Regresé al container un poco después de Nico, tuve que respetar su reacción pero había confirmado lo que pensé ayer. Guardé a Leti y me quedé con Toussaint en brazos, era tan suave y tranquilo que quería sostenerlo un rato más. Cuando nos acercamos salió Sam, se lo veía más serio que antes; apenas había escuchado lo que Ibaraki dijo antes de salir, pero por el lenguaje corporal del Líder, no había terminado bien. Maxwell lo detuvo a unos metros de la entrada y quiso conciliar con él. Dejé que se encargue de eso mientras entraba a preguntarle a Frost qué habían dicho.
-Ah, le puse Toussaint.- le informé, levantando al pequeño.
Me miró extrañado un segundo. -Le voy a decir Toto, ella es Amelia y le podes decir Amelia.- respondió finalmente. -Aunque sostengo que Sara y Katunga eran mejores nombres-
-Bueno, creo que los dos les pusimos mejores nombres.- Le sonreí. -Amy, un gusto.-
-No hagas que me arrepienta.-
-Para nada.- Me encogí de hombros -Qué pasó recién?-
Me resumió la respuesta de Epiphone, mientras también acariciaba a su Eevee. La verdad no esperaba verlo tan afectivo con uno de sus pokemon. Afuera se escuchó un relincho. Dudé si volver a salir, observando a la chica que terminaba de limpiar. -Creo que pude ayudar un poco a Jaime.- le dije a Frost, él levantó una ceja. -Voy a hablar con ella también.- Me miró de un modo que solo se podría interpretar como exasperación pero yo ya había comenzado a caminar hacia ella.
-Puedo hablar con vos un segundo?- La chica apenas me miró, lo mejor hubiera sido darle espacio. "Te tenés que meter en todo?" Suspiré, era lo único que podía hacer; y alguna parte de mí que no quería considerar demasiado, sentía que era un deber. Tal vez eso vi en su actitud, desde que la habíamos conocido, por eso tenia que decirle ésto. -Al menos escuchame... Es obvio que sos el tipo de persona que se preocupa mucho por el resto. Por nosotros, por tu padre, incluso por Julia... y por Jaime. Capaz demasiado.- La miré fijamente tratando de no parecer intimidante, era lo último que pretendía. - Entiendo, lo querés. Pero por favor... cuidate de no convertirte su único soporte. Ya sé que está pasando por algo horrible y necesita apoyo ahora... pero eso se puede volver peligroso.- Me sentía tan hipócrita diciendo ésto a alguien más, pero hubiera necesitado escucharlo en su momento. - Ni siquiera con malas intenciones, son cosas que pasan a veces. Solo.. acordate que tenés una vida más allá de las otras personas. Sos una chica capaz, dedicada y tenés un gran corazón, esas son cosas tuyas, que no dependen de nadie más. Podés decir que no cuando quieras, podés tener deseos fuera de lo que los otros esperen de vos.- Sin que lo notara mi voz había disminuido mientras hablaba y terminé casi susurrando, lo que espero no la haya molestado. Touss se movió en mis brazos y me miró confundido de nuevo. Lo acaricié para tranquilizarlo. -No te voy a decir cómo vivir pero pensalo, por lo menos.-