Ah,
hogar temporal dulce hogar. Esta ciudad era exagerada con la estética
pero me iba bien. Por la luz calculé que teníamos un rato antes
encontrarnos con el hombre este.
-Era el Elven, sí.- Le respondí a la rubia. -Podríamos pasar por el centro pokemon primero y después ir al café, hay tiempo.- Señalé la dirección. Ahora que llegamos me estaba acordando del tema del trabajo; realmente no quería lidiar con eso. -
Y de ahí los puedo ayudar a buscar a un hotel. Los invitaría a mi
departamento pero no creo que entremos todos en un monoambiente.-
hogar
oscuro hogar volver aquí no era la intención escape para no volver y
veme a aquí pero tampoco puedo abandonar las únicas cosas que mi cordura
salvaron debo terminar esto rápido lo último que quiero es una reunión
familiar.
Les dije -Chicos para llegar al café hay que ir derecho
al gimnasio y doblar es la ruta más rápida yo voy llendo que quiero
descansar y tranquilo yo tambien si pudiera los hospedaría en mi casa
pero no se puede igual me quedaré con mi amigo esta noche - me fui
caminado derecho al cafe aunque pense pasar por la boutique a veces hay
cosas interesantes.
-Por lo menos la ciudad es linda.-
Dije mientras caminábamos por las calles de Lavarre, las hojas crujían a
nuestros pies mientras avanzábamos por el lugar. No había encontrado
nada relativamente interesante en la ruta anterior y el cansancio de
nuestra última aventura me comenzaba a causar dolor de cabeza, o eso
quiero creer.
Continuamos hasta llegar a la plaza principal de la
ciudad, si bien el lugar al principio me había parecido pintoresco, los
relojes parados y la horca me daban un toque de macabro que no
terminaba de cerrarme.
Me acerque a uno de los puestos, este
vendía unas replicas de madera de la horca, sobre la mesa tenían un
pequeño cartel explicando más o menos en forma muy resumida la historia
detrás del enorme árbol. -Brujeria, veo que los dos la pasamos mal por nuestra forma de ser, solo que yo la saque más barata.- Pensé mientras me rascaba los ojos pode debajo de los lentes.
-Flashback-
Las
primeras hojas del otoño eran arrastradas por el frio viento que
recorría las calles de Ecruteak City, algunos faroles de las calles aun
seguían encendidos a pesar de que el sol ya brillaba fuertemente en el
cielo.
Una mujer de cabello largo y negro como su ropa caminaba
por la angosta calle de cemento, en una mano sostenia un colorido ramo
flores, en la otra llevaba agarrado a un niño con el mismo color de
cabello que casi le cubría la cara.
-Nicholas...-Dijo la mujer
dándose vuelta luego de la tercera vez que su hijo procedía a chocarse
con ella. La madre del niño se agacho a su altura y con su mano libre
corrió el cabello que cubría sus ojos. -Tenes unos ojos muy lindos como
para estar tapándolos.-
-Fin del Flashback.-
Volví
a acomodarme los lentes tratando de cubrir mis ojos lo más posible,
sabía que mi dolor de cabeza significaba otra cosa y no quería darles
motivos para que mi cabeza este en los adornos del próximo año.
-No tengo ni idea de donde estamos parados.- Me queje mientras miraba para todos lados tratando de disimular lo que me pasaba. -Asi que preferiría que vayamos a ese café a ver a Jacobo.-
-Jamie- Alguien me corrigió.
-Como sea, mientras no tengamos que cruzar un río no me importa.-
Me
levanté el pelo de la cara para darle un buen vistazo a la ciudad a la
que acabábamos de llegar, y tuve que admitir que tenía mucha onda. Los
relojes, los árboles, las horcas, todo daba un ambiente tétrico y
peligroso que me atraía como mi culo atrajo a los forros pescados de ese
río.
-Yo sería feliz encontrando una toalla y un secador de pelo. -mencioné, aún tratando de secarme la ropa. -Despues de eso sí, sale un lindo cafecito. La verdad ya ni me acuerdo que teníamos que hacer acá.
Moví
la vista a mi alrededor, y mis ojos se detuvieron en el edificio que
parecía una casa de muñecas. Me acerqué, bastante interesado.
-Quiero comerme uno de estos hongos que adornan la pared. -mencioné como si nada. Creo que Yannick me miró raro. -
Y me gustaría preguntar quién le hizo los atuendos a las chicas que veo a
través de la ventana. Se ven muy profesionales y quedan bien con la
estética de cada una, eso no lo puede hacer cualquiera.
Dejé
la pregunta en el aire. Si bien aquél lugar me interesaba no tenía
tanta confianza para mandarme adentro si nadie iba a seguirme.
El
viento soplo llevandose una cuantas hojas llevando a mi nariz los
aromas de la ciudad frente a nosotros. Era muy pintoresca a diferencia
de la jungla de asfalto de Goldenrod y Salem viajaba super comodo en mi
cabeza con mi sombrero puesto.
-Una ciudad gracias a dios- dije mientras lloraba un poquito y me limpiaba con una manga.
No
entendía cómo los “entrenadores” salían al mundo con solo un par de
medias y una pokebola, eso siempre va a ser un misterio para mi. Pero
ahora eso no importaba, estaba feliz de salir de ese bosque maldito.
Escuchaste bosque puto, se que no me escucha no estoy loco eh.
Lo
que si note es todos sabían en dónde estábamos, me sentía algo excluido
la verdad era la primera vez que pisaba, pero es bueno que sepan del
lugar así no dabamos tantas vueltas.
Entonces noté que había una horca en un extremo de la plaza, trague saliva al mismo tiempo que me aflojaba la corbata.
-¿Esa horca se usa mucho to-to-todabia?- pregunté en general.
No
puedo creer que se mantenga algo asi en funcionamiento, o como
decoración, o lo que sea. Qué es lo que se les pasa por la cabeza a esta
gente.
Ahora había que ir a algun lado y parece ser que Yannick
vivía en la ciudad en un departamento chiquito, pero se había rehusado a
invitarnos y llevarnos a un hotel. Mire los pocos billetes que tenía.
-Yo no tengo problema en dormir en el piso-dije tristemente- pero me gustaria ver si puedo comprar algunas provisiones.
Por si las dudas no baje la guardia, no queria que me robaron o algo, los turistas siempre son a los que atacan primero.
//alerta+percepcion// [dice]0[/dice] ------------------------ EDIT PQ LE PIFIE AL CORCHETE
Era
la primera vez que entraba a esta ciudad, como me pasaba con casi
cualquiera de la región ya que era mi primera vez en Kalos. Todos
barajaron diferentes opciones y los escuché en silencio. Mientras
pensaba en qué sería mejor, noté el contraste de la peculiar decoración
del sitio: por un lado teníamos artesanos, plazas, gente agradable
hablando por la calle, y de pronto un reloj detenido y una horca. Muy
simpático.
Preferí ignorar aquel tema y revisé la posición del sol, estimé el horario.
-
No quiero arruinarles sus planes pero... ¿No teníamos un horario para el
encuentro con...? Creo que era Jaime... No deberíamos hacerlo esperar.
Podríamos separarnos en grupos pero tampoco creo que sea conveniente que
estén solo algunos en la charla... Aunque me gustaría comprarme algo de
ropa nueva.... -agregué al final moviendo mi vista hacia los locales y
puestos e artesanías. Era más necesidad que capricho, me vendría bien
algo de abrigo. Lo tenía en su momento, cuando partí de casa, pero la
historia de cómo lo perdí mejor lo dejaré para otro momento.
-Y
lo del hotel, no tengo mucho dinero a decir verdad. Podríamos ver si
alguien nos da una mano y nos deja quedarnos una noche en su casa a
cambio de algo de ayuda.
Lo poco que tenía debía usarlo de manera
sabia. Durante el viaje me venía quedando en el exterior, mientras
Galahad me cuidaba gracias a sus horarios invertidos, u otras veces
acudía a la solidaridad ajena y a cambio de ayudar en algo o simplemente
porque eran buenas personas, me quedaba en algún sitio bajo techo.
Las campanas sonaron anunciando las horas. El pueblo comenzo a sumirse en el ocaso mientras los puestos callejeros se
comenzaban a cerrar y los faroles se encendian, tiñendo todo con una
luz calida. Los entrenadores caminaron por el empedrado sin un rumbo
fijo al principio, pero los lugareños sabian donde estaba el cafe donde
tenian una reunion. El centro Pokemon de la ciudad estaba de camino,
pero al pasar, vieron que el lugar estaba abarrotado de gente y los
carteles luminosos en el exterior decian que tenian una espera de mas de
una hora salvo que se tenga una reserva, cosa que hizo que los
entrenadores decidan pasar de largo. La calle principal era bastante
grande pero a esta hora los unicos negocios que parecian tener
concurrencia eran los distintos Cafes que habia. Todos ellos parecian
pintorescos, antiguos y con la misma decoracion sobrecargada de todas
las contrucciones de la ciudad, de igual manera que el gimnasio,
parecian una enorme casa de muñecas.
El cafe Elven no era nada
distinto a los demas, de hecho eso precisamente lo hacia perderse en esa
calle. El frente era de madera pintada de celeste, en el interior
podian ver que las paredes estaban cubiertas en su totalidad con
estanterias con tazas y teteras de porcelana muy decoradas. Las mesas en
su mayoria eran individuales, pero habia algunas mas alargadas que
permitian reuniones numerosas, eso en caso de que alguien concurriera,
que no solia ser el caso. Entraron al lugar con algo de desconfianza, no
por el tipo de lugar en si, sino por lo poco apropiado que lo veian
para hablar con alguien que hacia tratos con personas como Thenardier.
Un olor dulzon les llego a las narices de inmediato y les costo respirar
por un momento, el calor y el aroma eran muy fuertes dentro del lugar.
No veian a mucha gente en el lugar, salvo una chica de unos quince años
en el mostrador, acomodando unos pasteles y muffins sobre un estante,
sin decidir de que forma se veian mejor. Al fondo del lugar, vieron de
espaldas a una persona sentada en una larga mesa de madera. Era la unica
persona en el lugar.
-Jaime?- Pregunto Ian en voz baja a todo el grupo antes de comenzar a acercarse.
Se
dio vuelta, y vieron a un chico. Un chico delgado, con apariencia de
debilucho y timido. Iba bien vestido, con un saco color beige que hacia
juego con sus pantalones, una camisa negra y una corbata de moño del
color del saco. El cabello color caoba peinado completamente hacia atras
debia hacerlo ver mayor, pero pero generaba el efecto contrario por la
encorbada postura del chico. No debia pasar de los 21 años, como mucho.
Dio un respingo cuando vio al grupo acercarse, la chica del mostrador
miro con desconfianza pero Jaime le hizo una seña de que estaba todo
bien y los estaba esperando. Se limpio las migas de la boca con una
servilleta y les hizo una seña con la mano para que tomen asiento.
-No sabia si habian comido asi que no pedi nada aun, pero sientanse libres de pedir lo que gusten.- Dijo el chico aun sin decidir el tono de voz que queria poner. - Epiphone
no me llego a dar detalles de la gente que iba a
mandarme...eh...ustedes trabajan con Thenardier? Se ven mucho mas
limpios que los demas de la banda, por cierto. Je...jeje. -
Continuo, aunque luego de hacer ese comentario palidecio un poco, quizas
porque penso que estaba ofendiendo a los entrenadores.- Emh
si, veran...no podia reunirme con ustedes en otro lugar ya que...bueno,
quizas lo sepan pero vengo de una familia muy importante. No pueden
verme en un lugar muy publico hablando con gente...eh...de los bajos
fondos. Sin ofender, claro. Pero la familia Gautier tiene una reputacion
que mantener y eso lamentablemente me impide tambien poner a nuestra
propia gente a trabajar en esto...
El muchacho callo por un
momento mientras la chica servia la mesa, habia pasteles y dulces de
todo tipo imaginable, asi como una taza de te caliente para cada uno de
los muchachos, Jaime Gautier se sirvio una taza tambien e invito a los
demas entrenadores a que se sirvan tambien. Ciertamente no parecia la
persona que haria tratos con los malechores de Thenardier, por lo cual
era entendible la preocupacion de Epiphone en un primer lugar.
-
Veran, no puedo involucrarme directamente en este trabajo por esa
reputacion que tiene mi familia...pero estoy muy interesado en encontrar
a esta persona. Epiphone no queria que me involucrara con los bajos
fondos pero...estoy desesperado. - Jaime miro uno por uno a los
entrenadores mientras hablaba, se lo veia realmente preocupado. -
Hace unos dos meses, alguien muy importante para mi desaparecio.
Intente detectives y autoridades locales, claro...pero...no, esto no
fue un secuestro o algo asi. De eso estoy seguro. Julia...es una persona
muy importante para mi, se que estaba involucrada con gente peligrosa y
desaparecio hace dos meses sin dejar un solo rastro. Necesito que la
encuentren, o al menos, saber que es lo que paso con ella.
El
muchacho hizo una pausa, se aseguro de que nadie mas en el lugar
escuchara a pesar de que estaba vacio por completo. Los entrenadores lo
escucharon sin parecer muy convencidos.
-Julia
siempre decia que tenia una mision que cumplir, nunca hablaba al
respecto, pero unas semanas antes de desaparecer solamente hablaba de
que el momento llegaba y que ella era la unica linea de defensa. Jamas
supe de que hablaba. Y...no es coincidencia que los haya citado aqui en
Laverre. Lo ultimo que supe sobre ella era algo relacionado con esta
ciudad. Un dia antes de vernos por ultima vez, dijo que tenia que hacer
algo antes de empezar su mision...dijo..."La lider de Laverre lo sabe"
Mientras
caminabamos podia sentir el efecto de la jornada de hoy sobre mi
cuerpo, mis hombros estaban tensos y mis piernas cansadas, Baraddur se
arrastraba a mi lado como siempre.
Al llegar un aroma
extremadamente dulce invadia el ambiente, agité mi mano frente a mi cara
tratando de disipar el olor en vano, mientras que Baraddur parecia no
estar muy cómodo tampoco, el Sandigast comenzó a golpear levemente mi
pie tratando de llamar mi atención, al bajar la mirada, vi que estaba
temblando levemente, la arena de su cuerpo se sacudia de forma extraña,
como si fuera sarandeada, entendí lo que pasaba, el aroma del lugar le
afectaba más que a mí, al muchacho no le agradaban las cosas dulces en
general, le di una afirmativa con la cabeza y saqué su pokeball para
regresarlo, saldria de nuevo cuando nos fueramos.
El joven que al
parecer era el tal Jaime que teniamos que localizar se encontraba en
una mesa del local, nos pidio acercarnos y sentarnos para explicarnos su
situación, la cual no carecía de rarezas.
El joven nos ofreció
un té y bocadillos que decidí aceptar, una bebida caliente me venia bien
despues de todo lo que pasamos hoy, ahora la pregunta era, qué debiamos
hacer? aceptar su oferta y tratar de encontrar a esta chica Julia o
explicarle que eramos unos don nadie sin ningún tipo de capacidad o
experiencia ante una situación así, ya habiamos llegado hasta este
punto, creo que en realidad solo teniamos una opción.
Esperé un
momento luego de que la explicación terminó, intentando organizar mi
mente, tenia muchas preguntas que realizar antes de poder tomar una
decisión.
Luego
del fallido paso por el centro pokemon, llegamos al café, la mezcla de
calor y el dulce olor hizo que de inmediato me cubriera la nariz con
una mano mientras que con la otra trataba de disiparlo un poco. -Que alguien abra una ventana por lo menos.- me quejé por lo bajo.
Por
suerte el lugar se encontraba vacío, lo que nos facilito encontrar a
Jamie sentado en una de las mesas de mayor tamaño. Sin dudarlo nos
acercamos a él, antes de sentarme me saque la campera y guarde en el
bolso los lentes junto con los guantes, no iba a necesitarlos por el
momento. Quería estar lo más cómodo posible para escuchar la propuesta
del chico.
El joven comenzó a hablar y enseguida puse en marcha
mi mente tratando de analizar todo lo que decía. La clave de un buen
interrogatorio es tratar de encontrar agujeros en las frases del
sospechoso, si bien esto no es uno, puede ser correctamente aplicada.
El
muchacho comenzó contar sobre si mismo, proviene de una familia de alto
perfil social y con buen pasar económico. Primer punto a favor de
nosotros, el dinero no va a ser un problema, pero por otro lado nadie se
hace rico gastando. Aunque debe estar bastante desesperado para
recurrir a gente del bajo mundo -O en su defecto nosotros.- pensé mientras recordaba algunos actos de mis compañeros.
La
mesera se acerco a nosotros trayendo comida y té, tome esta ultima
entre mis manos mientras escuchaba la siguiente parte del discurso de
Jamie, la que realmente importaba. Me sorprendí un poco al escuchar
que las declaraciones de Julia, última línea de defensa? Qué carajo
podía significar eso? Ella sabe algo que nosotros no? Le di un sorbo a
mi bebida sin quitar los ojos de Jamie.
-La líder de Laverre lo sabe-
Eso
puedo ser tanto bueno o malo, si un líder esta involucrado podría
traernos problemas, no son conocidos por ser justamente personas débiles
que podamos ir a preguntar como si nada. Algunos incluso requiere que
nos enfretemos a otros entrenadores para verlos. Respiren hondo, mis próximas palabras debían estar bien medidas.
-Ya hablaste con ella o vamos a tener que hacerle una visita?- Pregunté tratando de sonar lo más confiado que pudiera.-
No es fácil acceder a un líder pero con la potencia adecuada no debería
costarnos, quizás tengas algo que nos facilite la tarea.- Por dios, a quien quiero engañar? Casi morimos en un río, no estamos para nada preparados contra una líder.
Finalmente nos dirigimos hacia al café pues no teníamos tiempo de sobra, de hecho, creo que ya se nos había agotado hace rato. Se
me hizo totalmente raro como otros cafés estaban atiborrados de gente
pero este no. El que pronto logramos confirmar que era el susodicho
Jaime era el único presente (dejando de lado al personal del sitio)
¿Tendría algo de diferente el lugar? ¿Sería privado? No tenía sentido y
no había visto ningún cartel en el exterior que lo indicara (quizá
entramos estando cerrado y como éramos muchos nadie se fijo en eso). Me dio un poco de desconfianza, pero entre tantos no creía que pudiéramos sufrir peligro alguno.
Nos
aproximamos a él y finalmente tomamos lugar ¡Sentí una alegría enorme
al ver toda esa comida dulce y apetitosa para nosotros! La observé un
poco antes de comenzar a probarla y lo mismo lo hizo con cuidado, pero
no parecía ser venenosa o algo por el estilo, además, no nos iban a
mandar hasta este punto solo para envenenarnos cuando podrían habernos
matado sin problemas la noche que pasamos en la guarida de la pandilla
aquella.
Lo que Jaime nos comentaba era extraño. Asumí que el
afecto que le tenía a dicha chica era muy fuerte. No necesariamente algo
de amante, pero quizá sí al punto de necesitarla en su vida como un
apoyo. Estaba demasiado preocupado por mantener la reputación de su
familia, cosa que en parte comprendía... Si la reputación de mi academia
se viese afectada de alguna manera... Agité la cabeza antes de recordar
cosas que no debía y presté atención a lo que consultaba el resto del
grupo.
-Creo que deberíamos poder acceder a ella sin problema si
realmente estamos frente a algún tipo de catástrofe -comenté- Aunque...
sin querer desconfiar, creo que en mi caso si supiera de un peligro como
tal no me lo guardaría para mi... O puede que sí... -bajé la voz luego.
Si no quería preocupar a mis seres queridos y quería evitar que algún
tipo de caos a nivel mundial quizá si me hubiese guardado todo para
mi... Era un caso complicado. No quería creerlo por completo, pero
tampoco quería creerlo. Si tuviéramos algún tipo de fuente de confianza
al menos.... -¿Haz podido averiguar algo sobre todo que Julia te ha
dicho? No sobre su ubicación, si no sobre todo este presunto peligro que
ella te comentó ¿Hablaste con la líder por tu cuenta?
Después de escuchar la historia de Jaime, me excusé un momento y fui a la parte de atrás del café.
En
cuanto vi la cara del encargado al reconocerme, supe lo que me
esperaba. Idealmente los de la mesa solo escucharon un par de gritos y
no la avalancha de insultos que me propició. Al volver a salir y pasar
por el mostrador, mi compañera de la barra me dió una sonrisa de
lástima.
Me senté, expresión ilegible tirando a resignación, y tomé un poco del té que nos habían servido.
-Ah, Roserade Whisper,- dije más relajado -buen gusto.- Por los pasteles en la mesa, no dudaba del nivel de su familia.
Jaime
nos miró algo ansioso. Cierto, su amiga. Hablaba crípticamente, como
una auténtica Leverriana. Laverrense? Queseyo. Me convenía aceptar,
sonaba demasiado interesante, o al menos más que servir mocaccinos y
cupcakes por 8 horas. Traté de recordar algo que hubiera escuchado de la
chica o la Líder.
//callejeo + manipulación según yuki// [dice]0[/dice]
Finalmente
estábamos en la cafetería y podemos conocer al “famoso” Jaime. Un chico
joven de una familia adinerada parece ser, algo bueno porque no quería
trabajar gratis. No me malentiendan, no soy avaricioso, se lo que es
necesitar ayuda, para que luego nadie te extienda una mano por no tener
un peso. Y se que le dije a la niña que no necesitaba de un pago, pero
la experiencia en el río me abrió los ojos, ¿eso me hace un hipócrita?,
supongo que sí, pero no puedo arriesgar mi vida por unas migajas, antes
no valoraba mi vida, pero me di cuenta que no quiero morir y menos por
personas que no conozco.
La mesera nos acercó té y cosas dulces.
-Disculpé, no lo quiero ofender Señor Gautier, pero ¿podría ser un café con leche y un tostado? no soy muy fan de lo dulce.
La
mesera le trajo (espero) y le di un buen sorbo al café y un gran
mordisco al tostado, comer queso casi derretido era uno de los placeres
que más disfrutaba junto con el café con leche.
Jaime habló de un líder, nose muy bien a qué se refería, pero parecía ser alguien importante.
Parecía
que Ibaraki no había dicho palabra, cosa rara pensé que era una persona
impulsiva y parecía ser que Yannick trabaja en el lugar o algo por el
estilo y tuvo una discusión con los empleados, si les contara por lo que
pasamos seguro le extendian el franco.
La que me sorprendió con
sus preguntas fue Nitta, bien al punto y cuestionamientos inteligentes,
parece que la chica tiene los pies sobre la tierra.
-
Como lo dice, Julia parece una chica… peculiar, y lo que describe parece
una conducta psicótica. Puede que la desaparición sea culpa de algún
episodio psicótico. Hay gente que persigue alucinaciones de todo tipo y
simplemente desaparece por días o meses antes de volver a aparecer.
¿Ella no padecía ningún problema mental o alguna condición que produjera
esa clase de comportamiento?
-¿Qué onda con mujeres llamadas Julia desapareciendo de la vida de sus esposos? -me pregunté en voz baja, sin prestar atención a lo que estaba diciendo.
Los
demás me miraron raro y el muchacho que nos había reunido allí pareció a
punto de protestar lo que acababa decir, pero levanté una mano para
detenerlo. Me llevé un pastelito a la boca mientras pensaba sobre la
propuesta que nos acababan de hacer. Habíamos aprendido dos cosas
nuevas; quienquiera que sea Julia parecía estar metida en asuntos algo
turbios, y la líder de gimnasio era la única que podría tener una pista
sobre cómo proseguir.
-Me pregunto que clase de líder viviría en un lugar como este. -me tiré hacia atrás en la silla mientras tomaba café despreocupadamente, -
Si es la jefa de las muchachas que ví adentro de ese edificio que
parecía una casa de muñecas entonces yo me prendo a ir a visitarla. No
creo que pueda durar ni dos segundos en una pelea pero ni en pedo gasto
una oportunidad para conocer a alguien con tan buen gusto.-
Con
eso dicho bajé la cabeza y me concentré en la comida encima de la mesa.
Podía dejar a mis compañeros encargarse de los detalles de nuestra
incursión al gimnasio; yo no era muy bueno para pensar planes y sería
mucho más divertido si no sabía que me esperaba del otro lado de esas
puertas.
-Ah, por cierto... -volví a dirigirme al joven que nos había reunido a todos, y sin pensarlo le dirigí mi mejor sonrisa, -¿Te importaría contarnos algo de Epiphone? ¿De donde la conocés y qué sabes de su familia?-
Caminar
por lavarre city era nostálgico mientras caminaba volví a seguir
escribiendo en mi diario que suerte que se me ocurrió meterlo en el
bolso cuando nos fuimos de la base de threnedier.
Llegamos al
café el aroma dulce era algo que no sentía hace mucho pronto no
encontramos con Jaime que nos cuenta todo el caso aún que cuando dijo
"gente de bajos fondo" fue como una flecha en el corazón yo soy rico
bueno más bien era rico lo deje todo cuando escape creo que duele más si
lo analizo .
Mejor era escuhar atentamente todo tome mi diario y empese a anotar todo lo que decía mientras tomaba el te. Diario de mint:
Desaparecida: Julia Última vez vista: hace 2 meses Pistas: -"la líder de ciudad lavarre lo sabe" dicho antes de desaparecer
No
es suficiente para analizar pense pero lo único que me llama mucho la
atención era la líder como se abra involucrado está mujer solo queda
preguntar directamente le pregunte al joven -tiene un foto de
desaparecida y podría pensar en otra cosa algo más que le allá parecido
extraño de ella antes de desaparecer- haci parezco salido de un programa
de detectives me ponía feliz pesando eso.
Jaime
miro con calma a los entrenadores mientras terminaban de digerir cada
palabra. Maxwell primero insinuo que la chica que estaban buscando
quizas padecia de algun problema de salud, lo cual hizo que el muchacho
Gautier mirara algo desconfiado, nego rapidamente con la cabeza y
prefirio no seguir ahondando en el tema. Nicholas y Nitta se vieron mas
interesados por la informacion respecto a la lider. El muchacho dio un
sorbo mas de su te y comenzo a hablar sobre el tema, aparentemente algo
incomodo.
-La lider...Mallory. Es una
mujer muy mayor. Muchos dicen que va a retirarse de su puesto de lider
en unos años, y claramente la situacion de sucecion en el gimnasio es
algo...tensa. No, no hable con nadie del gimnasio. Hablar con ella o sus
aprendices directamente seria arriesgado, ya saben...mi familia notaria
que algo esta ocurriendo y quiero mantener este asunto en las sombras
lo mas que pueda..- Nitta y Nicholas se quedaron callados luego de
esta respuesta, posiblemente pensando lo que ocurria en el gimnasio,
aunque la chica tambien se veia bastante entretenida con el despliegue
de dulces que desfilaba en la mesa. Mint escribia algo en un pequeño
libro que tenia, absorto en sus pensamientos.
-Tiene un foto de desaparecida?
.- Dijo el chico sin dejar de escribir y sin separar la mirada de su
diario. Ibaraki se inclino sobre la mesa visiblemente interesada por esa
pregunta.
-Oh...si...eso....- El
joven reviso cuidadosamente sus bolsillos, de los cuales saco una
fotografia, manchada y algo desgastada por el tiempo, parecia haber sido
sacada con una maquina instantanea.
-No le gustaba mucho sacarse fotos, como pueden ver.- El muchacho sonrio con tristeza y luego le tendio la maltrecha fotografia a los entrenadores.- Era rara, si. Siempre se burlaba de mi por vestirme...bueno, asi. - Volvio a adoptar una expresion seria sacudiendo sus manos como si estuviera espantando pensamientos.
-Te importaría contarnos algo de Epiphone? De donde la conocés y qué sabes de su familia?- Dijo Nico cortando los pensamientos de Jaime Gautier.
-Oh,
Epi...es una gran amiga. Diria que es mi mejor amiga desde que tenemos 5
años. Naturalmente a mi familia no le cae bien que hable con alguien
como ella, y claramente a su familia le interesaria ver que tanto pueden
robar...digo...eh...ustedes trabajan para Thenardier, no? Eh bueno,
ustedes sabran que...yo no llamaria a gente de su...eh...rubro...salvo
que sea increiblemente necesario. Epi me dijo que se iba a encargar de
buscar a los mas confiables de la banda de su padre. Creo que ella esta
mas preocupada que yo de que contrate sus servicios.
Pocos
notaron que Yannick se habia levantado y habia regresado poco despues
con una expresion cambiada en su rostro. Se sento sin mas y comenzo a
beber el te que tenia enfrente sin decir mucho mas. Ian fruncio el seño y
miro hacia el mostrador con desconfianza, pero luego volvio a prestar
atencion a Jaime.
-Miren, se que no es algo muy comun...pero
realmente son los unicos a quienes puedo acudir sin poner en peligro mi
posicion, o incluso poner en peligro a Julia si es que aparece. Lo unico
que se sobre la familia de Julia es que tiene un hermano, pero no se
donde, ni su nombre...y...algo mas...- Dijo mirando el pie de la
fotografia. - Julia Arquembourg. Ese nombre no existe en ningun registro de nacimiento.