Tras
ver una visión mientras me quedaba sin aire podía entender un poco el
porqué de que ephipone estuviera aquí tras eso escuché al guardador
decirnos la contraseña está con la que ya tengo son dos pero faltan las
del resto y parece que será que con el de religión un combate aunque él
tuvo misericordia de nosotros la tendrán los demas.
Tras
recuperar el aliento no lo pensé mucho y me disponía en agarrar a kaeru
pero justo un paquete callo en mi cabeza era blando en su mayoría pero
tenía algo duro como una esfera tras abrirlo vi una capa gruesa y una
cápsula misteriosa era raro pero era oportuno me saque mi remera la
escurri y la guarde en mi bolso me cubrí con la capa cubríendo todo mi
cuerpo para que no se notasen las heridas y me dispuse a correr hacía el
centro Pokémon con kaeru en mis brazos y mina volando tras de mí se que
había uno cerca si no recuerdo mal llendo por la calle hacia la plaza
central y de ahí solo debía encontrar el camino a la plaza magenta. No note al resto de mis compañeros y salí corriendo tan rápido como pude.
Corríamos a la salida del centro siguiendo a los ninjas y esperaba que no nos llevaran a una trampa. Pasaba
el tiempo un minuto…, dos…, tres… me estaba poniendo nervioso, no
confiaba en esa gente, y con los nervios, la adrenalina, y el miedo me
había dejado llevar. La persona que desconfiaba, que dudaba de ayudar a
otros, esa no era yo, que me pasaba… agite la cabeza y seguí corriendo
hasta donde me daban las piernas.
Pasamos por un pasillo donde
había algunos suministros, aproveche para llenarme los bolsillos de
gasas y todo lo que nos pudiera servir, seguramente el centro no le
harían falta algunas vendas.
Finalmente salimos, uf, me sequé el
sudor de la frente con la manga y le quise sacar el pañuelo que le había
puesto a salem, pero se paró en dos patas y como que intento amenazarme
con sus dos patitas.
-Salem, sabes que no tengo un mango, dame ese pañuelo.- lo doble delicadamente y lo guarde en mi bolsillo.
Pude
tomar aire fresco y abrí el bolso para ver que el pequeño huevo
estuviese bien. Puse la mano sobre el niño y sentí su calor, era algo
hermoso, nunca había sentido esa sensacion de vida y esperanza en algo.
Volví a guardarlo delicadamente en el bolso, queria que naciera pronto.
”¿Ustedes dos están bien?” pregunto Nitta.
-
Eso tendría que preguntarlo yo- dije sonriendo y tome algo de aire
-Gracias por venir, no creo que lo contaramos si no fuese por vos, no
funciono bien en situaciones de presión a decir verdad- gire la cabeza
hacia Samuel y el nuevo chico que se presentó como Kileo- Y a ustedes
también.
“A esta altura tengo bastante claro que no son artistas
callejeros, pese a su maravilloso despliegue de anoche, y estoy ansioso
por oír la historia que hay detrás de todo este lío. Creo que me lo gané
después de haberles ayudado.-” dijo el chico.
Inmediatamente fui
a ver como estaban los ninjas, ahora mi mente estaba calma y podía
pensar con claridad, el deber de un médico es siempre ayudar a quien lo
necesita.
Use algunas gasas para detener el sangrado, pero
estaban muy mal, tenia muchas heridas que necesitan tratamiento urgente,
pero parecía que no corrían un peligro critico por el momento.
Mientras trataba las heridas le respondi al chico.
-
La recompensa de una buena acción es la satisfacción de haber ayudado a
alguien- le dije sonriendo, frase cliché que ni yo me creia- Te
agradezco de corazón y estoy dispuesto a pagarte el dinero que
necesites, pero por favor va a ser mejor que te apartes y sigas con tu
camino, no quiero que salgas lastimado por esta gente- ver a un inocente
morir por Gautier, me deprimiria demasiado.
-No puedo hacer mas
nada por ellos, sin el equipo adecuado, ¿Samuel?- dije dubitativo-
Disculpe mi atrevimiento, pero ¿quien es usted? ¿y porque nos ayuda?- se
notaba a la legua que no era una persona normal.
Entonces un
delibird bajo del cielo y nos dejo unos pequeños paquetes, uno para cada
uno. Algo extraño, pero no me quejaba, quizas había sido Jaime que nos
había enviado una pequeña ayuda. Abri el mio y contenía un pequeño disco
mucho más pequeño que la palma de mi mano. Junto con unas
instrucciones, parecia que era un forma de enseñar un ataque a un
pokemon. Acerque el pequeño disco a la parte trasera de la pokebola de
Salem y una pequeña ranura se abrió e introduje el disco, inmediatamente
las palabras “tu pokemon no puede aprender este ataque” circularon en
verde alrededor de la pokebola.
-Oh bueno… gracias Papa Noel
Y
cuando pensabamos que finalmente estábamos fuera de peligro, se
apareció una chica a amenazarnos. No pude decir nada, su logica era
impecable.
Honedge sin HP Budew sin HP Tympole sin HP Phantump tiene 31 de daño Gourgeist tiene 23 de daño Sandygast tiene 10 de daño Ibaraki tiene 3 heridas Yannick tiene 10 heridas Nico tiene 14 heridas Nicholas tiene 11 heridas Mint tiene 12 heridas
Los
entrenadores salieron de la catedral. Atardecia y las calles de Lumiose
parecian algo mas despejadas, quizas porque los turistas se preparaban
para recorrer la ciudad por la noche. Nicholas y Yannick estaban en un
banco de la plaza con sus Pokemon fuera, sobre sus cabezas flotaba el
Unown que Isaac tenia en custodia, Sus huesos no respondian por las
heridas y el repentino frio del sol escondiendose, sumaso a que aun sus
ropas estaban chorreando agua. De todas formas, el primero en reaccionar
fue Nico. El muchacho del chal comenzo a moverse tambaleando y sin una
direccion del todo clara. Mint lo siguio con un paso mas agil, pero a
mitad de camino sus heridas le jugaron una mala pasada y se vio obligado
a dejar de correr y comenzar con un trote mas lento.
Nicholas y
Yannick no perdieron de vista a sus compañeros, pero se tomaron algo mas
de tiempo en seguirlos por los callejones de la ciudad. El cielo
oscurecia con cada paso que daban con dificultad por la gran ciudad, asi
como lentamente podian ver mas gente recorriendo las calles
casualmente, que los miraban de forma desconfiada a verle las heridas y
la percudida ropa.
Dejaron de trotar cuando sus pulmones parecian
estar por explotar. Nicholas parecia estar a punto de quejarse por algo
pero se quedo sin aire antes de poder hacerlo. No se dieron cuenta,
pero por ensima de sus cabezas el Unown flotaba llamando la atencion de
curiosos. Escuchaban sirenas de policia entre el tumulto de la ciudad,
asi como las luces intermitentes de las patrullas. Un escalofrio
recorrio sus espaldas cuando notaron que las patrullas estaban rodeando
el Boulevard Sur, mas precisamente rodeando el centro Pokemon.
Se
acercaron al lugar, toda la cuadra estaba rodeada de patrullas. Varios
policias se encargaban de que el transito permanezca cerrado y que la
gente no se detenga mucho a ver que ocurria, pero pudieron ver que el
centro tenia sus vidrios rotos y salia humo de su interior, aunque no
mucho. No habia señales de incendio.
-Esta zona esta asegurada por la Policia Internacional, por favor circulen, el incidente esta bajo control. - Un oficial se acerco al grupo de jovenes, mirandolos con algo de desconfianza al ver el estado de su ropa. - Que les ocurrio?
- El oficial hizo una seña a otros dos que estaban cerca y se acercaron
tambien a los entrenadores, sacando libretas de sus pantalones. - Les importaria...
-
Asi que ahi estaban! - Una voz potente hizo que todos los presentes,
oficiales incluidos, den un respingo. Un hombre alto y de complexion
musculosa avanzaba sonriente. Blake puso su mano sobre el hombro de
Nicholas y sonrio- Trabajan conmigo en el gimnasio, part-time. A veces
esas peleas se ponen algo...movidas. Supongo que no hay nada mas que
aclarar, no es asi? - Concluyo Blake con un tono amistoso, pero que
sonaba bastante intimidante. Los oficiales se miraron y se limitaron a
asentir y alejarse nuevamente a vigilar las inmediaciones del centro.
-Algo me decia que los iba a encontrar por aca. - Dijo Blake mirando a los entrenadores.- Por favor diganme que no tienen nada que ver con esto de ahora.
Si
algo era bueno, es que el doctor al menos parece competente. La chica
rubia estaba tratando de calmar a los niños, lo cual me puso batante
tranquilo tambien, por un momento pense que iba a golpearlos o algo asi.
Claro, nada de esto nos ponia seguros de la mujer que teniamos
enfrente. Incluso siendo un lider de gimnasio, podia sentir que no tenia
que tomarla a la ligera. El doctor ninja me pregunto quien era y que
queria...bueno, no podia culparlo.
-Que modales. Los mios y los suyos- Dije mirando a la mujer.- Maxwell,
mucho gusto, mi nombre es Samuel. Y soy el Lider de Gimnasio de ciudad
Santalune. Fue una alegre coincidencia que nos crucemos creo, tengo un
problema que solucionar con el lider de Lumiose, solia vivir en esta
ciudad asi que pense en dar unas vueltas antes. - Y haciendo caso a la llamada de Ian, sino no pisaria este antro por nada del mundo.- Y bueno...el resto es historia. Esta ciudad nunca va a dejar de sorprenderme.
La
mujer no se movio de donde estaba. La policia tenia rodeada el centro,
pero sorprendentemente esta calle lucia despejada, solo podiamos ver las
luces de las patrullas reflejandose en las veredas. La mujer claramente
estaba al mando. El chico rubio, Kileo?, estaba haciendo algo que
realmente no espere, estaba intentando hacer un retrato de la mujer. Era
momento para esto? A no ser que...
-Los artistas me caen muy bien.-
Le dije sonriendo. Era verdad, mas de una vez sali con vida de
situaciones como esta gracias a gente con esas peculariadades. Un doctor
y un artista, me sentia bastante a gusto con este grupo. - Madame, no se si no fui claro. Pero es de mala educacion nisiquiera decir su nombre.
La
mujer sonrio. Enigmantica e imponente, levanto su mano y una luz blanca
hizo que todos cierren los ojos por un segundo. Una UltraBall. Delante
de la mujer aparecio una criatura, pelaje blanco, ojos rojos, una
afilada punta saliendo de su mejilla. Apropiado.
-Siiva. Y si las leyendas que tanto aprecia Isaac son reales, estas criaturas llaman a la mala fortuna.
- Dijo mirando al Absol, quien no se movio un milimetro. Bien
entrenado. Mire a Vivi, no necesite dar la orden, ella ya sabia que
hacer.-
La criatura calculaba cada moviemiendo que haciamos, pero
creo que ni el Absol ni su dueña,. y mucho menos yo, estabamos listos
para ver lo que ocurio a continuacion. Un Unown. Jamas en la vida habia
visto uno, pense que eran leyendas. Casi resbalo del piso cuando vi que
un segundo Unown se le unio. La chica corredora y el muchacho artista
tenian uno. Estas cosas no son coincidencia.
-...en que estan metidos? - Murmure. Estaba empezando a hacer cuentas en mi mente. Algo me decia que...- Ustedes no conocen a un tal Ian...no?-
No llegue a terminar la pregunta cuando el Absol se lanzo a atacar.
Vivi reacciono y su escudo verde aparecio delante de los niños.
Sangre.
La
cuchilla del Absol me dio casi de lleno en una costilla. Pense que la
mujer pensaba atacar al blanco mas obvio y debil, los niños, pero no. Me
ataco a mi suponiendo que era el objetivo mas peligroso. Quiere decir
que no tiene mucho miedo. Y peor aun, que sabe que no somos un reto. Un
segundo Absol salio de entre la oscuridad. Claro, una mujer asi no iba a
poner todos sus huevos en una sola canasta.
Esta vez me cubri,
pero el ataque no vino hacia mi. Quise reaccionar pero era tarde. El
doctor, claro. Sacarselo de ensima a el iba a hacer que todos los demas
duremos menos.
//Slash 10 + 40//
[dice]0[/dice]
-Es curioso...- Dijo la mujer mirando con interes la sangre brotar. - Buscan exactamente lo mismo que busca Neron. Solo que el hizo un mejor trato que ustedes. Es decir, el tiene mejores contactos.
El
lider de Santalune, significaba que este chico estaba al nivel de
Mallory, o eso podria pensar, pero si venia a hablar con el lider de
Lumiose, que hacia en este lugar?
La mujer gris habia liberado a
un pokemon de apariencia canina y pelaje blanco, similar al disfraz que
habia usado Mint ayer, un Absol, parecia fuerte, y sin más, atacó a
Samuel, su amenaza de matarnos parecia no terminar en palabras.
Creí
haber escuchado a Samuel nombrar a Ian, pero el Absol interrumpió lo
que decia, aun así, no pude evitar comenzar a dudar del joven, si era
realmente un lider de gimnacio, como era que conocia a Ian, si es que se
referia a nuestro Ian, y si era, entonces era como Karen? un espia de
Gautier. No pude pensar mucho, otro Absol habia salido de la nada y
atacó a Maxwell, no tenia tiempo para dudar, si Samuel era otro espia
entonces estabamos muy jodidos, ese ataque era un engaño y eventualmente
ambos nos matarian a todos, pero todo lo que podia hacer por ahora era
ayudar al doctor, si teniamos suerte podriamos derrotar uno por uno a
cada enemigo y sobrevivir.
-Baraddur, al de Maxwell, yo los cuido-
Dije a mi compañero mientras me preparaba para defender a los chicos del
Ralts, teniamos que sacarlos si queriamos poder concentrarnos en la
pelea -Ustedes tres, corran ahora-
Me
senté afuera de uno de los bancos de la plaza junto con roomie mientras
la letra flotaba sobre nuestra cabeza llamando la atención de más de
uno. -Decime que alguno agarró la Pokeball del bicho este.-
pregunté, diana seguía en mi hombro mirando también con desaprobación a
la letra flotante. Me quedé unos segundos observando a la gente que
pasaba por la plaza, debo decir que en estos momentos siento envidia de
más de uno, ellos podían vivir sus vidas tranquilos, yo, en cambio,
había sido arrastrado (para luego elegir seguir) a evitar lo que
posiblemente sea el fin del mundo. Ignorancia, felicidad verdadera o
falsa? Siempre teníamos esta charla con mi madre.
Un tiron en mi
pantalón me sacó de mis pensamiento, una pequeña ardilla me miraba
sonriente mientras mi saludaba con su pata? Supongo que no es una mano. -Ehhh Hola?-
saludé extrañado a la criatura, el roedor subió al lado mio y me
ofreció una pequeña Baya o mora siempre conservando esa mirada alegre,
realmente no tenía idea de lo que era. Creo que encuentro un poco
inquietante la capacidad de ser tan positivo de este bicho. Sin querer
menospreciar al bicho y ganarme un posible viaje al hospital por rabia,
porque estoy casi seguro que esta cosa debe trasmitir rabia. La criatura
pareció tomarse muy bien el gesto ya que enseguida se subió a mi
regalo, diana emitió un pequeño chillido mientras lo hacia. -Roomie, una rata voladora acaba de subirse encima mio.-
dije mientras llamaba la atención de Yannick. El muchacho acerco su
mano y acaricio a la criatura, pude ver como unos pequeños rayos
eléctricos se formaban en sus mejillas. Genial, amo mi suerte, de todas
los pokemon que pude encontrar viene caer un bicho eléctrico mientras
estoy totalmente mojado, ahora entiendo porque Diana no la quería. -Roomie, esta cosa es eléctrica, sacala, ya.- comenté mientras alejaba mis manos de él. -Nadie perdió una rata casi monocromática?-
Yannick parecía divertirse ante la situación, porque morir
electrocutado es muy divertido se ve, gente de Kalos, nadie los
entiende.
-No creo que te haga nada.. parece que le caés bien.- contestó, mi mirada de odio en este momento debería bastar para matarlo.
-Quiero que pongas eso en mi tumba.-
comenté mientras ponía al pokemon en el banco, el resto parecía haber
emprendido viaje entre medio de los callejones dispuestos a buscar al
resto de nuestro grupo.-Eso fue divertido, pero tenemos cosas que hacer- me despedí mientras seguía a mis compañeros.
Comenzamos
a recorrer la ciudad a la velocidad más rápida que nuestro cuerpo nos
permitía mientras la gente nos miraba por nuestro estado, realmente no
me importaba, en este momento tenemos cosas más importantes que hacer.
Me detuve en seco, no podían poner el centro más lejos, no? La puta
madre, mi falta de estado y estas heridas no ayudan para nada. Sonidos
de sirenas acompañados de luces comenzaron a sentirse a medida que nos
acercábamos al centro, las cosas parecían haberse ido al carajo en el
lugar. Vidrios rotos, humo, policías por todos lados, no podemos
dejarlos solos. - Emooo.- me di vuelta
solo para descubrir que la rata eléctrica venia volando (de verdad, me
tengo que lavar el chakra o algo) a toda velocidad hacia mi, diana voló
de mi hombro al mismo tiempo que impactaba la criatura en mi tumbándome
al piso. -Me estuviste siguiendo desde la plaza?- pregunté,
el emolga asintió con la cabeza con su mejor cara de feliz cumpleaños,
solté un suspiro mientras me levantaba del suelo. Abrí mi bolso,
recuerdo que la hippie había logrado meter un unown en el suyo asi que
supongo que una rata voladora también puede entrar en el mio, no puede
ser muy difícil, por lo menos hasta que pueda soltarla en un campo o
algo. El pequeño roedor se metió sin emitir ninguna queja. –Quedate ahí adentro y trata de no tocar nad… No toques eso!-
exclamé al tiempo que el emolga era absorbido por una de mi pokeballs,
la esfera dio unas pequeñas sacudidas hasta que finalmente el sonido
característico de captura anunciaba que tenia otro compañero. -Si alguien dice algo lo mato con mis propias manos.-
-Esta zona esta asegurada por la Policia Internacional, por favor circulen, el incidente esta bajo control. –
Me quede helado cuando escuche de donde eran, estaba tan distraído con
el bicho que no había notado a los policías que se había acercado
trabajan para mi antigua organización, carajo, mi día no mejora para
nada. Si ellos nos llevan seguramente van a encontrar mis registros,
había dejado la fuerza o mejor dicho, la fuerza me había dejado por una
razón y realmente no tengo tiempo para agregar más razones para que no
me acepten algún día.
Antes de que pudiéramos contestar una
fuerte voz nos interrumpió, Blake apareció entre la multitud y puso su
mano sobre mi hombro, comenzó a mentirles a los oficiales sobre cómo
trabajábamos para él, durante la conversación trate de mirarlos lo menos
posible, si bien yo había trabajado en otra región, nunca se puede
estar seguro sobre quién te conoce y quién no. Blake sonaba un poco
intimidante, como anoche cuando se enfrentó a las esbirros de Neron,
aunque después de todo es el líder del gimnasio, claramente no es poca
cosa. Para nuestra suerte pareció funcionar, ya que enseguida se fueron a
seguir vigilando el perímetro, realmente me sentí alividado.
-Algo me decia que los iba a encontrar por aca. –comentó el amante del Crossfit.- Por favor diganme que no tienen nada que ver con esto de ahora.
Yannick
comenzó a hablar con Blake al tiempo que la letra flotante se empezaba a
mover hacia uno de los callejones, me mire con roomie sabiendo que el
también lo había notado. -Por qué no los van a buscar donde nos dijeron? Los esperamos acá.- dijo
lográndo excusarnos de tener que seguir hablando con Blake.
Regresé a
Diana a su pokeball al mismo tiempo que liberaba a Eliza, mi no tan
querida nueva adquisición, el unown parecía inquieto mientras se movia
en entre los callejones. -Si esperabas tener una vida tranquila, eso no va a pasar en un largo tiempo, asi que lo mejor seria que te prepares, Charge!- El emolga asintió con la cabeza sonriendo felizmente, definitivamente el agua de este lugar tiene algo.
/Charge porque planeo entrar a repartir piñas con mi rata tierna/ [dice]0[/dice]
Ésta es exactamente una de las razones por la que dejé de fumar, sí.
Hace demasiado que no tenía porqué correr tanto. La presión en mi pecho
había disminuido un poco después de curar al Phantump y que Frost lo
guardara, pero ahora me ardía toda la garganta cada vez que respiraba.
Reírme de él y su nueva compañera roedora me había dejado una punzada en
el costado, y si me paraba a considerar que acabamos de corrernos el
largo de toda la Avenida Vernal, iba a vomitar.
La actitud de
Nico me preocupaba también, había sido el primero en arrancar a pesar de
cómo estaba. Lo de la Catedral parecía haberlo afectado mucho, no
entendía bien pero estaba actuando muy raro, no había ni sonreído,
apenas nos había hablado antes de correr. Bueno, lo conocía hacía unos
días, capaz era normal ésto, pero casi podía sentir que algo no estaba
bien. Anoche había decidido no meterme con lo de Ian y.. así salió...
Todo
eso voló de mi cabeza en cuanto nos acercamos y vimos los autos de
policía y el humo saliendo de Centro. Mierda, ésto es lo que pasa una de
las pocas veces que me intento convencer que todo va a estar bien? La Policía Internacional?? Tendríamos que haber venido apenas nos llamaron, como Nitta, capaz sanos hubiera costado menos.
La
voz a nuestras espaldas me hizo encogerme un poco. El dueño del bar en
seguida convenció a los oficiales que trabajábamos para él y no había
problemas. No tenía sentido que desconfiara tanto de él, nos acababa de
hacer un favor; pero no podía evitar que cada vez que hablaba, escuchar
el mismo tono de voz de.. ése.
-Por favor diganme que no tienen nada que ver con esto de ahora.-
Ojalá no directamente,
casi le respondo. Volteé a observar el edificio, todavía respirando
algo acelerado. Genial, cómo nos lo sacamos de encima, cómo vamos a
entrar? Sabía el riesgo de decir algo que hiciera enojar a alguien así,
de un segundo a otro. Y realmente no tenía ganas de seguir juntando
golpes, ni sumar problemas si era una de las pocas personas más fuertes
que nosotros que no nos quería matar todavía.
El unown que nos
había seguido (y honestamente me había olvidado que estaba ahí) comenzó a
flotar en dirección a un lado del Centro... hacia uno de los
callejones? Podría ser que sintiera al de Nitta? Era nuestra mejor
chance.
-No, unos amigos nuestros estaban por acá,- empecé a decir tratando de disimular lo que seguía con la mirada, -pero nos dijeron que los encontráramos...- Nos
miramos con Frost, él también había visto al bicho alejándose. Noté que
comenzaba a mover su mano, inmediatamente lo agarré del hombro. -Por qué no los van a buscar donde nos dijeron? Los esperamos acá.- No
me quería quedar solo con él, pero me parecía lo mejor mantenerlo
alejado de todo, no creo que le haga mucha gracia lo que estamos
haciendo en su ciudad. Me volví a Blake, cruzándome de brazos
casualmente. -Qué quilombo, che.-Intenté sonreírle, aunque ya sentía lo falso que sonaba. De verdad algo así me va a seguir poniendo nervioso después de tanto? -Eh... espero que no haya habido mucho problema con lo del bar ayer.-
Trate
de llegar rápido a un centro Pokémon pero las heridas me empezaron a
molestar y tuve que reducir el paso tras ver a la policía y el humo
provenir del centro pokémon donde había ido Ibaraki en ese momento me
desespere eso me hizo pensar si tal vez que no llegara fue culpa de lo
que pasó en ese lugar trate de ir rápido pero las heridas me seguian
molestando.
Al llegar al lugar nuestra apariencia no tardó en
llamar la atención de los oficiales quienes se preparaban para
interrogarnos pero en eso apareció un tipo que nos escuso de inmediato
pare que era el líder de la ciudad no tenía la apariencia de un líder la
verdad no me daba buenas espina y yo se de espinas pero dejé de pensar
en eso y me dispuse a buscar una manera de hayar a ibaraki entonces vi
al unown y me acordé de lo que hiso nitta me pregunte si lo podía usar
para rastrear al otro unown creo que me empecé a desesperar por qué iva a
intentar algo loco tome mi palo y lo sostuve como un báculo y trate de
concentrarme mientras recitaba palabras en el idioma que estaba en las
ruinas donde vivi como si decirlas me diera fuerzas para intentarlo.
Miré
al unown A, y miré al rubio. Y miré al unown. Y otra vez al rubio.
Posteriormente me que quedé mirando aguardando una respuesta, entre
atónita y molesta ¿¡De dónde lo había sacado!? Y para peor (o mejor),
Urien y el unown A parecían conocerse. Acaso... ¿él también era de
Julia? Recordé a Kabir, Kileo estaba con él antes de que yo llegara. Me
dirigí a él para hablarle. -Me encantaría abrazar a ese unown y
hacerte mil preguntas -entonces vi salir a los absol no muy lejos de
nosotros- pero no es el momento. ¡Urien, lo siento! -y dicho hecho
guardé al pequeño unown U en su pokebola. Lamentaba mucho cortar su
encuentro, y mucho más no poder apreciarlos, pero me importaba más su
seguridad- ¡Y guarda al A por favor! -le grité al hombre de la valija y
pelo revoloteado, con el mismo tono que usaría un general muy molesto
con sus soldados.
Galahad estaba mucho más concentrado en la
batalla que yo. Intenté llamarlo pero estaba atento a los movimientos de
absol y no se volteó a verme, ni me respondió de alguna manera. En
cambio, en cuanto el absol saltó hacia Maxwell salió a defenderlo, interponiéndose entre él y la criatura como anteriormente.
La armadura del caballero no pareció inmutarse ante el filo de la
cuchilla, y tan pronto hizo alejarse al absol de un sacudón, voló hasta
quedar parado frente a Ibaraki, y comenzó a hablarle. -¿Qué...? -la
chica se sorprendió al principio, pero luego con ayuda de su sandygast
pareció entender lo que sea que le estuvieran diciendo- ¿Qué piensan
hacer? -les exigí una respuesta, pero antes de que siquiera dijeran
algo, Galahad salió disparado hacia Ibaraki a la par que giraba rápidamente. La chica le dió una patada y lo envió directo hacia el cuerpo de su compañero,
que se encontraba extendido y como una suerte de camilla elástica,
capturó primero su golpe y luego lo impulsó, para dirigirse primero a un
absol, y luego al otro, dándole a ambos un buen golpe.
-¿¡Qué
mierda estaban pensando!? -le grité a Ibaraki. Me enfureció, no solo por
su accionar impulsivo, sino porque me estaba preocupando por ella y no
parecía caer en cuenta de ello. Sentí la necesidad de retarla, me quedé
mirándola fijamente a los ojos, le llevaba casi una cabeza de
diferencia. Intenté abrir la boca, pero no pude. En cambio, reprimí
cuanto deseo tenía con suma frustración y me aparté de su lado,
dirigiéndome a Samuel, que ahora estaba gravemente herido. Me coloqué a
un lado de él para intentar asistirlo. -Aunque seas el líder de un
gimnasio, sigo pensando que no debiste haberme seguido -le comenté con
tono molesto. No era con él, sino con toda esta situación. -Galahad
-el caballero se posó a un lado mío. Comprendí que era lo que estaba
sucediendo- No tienes que ir tan lejos para protegerme -cruzamos miradas
por un segundo, pero el volvió a mirar hacia los absol atentamente. Esa
era su tarea, y la iba a seguir cumpliendo costara lo que costara, sin
importar lo que le dijera.
Intenté concentrarme, pero algo más se
llevó mi atención. Era una pequeña vibración, casi imperceptible para
una persona normal. Estaba debajo de nosotros, algo, se movía de un lado
al otro, giraba en círculos. Podía sentir el leve movimiento debajo de
mis pies. Esperé lo peor, que fuera un pokemon más de la mujer plateada.
De pronto, la vibración cesó, y un pequeño montículo de tierra se
levantó cerca de Ibaraki, para ser precisa. De él, se asomó la enorme y
esférica cabeza de un trapinch. Me contuve y creo grité internamente. La
criatura miró a un lado, al otro. Pareció molestarle algo y volvió bajo
tierra. El pequeño movimiento debajo de mis pies regresó.
Dos
unown y un trapinch. Si no fuera porque podía llegar a estar muerta en
los siguientes 5 minutos, ese podría haber sido el mejor día de mi vida.
//No lo puse en el off, pero el rollout hace Ibaraki->Baraddur->Absol 2->Absol 1//
Siempre
supe que era desordenado con mis cosas y sobre todo con mi valija, pero
sabia que nunca había metido esa cosa ahí. La unica explicación era que
haya salido de la pokeball que le saque a ese tipo Kabir. ¿Qué tenían
que ver estas criaturas en todo esto?¿Por qué Nitta tenía otro igual?
Todas estas cosas rebotaban en mi cabeza mientras miraba el hipnótico
vals que se llevaba a cabo a algo mas de 2 metros del piso.
La
hipnosis se acabo una reluciente luz, una cosa borrosa de pelaje
plateado embistiendo contra nuestro grupo y un chorro de sangre
proveniente del torso de Samuel. Justo en ese momento termine el
retrato. Lo mire y paso lo de siempre: un pequeño (casi imperceptible)
brillo azulado apareció en mis ojos y pude ver los detalles que
inconscientemente tracé, esos que me daban información del retratado.
"Veamos... Ya nos dijo su nombre, es de Kalos, ronda los 50 años (se
mantiene bien), manipuladora e inteligente... Nada verdaderamente útil."
analizaba en mente, mientras otro pokémon de la dama atacaba pero ahora
iba hacia el, ahora identificado como doctor, tipo del Skitty. Todo
pasaba muy rápido pero, claro, esa era la idea, agarrarnos
desprevenidos. Siguen con los trucos sucios. No debería sorprenderme de
los tipos malos.
"Me encantaría abrazar a ese unown y hacerte
mil preguntas pero no es el momento. ¡Urien, lo siento!" dijo Nitta
mirándome a mi y al ser en forma de A, mientras devolvía al suyo a su
pokeball. "¡Y guarda al A por favor!" concluyó.
-¡S-si, ya va!-
le respondí un poco desconcertado ante el grito final. Me apuré a sacar
la duskball que estaba en mi valija. Ella tenia razón: esta no era una
situación segura para estos pequeños. Apunté con el dispositivo a la A
flotante y regresó a mí.
-Lo siento, pero es mas seguro así. Creo que me vas a acompañar por un tiempo.- le susurré a la esfera negra y verde en mi mano.
Observé
la escena que se presentaba ante mis ojos: La rubia utilizó un
Sandygast (¡Eh, otro amigo de Alola!) para defender al doctor del
segundo Absol y Samuel sangraba bastante amenazado por otro de los
caninos siniestros. Tracé un plan en mi mente. Espero funcione, sino
vamos a estar complicados... No creía que hubiese descansado mucho pero necesitaba de Lando una vez más.
-
¡Lando, ve! ¡Body Slam al Absol más cercano a Samuel!- le indiqué a mi
Heatmor mientras arrojaba su pokebola en dirección al lider de
Santalune.
//Body Slam al Absol que se quiere cargar a Samuel// [dice]0[/dice]
//¿Paraliza?// [dice]1[/dice]
Mi
pokémon se lanzó a la batalla con su bravura que lo identifica y yo
gire hacia el bulto de arena que le hacia frente al enemigo. Saque unas
pinturas acrílicas grisáceas de mi bolsillo y las lancé hacia el
compañero de la rubia.
//Oil rain a Sandygast para hacerlo Steel/Ground// [dice]2[/dice]
-¡Creéme que esto va a ayudarte!- "espero" pensé.
Luego vi un meteoro golpeando contra casi todo lo que se movía...
No
dejé de moverme en ningún momento, ¿Por qué lo haría? Con lo destrozado
que me sentía estaba seguro de que si me sentaba a descansar aunque sea
por un segundo iba a caer dormido como un ladrillo. La poción de
Yannick había ayudado, algo al menos. Todavía sentía cómo si me hubieran
dado con una iglesia en todo el cuerpo.
Demasiada gente, todos
alrededor del centro. Algunos civiles, algunos con uniformes, sentí que
uno de ellos me hablaba pero no le presté atención. Estaba a punto de
empujarlo a un lado cuando una voz familiar me llamó la atención.
¿Que
hacía... uh... el muchacho este acá? ¿Blanche era? No había dejado
mucha impresión anoche, pero nos hablaba como si fueramos amigos, o...
¿Estaba fingiendo en frente de la policía? No tenía idea, la verdad mi
atención había estado en otro lado mientras habló.
Dale pelotudo, volvé en vos ya. Me dije a mí mismo, sacudiendo la cabeza en un vano intento de aclarar mis pensamientos. Los otros necesitan a Nico, no a lo que sea que estés siendo ahora.
-Che Yannick, dale vení con nosotros. -Le susurré, sonriendo por primera vez desde que salimos de la catedral, aunque mi voz seguía algo débil. -Vos sos parte del equipo también, dejá que Blanche nos cubra.
Luego de eso levanté la vista hacia el Unown flotando por encima nuestro, y junté toda la fuerza que pude para seguir hablando.
-Sé que capaz que no tengas ninguna agenda y no te guste ayudar, pero si queres... -Señalé con la cabeza hacia el centro. -Podés ayudarnos, y nos vendrían bien. Seguro te podemos pagar de vuelta de alguna forma.
//Guía+LiderazgoPKMN// [dice]0[/dice]
Con eso dicho me dirigí hacia la entrada, tambaleando ligeramente.
“Maxwell, mucho gusto, mi nombre es Samuel. Y soy el Lider de Gimnasio de ciudad Santalune.”
-
Otro líder, no puede ser coincidencia que nos cruzaramos en una ciudad
tan grande-dije mientras reflexionaba, pero no pude pesar, ya que la
mujer nos atacó sin clemencia.
Una gran garra se alzo ante mi
cabeza e instintivamente lleve las manos a la cara esperando lo peor,
pero para mi sorpresa una gran roca se interpuso absorbiendo el ataque,
era el minior de Nitta, pero la chica no había dado la orden ni nada por
el estilo, parecía que el pokemon ¿le preocupaba mi seguridad o
simplemente le gustaba recibir golpes? no lo sé, pero le agradecí, con
una caricia en el áspero caparazón, le caia bien a alguien al menos.
El
chico Kilero había ignorado por completo mi pedido y seguía luchando
como si nada, suspiré, bueno depues hablariamos mas tranquilos.
Salem
estaba nervioso, creo notaba esa intención asesina en la mujer y yo no
le transmitía tranquilidad en lo absoluto, por lo que estaba más
asustado aun, pero sabia de alguien que no le temía a nada, mi mejor
aliado.
Cian salio de su pokebola listo, tensó sus músculos,
derramo algo de baba y saltó disparado al absol que me ataco, sus
colmillos crecieron y abrio su pequeña boca.
Cuando
me di cuenta el minior saltaba de una lado a otro como un bala de cañón
poseída, después de pasar por un empuje de Ibaraki. Eso le debe haber
dolido seguramente, corri hasta ella y trate sus heridas.
//Cure minor wound// [dice]1[/dice] ----------------------------------------- Resumen: Bug bite a absol Cure minor wound a Ibaraki
Sandygast tiene +1 a DEF Minior tiene +1 a DEF Emolga tiene +1 SP DEF
Honedge sin HP Budew sin HP Tympole sin HP Phantump tiene 31 de daño Gourgeist tiene 23 de daño Minior tiene 5 de daño Sandygast tiene 7 de daño Ibaraki tiene 3 heridas Yannick tiene 10 heridas Nico tiene 14 heridas Nicholas tiene 11 heridas Mint tiene 12 heridas
Las
luces de las patrullas iluminaban los rostros de los entrenadores
mientras el sol terminaba de esconderse. La noche habia caido sobre
Lumiose. La mujer del tapado negro miro con sus ojos entrecerrados a los
dos Unowns que flotaban en el cielo danzando hipnoticamente. Los entrenadores atacaron sin mucha demora, pero los Pokemon Oscuros de la mujer se movieron con una rapidez pocas veces vista.
El
Minior de Nitta fue quien actuo mas rapido, con una gran sincronia con
Ibaraki y su Sandygast. La chica rubia recibio un golpe que pudo darle
un gran impulso al pokemon de roca para aumentar su impulso, luego este
reboto contra el Sandygast, para impactar contra un absol y luego contra
otro. A ultimo momento, uno de los dos Absol en ser golpeado salto
hacia atras y pudo evitar el golpe del Minior. A unos metros, el Skorupi
de Maxwell se lanzo contra uno de los Pokemon de la mujer, pero tambien
pudo evadir el ataque haciendo gala de una gran agilidad. Los dos Absol
estaban ubicados uno en cada extremo del callejon, uno evitando que
cualquier persona pueda huir hacia la calle, y otro evitando que
regresen por la puerta.
Nitta y Kileo regresaron a los dos Unowns a sus respectivas Pokebolas. Ambos regresaron a las criatura sa identicas DuskBalls.
-Ja!
Señorita...precisamente..soy un Lider de Gimnasio. Soy uno de los Ocho
escudos de Kalos. Para esto estamos, no solamente para dar medallas.
- Dijo Samuel mientras se limpiaba el sudor de la frente. Su remera
chorreaba sangre, pero el chico seguia teniendo una mirada picara y una
sonrisa.
-No son un grupo ordinario...-
Dijo la mujer mientras sostenia la mirada en el Sandygast que ahora
estaba rodeado de un aura gris. Por lo visto aquella aura lo habia hecho
mas resistente, incluso parecia verse algo mas pesado.- No me extraña, Julia tampoco lo era. Esas criaturas...Kabir? - La mujer puso una expresion de asco al decir el nombre del guardador.
Los
dos Absol interpretaron aquello como su señal para lanzarse a atacar.
El primero se lanzo contra Maxwell nuevamente, mientras que el segundo
ataco al chico rubio.
//Night Slash 25 (+10) + 25 - Critico +1 (los 9 cuentan como 10) a Maxwell//
Las
criarturas atacaron, Samuel intento darle una orden a su Vivillion,
pero cuando lo hizo noto algo. Dos criaturas salidas de las mismas
sombras atacaban a los niños del Ralts. Tenian apariencia de calamares
pequeños, flotando y con una mirada muy amistosa. Los dos Inkay se
lanzaron a atacar, aunque uno de ellos fue interceptado por el Vivillion
del Lider de Santalune. El segundo Inkay, frustrado, se lanzo a atacar
al lider directamente. Un rayo de energia multicolor salio disparado
hacia el chico y Samuel rodo por el piso para evadirlo, dejando un
rastro de sangre en el piso.
-Ah mierda...eso no puede ser bueno.- Murmuro el Lider poniendose en pie.
Cuando
los entrenadores estaban reagrupandose, notaron una luz celeste en el
cielo. Diminuta, pero de un tono muy reconocible. En el cielo nocturno,
vieron una pequeña figura flotando. Al principio, pensaron que era una
ilusion, pero pronto vieron que se trataba de un Unown. No era igual que
el de Nitta y Kileo, este tenia otra forma, muy similar a una L.
-Ya me mori y estoy alucinando, no?- Dijo el lider.
Escucharon
pasos y la mujer de negro se dio vuelta bruscamente. Pronto, del otro
extremo de la calle vio llegar a un grupo de gente. Nicholas iba por
delante con un pokemon blanco y negro que estaba rodeado de relampagos.
Mint trotaba con su baston apuntando al Unown, con cara de concentrado
pero algo confundido. Nico corria haciendole señas al Unown que iba por
arriba, y Yannick iba al final del grupo tratando de no perderles el
paso. Los jovenes estaban muy heridos y su ropa mojada. Los entrenadores
se pararon en seco cuando vieron a sus compañeros siendo atacados por
la mujer de los Absol. De igual forma, la mujer miro con curiosidad al
Unown y al resto de los entrenadores.
-Veo que acaban de visitar a Isaac. - La mujer sonrio confiada.- Creo que es momento de empezar a jugar en serio.