No,
no tenía sentido quedarnos quietos como si nada mientras aquella tipa
se nos acercaba con actitud sospechosa. Teníamos que actuar de alguna
manera, al menos intentarlo. -Vengan -susurré. Y como si estuviéramos
casualmente recorriendo el sitio me di vuelta a observar los cuadros.
Nos ocultamos tras una columna para desorientar a la mujer de rayado y
en segundos Kabir nos guió trazando un camino un tanto confuso. No sé ni
qué escaleras pasé, ni cuantas puertas, pero si estaba segura de algo,
es que nos estaba ayudando a salir. La cantidad de información que
nos entregó en lo que escapábamos era atroz, a tal punto que dudaba si
podía memorizarla toda, intenté prestarle atención. No pudimos
preguntarle nada, recién cuando nos detuvimos algunos articulamos
algunas palabras.
Nos observamos con algo de duda, quizá culpa
¿Estaba bien dejar a Kabir a merced de quién sabe quién? Sin embargo,
era un guardador, y ello debía ser, suponía yo, señal de que podía
defenderse a sí mismo. -Muchas gracias por todo -comenté preparándome para correr junto al resto- Cuídese. Si tenía planeado que nos volviéramos a cruzar... debía hacerlo.
La
calle principal contaba con una barbaridad de gente. Estas últimas
semanas no me había fijado tanto en las fechas y se me había escapado
que se acercaba Halloween, cosa que explicaba los disfraces y la música.
Supuse que así estaríamos medianamente seguros, sin miedo de que nos
hicieran una emboscada o algo por el estilo ante tanta concurrencia de
gente. -Deberíamos ver cómo está el resto en lo que avanzamos
-comenté. Pensé en un momento en detenernos y ocultarnos a llamarlos,
pero me di cuenta que era mejor ponernos en marcha como Ian dijo.
Tomé
el gear y busqué a los demás. Inicié la llamada y luego de unos
segundos se escuchó que desde el otro extremo atendieron. Supuse fue
Frost. -¿Están bien? -el ruido característico de un combate me dió a
entender que no precisamente- Lo conseguimos pero tuvimos un pequeño
problema -intenté no dar mucho detalle para que la gente que nos rodeara
no escuchara nada raro. Frost inmediatamente nos solicitó que fuéramos
para allá- Ok, en camino -y corté. Me contuve decirle que parara de
decirme hippie.
-Hay que ir al bar, no sé que sucede pero nos
necesitan -le comenté al resto. Miré a Ian- No sé si sea así, pero te
noté algo incómodo con la idea de ir al sur. Igualmente necesitamos que
nos guíes. Observé el mapa del museo y puedo darme una idea, e intentar orientarme, pero con tanta gente no creo lograrlo.
Continuamos
avanzando por lógica al sur, solo esperaba que Ian nos diera una mano, o
que a alguno se le ocurriera como llegar rápidamente hasta el otro
extremo. Dudaba que con estas marchas los transportes funcionaran
siquiera.
Tras
aparecer está “chica calabaza” escapamos de ella siguiendo a kabir
agarraba a kaeru para que no atacará y por error destruyera algo
invaluable no creo poder pagarlo no podía creer está locura de viaje que
teníamos con nuestra vida en peligro cada día que pasa pero era claro
el siguiente destino la cara oculta de Luminaria El Sinodo.
Tras
salir del edificio a un callejón que daba con la calle la cual por
cierto estaba llena de gente y alegría kabir cerro la puerta para
enfrentarse a la chica calabaza pero sin antes decir unas palabras que
llamaron mi atención sabaktes creo que puede ser la forma de entrar al
sínodo aún que creo que faltaria las partes de los demás guardadores
pero no creo que nos lo den haci de fácil la clave para entrar.
La
proposición del doc se sintió completamente fuera de lugar, capaz por
eso funcionó mejor que mi distracción. Jaime y Nico lograron escaparse
pero las chicas solo se rieron de nosotros.
-Lo hacen muy obvio!- Eso
dolió más que todos los golpes en los últimos días. No me gustaba
abusar de mis poderes, pero capaz sí necesitaba práctica, qué sentido
tenía si no funcionaban cuando realmente lo necesitábamos.
-Roomie, estas chicas son como nosotros, quizás un poco peor.-
comentó Frost cuando vimos lo que intentaron hacerle al dueño. Asentí,
lo sospechaba, lástima conocer más gente así de este modo. Entonces de
entre las sombras aparecieron unas figuras pequeñas. Abrí los ojos sin
poder creerlo, cuatro Phantump nos rodeaban con ataques cargados.
Las
chicas dijeron no estar interesadas en Jaime sino en la información que
teníamos... Cómo sabía el padre de Jaime sobre los Guardadores si el
muchacho decía no tener idea?
Hubo un segundo de silencio en el
que nos permitieron responder. Tragué saliva y apreté los puños. Íbamos a
negarnos, nos iban a atacar, y nos tendríamos que defender. Y no sabía
si podría enfrentarme a esos pokemon. Sus ojos transmitirían tristeza a
cualquiera, pero esa mirada se me hacía aplastante. Eran niños.
Cómo podían usarlos en batalla. Y aunque pudiera hacerles daño... tanto
Ehre como Leti estarían en desventaja con esas bolas de fuego...
Podíamos irnos sin problemas si les dábamos lo que querían. No es que
confiara en su palabra pero entre más miraba a los pokemon a nuestro
alrededor, menos fuerzas para pelear sentía.
Frost atacó con su
oso, eso me sacó de mi cabeza. Sentí una presión en el pecho pero la
tuve que ignorar. No, no les iba a dar el gusto. Saqué a Ehre, quien
pasó su ojo por la escena y se volteó a mirarme. No sabía si me estaba
juzgado por traerla a la situación y reconocía los otros espíritus, o si
simplemente esperaba mi orden. Estaba paralizado, no podía hacerle eso a
ella ni a los Phantump. Frost, que hablaba con los otros por el
pokegear diciéndoles que vinieran a ayudar, me miraba expectante
también. Mierda dale tenés que hacer algo ya.
-A las calabazas!- grité más fuerte y desesperado de lo que pretendí. Ehre no expresó nada, se dió vuelta y se lanzó hacia una de las chicas.
//Tackle 15+15 a la que está parada// [dice]0[/dice]
Suspire,
¿todo tenía que ser asi de ahora en mas?, nunca íbamos a poder tener una
charla en vez de intentar matarnos el uno al otro. Por un segundo,
pensé que iban a sentarse con nosotros y tomar una cerveza, juro que lo
pensé.
-Les ofrezco charlar, arreglar bien las cosas, pero no
sólo deciden atacarnos, sino que lastiman a gente inocente- comente al
ver las sombras que casi atrapan al dueño del local.
Jaime había
salido por la puerta de atrás y ahora estábamos frente a varios
fantasmas aterradores, parecen niños… pero no podía ser, los pokemon no
eran niños, ¿o si?
-Disculpe, por cualquier daño que podamos
causar- le dije al dueño- Pero no creo que las señoritas quieren
resolverlo con palabras lamentablemente- dije con pesadez- No voy a
dejar que lastimen a nadie de aca
Mire a Salem siempre fiel en mi hombro.
-¿tenes ganas de ayudarme hoy?
-Nya, nya- negó rápidamente.
-Me lo imaginaba
Infle
la pokebola de Cianuro y el pokemon se desperezo chorreando veneno de
su colmillos, listo para atacar. Su cola empezó a absorber la energia
maligna del ambiente y se tornó completamente oscura, directo a atacar
uno de los fantasmas ilesos.
//Knock off 20+20 (20+ si tienen un ítem// [dice]0[/dice]
Nico,
Jaime y Debbie avanzaron con cautela por el callejon. Tratando siempre
de mantenerse cerca de los grandes contenedores de basura para no ser
descubiertos.
-Este callejon da a una calle mas grande que conduce a una plaza, la Plaza Vert. - Dijo Debbie mientras avanzaban casi agachados. Los ruidos de los festejos aun se sentian fuerte.- El
desfile deberia pasar por la Avenida Vernal y unise al Boulevard Sur.
Que es la calle peatonal...si llegamos ahi, no creo que nadie los
localice con toda la gente.
Jaime lucia palido, miraba para
todos lados espantado. Era obvio que aquella era la primera vez que
estaba en un callejon lleno de basura como ese. Se apiñaron al final del
callejon, mirando hacia la plaza. Estaba abarrotada de gente, niños
corrian de un lado al otro, varias personas con disfraz desfilaban
tomandose fotos y algunos repartiendo globos y otros objetos. Nico
localizo a una chica con el cabello con trenzas que estaba pintandole la
cara a los niños.
-Es lo mas cercano que van a encontrar a un
disfraz en este lugar sin adentrarse en el desfile.-. Dijo Debbie quien
estaba en duda si los acompañaba o regresaba a su empleo. Nico y Jaime
avanzaron hacia la plaza con cuidado. Mucha gente corria de un lado al
otro emocionada y alegre. Jaime tropezaba cada dos pasos al mirar hacia
el callejon con miedo.
-Odiaba los bailes. Odiaba todo eso, valgame. - Dijo el muchacho con la voz temblorosa. - Mi
padre celebraba bailes de gala una o dos veces al mes, y tenia que
asistir claro. Viendolo asi...casi extraño asistir a bailes por
obligacion, antes de estar escondiendome de asesinos a sueldo.
En
el cafe todo ocurrio rapido, algunos ataques concentrados sobre uno de
los cuatro Phantump hicieron que este caiga y quede aparentemente
inconciente en el aire, flotando. Los demas aun estaban dando vueltas,
dos de ellos habian sido alcanzados por el viento helado lanzado por el
Cubchoo de Nicholas, pero seguian estando consientes. El Honedge de
Yannick salio al ataque tambien, dando una potente embestida golpeo de
lleno a una de las chicas que tropezo unos pasos de donde estaba parada.
El muchacho del Aipom dio un paso hacia atras una vez que los hilos de
sombra lo rodearon sin exito. Lejos de parecer asustado, parecia
furioso.
-Cometieron un grave error aca.-
Dijo seriamente. Los entrenadores se sobresaltaron cuando el muchacho
dio una patada a una mesa, y con fuerza que tenia, esta salio disparada
arrastrandose hasta la puerta, bloqueandola. - Thunder Wave - Murmuro
sin despegar la mirada de las disfrazadas. Su aipom salto a su hombro y
emitio nuevamente chispas amarillas de su cola, pero esta vez pequeños
relampagos se formaron de las mismas, rodeando a las entrenadoras y
haciendo que sus movimientos sean mas limitados. Dos de los Phantump que
aun seguian dando vueltas se lanzaron al ataque, sus esferas de fuego
rodearon al Aipom generandole algunas quemaduras en el pelaje. El otro
Phantumb ataco al Honedge de Yannick, lanzandole tambien aquellas
esferas de fuego. El otro Pokemon que aun quedaba dando vueltas, se
lanzo a atacar al Cubchoo de Nicholas, mientras sus dueñas se debatian
para safarse de los relampagos que parecian estar atandolas.
//Will-o-Wisp//
[dice]0[/dice]
//Confuse Ray//
[dice]1[/dice]
-Busquen a Debbie y a los otros dos. Yo me encargo de que ellas no los sigan. - Ordeno el dueño del lugar. - Ponganse a salvo, Debbie conoce la ciudad y puede llevarlos a donde nadie los siga, descuiden. -
Los entrenadores duraron. Las chicas disfrazadas reian con confianza
apesar de estar atadas con relampagos que impedian que huyeran.
-No solo nuestros Pokemon los pueden seguir donde sea, que les hace pensar que no somos mas afuera? - Rio la chica que habia sido herida por el Honedge.
-Y que les hace pensar que las demas no encontraron ya a sus amigos en el museo?
- Dijo juguetonamente la otra mientras un Phantump pasaba cerca de
ella. El dueño del bar fruncio el seño y nuevamente les hizo un gesto a
los entrenadores para que vayan a la trastienda y alcancen a los demas.
-Es la primera vez que amenazan a alguien, no? - Dijo muy confiado el sonriente muchacho.- Porque...la
verdad, no me dan miedo, al menos a mi. Pero claro..quizas sea porque
cometieron el error de meterse con el Lider de Gimnasio de Lumiose. -
El silencio se apodero del cafe, si bien no podian ver el rostro de las
chicas de las mascaras, pudieron notar por su postura que ese
comentario habia tocado una fibra de miedo en ellas. - Ustedes, vayan a encontrarse con Debbie. Ah, por cierto...me llamo Blake.
Creo
que me choque con 6 o 7 personas en solo una cuadra. Teniamos que ir al
Boulevard Sur despues de todo. Me habria negado, pero no podia permitir
que les pase algo a los demas. Y si era tarde?
Ibamos caminando
entre la gente que se preparaba para el desfile, ropa exotica,
mascaras, maquillaje. Me sentia ahogado, pero no solo por la gente. Ese
lugar. Sabia que algo malo tenia que pasar si ibamos a ese lugar. Ojala
esten bien...eh...todos ellos, si. Sacudi la cabeza. Claramente no me
importaban todos por igual. No era momento para esto, mucho menos yendo
hacia ahi. Todos somos descartables. Una y otra vez sus palabras en mi cabeza. No, no era asi, ya no soy esa persona.
-Es---esperen! -
Me costaba hablar. Seguramente estaba temblando con cada paso que nos
acercabamos al lugar. Pero ademas de mi panico por aquella zona...nos
seguian. Entre la gente que caminaba alegre por la avenida- Al
menos...2...no, 3. Hay 3 chicas mas con la misma mascara, podria jurar
que las vi dando vueltas- Era imposible centrarse en tan pocas personas
cuando el festival estaba explotando. Eso nos jugaba a favor, podiamos
perdernos facilmente en la multitud, pero seria mucho mas facil si...- Tengo una idea. Espero que no esten muy encariñados con su ropa. - Oh, las caras que pusieron.
Los
guie entre la gente, saber a donde ir me habia sacado el temor y
temblaba menos. Plaza Jaune. Era ahi donde se econtraba una de las pocas
personas que podia ayudarnos. El lugar estaba lleno de gente, las
plazas siempre lo estaban, pero las noches de festivales y desfiles
estos lugares eran casi intransitables. La mayoria de las personas
estaban abarrotadas contra una esquina de la plaza, y sabia muy bien el
porque. Ahi estaba ella, rodeada de mascaras, tunicas, maquillajes y
cosas propias de esta epoca. Tenia la cara pintada como un Gengar, de
hecho.
-Mi amor,. ya llegue!-
Exclame fuerte. Si, las caras de los demas tambien fueron iguales o
peores que cuando mencione lo de la ropa. La chica con el maquillaje de
Gengar se volteo y abrio los ojos como platos. Corrio a abrazarme
descuidando su puesto de ventas, cosa que no habria hecho jamas de no
ser porque hace meses que no nos veiamos. Luego del abrazo, vino una
bofetada, claro.
-Que haces aca!? Se supone que...tenias...que...irte!!- Cada palabra era un puñetazo en el hombro o en el pecho. Poco despues noto que estaba acompañado. - Oh...amigos nuevos? No seran de la banda, no? Ay, Ian...prometiste que ibas a...-
-Shhh!!! Karen necesitamos ayuda! - Si no la detenia iba a seguir reprochandome cosas toda la noche.- Disfraces, mascaras, lo que tengas. Y no, no esperes que te pague. Ah...chicos, ella es Karen.-
-Emh...hola?-
Dijo ella. Tan elocuente como siempre. Tenia su cabello negro teñido en
las puntas de azul ahora. Cambiaba de color cada mes y yo no me cansaba
de decir que iba a quedarse sin pelo si seguia asi. -
-Es...la hermana que jamas tuve. Y jamas quise. -
Sonrei. Por algun motivo mi intento de tener una vida nueva lejos de
esta cuidad habia fracasado y ahora estaba de nuevo enterrado en
problemas. Esta cuidad nunca me va a dejar ser feliz, verdad?
Me
detuve por un segundo ante las palabras de Jamie, a menos de diez
metros de la muchacha de trenzas. Escuché atentamente, y le dirigí una
sonrisa cubierta en sombras apenas terminó de hablar. Una canción de mi
lejano pasado comenzó a sonar en mi mente.
There's nowhere else to go, it seems that... I can't return anymore...
-Entiendo cómo te sentis. -Le dije, tratando de sonar cortés. -Éstas
cosas... las fiestas, los bailes y disfraces, entiendo que no son para
todos. Igual... por lo que me decís entiendo que los únicos a los que
asististe estaban llenos de viejos aburridos. Eso no es algo a lo que yo
llamaría baile.
¿Por qué me estaba molestando en decirle
esto? Lo único que tenía que hacer era mantenerlo a salvo hasta que
llegaran mis compañeros, nada más. Y aún así...
-
¿En serio preferirías eso a lo que está pasando? Fuera del miedo que
tenés, el cual es entendible, no puedo imaginar el querer volver a una
vida tan vacía de color y diversión. Te dije antes que te iba a mostrar
una fiesta de verdad, y planeo mantener mi promesa. -Señalé a la mujer pintando las caras de niños y adolescentes. -
¿Escuchas los sonidos que vienen de la avenida? El júbilo, las risas y
la forma en la que están disfrutándose sin que les importe nada... ¿No
te da algo de envidia? -Apreté su mano ligeramente más fuerte, emocionado por mis propias palabras.
My own fingers stained with red, tangle up with yours instead...
-Acá... permitime.
Me
acerqué hacia él tratando de parecer lo más amigable posible y comencé a
moverle el pelo, deshaciendo su perfecto peinado y cambiándolo a algo
mucho más divertido e interesante, al menos para mí. El muchacho parecía
bastante incómodo pero me aseguré de sonreirle a todo momento.
-¿Ves? Ni yo te reconozco ahora. -Me encogí de hombros, ríendome. -
Entre esto y que te pinten la cara te aseguro que nadie va a saber quién
sos y... ¿No es hora de que tengas una noche de diversión para vos
mismo?
I'll take you far away, to an even darker place.
Dicho eso nos acercamos a la muchacha, yo delante de el y completamente despreocupado.
-Disculpe, ¿Le molestaría pintarnos la cara con algo lindo? ¿Puede ser... un Shedinja para mí? -Me volteé hacia Jamie. -Y para mí amigo lo que él quiera.
Me
senté en frente de ella y esperé pacientemente que comenzara a
trabajar, mientras aún escuchaba los sonidos de la ciudad a mi
alrededor.
-Hermosa noche, ¿No te parece? -Le pregunté, suspirando. -Éste lugar es mi tipo de bosque, el que está hecho de cemento, metal y la alegría del espíritu humano.
In the forest with no end, the cicadas cry again.
Apenas
unos minutos pasaron antes de que Frost, Maxwell y Yannick aparecieran a
través de la puerta trasera, llegando al mismo pasillo en el que nos
encontrábamos. Supongo que no esperaban vernos pintándonos la cara,
juzgando por la sorpresa que creí ver en sus rostros.
-¿Ves? Te dije que esas tipas no iban a ser problema para nosotros. -Le mencioné a Jamie antes de girarme hacia ellos. -¡Buen trabajo chicos! Siéntense conmigo y esperen su turno, hay que ponernos lindos antes de que empiece la diversión.
Supuse
que las cosas se habían puesto complicadas por las miradas que
llevaban. Nos encontrábamos en el medio de un juego de escondidas, y
justo en una noche tan espectacular cómo esta.
No pude evitar reírme por lo bajo.
And when the sky goes black, there's no more turning back.
-Diría que escabullirse en el desfile es la mejor opción que tenemos, así que vamos para la avenida, ¿Les parece?
"El Lider de Gimnasio de Lumiose". Me hubiera interesado más si esa patada a la mesa no me hubiera vuelto a recordar a alguien
de nuevo, con esos saques. Blake... no lo ubicaba. Aunque había estado
entretenido con otras cosas cuando viví acá como para prestar atención
al Gimnasio. La torre era solo decoración en mis memorias.
-Perdón...- susurré
mientras guardaba a Ehre, tratando de no pensar en el Phantump que
flotaba inconsciente. Ella seguía sin expresar nada, su ojo apenas me
miró, cuestionando? decepcionado? No ayudaba que ya sentía la presión en
el pecho más fuerte, al menos esta pelea había terminado. Antes de que
nos escapemos, vi a Frost tirar una greatball al pokemon inconsciente y
atraparlo. Me enfoqué en salir del lugar, ya iba a haber tiempo para
eso.
Nos movimos por la trastienda, no podía dejar de pensar
encima en lo que esas dos habían dicho, si los demás estarían bien.
Habían llamado, seguramente lograron escapar si dijeron que venían, me
convencí. No fue hasta que llegamos al callejón y recobramos el aliento
que recordé la expresión de Ian cuando se mencionó la zona. Ahora estaba
doblemente preocupado, si algo de acá era un peligro para él... Pero
había algo más urgente. Lo agarré a Frost del brazo con fuerza y lo
detuve, clavándole la vista.
-Si vas a tener ese Phantump,- comencé con una seriedad que no acostumbraba hace años, -más vale que lo hayas agarrado para que esas chicas no lo siguieran usando, y no lo hagas pelear.- Podía sentir un leve tremor en mi voz, fuera ira o miedo. -No sé si tienen éstos de dónde venís, pero son espíritus de niños. Y no voy a permitir que se lastime por vos.- Sentencié dejando los lentes de sol en su mano.
Lo
solté y me fui al final del callejón, intentando calmar la respiración,
ahí vi a Nico y Jaime... con la cara pintada? Perdí la confusión cuando
me di cuenta de lo buena idea que era.
-Hay que conseguir disfraces o algo.- le dije al doc y roomie, el segundo parecía casi ofendido ante la idea. -Va a ser más fácil mezclarnos con la multitud.-
Encontré una sábana vieja increíblemente limpia en el callejón, corté dos agujeros y me la puse encima. El resto solo me miró. Nunca dije que tenían que ser buenos disfraces.
Al
salir a la calle nos vimos en un mar de gente pero habíamos escapado o
eso pensaba kaeru se mostraba muy enojado mirado en una dirección al ver
había 3 calabazas más Ian también las noto y nos guío entre la gente
hasta llegar a un puesto bastante simple Ahí había una chica que
parecía conocer a Ian, salió del puesto y le dio abrazo y un cachetaso
nos presento y le pedio a la joven que atendía el puesto si nos daba
gratis cosas para dizfrasarnos me acerque a la chica y le dije -no somos
de ninguna banda. Gracias por ayudarnos.- hice una pose de
agradecimiento y empezé a ver lo que había la verdad no mucho tome una
máscara de mascarada de absol con un cuerno, un saco de telas barata
blanca y una peluca blanca barata. Me saque la gabardina y la remera y
los guardé en mi bolso hice espacio sacando el bolso negro y metí el
bolso amarillo en el bolso negro para camuflarlo y enganche el palo en
el bolso negro,sin darme cuenta pase un rato descubierto de la parte
arriba me dizfraze, no hacia tanto frío para tener el pecho descubierto
pensaba, me vi en una ventana y dije -no está mal - mire a ibaraki -que
opinas que tal me queda-.
Ian
estuvo de acuerdo en guiarnos, pero se notaba que sus ganas de ir hasta
allí no eran realmente altas. Me costaba ignorarlo, cada paso que daba
lo notaba más nervioso, asustado ¿Qué le había sucedido en esta ciudad
para tener que llegar a ese estado? Pero no podíamos detenernos por más
que quisiera, el resto nos necesitaba. Sin embargo, nos advirtió de que
le parecía haber visto a algunas más de las tipas de las máscaras.
Estaba tan concentrada en apurarnos que ni me había fijado si realmente
estábamos a salvo. Lo miré como diciendo "¿Qué tenes pensado hacer
con mi ropa?". Más vale que le tengo cariño, mi chaleco no era
precisamente una cosa comprada por ahí. Como sea, lo importante es que
tuvo una idea y nos guió a una de las plazas.
Creo que todos
pusimos la misma cara cuando saludó a aquella mujer. Sin embargo, al
cabo de unos segundos noté que la forma en que se relacionaban eran más
de grandes amigos, casi hermanos, que de pareja. Y al parecer eran tan
buenos amigos que nos iban a dar disfraces gratis.
-Ahm....
-comencé sin saber realmente cómo comenzar a hablar. Lo que sentía era
una mezcla de emoción, con culpa, con nostalgia y la inevitable
sensación de darte cuenta de que tenés casi 30 años y que las cosas que
de pronto recordás sucedieron hace mucho tiempo. En resumen: sentirse
vieja. Digamos que alguien de niña disfrutaba mucho disfrazarse.
Demasiado. Galahad fue testigo. -No quiero aprovecharme, pero con
permiso -me soné los dedos y salí disparada a mirar y hurgar entre los
distintos elementos del puesto. Me la pasaba hablando para mi misma sin
fijarme en el resto- Si juntamos esto con esto... uhmmm... quizá esto
arriba. Este color, no, el otro. Podría poner unas puntadas acá y...
¡Esto! Creo que la oportunidad de revivir una de las actividades de
mi infancia despertó una suerte de demonio interno en mi, uno que
adoraba vertirse Y VESTIR A LOS DEMÁS. -Ibaraki~ -la llamé y se
volteó, le pedí que se acercara- Tengo algo que te quedará perfecto
-creo que no entendía del todo bien la idea y me miraba algo confundida.
Vamos a cambiarnos, a ver -me volteé a tomar las cosas que había
seleccionado y cuando volví a girarme me encontré con la niña a punto de
quedar con el torso al aire -¡NO, ACÁ NO! -la tapé apresurada con un
tumulto de cosas y me la llevé a unos metros hacia un callejón, ante la
mirada atónita del resto. Galahad salió atraído por el ruido, además
de que ya era hora de que despertara. Apenas vio a Ibaraki a medio
vestir se le quiso abalanzar encima pero -Nop -le arrojé una sábana y
volteó a mirarme quejándose por no poder ver bien- Quédate quieto -abrí
uno de mis bolsos y el unown salió confundido- Necesito que me des una
mano -le sonreí.
Y así es como se arma una cortina usando seres que flotan. Práctico.
Creo
que debo haber puesto nerviosa a la chica literalmente arrancándole la
ropa que no necesitaba usar y peinándola de una forma que no debe
haberse peinado en su vida (por cierto, me costó desenredarle el pelo).
Con todo el amor del mundo a la amiga de Ian, pero esas pelucas eran
espantosas. ESTÁBAMOS APURADAS, TENÍAMOS GENTE QUE SALVAR. Aunque bien
sabia que en realidad lo que alentaba mi velocidad era la emoción de
disfrazarnos y no la necesidad de apresurarnos. -A ver, voltéate,
ponte esto, luego esto. Uhmm.... date la vuelta -si respondía con
velocidad a la cantidad de pedidos que le daba y de ropa que le
entregaba, Ibaraki tenía un gran futuro en la vida (?).
El gear
comenzó a sonar y atendí apuntando la pantalla hacia otro lado. Quién
sabe si eso tenía una cámara y me veían en corpiño. La comunicación fue
breve, habían escapado. Teníamos algo más de tiempo, pero no debía
detenerme ni bajar la guardia.
En lo que terminaba de hacerle las
trenzas y se las ajustaba por encima del cuello (mi idea era que no se
le notara tanto su llamativo pelo), noté asomarse una larga herida en su
espalda. Me quedé en silencio unos segundos, incapaz de continuar, pero
Ibaraki me preguntó si sucedía algo, seguramente desconcertada por la
súbita detención de movimiento -Nada, nada -y terminé. Mi parte fue
mucho más rápida. Sombrero de papel por acá, vestido por acá. Si no
hubiese sido porque era una tela de esas baratas tipo raso o tafeta
podría haber estado lindo. Me quedaba algo corto, estaba pensado para
humanos un poco menos altos y seguramente menores que yo... pero no era
un problema, tenía la calza, además de que había aprovechado para
ocultar mis bolsos y mi chaleco debajo de la falda. Me solté el cabello e
intenté darle algo de volumen sacudiéndolo. Cuando dimos esto por
terminado, le pedí al unown que viniera dentro del sombrero y pareció
acceder con gusto. Mientras... con Galahad... -Te queda bien -se
quedó en silencio no aceptando mi comentario sobre la sábana que lo
cubría. Tomé un fibrón que había sacado del puesto y dibujé una carita
feliz sobre la tela- Liiiisto. Mantenete a mi altura -la tela era fea,
pero lo suficientemente larga para que pareciera que debajo de ella en
realidad se ocultaba una persona y no una piedra flotante.
-
¡Listo! -volvimos con el resto. Para Iba habíamos resuelto una suerte de
traje de mightyena manteniendo su pantalón, poniendo unas porras de
papel en sus muñecas y cuello para simular pelo, colocándole un collar,
un chaleco negro rasgado y unas orejas que posiblemente eran lo más
lindo de todo el puesto. Eran suaves y peluditas... necesito unas. Y
conmigo, algo similar a una mismagius. Linda criatura, aunque no le
hacia honor con lo que llevaba puesto.
-Creo que estamos listos
para partir. No, un segundo. Falta Ian -Mi mirada se iluminó y se fijó
en él, aproximándome lentamente como un cazador a su débil presa, a una
pobre criaturita incapaz de moverse, sabiendo que no tiene escapatoria.
Esas vendas y esa máscara hacían bien su trabajo de hacerlo parecer un dusclops. Una vez que terminé con él, comenté: -
Por cierto, no tenemos que ir al bar, pudieron escaparse y nos juntamos
en otra de las plazas -los demás me miraron en silencio. Creo que la
única que disfruté el momento fui yo.
El
ataque de mi pokemon junto con el doc lograron bajar a uno de los 3
extraños fantamas que habían enviado las dos idiotas, los otros estaba
dados pero aun en pie, listos para atacar. Debo admitir que aun estoy
algo sorprendido de que roomie haya decidido atacar a una de las minas,
por otro lado por alguna razón eso pokemon parecían haberlo afectado.
Saque una de las pokeballs que Mallory nos había regalado, no esperaba
tener que usarla tan pronto pero hasta ahora solo había encontrado un
hongo horrible en todo el viaje, no podía seguir viajando con un oso de
dudosa puntería. Lancé una hacia él, la misma se sacudió unos momentos
rompiéndose antes de liberar de nuevo a la planta fantasma, ya no hacen
estas cosas como antes. Tire otra nuevamente, esta vez emitió un ruido extraño mientras volvía a mi mano, espero que ese movimiento de manos les guste, idiotas.
-Cometieron un grave error aca.- dijo
el dueño del bar mientras con una patada enviaba una mesa hacia la
puerta del frente, creo que el Crossfit esta surtiendo demasiado efecto
en este tipo. El aipom se lanzó al ataque contra las dos chicas
calabazas atrapándolas con una especie de rayos extraños, casi no pude
esconder la sonrisa que se formaba en mi rostros.
-Busquen a
Debbie y a los otros dos. Yo me encargo de que ellas no los sigan. -
Ordenó el dueño, regrese al cubchoo justo antes de que el ataque de uno
de los otros fantasmas lo impactara. Sin pensarlo dos veces me acerque
hasta la puerta de la trastienda por donde se había ido el resto del
grupo, el dueño del café se quedo discutiendo con las dos mercenarias
revelándose como el líder del gimnasio de la ciudad. Interesante, es el
segundo que conocemos, las causalidades son muy frecuentes estos días.
–Adios, blake.- me despedí mientras abandonaba la tienda siguiendo a
roomie.
Caminamos varios pasos hasta que un tirón en mi brazo me
hizo darme vuelta, era Yannick que me miraba de forma extraña. Comenzó a
contarme sobre el pokemon que había capturado, de cómo no debía usarlo
para pelear porque supuestamente era el espíritu de un niño, nunca nadie
demostró esas teorías sobre el origen de los pokemons de este tipo.
Solo eran historias hasta donde sabia, además a esta altura de la vida
él mismo debería saber que los fantasmas quedan asi, no vuelven a la
vida como pokemons. Volví a ponerme los lentes de sol que me había
devuelto, no pude evitar reirme un poco, un nene muerto y un cachorro de
oso, mi equipo es una navidad trágica.
Segui a yannick hasta
donde estaban Nico y Jamie, los cuales estaba pintándose la cara?
Levante una ceja ante tal escena, hasta que entendí lo que estaban
haciendo, era un disfraz, no muy bueno. Roomie sugirió que debíamos
disfrazarnos, no pude evitar querer suicidarme ante tal idea. Alguien
tráigame más locas con calabazas por favor.
-No puedo prometerte que no voy a usarlo para las batallas.- Comencé a decir mientras me sacaba la campera.- Solo puedo prometerte que lo voy a tratar de cuidar lo más posible.- Extendí mi abrigo hacia Roomie que estaba cubierto por una sabana, pude notar su mirada de tristeza. -Dame tu campera, la voy a usar como disfraz.-
el chico acepto mi petición mientras miraba fijamente la prenda, quizás
por algún tipo de vinculo. Siente más por una campera y un pokemon que
por participar en un homicidio, la lógica de este chico es casi
preocupante.
Me acerqué hacia una de las chicas que estaba pintando y me senté en uno de los bancos, dios, me siento tan pelotudo.- Una calavera por favor.- Pedí mientras ponía mi cabello hacia atrás. -Ah, y roomie, gracias por devolverme los lentes, me hacen ver mejor.-
Llegamos
a un puesto en una de las plazas de la ciudad, en el camino, Ian hizo
un comentario sobre si queriamos mucho nuestra ropa, realmente no me
importaba mucho, mi ropa era un conjunto viejo de cosas q una de las
locas del Lost Hotel ya no queria, aunque debo admitir un nuevo aprecio
por el saco rojo que Yannick habia arreglado para mi.
Al llegar,
saludamos a una joven que al parecer conocia a Ian desde hace tiempo,
nuestro compañero le informó de nuestros problemas y que necesitabamos
disfraces, a eso se referia en el camino, era cierto que seria mejor
para disfrazarnos, no era mala idea, en el camino habiamos notado mucha
gente usando disfraces para el evento actual.
Mint tomó algunos
elementos y se cambió de ropas en unos instantes, mientras to miraba
algunos otros y buscaba algo que no se pareciera a mi atuendo actual,
los colores anaranjados y rojizos no serian muy útiles.
-que opinas que tal me queda-
Escuché decir a mint a un costado, el delgado joven se habia quitado la
remera y mostraba el torso desnudo debajo de una campera de cotillón
blancusca, su piel era tan pálida como la prenda. Miré su rostro,
adecuadamente cubierto por una máscara de calidad regular que aparentaba
ser un Absol, fuera de este entorno, seria ridículo, pero dado el
evento actual, era un disfraz perfecto.
-Se ve bien-
Constesté al joven, pensaba mencionar más detalles, pero escuché a Nitta
llamarme, aunque habia algo raro en el timbre de su voz, una emoción
que no lograba terminar de comprender.
La chica siguio hablando,
diciendo que encontró prendas para nosotras y que nos cambiaramos, dado
los apuros, comencé a quitarme algunas prendas. Por alguna razón, Nitta
me detubo, arrojando algunos materiales sobre mi y llevandome a un
callejón, donde montó una cortina improvisada con sus compañeros,
Galahad y el Unown que Mallory nos entregó, no veia razón para perder el
tiempo con eso, pero bueno, ya estabamos aquí.
Nitta tomó las cosas que trajimos y comenzó a quitarme parte de mis prendas. -Pará, que puedo desvestirme sola, que estás pensando hacer?-
Pregunté a la joven que no parecia prestar mucha atención a mis
palabras, me retiró mi saco y comenzó a tomar medidas. Luego, comenzó a
manosear mi pelo, el cual no estaba acostumbrado a tal trato, sentí
varios tirones mientras la chica trabajaba en mi cabeza, dejando salir
un par de quejidos en el proceso, aunque un momento despues se detubo,
en silencio, un cambio que no esperaba, volteé para verla. -Pasa algo?-
Pregunté, Nitta parecia dudosa de responder, pero dijo que no pasaba
nada. Luego volvió a su labor. Tomó una especie de vincha y unas porras
negras, un brillo macabro se vió en sus ojos -Eh... Dónde vas a meter eso?- Deberia haber asumido que eran para mi cabeza, pero ya tenia un par de esas cosas en otras partes del cuerpo.
En
el proceso, sonó el dispositivo que nos dieron en Lavarre y Nitta se
distrajo un momento atendiendolo, tenia una leve curiosidad por el
aparato, pero no era el momento. Terminé de acomodar partes del disfraz
donde se me dificultaba la movilidad mientras Nitta terminaba de
cambiarse.
Al salir noté que parecia un hombre-lobo de esas
películas pedorras en blanco y negro que dan a las 4 de la mañana, y por
los detalles, asumia que era un Mightyena, ironias de la vida, pensé
recordando la cicatriz de mi espalda que uno de esos bichos me hizo hace
años.
-Por cierto, no tenemos que ir al bar, pudieron escaparse y nos juntamos en otra de las plazas- Anunció Nitta luego de convertir a Ian en una momia con máscara de plástico.
-Bueno... vamos-Dije mientras me aseguraba que este disfraz no se haria pedazos por tratar de trotar. -Gracias por todo. Lo siento-Dije saludando a la joven Karen quien se quedó en su puesto de disfraces.
Todo
había cambiado de un momento para otro, el dueño de la cafetería era el
líder de gimnasio de la ciudad, teníamos una especie de facilidad para
encontrarlos parecía ser. Blake nos dijo que nos fuéramos y que se iba a
encargar de todo, no quería dejarlo, no podía permitir que una persona
se arriesgara por nosotros si podíamos ayudarla, pero alguien me empujo
hacia la puerta y lo único que alcancé a decir fue:
-¡Algun dia, se lo voy pagar Señor Blake!
La
puerta se cerró y salimos al callejón donde nos encontramos con Jaime
que ahora, parecía otra persona, me costó reconocerlo sin ese aspecto de
ricachon.
-Le queda bien Jaime, lo hace emmm, menos rígido- rei.
-Hay que conseguir disfraces o algo.- dijo Yan
Este
se puso una sábana sucia encima y Frost se pintó una calavera en la
cara, que buen talento tenía el tipo que pintaba tenía que reconocer.
-¿Es necesario, todo esto ?- pregunté algo incómodo, las miradas de “ponete algo ya!” no se hicieron esperar.
-Bueno, bueno…- dije apresuradamente.
Saque
la bata que me dieron en la residencia que hice en Goldenrod General,
estaba bastante sucia, toda la mugre del viaje había pasado el cuero del
maletín, era de esperarse, estuvimos hasta en un río después de todo,
pero para el caso venía bien, junto con un estetoscopio viejo que ya no
servía para nada. Me saqué el sombrero, lo envolvi en el sobretodo
delicadamente y lo guarde en el maletín.
Por último, me puse la
bata, me dirigí al joven que pintaba caras y le saque un color rojo con
el que manche la bata y un poco de mi demas ropa.
-¿Bueno podes hacerme un zombie o algo asi?- le pregunté al pintacaras.
-Nya, nya, nya- dijo rápido Salem moviendo la patita.
La
gente corria de un lado al otro por la plaza.Si bien el desfile estaba
desarrollandose en el Boulevard, mucha gente preferia pasar la noche de
festejo en la plaza, tirados en el pasto, corriendo de un lado al otro
con sus pintorescos disfraces. Jaime lucia desconcertado. Tenia el
cabello completamente desarreglado y pintura en su cara. La cara parecia
emular el rostro de un Plusle, con sus mejillas rojas con los simbolos
de suma. El muchacho no lucia nada comodo con aquel disfraz. Nico por
otro lado, habia hecho un buen trabajo y su disfraz de Shedinja habia
atraido algunas miradas, lo cual no estaban seguros si era
contraproducente. Nicholas tenia pintada la cara con una calavera, algo
simple pero efectivo, mientras que Yannick era imposible de ver a simple
vista ya que estaba completamente tapado con una sabana. Los cinco
jovenes caminaron muy alerta cruzando la gran plaza Vert en medio del
festival.
Del otro lado de la ciudad, Nitta habia arreglado un
disfraz mas que descente para Ibaraki, a pesar de lo precario de los
elementos. Ella por otro lado lucia un sombrero de carton y un vestido,
que parecian simples pero el conjunto por sus colores la hacia destacar
bastante. Mint llevaba una mascara similar a un absol mientras que Ian
se debatia entre varios vendajes con los cuales estuvo a punto de
enredarse y caer varias veces. El grupo se despidio de Karen y se fueron
hacia la plaza Vert, donde deberian encontrarse con el resto del grupo.
Ian antes de irse se encogio de hombros en señal de disculpas hacia la
chica del puesto.
Cruzar la ciudad de un punto al otro no fue tan
dificil tomando calles pequeñas que conectaban las dos plazas de manera
bastante directa. Durante el trayecto, no tuvieron mayores
inconvenientes, salvo un par de veces que Ian casi tropieza o una vez en
la que el Minior de Nitta se desviaba del camino por mirar a gente
disfrazada.
-No es que no me agrade ser un Dusclops, pero hace bastante frio para andar solo en vendajes por la calle.-
Se quejo el muchacho mientras se levantaba luego de llevarse por
delante unos tachos de basura en un callejon. Unas calles mas y pasados
unos veinte minutos, vieron a lo lejos la Plaza Vert.
La gene
disfrazada estaba por doquier y por lo visto habia hasta malabaristas
callejeros haciendo su labor, asi como mimos y payasos entregando globos
a los niños. Los mas grandes, se entretenian en puestos que vendian
comida y dulces especiales de la fecha, y otros puestos que vendian
bebidas alcoholicas. Pasados unos varios minutos de desorientacion, los
encontraron. Los encontraron gracias a que Nico estaba llamando bastante
la atencion con su disfraz, y por que Jaime seguia con la misma
expresion de estar fuera de su elemento que habian visto en Laverre.
Nicholas
y Yannick vieron a Ibaraki a Nitta luciendo prendas bastante bien
combinadas y, si bien simples, muy apropiadas. Les sorprendio lo bien
que pudieron arreglarselas para hacer buenos disfraces con solo algunos
elementos. Mint iba por detras con una mascara y con ropa blanca que lo
hacia irreconocible. Y al final de todo y tropezando a cada paso, iba un
muchacho envuelto en vendajes. Asumieron que era Ian.
-Quien es ese? -
Pregunto uno de los jovenes cuando vieron que cerca de Nitta habia una
figura tambien vestida con una sabana blanca. La figura con una cara
sonriente pintada en la sabana parecia estar flotando. Les costo unos
momentos pero notaron que se trataba del Minior.
-Hey...eh? Yannick?
- Ian lucia algo preocupado mientras se desenrredaba una venda del pie.
El muchacho disfrazado de fantasma levanto la mano indicando que se
encontraba ahi tambien.- Bueno, estan todos, eso es bueno...que fue lo que oc...ah...carajo.
Las
palabras de Ian se cortaron a la mitad. Cinco chicas con mascara de
calabazas se acercaron desde puntos distintos de la plaza. No les
preocupaba llamar la atencion, ya que con el ajetreo de la ciudad,
podian pasar como artistas callejeras. La tierra temblo. Los
entrenadores se cerraron en circulo, la gente de la plaza no parecia
estar preocupada, mas bien miraban encantados a su alrededor. Era claro
que pensaban que todo aquello era una actuacion callejera. Raices
salieron del piso y rodearon a los entrenadores, haciendo que algunos
tropiecen entre ellas. Pero eso fue lo de menos, cuando vieron a una
enorme criatura salir de la tierra. Parecia un arbol muy grande, pero
con un ojo rojo muy brillante en medio de su tronco. Tres de las chicas
saltaron a las ramas del Trevenant que se paro amenazante delante de los
entrenadores. Las otras dos estaban acompañadas de mas pequeños
Phantump. La gente de la plaza aplaudio y vitoreo el acto, sin saber que todo era real.
-Bueno...tienen un plus de que esos disfraces son muy buenos. Pero el señor Gautier es muy facil de localizar..-
Dijo una de las chicas arriba del Pokemon arbol. Inesperadamente, la
multidos aplaudio con mas fuerza cuando la chica de la mascara hablo, y
ahora tomaban fotografias de la obra que se desarrollaba en medio de la
plaza.
-Ok..alguien tiene alguna idea de como distraerlas y huir? - Pregunto Ian mirando alrededor.