El
ambiente era tenso. A pesar de nuestros intentos, las calabazas no
estaban parecían estar muy dispuestas a negociar. No sirvo para estas
cosas. Quizá las banshees no habían escuchado nuestro llamado, pero
sí lo había hecho cualquier otra cosa. Sin querer queriendo, habíamos
logrado hacer el tiempo suficiente para lo que creíamos imposible
sucediera. Un espeso humo nos rodeó, a nosotros y a todos los demás
presentes en la plaza. Apenas podíamos ver algo, pero sí escuchábamos.
Golpes, gritos, algún que otro insulto. No era momento para ponerme
atenta, y Galahad lo sabía, me empujó con tal fuerza que terminé
ligeramente elevada en el aire sobre él, con mi estómago contra su
corteza. Me alejó lo suficiente como para estar en uno de los callejones
algo apartada el humo. Seguía estando allí, pero se podía respirar
mejor.
Estaba cumpliendo con su tarea, no podía decirle nada.
Tosí
un par de veces, estaba acostumbrada a un aire bastante puro. Levanté
ligeramente el sombrero y miré hacia arriba, buscando al unown que
parecía haber leído mis pensamientos: se asomaba por encima de mi frente
mirándome preocupado, o más bien asustado. -Eres una buena corona
-comenté intentando distraerlo. Y algo hizo click- Cuando te elevaste
hacia la ilusión del resto de los unown... ¿Acaso querías... guiarlos?
Un rey... -lo observé en silencio y Galahad, no sé si celoso o
intentando traerme a la realidad, emitió algunos sonidos, llamando mi
atención- Sí, mejor regresa aquí un rato -saqué la pokebola del unown y
él volvió dentro. No tenía que exponerlo, pero en ese momento me
preocupaba más que el humo le hiciera mal. Galahad por su parte era
inmune, él era literalmente una bola de humo y gases. Y bueno, piedra.
Observé
a mi alrededor mientras nos juntábamos, atenta a cualquier cosa que
pudiera pasar o salir de la nada a atacarnos, mientras me apoyaba contra
una pared con Galahad a mi lado.
//Percepción + Alerta// [dice]0[/dice]
Estaba
cansada. Que este día se terminara de una vez. Observé el cuchillo que
tenía en la mano, no lo había soltado desde que lo había arrancado de
Galahad. Volteé a observar su herida. Me sentí culpable. Y sucia.
Guardé
el cuchillo en el bolso con cuidado y dejé mi rostro apoyarse sobre una
de mis manos, mientras mi cuerpo descendía lentamente al suelo.
Ibaraki
se cargo al hombro a Jaime y con muy poca dificultad avanzo hacia el
callejon que la chica les señalo. El resto del grupo se cuido la espalda
y comenzo a avanzar tambien, con cuidado de no ser seguidos. Maxwell
intento curar un poco la grabe herida de Jaime, si bien logro detener el
sangrado, el cuchillo habia llegado al hueso y el ser arrastrado por el
piso habia abierto mas la herida. Los entrenadores seguian sintiendose
fortalecidos por la cancion de Ian, lo que facilito bastante mas el
escape. Mientras se alejaban, Mint reviso al joven herido en busqueda de
algun rastreador o algo que lo localice, pero no encontro nada en
ningun lugar. Una vez que termino, huyeron lo mas rapido posible.
Epiphone
iba corriendo al lado de Ibaraki, encargandose de que Jaime siga
despierto. La chica estaba agitada, pero les mantenia el ritmo
corriendo. Nico le pregunto sin mas que era lo que hacian en aquel
lugar, la chica tardo unos segundos en reaccionar y ser sacada de su
estado de temor.
-Mi padre...queria asegurarse que esten haciendo...su trabajo...-
La chica hablaba de forma entrecortada mientras avanzaban a un
callejon. La gente de la plaza que corria ahora ya no lucia preocupada
sino que seguian pensando que todo podia ser parte de un acto.- Le
insisti que nos deje venir a nosotros en lugar de mandar solamente a su
gente...no me lo permitio...pero...bueno, me escape y me uni al grupo
que mando a vigilarlos, fue una suerte llegar a tiempo!
Llegaron
un angosto callejon alejado de la plaza. Los entrenadores jadeaban
agitados, mientras Ibaraki sentaba a Jaime en el piso. Los secuances de
Thenardier no los habian seguido al callejon, sino que se habian perdido
entre la multitud siguiendo a las chicas de las mascaras. Ian observo
que nadie los haya seguido y luego se dirigio al grupo.
-No podemos quedarnos aca...ah, mierda..vengan, siganme.
. El muchacho termino de arrancarse los vendajes del disfraz y se los
paso a Ibaraki y a Maxwell para que traten de usarlos y detener el
sangrado de Jaime. - No quiero que me manchen el piso.
Ian
guio al numeroso grupo unas cinco calles mas atravesando oscuros
callejones. Se habian alejado de la zona centrica y estaban llegando a
una zona industrial cercana a las terminales de tren de Lumiose. Unas
calles mas hacia el extremo de la ciudad, se encontraron frente a una
serie de containers de metal abandonados. Estaban apilados a un extremo
de unos depocitos cerca de la estacion de tren, cerca de vagones viejos y
abandonados. Era la zona no tan concurrida de la ciudad, claramente.
Ian se detuvo frente a un container mediano, con la pintura desgastada.
Saco de su bolsillo una gran llave con la que abrio el lugar.
-Egh...bueno...entren.
- El muchacho encendio una vieja lampara de aceite que habia en la
entrada del container, iluminando el lugar. Habia algunas cajas de
carton apiladas en las paredes, un colchon en el piso junto con una mesa
plegable. El muchacho trato de hacer lugar moviendo las cajas que tenia
cerca para que puedan acostar a Jaime en el colchon. Ian parecia algo
avergonzado de llevar gente a su hogar.- Acuestenlo...ah,
ese colchon fue un gran hallazgo, estaba casi nuevo cuando lo
encontre...bueno, unas manchas de sangre, que mas da...
Maxwell
y Epiphone acostaron con cuidado a Jaime. La chica se quedo a su lado
limpiando la herida con bastante cuidado, Maxwell noto que la chica
tenia bastante experiencia curando heridas por la forma en que colocaba
los vendajes.
-Esta bien, yo puedo encargarme.- Le dijo la chica a Maxwell. -Jaime, sos un tonto...pero Julia estaria orgullosa de como actuaste salvando a ese niño.- Dijo mientras terminaba de cubrir la herida mirando cariñosamente al muchacho.
El
resto del grupo estaba en el otro extremo del container que hacia las
veces de habitacion. El lugar era estrecho y oscuro, pero al menos
sabian que no los habian seguido. Los entrenadores se sentaron y
acomodaron como pudieron dejando a Epíphone y a Jaime en paz por un
momento.
-Bueno...supongo que los siguieron al Cafe Soleil como a nosotros nos siguieron al Museo, no? Que ocurrio ahi? - Dijo Ian tratando de cambiar rapido el tema antes de que alguien haga un comentario sobre su casa. - Nosotros tuvimos suerte al menos encontrando a Kabir, verdad? - Dijo mirando a Nitta.
Mientras
el resto de los entrenadores hablaba, Epiphone termino de cuidar las
heridas de Jaime. La chica se acerco una vez que los entrenadores
terminaron de hablar.
-Emh...perdon, no
quiero interrumpirlos. Quisiera quedarme cuidando de el hasta que se
mejore. Se quedo dormido, asi que supongo que esta bien. Deberia volver a
ver a los hombres de mi padre y asegurarme de que no vengan a este
lugar. No son peligrosos y tienen orden de no hacerles daño, pero...son
gente francamente...eh...desagradable? No, no quise decir eso...eso sono
rudo...eh...bueno...me entienden... -La chica parecia no querer hablar mal de los hombres de su padre, o de nadie en general. -Puedo
ir a buscarlos y encargarme de que no vengan y despues volver a
cuidarlo el resto de la noche. Ustedes tambien deberian descanzar.
Una
vez que llegamos a la "casa" de Ian, nos sentamos a descansar al fin y
charlar. El chico estaba más incómodo que yo cuando entramos a mi
departamento de Laverre, no era quien para juzgarlo.
Dejé caer
la cabeza en las manos y no pude evitar empezar a reírme. En principio
por liberar ansiedad, después por... todo. Creo que recién estaba
realmente cayendo en la situación. Ésta es mi vida ahora?
Conociendo líderes de gimnasio, montando un espectáculo callejero,
negociando rehenes, escapando de asesinas. Y encima de todo lo demás que
había pasado en los últimos días. No íbamos a tener mucho rato
tranquilo al parecer. Me asustaba un poco la verdad pero... era medio
ridículo también. Estaba jadeando de la risa cuando me di cuenta que los
otros me miraban preocupados.
-El Grupo de los Unknown? En serio?- puse una mano en el hombro de Nico, sin aliento. -Y la campera?- le sonreí a Ian -Te debés estar cagando de frío, tomá.- Me saqué la sábana de encima y se la tiré. -Lo tuyo fue espectacular!- dije a Nitta con más emoción de la que hubiese querido admitir. -Te los re compraste! Sos una genia! Doc, vos también! Y vos.- señalé a Frost pero lo reconsideré -...Ya vamos a hablar bien.-
Respiré
hondo mientras me acomodaba el pelo. Tener la cara al descubierto me
dejó sentir el frío de la noche, aún estando adentro, me calmó un poco.
Supongo que sí, así va a ser la cosa de ahora en más. Seguramente mi
actitud se veía como cualquier cosa desde afuera, ni yo entendía por qué
parte de mí estaba emocionado. Adrenalina sobrante capaz. Sin embargo, a
pesar de todo, era mejor de lo que me sentía hacía mucho tiempo.
-
Este mundo es muy pequeño -mi voz de pequeña resonaba en mi cabeza. Es
verdad, eso es parte de mi memoria... Los acontecimientos de hace un
rato, el show, la celebración, el despliegue de magia... despertó parte
de mis memorias más lejanas. Supuse lo haría, tenía tiempo sin
recordarlo. -No estoy de acuerdo -respondió otra voz. No recordaba
quién había dicho esas palabras, si un hombre o una mujer, ni siquiera
recordaba su edad. Pero pensando en las circunstancias... seguramente
había sido alguno de mis padres- Creo que es un mundo bastante amplio. El
viento que soplaba en aquel entonces alcanzo mis recuerdos. Era suave,
pero constante. Estaba acompañado de la luz del atardecer. -Estamos hablando de mundos distintos. La otra persona volteó a mirarme en silencio, confundida y esperando que le dijera las cosas de manera más clara. -
El mundo en el que estoy ahora es la casa y el pueblo,nada más. El mundo
del que hablas es la Tierra. Yo hablo de otro, además de esos. -No
sé a dónde quieres llegar con esto... -suspiró, pero podía distinguir
una sonrisa en la silueta que estaba a mi lado, más bien, de mi pequeña
yo- Pero no servirá de excusa para repetir lo de hoy, ya es la segunda
vez en el mes. No te van a dejar entrar más. Mi respuesta no
apareció en mi mente. Reí. Seguramente me había enojado. Era realmente
testaruda de chica. Era una memoria alegre, a pesar de lo extraña.
Volví al presente, me habían hablado. -
¿Ah? -levanté la mirada atónita. Yannick me había elogiado por el show y
estaba tan metida en mis recuerdos que no esperaba me dirigieran la
palabra. Parecía algo fuera de sí, pero no en el mal sentido, sino como
si no pudiera parar de reírse. Me avergoncé un poco y limité a sonreir,
pero no por él, sino por lo que había hecho yo antes, todo esta
actuación. Me encontraba apoyada contra una de las 'paredes'. Había
obligado a Galahad a meterse a su pokebola y cada tanto podía escucharlo
quejarse, pero no había mucho espacio dentro. -A pesar de todo
admito que me divertí -bajé la mirada otra vez y agregué en voz baja,
para mí misma- Si hubiese tenido amigos así...
La situación era ridícula, pero al menos estábamos a salvo.
Y principalmente, sobre todas las cosas: tenía hambre.
-
¡No sé cómo vamos a hacer! -choqué mis manos en un aplauso, intentando
levantar los ánimos del ambiente y que me prestaran atención- Peeero, si
no conseguimos o preparamos algo de comer creo que me voy a devorar la
puerta ¿Ideas? Ah, y dormir. Estamos complicados aquí dentro, aunque es
inseguro fuera. Puedo acomodarme en un rincón, no sé el resto.
Intenté
pensar en opciones. No parecía que fuera a haber mucho con lo que hacer
en lo de Ian, y tampoco quería que lo dejáramos sin provisiones.
Esperaba que alguien más tuviera una mejor idea, o sacara de la nada una
cocina. Éramos un grupo bastante peculiar, podía pasar.
Escapamos,
no tengo idea de cómo tuvimos tanta suerte pero pudimos dejarlas atrás
junto con toda su locura, me senté contra una de las paredes de metal
mientras tomaba aire, el sudor comenzaba a brotar de mi frente signo de
la adrenalina que habíamos vivido hace un momento, saque un pañuelo de
mi bolso y comencé a usarlo para sacarme el maquillaje de la cara lo más
que pudiera, iba a necesitar más agua para poder sacarlo y no veo una
canilla o algo acá. De verdad no quiero saber donde iba al baño este
hombre.
-Que ocurrió ahí? – Preguntó el músico, mi mente
enseguida comenzó a recapitular esos momentos, cómo habíamos pasado de
una noche tranquila a toda esta locura, respire hondo, recolectando mis
pensamientos para contarles de nuestra noche. –Estabamos tomando
cervezas en el bar, el dueños nos invito, todo iba tranquilo. Nuestro
amigo acá estaba atendiendo unos negocios del señor padre, entraron dos
calabazas, liberaron fantasmas como los que enfrentamos en la plaza.
Baje a uno, de que el dueño de bar interviniera, el tipo logró
detenerlas mientras escapábamos.- Conté mientras me paraba, el estar
encerrados todos juntos no me gustaba, necesito un poco de espacio.
Mientras
me paraba la hija del borracho volvió a hablarnos, dijo algo de Jamie
dormido pero no muerto y sobre atender a los hombres que nos estaban
siguiendo, porque obviamente nadie es tan estúpido de dejar a un grupo
de cualquieras sin vigilar, lo cual me preocupa más aun, qué tanto
sabría esta banda de lo que averiguamos? Y qué tanto le importaría?
Seguí caminando hasta la entrada, la voz de roomie lleno todo el lugar,
felicitando a todos hasta que su dedo se paro en mi. -...Ya vamos a
hablar bien.- Me dijo, no pude evitar revolear los ojos ante su
comentario, por dios, tanto lio por un pokemon. Le va a dar una ulcera
cuando me vea combatir con él.- Ah y el dueño del bar, se llamaba Blake,
es el líder del gimnasio, tuvimos suerte.-
Salí del container y
cerré la puerta atrás mío, me quede mirando el lugar en completa
oscuridad, lo último que quería hacer era llamar más la atención, la
puerta volvió a abrirse detrás de mi, era la rubia que también parecía
querer tomar aire.
//Percepsion + Detección para ver si encuentro algo copado//
Nos
salvamos del desastre de la plaza, Ian nos llevó por la ciudad, hasta
llegar a un area poco habitada, gracias al cielo, si caia de nuevo en
una muchedumbre, creo que iba a gritar.
Deje a Jaime al cuidado
de Maxwell y Epiphone, estaba tranquila, segura por experiencia de que
el doc podia curar una herida como esa sin problemas, pero no podia
quitarme la horrible sensación de que debia hacer algo. El grupo comenzó
a dejarse llevar por el momento, podia ver distintas reacciones que
asumí, era la adrenalina bajando niveles, el grupo contaba su
experiencia en el café, pasaron por una experiencia similar a la
nuestra, sabia que era importante, pero tenia una prioridad en mente
ahora, algo que no podia esperar. Salí detras de Nicholas...
Baraddur
se habia quedado afuera, esperando cerca de la puerta, al verme se dió
cuenta, supongo que mis expresines ya no guardaban secretos para él, por
lo cual simplemente se apartó y señaló a una pared de ladrillos,
perfecto.
Me acerqué y golpee la pared, tratando de dejar salir
mi frustración, grité, parte por furia, parte por el dolor de mi mano,
necesitaba esa descarga, no solo por no haber podido hacer nada para
ayudar al pobre nene que habian usado como rehen, sino por no poder
darle a esa tipa la paliza que se merecia.
Regresé al lado del
contenedor donde estaban los demás, esta vez era mi turno de que la
adrenalina bajara, y podia sentirlo, mi respiración se hizo más pesada,
mis piernas comenzaron a fallar, me apollé contra el contenedor, no muy
delicadamente, y deje arrastrar mi espalda hasta poder sentarme en el
suelo. Nicholas aún estaba ahí, posiblemente vió toda la escena,
bueno... a quién le importaba?
Baraddur se acercó cuando vió que
era el momento adecuado, se quedó a mi lado y se puso cómodo, no
teniamos razones para movernos por algún tiempo, aunque posiblemente
deberiamos pensar que hacer...
-Y ahora... qué sigue?- Le pregunté al Sandygast a mi lado, más como una pregunta a mi misma, sabiendo que mi compañero no podia responderme.
No
encontré nada en Jaime por suerte y seguí a el resto atravez del humo y
por el callejón en que Ian nos guiaba hasta lo que parecía ser la zona
industrial y llegamos a unos conteiners Ian abrió uno y en el interior
nos encontramos con una casa muy humilde.
Por suerte había un
colchón para recostar a Jaime tras eso nos acomodamos yo aproveche para
cambiarme y meti a Oberon a su pokebola para que descanse me saque el
saco, la máscara y el cuerno y me puse solo la remera y lo otro lo
guarde en el bolso necesitaba respirar y decidí salir y frene a kaeru
que me seguía con solo mirarlo entendió que necesitaba salir y estar
solo en ese instante cuando salía me di cuenta que la bandita que cubría
mi marca se había caído tal vez por sudar tanto por los nervios de la
batalla salí rápido cubriéndome el brazo con la mano al salir vi a
Ibaraki golpear el container normalmente le diría algo pero yo mismo
necesito ser reparado no estoy en condiciones de decirle algo me fui en
la otra dirección y me senté a llorar mire el cielo y solo podía pensar
que hago yo quería escapar del dolor, la mentira, la falcedad y la
tortura pero que ha cambiado que la cantidad de personas que veo sufrir
es más yo que soy una persona, pintura o el resultado de algo que no
debió suceder ver a Jaime me recuerda el por qué me fui mirar mi brazo
solo lo recalca pobre Jaime ninguno está hecho para esto pero igual
venos aquí.
Me limpio las lágrimas que no paran de salir es
inútil soy un llorón que al fin puede llora es obvio que las lágrimas no
paran en un rato mire de nuevo al cielo y recordé la canción la única
cosa que mi madre me dejo.
/Canto+Carisma/ [dice]0[/dice] En
esta noche te vengo a cantar pues de tus ojos cascadas salen. Deja de
llorar, deja las penas atrás y olvida el dolor pues cuando salga el sol
solo un recuerdo será...
Cantarla me hacía sentir mejor espero que el resto la oyera y también les sirviera.
La
cucha de Ian era el segundo peor apartamento que había visto en mi
vida, y por supuesto que me encantaba. Dudaba que los demás compartieran
el sentimiento, pero ya qué, se encontraban ocupados con sus propias
cosas. Golpeando paredes, quedándose en un trance durante varios
segundos y... ¿Cantando? Bueno, yo lo había hecho antes así que no podía
juzgar.
-Cómo que se me está complicando acordarme de todos los grupos de personas que nos quieren muerto ahora. -le dije a Epiphone. -Tu
viejo está bien loco y me parece que el momento que nos salgamos del
camino que el quiere nos va a mandar a estos muchachos a que nos surtan. -señalé con el pulgar a los hombres que la habían acompañado. -Pero
bueno, ya sabés como dicen: las amistades son como el pan; hay que
disfrutarlas mientras las tengas porque después se ponen duras, llenas
de musgo y te hacen mal al estómago.
Recibí unas...
sorprendentes felicitaciones de parte de Yannick. Consideré por un
momento que estuviera siendo sarcástico, pero imaginaba que eso le iba
mas al buen Frost. Y hablando de nuestro favorito aguafiestas él y
Yannick parecían haber tenido algún problema mientras yo no estaba
prestando atención. Capaz él era el que quería el maquillaje de
calavera.
-Siempre podés contar en mí para dar un buen espectáculo. -le guiñé el ojo, y luego me giré hacia Ian. -
Por cierto, ¿Que onda el museo? A nosotros nos atacaron unas pendejas en
un bar así que imagino que a ustedes los atacaron... ¿Estudiantes de
arte hambrientos y con poderes satánicos?
Ian
nos habia guiado a su casa en la ciudad, un lugar muy precario. No pude
evitar entristecerme al ver como vivia el pobre chico, pero la realidad
era que habia monoambientes mas pequeños, la verdad es que nadie
merecia vivir asi, no es que mi casa fuera lujosa, dios sabe cuantas
veces habiamos dormido en la cocina por las goteras del techo, pero no
podia evitar el sentimiento.
Pero la situacion no daba para
pensar demasiado, Jaime estaba herido y en parte era nuestra culpa. Con
Ephione pusimos a Jaime sobre la cama, no corria peligro por el momento.
-Esta bien, yo puedo encargarme- me dijo la chica. -
Bien, ya no corre peligro, hay que cambiarle las vendas cada pocas horas
para que no se infecte la herida y conseguirle unos calmentes, le va a
doler como los mil demonios cuando despierte- le dije- no lo regañes
mucho, a diferencia de su padre es un buen chico- le dije guiñandole un
ojo- voy a tomar algo de aire, llamame cualquier cosa.
Yannick nos felicito por el show que intentamos dar.
-Yo solo le segui el juego a la super bruja, ella se merece el credito- dije dandole un golpecito en el hombro a nitta.
Sali
fuera y ya habia varios que habian tenido la misma idea. La vi a
ibaraki golpear una pared, no pude evitar suspirar con desgano, no se si
entendian que cada vez que se herian el boludo que iba atras
sanandolos.
Lo vi a mint que estaba sollozando en un rincon y me
sente al lado ofreciendole mi pañuelo. Era la segunda vez que lo ofrecia
ese dia.
-"La mejor razon para llevar un pañuelo es ofrecerlo"-
pense mientras encendia un cigarrillo, Zack me habia enseñado eso
despues de todo, era imposible olvidarlo- ¿sabes que sos un chico muy
fuerte? Y no porque des golpes o entrenes pokemon, si no porque te
permitis llorar, las personas que lo hacen son mucho mas fuertes- le
dije mientras exalaba una bocanada de humo y empece a tararear- ¿podes
enseñarme esa cancion?- le dije mirando al cielo estrellado.
Ian
se habia puesto a rebuscar algo para comer, escondiendo a su paso las
pilas de papel que habian desperdigadas por el piso. No les tomo mucho
trabajo al resto de los entrenadores notar que eran intentos de letras
de canciones. El muchacho del gorro habia encontrado lo que buscaba,
unos paquetes de fideos y una pava en la cual podia calentar agua y
hacer suficiente para todo el grupo.
-Alcanza para todos, si...- Dijo el muchacho con un dejo de sonrisa en su rostro. - No se si tenga platos para todos, claro, de hecho seria una suerte tener para mas de tres, pero bueno-
El muchacho se dedico a hacer aquella improvisada comida mientras el
resto del grupo se disperso y comenzo a relajarse un poco. Ibaraki habia
salido, al poco tiempo, Mint, Maxwell y Nicholas salieron tambien a
tomar algo de aire. El ultimo les comento a grandes razgos lo ocurrido
en el bar. Epiphone decidio tambien irse luego de encargarles el
cuidado de Jaime, prometiendo que volveria por la mañana a ver como se
encontraba.
- Ah y el dueño del bar, se llamaba Blake, es el líder del gimnasio, tuvimos suerte.-
Dijo el muchacho antes de irse. El container se cerro. El silencio
incomodo se adueño del lugar. El agua hirviendo fue el unico sonido que
se escucho un momento despues. Yannick se acerco a ver porque Ian no
sacaba los fideos finalmente del agua. El muchacho tenia la cabeza gacha
y por la poca luz del lugar no podia ver su expresion.
Se froto
los ojos rapidamente y sirvio los fideos en una fuente lo
suficientemente grande para que todos coman de ahi. Yannick se quedo
arrodillado sin palabras, el muchacho del gorro no emitio comentario
luego de servir la comida, se limito a ponerse la campera que le habian
obsequiado y sentarse en un rincon alejado revisando una pila de
papeles. Del exterior se escucho una voz, entonando una melodia.
Yannick, Nico y Nitta levantaron la cabeza intentando reconocer la voz.
Era Mint, acompañado de la voz de Maxwell que parecia intentar seguirle
el ritmo a una cancion. Los dos entrenadores sonrieron para si y
voltearon hacia Ian, esperando que el muchacho acompañe la melodia como
solia hacer. Ian se mantuvo en silencio. Quizas se habia quedado
dormido, no podian ver con exactitud a travez de la penumbra.
La
mañana los sorprendio con el estomago algo revuelto, quizas por la
comida preparada tan a las apuradas, quizas por la falta de aire en el
pequeño container no preparado para albergar a 9 personas. Un golpe en
la puerta hizo que los entrenadores despierten de los precarios lugares
que habian escogido para dormirse. Uno a uno los entrenadores fueron
desperando, Maxwell fue primero a asegurarse de cambiar los vendajes de
Jaime, quien aun dormia pero su respiracion era ya normal. Encontraron
que sobre el piso del container, habia desplegado un mapa de la ciudad.
Tenia varios puntos marcados y una nota en una esquina. Las cinco plazas
de la ciudad estaban marcadas con un circulo, junto con otros edificios
marcados con un marcador rojo, entre ellos, el museo.
Nicholas,
Yannick, Nico y Maxwell no entendian absolutamente nada de lo que
estaba escrito ahi. Nitta analizo con cuidado cada punto trazado en el
mapa y comenzo a hacer conexiones con lo hablado con Kabir la noche
anterior. Giro para encontrar a Ian, pero antes agarro la nota que
estaba en una esquina del mapa.
"Creo
que esto puede ayudar, me quede pensando bastante lo que hablamos con
Kabir y si el Sinodo esta en Lumiose, lo logico seria que los otros
Guardadores esten en lugares que tengan que ver con...lo que hacen. Mis
suposiciones son esas. Perdon si hago esto, pero...no puedo estar en
Lumiose. Pense que iba a poder, pero no. Creo saber como poder ayudar de
todas formas. Pueden usar mi casa cuantas veces gusten, les deje la
llave.
PD= Pidanle a Jaime que me compre un colchon nuevo. PD2= Yannick, por favor cuida mucho a Lestibournes. Cuidense.
Nos
habíamos arreglado para comer algo y al parecer pasaríamos la noche
todos juntos, era lo menos práctico pero lo más lógico. El ambiente se
había vuelto tenso e Ian comenzó a manera extraña desde que Frost
mencionó a este tal Blake, que los había ayudado ¿o era algo más lo que
tenía mal al chico? No podíamos determinarlo, pero el resto de su cuerpo
hablaba por él. Parecía como si... llevara el peso de una pena muy
fuerte encima. De alguna otra forma estuvimos de acuerdo en animarlo con
la música, pero no pareció suficiente, o se había quedado dormido,
quizá estaba solamente agotado. -A mi también me vendría bien dormir
-comenté con un bostezo en el medio. Me había sacado el sombrero y el
vestido y estaba con mi malla negra únicamente. Me cubrí con la sábana
que había usado Galahad y me acurruqué contra la pared, intentando no
ocupar mucho espacio. Tomé la pokebola de Galahad y la observé, él me
miraba desde su interior, inquieto- No hay espacio, pero puedes observar
desde aquí- tomé la pequeña esfera con ambas manos y las dejé cerca de
mi rostro- Buenas noches.
Al día siguiente, al despertar, noté
que mi rostro estaba apoyado sobre algo cálido y suave, me recordaba a
algunas de las cosas que hacía mi madre. Refregué mi rostro contra
aquello con gusto, hasta que noté que se movía y reaccioné, me aparté y
miré lo que tenía frente a mi rodeado con los brazos. Salem. -
¿Cuándo...? -y entonces recordé. En algún momento de la madrugada me
medio desperté, me había parecido escuchar algo. El pequeño felino, que
descansaba sobre Maxwell, me miró y sin palabras y con un simple gesto
de la cabeza habíamos estado de acuerdo en que no había sido nada. Una
cosa llevó a la otra (?) y en medio del sueño le hice unos gestos para
que se acercara. Tenía curiosidad... Parecían ser buenos amigos con el
Doc, casi no se apartaba de su lado ¿cómo sería con el resto? El skitty
dudó pero finalmente se acercó. Lo tomé con ambas manos, no sé si era
que estaba dormido como para reaccionar, pero no recuerdo en qué momento
me dormí. Me volteé un poco y me encontré con la expresión del Doc.
No sé si estaba sorprendido, molesto o celoso, pero Salem saltó de mis
brazos al suelo y se aproximó a su amigo desperesándose en el trayecto,
como si nada hubiera pasado. Me adelanté y antes de que Maxwell pudiera
decir algo, en un movimiento rápido sostuve el pokegear frente a su
rostro. -¡Buen día! -sonreí algo nerviosa- Me olvidé de devolverte esto anoche.
Luego
de unos minutos la mayoría reaccionó. Creo que no fui la única que se
percató del mapa desplegado sobre el suelo. Lo observé con atención. Era
Lumiose y los puntos marcados... hacían referencia a lo que Kabir nos
había comentado. Pero mi vista se posó sobre la nota. La tomé y
comencé a leer. Me detuve a medio camino y volví a leerla, pero esta vez
en voz alta para que todos escucharan.
Me mantuve en silencio unos segundos.
-
Realmente no quería ir al sur... -musité. Volteé a ver a Frost y al
resto de los que habían ido al café- Este Blake ¿Qué más saben de él?
Estoy creyendo que... él tiene que ver con que Ian... se fuera -volteé a
ver el mapa nuevamente, un poco apresada por una suerte de nervios y
urgencia de comentar esto rápidamente, quizá el chico no se encontraba
muy lejos. O sino... ¿Y si el ruido que habíamos escuchado en la noche
con Salem había sido él al irse? ¿Cómo no pudimos darnos cuenta de que
no estaba allí? -Este mapa... No llegamos a decirles anoche, sobre lo
sucedido en el museo. Encontramos a Kabir, nos dio bastante
información, pero en resumen, hay otros con posiciones como la de él en
la ciudad -hablaba bastante rápido- Religión, política, medicina, arte,
guerra -cada vez que decía cada una de estas palabras, señalaba la
locación en el mapa correspondiente- Son los pilares de los guardadores.
Quizá podemos conseguir algo de información si hablamos con los otro
cuatro. Kabir desconoce la ubicación de Julia, sólo puede suponer...
Pero primero... ¿Deberíamos ir por Ian? -pregunté. No estaba segura de
si debíamos. Quizá dejarlo era mejor para él, no podíamos forzarlo. Si
se había ido hace unas horas posiblemente ya estaría fuera de Lumiose.
-
Ibaraki, Mint -llamé a los dos chicos- ¿Cómo se llamaba la amiga de Ian?
¿Karina? ¿Recuerdan su rostro? Perdón, estaba demasiada embobada con
los disfraces y no presté mucha atención. Podríamos ir a preguntarle...
-me detuve antes de terminar la frase y me quedé en silencio.
No
teníamos mucho tiempo, teníamos a alguien esperando fuera, seguramente
Epi y el resto de su grupo. No sabía qué decisión tomar y me estresaba
más de lo que esperaba. Me aparté del resto y me coloqué el chaleco y
acomodé las cosas de manera apresurada, nerviosa, solo restaba peinarme.
Me senté sobre el borde de la cama y me quedé observando el mapa
fijamente unos segundos. -Podría intentar localizarlo con Galahad... -murmuré al final.
Mi
estómago dio un vuelco al escuchar la nota. Incluso cuando lo repetí en
mi cabeza sentí lo mismo, como si no lo estuviera aceptando. Supongo
que después de tanto irme de lugares, alguna vez me iba a tocar ser
quien era dejado atrás. Me hubiera dado vergüenza que me afectara tanto,
si no fuera porque ya me conocía. "Te parece que voy muy rápido?" Gran noticia, pajero: Cuándo no.
Tendría que haberme dado cuenta anoche que algo estaba mal. No, me había dado
cuenta. Y no hice nada. No quería parecer metido pero... al final había
hecho lo mismo que Alan conmigo. Lo había convencido de hacer algo con
lo que no se sentía cómodo, acompañarnos, sabiendo, y.. no había
reaccionado antes. Esa conexión me puso aún peor. Ahora no me podía
sacar la idea que era mi culpa. No sabía qué era lo que lo había puesto
así e igual sentía que debería haber hecho algo para evitarlo. Yo le había dicho que no iba a pasar nada. Capaz si me hubiera contado podría haber ayudado--
"Porque solo te interesás en alguien si te necesita."
Me
levanté de golpe. Sentía que el lugar me estaba asfixiando, entre el
encierro y la gente. No entendía el mapa y no me importaba mucho ahora
mismo. -Voy a tomar aire.- murmuré antes
de salir lo más rápido que pude, mientras cerraba la puerta escuché a
Nitta preguntar algo del dueño del bar. Ese tipo no me terminaba de
cerrar, como... No, no podía comparar todo con mis experiencias, estaba
siendo estúpido de nuevo. Y no servía hacer esas suposiciones ahora.
Me
alejé bastante del container e intenté volver a respirar, al menos
afuera el aire estaba fresco, siempre era buena esa sensación. Apoyé la
espalda en una pared, cayendo al piso, y me fregué la cara con las
manos. Dale, no es para tanto. Todo muy lindo pero fueron como 4 días.
Lo único que podía hacer era esperar que estuviera bien, en algún lado
que se sintiera seguro. Justamente yo no tenía derecho a quitarle eso. Y
el resto teníamos "trabajo" que hacer.
Anoche fue una noche larga, Nicholas se habia acercado a mi luego de sentarme junto al contenedor y se puso a hablar.
-Tenes talento-
Dijo sentandose a mi lado. No estaba prestando atención realmente, no
esperaba que él, de todo el grupo, viniera a hablar conmigo, realmente
no habiamos interactuado mucho desde que nos conocemos.
-eso que haces, es un talento poco común- Continuó.
-Golpear paredes?- Pregunté, suponiendo que no se referia a eso, pero realmente no me sentia muy comoda hablando ahora.
-No, lo otro, esas heridas y tu pokemon- Concluyó.
-oh... eso... no se que es realmente, pasa a veces- Expliqué viendo las marcas en mi brazo, residuos de una de las tantas veces que eso pasó.
-Yo creo que es parecido a lo que yannick y yo hacemos.- Dijo en forma casi casual. -Podes manejarlo?-
-Lo intenté un par de veces, pero siempre ocurre por si solo, cuando Baraddur o yo estamos en peligro- Expliqué, ahora algo curiosa, tal vez por fin tendria alguna explicación despues de tantos años...
-Quizás podamos entrenarte, pero por lo visto nunca hay tiempo-
Entrenarme... A qué se referia, podia aprender a usar eso por mi
misma? usarlo sin sufrir ese dolor y heridas? Miré a Baraddur, estaba
relajado a mi lado, no se si habia prestado antención a la charla, pero
no parecia estar interesado, o era su forma de decir que era mi
decisión...
Comencé a escuchar un canto cercano, Mint y Maxwell
comenzaron a cantar, no me lo habria esperado, la melodia me ayudó a
aclarar un poco la mente, aunque fueron interrumpidos cuando alguien más
salió a avisarnos que la cena estaba lista. Antes de entrar, miré a
Baraddur de nuevo, ambos sabiamos que el lugar era chico y estaba lleno
de gente, tomé su pokeball y se la acerqué, si deseaba quedarse afuera
podia hacerlo y esperarme, pero tocó el botón que le permitia entrar en
el dispositivo, al parecer prefirió quedarse cerca, no podia dejar de
agradecerle mentalmente.
Una vez adentro, me quité los accesorios
de fiesta que aún vestia, ya era hora, y cenamos todos juntos, el
ambiente era algo tenso diria, pero a pesar de eso, no podia dejar de
pensar que era el lugar ideal, era una de las pocas veces que pudimos
compartir un momento juntos desde que todo inició. Poco despues nos
dispusimos a dormir.
A la mañana siguiente desperté, habia
dormido más cómoda de lo que esperaba, aunque estaba acostumbrada a
dormir al aire libre y sentada, pero, me sentia extrañamente relajada,
habia dormido sobre algo suave y, hasta diria cálido, volteé solo para
encontrarme con una escena que esperaba que nadie más notara, mi
"almohada" habia sido el hombro de Mint, quien aún no habia despertado,
gracias al cielo, o habria visto mi rostro más rojo que mi saco.
Me
di vuelta antes que el chico despertara, algunos habian comenzado a
despertar y hacer preparativos, pero habia algo raro, alguien faltaba, y
terminé de darme cuenta cuando Nitta leyó en voz alta un papel en su
mano.
Ian nos dejó... sentí algo en el ojo, una lagaña tal vez,
pero cuando me limpié con la mano noté que era una lágrima, por qué
estaba llorando, porque Ian se habia ido, apenas conocia al chico, pero
me sentia mal al escuchar que se habia ido.
Nitta nos preguntó si recordabamos a la amiga de Ian, la chica que nos dió los disfraces que usamos la noche anterior. -No era Karen? Creo que si la veo de nuevo la podria reconocer, pero no recuerdo como llegar al lugar donde la vimos- Dije, aun shockeada por la situación.
Me
desperté con los ruidos de mi estomago y el calor sofocante del
container, no puedo creer que este chico viva acá, de verdad tiene que
pensar qué hacer con su vida, este lugar es inhumano. Anoche había
tenido una charla con Ibaraki sobre sus habilidades, no tengo idea de
cómo fue su vida antes de esto pero claramente a diferencia de mi ella
no creció con alguien explicándole sobre sus habilidades, ofrecí
ayudarla, yo no seré el mejor maestro pero creo que el autocontrol es
algo que por lo menos manejo bien.
El resto también comenzaba a
despertarse, el doc incluyo ya arrancaba con sus labores medicas
atendiendo a Jamie. Pobre chico, ya casi me había olvidado que se estaba
muriendo en el colchón de Ian, aunque seguramente era la segunda
persona que estuvo moribunda en esa cosa, por dios, prefiero que me
maten a dormir ahí. El doc miro un segundo al suelo y enseguida dirigí
mi mirada allí, un mapa de toda la ciudad se encontraba desplegado con
una especie de círculos rojos que no entendía qué carajo significaba.
Hippie se acercó a él y lo tomó, parecía entender mucho más que yo qué
carajo significaba todo. Parecía dispuesta a hablar cuando tomo lo que
parecía una nota y la leyó para nosotros. Ian se había ido, no sé cual
era su problema pero claramente lo atormentaba demasiado como para
seguir ahí En otro momento de mi vida lo habría juzgado más que
ahora, pero entiendo perfectamente lo que significa querer dejar una
experiencia atrás.
Debo admitir que tuve que luchar bastante con
no mirar a Roomie cuando la hippie terminó de leer la ultima
dedicatoria, lo último que necesita es mi lastima. - Este Blake ¿Qué más saben de él? Estoy creyendo que... él tiene que ver con que Ian... se fuera.-
nos preguntó, mire hacia arriba mientras pensaba, descontando lo de
líder y claramente fanático del Crossfit no sabía absolutamente nada del
tipo, estaba agradecido porque nos haya ayudado pero tampoco es que se
volvió mi mejor amigo. -Amable, mucho ejercicio encima y tiene un bar. Fuera de eso no tenemos más información sobre él.-
No
sé qué tanto pudo satisfacer su pregunta mi respuesta pero debió servir
ya que comenzó a explicarnos acerca de lo que significaban cada uno de
los círculos, cada uno representaba un pilar de los Guardadores y
nuestra posible respuesta al paradero de julia. Solo espero que Ian no
se haya equivocado porque no tengo ni idea de donde podríamos buscar,
nos había reducido bastante el rango pero ahora teníamos que encontrar
dentro de los edificios a esas personas y a todo eso sumarle que tenemos
a Neron pisando nuestros talones.
Me acerqué al mapa y comencé a
mirarlo, en principio el lugar más seguro para arrancar debía ser la
catedral, no debe ser un lugar con mucho personal ni tan concurrido,
podemos ir todos en grupo sin levantar tantas sospechas. Los otros, en
cambio presentan un desafío mayor sobre todo, más que nada política,
seguramente nos volveríamos a encontrar con la gente de Guthier padre
allí. Levanté la vista, todos seguían adentro menos Yannick, debió
pegarle más de lo que creí. Aclaré mi garganta llamando la atención del
restó.-Si entendí bien, tenemos que hablar con
esta gente, viendo los lugares, creo que lo mejor sería arrancar por la
Catedral. Es un lugar con relativamente poco personal y movimiento de
gente, supongo, no creo que mucha gente vaya a rezar en estos días,
podemos pasar como un grupo de turistas.- expliqué al resto, debo
decir que sus expresiones eran bastante variadas, algunos aún seguían
medio movidos por la partidas del rubio, deje salir un leve suspiro.- Entiendo que estén movidos por que Ian nos haya dejado pero tiene sus motivos, se despidió por el momento, no es para siempre.- Por dentro realmente quiero cachetearlos, no llevamos tanto tiempo cómo para estar llorando, ni que fuera el bff de todos.-Piensen en lo que dije.-
Salí
del container, los rayos del sol y el aire que soplaba eran mil veces
mejores que esa caja de la muerte, si fuera por mi también habría huido
de la ciudad a quedarme acá. Recorrí con la mirada el lugar hasta
encontrar a Roomie, estaba sentado en el suelo mirando hacia la nada,
reconocí enseguida ese extraño brillo en sus ojos, estaba viéndolos a
ellos, extraña forma de animarse o deprimirse. Me acerqué hasta donde él
estaba, considere en sentarme pero ya había cometido ese error ayer,
hoy no pienso tocar un suelo de dudoso pasado. Me apoye contra el
container y liberé a mi ultimo pokemon capturado, el pequeño fantasma se
materializo frente a Yannick rompiendo su trance. -Roomie, te presento a Hollow.- La criatura se acercó al muchacho y asintió con la cabeza, a diferencia del oso su temperamento era mucho más sumiso. -Hollow, si algo llega a pasarme, él es quien va a cuidarte.-
Roomie me miro medio extrañado y hasta algo molesto para luego sonreír
mientras estiraba la mano hacia el phantump a modo de presentación. Otro
rayo blanco salió de mi bolsillo, el cubchoo se había liberado y miraba
hacia todos lados planeando su próxima travesura, detuvo su mirada en
mi y rápidamente arrojó un leve soplido de nieve que golpeo al lado de
mi cabeza.- Y ese es Bryce, si muero quiero que lo tires a un río.-
-Siempre el optimista vos, no?.- Dijo el muchacho
-Qué te puedo decir, soy una caja de sorpresas- respondí mientras regresaba a los pokemons, el muchacho se quedo mirandome por unos segundos medio extrañado.- Pasa algo?-
-Nada, me recordaste a alguien que conocí una vez.-
Lo primero que ví al despertarme fue a Yannick saliendo por la puerta, con un gesto de Necesito tomar un poco de aire.
Bueno,
quizá no un gesto, mas bien la forma en la que caminaba, cómo llevaba
la cabeza baja y las sombras sobre su rostro, casi sólidas. Supe que
había un problema en ese momento, todavía medio dormido.
-Este Blake ¿Qué más saben de él? Estoy creyendo que... él tiene que ver con que Ian... se fuera
Hice
mi mejor esfuerzo para recordar la apariencia de ese tipo, lo cual no
fue fácil. Tenía en la mente la imagen de alguien grande, buena figura y
con barba, ¿Se veía como alguien que...? No, la verdad no podía
recordarlo lo suficiente cómo para garantizarlo. Anoche había estado tan
concentrado en la maravilla de la noche y las chicas siguiéndonos que
no le presté mucha atención a los que supuestamente querían ayudarnos.
Quizás si hubiera conocido más a Ian hubiera ayudado. No sabía absolutamente nada de él, ni del resto de mis compañeros.
Mejor, me dije a mí mismo, esto sería mucho más doloroso si lo hubieras conocido mejor.
Ese
pensamiento me causó un malestar en alguna parte entre el pecho y el
estómago, pero decidí ignorarlo. Ya habían empezado a discutir nuestros
siguientes pasos, y con eso sí que podía ayudar. Si Ian quería alejarse
durante un tiempo podía hacerlo, lo entendía perfectamente. A veces hay
que escaparse donde nadie conozca tu nombre. Sin advertencia, sin
despedidas. Es la forma menos dolorosa.
Y bueno, si llega a
volver entonces perfecto. Y si no... y bueno, un nombre menos que
recordar despierto, un nombre más que recordar cuando... no, no tenía
que pensar en eso.
Me acerqué a los que estaban viendo el mapa, manos en los bolsillos.
-La verdad yo fallé todas estas materias en el colegio. -Sonreí al leer lo que estaba escrito en el mapa. -No tengo problema con ir al lugar de religión. Si nos dividimos en dos grupos me interesaría el de guerra también.