Los
jovenes recogieron sus bolsos una vez que terminaron de pedir todo lo
que podian de comida. Algunos de los entrenadores se veian algo
decepcionados al ver el contenido de sus mochilas, otros como Mint y
Nico veian que dentro tenian una Pokebola con un Pokemon dentro. Ya eran
casi las 8 de la noche cuando el establecimiento estaba cerrando y los
jovenes comenzaron a caminar hacia afuera. La calle estaba un poco mas
cargada de gente que iba y venia, pero podian ver que la unica actividad
eran locales comerciales para turistas, las calles laterales a la
principal estaban oscuras y desoladas.
El grupo se quedo fuera,
debatiendo exactamente donde iban a pasar la noche. Nitta, Maxwell,
Ibaraki y Mint no parecian muy seguros de pasar la noche en la casa de
Yannick con el resto del grupo, en parte por la incomodidad de una
habitacion pequeña y en otra parte porque esperaban tener un lugar mas
comodo en el PokeCenter local. De esa forma, el grupo sin mas decidio
dividirse y quedar en encontrarse nuevamente en la plaza frente al
Gimnasio al medio día. Era de noche y el frio comenzaba a sentirse
mientras el grupo se separaba a lados opuestos de la pintoresca ciudad.
Los
pasos sobre el empedrado llegaron finalmente hacia el final de la
calle, el Pokemon Center aun seguia con sus luces ensendidas. Habia
menos gente, considerablemente menos, y la enfermera detras del
mostrador estaba sentada, bastante agitada. Al ver que los tres
entrenadores se acercaban, la chica se puso de pie cansadamente.
-Bienvenidos al Centro Pokemon de Laverre...-
Dijo con su voz muy cansada. Antes de continuar, los entrenadores le
explicaron que buscaban principalmente hospedaje, lo cual parecia ser un
alivio para la chica.- Oh, gracias a dios solo
buscan hospedarse...si tenia que poner nuevamente Pokemon en esa
maquina y encargarme del tratamiento...iba a gritar. Hoy fue un dia muy
largo, disculpen. Oh, veran...me queda disponible solo un cuarto en el
tercer piso. Normalmente no son cuartos mixtos, porque...ya saben. Pero
la ciudad esta bastante abarrotada hoy, si quieren pueden compartir el
lugar, es para dos personas originalmente, pero pueden dormir bien si
les doy algunas sabanas y almohadas extras. Lo que...por favor nada
inapropiado! - Dijo la chica severamente.
Los entrenadores
subieron al tercer piso por el ascensor cargados de sabanas, almohadas y
pesados acolchados. Una tarjeta abria la puerta del cuarto que la
enfermera de pelo rojizo habia indicado. El cuarto era bastante austero,
pequeño, con paredes blancas y una ventana con percianas blancas que
daba a la pared de un edificio contiguo. Una mesita de luz con una
lampara y un pequeño escritorio con una silla consistian en toda la
decoracion del lugar. Habia dos camas individuales , pero en medio de
ellas habia lugar suficiente para que mas gente se tendiera sobre el
piso. La habitacion tenia un baño propio, lo bastante pequeño para
golpearse con todo lo que habia y las paredes al dar una vuelta en el
mismo lugar, pero por lo demas era perfectamente funcional. Pese a las
incomodidades, el frio del exterior en contraste con el calor de aquella
habitacion y los calmados murmullos de un Centro Pokemon lleno,
contribuyeron a que el sueño les gane.
El departamento de Yannick
era bastante pequeño. La madera del piso crujia con cada paso y
claramente el lugar no estaba preparado para que tantas personas caminen
al mismo tiempo por el lugar. En mas de una ocacion Ian estuvo a punto
de tirar las pequeñas figuras de ceramica que estaban en los estantes y
mesas ratonas del lugar. Yannick tuvo que hacer un esfuerzo y caminar
entre los antiguos y sobrecargados muebles para llegar al interruptor de
la luz. Habia una sola cama en el pequeño departamento monoambiente,
ubicada justo frente una pequeña mesa cerca a el refrigerador, cerca a
la puerta, que estaba cerca al baño. Todo en aquel departamento estaba a
no mas de unos pasos de distancia, lo cual seguramente era comodo pero
no para la cantidad de gente que habia ahora.
-Bueno, yo pido dormir en la mesa!- Dijo Ian sonriendo y dejando su mochila en el piso.- Definivitamente es mejor que mi casa, asi que, yo podria mudarme a este lugar hoy mismo.-
Los
jovenes se acomodaron como pudieron, y si bien no tenian ningun tipo de
comodidad, pasadas unas horas, habiendo usado el baño por turnos, y
acomodandose en el piso o contra los muebles, se dispusieron a dormir.
El ruido del exterior se los dificultaba, y el silencio incomodo era
casi palpable. Ian comenzo a tararear.
-Nunca te callas, no?
- Dijo uno de los jovenes, medio dormido. Pasados unos momentos, los
demas rieron por lo bajo, lo cual ayudo a que se relajen y la risa se
contagio en todos. Pese a la incomodidad, pudieron dormir
tranquilamente.
Hubiera
sido demasiado difícil el ponerme más feliz de lo que ya estaba.
Incluso en la claustrofóbica habitación en la que nos encontramos no
podía parar de sonreír mientras movía la Pokebola entre mis dedos, como
un nene con un regalo de navidad.
Realmente se sentía cómo navidad.
Momento...
-¿No es navidad, no? -pregunté a mis compañeros de cuarto mientras se preparaban para dormir. Un par me lanzaron miradas extrañas, -Es que hace rato que no le presto atención a la fecha, ya saben.-
En
lo que nos dieron también había un collarsito muy lindo con una lágrima
de cristal que parecía ser valiosa. Posiblemente hecha de lapislázuli.
Sin esperar hice salir tanto a mi nuevo Pokemon cómo a Lup, los cuales
se miraron entre sí el momento en el que aparecieron. Noté un par de
chispas chocando entre ambos y el extraño Pokemon gato se inclinó hacia
adelante, el pelaje de su espalda poniéndose en punta.
-Ya, ya. Tratemos de llevarnos bien todos. -Aplaudí con fuerza, lo cual les llamó la atención a ambos. -Lup, éste es el nuevo miembro de nuestro equipo así que portate bien. Y vos... -le dí un leve boop en la nariz. -Creo que te voy a llamar Taako, ¿Pasémosla bien, okay?-
Podía
ver que la atmósfera todavía estaba algo cargada, y podría jurar que
los otros me miraban esperando que algo empezara a quemarse. Así que
decidí hacer lo mejor que se me ocurrió y le presenté mi nuevo collar al
Pokemon gato.
-Cómo una ofrenda de paz, te doy este regalo. -Lo levanté por encima de su cabeza. -Bienvenido al mejor equipo volador de todos!-
Creí escuchar el sonido de alguien chocando su palma contra su cara.
Mientras
el grupo se repartia los bolsos me pasaron uno, que revisé sin mucha
atención dado que era tarde y teniamos que retirarnos, ví un bonito
collar, unos pequeños paquetes que no estaba segura de lo que eran y
unas botellas de gaseosa, extraña selección de objetos, pero no le dí
importancia de momento, las revisaria más comodamente en la mañana. Al
levantar la mirada vi a Mint quien por un momento me pareció algo
pálido, creo que vio algo en su bolso que no le agradó mucho. Yo por mi
parte noté que el nuevo bolso estaba en notorias mejores condiciones que
mi vieja y rotosa mochila, así que me tomé la libertad de pasar el
resto de mis cosas a este y doblar la gastada mochila de tela para
guardarla al final.
Al salir nos separamos, una parte del grupo
se fue al departamento de Yannick, Ian, Nico y Frost fueron con él, el
resto nos digiriamos al Pokemon Center en silencio, demaciado silencio
realmente. Mientras caminamos Baraddur salió de su pokeball y comenzó a
arrastrarse a mi lado.
-Bueno, tardamos más de lo esperado, pero al fin parece que podemos comenzar nuestra nueva vida compañero- Le dije al Sandygast que asintió alegremente a mi lado. -Mañana
vamos a visitar el Gym, tengo entendido que podemos tener batallas y
ganar premios, y al parecer son legales, eso va a ser una novedad- Continué, Baraddur asintió nuevamente.
Cuando
llegamos al Pokemon Center noté que el lugar era mucho más grande de lo
que me habia parecido de lejos, pero supuse que deberia ser normal, si
debian atender una cantidad tan grande de gente todos los días.
Una
vez adentro la encargada nos saludó e informó que solo disponia de una
habitación, ahí murió nuestro plan de comodidad y privacidad.
-Lo que...por favor nada inapropiado!- Recalcó al final, pobre mujer, una noche de joda en el Lost Hotel y se cura de espanto.
-Ara~ Ara~, y yo que queria algo de menta esta noche-
Dije casualmente, mirando a Mint con una sonrisa. El resto tenia cara
como que no esperaban un chiste como ese, posiblemente por lo malo, o
posiblemente no se lo esperaban de la chica que parece vivir de mal
humor 24 / 7.
Mientras subiamos por el ascensor el ambiente
estaba algo tenso, posiblemente por lo que dije hace un momento, al
parecer era muy temprano en la relación de grupo para los chistes malos -Perdón por lo que dije abajo, era un chiste para la enfermera amargada, espero no haber ofendido con la referencia a tu nombre- Le dije a Mint, en una sincera disculpa, no queria ofender al chico.
Al
entrar a la habitación busqué rápidamente lo que en este momento era lo
más importante en mi lista, una puerta que conducia a lo más parecido
al cielo que podia imaginar en este momento luego del largo día de viaje
y peligro de muerte en un río infestado de peces asesinos, el baño, y
al levantar la mirada a un punto particular haria que fuera equivalente a
un paraiso tropical donde los Dugtrio usan peluca, la ducha. -Oh, gracias, gracias-
dije, a nadie en particular, a todo el mundo, no importaba, tampoco
importaba que no podria ni estirar los brazos en ese ropero azulejado
que aparentaba ser un baño, habia una ducha, y era todo lo que
importaba, me habria desvestido en ese mismo instante y abierto el agua
caliente al mango, pero logre conservar el mínimo indispensable de
dignidad -Les parece si nos turnamos para usar el baño y despues la ducha?- Pregunté mientras dejaba las cosas que traia en un rincon.
Pasado
un rato fue mi turno de usar el baño, por fín pude descargar toda la
tensión acumulada en un agradable baño caliente, no podia tomarme mucho
tiempo, dado que compartia la habitación y el suministro de agua
caliente con otras 3 personas, pero me tomé la libertad de disfrutar el
tiempo suficiente para descargar la tensión de mis hombros y
desenmarañar mi pobre cabello, a estas alturas podia usarlo para tejer
un alambrado para contener una manada de Tauros.
Luego de
vestirme, salí, sintiendo que se podian ver destellos frente a mi cara, y
me encontré con el grupo, y el hecho de que teniamos q repartirnos las
camas.-Oh... yo puedo dormir en el piso, pido turno de cama en el proximo pueblo que visitemos- Dije, suponiendo que esta no seria la última vez que nos pasaria esto.
Prendida la luz de mi departamento me di cuenta de porqué otra razón no quería invitar gente.
-Por favor traten de no romper nada, no son cosas mías.- Hice un gesto a... todo. Ya sabía que me estaban juzgando. -Venía con el contrato, no puedo tirarlas. Es lo que había.-
Ni
iba a cuestionar la situación de vivienda anterior de Ian para que ésto
le pareciera una mejora. Decidí revisar el bolso que había agarrado
mientras esperaba a bañarme último; lo mínimo que podía hacer era
dejarles que usaran el agua caliente. Me encontré con un trozo de carbón
macizo, un disco violeta y unas botellas de gaseosa. Muy generoso nuestro sponsor. Otros del grupo habían parecido más emocionados ante el contenido, supongo que eran diferente.
Mi
sospecha se confirmó cuando Nico sacó su nuevo pokemon de fuego y le
dio... una piedra azul que estoy casi seguro no le iba a ser útil. No
sabré mucho de otros tipos pero él necesita más ayuda que yo.
-Eu Nico,- lo llamé y le tiré el carbón - creo que esto le va a gustar más.-
Me miró como si fuera a preguntar de nuevo si era Navidad. Le sonreí y levanté el pulgar.
Cada
uno se fue acomodando después de bañarse y cuando finalmente apagué la
luz, pude sentir más agudamente la incomodidad. Tanto física como social
de compartir mi pequeño "cuarto" con casi extraños. La atmósfera se
disipó un poco entre el tarareo de Ian y la queja de Frost. Énfasis en
el casi extraños.
~
A
primera hora de la mañana y antes de todos, ya me había levantado.
Tendría mucho cansancio ayer pero estaba acostumbrado a quedarme hasta
bastante más tarde despierto investigando y leyendo cosas.
Mientras
esperaba que el resto volviera a la vida, calenté un poco de café
haciendo el menor ruido posible. Que igual fue bastante entre el crujido
del piso y que me choqué un mueble.
-Ehhm.. no hay más leche, espero que les guste el café puro. O té, creo que tengo.- dije revisando la alacena una vez que ya habían despertado todos. -No sé si vamos a almorzar antes de ir al Gym pero, creo que todos nos guardamos suficiente ayer para que no sea problema?-
Estaba desenvolviendo unos macaroons de una fruta con nombre que no podría pronunciar cuando me acordé de otra cosa.
-Ah, Ian. El pumpkaboo ese que atrapaste ayer. Todavía sigue la oferta? Me gustaría tenerlo.-
El
grupo se terminó dividiendo, por suerte. Al parecer de alguna manera
les había hecho razonar que estar todos juntos hacinados en un pequeño
departamento no era buena idea, aunque la suerte que tuvimos en el
centro pokemon tampoco fue mucha. Una única habitación.... ¿Qué tenía
de atractiva esta ciudad para atraer tanta gente? En lo que el resto
del grupo terminaba de coordinar algunos detalles con la enfermera de
turno, volteé a mirar el lugar. No había tanta gente como hasta hace
unas horas, pero el cansancio era notable, en todos, tanto empleados
como pacientes ¿Acaso había ocurrido algo de lo que no estuviéramos
enterados? ¿Quizá no habíamos sido los únicos recientemente atacados en
medio de la tormenta? Quise prestar atención y buscar algún detalle que
me diera algún indicio de lo que sucedía, pero no tuve tiempo, pues el
resto del grupo parecía más interesado en ir a la habitación.
Subimos
con algunas cosas que pronto arrojamos sobre las camas. La habitación
era pequeña pero serviría para su propósito. Ibaraki desapareció en el
baño, se escuchó la el agua de la ducha. -No tengo problema en
bañarme última si quieren, estoy acostumbrada al agua fría -me senté
sobre una de las camas con mi bolso a un lado y suspiré. Estaba agotada.
Tenía a mi cuerpo acostumbrado a andar por horas pero no a someterse a
semejante fatiga física, o al menos hace rato no le sobre exigía tanto.
Peeeero, tenía el estómago contento y con algunas horas de sueño
seguramente me sentiría renovada- ¡Ah! Las camas -me di cuenta de que me
estaba acomodando sin pensar demasiado- No tengo problema en dormir en
el suelo o en cualquier lado, me da igual. Podemos compartir o no.
Igualmente, creo que los que se hayan lastimado deberían dormir mejor.
Revisé
mi bolso. Al parecer el contenido no era el mismo para todos, o eso
había notado antes de que nos separáramos. Lo chequeé. Más allá de
algunas cosas básicas, pude dar con un hermoso par de googles. Los saqué
del interior del bolso con estrellitas en los ojos, me recordaban mucho
a unos que había tenido de pequeña. Sin dudarlos me los probé. -
Están en perfecto estado, sin una marca. Ay... -intenté reprimir mi
emoción y volví a guardarlos en el bolso. Me serían muy, pero muy, muy
útiles. Aunque.... si conseguía un nuevo pokemon volador, y esperaba que
fuera pronto.
Recordé a Galahad. Estaba tan molesta con él que lo había notado y no había salido de su pokebola a espiar a Ibaraki.
¿Segura?
Corrí
hasta la puerta del baño sin decirle nada a los dos hombres que estaban
cerca y pedí permiso antes de asomarme. No, todo ok, el meteorito
pervertido estaba en su pokebola. Era extraño, él tenía un oído especial
para situaciones de baño, pero por como estaban las cosas, tomaría un
rato que volviera a salir por su cuenta. Tenía ganas de ponerle las
antiparras, pero... creo que ni le entrarían... -Y antes de que me
olvide -agregué empezando a acomodar la habitación, colocando mi bolso
en algún lugar que no molestara y viendo cómo aprovechar el espacio-
Galahad es nocturno, tiende a andar libre por la noche. No creo que
salga hoy... pero les aviso para que no se asusten si de pronto tienen
algo flotando encima -sonreí, para mi era algo totalmente normal.
Revise
el bolso que aunque parecía grande tenía solamente tres cosas en el
interior: Una especie de reloj, un pequeño aparato con una pantalla con
lineas y un par de antiparras pequeñas que parecían ser para un niño.
Cuando inspeccioné con cuidado el reloj me di cuenta que era igual al
que tenía Frost por lo que empecé a apretar botones hasta que
eventualmente encendió.
La verdad era que era la primera vez que
tenía estos aparatos en la manos por lo que era todo nuevo para mi, pero
la interfaz era muy intuitiva por lo que no me costó entender cómo
funcionaba. Parece ser que el aparato tenía un mapa, teléfono y radio,
bastante útil a mi parecer, en especial la radio, digo el teléfono.
De inmediato me acerque a Frost.
-Señor
Frost- tuve que contener una risita, me seguía sonando a marca de
helado- Parece ser que tengo uno de estos tambien, pasame el numero asi
estamos en contacto- le sugerí a lo que aceptó. Me puse el pokegear en la muñeca izquierda, la cosa era un reloj en toda su gloria.
Tener con que comunicarnos si nos separabamos era algo muy útil.
No sabia que hacer con las gafas, pero supuse que eran para un pokemon por el tamaño.
-¿Los pokemon se ponen a la moda ahora?, lo que se aprende estos días…
Entonces
vi a Mint que inspeccionaba el bolso con algo de horror en sus ojos, me
acerqué y noté que un reluciente cuchillo yacía en el fondo. Le hable
despacio y suave.
-Señor Mint se que no le gusta lastimar a los demás, que le parece si me lo da a cambio de estas antiparras- le dije. -------------------------------------------------------------------------- “inserte respuesta de mint” -------------------------------------------------------------------------- Decidimos
separarnos y nuestro grupo se dirigió al centro de turno en donde nos
atendió un cansada enfermera, salem que estaba en mi hombro la saludo
con una pata, nos metió a los cuatro de una sola habitación.
-“Lo
que...por favor nada inapropiado!”- se aseguró en remarcar, nose que
pensaba que íbamos a hacer, yo seguro terminó preso si intento algo con
las menores, pero estaba bueno que por lo menos me asemejara a gente de
esa edad, no me hacía sentir tan hecho mierda.
-
Emm, si, supongo que es bueno hacer la aclaración- dije mientras me
acariciaba la sombra de barba que ya me estaba saliendo, estoy re viejo
la puta madre...
-Ara~ Ara~, y yo que quería algo de menta esta noche- dijo Ibaraki.
Abrí
los ojos como dos platos, cuando había pasado eso nose, pero ahora que
íbamos a compartir una habitación juntos, era algo incomodo, no es que
no esté acostumbrado, mi compañero en la universidad tenía sexo dia por
medio y yo me volteaba intentando hacer que estaba dormido, en un
intento de no escuchar los “ruidos”, pero no dejaba de ser incomodo.
Los
tres pisos que hizo el ascensor fueron algo incómodos, pero pronto nos
encontrábamos en la habitación. Salem salto de mi hombro y se acurruco
en el medio exacto de una de las camas.
-
Yo… este… puedo esperar afuera si se quieren cambiar o algo, les dije a
las chicas- soy medico y todo, pero por alguna razón me daba pudor. --------------------------------------------- espero afuera a que se bañen y eso --------------------------------------------- Saque una especie de chaco del maletín y me miraron asustados.
-No, no, es una percha ¿ven?-
dije mientras la ensamblaba, me sacaba el traje, lo acomodaba en la
percha y lo colgaba en el palo de la ventana. Tenia un boxer largo así
que no era que quedaba en bolas.
-Oh... yo puedo dormir en el piso, pido turno de cama en el próximo pueblo que visitemos- dijo Ibaraki.
-Bien, no te voy a decir que no, la verdad es que estoy muerto- le dije mientras me tiraba en la cama junto a salem.
-
¿Y ustedes por qué viajan?- dije mirando al techo desde la cama -Yo por
mi lado no estoy muy seguro ya, la verdad es que nunca salí de los
caminos marcados, todo esto de los ríos y pokemon asesinos es nuevo para
mi, no soy lo que se podría decir un “entrenador”.
-Bueno, más pokeballs, una mt y un arma que no se usa.- Dije mientras guardaba el contenido del bolso en mi mochila.
Para
nuestra suerte Jamie había dejado otro pokegear en el bolso que tomo el
doc por lo que intercambiamos números justo antes de que nos separemos
entre los que fuimos con Rommie y los que se fueron al centro. En la
mañana nos veríamos frente al gimnasio para seguir con lo que sea que
pudiéramos averiguar.
Llegamos a lo de Rommie, pequeño pero
funcional para una persona, lástima que somos 4. Ian enseguida pidió
dormir sobre la mesa, nunca se me hubiera ocurrido eso. -Rommie, tenes un poco de papel y una lapicera?- le
pregunté a Yannick, este revolvió uno de los cajones y saco lo que le
había pedido, le agradecí con una sonrisa mientras me sentaba en una
silla.
-Usen el baño, yo tengo cosas que escribir antes, puedo esperar.- Comente mientras me concentraba en el papel.
Cosas por hacer mañana:
-Contar que estemos los 8 -Reunirlos y armar una estrategia antes de entrar al gimnasio (poner a Nico en el medio, no confiar en que preste atención) -Averiguar el tipo de pokemons que usan en el lugar y ver quien tiene las mejores chances de ganar -Sacarle información a la señora líder.
Estaba
pensando en el siguiente punto de la lista cuando vi que Chalman jugaba
con una especie de felino de fuego o más bien este trataba de comerse
al pájaro, no pude evitar levantar una ceja ante tal escena. Por suerte
logró separarlos antes de que pase a mayores.
-Bienvenido al mejor equipo volador de todos!- Insitintivamente
me lleve la palma a la frente, posiblemente dejando una marca roja
allí. Tome mi lista y subraye fuertemente el segundo punto.
Mirando mi bolso me encontré con una desagradable sorpresa un cuchillo
yo no sabía qué hacer con este artículo la verdad entonce el doctor
apareció y me ofreció unos googles a cambio del cuchillo le dije -claro
toma la verdad no me agradan las armas- le di el cuchillo y medio los
googles eran perfectos.
Después nos dividimos uno íbamos para el
centro Pokémon y los otros a la casa de yannick al llegar al centro
Pokémon nos recibió una enfermera muy abrumada después de charlar con
ella nos dijo que quedaba un habitación y aparte dijo que no hicieramos
nada inapropiado a que se referirá no se depronto ibaraki dijo un
comentario muy muy ehhhh impactante y ahí me di cuenta de la situación y
la mire me estába asustado su mirada y me ponía rojo pesando en lo que
dijo.
Subimos al ascensor donde la tensión del momento era muy
fuerte de pronto ibaraki se disculpó por el comentario y le respondí-
tra... tranquila es...ta bien- y le sonreía para tratar de calmar el
ambiente.
Llegamos y todos hicieron sus cosas yo por mi parte me
preparaba para ducharme y dormir pronto salio ibaraki de la ducha y
entre rápido evitando el contacto con ella aún estaba pensando el lo de
recién y pensado en cosas..... si cosas normales y por nada inapropiadas
me estaba poniendo rojo de nuevo.
-ahh- dije con un tono
relajado por el simple placer de agua caliente en mi cuerpo despues de
todo el viaje esto está lo mejor termine rápido estaba renovado pero aún
cansado después me puse a mirar mi abrigo para ver que el agua la había
arruinado ya estaba vieja pero el agua le dio el golpe fatal creo que
debo conseguír otro abrigo ya queria a dormir tenía sueño.
El doc
pregunto por que viajábamos y le dije -quiero vivir y hacer todo lo que
quiero hacer sin restricciones- ya me gradue de mis estudios saltadome
varios años por lo que estudiós no eran un problema -y en especial
alejarme de mi familia si *bostezo* la conocieran querían estar en el
*bostezo* puente - aunque tal vez podría desafiar a la líder sería algo
genial para probar se los consultaré -chicos.............- me quedé
dormido de pie está muy cansado.
Era
una mañana fria, los primeros pasos se escuchaban corriendo por los
pasillos del centro Pokemon de Laverre. Mint habia sido el primero en
caer dormido, luego uno a uno los demas entrenadores fueron vencidos por
el sueño.Cuando las primeras luces entraron por las cortinas de la
ventana, ninguno despego un ojo, pero cuando la enfermera golpeo
freneticamente la puerta,no pudieron evitar despetar alarmados.
-FUERA!.-
Grito una enfermera, era mas alta que la del mostrador, con su rostro
delgado consumido y un maquillaje muy fuerte. La mujer entro a la carga
al cuarto con un equipo de limpieza y empezo a rociar todo el cuarto con
desinfectante. Galahad estaba fuera de su Pokebola flotando en el aire,
y por lo visto el olor del aerosol le estaba generando alergias.
Los
entrenadores recogieron sus pertenencias y bajaron de mala gana por las
escaleras hasta la planta baja. El lugar estaba abarrotado ahora, gente
iba y venia haciendo el recambio de habitaciones, curando a sus Pokemon
y sirviendose en bandejas plasticas el desayuno de cortecia del Centro,
que consistia en un vaso plastico de cafe y tres galletas miniatura.
Pasaron la mayor parte de la mañana tratando de buscar una mesa y
esperando que la enfermera del piso de abajo, que parecia mas amable,
haga un chequeo rapido de sus Pokemon y los cure apropiadamente. Pasadas
unas horas la enfermera flaca del piso de arriba nuevamente los corrio
de las mesas, siguiendolos con su aerosol desinfectante hasta que los
jovenes estuvieron en la puerta del Centro, del lado de afuera.
El
departamento de Yannick era un desastre. Por lo visto, los jovenes se
movian bastante dormidos, y al moverse daban contra algun mueble,
derribando las multiples decoraciones de porcelana. Por fortuna ninguna
se habia roto, pero generalmente al caer golpeaban a los entrenadores, y
eso los despertaba. De todas maneras, pudieron dormir la mayor parte de
la noche. Yannick se desperto primero, quizas por el hecho de tener
gente en su casa y aun no sentirse del todo confiado. Ian cumpliendo su
palabra, durmio acurrucado sobre la mesa, y por lo visto solo se cayo
unas pocas veces. Los Pokemon de Nico por lo visto habian salido de sus
Pokebolas y habian comenzado a perseguirse por toda la casa,
contribuyendo tambien al desastre. Los jovenes se desperaron cuando el
sol entro levemente por la ventana.
-Esa mesa era mucho mas comoda que la cama de esa posada de mala muerte de Thenardier...- Dijo Ian mientras se estiraba y su espalda crujia. Todos se habian despertado y parecian listos a partir.-
Oh por cierto...lo que preguntaste anoche! Si, desde luego, despues de
una noche de hospedaje gratis , claro que ese Pumpkaboo tiene nuevo
dueño.- Dijo el muchacho de cabello rubio, liberando a la calabaza.- Se llama Lestibournes y le gustan los atardeceres.- Dijo el muchacho sonriendo mientras se calzaba nuevamente su pesada mochila al hombro. - Pequeño, ese de ahi es tu nuevo dueño. Oh no me mires asi, no vamos a estar lejos, planeo quedarme cerca de ambos.- Concluyo guiñandole el ojo al Pokemon fantasma.
Los
entrenadores salieron a la calle. Laverre era una ciudad turistica,
pero por la mañana parecia medio deshabitada. Los comercios cotidianos
como almancenes, verdulerias y otras tiendas abrian pero solo eran
visitadas por los lugareños. Hacia el centro de la ciudad, en direccion
al gran arbol, la cosa cambiaba. Se vaia mas gente yendo y viniendo, y
sobretodo: haciendo fila delante del arbol que era el gimnasio de la
ciudad. Numerosos entrenadores estaban en la fila, por lo visto, el
lugar no habia abierto.
-Miren! Ahi vienen!! .-
Grito uno de los mas jovenes, visiblemente emocionado. Cruzando la
calle, desde el extremo de la ciudad, venian caminando tres chicas. Los
entrenadores no pudieron evitar mirar impresionados tambien.
Las
chicas llevaban puestas prendas orientales, unos muy ornamentados
furisodes de colores fuertes. La piel de las tres era palida, casi
blanca como una hoja de papel. El cabello de la chica del medio era
negro muy oscuro, y sus ojos eran de un celeste mas claro que el mismo
cielo. Las dos chicas que iban escoltandola, tenian el cabello naranja y
sus ojos de un verde azulado muy intenso. Las tres eran tan hermosas
que solo generaban incomodidad en la gente, algo era antinatural de
tanta belleza. Las chicas no sonreian, solo caminaban elegantemente
hacia el gimnasio mientras la gente que esperaba fuera murmuraba a su
alrededor.
-Esa...la chica del medio...es la lider, no? Mallory..- Pregunto uno de los entrenadores en la fila.
La
tranquila luz del sol entraba por la ventana mientras afuera el
tranquilo cantar de los pajaros nos despertaba sin ser molesto. Eso,
habría sido un lindo comienzo. En su lugar, me desperté cuatro veces
durante la noche con las figuras que no paraban de caerse sobre mi
espalda, y a eso sumale que los pokemons de chal estaban luchando por la
casa.
-Odio todo.- Dije mientras me levantaba del piso y la 5ta figura caía encima mío. -Decime que puedo tirar una contra algo, por favor.- Le comenté a rommie con mi mejor cara de mal humor, este solo me sonrió nervioso y se llevó una mano a la nuca.
Terminamos
de prepararnos cuando vi que Ian le daba su calabaza voladora a roomie,
despidiéndose de este con una promesa un tanto cliché. -Te doy un seis por el comentario, tigre.- le dije dandole una palmadita en la espalda sin detenerme a mirarlo. -Ahora, señores, vamos a trabajar.- Me puse los lentes de sol mientras me dirigía a la salida, por lo menos asi iba a ocultar mi cara de odio.
Comenzamos
a caminar por la casi desierta ciudad hasta llegar a la plaza donde una
multitud hacía fila para entrar al gimnasio, nunca una fácil. Enseguida
cayo el resto de nuestros compañero, por suerte mint no los mató, creo
voy a tacharlo de amenazas escondidas. Solo es tímido.
Saque mi lista y comencé a leer los puntos dándole la espalda a la fila. -A ver, todos alrededor de chal por favor.-
Indique con mi mano, todos parecieron mirarme raro pero accedieron.
Entonces comencé a contarlos, un rubio, un doctor, roomie, chal, una
hippie, una rubia y un mint. -Estamos todos por suerte.- murmuré, tome aire para prepararme para lo siguiente, esto de liderar no es lo mío pero alguien tiene que hacerlo. -Bueno señores, no creo que veamos a la líder a menos que lleguemos hasta ella y debido a que, obviamente.- me detuve a señalar a toda la gente que teníamos adelante.-
Tenemos un largo tiempo de espera sugiero que averigüemos qué tipo de
pokemons usan aca para ver quién de nosotros tiene la ventaja. No
podemos simplemente entrar a golpear a todo lo que se mueva hasta
obtener respuestas.- En esto último miré a hippie y rubia, después de todo ellas eran las que tenían experiencia en violencia animal.-Estamos en un Gimnasio Pokemon, aca hay reglas.-
-Miren! Ahi vienen!! .-
Todos
mis compañeros se dieron vuelta para ver de quién se trataba, 3 chicas
con ropa extraña y bien elaborada venían caminando en dirección al
gimnasio. Su belleza, parecía intimidar a muchos de los entrenadores que
estaban esperando, espero que no sea nuestro caso.
-Esa...la chica del medio...es la lider,no? Mallory..- Preguntó uno de los entrenadores en la fila.
-Me estas jodiendo…- Dije mientras arrugaba mi lista en un bollo de papel.-
Okey señores, cambios de planes, el que se sienta más caradura vaya y
pregunte ahora, no quiero hacer fila al pedo. Recuerden, Julia
Arquembourg, desaparecida, posible destrucción mundial o algo así.-
Un
rayo de luz cayó sobre mí, y fue claro que este era mi momento. La
líder había aparecido cómo si el destino nos hubiera tirado una picando,
e incluso Frost se dió vuelta hacia nosotros buscando a algún
voluntario. Ví como sus ojos se fijaron en mí cuando mencionó lo de
caradura.
Era mi turno de brillar.
Arreglé mi postura,
inflé mi pecho y formé mi mejor sonrisa mientras comencé a caminar hacia
las tres jóvenes. Guardé mis manos en los bolsillos de mi chal y traté
de fingir naturalidad y algo de familiaridad al verlas. Podía sentir los
ojos de los entrenadores de la fila en mi espalda, y eso no hizo nada
más que emocionarme aún más. Siempre trabajé mejor con una audiencia.
-¡Mallory, querida! -Saludé con una mano despreocupadamente, guiñándole a las tres, -La verdad no te reconocí. Bah, tiene sentido ya que te había visto de cara nomás. Hace un par de meses, ¿En Lumiose? -Me agarré la barbilla con una mano, fingiendo estar pensativo, -¿Te acordás? Soy el tipo que se tiraba de la parte más alta de la torre y planeaba con esta hermosura. -Dí un elegante giro mientras les mostraba mi chal, -Creo haberte visto en la audiencia, y quizá a alguna de tus amiguitas, ¿Puede ser?-
Dejé
que mis palabras tuvieran su efecto, así que espere unos segundos antes
de seguir hablando. Demasiada palabrería la hubiera hecho sospechar de
mí, y muy poco la hubiera confundido. Técnicamente no estaba mintiendo;
realmente había hecho eso de tirarme de la torre y había tenido unas
lindas audiencias. Era muy posible que ella se encontrara en una de
ellas.
Un parpadeo. Dos. Tres. Hora de seguir.
-Cómo sea, que coincidencia esta de encontrarte acá. Justo resulta que yo y mis compañeros... -Señalé al grupo detrás mío, -
te estábamos buscando. No te preocupes, no tiene nada que ver con una
batalla, aunque estaría feliz de aceptar una. Es sobre un tema algo
más... delicado. -Me acerque un poco más y empecé a susurrar. -
Estamos buscando a una pobre joven que no ha sido vista en un largo
tiempo, y escuchamos por ahí que vos podrías tener algo de información
sobre ella. Julia Arquembourg, ¿Te suena? -Sonreí de nuevo, poniendo toda mi carisma en ésta, -Espero puedas darnos tu ayuda, realmente la necesitamos. Y perdoname si estoy intruyendo mucho.
Dí
un par de pasos hacia atrás e hice una mínima reverencia, dejando que
mi chal caiga casi hasta el suelo. Había sido una buena actuación, tenía
que admitirlo. Y ahora a ver el resultado de ésta.
-Ah por cierto, hermosas ropas que están vistiendo todas. -Mencioné, esta vez siendo totalmente sincero, -Me encantaría que me des unos tips algun día. Capaz ayudarme a diseñar un chal incluso más fabuloso.
La
ducha y el sueño habían sido rejuvenecedores. A pesar de que no había
mucha agua caliente, ya habían pasado unos días sin poder darme una
ducha decente así que lo disfruté igualmente. Cuando salí de la
habitación Mint ya se había dormido, parado. -Creo que si lo tocamos
con un palito se va a caer... -finalmente con cuidado lo colocamos en
una de las camas, mientras que la otra estaba siendo ocupada por el Doc y
su skitty, eso nos dejaba a mi y a Ibaraki en el suelo, pero a decir
verdad entre todas las almohadas y colchas, nos habíamos armado un
descanso más que decente. Me arrojé en la cama improvisada, me abrigué y me preparé para dormir, no sin antes responder lo que el Doc había consultado. -
Estoy buscando arreglar algunas cosas -dije sin ningún todo particular y
me di vuelta, colocando la pokebola de Galahad a un lado mío, como
acostumbraba a hacerlo- Buenas noches.
Al día siguiente la
experiencia no fue tan buena, pero con lo lleno que estaba el sitio
podía entenderlo. Seguía preguntándome por qué estaba así el lugar. Más
allá de que fuera una ciudad medianamente turística (por lo que había
llegado a ver), me alarmaba tanta cantidad de personas atendiendo sus
pokemon. Tuve una idea, vería si luego, cuando estuviéramos todos
reunidos, podría llevarla a cabo.
Nos reunimos sin mayores
problemas (por cierto, repito, no soy hippie), pero el gimnasio parecía
estar lleno. Algo me hacía dudar de que todos los que estaban en la fila
eran realmente entrenadores. Bueno, desde el vamos no todos en nuestro
grupo lo eran, y mi interés en aquel sitio estaba bien lejos de
enfrentarme a la líder y sus aprendices. Nico 1 (¿O era el 2?)
estaba ideando todo un plan al que escuchamos atentamente, no tan
convencidos en algunos casos, pero pronto se fue al traste cuando
aparecieron un grupo de chicas. Sí, debían de ser ellas.
Tenían
su carisma, sus trajes eran particulares y a decir muy bellos, perfectos
para algún tipo de exhibición aérea, quizá si podría obtener algo bueno
de este lugar. Galahad salió de su pokebola, atraído por aquellas
mujeres. -No se te ocurra -lo agarré con ambas manos en el aire
antes de que se fuera flotando hasta ellas y colocarse quién sabe a qué
altura de sus cuerpos.
Chalman fue el primero en reaccionar e
intentar sacarles información de alguna manera. Su estrategia no era
mala, y tal como indicaba la reacción de Nico 1 o 2, sería mejor
increparlas que perder la mitad del día en una fila. Quizá al
principio nosotros pudimos creernos su actuación, pero era más evidente
que no las conocía en lo más mínimo, sin embargo, Chal siguió con su
charla y fue directo a nuestro objetivo. -No creo que comentar ese tema en público sea lo mejor... -susurré para el resto. El
'público' se impacientaba y se molestaba ante el actuar de nuestro
compañero, seguramente celosos o algo por el estilo. Galahad por su
parte tironeaba con más fuerza, ansioso por acercarse a mirar a las
chicas que se desplegaban a unos metros de nosotros. Tranquilamente
podría haber sido parte del fanclub que se estaba colocando en círculo a
nuestro alrededor. Eso no era tan bueno...
Galahad se detuvo
por un momento, y aprovechando que ya no oponía tanta resistencia,
agarré rápidamente su pokebola, pero él fue más rápido y, tal como
seguramente lo había planeado, tomó la oportunidad y se escapó de mis
manos, volando a gran velocidad hacia Chalman y pegándole un empujón de
aquellos en los que se especializaba.
//Tackle 15 (+15) - Perdón!// [dice]0[/dice]
Tan
pronto lo corrió se quedó flotando absorto en la particular belleza de
las chicas, girando sobre sí mismo y haciendo uno de sus papeles
favoritos: 'Mirenme, son una tierna pelota flotante que emite ruiditos
raros espaciales. Abrázenme'. Ay Galahad, si no tuvieras esa corteza
de piedra encima quizá te verías tierno, pero así... A menos que los
gustos de aquellas tipas fueran... peculiares.
Estuve a punto de
actuar, lo típico, devolverlo a su pokebola y pedir disculpas, pero me
detuve apenas dí un paso para adelante. Más allá de los deseos
pervertidos y celosos de mi minior, sentía que podía sacarle provecho a
aquella situación. Si teníamos suerte.... quizá lo que había planeado
Galahad iba mucho más de lo que yo pensaba.
Mint no llegó a la cama antes de caer seco, o mejor dicho, no caer, el chico estaba dormido de pie...
-Creo que si lo tocamos con un palito se va a caer...-
Escuché decir a Nitta, mientras intentaba dejar al muchacho de pelo
verde en la cama, pensé sugerir desvestirlo y acostarlo, pero ya una
mala broma habia sido suficiente para toda la noche, iban a pensar de
que en serio me lo queria voltear. Por lo que me limité a ayudarla a
recostarlo y tirarle una manta arriba.
Mientras nos acomodabamos
con la chica castaña, el doctor preguntó que por que viajabamos, me
senté un momento en el suelo, al lado de Baraddur, quien estaba buscando
un rincón oscuro bajo la cama del doc, acomodando su arena para entrar
cómodamente debajo. Estaba considerando mi respuesta cuando Nitta dijo
la suya, arreglar algunas cosas, yo podria decir algo similar, arreglar
mi vida entera, pero aún no me sentia tan cómoda con el grupo como para
explicarles toda mi vida, me agradaban, todos ellos, eran las mejores
personas que habia conocido en 10 años, claro que uno no conoce mucha
gente viviendo en un hotel abandonado y derruido, pero aun así, preferí
guardar mi pasado un tiempo más. -Ehhh, digamos que necesitaba cambiar de ambiente- Respondí, algo dudosa-Hasta mañana-
La
mañana siguiente prometia ser... Como muchas de las mañanas de los
últimos 10 años, despertar con los gritos de una histérica.
La
puerta se cerró detrás de mi de un golpe, la loca enfermera/maid que
nos sacó rajando claramente necesitaba una alegria en la vida. La puerta
se abrió por un segundo en el cual Baraddur salió a una velocidad que
dudo haber visto antes en él, su mirada de alarma me hacia pensar que la
enfermera habia tratado de aspirarlo. -Espero que le dejaras un cago abajo de la cama-Le dije con una voz la cual decia que no estaba del todo despierta.
Rato
despues, mientras terminabamos de desayunar la enfermaid del piso de
arriba volvió a acosarnos con sus productos de limpieza, cuando
estubimos afuera, miré a Baraddur a los ojos. -Le dejaste un cago abajo de la cama, verdad? Buen trabajo- Dudo que así fuera, pero me alegró la mañana pensar en la cara de horror de la tipa acelerada.
Recorrimos
las calles hasta llegar al Gym local, actualmente apestado de gente,
donde vimos al resto del grupo. Nicholas nos organizó rápidamente para
que nos pusieramos de acuerdo de como evitar comernos una fila infinita
para poder entrar y hablar con la Gym Leader, mientras por alguna razón
comencé a sentir una tensión en los hombros, raro, habia dormido
bastante relajada y el despertar no fue tan brusco, si bien no fue
agradable no era para tanto, el tumulto de gente era incómodo, pero
recien llegabamos, no era para ponerme tensa.
-Miren! Ahi vienen!!-
Se escuchó un grito, volteé para ver en la dirección que señalaban y
entonces algo pasó, la presión fue más fuerte, al ver a esas mujeres,
sentí que algo no cuadraba, algo habia, sus rasgos eran lo que el común
de la gente podria llamar perfectos, entre más veia más sentia esa
creciente presión, al punto de que requirió toda mi voluntad para no
caer de rodillas, sin embargo, no podia apartar la mirada, sentí que no
miraba a una mujer normal, era como un titán, un ser colosal que podria
aplastarme solo con sus ojos, sentia que si apartaba la vista, estaria
acabada.
Comencé a agitarme, mi respiración era irregular, hasta
que la presión disminuyó, volví a la realidad, Nico se habia puesto
frente a esas mujeres y comenzó a hacer algo, no habia escuchado el
principio de su monologo, pero al parecer las conocia, o fingia
conocerlas, luego algo terrible pasó, todavia no registraba
completamente mi entorno, lo proximo que logré distinguir fué una piedra
voladora en donde Nico estaba hacia un momento, una conocida y babosa
piedra voladora, Galahad, eso era malo, Nitta tenia que detenerlo,
alguien tenia que detenerlo, intenté hablar pero no podia formar
palabras, solo podia quedarme ahí, viendo...
-Cha cha..- dijo el pokemon todavía mirando triste a Ian.
Quería
abrazarlo. Era tonto pero hacía mucho no tenía un bicho al que le
pudiera entender fácilmente las expresiones. Y que no estuviera hecho de
metal sólido.
Antes que me acercara se largó a llorar. Lo miré a
Ian con algo de pánico, haciendo gesto de "no le hice nada". Entonces
el pequeño empezó a brillar fuertemente hasta que solo se vio su
silueta, la cual fue cambiando. Ah. Cierto. Técnicamente eso fue un
intercambio. Al extinguirse el brillo mostró su nueva forma: elongada y
rosada. Parecía más calmado, tarareando como Ian. Y empezó a tocarme con
su pelo/brazos. Como Ian. (?)
-Ok, suficiente con eso.- Lo guardé sin más. Estoy empezando a sentir un patrón de mis pokemon queriendo tocarme con sus apéndices.
No procesé lo que había insinuado su dueño original hasta el comentario de Frost. -Um s-si vamos yendo. No hagamos esperar al resto.-
Me volví a chocar un mueble al intentar caminar a la salida. Putié por
lo bajo sin volverme a mirarlos y agarré el bolso negro donde había
pasado las cosas que habían sobrevivido al río. Iba a ordenar el
quilombo que había quedado a la vuelta.
Alrededor del gimnasio ya
había una multitud. Siempre lo mismo en el centro, por esto prefería ir
al trabajo por las calles laterales. Frost se encargó de organizarnos
hasta que llegó la Líder y pareció tirar sus planes por la ventana. Las
minas éstas me daban una sensación rara desde la primera vez que las vi.
Eran hermosas, pero del mismo modo que un incendio forestal es en
cierta forma hermoso; algo que se aprecia desde una distancia segura. O
capaz era solo la especialización en Fairy Type; esa gente suele ser...
peculiar. Nico se mandó al frente intentando convencer a la Líder de que
se conocían o algo y le fue predeciblemente
mal. Hasta que la piedra de la morocha se lo llevó puesto. Hubo un
segundo de silencio entre la gente después de eso, mientras el bicho
giraba en su lugar frente a las mujeres.
-Bueno, creo que eso salió bastante bien.- Le comenté al roomie. Esperemos que no crean en las primeras impresiones.
Me
desperté repentinamente estaba amaneciendo todos estaban durmiendo y me
acorde de que me había quedado dormido me sonroje pensando en que
tuvieron que llevarme a la cama es muy normal que me quedé dormido de
pie me pudieron haber dejado dormir asi en esos momentos soy una estatua
y no me afecta dormir asi.
Aproveche que dormía el resto para
tomarme una ducha matutina cuando salí de la ducha entro la enfermera
con un desinfectante tome mis cosas y fuimos a desayunar aproveche el
miserable desayuno para ver al Pokémon nuevo era un snivy un Pokémon
poco común y que no era de esta región saque de mi bolso uno de los
paquetes de la cafetería y de ahí saque unas galletas con un fuerte olor
dulce antes de ofrecérselas ya había sacado unas cuantas no me moleste y
le ofrecí el resto a los demás Pokémon es hora de poner un mote pero
cual ya se y dije -desde hoy serás Green - el nombre le agrado y se puso
contento mientras terminaba el desayuno y ellos jugaban le agradecí al
resto por haberme colocado en la cama -gracias por lo de anoche- les
dije pero repentinamente volvió la enfermera con el desinfectante
salimos corriendo y nos fuimos a reunir con el resto del grupo.
Nos
juntamos en la plaza frente al gimnasio una larga fila de entrenadores
se encontraba frente a nosotros y yo seguía con la idea de retar a
mallory le dije al resto -se que es complicado y no quiero molestar pero
si no es mucha molestia me dejarían retar a Mallory a un combate por su
medalla -estaba un poco enrojecido pidiéndoles esto pronto apareció
Mallory y todas las miradas se centraron en ella y claro era la primera
vez que veían a Mallory era un mujer impresionante sinseramente su
apariencia era meh para mi pero el ser la líder la hacia un símbolo ella
representa a lavarre City a todos los entrenadores que la enfrentan
derrotarla significa no ser débil.