El
cuchillo voló silencioso y mortal hacia el joven Jaime, estaba muy
lejos para interceptar, pero por suerte el minior de Nitta había salido
en su defensa y este se clavó en su coraza. No entendía, ¿porque
atacaban a su propio jefe?, que era lo que pensaban, encima un chico
indefenso, que asco me dan esas personas, ya me estaban cansando.
Mi
mano se movió involuntariamente al estuche del cuchillo que colgaba en
mi cinturón, aunque enseguida recapacite y cerré fuertemente el puño.
Salem al ver que no podía asustar a Nitta, ni al terrorífico árbol saltó a mis brazos decepcionado.
-A mi me pareces aterrador, trata de no alejarte- le dije acariciándole la cabeza.
Mire
a la calabaza que había arrojado el cuchillo y pensé en seguirle el
juego a Nitta, si la gente entraba en pánico alguien podría salir
lastimado, además parecía divertido, no iba a mentir.
-¡Esos
trucos baratos no funcionan contra nosotros, los no muertos! - dije
señalando a la chica en un pose completamente irrisoria, no sabía actuar
era un hecho, mientras Salem y Cianuro lanzaban un grito de batalla o
intentaban al menos.
Los tres nos acercamos hacia la bruja
mientras yo posaba una rodilla en el suelo. Salem no hacia la pose de
reverencia así que le di un golpecito como pude y este a su vez a
Cianuro que no podía evitar intentar girar la cabeza para lanzar otro
ataque al árbol gigante.
-Oh gran ama permitidle a este noble
sirviente un poco de su poder- le dije de la manera más sobreactuada
posible. Esta asintió y los tres rodeamos a Cianuro extendiendo las
manos.
//Coordinacion// [dice]0[/dice]
Partículas de oscuridad empezaron a formarse alrededor del pokemon.
-¡Oh sombras del más allá, que se ocultan en la oscuridad, escuchen mi llamado y brindenme un embrujo soñado!
Con
el “hechizo” la cola de Cianuro se volvió tan oscura que no podría
verse de no ser por el resplandor de la luna, este salto y atacó al
árbol sin perder mas tiempo.
El
gran arbol cayo victima de la ultima combinacion de ataques. La gente
vitoreo, si bien en un principio cuando vieron volar el cuchillo de una
de las chicas de la mascara se vieron algo confundidos, luego vieron la
actuacion del Minior al interponerse delante de la chica rubia que
defendia al confundido Jaime. Eso los volvio a convencer de que se
trataba de una gran obra al aire libre. La cancion de Ian continuaba a
pesar de que el Pokemon habia caido y que sus compañeros ahora se
reagrupaban.
Jaime estaba palido y temblaba. Oculto su rostro
entre las palmas de sus manos y parecia tener dificultades para
respirar. Cuando Nico le hablo, el muchacho comenzo a respirar con mas
dificultad aun.
-Y-yo no puedo
combatir...e-eso era...era lo que Julia decia. E-ella me decia que yo
podia salvar gente de otra forma...e-ella me dijo que nunca ensuciara
mis manos...- El muchacho comenzaba a perder la compostura aun mas,
cuando la risa de las chicas enmascaradas saco a los entrenadores de
aquella situacion.
Las chicas con mascara se reagruparon tambien,
luego de que una de ellas fuera atacada por el Minior de Nitta y por
Ibaraki. Cuando la chica rubia se lanzo al ataque, varios niños
espectadores aplaudieron contentos, sobretodo despues de las palabras de
la entrenadora del Minior. Ahi fue cuando lo inesperado ocurrio y uno
de los niños quizo unirse al combate ayudando. La voz de Ian se apago
cuando el niño ingreso contento haciendose lugar entre las raices.
Una
de las chicas con mascara dio un salto en el aire y agarro al chico por
los hombros. Este palidecio al igual que todos los demas presentes. Un
silencio se apodero de la plaza cuando la chica del cuchillo saco una
reluciente daga igual que la que habian lanzado a Jaime hace un momento.
El cuchillo rozo el cuello del niño y se quedo cerca de su hombro
mientras la enmascara reia por lo bajo.
-Creo que nosotras ganamos...vamos a hacerlo simple, Jaime...por que no venis con nosotras y vamos a visitar a tu papi? - Murmuro en tono de amenaza.- Ya se divirtieron, que sentido tiene que salga mas gente lastimada...? -
El
silencio se apodero de la plaza. La mayoria de la gente no comprendia
que esto no era parte del acto, incluso el niño aun parecia no
comprender del todo, ya que miraba a los entrenadores lleno de
diversión.
Habiamos
derrotado al arbol gigante, pero cuando ibamos a cantar victoria, las
chicas habian tomado de rehen un pequeño niño del publico. No podia
creer que tan bajo podian caer, juro que no puedo entender que mueve a
esas personas.
El niño parecia ser que se divertia, no se
imaginaba que esto era real, que su vida corria peligro. Me hervia la
sangre de bronca.
-Ama mia, dejeme hablar con ellas, quizas pueda
convencerlas de poder ver la luz de la luna- le dije con una
revenrencia a nitta que asintio -muchas gracias su majestad
Tome aire y me abri de brazos.
-
Veo que entraron en panico al ver el poder de nuestra ama!- rei
exageradamente- no te preocupes niño ser un zombie es genial, podes
comer todos los caramelos que quieras, verdad salem?- le dije al niño
guiñandole un ojo.
-Nyaa
//mani+persua// [dice]0[/dice]
-
Rindanse malvados y dejen a ese niño. Somos muchos mas que ustedes,
tenemos la magia de nuestra ama y mas aliados de nuestra parte, huyan y
vivan para pelear otro dia, Como capitan de la guardia zombie y con mi
teniente como testigo- salem asintio- doy mi palabra de honor que no los
atacaremos- termine haciendo un reverencia.
La
puta, veníamos tan bien. Los dos pokemon habían caído pero el público
resultó ser lo contrario de una ventaja. Creo que la mayoría todavía no
entendían que ésto era en serio, capaz mejor, que no entren en pánico
cuando hay un nene de por medio. Miré a Jaime. Normalmente no hubiera
dudado en hacer el intercambio, pero tenía que admitir que me daba un
poco de lástima, el tipo realmente parecía no poder hacer nada, y me
preocupaba lo que le fueran a hacer a esta altura. Y bueno, no me quería
quedar sin laburo de nuevo.
Leti miró alrededor, algo triste y
confundido ante el silencio repentino. Al menos no había usado a Ehre,
tomar a un niño de rehén era caer bajo, ella no lo hubiera dejado pasar.
El
doc intentó disuadir a las chicas, manteniéndose en personaje, pero no
pareció convencerlas. Realmente no quería hacer ésto... Hice una pasada
mental rápida por todas las estupideces que había escuchado a la gente
decir cuando intentaba hablar con espíritus y di un paso al frente. -
Mujeres de los huertos malditos! No deben comportarse de manera tan
deshonrosa. Pueden hacer las paces con nosotros, como su hermano!- Señalé a Leti, quien abrió sus brazos y sonrió sin entender nada. -No entregaremos a nuestro inocente compañero- Jaime seguía sollozando, ok, -y ese alma está aún inmadura para ser un fantasma, no?- le hice un gesto a Nitta y Galahad emitió unos ruidos de acuerdo. -Somos una legión y mantenemos la palabra, como mi amigo no-muerto ha dicho. Vamos, podemos arreglar las cosas de mejor modo.-
//carisma + subterfugio, o saca un dado para persuasión, queseyo// [dice]0[/dice]
Lo
último había salido menos actuado, después de las primeras palabras se
me estaban yendo las ganas de ser el centro de atención. Por lo menos
tenía la sábana.
Las cosas fueron de mal en peor tan rápido que ni me di cuenta.
No
solamente agarraron a un chico inocente de los muchos que estaban
alrededor nuestro, sino que también era mi culpa. Yo fui el que quiso
transformar todo esto en un espectáculo, y ahora no teníamos más opción
que seguir con esa mentira si no queríamos que todo se desmorone.
-Es muy posible que tengan alguna forma de desaparecer, como teleportación. -dije en voz suficientemente baja para que solo mis compañeros me escuchen. -Si alguno de ustedes tiene algo que pueda evitar eso...
Pero eso no era suficiente, y lo sabía. Teníamos que encontrar alguna forma de salvar al chico.
La
idea que se me ocurrió era estúpida. Quizá una de las mas estúpidas en
general, pero no tenía muchas otras opciones. Me giré hacia Ian y le
susurré algo en el oído.
-Che, esa
música especial tuya... ¿Puede ser que se sirva más si le agregamos
algo? ¿Te acordás del espectáculo que dimos en lo del viejo borracho
ese? -Traté de esbozar una sonrisa, aunque me fue difíci. -
Me imagino que con esa máscara se te haría dificil cantar, y no sería
buena idea sacártela. Yo me puedo encargar de eso, pero necesito que le
pongas todo lo que tenés en esta canción. Hacé que nos tengan miedo y
nos devuelvan al chico.
No tenía idea si lo que iba a hacer
funcionaría, pero que más podía hacer. Me dirigí hacia la audiencia y
extendí mis brazos a los costados.
-¡Oh, maldecidas hijas del bosque! ¿¡Tan bajo caerían al secuestrar a un pequeño!? No voy a dejar que se salgan con la suya. -Les apunté con un dedo. -
Ustedes sufren de un terrible hechizo que las ha convertido en
monstruos, pero nosotros podemos resolverlo. Todo lo que necesitamos es
algo de música.
Cerré los ojos y abrí la boca, dejando salir
la primera canción que se me vino a la mente y que fuera apropiada para
la situación.
Fue
increible, por un momento sentí que se me helaba la sangre al ver como
una de las chicas de las máscaras tomó a un nene como rehén,
instantaneamente pude sentir mi sangre comenzar a hervir, en el silencio
del entorno, podia escuchar mi corazón latir con fuerza, cada latido
inyectando más rabia y furia a mis emociones.
Apreté los puños
tan fuerte que sentia que dolian, mi respiración se habia tornado pesada
y audible, el sonido del odio en su estado puro, apenas podia creer que
estas mujeres pudieran caer tan bajo como para utilizar así a un nene, a
un inocente que no tenia nada que ver con la pelea, no podia entender
que clase de motivación llevaría a alguien a actuar así, y no pretendia
hacerlo.
El resto de mi grupo comenzó a hablar, no presté
atención a lo que decian, mi mente estaba enfocada en una sola cosa,
buscar el momento adecuado para golpear a esa tipa hasta no poder más,
lo único que me detenia hasta ahora, era que en el fondo sabia que
actuar sin pensarlo pondria en riesgo al pobre chico.
-------------------------------------------------------------------------------- Literalmente no hice nada, pero no queria simplemente skipear. Maldita toma de rehenes donde no puedo hacer nada(?)
Parecía
que mi momento había llegado. Tras años y años de entrenamiento el
poder de la mítica bruja había sido reconocido. Ah, tener vasallos eran
tan gratificante. Estaban muertos, pero era algo. Ya conseguiría carne
fresca. Asentí ante los pedidos de mis súbditos. Debía dejarles tener
algo de libertad y permitir que sus mentes corruptas desarrollaran algo
de independencia.
Las almas atrapadas en las calabazas me daban
pena. Recurrir a una estrategia tan primitiva como amenazar con asesinar
a alguien... daba señal de su nivel de vulgaridad. Si mi poder no
estuviera sellado ya les hubiera volado la cabeza.
Ninguno
estaba al nivel de mi demonio, que podía responder ante preguntas y
emitir su opinión sin problema. El espíritu que nos acompañaba esta
noche tenía razón, la muerte de aquel pobre niño no se encontraba tan
pronto en su destino. Debíamos evitarlo de alguna manera ¿Pero cómo?
Detestaba admitirlo, pero no estábamos en las mejores condiciones, hasta
al piel de mi demonio parecía una sábana vieja. Me le quedé mirándolo y
se aproximó a mí para pegarme fuerte con su cuerpo en el brazo,
emitiendo sonidos de queja.
-Ya, ya -le dijé a Galahad. Me había
metido demasiado en personaje, quizá para no mantenerme tan tensa frente
a esta situación de mierda. Tomé aire ¿Qué podía hacer? Realmente nada.
No era una persona intimidante, mucho menos podía ponerme a hacer algo
como una negociación. Quizá guardar silencio era la mejor opción pero.
La idea de Chal era extraña, pero podía llegar a darnos algo. Aunque sea tiempo.
-
En esta noche seres de diversas dimensiones visitan nuestro mundo
-comenté por lo bajo, como una relatora más- Shedinja, tus deseos son
extraños, pero estoy segura que las hadas del abismo acompañarán tu
deseo ¡Que se escuche el canto de mis hermanas banshee y traiga paz a
estas almas con su melodía! -si las banshees de verdad podían
escucharnos, hubiese sido un muy buen momento para que aparecieran.
//Carisma + Actuación// [dice]0[/dice]
Me
quedé mirando fijamente el cuchillo. Si tan solo pudiera encontrar el
momento idea para aproximarme... Era arriesgado, pero para algo tenía
que usar lo que sabía.
El
silencio se apodero del lugar luego de las palabras de los
entrenadores. Nitta fue la ultima en hablar y por suerte sus palabras
sonaron mas convincentes que las del resto de los muchachos, haciendo
que el publico deje su incomodidad de lado y sigan pensando que se
trataba de una obra.Sin embargo, el niño noto que el cuchillo que la
chica de la mascara tenia cerca de su cuello no era falso, ya que un
pequeño corte hizo brotar un hilo de sangre de su piel. Nico le pidio a
Ian que cante, el muchacho del gorro algo confundido y sin despegar su
rostro de las enmascaradas, se saco su mascara y la dejo caer al piso.
-Hey! No es el chico que tocaba en el Cafe Introversion? - Dijo una chica entre el publico.
-Tambien cantaba con esa banda en ese club nocturno en el Centro...si! -
-Oh, su voz se me hacia conocida! -
Exclamo un muchacho del otro lado de la multitud. Ian tenia sus ojos
fuertemente cerrados, tratando de hacer caso omiso. Comenzo a cantar en
voz baja, pero lentamente su voz fue llenando el campo de batalla y
apagando los murmullos. Sus compañeros comenzaron a sentirse no solo mas
fuertes, sino mas confiados. Mas llenos de suerte.
Las chicas
enmascaradas esperaron un momento para comenzar a hablar, parecian
bastante entretenidas viendo como los entrenadores trataban de mantener
la fachada de una obra mientras el niño comenzaba a sospechar la
verdadera situacion. Jaime por otro lado comenzo a caminar hacia ellas,
con los brazos extendidos y algunas lagrimas corriendo por sus mejillas.
-Suficiente!
- Dijo el muchacho, caminaba entre las rainces tratando de mantener la
calma, los entrenadores no se decidieron si detenerlo o no. - Llevenme
con mi padre, se termino. - La enmascarada que sostenia al niño ladeo la
cabeza, quizas confundida y pensando que se trataba de un truco, pero
Jaime no parecia el tipo de persona capaz de hacer algo que los
sorprenda. La enmascarada no solto al niño hasta que tuvo a Jaime al
alcance de la mano y lo agarro del brazo.
Inesperadamente, Jaime
empujo al niño al piso alejandolo lo mas posible de la zona de combate, y
con el mismo movimiento quiso dar un golpe a la chica del cuchillo para
que esta suelte el arma. Lo cual no funciono y la chica contraataco con
una carcajada que resono en la plaza. El cuchillo de la enmascarada se
clavo en el hombro de Jaime, quien emitio un grito de dolor
ensordecedor. El chico cayo de rodillas mientras su camisa blanca se
teñia con la sangre. La musica se detuvo, asi como el murmullo comenzo.
-Vas a ser mas facil de llevar asi.- Dijo la chica de la mascara mientras Jaime caia jadeando.- Tu padre no te tiene mucho aprecio, sabes? - Jaime estaba en el piso mientras la chica lo agarro del brazo herido y comenzo a arrastrarlo, agravando mas su herida.
Los
entrenadores estaban paralizados, cuando Ian dio un paso al frente y
los demas jovenes asintieron. Pero antes de que puedan mover un musculo,
una bomba de humo exploto delante de ellos. Y por lo que pudieron ver,
delante de las chicas con mascaras tambien. Todo fue confusion por un
segundo. La gente comenzo a dispersarse, los entrenadores apenas podian
ver a un metro delante de ellos. Escucharon golpes a la distancia de las
enmascaradas.
-Llegamos tarde! - Dijo una voz femenina, una voz que conocian pero no podian distinguir bien.
El
olor al humo se mezclo con olor a vino barato. Una figura emergio de
entre el humo, era un hombre gordo con su ropa sucia y manchada. Olia a
alcohol barato y de pesima calidad. Tenian el vago recuerdo de haberlo
visto en la posada de Thenardier, lo cual no hizo mas que aumentar la
confusion de los entrenadores.
-Ustedes, callejon, ahora.- Gruño el hombreton.
A
lo lejos, pudieron distinguir que tres hombres igual de desagradables
peleaban mano a mano con las chicas de las mascaras, mientras vieron a
alguien levantar el cuerpo de Jaime y cargarlo en brazos. Notaron
lagrimas en sus ojos y su cabello largo recogido hacia atras. Epiphone
arrastraba con dificultad al chico mientras los bandidos de su padre
creaban el caos en la plaza.
Nada,
no pude hacer absolumente nada para evitar esto, Jamie se estaba por
entregar y no había nada que yo pudiera hacer para evitarlo, sentí odio,
a mi por no haberme percatado de que alguien se podía haber
involucrado, a las idiotas esas por estar siguiéndonos, al mundo por
nuevamente ponerme en situaciones que escapan de mis posibilidades. Me
quede quieto, escondiendo mis emociones detrás de los oscuros vidrios de
mis anteojos, solo viendo como el muchacho se entregaba a ellas. La
mujer calabaza tomo a Jamie fuerte del brazo, este empujo al niño lejos
del peligro mientras intentaba golpear a su atacante solo para recibir
una puñalada, no pude evitar llevarme la mano al hombro, sabía lo que él
estaba sintiendo, ya me había pasado antes.
//Flashback//
-Q24, tenemos un Q24.- Repetía
la voz de un joven, las hojas del suelo se fundían con la sangre que
brotaba de su hombro, el ruido de estática que salía de su comunicador
interrumpía el silencio que adueñaba el lugar.-Oficial herido, repito, oficial herido.- Dijo antes de caer al suelo.
El
muchacho quedo mirando al despejado cielo, las hojas de los arboles
comenzaban a cubrirlo poco a poco formando una especie de manta.-Bueno, supongo que hasta acá llegué.- Rió antes de perder la conciencia.
//Fin del Flashback//
Ian
pareció tomar la delantera para ir a ayudar a Jamie, apenas pude
respirando hondo que una explosión seguido de un humo nos envolvió a
todos, gritos de gente y personas moviéndose de en todas direcciones,
alce mi brazo para cubrirme la cara y poder respirar mejor.
-Llegamos tarde! –
escuche decir a una mujer, su voz me sonaba pero entre el tumulto de la
gente no podía pensar claramente sobre quién era. Otra persona apareció
entre el humo, mas grande y horriblemente vestido, alcohol y mugre,
enseguida reaccione. -Thenardier.- Dije
mientras lo veía, nuestro mugriento jefe nos había enviado a su gente.
El gigantón nos ordeno escapar por el callejón estaba por salir
corriendo cuando vi a Epiphone cargando con dificultad.
Miré a mi alrededor, tenia a Ibaraki al lado, la muchacha parecía furiosa y lista para saltar a repartir golpeas a lo loca.-Espera.- Le ordene mientras ponía mi mano en su hombro justo antes de que salte disparada, con la otra le señale a Jamie.-Ella necesita tu ayuda más que lo que ellas necesitan menos dientes.- la rubia asintió con la cabeza, podía notar que no estaba contentan con hacer eso pero no había tiempo de quejas.
Me
saque los lentes mientras avanzaba hacia la hija mayor del borracho,
había aceptado liderar a este grupo y era hora que lo haga, lo quieran
ellos o no. -Roomie, conmigo ahora.- el joven de la sabana asintió mientras me seguía. -Doc, estate listo para atender a Jamie, los demás corran, ya.- ordené
mientras avanzaba a toda prisa, me coloque atrás de las chicas, no
podía hacer mucho más que tratar de ganarnos un poco más de distracción,
extendí mis manos y una densa niebla comenzó a cubrirme, si teníamos suerte podríamos hacer un muro entre Yannick y yo. -Ahora si Roomie, nos vamos.-
Comencé
a dirigirme al callejón lo más rápido posible, guardando a mi pokemon
antes de que se pusiera a hacer alguna idiotez. Neron Guthier quiere
recuperar a su hijo? Lo va a tener, pero también nos va a tener a
nosotros, ya estoy cansado de las pelotudeces de esa familia. Vamos a
ser más fuertes, todos nosotros y a bajarle los dientes a ese idiota
ricachón.
Jaime
logró sacar al nene fuera de peligro, e intentó pelear por si mismo, el
joven se hizo merecedor de mi respeto al verlo dispuesto a confrontar
la realidad, pero por lo visto, pelear no era lo suyo, y por si fuera
poco para él, la chica que enfrentaba no pretendia ser considerada
contra un rival inferior, era todo, pensaba golpearla hasta que su cara
quedara peor que la máscara que usaba, no solo habia usado a un nene
como rehen al verse acorralada, sino que además no tenia remordimiento
alguno de abusar de alguien más débil, por desgracia, una explosión de
humo nos dejó a todos ciegos por un momento.
Tosiendo a causa de
la espesa nube de humo, intenté ver a mis alrededores, se escuchaba
movimiento, encontré a Baraddur cerca, afectado por el humo, pero no
tanto, posiblemente por estar más cerca del suelo, luego vi a un hombre
de apariencia desagradable, y olor deplorable, ordenando que nos
fueramos a un callejón, si como no, primero tenia que encontrar a la
loca del cuchillo y darle una paliza, el despues era negociable. Seguí
buscando, mientras el humo comenzaba a desaparecer, logré distinguir a
una de las locas esas peleando con otro tipo, perfecto, no era facil de
distinguir, pero era probable que fuera la misma que estaba buscando.
Estaba por ir a ese lugar cuando alguien me detubo, era Nicholas. -Ella necesita tu ayuda más que lo que ellas necesitan menos dientes.-
dijo, señalando a una joven que arrastraba al que parecia ser Jaime,
dudé un segundo, debo admitir, las ganas de ignorar a mi compañero eran
muy grandes, pero no podia dejar al pobre flaco tirado.
-Está bien-
Respondí, entre gruñidios de rabia, dudo que me entendiera, pero fui tan
rápido como pude a ayudar a la chica castaña, quien al verla de cerca
pude distinguir que era Epiphone, no puedo decir que esperaba verla de
nuevo, y menos en esta situación, pero no era el momento de hacer
preguntas. -Vamos!- Le dije mientras intentaba ayudarla a cargar al joven que arrastraba.
//Levantar / arrastrar Jaime entre las 2 /Fuerza + Atletismo/ [dice]0[/dice]
No
sabía qué hacer prefería quedarme congelado que hacer algo que provoque
que lastimen al niño mis compañeros trataron de hacer parecer la
situación aún una actuación pero sin mucho éxito excepto Nitta. Entonces
fue cuando derrepente Jaime se entrego y en un rápido movimiento saco
al niño del peligro y después trato de atacar a la chica calabaza pero
está contraataco sin piedad generadole una fea herida en el hombro al
clavarle el arma en esta parecía que estábamos apunto de perder. Cuando
derrepente una bomba de humo se activo de repente de la nada y se
escuchaba a una persona hablar indicando que era un rescate para
nosotros Oberon se adelantó y uso el viento feerico muy suave mente para
mantener el humo lejos de mi en eso kaeru salto del bolso negro ya
hasta me había olvidado de que se escondió ahí estaba listo para atacar
pero le indique con la mano que no en eso sentí un aroma a licor barato
de segunda con descuento ese aroma era claro era threnedier me aventure
en el humo con ayuda de Oberon y kaeru en eso vi a dos chicas cargado a
un chico cuando me acerque más claramente era iba y ephipone levantando a
Jaime para sacarlo de ahí en eso recorde que las chicas calabaza nos
habían encontrado gracias a Jaime tal vez tenía algún rastreador
entonces me puse a revisarlo mientras las chicas lo cargaban y les dije a
ella - lo siento *cóf cof* por no ayudarlas pero será inútil escapar si
pueden seguirnos de alguna manera *cof* debe tener un ratreador o algo
voy tratar de revisarlo *cof*- .
Las
cosas podrían haber salido mucho peor supongo, tampoco que ésto fuera
ideal, hubiera estado bueno terminar el día sin tener que ver sangre.
Pero al menos era uno de los nuestros y no nos iba a perseguir la
policía por ser cómplices de un nene muerto. Creo que Jaime nos había
sorprendido a todos para bien, lástima el costo. El otro tema era que
bastante gente parecía haber reconocido a Ian, y los disfraces solo
servían por hoy.
El caos no se hizo esperar. Al principio pensé
que era algo de las locas estas intentando escapar; entonces algunos
hombres de la cabaña de la ruta aparecieron entre el humo, acompañados
de la hija mayor del tipo del sombrero. No sabía qué tan buenas noticias
eran pero estaban ayudando. Frost había tomado la iniciativa a
organizarnos aunque lo noté mas serio de lo que venía hasta ahora, si
era posible. Lo había visto agarrarse el hombro cuando la chica atacó a
Jaime, era el único movimiento que alguien había hecho mientras el
muchacho se entregaba.
Lo seguí y me indicó que lo ayudara con la distracción mientras que la rubia cargaba a Jaime, hicimos una niebla detrás nuestro.
Mantuve la sábana encima para respirar mejor por el humo. En eso me di
cuenta que había perdido a Leti entre todo el quilombo, iba a volver a
buscarlo pero cuando nos acercamos a la boca del callejón lo vi venir,
escaneando el suelo como si buscara algo.
Se
me podría haber visto la sorpresa en la cara si no fuera por toda la
pintura que tenía encima. La cual, me dí cuenta, se había empezdo a
endurecer y ahora me picaba la nariz un poco. En cualquier caso, nuestro
Hail Mary había llegado y no iba a ser yo el que cuestione cómo mierda
Termidor y su hija sabía donde íbamos estar. Había que aprovechar las
oportunidades que se nos presentaban.
Me dí vuelta a la
audiencia una última vez y les dirigí una alabanza mínima pero
respetuosa, digna de una obra de teatro. Era muy posible que la mayoría
supiera ya que esto no era un espectáculo, pero quería mantener la
ilusión cómo pudiera.
-¡Me temo que nuestro tiempo ha sido corto, pero espero que hayan disfrutado éste espectáculo de los Unknown! -exclamé, sonriente. - ¡Si
quieren saber más sobre nosotros pueden contactar nuestro
representante: Neon Guthier! ¡No sean tímidos, estoy seguro que no le
molestará hablar con todos y cada uno de ustedes!
//Carisma+Expresión a todos. Si es con Empatía restame un dado// [dice]0[/dice] [dice]1[/dice]
Reí
por lo bajo y seguí a los demás hacia el oscuro pasillo. Ibaraki
trataba de ayudar a cargar al pobre Jamie, mientras que los demás hacían
lo que podían para que las chicas calabaza no nos sigan. Simplemente
puse mis manos en los bolsillos mientras caminaba y me acerqué a la que
nos había salvado.
-¿Cómo va la cosa, Epi? Ando medio perdido... bueno, más de lo usual, así que agradecería que nos expliques que hacen acá.
El
humo entró sin aviso en mi nariz y no pude evitar toser fuertemente,
Salem me siguió casi al instante. Rápidamente saqué el pañuelo que le
había prestado a Jaime y se lo até alrededor de la cabeza al pequeño a
modo de barbijo.
-Respira, despacio que no sabemos qué puede ser-
le dije poniendo la manga del saco en mi cara manchandola de la pintura
que antes había sido un disfraz.
Entonces nos dimos cuenta que
era la banda de Thenardier y la pequeña Ephione venía con ellos. Todos
corrimos de alguna manera al callejón que nos había señalado el hombre.
Corrí hasta Jaime y no pude evitar ver como la niña sollozaba por el chico.
//Carisma+manipulación// [dice]0[/dice]
-¡No se preocupe, no voy a dejar que nada le pase, le doy mi palabra!- le grité para que me escuchara sobre el quilombo.
Intente poner mis manos en la herida de Jaime y tratar de sanarlo.