Cada
palabra que salia de ella era de poca confiansa una extraña a la que le
faltan buenos modales pero tampoco habia muchas opciones. -Señorita por lo que parece tendre el gusto de estar con usted un tiempo mas.- Trataba de actuar con los investigadores de libro cuando hablaban con un mujer de este tipo. Segui
mirando al zorua que no parecia importarle mucho lo que dijiera pero
puede que no sea el momento adecuado lo dejare pasar si me sigo
consentrando en el enloquesere. Me acerque a iba que me dio un vianda de las que habiamos comprado. Le sonrei en respuesta despues de ese gracias y sacaba al resto de mis pokemon para que comieran. Iba a terminar de darme la comida dijo -Pero no, no me voy a ver así en 10 años- -No mates mis esperansas- Me rei y le di un beso en la frente Mientras comian yo me puse a ver mi mochila le habia pedido a mi tia que me la armara y no la habia revisado mucho. Habian
un sobre con dinero, ropa, una cantimplora y una mascara de gala de
absol creo que la puso por lo que le habia contado sobre el espectaculo
que habiamos hecho. Tambien habia una Mt con poder oculto y un ¿Kit de
peluqueria? con una nota:
Tal vez deverias cortarte ese pelo cuando tengas tiempo o quieres que oberon se atore de nuevo. Besos de tu tia favorita.
Tal vez tenga razon habria que cambiar la apariencia un poco para evitar que nos notacen. -chicos creo que deberiamos cambiarnos un poco- Mostrando las tijera del kit.
A
Ariadne pareció gustarle mi idea… a medias. No quería que el grupo se
separa, pero parecía que no había otra opción. Frost, Iba y Mint
parecían quedarse con nuestra misteriosa colaboradora, mientras Yannick,
el Doc y Nico se iban para Undella.
-Supongo que ellos tres son
suficiente apoyo para vos- le dije a Ariadne- así que yo me voy con el
resto fuera de la ciudad. Si tenés algo más que nos pueda ser de
utilidad, este es el momento para dárnoslo.
//carisma + persuasión, para ver si la mina larga algún objeto porque soy una rata inmunda//
[dice]0[/dice]
Vi que Maxwell sacaba a su Ponyta y lo montaba.
-
Tranquilo. Todavía seguimos motorizados y vamos a tener más espacio. No
es necesario que el pequeño se canse.- le dije dándole una palmada en la
espalda.
Subí a la van esperando que el camión no se hubiera ido más allá de donde pensábamos.
El
humo de la van arrancando lleno aquella calle de Nimbasa. Habia
comenzado a hacer calor a medida que los minutos pasaban acercándose al
medio dia, asi como el sol comenzaba a ser una molestia en los ojos al
proyectarse sobre las superficies claras del pavimento. Maxwell se habia
quedado hablando con Cameron, a quien habia dejado en la vereda luego
de pedirle que hable con su hermano. El muchacho fruncio el ceño ante la
mención de Jerome, y su expresion normalmente alegre cambio. Maxwell se
alejo del muchacho liberando a su Ponyta, antes de que Kileo le diga
que podian ir en la van tranquilamente. Cameron, sin embargo, agarro a
Maxwell del brazo cuando este se dirigia al vehiculo.
-Hey...doc? - Dijo el muchacho de cabello colorado. Su expresion era bastante seria. -.
Jerome y yo...somos...muy distintos. El suele ser quien da ordenes y
dice que es lo que le parece mejor para todos. Yo soy mas...un espiritu
libre. Asi que, si resulta que algo malo me pasa, va a ser por eleccion
mia. Prefiero que me pase algo luchando para ayudar a Epi a vivir
escondiendome y dejando que alguien mas arriesgue su vida. - La expresion del muchacho se suavizo luego de decir esto y se dirigio hacia la van junto con el resto de los entrenadores.- Ademas...le debo mucho dinero a Jerome.
Cameron
subio a la parte trasera de la van, acompañado de un vaso de cafe
carton que se movia por si mismo, que asumieron era el Zorua, quien por
lo visto no tenia intencion de ir a pie a ningun lado. La camioenta
arranco con Yannick al volante, Nico, Kileo, Maxwell y Cameron
acompañando, junto con el Zorua. Era un grupo relativamente mas
numeroso, pero de ser verdad lo que venian investigando, en Undella iban
a encontrar a algunos de aquellos enmascarados de forma segura, asi
como a la chica de la foto y quizas a Ian, quienes eran objetivos de
ataques. Dejaron atras al resto del grupo y avanzaron por la ruta que
salia de Nimbasa rumbo al oeste.
"Ruta 16" indicaba el cartel
verde con letras blancas. El paisale urbano cambio abruptamente dando
lugar a pinos muy altos y una ruta rodeada por un alto enrejado que
separaba la ruta del campo abierto. Era una ruta llena de arboles y muy
poco transitada en aquel horario, pero aun asi podian ver que el
trayecto hacia Undella podia tomarles la mitad del dia. El cartel que
tenian delante al salir indicaba que aquella ruta concluia con el acceso
a un puente. Sin embargo, el cartel tambien indicaba tener precaucion
con una bifurcacion en el camino que terminaba en un frondoso bosque.
-Bosque Lostlorn.-
Dijo Cameron leyendo el cartel desde la ventanilla. Al oir aquel nombre
el Zorua dejo su forma de vaso y salto al hombro del chico colorado
para ver por la ventanilla aquel lugar.
-No quiero escuchar mas al respecto- Murmure. -No
quiero que arriesgues tu vida acompañandome, es muy peligroso y sabes
lo mucho que significas para mi. Lo que compartimos fue hermoso, pero
solamente te voy a lastimar. - Murmure, con mucho dolor y tratando de que no escuchen. -Vas a ser feliz, y algun dia, te prometo, vamos a estar juntos de nuevo. - Dije a modo de despedida dejandola para siempre en manos de aquel otro hombre, que espero la ame como yo.
Sali
de la tienda con el dinero que me dieron a cambio de mi guitarra. Ah,
amaba a esa guitarra, pero un mal calculo en mis numeros hizo que me
gaste todo el dinero en el pasaje a Unova. No me quedo alternativa que
vender mi guitarra en una tienda de dudosa categoria para costearme la
estadia en esta ciudad. Nimbasa era un lugar hermoso, si que lo era,
pero caro. Dos noches en un hotel me habian dejado sin una moneda, y
pedirle dinero a Karen para que me lo mande hasta aca iba a...generar
algunas preguntas. Incomodas.
Ian por otro lado, podia pasarme
algo de dinero, ahora que estaba yendole bien en esta region. Pero eso
de ser objetivo de secuestradores y tener que pedirme que venga a este
lugar para ayudarlo seguro lo habia dejado fuera de mis opciones de
pedir dinero. Habia llegado hace unos dias y no habia podido contactarme
con el, pero tampoco habia podido ver nada sospechoso. Lo unico que me
dijo era que espere en Nimbasa.
Cruce la calle dirigiendome al
hotel donde me hospedaba, quizas haciendole ojitos a la chica de
recepcion podia conseguir algun descuento, no venia funcionando, pero no
tenia nada mas que perder.
-Entonces...antes
de ir hasta el norte de Nimbasa deberiamos planear bien que hacer. Ese
sector esta ocupado por un gran estadio de deportes, hay un evento ahi y
quiza,,,- Una voz femenina parecia hablar en secreto al otro lado
de la esquina, justo llegue a tiempo para esconderme tras un arbusto. la
mujer hablaba en el tono de voz de "estamos planeando un gran golpe",
quizas era esto lo que Ian me dijo que espere- ...Los
enmascarados intenten algo ahi. Si sus amigas estan aun en esta ciudad
es posible que sigan vivas pero lo logico seria llevarlas a un lugar
donde nadie las buscaria, y el mejor lugar para eso es precisamente
delante de los ojos de todo el mundo, asi me lo dijo un amigo hace
tiempo y siempre resulta ser verdad.- Enmascarados? Bingo! Me
agazape en el arbusto y trate de forzar la mirada para observar de quien
provenia esa seductora voz, pero me fue imposible.
-Aunque quizas primero tengamos que lidiar con ese espia que tenemos del otro lado del arbusto.-
Dijo una despampanante mujer corriendo las hojas que me estaban
tapando. Bueno...ahi va mi escondite secreto. Ensaye mi mejor sonrisa y
estaba dispuesto a decir una de mis mejores mentiras para evitar que me
ataquen en una region donde no tengo inmunidad legal por ser Lider de
Gimnasio, pero cuando deslice mi mirada fuera de la figura de la
vanpiresa de labios rojos (fue una tarea muy dificil despegar mi mirada
de ella, lo admito), vi que estaba acompañada de nada mas y nada menos
que los amigos de Ian.
Me
di cuenta una vez que ya habíamos arrancado que no había podido llamar a
Ian, aunque tampoco lo hubiera querido intentar con esa mujer en
frente. Bueno, en algún momento que paremos le pido al doc su gear,
después de todo todavía le faltaban dos días para el recital, si mal no
recuerdo.
Hablando de Max, se había subido al lado mío, a pesar
de que al parecer hubiera preferido ir sobre Kay. Tres de cinco personas
acá adentro no nos gusta, qué grupo. -Te va a tocar encontrar alguna estación de radio decente.-
intenté distraerlo un poco. No me gustaba manejar en silencio y seguro
en esta ruta había más chances de conseguir señal, no como ayer. También
podríamos fijarnos si había CDs en algún lado pero me daba cosa andar
revisando demasiado la van si no estaban Nitta ni Frost.
Me
empecé a relajar un poco entre más dejábamos la ciudad atrás, todavía no
me encantaba, pero era una ruta agradable y se sentía muy diferente a
manejar en zonas más urbanas, incluso en Camphrier. Aunque era bastante
raro que los costados estén enrejados, me pregunté si era para mantener a
la gente afuera o a la fauna adentro. Mi respuesta llegó cuando
cruzamos un cartel advirtiendo que una de las salidas llevaba al bosque y
apenas Cameron leyó el nombre, el Zorua le saltó encima para mirar por
la ventana. Eso no me dejaba muy tranquilo, considerando que había hecho
lo mismo anoche.
-Quién tiene el mapa?- pregunté al aire, bajando el volumen. -Fíjense bien, lo último que quiero es terminar perdidos en un bosque por error.-
Recordé esa vez con los de Etganshe, no sé si haya Phantumps acá, pero
mejor no pasar por eso de nuevo. La vegetación se veía mucho mas cerrada
y seguramente cubría más territorio que el que estaba al sur del
pueblo, que teníamos que cruzar cada vez que íbamos al río.
-La próxima traeme a turistear porque así no llegamos a ver nada.- se quejó Carlos entre los dos asientos delanteros.
-Mh?-
Lo miré un segundo antes de volver mi atención a la ruta, me había
distraído con ese pensamiento y ni noté la pulsera haciendo lo suyo, era
casi indistinguible al calor del sol que me daba en los brazos. Cierto
es diferente ahora. -Ah, sí.- Sonreí un poco, la verdad me hubiera gustado ver más de la ciudad. -La próxima.- Seguía sin estar seguro de cómo sentirme ante eso.
-Setenta y cinco Donphan se balanceaban sobre la tela de un Ariados...- Cante en voz baja, mirando fijamente al techo de la van, sintiendo como mi alma lentamente se desvanecía. -Como veían que no se caían...
Mi
balada fue interrumpida cuando escuche a Cameron hablar. Al principio
pensé que por fin se había cansado e iba a llevarme detrás de algún
árbol y atarme ahí hasta que vuelvan de la misión, pero resulto ser que
habia visto un cartel anunciando... un bosque? Lostlorn Forest... o la
persona que lo nombro era mala con el ingles o tenían un sentido del
humor muy de mierda, no se cual opción era peor.
-Si tienen pensado hacer un picnic ahi, yo paso. -Me apoye contra el asiento y deje salir un largo suspiro. -No me llevo con los bosques. Tratas de volar y te chocas un árbol o una rama siempre, ni ganas.
Aunque...
a decir verdad el estar tanto encerrado me daba ganas de al menos
estirar las piernas. SI los demas decidian dar una vuelta y tomar algo
de aire fresco supuse que no seria mala idea, mientras me quede cerca de
ellos y la van. Puede que no sea el Exeggcute mas brillante de la
canasta pero hasta yo entendía que vagar por un bosque que se llama
Lostlorn no era la mejor idea de todas.
Lo mire a Cameron que me había dicho que no se llevaba bien con su hermano y le debía dinero.
-
Lo entiendo Cameron, estaba pensando en el bienestar de Epiphone y
Nitta, y como tu hermano tiene algunas herramientas que nosotros no para
ayudar. Tampoco es que me caiga de maravilla, no te voy a mentir, pero
quiero pensar, que si nos da una chance mas de ayudar… pensalo al menos.
Kay
se desperezó estirando su cabeza y sus cascos, uno por uno lentamente,
podía notar que tenía una sonrisa en el rostro, estaba ansioso.
-¿Qué pasa Kay?- le pregunte extrañado.
El
pokemon marco con sus cascos un ritmo en el suelo, para después hacer
un pequeño relinchido. Sus llamas crecieron un segundo con determinación
y se redujeron inmediatamente, creando un pequeño fogonazo.
No
soy un experto en idioma pokemon y no es que me costara entender cosas
básicas, pero a veces es difícil si uno no conoce muy bien a su
compañero o hace muy poco que recorren el camino juntos, creo que es una
conexión que se desarrolla con el tiempo.
Cuando conocí a Salem,
pasaron semanas y creo que hasta meses para que me dejara tocarlo sin
que mis manos o mi cara recibieran algún arañazo. Así que imagínense lo
que me costó entenderlo, fue un proceso... digamos que algo difícil…,
pero ahora hasta puedo descifrar las caras que hace, y que siente con
solo con mirarlo, creo que me he vuelto un poco más receptivo con los
años y las experiencias, al menos es lo que me gusta creer. Si me
hubiesen visto en la escuela media y como me enzarzaba en cualquier
pelea que pudiera solo por el hecho de que podía, no me creerían. Pero
bueno es una conexión que con Eva y Cianuro todavía no puedo lograr, con
ellos es más una relación de respeto y compañerismo que una amistad. Y
Casey bueno… Casay es un tema aparte.
-No te preocupes Kay, se
que queres llegar rápido. No fue tu culpa, ni de nadie que se las
llevaran- trate de calmarlo dándole unas caricias en el lomo –Lo único
que podemos hacer es nuestro mejor esfuerzo y esperar que sea
suficiente- dije apretando el puño con fuerza.
Levante un pierna listo para montar a mi pokemon, pero escuche a Kileo hablar y me detuve.
-Tranquilo. Todavía seguimos motorizados y vamos a tener más espacio. No es necesario que el pequeño se canse.
Mire a Kay que ahora, casi alcanzaba mia altura y reflexione un segundo.
-Oh pensé que Frost, iba a llevarse la camioneta. Entonces quizá no es necesario Kay...
El pokemon relincho con fuerza mientras sus llamas se volvían intensas y erráticas.
-Bueno, que te parece si nos acompañas un rato por el camino- le dije sonriendo
Kileo me miro preocupado.
- No te preocupes Kileo, puede correr horas sin cansarse si va solo, además creo que necesita sacarse un poco el estrés.
Me
subi a la camioneta en el asiento del copiloto sin darme cuenta, por lo
general yo nunca manejaba cuando vivía en Goldenrod, eso era tarea de
Crista y Zack, siempre decían que era muy despistado, que iba a arruinar
el auto y que se yo… pero bueno tenían razón, el primer dia que maneje
choque contra un Rhydon que transportaba unos cajones con verduras, ese
estigma me iba a perseguir por siempre, aunque admito que fue muy
gracioso ver como unas señoras se resbalaban con las naranjas.
Lo mire a Yan que ahora estaba frente al volante y le sonreí.
-Capitan, espero servirle bien- le dije bromeando mientras hacia un saludo militar .
-Te va a tocar encontrar alguna estación de radio decente.-
-A la orden- le conteste jugando con los diales.
(empieza en el 0:33)
-Esta siempre me gusto. Capaz nos alegra un poco.
Finalmente me despedí de los que quedaban atrás.
-Cuídense, y Ibaraki, trata de no golpearlos muy duro.
La
van se encendió y salimos. Kay corría al lado de la van sin problemas y
hasta nos había pasado e iba un poco más adelante para después volver a
escoltarnos, como un guardián del camino.
-En un día bueno llega a los 130- le dije feliz a Yan.
Nunca
me costó hablar con Yan por alguna razón, las conversaciones salían
naturales por lo general y mientras miraba al pokemon adueñarse de la
carretera, comence a hablar para pasar el tiempo.
- Hay veces que
cuesta conectar con un compañero nuevo, con Salem me costo mucho-dije
mientras acariciaba al minino que ahora dormía plácidamente- pero con
Kay fue diferente. El siempre fue mas abierto con lo que sentía, si
estaba mal se acercaba y sus llamas se volvían más pequeñas e irradiaban
una calor tenue y cariñoso.- dije acariciándolo por la ventanilla.-
Nunca cargaba con las cosas solo, creo que eso es causa de Mama y todo
el amor que le dio.
El pokemon se alejaba y volvía a correr delante nuestro, como retando al vehiculo a una carrera.
-
Aunque con Crista era otro historia, siempre estaban peleando por A o
por B y no ayudaba que este ¿demoñito? ¿se dice así?- dije mirando a
Salem- Los estuviera incitando todo el tiempo… el dia que prendieron
fuego el cordel con el vestido nuevo… Dios- empecé a reír- Encima había
ahorrado tanto para comprarlo, ahora me rio, pero en ese momento, no te
das una idea...
El camino siguió por un rato hasta que llegamos a un lugar nuevo.
Nos despedimos del resto y fuimos a pie por nimbasa siguiendo a ariadne, me acerque a iba.
-iba...hay algo que tengo que hablar- Estaba nervioso por como reaccionaria ante lo que tengo que decirle -Si...- responde con una sonrisa -bueno primero creo que deberia decirte mi nombre completo es simple cortecia que nunca hice si te parece- -Oh... - Ves que su sonrisa desaparece por completo -Adelante- -Mi nombre es Mint Soro Kagami- me ponia un poco rojo pocos sabian mi segundo nombre -Mint... Yo... Perdón, no puedo devolverte esa cortesia- dice con tristeza en su rostro. No
me gustaba esa respuesta pero no soy nadie para juzgar - ok... bueno
creo que fue demaciado la verdad es que pocas personas conoce mi segundo
nombre, las mas cercanas - -Mint... - Respira profundo y ves que
mira al sandygast -te lo voy a contar... Yo... No tengo familia, bueno,
mejor dicho, no tengo padres, Baraddur es como mi hermano, me cuidó
desde que puedo recordar y... Ni siquiera recuerdo mi propio apellido.
Ni nada de mi niñez- -Nitta, vos y el resto, fueron mis primeros amigos desde que puedo recordar- Una risa nerviosa salia de mi - se podria decir que tenemos casi la misma - Sostuve la pokeball de fogosa con fuerza -
Cerca de aqui hay un lugar llamado el relic castle alli habita la
representacion del sol Volcarona ella fue quien me crio desde que naci,
ella es la madre de fogosa - Veo que le cuesta procesarlo -Pero... Vos conoces a tu familia. Tus abuelos/tios no viven en Nimbasa?- Tome un respiro y continue -
Mi segundo nombre es Soro por mi madre ella se llamaba Aria: que es una
pieza musical solista y Soro significa "solo" pero ya me voy por las
cuerdas. Tengo familia cuando tenia lo que ustedes llaman 7 años fui
encontrado por musicos y de ahi la historia se oscurese hasta cierto
suceso en un bus - se podria decir que una de las mejores cosas que paso
en mi vida si lo pongo en restropectiva. -Eh... Entiendo, yo viví
con Baraddur unos 10 años, un día decidí que era suficiente y logré
conseguir una oferta de un trabajo en Lumiose que requeria un
entrenador, el bus al que subí nunca llegó a destino- -Mint... Te acordás de tu madre?- Tome
el diario y se lo mostre, revelando su contenido viendo sientos de
hojas en las que se podia diatinguir eventos conocidos pero como se
acerva al inicio la letra y el color de las hojas cambiaba notando que
la mitad de este no habia sido por mi, si a pocos le dejo saber mi
segundo nombre menos les e dejado ver tanto el diario -para mi, mi madre
es esto su diario- empeze a mover las hojas hasta el final del capitulo
de mi madre que estaba escrito de manera muy irregular y con manchas de
sangre por toda la pagina decia: "adios, te amo y huye de Hortensia" -Sus ultimas palabras- La ves que se frena en seco al llegar a la página manchada de sangre Boquiabierta por la sorpresa tanto que le sale una lágrima -Mint... Lo siento tanto... No debí...- -Tranquila no duele tanto cuando no la conoces- -
Mint... Estoy segura que te amaba, si este diario es todo lo que te
queda de ella, cuidalo mucho entonces- me cierrar el diario y me
acaricia las manos -Mejor alcancemos a Nicholas y la señora ropa
apretada antes de que lo perdamos- -Mint... No me lo digas si no querés pero...- -Ella es el demonio que mato a madre. Ella es...la madre de mis hermanos- lo dije lo mas serio que jamas podre. Veo que le tiemblan las piernas y la atajo cuando casi se cae de la sorpresa. -ahora debemos adelantarnos nos quedamos atras- -Eh...si...-con la voz claramente apagada y con un nudo en la garganta -gra... Gracias por confiar en mí- y le di la mano. -claro que confio en ti- beso
Nos
logramos adelantar y llegamos con el resto hasta un hotel y nos
reunimos en el para hablar sobre nuestro proximo movimiento pero
mientras lo haciamos un sombra muy mal escondida nos espiaba desde los
arbustos. Ariadne se dio cuanta de ello aunque no era muy dificil la verdad y lo saco de los arbusto era sam. -hola sam- y le empece a saludar
Nos
despedimos y comenzamos a caminar, iba a ser un día largo con todo lo
que teniamos que hacer, y aún más largo si yo seguia así, francamente no
entiendo a las mujeres desesperadas por tener un par de estas al punto
de que las abran con un cuchillo.
Caminé al lado de Mint y
recordé un poco de nuestra llegada a Lumiose hace dos años, la ciudad
era intimidante en esa epoca, pero ahora parecia de lo más normal, los
enormes edificios y los tumultos de gente no eran lo que antes. Entonces
el chico a mi lado habló.
-iba...hay algo que tengo que hablar-
-Si?- Le pregunté curiosa, esperaba que hablar un poco me calmara.
-bueno primero creo que deberia decirte mi nombre completo es simple cortecia que nunca hice si te parece-
-Oh... - Hablar sobre eso, supongo que cualquier momento es tan malo como los otros -[iAdelante[/i]-
-Mi nombre es Mint Soro Kagami- Mint parecia algo tímido al revelar su nombre completo. Por otro lado yo...
-Mint... Yo... Perdón, no puedo devolverte esa cortesia- Como decirselo, como explicarle.
-ok... bueno creo que fue demaciado la verdad es que pocas personas conoce mi segundo nombre, las más cercanas-
-Mint...-
Mejor hacerlo antes de que me malinterprete, miré instintivamente a
Baraddur, su compania siempre me ayudó a pasar momentos como este. -te
lo voy a contar... Yo... No tengo familia, bueno, mejor dicho, no tengo
padres, Baraddur es como mi hermano, me cuidó desde que puedo recordar
y... Ni siquiera recuerdo mi propio apellido. Ni nada de mi niñez- Ahí estaba, por un lado fue un alivio haberme sacado ese peso de encima. -Nitta, vos y el resto, fueron mis primeros amigos desde que puedo recordar-
-se podria decir que tenemos casi la misma- Su respuesta no fue para nada lo que esperaba -cerca
de aqui hay un lugar llamado el castillo olvidado, alli habita la
representacion del sol Volcarona ella fue quien me crio desde que naci,
ella es la madre de fogosa-
Mint tenia en su mano una pokeball, pude ver en su interior a la pokemon insecto de la que tanto me habló hace dos años. -Pero... Vos conoces a tu familia. Tus abuelos no viven en Nimbasa?-
-Mi
segundo nombre es Soro por mi madre ella se llamaba Aria: que es una
pieza musical solista y Soro significa solo pero ya me voy por las
cuerdas. Tengo familia cuando tenia cuando tenia lo que ustedes llaman 7
años fui encontrado por musicos y de ahi la historia se oscurese hasta
cierto suceso en un bus-
No pude evitar notar algo raro en su forma de hablar, más raro de lo normal -Eh...
Entiendo, yo viví con Baraddur unos 10 años, un día decidí que era
suficiente y logré conseguir una oferta de un trabajo en Lumiose que
requeria un entrenador, el bus al que subí nunca llegó a destino-
le devolví su sonrisa al mencionar el bus tambien, intentamos acelerar
un poco el paso antes de quedarnos muy atras de Nicholas y la pila de
maquillaje con patas. Pero antes de avanzar mucho preferí no perder la
oportunidad -Mint... Te acordás de tu madre?-
Al
preguntarle Mint sacó un cuaderno y me lo mostró, pasando paginas hasta
llegar a una que tenia algunas manchas, que tardé en reconocer y... -Sus ultimas palabras- Dijo.
Me habia quedado helada, y me sentí mal por haberle hecho recordar algo así -Mint... Lo siento tanto... No debí...-
-Tranquila no duele tanto cuando no la conoces-
Oh... en un sentido, tenia razón, intenté recordar a mi propia madre
pero cada vez era más dificil, habia pasado tanto tiempo que cada vez
que lo intentaba su imagen se hacia cada vez más borrosa, pero eso
también hacia que extrañarla fuera cada vez más dificil también.
-Mint... Estoy segura que te amaba, si este diario es todo lo que te queda de ella, cuidalo mucho entonces- Puse mis manos sobre las suyas mientras cerraba el diario y acariciaba su piel -Mejor alcancemos a Nicholas y la señora ropa apretada antes de que los perdamos-
Concluí tratando de dejar el tema, pero aun quedaba algo, no creo que
me mostrara esa página solo para mostrar su punto. -Mint... No me lo
digas si no querés pero...- No queria preguntarselo directamente, seguro
no era un tema agradable.
-Ella es el demonio que mato a madre. Ella es...la madre de mis hermanos-
Su respuesta me golpeó como nada hasta ahora. Dijo esas palabras con
total seriedad, ni una duda o tristeza. Como podia, como podia seguir de
pie, yo sentia que me iba a desmayar al escucharlo pero él, como podia
ser tan... -ahora debemos adelantarnos nos quedamos atras-
-Eh... si...-Trataba de recomponerme despues de eso, Mint me ayudó a recuperar el equilibrio. -gra... Gracias por confiar en mí- Como podia ser...
-claro que confio en ti- Respondió antes de besarme en la mejilla. Mint, como podes ser tan fuerte?.
Alcanzamos
a Nicholas y Ariadne una cuadra más adelante, y nos ubicamos en un
rincón para prepararnos, yo apenas habia podido terminar de recuperarme
de la charla anterior. La mujer explicaba la situación, un evento
deportivo y la posibilidad de encontrar a los enmascarados ahí y sobre
un espia en los arbustos. Me puse en guardia esperando que fuera uno de
los tipos que buscabamos, pero al que encontramos fue a Samuel, amigo de
Ian y Lider de Gimnacio de Kalos. -Samuel? pero como? qué? por q...? Este día no se podia complicar más, verdad?-
Comenzamos
a caminar siguiendo a Ariadne, más bien yo la seguía, los pubertos
estaban detrás mio haciendo vaya a saber uno qué, no son los nenes que
hace dos años, pueden cuidarse solos y compartir sus trágicas historias
de vida sin que tenga que supervisarlos. Sacudí la cabeza volviendo a
prestarle atención a la mujer del tapado en clima caluroso, muy casual
señora, muy casual. Comenzó a compartir sus teorías, según sabia un
evento se estaba por hacer en los estadios de la zona y parecía más
lógico que eso fuera a traer a los enmascarados, no voy a decir que
comparto con la mujer esa idea pero es eso o estar como boludos
recorriendo varios kilómetros sin saber qué hacer. -Comparto eso ultimo, lo aprendimos hace un tiempo de una forma extraña.- Comenté con respecto a su último comentario, si algo sabíamos era de cosas escondidas en plena vista.
-Aunque quizas primero tengamos que lidiar con ese espia que tenemos del otro lado del arbusto.-
Tome
una de mis pokeballs listo para lanzarla cuando del arbusto surgió
alguien que sinceramente no esperaba ver en esta región. -Sam.-
Dije levantando una ceja, el amigo de Ian y gym leader de Kalos que
conocimos en Lumiose mientras buscábamos a los guardadores, como
olvidarlo? Roomie incluso lo conocía más que yo. Me relaje un poco pero
no tanto asi Ariadne. -No te preocupes, es Sam, es conocido nuestro, arreglaste esas mariposas tuyas? Recuerdo que no funcionaban muy bien.- solté irónicamente recordando su poca ayuda contra Siiva.- Además te importaría compartir con la clase que haces aca?-
“Bosque Lostlorn”
dijo el muchacho de pelos rojos que nos acompañaba. Estoy seguro que
leí ese nombre en un folleto cuando volaba para esta región. No parecía
el lugar más turístico del mundo, pero al menos tenía su fama como para
aparecer en el panfleto. El pequeño Zorua saltó al escuchar ese nombre,
asomándose por la ventanilla. Habíamos visto la misma actitud la noche
anterior y no sentí que fuera buen augurio.
-Eh… como que el
zorrito se está comportando como ayer con el callejón.- le marqué al
resto, aunque presentí que ya habían notado eso. -No creo que bajar sea
la mejor de las ideas. Según lo que me acuerdo del mapa que ojeé cuando
estaba plácidamente de turista, nos estaríamos desviando para nada.-
dije, mirando por la ventanilla como cada vez la vegetación se ponía más
y más frondosa a medida que nos acercábamos al dichoso bosque. -Créanme
que sería el primero en bajar a mirar el bello paisaje, pero tenemos el
tiempo en contra.
No creo que mis palabras le hayan causado
simpatía al pequeño Pokémon oscuro que teníamos de polisón, así que
decidí ver si podía razonar con él. Nunca hay que olvidar que por más
que parezca un muñeco de peluche es una criatura con poderes.
-
Tenemos que seguir por ahora,- le dije a la criatura peluda en el hombro
de Cameron -pero te prometo que a la vuelta podemos pasar por acá y
miramos todo lo que quieras.
//afinidad + loquesea, para que el Zorua me ame (?)//
A
Samuel le costaba mucho trabajo apartar su vista del escote de
Ariadne. La mujer no se saco los lentes pero tenia media sonrisa en la
cara, seguramente sabiendo el efecto que generaba en el muchacho, asi
como en otros transeúntes que pasaban. Samuel seguia igual de palido que
la ultima vez que lo vieron en Kalos, blanco como una hoja con cabello
marron muy oscuro y ojos del mismo color. Una pequeña barba y bigote le
terminaba de dar ese aspecto descuidado. Era flaco y bastante alto,
llevaba ropa que si bien lucia rota y algo maltrecha, podia verse que
realmente era ropa de buena calidad especialmente diseñada para lucir
asi. El Lider de Gimnasio de Santalune lucia la medalla insignia de su
Gimnasio en su chaleco de jean, junto con algunos pins de bandas de
Kalos.
-Nicholas? Ibaraki? Mint? -
Dijo Samuel saliendo de los arbustos, apartando levemente la mirada de
la mujer de los labios carmesi. - Y usted no la conozco señorita, pero
creame que estaria encantado de hacerlo. Me
llamo Samuel , lider de gimnasio de Santalune en la Region Kalos. Quizas
oyo hablar de ella, lugar de los mejores amantes del mundo.- Dijo el
muchacho agarrando la mano enguantada de Ariadne y guiñando un ojo. La mujer no aparto la mano, y solo se limito a sonreir.
-Ariadne. Encantada, querido.
- Dijo la mujer dedicandole una coqueta sonrisa, pero luego hablando
seriamente mirando a Nicholas. Su expresion habia sido encantadora y
seductora con Sam hace un segundo, pero ahora lucia fria y calculadora
ante Nicholas. - Es peligroso? - Suzurro,
al ver que los entrenadores parecian conocerlo y llevarse bien, la mujer
sonrio de nuevo, algo mas confiada. Los jovenes no esperaron respuesta,
preguntando directamente al Lider que hacia en ese lugar.
-Emh...veran
se supone que no tengo que decir nada...momento, y los demas? No se
suponia que Yan venia con ustedes tambien? Y esa hermosa chica de pelo
castaño...la que tenia nombre de guitarra.
-Epiphone.
-Esa misma!
- Los entrenadores explicaron a grandes razgos lo ocurrido al lider,
mientras caminaban hacia el estadio. Ariadne no se veia del todo
confiada, pero aun asi no detuvo a los entrenadores en el relato. -
Entonces...secuestradas. Ian me dijo que venga urgente a Unova, que iba
a necesitar ayuda y...bueno, no queria molestar a Yan...el siempre fue
algo independiente. Ademas, segun me dijo, cualquiera que supiera
estaba en peligro. Y el me aprecia tanto que lo primero que penso fue en
poner mi vida en riesgo. Eso...no se oye tan bien dicho en voz alta.- Puntalizo el joven.-
En fin...Ian me pidio que venga a esta ciudad a esperarlo, me dijo que
nos ibamos a encontrar en este lugar, que el iba a escaparse como
pudiera de la gente con la que estaba de gira, sobretodo porque dijo
algo de unos enmascarados siguiendole el rastro y queriendo atacarlo.
- Se acercaban al estadio en el lado norte de la ciudad. Por lo visto,
el evento que iba a celebrarse ya atraia una gran cantidad de gente, ya
que aficionados del futbol estaban aglomerandose alrededor del lugar, y
decenas de vendedores ofrecian su mercancia. - Uh! Los NightShades de Hoenn contra los...
-Creo que estamos llamando demasiado la atencion. -
Y asi era. Ariadne lo noto a los pocos segundos de caminar a dos
cuadras del estadio, toda la gente a sus alrededores vesita de colores
purpura por el equipo de futbol de Hoenn, o de amarillo por el equipo
local de Nimbasa, llamados los Joltik. La mujer se dirigio de forma
elegante a uno de los vendedores que abundaban en la calle y al cado de
un intercambio de palabras regreso con un guante de goma para las manos
de cada entrenador. El guante era gigante y caricaturesco y tenia la
forma de una mano con el dedo indice extendido. Sumado a eso, consiguio
algunos banderines y porras de colores purpura y rojo, todo aquello del
equipo de Hoenn. - Vamos NightShades! -
Exclamo la mujer. Su lenguaje corporal habia cambiado por completo al
ponerse aquella ropa, casi parecia mas fanatica del equipo de futbol que
los aficionados. Sam miro desconcertado poniendose el guante en la
mano. -
El grupo camino hacia la entrada del estadio, habia
realmente mucha gente y pudieron ver que a varios ya comenzaban a
pedirles los boletos para entrar al lugar. Preocupado, Samuel miro a los
entrenadores.
-Que se supone que buscamos aca? --.
-Eso.-
Respondio Ariadne en un suzurro. Un grupo de aficionados caminaba
saltando y cantando, a simple vista podian pasar como cualquier grupo
mas. pero en lugar de ingresar por la puerta principal del estadio, se
escabulleron por una de las puertas laterales hacia los
estacionamientos. - Quien va cantando y festejando rumbo a un segundo subsuelo? Como les dije, amateurs.
Reprimi
el ataque de risa que me agarro. Entre aquello y la musica que habia
puesto el Doc, el camino estaba siendo bastante ameno. De hecho, esto me
recordaba a los caminos del oeste que recorriamos con Epi el año
pasado, siempre colandonos en algun camion, claro. No teniamos el lujo
de una radio muchas veces, asi que teniamos que cantar o tararear
canciones que sepamos. Y cuando mi repertorio de comedias musicales no
era del todo conocido...teniamos que improvisar. No me di cuenta que
estaba sonriendo acordandome de la vez que le insisti en que vea Grease y
despues no podia dejar de cantar las canciones de esa pelicula. Algun
dia ibamos a hacer ese musical en un teatro famoso, se lo habia
prometido.
Deje de mirar por la ventana cuando Kileo perdio de
vista al Zorua que habia saltado de mi hombro despues de hacer su
gracia. Habiamos dejado el bosque atras, por suerte, tampoco tenia ganas
de bajar, estaba disfrutando esta suerte de roadtrip. No tanto la
ausencia de Epi...pero, nunca pienso en lo negativo. Vamos a encontrarla
y va a estar a salvo junto con la otra chica, estaba seguro. La cancion
habia dejado de sonar en la radio y ahora el locutor habla del partido
que iba a comenzar pronto entre un equipo de Hoenn y el local de
Nimbasa. Mire por la ventana para ver si podia ver algun cartel que diga
a cuanto estabamos de cruzar el puente que conectaba esta ruta con la
siguiente.
-El chico que maneja si me cae bien. -
Frio,
senti un sudor frio corriendome por la espalda, cerre los ojos con
fuerza y respire profundo. Solia irse por la mañana, casi nunca la
escuchaba durante el dia. Pero ultimamente...
-Nunca
voy a entender porque no queres aceptar que estoy aca. Al menos las
voces que escuchas vos son de este mundo...o algo asi. - El
suzurro de esa chica que no existia, me llegaba a pesar de tener los
ojos cerrados y querer apartar la mente de todo eso. - En cambio, las voces que escucha tu amiga...donde esta, por cierto?
Solia
servirme concentrarme en lo que este a mi alrededor, pero estaba en un
vehiculo cerrado...esperaba que nadie note que estaba cerrando los ojos
con fuerza tratando de no escuchar nada. Suspire con fuerza sintiendo
que las manos me sudaban, y en eso...
Abri los ojos con la
frenada. Mire rapido a ver que habia ocurrido, por suerte el sacudon me
devolvio al mundo real. La van, de nuevo, la radio de fondo y nada de
voces interiores. Mejor asi. Me apure a mirar por la ventana. Yannick,
el chico que manejaba, habia esquivado un gran poso en el camino. Casi
un crater. Era raro considerando que la ruta era practicamente nueva.
Entonces sentimos otro sacudon, pero esta vez no fue por esquivar algo.
Sino mas bien, algo choco contra el vehiculo. Me acerque a la ventana a
ver que pasaba.
-Emh...Hay dos hormigas de metal comiendose la camioneta.
Si
no chocamos al decir eso, fue por milagro. Los demas se apiñaron contra
las ventanas de ambos lados para confirmar que no estuviera loco.
Afectivamente, habia 2 criaturas de metal pegadas a la camioneta
comenzando a morder los laterales del vehiculo con sus pinzas. Sentimos
que otra criatura mas, una quinta, caminaba por el techo. Por suerte, no
habian llegado a morder los neumaticos, pero al paso que iban, no iban a
tardar mucho en perforar el metal de la van.
Me reí ante lo que contaba Max, siempre tenía algo así de su familia. -Yo
tuve suerte de que mis pokemon sean tranqui. Bah, Touss viste lo que
es, pero Leti a veces es demasiado curioso. Cuando recién volví a
Camphrier estaba dele revisar toda la casa, y una vez se aparece en el
comedor con una vasija antigua que no sé cómo sacó de donde estaba
guardada. Mi viejo casi se atraganta con la cena.- En una de las raras ocasiones que llegaban los dos temprano del laburo y podíamos comer juntos. -Yo
porque sé que es cuidadoso, pero te podés imaginar el ataque que le dio
a él cuando vio al bicho cargando un jarrón de su madre. Y encima le
gritaba en el dialecto de su familia así que pobre Leti no entendía qué
había hecho mal.- negué la cabeza sonriendo. Esa era una de las
pocas cosas que no habíamos vendido cuando ella murió, junto con los
libros que estaban en el dialecto también y nadie más los iba a querer. -Ahora más o menos les enseñé ciertas frases comunes, para que no se vuelvan a confundir por las dudas.-
Pasamos
de largo la entrada del bosque sin problema, por suerte estaba bien
señalizado. Dejé de sonreír cuando me alcanzó el olor a pis, viniendo de
adentro.
-Vamos gente, tenían que ir antes de salir!- se rió Carlos mirando los asientos de atrás, pero entonces hizo una expresión algo rara.
-Si fue el Zorua, juro que lo revoleo por la ventana.-
Abrí un poco la ventanilla aunque sabía que no le hacía bien al auto en
viaje, pero entre la baranda y el calor se iba a volver imbancable
estar acá adentro en cinco minutos. Eso hizo que no viera el pozo en el
medio de la ruta hasta último momento. -Perdón.- me disculpé por el volantazo, creo que escuché a alguien golpearse. -Qué raro, venía lindo el asfalto hasta ahora--
Hubo otro golpe muy diferente en algún lado de la van.
-Emh...Hay dos hormigas de metal comiendose la camioneta.- informó Cameron
Puse los ojos en blanco. -Mab ar c'hast, ober'rez goap ouzhin?- dije entre dientes. Bien, más pokemon de metal. Al menos no deberían ser mucho problema para los otros.
-Con esa boquita le hablas a tu mamá?- No me entendería tampoco pero sabía los contextos en que usaba eso.
-Chicos!- les llamé la atención, tratando de ignorar el chirido de metal contra metal. -Podemos intentar seguir o parar a atacarlos, pero algo me dice que puede llegar a ser una emboscada. Qué les parece?-
Estuvieron
de acuerdo en encargarse de los bichos en la marcha. Idealmente los
podíamos golpear e ir dejándolos atrás cuando cayeran, era lo más
seguro.
Agarré el volante con más firmeza, preparado para las sacudidas. -Traten de no dañar mucho la pintura en el proceso.- advertí. Frost me va a matar, y después Nitta. -Carlos, vos andá fijándote desde afuera y contame.-
//Destreza + Conducir to shake them off// [dice]0[/dice]
-Emh...Hay dos hormigas de metal comiéndose la camioneta.
Si
había un conjunto de palabras que iba a sacarme del estupor en el que
estaba, eran esas. Y eso que estaba a punto de dormirme, la puta madre
Cameron...
-Hm? Que dijiste? -Deje salir un largo bostezo y me estire un poco. -Ya se que no estaba prestando atención pero creí escuchar que dijiste...
Justo
entonces se empezó a sacudir la van, y el sonido de metal quebrándose
alcanzo mis oídos. Mi cuerpo se congelo, y un segundo después salte de
un respingo, mi mano yendo al bolsillo de mi chal donde estaban mis
Pokebolas. Para cuando Yannick empezó a hablar, la mitad de mi cuerpo ya
estaba fuera de la ventana.
-Seguir o atacar? Por que no las dos?
-Forme una sonrisa, abriendo dos Pokebolas al mismo tiempo. Afuera de
la van ambas luces se materializaron en Sloane y (encima de ella) Taako.
-Anda acelerando; yo los sigo.
Sin
pensarlo salte también encima de la espalda de Sloane, con Taako en mis
brazos. El no parecía muy feliz con aquello, de hecho me sorprendió que
no estuviera gruñendo y arañándome mas, pero apenas vio los enemigos
abajo entendió lo que estaba por hacer. Una vez que nos elevamos lo
suficiente, lo deje caer mientras le susurraba al viento para que guiara su ataque hacia el Pokemon encima del techo de la van.