.
//Guía+LiderazgoPKMN para que el Unown haga... algo (? que ataque al Slowbro o al viejo o nos ayude de alguna forma// [dice]1[/dice]
La
fuerte ola arrasó con nosotros y visiones misteriosas y agua nos ahogó
parece que fue el momento antes de que fuera Julia al sínodo parece que
ella le tenía aprecio a su jefe tras la visión reaccióne y vi al el
pobre de Kaeru no resistió el torrente lo tome entre lágrimas era la
primera vez que caía en batalla - lo siento Kaeru no quería que salieras
lastimado las heridas que sentía no eran nada comparado a verte así -
cuando me di cuenta Mina salto hacía slowking para clavarle una mordida
parece que no le gustaba que este me lastimara tanto no espere que una
zubat tan tímida reaccionara así es una buena amiga.
Oponentes Surf -> 45 (+10) Yannick Resiste -> Pasan 5 heridas Gourgeist Defensa -> Pasan 23 de daño Nicholas Resiste -> Pasan 7 heridas Phantump Defensa -> Pasan 23 de daño Nico Resiste -> Pasan 8 heridas Mint Resiste -> Pasan 6 heridas Tympole Defensa -> Pasan 27 de daño
Players
Nicholas se cura +2 Heridas
Slowking cae
Status
Sandygast tiene +3 Exitos a DEF
WonderRoom -> Turno 5/5
?????-2 tiene 10 heridas ????? -3tiene 15 heridas
Honedge sin HP Budew sin HP Tympole sin HP Phantump tiene 81 de daño Gourgeist tiene 23 de daño Sandygast tiene 10 de daño Ibaraki tiene 3 heridas Yannick tiene 10 heridas Nico tiene 16 heridas Nicholas tiene 11 heridas Mint tiene 12 heridas
Gourgeist gana +3 EXP Phatump gana +3 EXP Zubat gana +3 EXP
El
campo de batalla exploto. Los entrenadores aun yacian en el piso
rodeados de barro, escupiendo agua y tociendo, pero sus Pokemon tomaron
sus ultimas ordenes y derrotaron al Slowking con sus ultimos ataques. El
pesado Pokemon no cayo, sino que simplemente doblo su rodilla y agacho
su cabeza. Era su forma de declararse perdedor del combate.
Junto
con la caida del Slowking, el cubo de energia que mantenia separado el
campo de batalla del resto de la catedral exploto en mil pedazos. Trozos
de un material que parecia vidrio caian del cielo, pero antes de tocar
el piso se desvanecian. Isaac miro a los entrenadores con cuidado.
Nicholas estaba contra una columba, tenia varios golpes en su cuerpo y
comenzaba a caerle una larga gota de sangre por la cien. Nico intentaba
seguir de pie hablandole al Unown, pero tambaleaba. Yannick parecia
decidido pero tambien tenia fuertes golpes en todo el cuerpo y aun tocia
agua. Mint se levantaba del fango mientras su Zubat volaba en circulos a
su alrededor. Solo cuando el campo de batalla cambio notaron lo viciado
del aire dentro del cuarto, la brisa les renovo el aire y podian
respirar mucho mejor.
Isaac regreso a su Slowking.
-Descanza. Lo hicimos muy bien, a pesar de la falta de practica-
El Unown daba vueltas a su alrededor, timido, casi como si dudara si su
lugar fuera ahi y no en su DuskBall. - De verdad crees que va a
ocurrir? - Isaac hablo al Unown con un tono que le helo la sangre a los
entrenadores. Tenia miedo. El Unown se acerco a los entrenadores y se
puso delante de ellos. Isaac levanto la carta en su mano, no hizo falta
una seña. El Pokemon la hizo levitar delante suyo.
La carta se
desintegro en una llamarada de energia azul. El Unown brillo del mismo
tono que aquella energia y los entrenadores pronto sintieron una presion
en su pecho. Sus pies se separaron del piso, apenas podian respirar.
Todo se puso negro, y pronto, ya no estuvieron mas en Lumiose.
Habia
muchas cosas que no aguantaba, pero que insulten deberia ser una de las
que mas me afectaba. Aprete mis puños. La chica estaba herida...quizas,
si, quizas era eso. Me force a sonreir, pero creo que se noto que
frunci el ceño cuando la rubia me hablo.
-Señorita.- Dije recuperando mi tono.- Estos
señores van a morirse en este lugar si no los llavamos con nosotros, y
posiblemente nosotros tambien. S, eligieron pesimamente su empleo, pero
hey, no todos tenemos suerte con nuestros jefes. - Confiaba que los
ninjas no nos fueran a atacar, se muy bien lo que es trabajar para
alguien que a la primera que pueda va a intentar matarte. Todos somos descartables. No iba a convertirme en vos, Blake. -Vamos, tenemos que salir de aca todos.
La
chica corredora encontro a unas personas mas que estaban escondiendose
del ataque, un chico y una chica de no mas de 12 años que tenian un
Ralts herido en sus brazos. La chica los ayudo a unirsenos mientras nos
moviamos con cuidado rodeados del torbellino de humo. El chico rubio
saco un pincel y...los amenazo? Uno de los Ninjas se vio algo nervioso
luego de eso, el otro no parecia entender.
-N-Neron nos dice donde hay que acudir...n-nosotros solo obedecemos...el tiene muchas...muchas personas con...con habilidades.- Dijo asustado el Ninja. Habilidades? Esto suena muy familiar a...Hijo de puta.
-Habilidades?- Deje de caminar y me pare. Los demas me miraron. - Arceus, espero que no sea lo que yo supongo que es...- Una segunda granada de humo cayo por la ventana, teniamos que movernos rapido.
El
torbellino perdio su fuerza cuando llegamos al lugar que los ninjas nos
indicaron, era una pequeña escalera que iba hacia un subsuelo de
servicio. Ellos fueron primero, y para mi sorpresa, abrieron una puerta
que nos llevo a un pasillo. El lugar era una especie de depocito de
materiales descartables, solamente algunas gazas y compresas, nada muy
complejo. Al fondo del depocito habia una puerta de metal. La chica
rubia le dio una patada y se abrio de par en par. Estabamos fuera, el
aire fresco en la cara fue renovador.
Como suponia, los dos ninjas intentaron huir apenas salimos al callejon. No tan rapido.
-Por quien me toman? Vivi, String Shot!- Los tipos cayeron al piso. Los chicos con el Ralts herido estaban a salvo, pero estaban muy asustados- Hey emh...Maxwell? Podes fijarte si tienen alguna herida estos chicos?-
Estaba agitado por toda la situacion pero creo que estabamos lejos de
la policia en este callejon. El cielo estaba nublado y si, habia
bastante frio. En eso, no pude evitar sentir un sonido, que venia del
cielo. Me puse en guardia pero pronto vi que...ok, esto es raro.
Un
ave, roja y blanca con costal habia aterrizado entre nostros. Un
Delibird? En esta zona? Tenia un costal bastante cargado. Caminaba entre
nosotros revisando su gran costal y mirandonos con mala cara. Pronto,
comenzo a sacar paquetes de tu su bolsa. Un paquete con emboltorio
brillante para el Doctor, otro para la chica rubia, otro para el chico
del pincel asesino y otro para la chica corredora. Los chicos del Ralts
recibieron uno tambien.
-Estas llegando un mes antes, sabes? - Le dije al ave, que me miro duramente. Entonces, no saco ningun paquete, sino que saco un pedazo de carbon y me lo dio. - Ya tengo una coleccion de estos. . El Pokemon levanto vuelo y se perdio entre las nubes.
Habia que volver a concentrarse, teniamos a estos tipos atados y teniamos que huir. Pero antes, tenia bastantes preguntas.
-Neron Gautier. Hablen. Que esta buscando...? -
-Oh, chiquito. Ellos no saben nada. Mejor, hablen conmigo.-
Se me helo la sangre. Una mujer morena, con cabello oscuro y ojos
grises estaba parada delante nuestro. Tenia un elegante vestido negro
que le llegaba hasta los pies y una bufanda gris que le llegaba hasta
las rodillas. Sus labios pintados de un gris que hacia juego con sus
ojos sonreian. La mujer dio un paso hacia adelante y sus tacones
rosonaron en todo el callejon, casi como si apagaran el ruido de las
sirenas. - Ustedes estan metiendo sus narices
en algo que concierne al departamento de Seguridad y Policia Regional y
ahora yo, tengo que lidiar con la Policia Internacional en mi Ciudad.
Neron los quiere muertos, Kabir les entrego en bandeja toda nuestra
informacion y la pregunta es...por que deberia dejarlos con vida?
Julia
estaba agazapada en el dindel de una puerta. Sus ojos brillaban en
medio de la oscuridad de la noche. En sus manos tenia dos afilados
cuchillos. La chica espero el momento adecuado y ataco. Un chorro de
sangre mancho la calle pavimentada de Pueblo Couriway. Era una herida
superficial, el hombre era muy rapido y astuto y la chica no queria
herirlo de gravedad.
-Confias en tu hija?
- Inquirio Julia. Su capa volo con el viento generado por el tren que
pasaba a toda marcha a unos metros por las vias. La luz de la maquina
ilumino el rostro del hombre herido, quien sonreia y golpeaba su baston
con el piso marcando un ritmo. El olor a alcohol podia sentirse desde
kilometros. Una excelente forma de camuflarse de criaturas que busquen
rastros, penso la chica. El hombre hizo una exagerada reverencia,
ignorando la sangre que brotaba de su antebrazo.
-Nunca
se cuestiona la sangre de mi sangre. Daria mi vida por mi hermosa
Epiphone y ella haria lo mismo por su padre. Pero...con quien tengo el
gusto? - Thenardier sonreia, y a pesar del olor a alcohol, se podia
ver que cada uno de sus movimientos estaban calculados esperando una
proxima agresión. La chica no volvio a atacar. De su capa de viaje saco
una caja, la cual tiro a los pies del bandido.
Oro, joyas y
billetes de las denominaciones mas altas. Dinero suficiente para comprar
una vida de lujos. La chica sostuvo la mirada y Thenardier hizo lo
mismo, no era tan tonto para lanzarse con una carnada tan obvia, por
tentadora que sea.
-Es el unico
lenguaje que hablas, y a fin de cuentas...uno de los mas sinceros. Esto
es solo una parte del pago. Necesito que tu hija vaya a Lumiose. No va a
correr peligro. Yo tambien confio en ella. Ella...- Thenardier se
movio demasiado rapido. Su baston era un camuflaje para una afilada
espada, reluciente con la luz de la noche. El filo corto la mejilla de
Julia.
-Mi hija esta fuera de cualquier negocio.- Siseo el bandido. El tono de voz teatral y exagerado desaparecio.
-La estoy protegiendo.- Contesto la chica sin retroceder.- A
ella y a...alguien mas. No tiene que saberlo, que parezca todo un
accidente. Tiene que ir a Lumiose, ver a una persona en el club
SilverSpoon. Va a estar a salvo. Tenes fama de ser un ser inmundo. Pero
un ser inmundo que jamas rompe un contrato si se le paga.
Thenardier bajo su arma. Seguia estudiando a la chica. Otro tren paso detras de ellos.
-Y una cosa mas...
Kalos - Lumiose City - Centrico Plaza
Los
entrenadores pudieron respirar de nuevo. Se tambaleaban, mareados y con
nauseas. El Unown volaba delante de ellos, su unico ojo aun brillando
en celeste. Isaac estaba delante, tenia su mano extendida, como si
quisiera tocar algo que esta a metros suyo. Lloraba.
-J-Julia...- El hombre miro a su alrededor. Estaba nublado y habia comenzado a hacer frio. - Smaragos.- Murmuro el hombre. -Es...mi contraseña. Siguen necesitando las otras...pero...
El
Unown se puso del lado de los entrenadores. Parecia estar decidido a
seguir con ellos. Isaac se limpio las lagrimas y regreso a su postura.
Los entrenadores estaban mojados y heridos, pero aun asi dejaron de
sentir las heridas en su cuerpo luego de regresar. Pasaron unos minutos
que parecieron horas, hasta que finalmente el hombre comenzo a caminar
hacia el interior de la catedral.
- El Sinodo esta aqui mismo, en Lumiose. Con las contraseñas, pueden abrir su puerta. Salir...es otra historia.
Isaac
se perdio dentro de los pasillos de la catedral. El frio de la tarde
nublada y la ropa mojada hizo que los entrenadores comiencen a tiritar.
Varios minutos despues, vieron algo volando sobre sus cabezas. No sabian
si seguian alucinando hasta que un paquete con envoltorio brillante
golpeo a cada uno en la cabeza. Un Delibird los miraba volando a varios
metros de altura. Una vez que descargo su costal, lo cerro y siguio su
vuelo, sin cambiar su cara de enojado.
El
hombre se marchó después de darnos su "contraseña". El unknown se había
quedado con nosotros, capaz las palabras de Nico habían funcionado,
pero la carta... era lo que nos había mostrado? Epiphone estaba más
metida en ésto de lo que nos dijo. O ni ella sabía.
Tenía mil
preguntas pero costaba concentrarme. El aire estaba helado, me dolía
todo el cuerpo en general, y el brazo y el pecho en especial, y mataría
por un pucho. Bueno no mataría, esa frase se sentía demasiado literal
con las circunstancias actuales, pero definitivamente estaría dispuesto a
pagar cualquier precio exagerado que se me cruzara primero.
Me
acerqué a Hollow lo más rápido que pude. Con cada paso me sentía peor,
estoy seguro que la presión en el pecho no era por el frío.
-Dios, está muy lastimado.-
susurré sin animarme a tocarlo, una vez arrodillado en frente. Leti se
puso al lado, le tomó una manito y comenzó a cantar por lo bajo, creo
que intentaba consolarlo. Sabía que era normal para los de su especie,
pero no podía evitar pensar que hubiera estado más feliz con su dueño
original, aunque solo pasó un día con él.
Sacudí la cabeza y revisé mi bolso. -Ésto debería ayudar...-
Le entregué al Phantump una de las gaseosas que me había dado Jaime, al
fin servían para algo. No sabía cómo empezar a putear a Frost, en
realidad me sentía más preocupado que enojado. No estábamos para tener
esta conversación ahora, tendríamos que ir algún lugar a recuperar
nuestros pokemon, y nos vendría bien una ducha caliente y un cambio de
ropa. El container no tenía nada, tal vez podríamos pasar por el... -El Centro!- Abrí mucho los ojos. -Hay que buscar a los otros. Tendríamos que ir allá? Cómo nos vamos a encontrar?-
La
tos de Nico me interrumpió. Miré al resto, estábamos hechos mierda,
pero estábamos vivos. Puede que el Guardador realmente solo nos quería
detener, por nuestro bien... Al final había parecido movido de verdad.
Eso era hasta un poco reconfortante, seguía siendo una persona
en el fondo. Me daba un poco de esperanza para enfrentar lo que haya en
el Sínodo, tal vez.. tenía que ser gente, a pesar de todo.
En
eso algo me golpeó en la cabeza, ouch, en serio? Un pájaro nos había
tirado.. regalos. Dudé si agarrarlo, no era exactamente seguro que no
fuera una trampa. Después de unos segundos lo abrí por curiosidad, la
situación ya era demasiado bizarra. Unas pokeballs negras y naranjas, y
un casquito, del tamaño para un pokemon; estaba más confundido que
antes. Tendría que llamar a mis viejos para las fiestas si seguramente me las pierdo de nuevo,
me vino el pensamiento de repente. La verdad, hace cuánto no los llamo?
Desde que avisé que ya estaba instalado en Laverre? Eso fue hace meses.
Ellos tampoco me llamaron, bueno, debían seguir demasiado ocupados con
los trabajos, como siempre.
Leti soltó a Hollow y dio una vuelta por nuestro alrededor en la plaza,
no sé qué buscaba ahora pero me sacó de mi cabeza. Lo guardé, me
levanté y miré a Frost sin decir nada. Caminé hasta Nico que no me notó,
estaba con la vista perdida en el suelo, en su regalo. Me agaché a
levantarlo. De cerca el chico se veía aún peor, su mirada estaba algo
nublada y se tambaleaba un poco en el lugar.
-Tengo una poción que me dio el Doc, creo te hace más falta que a mí.-
le dije mientras pasaba su brazo por mi hombro para darle apoyo, le
puse el frasquito en la otra mano. Metí su regalo en mi bolso y le
sonreí antes que se quejara. -Te lo guardo para cuando puedas abrirlo.-
-------------- edité lo de la soda pop, si no lo iba a poner Brid en su post igual pero iba a quedar muy colgado xD;;
El
ultimo ataque golpeo al slowking, este en lugar de caer al suelo solo
se arrodillo frente a nosotros concediéndonos la victoria al mismo
tiempo que las paredes enorme cubo empezaba a romperse. Millones de
fragmentos comenzaron a caer en forma lenta sobre todo el lugar
despareciendo al tocar el suelo. Respire tranquilo, el combate había
terminado o por lo menos eso parecía, comencé a sentir una gota caliente
caer por mi cabeza, enseguida lleve la mano hacia ella, tal como
sospechaba no era agua, era sangre, carajo, estaba más herido de lo que
me gustaría admitir.
El monje regresó a su pokemon, el unown de
julia seguía fuera mirando para todos lados sin saber qué hacer.-
verdad crees que va a ocurrir?- Dijo Isaac, sus palabras retumbaron en
mi cabeza, el miedo del Guardador era lo que menos me esperaba en este
momento, no pude evitar sentirme preocupado, realmente nos estábamos
embarrando en algo cada vez más grande que nosotros. El hombre levantó
la carta de julia, el pokemon hizo que levitara mientras se encendía en
llamas azules, comencé a sentir una presión en mi pecho, algo parecido a
lo que habíamos experimentado con el otro unown en el container, todo
se puso negro por unos momentos. --------------------------------- Toda la visión re loca --------------------------------- Me
sostuve fuertemente de la Columna intentando no caer mientras me
recuperaba de las visiones, asi que la hija de nuestro jefe estaba más
involucrada de lo que aparentaba, quizás no lo sabía pero ahora ya no me
siento tan tranquilo con ella, si hubiera tenido esta información
antes... Miré para arriba, el ruido del llanto de Isaac me trajo a la
realidad. Si no nos hubiera herido gravemente quizás sentiría algo de
lastima por el tipo.
El monje nos dijo su contraseña, después de
todo nuestras heridas habían servido de algo, nos advirtió acerca de su
sociedad y lo complicado que sería abandonar el lugar solo para terminar
perdiéndose entre los pasillos de la catedral. Me quede en mi lugar por
unos minutos, el cielo se había nublado completamente y la temperatura
también había bajado considerablemente , definitivamente no era nuestro
día. -Qué carajo?- Me froté los ojos
tratando de notar si estaba alucinando o no, un delibird volaba sobre
nosotros con una cara de orto digna de mi, arrojo un paquete que cayó
sobre mi cabeza. -Pájaro del orto.- me queje mientras leia la tarjeta atada. -
Querido Nicholas, blablabla, se más amable, blablabla, más boludeces de
ser bueno con la gente, etc, etc. Mejor suerte el año que viene, santa.-
abrí mi paquete, dos maquinas extrañas se encontraban dentro, una la
reconocí enseguida me iba a resultar útil para mis pokemons en algún
momento. El otro en cambio era algo que jamás había visto, tome ambos
aparatos entre mis manos,las puntas comenzaron a emitir una luz entraña mientras señalaban a un objeto cerca mio,
camine con dificultad hacia uno de los bancos, debajo de él había un
paquete con algo, lo tome y guarde dentro de mi bolso junto a esta
máquina.-En tu cara, Claus.-
Me
senté en el banco mientras me agarraba una de mis costillas, ese tipo
nos había dejado en realmente mal estado a mi y a Hollow… Abrí los ojos
de par en par, me había olvidado de él.-Hollow?-
pregunté, recorrí con mi mirada todo el lugar hasta que lo encontré con
roomie, su pokemon parecía estar cantándole mientras él le daba una
especie de gaseosa rara, ese chico definitivamente me va a querer matar
luego de esto, pero realmente no me importa mucho, realmente no veo que
la vida de hollow sea más valiosa que la de cualquier otro pokemon en mi
equipo, salvo Bryce, pero yo y él nos odiamos por otros motivos que no
vienen al caso.
-Lo mejor que podemos hacer es volver al container, hay que hablar con Epiphone sobre el encargo que le hizo Julia.-
Dije mientras el pequeño phantump se acercaba a mi, parecía estar mucho
más sano que antes, le entregue el otro regalo que me había dado antes
de guardarlo, podía serle útil en estos momentos.-
El resto hasta donde sé estaban en problemas pero no se olviden que
tiene al doc y a dos mujeres con cero problema de bajarle los dientes a
alguien, seguro están mejor que nosotros, seriamos un estorbo si están
huyendo o algo.-
No
estaba acostumbrado a pensar esas cosas. El orgullo no era algo que me
caracterizara; no era algo que tuviera algún uso para mí. La gente con
mucho orgullo era la que menos se divertía, al menos para mí.
Ese cura hijo de puta...
Traté
de ponerme de pie, pero apenas levanté una pierna que caí al suelo de
nuevo, el hecho de que aterricé en mi codo la única razón por la que no
me di de cara contra el cemento abajo mío. Me costaba respirar, y ese
dolor de mierda me pulsaba a través de los músculos, entumecidos. El
pelo me caía en frente de la cara como una cortina, y podía sentir el
peso del chal mojado en mis hombros.
A través de la niebla detrás
de mis ojos miré hacia abajo, donde un charco de agua chico se había
formado en el suelo. Mi propia silueta me pareció extraña; y durante
unos momentos no me reconocí a mi mismo, ¿Quién era ese pelotudo? ¿Por
qué se veía tan asustado y furioso?
Yannick se me acercó y me
dijo algo, poniéndome una botellita en las manos; la misma que nos había
dado el Doc hace un tiempo. Tardé varios segundos en entender lo que
quería que hiciera, y con dificultad me tomé todo lo que había adentro.
Inmediatamente sentí como parte del dolor y la niebla cubriéndome la
mente se desvanecían. Un poquito mejor, aunque no mucho.
-G-gracias. -Dije, voz tenue y casi extinguida. -Te debo una...
No
sonreí, ni hice esfuerzo alguno en cambiar la expresión en mi rostro.
Lo que acababa de pasar seguía fresco en mi mente; cómo casi... casi
habíamos muerto.
¿Por qué me afectaba? Ya nos habíamos encontrado
con gente que quiso matarnos muchas veces antes, y nunca fallé en
sonreír y tomármelo como si fuera algo divertido, algo que nunca podría
afectarme. Después de todo, ¿Quién podría matarnos a nosotros? Y aun así
no podía evitar sentir que me habían engañado de alguna forma. Se me
vino a la mente la imagen del cura; seguida de una donde yo le retorcía
el cuello. Vergonzosamente, disfruté esa imagen por un par de segundos
antes de sacudir la cabeza y espantarla de mi cabeza.
No pude
parar de temblar, la posibilidad de lo que podría haber pasado hoy
volando alrededor mío como un mosquito molesto. Así que esta era la
diferencia entre las historias y la vida real: el miedo.
Frost
dijo algo que apenas capté. El container, Epiphone... y no solamente eso
pero las revelaciones que habíamos aprendido y el Unown que ahora nos
seguía; todo eso tendría que esperar para después. Tenía que volver a mí
mismo, tenía que salir del estupor en el que estaba.
-Yo voy a ir al Centro Pokemon. -Les dije a los demás, con un tono más serio del que esperaba. -Siganme si quieran, y si no no importa.
Con eso dicho empecé a caminar en la primera dirección que vi, tambaleándome cada unos pocos pasos.
Salimos
de ese antro de mala muerte siguiendo a los tipos que nos querian
matar, seguia pensando que era mala idea, pero por suerte no era la
única que no confiaba en estos tipos, lo malo era que habia unos nenes
con un pokemon herido con nosotros, si algo pasaba seria más problemas.
Al
salir pude sentir el sol en mi cara de nuevo, habria disfrutado eso si
no fuera por el aire horrible de la ciudad, humo, autos, ruido, oooohhh
si, detestaba ese lugar. Los tipos que nos atacaron habian estado listos
para escapar apenas pudieran, pero por suerte, el tipo de los bichos lo
esperaba y los habia detenido, supuse que podiamos encargarnos de las
otras víctimas.
Me acerqué a los chicos con el pokemon herido,
tenian miedo, no podia culparlos, habian pasado cosas feas, el pequeño
pokemon estaba lastimado, acerqué mi mano al pequeño para acariciarlo. -Son compañeros?-
Pregunté a los chicos mientras buscaba algo en mi bolso que sirviera al
pequeño herido, me quedaba un frasco que me dió Maxwell y... Unas
botellas que me dió Jaime con este bolso en Lavarre. -Espero que sirva- Concluí mientras destapaba una botella y se la daba con cuidado al pokemon herido.
En
eso, un ave con cara de orto que se me hacia familiar se acercó, me
puse tensa por un momento pensando que podia ser un enemigo, pero
simplemente sacó un paquete y lo dejó sobre mi bolso antes de darle otro
a los chicos frente a mi. Eso fue raro...
Comencé a ponerme de
pie mientras el ave se retiraba, poco despues escuché una voz detras de
mi, no sonaba agradable y peor, no era de ninguno de nosotros, volteé a
ver quien era, una mujer de apariencia notable, y nos amenazaba con
matarnos, en los últimos días, esto se habia vuelto rutina.
Parecia
que no saldriamos de ese callejón sin pelear, de nuevo, alcé los puños,
noté que algunas marcas seguian en mis brazos, estaba por lanzarme a
pelear contra esa tipa, pero Baraddur me detubo, los chicos y el pokemon
seguian detras mio, no parecian poder pelear, genial.
-Prepárence para correr, nosotros los cubrimos- Les dije, mientras mi compañero daba un paso al frente reafirmando mis palabras mientras yo levantaba la guardia.
Al
revisar a nuestros alrededores pude dar con dos chicos y un pequeño
ralts. Estaban más asustados que heridos, a primer vista. Me aproximé a
ellos rápidamente. -Vamos a escapar, no tengan miedo -e invité a
seguirnos. Tosieron varias veces en lo que entraban a la zona con aire
limpio. Volví a mirar a nuestros alrededores, pero no me pareció ver
nada. O todos habían escapado o... no. Éramos los únicos. No volvería a
repetirse, saldríamos a salvo de esto. Luego, volver a encontrarse con
el resto.
Después de un no tan largo camino salimos al exterior.
Tanto Samuel como yo nos percatamos de que los tipos querían huir de
nosotros, pero él había sido más rápido y los detuvo con ayuda de su
pokemon. Las sirenas se seguían escuchando a lo lejos, no teníamos
mucho tiempo, pero unos segundos para chequear nuestro estado no vendría
mal. A pesar del combate, muchos centraron su atención en los chicos
que habíamos rescatado. -¿Ustedes dos están bien? -les pregunté a
Ibaraki y al Doc. Parecían tener algunas heridas leves, otras
recientemente tratadas. Aunque, luego de lo que veníamos pasando estos
últimos días creo que no tenía porque preocuparse demasiado.
Levanté
la mirada al cielo. Estaba comenzando a helar. El tiempo sí que era
raro en esta región... En ese momento, noté una figura que me resultaba
familiar. El delibird bajó hasta donde estábamos y nos entregó a varios
un paquete, básicamente un regalo. -¿Pero no estamos en noviembre...?
-pregunté para mí misma. Todos parecíamos extrañados por su aparición
en estas fechas. Y aún apareciendo fuera de lo que le correspondía me
hizo acordar algo: había prometido volver a casa para navidad y año
nuevo. Eso me bajó un poco los ánimos, el tiempo se me estaba por
terminar. Intenté ignorar esos pensamiento y me concentré en el
regalo. Era una caja muy pequeña, envuelta en un papel azul con una
cinta violeta oscuro. La abrí y me encontré con una pulsera. Estaba
conformado por varias rondas de una material sintético de color negro, y
un dado plateado colgaba al final, sostenido de un nudo. A un lado de la pulsera había un pequeño papel azul oscuro. Tenía escrito algunas palabras con tinta blanca.
"M: Juega con el destino, y dale una sorpresa a los demás como él lo ha hecho conmigo"
El
mensaje me confundió, pero terminé considerando que no era más que
parte de la presentación del producto, o que originalmente el regalo
estaba dirigido a alguien más. Revisé la pulsera de arriba a abajo y me
la coloqué en la muñeca izquierda. Extrañamente, no podía dejar de
mirarla. Entonces, una voz me recordó en donde estábamos.
La
mujer a nuestras espaldas tenía una apariencia bastante calculada, pero
intimidante. El tono de su voz y sus palabras nos dieron a entender que
no estaba jugando. Galahad se colocó frente a mi. Ibaraki se limitó (por suerte) a colocarse frente a los chicos. Mi
mirada fue hacia Samuel y el chico rubio. Se habían involucrado sin
querer en algo que no debían. ¿Por qué no me habían escuchado antes?
Temí por un momento en lo que debía decir, pero sabía que debía hablar
con sinceridad. Aunque... a las personas que hablaban con tal firmeza y
seguridad sobre medidas despiadadas les importa poco y nada lo que los
demás piensen. -Nuestro interés es encontrar a Julia, nada más. Se lo
dije a Kabir: no tenemos intenciones de entrometernos con su trabajo ni
con ninguno de ustedes, y a eso intentamos limitarnos -y a sobrevivir,
quise agregar.
Uno de mis bolsos comenzó a vibrar. Mi mirada bajó
hacia él, sin abandonar la pose tensa que había cobrado al notar a la
mujer. Con el pasar de los segundos, la vibración se convirtió en una
sacudida, y del pequeño bolso salió el unown que me acompañaba. No sabía
que tan bueno era que saliera en ese momento. -¿Urien? ¿Qué pasó?
-pero el unown ignoró mis palabras y comenzó a girar sobre mi cabeza,
mirando hacia los alrededores, como si buscara algo. Emitió algunos
sonidos, eran molestos, y su mirada se posó sobre el joven rubio, que
estaba a pocos pasos de mí. No, no estaba sobre él realmente. Su mirada
se había clavado sobre su valija, y no parecía querer apartarse de allí.
Los
sujetos hablaron, sí, pero no nos dieron nada de buena información y
podía ver en sus ojos que no mentían, se veían tan indefensos como un
Pikipek herido pero sin dar ternura.
Bajamos por una escalera, luego por un pasillo... Pensaba que los centros Pokémon eran más pequeños realmente.
-
Creo que es buen momento para presentarme.- dije mirando al sujeto del
felino color chicle y a la chica rubia (por el momento) color sangre.-
Mi nombre es Kileo, Kileo Meiola y es un placer conocerlos aunque es una
pena que sea en tan... desafortunada situación. A esta altura tengo
bastante claro que no son artistas callejeros, pese a su maravilloso
despliegue de anoche, y estoy ansioso por oír la historia que hay detrás
de todo este lío.Creo que me lo gané después de haberles ayudado.-
Imaginé
que mis palabras no les habrán hecho gracia pero siempre intento ser lo
más sincero que puedo o lo tanto como me permita la situación.
Salimos
del depósito y presenciamos un fallido escape de parte de dos de los
ninjas, frustrado por el insecto de nuestro compañero de piel pálida. Se
veía venir, no voy a mentir. Miré al cielo. Ese hermoso y vivido
color naranja había dado lugar a un gris mas frío, solido y serio. Los
pajaros empezaban a buscar refugio por el clima desfavorable que se
avecinaba. Aunque... una de esas aves venia justo hacia nosotros. Su
plumaje carmesí resaltaba agradablemente en ese cielo tan monótono. Se
paro frente a cada uno y nos entrego un regalo.
-Gracias. Espero
que tengas felices fiestas, aunque tu cara no lo refleje JAJA- estoy
seguro que escuche bufar al Delibird ante mi comentario. Mis ultimas
carcajadas sonaron más incomodas... Oh bueno.
Esto es algo a lo
que ciertamente no estaba acostumbrado. Los Delibird no son muy vistos
en Alola, y por el clima se limitan a quedarse en Melemele, la isla
donde habita una pequeña bandada. No son de andar de isla en isla
repartiendo regalos, aunque ya de por si de niño no estaba acostumbrado a
recibir ninguno. Su aparición nos dio una agradable sensación que hizo
que olvidáramos el riesgo de muerte por un instante. Mire el paquete.
Rústico, papel madera atado con un conrdón para que no se abra. En su
interior encontré una roca translucida, ligera, cálida al tacto, de
textura recordaba algo similar al acrílico mezcla con vidrio. Su color
era majestuoso e hipnótico: Naranja amarillento brillante. Era ámbar,
había leído del tema. Resina fosilizada y esta tenía la particularidad
de tener retenidos algunos pequeños restos de materia orgánica como
trozos de hojas y algún que otro pequeño insecto; pero lo que llamó mi
atención fue lo que parecía un fragmento de piel de algún animal
prehistórico. Tener un trozo de historia tan antigua en la palma de mi
mano, algo increíble. Admiro ciertamente a los sujetos que dedican su
vida a estudiar cosas como estas y escriben libros como el que leí en la
biblioteca de mi ciudad natal hace tanto. Claramente es gente
brillante.
Una voz femenina me saco de mis ñoños pensamientos.
Piel morena, negro, gris, plateado para sus ropas y pelo. Me gustaba su
estilo y me incomodaba bastante lo tranquila que nos hablaba.
Discretamente abrí mi valija de la que saqué una pequeña libreta y un
lápiz. Comencé a retratar a la mujer misteriosa. Cualquier cosa ayudaba en una situación así.
"Nerón
los quiere muertos, Kabir les entrego en bandeja toda nuestra
información y la pregunta es...por que debería dejarlos con vida?"
"No
nos dan respiro..." pensé mientras dejaba caer mis hombros. El
entusiasmo empezaba a transformarse en cansancio. O sea, no es agradable
que te quieran matar TODO el tiempo. Tal vez un poco, en el fin de
semana, pero no a diario.
Estaba muy concentrado con el retrato
hasta que del bolso de Nitta salió una criatura que empezó a girar sobre
su cabeza. Estoy seguro que vi alguna pintura de esa cosa en algún lado
y su nombre se me escapaba. Odio que pase eso. Hacía ruidos y miraba
a la rubia a mi lado. No... me miraba a mi... no, tampoco... a mi
¿valija? Mi valija, la que empezó a sacudirse un poco ¿Qué le hacía este
ser a mi equipaje? Pronto entendí que no era el ser en forma de U el que movía mi valija sino otro. Una
luz roja salio despedida desde el interior de mi equipaje y materializo
en un ser similar al que orbitaba a la chica. Uno en forma de A. Este
comenzó a acompañar la canción de su compañero y empezaron a girar
alrededor de un eje invisible.