-Quiero comer -susurré a medio camino entre el sueño y la lucidez-.
Fruta asada, y un buen jugo con tostadas y mermelada de baya pabaya...
Sentí algo moverse entre mis brazos. Ah, Galahad. Miré alrededor.
Tristemente esto no era mi habitación. No sé ni porqué pensé en que
pudiera estar allí. Era el hambre, ya me había puesto idiota. Era
increíble que siquiera pudiera estar pensando en esto.
No quiero levantarme. Fue lo único que pensé. Estaba cansada. No
estábamos todos, seguíamos separados en grupos. Nos dolían cosas que ni
sabíamos que teníamos.
¿Por qué tenía que formar parte de esto? Esa pregunta se me pasó fugazmente por la cabeza.
~¿Lo sabes verdad?~
~¿Qué?~
~Tu padre es un brujo, pero no te lo dice~
~....¿Sí? ¿Y crees que podré ser como él?~
~¡Sí! Es más, seguramente, te toque serlo~
Ella lo sabía.
Luz. Un chorro de agua en la cara (Atte. Kyria). Una roca enorme moviéndose. Nos llamaban.
No pude prestar atención ni a la mitad de lo que dijeron. Mi cabeza y
estómago me llevaban a otro lado. Galahad estaba flotando a un lado mío,
observándome con atención. Nos sentamos.
¿Por qué ellos tomaban tecito y nosotros no?
Escuché algo romperse a mis espaldas. Me agarré de la silla y la mesa.
¿¡De dónde salió ese aerodactyl? ¿No estaban extintas esas cosas? Kileo
parecía ridículamente contento a pesar de todo. De pronto se dio vuelta y
se me acercó casi corriendo. Me arrojó un huevo, de manera
ridículamente peligrosa, y me quedé totalmente desconcertada.
-Es muy temprano para esto. Momento, todos los pokemon ponen huevos... ¿Qué esperas que haga con esto?
Galahad miró el huevo unos instantes. Luego me miró a mi, juzgándome.
-Tengo hambre pero no como para comerme esto -le dije evidentemente molesta.
Creo que aliviado, se dio vuelta y se dirigió al aerodactyl. Lo miró. Se miraron. Hicieron ruidos.
El aerodactyl movió la cola nuevamente y arrojó otro objeto al suelo.
Ambos miraron hacia el ahora roto... coso, y se rieron. Galahad se movió
rápidamente y tiró otra pieza artística al piso. Volvieron a reirse.
Oh no. Creo que entiendo qué fue lo que le llamó la atención al
caballero en un principio. Tipo roca, tipo volador. Debe ser toda una
experiencia gratificante encontrarse con alguien a similar a él,
supongo. Aunque, mirándolos, uno podía darse cuenta de que juntos
podrían ser un desastre...
-Entonces, el Munna nos habia tendido una trampa, eso fue antes de que se derrumbe el primer tanque, por supuesto...-
Por lo menos la oficial ChaCha habia avanzado en su historia en el
transcurso de la noche. Si tan solo pasáramos con ella tres noches mas
estoy seguro que llegaríamos a la parte importante o con sentido.
Sinceramente, de no ser por nuestra cercana muerte por ese portal que
había aparecido en el cielo, estaba interesado en saber como ese Munna
había escapado con las joyas.
Nos habíamos detenido en un puesto de vigilancia en un lugar al cual con
Max decidimos llamar "el medio del desierto", ChaCha habia llamado a un
par de sus compañeros de trabajo que estaban corriendo a toda velocidad
al puente donde habia aparecido aquel portal, la unica indicacion que
pudimos escuchar fue que no deje que nadie se acerque a la ruta que
conducia a Castelia eso claramente nos incluia a nosotros.
Habíamos pasado horas con Jaime al borde de morir y sin saber nada sobre
que estaba pasando, en medio del desierto. No era la mejor situación
del mundo, pero de esa forma intentamos rotarnos cuidando a Jaime viendo
si empeoraba (lo cual si, ocurrio) y dormir en las super cómodas sillas
de plástico del puesto de vigilancia, mientras ChaCha se encaraba de
dar indicaciones a los pocos autos que aun estaban en la ruta y
redirigirlos lejos de Castelia.
Había amanecido y sinceramente no se cuantas horas habíamos dormido,
pero estaba seguro de que eran pocas. Me dolía no solo la espalda sino
los brazos y no sentía las piernas, pero por lo demás estaba bien. Max a
mi lado parecía haber dormido menos que yo, pero finalmente lo había
vencido el sueño en la ultima guardia que hicimos cuidando a...
-Jaime? - Dijo Maxwell en voz alta. Ah...carajo.
-No estaba ahi, muriendo? - Dije mirando
la improvisada cama que habíamos hecho mientras ChaCha seguía
diciéndonos que una patrulla iba a llegar en cualquier momento a
ayudarnos. Apresuradamente salimos fuera del puesto de vigilancia a
buscar a la oficial, seguía en el mismo lugar, pero con unas ojeras
mucho mas marcadas, claramente ella no había tenido la suerte de tener
una rotación para dormir como nosotros. - ChaCha!
- Grite mientras corría hacia ella, la oficial nos miro y juro que
estaba a punto de comenzar con su historia del Munna de nuevo. Un gran
caudal de autos ahora iba desde Castelia a Nimbasa, huyendo asumimos, y
la única oficial que estaba cerca era ChaCha, tratando de poner algo de
orden al caos. Tardamos en darnos cuenta, pero el portal ya no estaba en
el cielo. - Jaime! - Grite - Jaime Gautier no esta! - Le dije tratando
de que me preste atención entre los bocinazos. La oficial tardo varios
momentos en reaccionar y recordarme a mi, a Jaime, a Max y al Munna
traficante de sus historias. Por la mirada en sus ojos, tampoco había
prestado atención para ver si habían secuestrado a Jaime o si...
-El desierto. Se fue, tambaleando...no va a resistir mucho. -
Frio, de nuevo sentí un frio recorriendo mi espalda, casi tambaleo.
Agarre el hombro de Max para no caerme, quien me miro extrañado. Cerré
fuerte los ojos tratando de alejar esa sensación, pero quizás...
-El desierto, huyo. - Le dije a Max, esperando no estar en lo cierto.
Mis
pensamientos empezaron a vagar, y los parpados se me cerraban sin
importar el esfuerzo que hiciera y el ronroneo de Salem hicieron que
perdiera la lucha contra el sueño. Mi mente se dirigió al grupo,
esperaba que estuvieran bien, seguro que pensaron que yo iba a poder
cuidar a Jaime solo cuando corrieron hacia la neblina de aquella calle y
no volví a verlos, confiaba en ellos y esperaba que ellos confiaran en
mí, ya habíamos pasado por muchas cosas, pero me sentía un poco dolido
que ni siquiera se hubieran despedido o al menos planeado una forma de
reencontrarnos…
-Esa sensibilidad no te va a llevar a ningún lado Max- me dije a mi mismo.
Cuando quise acordar ya no estaba ahí en esa silla incomoda en “el medio
del desierto”, un pequeño camino se armaba ante mi flotando en medio de
la nada y una oscuridad extraña me envolvía. Hacia los lados veía
recuerdos correr como de películas se tratase, todos desordenados sin
ningún vinculo aparente. Vi el boliche en Lumiose, un rio congelado, una
ciudad destruida, una biblioteca bajo tierra, un callejón oscuro, una
estación de tren, una ciudad congelada… a donde mirara había recuerdos
corriendo en paralelo mientras caminaba hacia la nada, sin destino
aparente y a los lejos una mesa y un par de sillas. Un joven de pelo
enmarañado estaba ahí esperándome con un café, me senté y le acepté una
taza.
Estaba confundido, los recuerdos de los últimos días, aunque cercanos,
parecían de hace más de un año atrás y estaban borrosos. Yann dio un
sorbo a la taza y empezó a relatar, quien era Cameron, que hacíamos en
Teselia y que era lo que buscábamos con infinidad de detalles, hasta
saco un pequeño escrito de unas noventa paginas por si quería leer algo
más detallado, lo acepte, pero mis recuerdos estaban tan desordenados
que ni eso me sirvió de mucho, así que lo deje hablar, me era más fácil
entender las cosas si me las relataba. De a poco las pequeñas películas
empezaron a ordenarse solos y todo comenzó a tener sentido una vez más.
Le agradecí como siempre, y de pronto me vi a mi mismo, estaba dormido
en esa silla incomoda, me despedí de Yann y él me sonrió
melancólicamente.
Jaime no estaba.
Empezamos a recorrer todo, pero no había señales de el en ningún lado.
-¡¿Cómo que huyó?! Apenas puede caminar Cameron… debe estar delirando de
la fiebre, ¡tenemos que encontrarlo!-le dije mientras trataba de ver
algún indicio hacia donde había ido.
Kabir sirvió una taza más de aquella frutal infusión luego de las
palabras de Yannick, escuchando con cuidado cada palabra, seguidas de
las palabras de Nico. Su expresión rara vez dejaba de mostrar aquella
paz intimidante que había mostrado por primera vez en el Museo de
Lumiose. Sin decir una palabra, simplemente asintió con una mirada
lugubre, mezcla de decepción y tristeza. Cuando iba a emitír una
palabra, el sonido de jarrones estallando contra el piso lo enmudeció.
El Pokémon que Kileo acababa de obtener aún no se acostumbraba a manejar
su propio tamaño, y se había llevado por delante varios jarrones y
objetos que parecían de valor en proceso, situación que parecía iba a
dar un infarto al Dr.Dare.
-Oh bendito, ese jarrón estaba en una ruina submarina y nos tomo 4 años recup...-
Antes de que termine de decir la frase, otro jarrón cayó al piso. -
Dicho sea de paso no sabía que teníamos tantos jarrones acá.
Luego de la caótica escena, el silencio se apoderó por un momento del
salón, solo interrumpido ocasionalmente por el joven guardador que
acompaño a los Líderes, quien sin que nadie le diga nada salió corriendo
a buscar una escoba. Akshara, quien jamás había cambiado de expresión
miro con aire de superioridad a los entrenadores, haciendo caso omiso
tanto de las noticias que aún sonaban en la televisión como de lo que
Kabir iba a comenzar a decir.
-Les dijimos todo lo necesario. Cualquier tipo de información adicional solo los pondría en más peligro.
- Dijo secamente. Pero, a juzgar por las expresiones de Kabir y el
recién llegado líder de la ciudad, no era el momento de aquella
respuesta. Cediendo, la guardadora continuo. - El portal de Lumiose...de...aquella anomalía. - Kabir miro severamente a la mujer, por primera vez podían ver qué era un tema sensible. -
"Julia". Fue más estable, porque...ni ella ni su Estrella Guardiana
estaban en nuestro mundo. Desconocemos dónde, pero tenemos teorías de
que el nivel de contaminación determina la estabilidad del portal y la
única forma efectiva que tenemos de ver ese nivel de contaminación
es...como usted dijo, jovencito, con la estrella guardiana. El nivel de
contaminación varía no solo por la exposición al ataque o a la
"criatura" que hayan encontrado, sino también el tiempo transcurrido. A
mayor tiempo, mayor deterioro, mayor contaminación...y portal más
estable. Por lo que podemos ver, estos portales colapsan porque el nexo
que se está usando para abrirlos es débil. Pero pareciera que no les
interesa que el portal colapse rápido.
-Les preocupa abrir la puerta, no cuánto tiempo quedé abierta. - Concluyó secamente el líder de la ciudad, sus ojos calculadores posando en cada uno de los presentes. -
Son libres de no confiar en nosotros, pero por lo que se... nosotros
queremos detener a esta gente y ustedes rescatar a los...Fallers. Quizás
podemos decir que tenemos un enemigo en común, lo cual no nos hace
aliados, pero no impide que trabajemos juntos. - La brutal
honestidad del Líder era un alivio ante las miradas de los guardadores.
El hombre miro al Dr. Dare, quien apresurado saco un gran mapa de la
región y lo expuso sobre la mesa. Tenia varios puntos marcados y
anotaciones, puntos que no reconocían y otros que si, como el Sky Arrow
Bridge.
-Nuestro... enemigo común, tiene distintas bases por la región, según pudimos observar en las últimas horas de más movimiento. - Dijo Akshara. - Desde
lo que ocurrió anoche, confiamos en que pudimos frenar sus operaciones,
o como mínimo atrasarlas. Los portales se pueden abrir en puntos
bastante específicos también, según vimos.
-Abyssal Ruins...- Dijo el Dr. Daré primero señalando un punto del mapa, con el pequeño inconveniente de estar en medio del mar. - Celestial Tower...- Continuo señalando otro punto del mapa. - ...y las alcantarillas de Castelia.
-Si bien uno o más de esos puntos pueden ser
una trampa, o todos ellos...son las mejores opciones que tenemos para
detener a nuestro enemigo. Y claro, que ustedes encuentren a quienes
buscan .
El silencio se volvio a apoderar del cuarto, esta vez interrumpido por
el sonido del Guardador arrastrando las mochilas nuevas que les iba
entregando uno a uno a los entrenadores.
-Son libres de no ir a ninguno de estos
lugares...incluso si deciden irse de este lugar y hacer caso omiso de
todo lo que escucharon, pueden hacerlo. - Dijo Kabir, mirandolos con un dejo de verguenza.-
Pero mientras nuestros caminos se crucen de esta manera, lo mejor es
colaborar. No creo que nuestros objetivos sean distintos, en el fondo.
Y...en cuanto al muchacho que vino con ustedes...Evan. Personalmente me
voy a encargar que no sufra ningun daño, seguramente lo vengan a buscar,
y es nuestro trabajo protegerlo hasta que sepamos que no es peligroso
para el...
-...o para nosotros. - Termino la
Guardadora, dejando en claro que la protección de Evan era solo parte
del trato en tanto el no sea un peligro para el plan.
Los pocos rastros que podiamos encontrar en el desierto parecian
llevarnos en circulos, lo cual, no era para nada prometedor. Estaba
bastante nervioso para guiar a alguien, y Max lucia bastante seguro de
lo que hacia...despues de haber gritado por un momento. Se que no debi
hacerlo, pero mire por un momento atras a ver que tanto habiamos perdido
el rastro de donde habiamos salido, y efectivamente, con cada paso la
arena se hacia mas densa junto con el viento, y esto habia borrado
nuestras propias huellas. Sin mencionar que a lo lejos no vaiamos la
ruta ni la estacion de ChaCha. Me pregunto si al morir vamos a ser parte
de sus historias del Munna traficante.
-Max, creo que deberiamos refugiarnos de...- Apenas termine de decir
esto, como por arte de magia, el viento comenzo a hacerse mas fuerte, y
un golpe de arena en mis ojos me evito mantenerlos abiertos. No solo
teniamos muy pocas chances de encontrar a Jaime sino que ahora parecia
que estabamos en medio de una tormenta de arena.
La arena empezo a tapar la punta de nuestros pies, por lo que decidimos
empezar a movernos mas rapido, lo cual se dificultaba. Si Max estaba
diciendo algo, yo no lo escuchaba, pero...
-Hey...escuchas eso? - Un sonido , casi
como un cantico se podia escuchar entre el viento y la arena. Era un
sonido relajante, pero a la vez el no saber que lo podia estar
produciendo me ponia algo nervioso. Miramos con dificultad a lo alto de
un monticulo de arena lejano, y entre la tormenta de arena vimos una
silueta. Una persona, baja y con una tunica ancha, muy ancha, estaba
parada en medio de la tormenta. Habia escuchado leyendas de espiritus
del desierto...pero los imaginaba mas elegantes.
La figura no se movio un centimetro mientras nosotros nos esforzabamos
por estar con los ojos abiertos. Los sonidos ritmicos se hacian cada vez
mas cercanos tambien, seguidos del sonido de un cuerno. Entonces, como
si fueran espejismos, vimos a 4 figuras saliendo de entre la tormenta.
Con un cuerpo circular, extrañas extremidades coloridas, casi como
plumas. Sigilyph? Asi se llamaban...supuestamente vigilan ruinas
antiguas y las protegen de...
-Invasores. - Escuchamos al unisono en nuestros oidos, como un murmullo. No era la...voz que solia oir. Era una mujer, anciana.
Apenas pude reaccionar, cuando una de las criaturas comenzo a brillar
con un aura celeste un terrible dolor en todo mi cuerpo me obligo a
agacharme y...
No sé cuánto tiempo me quedé en esa posición, intentando calmarme e
ignorar la escena que acababa de causar. Hasta que un sonido me sacó de
ese trance, algo rompiéndose que retumbó por todo el cuarto y se sintió
como si me estuvieran clavando un tenedor en las cienes, sumado al grito
asustado del Chatot en mi hombro.
Levanté la cabeza para ver un bicho gigante gris que no reconocí, pero
no parecía querer atacar y Kileo lo estaba mirando entretenido, así que
volví mi atención a la mesa. No tenía ganas de tratar de entender eso.
Le di una palmadita a la mano que Frost había puesto en mi hombro, para
decirle que ya estaba bien, me había podido recomponer mínimamente; lo
quiero pero ese gesto se sentía más incómodo que reconfortante en este
momento.
El chico Guardador que acompañaba a los otros salió corriendo a buscar
una escoba, como queriendo escapar las palabras de Ibaraki. Qué bueno
que el viejo de Nitta haya querido mantenerla alejada de todo este
rollo, la verdad, no me la imagino haciendo de mucama para estos mabed
c'hast.
Aunque ahora que me estaba empezando a aclimatar a no poder dejar de ver
las Estrellas de todos, noté levemente que esas... aves seguían junto a
ella...
Akshara empezó a decir que no nos habían dado más información para no
ponernos en peligro, y si no me doliera tanto la cabeza hubiera
revoleado los ojos con más obviedad. Claramente su principal prioridad.
En teoría estaba escuchando, en práctica estaba mirando un punto perdido
en la mesa. Me pregunté por un segundo si las tres marcas en el mapa
formaban un triángulo, pero considerando los otros ataques no tenía
mucho sentido. Lo único que me llamó la atención fue la idea de que
nadie del bando contrario haya notado la Estrella de Evan para intentar
usarlo. No es como si fuera algo que se te pueda pasar desapercibido si
tenés esta habilidad.
Me avergoncé un poco al considerar si lo podríamos intercambiar por Ian.
O más bien me avergonzó darme cuenta que no me molestaba realmente.
Por mucho que me esforzaba en seguir sus excusas, la mayor parte de mi
mente estaba enfocada en no volver a mandarlos a la mierda. Enfoque que
se rompió completamente cuando el Líder recién llegado dijo que nosotros éramos los que queríamos rescatar a los Fallers.
-Ustedes fueron los que nos-- casi se me
quiebra la voz. Cerré la boca. Respiré profundo. Tragué. Me pasé las
manos por la cara. No tenía sentido discutirles nada.
Exhalé algo que esta vez no llegó a ser una risa en respuesta al último
comentario de Kabir. No sé por qué esperaba más de él. Supongo que con
lo poco que me había contado Ian de la vez que lo vieron en el Museo de
Lumiose y las cartitas amistosas que estuvo mandando durante un año,
hubiera pensado que sería mejor que esto. Pero como dijo Nico, era
querer demasiada empatía por nuestra situación. Dudo que esos cinco
hayan llegado a sus puestos sin tener que pisar a un par en el camino.
Apoyé la cabeza en un codo. -Tengo que admirar
esa capacidad de hablar tanto sin respondernos casi nada. Aunque vos
debés tener práctica, con eso de la política.- le dije a Akshara.
-Pibeeee, baja un cambio o te van a surtirrrr.-
habló Carlos por primera vez desde mi exabrupto anterior, más nervioso
que de costumbre. Me contuve en responderle para no evidenciar lo poco
que me importaba esa posibilidad ahora mismo.
-En fin, si realmente importa nuestra opinión, creo que no deberíamos volver a separarnos.- Me encogí de hombros. -
Hablando de eso, sería demasiado preguntarles si tienen alguna forma de
contactar a Max y Cameron? O a ellos no les importa protegerlos tanto?
Porque estaban con Jaime, se acuerdan de Jaime? El hijo de Nerón, al que
nos mandaron a buscar apenas aterrizamos en esta región?-
-Estaba en las últimas anoche.-
Asentí y le dí la razón con un gesto, aunque nadie lo haya escuchado. -Seh, envenenado.-
-Y me dijiste que se podían arreglar solos porque...-me recordó.
Lo miré con una expresión que lo hizo levantar las manos en defensa. No
necesitaba sentirme peor por otra cosa, aunque era cada vez más
consciente de lo egoísta que fue dejarlos irse en ese momento, solo por
la chance de ver a Ian de nuevo.
También era consciente que yo no tenía derecho a proponer a dónde
tendríamos que ir. Le habíamos prometido que íbamos a buscar a Céline,
pero solo sabíamos que la habían llevado a una torre. La del mapa? No
pude no pesar en lo chica que era y tuve que aguantar las ganas de
revolearles uno de los pedazos de jarrón roto. Touss me recordó su
presencia al volver a hacer presión con sus cintos. Era el menos
indicado para estar hablando.
-Estaban en camino al sur, supuestamente.- dije sin intención que me tomaran en cuenta realmente. -Pero la que se llevó a Céline dijo que iban a una torre.-
-AL SUUUR-tot.- repitió el Chatot, haciéndome sobresaltar de nuevo.
Miré por el ventanal mientras acariciaba al Sylveon para que me soltara un poco. Todavía ni sabíamos dónde estábamos. -...Sigo lo que elija la mayoría.- concluí.
Durante un momento luego de la larga (y debo admitir, algo insultante)
respuesta de Kabir y el resto de los presentes, empecé a sentir como si
literalmente uno pudiera cortar el ambiente con un cuchillo, rompiéndolo
en centenas de pedacitos como si fuera un pedazo de vidrio. Y apenas
tuve ese pensamiento, el mismo sonido retumbó por la habitación. Me
respingué, alarmado. Más por la posibilidad de que había hecho que la
metáfora se vuelva realidad que cualquier otra cosa. Pero no, la fuente
del sonido había sido uno de los muchos jarrones antiguos siendo tumbado
hacia el piso.
Y la criatura que lo causó me hizo sonreír, a pesar de las
circumstancias. Si hubiera estado más cerca, le hubiera dado unas
caricias en la frente por ser tan adorable. Y por tener alas. Lo cual
hace que cualquier cosa sea diez veces más adorable. Lo miré durante
unos segundos, internamente pensando en la logística de cómo una
criatura de piedra podría llegar a volar de la forma que se describía en
libros y todo eso.
-Hm. Siento que me estoy distrayendo de algo importante -. murmuré a mi mismo.
Ah, cierto, la charla esta con los guardadores. Con razón. Puedo sentir
mi cerebro buscando cualquier excusa para distraerse, si esta es la
realidad que tiene en frente. Pero no llegué hacia donde estoy viviendo
en una nube de pedos. Y si bien "a donde estoy" es metido en el tipo de
complot del cual personas como yo raramente salen bien paradas, aún
así...
...
Bueno, no sé. Alguna racionalización podría encontrar si me pongo a
pensar, pero ya hice demasiado de eso. No quiero empezar a parecerme a
Yannick.
Lo miré de reojo, ya que estamos. Me había sorprendido su brote de enojo
hace unos minutos, pero después de desgastarde de esa forma contra
alguien que claramente no estaba interesado en decirle lo que quería
escuchar, esa ira parecía haber sido reemplazada por una silenciosa
irritación. De hecho, fuera de un par como Ibaraki, ese parecía ser el
ambiente de la habitación en general. Que lástima. Realmente esperaba
que se les pase rápido, porque nunca tuve mucha paciencia con ese
silencio lleno de enojo que lleva a cero productividad, solamente a
resentimiento. Cuando uno accidentalmente pisa el suelo mojado con
medias, no deja el pie ahí durante largo rato, lamentándose de su error.
Lo saca de inmediato y va a cambiarlas. Cualquier otra cosa no es nada
más que pasividad bordando en la estupidez.
Abrí la boca para comentar algo parecido, pero la cerré un segundo
antes. No, éste no era el momento. Mi experiencia en Lumiose me había
enseñado eso, al menos. Dejé salir un suspiro. Supongo que era hora de
decir lo mío. Tomé un paso hacia adelante y miré a Kabir; la sonrisa
fría que llevaba antes se encontraba ausente, y ahora mi expresión era
aburrida, desinteresada. Ni a la decepción llegaba.
-Supongo que tenés razón. Si esta situación no
nos gusta, tranquilamente podríamos irnos. Especialmente los que tenemos
seres queridos metidos en todo este quilombo -. dije sarcásticamente hacia los guardadores-.
Es para felicitarlos, en serio. Pensar que son tan inclusivos que le
darían el rango de Guardador hasta a alguien que dice obviedades en par
con 'Uno más uno es dos', y con el mismo nivel de orgullo y confianza
que un nenito exclamándolo por primera vez. Felicidades Kabir, en serio
lograste hacer que los vea de forma diferente a antes. Solamente una
organización así de generosa podría emplear a gente como vos o Akshara,
¿no creés?
Dejé que mis palabras sean procesadas durante unos segundos. Ya no había
ningún pretexto de cortesía o amabilidad, lo cual en cierta forma me
parecía mejor. De verdad estaba agradecido, pero no por las razones que
había dicho. Simplemente me gustaba que por fin quede en claro que tan
poco les importamos a esta gente, eso hace que sea mucho más fácil
planear que hacer a continuación.
-Estoy de acuerdo con ustedes en una cosa .-dije despues de unos segundos.-
Hay que empezar a movernos. No me gusta muchoo el mar, así que prefiero
no ir a las ruinas esas, y creo que elegiría una charla de diez horas
con Kabir antes de pisar un subte o alcantarilla de nuevo, así que mi
voto es por la torre. Aunque obviamente, se puede charlar. Pero mi
sugerencia es que nos pongamos de acuerdo rápido, que ya diría es hora
de dejar de lamentarse tanto y empezar a hacer algo.
El incidente de Julia, Lumiose, esos... monstruos, pensar que existia gente que queria traer más de esas cosas me aterraba -Por qué? Por qué quieren traer esas... cosas?- pensaba en voz alta.
Algunos del grupo ya parecian estar tan cansados como yo de los
Guardarores y su desinteres general fuera de su culto, y la idea de
ofrecer irnos y olvidarnos de los problemas en que nos metieron fue casi
insultante, y al parecer no solo para mi. Era obvio que no ibamos a
aceptar esa idea y dejar atras a Maxwell y Jaime, esperaba que
estubieran bien, haberlos dejado en la ciudad habia parecido una buena
idea pero fue el peor error.
Mientras seguian explicandonos, posiblemente mintiendonos, Edgard pasó a
mi lado juntando restos de jarrones, los cuales me hicieron recordar la
noche anterior. -Por qué estamos vivos?- Comenzaba a pensar que habia algo extraño en esta situación -Estuvimos
desmayados en esa habitación, nadie sabia que estabamos aca, pudieron
matarnos, tirar los cuerpos y quitar un estorbo de su camino, por qué no
lo hicieron?- El joven dejo de barrer para mirarme en forma
desafiante, si queria una pelea, ya la tenia garantizada incluso antes
de irse a buscar su escoba. -Vine a esta región
por una carta, que me llegó aunque estaba viajando, ustedes sabian
donde estaba, durante dos años lo supieron, en serio vamos a creerles
que nos van a dejar ir?, olvidarnos de esto? Es mentira, pero por qu...-
Comencé a disvariar, no tenia sentido, pudieron matarnos, pudieron
dejarnos morir, probablemente podrian arrojarnos a uno de esos portales y
dejar que esas... cosas nos maten pero...
Sentí un fuerte golpe que me dio de lleno en el estómago y me hizo
retroceder varios pasos. Esto hizo a Salem saltar de mi hombro y ponerse
en guardia.
Inmediatamente me lleve la mano al pecho y una tímida luz amarilla
envolvió mi mano. La herida no se sentía tan dolorosa en ese momento.
//Cure minor wound// 4d10
-Tranquilo Salem, nosotros estamos traspasando y no buscamos problemas-
le dije al pequeño mientras lo veia como pateaba la arena frnte a el
mordiendose un labio mientras aguantaba el enojo.
Alguien nos estaba echando de un lugar al que ni siquiera queríamos ir.
Espero que no sean los que se llevaron Jaime, esta esta cada vez peor.
Miré para todos lados intentando buscar la voz que nos hablaba, pero no
pude encontrar nada a la vista, la arena el desierto bloqueaba nuestra
visión.
//Manipulación+Persuasión// 5d10
-¡No buscamos problemas quien quiera que seas! ¡Solo buscamos a nuestro
amigo, esta muy enfermo y necesitamos llevarlo a que lo atiendan, es
menos fuerte de lo que parece! - grite con toda la honestidad que me
permitió mi voz.
Kyber
se veía animado y parecía haberse hecho amigo de Galahad. Suena como
algo bueno al decirlo, pero sólo el tiempo dirá que tan buena influencia
sea el meteoro para este recién re-nacido. Me dio un poco de pena
devolverlo a su pokéball, pero debía volver a ser un adulto responsable.
Ya me había permitido disfrutar un poco después de tanto disgusto, era
hora de volver a trabajar.
Todos estaban muy desanimados, lógicamente. Probablemente solo Frost y
yo fuésemos los únicos del grupo acostumbrados una situación así de
frustrante. Me encantaría pensar que era la primera vez, pero por suerte
en la academia te preparan para tener la mente lo mas en fría posible
en una situación así porque en este trabajo se te presentan muchos
escenarios así de desalentadores...
De igual manera, Ian seguía siendo un civil al igual que Sam. Estaban
ahí fuera, secuestrados. Sumado a que vaya uno a saber dónde estaba el
doc con Cameron y un Jaime a medio morir. Puedo afrontar la pérdida de
un compañero de la fuerza ya que cuando uno lleva la placa está
dispuesto a que pase, pero estos son mis amigos.
Me incorporé nuevamente al grupo.
- Creo que lo más sensato es intentar de ubicar a Max. Ver si se puede
juntarse con nosotros en alguna parte o al menos asegurarnos que están a
salvo tanto él como Cameron y Jaime. Frost, vos tenías el pokenav, ¿no?
Podríamos intentar comunicarnos con el doc.-
Hice una pausa para ordenar un poco mis ideas.
- Respecto a dónde ir, al igual que Nico, no quiero ni acercarme a nada
subterráneo por el momento ya que está claro que toda esa zona es de sus
dominios. Y la mayoría de mi equipo es débil al agua así que no me
cuenten para las ruinas submarinas. Mi voto es para la torre. - dije
mirando un poco a cada uno de los del grupo. Luego me dirigí hacia Kabir
y Akshara - Y si pretenden que sigamos con toda esta operación en la
que nos metieron y de la que van a salir más beneficiados ustedes que
nosotros, al menos facilítennos un transporte. La van en la que nos
sacaron de la plaza nos sirve. Piensen que entre más rápido lleguemos a
nuestro destino, menos tiempo de abrir el portal van tener ellos ¿no les
parece? - terminé casi a manera de burla.
//carisma + persuasión// 7d10
Cuando dije la palabra “van” pasó fugazmente por mi cabeza la imagen del
estado de la de Nitta. Ya va a haber tiempo de contarle... y de correr
ante su reacción supongo.
Me
tome otro sorbo más del té que nos había dado Kabir, hay que
reconocerle algo a los sectarios, tienen buen gusto para las bebidas,
después le voy a pedir que me pase donde lo compra. Todo se sentía medio
fuera de lugar, como si estuviera más oxidado de lo normal, creo que en
parte perdí la percepción del tiempo en estos días que se sintieron
años. Miré a la hippie, estaba al lado mio mirando el nuevo bicho de
Kileo, no tengo idea de qué es pero deberíamos dejar de darle cosas que
no se banquen una bombucha. Pero boe, lo dice el tipo cuyo equipo no se
banca un Rollout.
-Les dijimos todo lo necesario. Cualquier tipo de información adicional
solo los pondría en más peligro. – Cierto doña sectaria, como que ya nos
dejan caminar por ahí libremente. La mujer siguió hablando y
explicándonos sobre Julia, así que las estrellas guardianas pueden
usarse para ver el grado de infección con respecto a esos portales, buen
momento para tener al rommie acá, hay que asegurarnos de que no lo
secuestre. No sé bien qué quieren hacer estos tipos con los portales,
qué buscan del otro lado, además de una muerte inminente.
Me quede en silencio escuchando el resto de la conversación mientras
ordenaba mis pensamientos, hay que idear un plan, no podemos ir
corriendo de un lugar a otro. Pero antes tenemos que reagruparnos, no
podemos tener al doc corriendo de un lado a otro solo por la región, es
peligroso para todos. Recordé que todavía tengo el pokegear,
definitivamente le tengo que pegar un llamado y decirle que tiene que
venir.
Mientras armaba mi esquema en mi cabeza otro guardador entró y nos dio
unas mochilas, abrí la mia, tenia algo que parecía un traje, por lo que
veo es bastante resistente y se puede usar debajo de la ropa, me va a
venir bien. También había una piedra que se sentía fría al tacto, seguro
al oso le va a servir.
El roomie comenzó a hablar mientras revisaba mis cosas, claramente esta
enojado. Admito que me cae bien el roomie con la pipeta puesta (cero
pulgas) pero no sé hasta que punto es inteligente pelearse con esta
gente. Respiré hondo mientras veía como Kileo se encargaba de por lo
menos conseguirnos un transporte, hablando de Van, donde esta la que les
dimos? Pague el seguro hace 2 semanas, más les vale que este bien.
Tome un ultimo trago del té antes de que alguien más tenga un Mental
Breakdown. -Ok, por lo visto nuestra mejor pista es la torre, no sé
ustedes pero no me traje un short para ir a nadar y como dijo Kileo,
gran parte de su equipo es de lavado en seco, necesitamos maximizar
nuestras posibilidades de ganar si vamos a enfrentarnos a estos tipos.
-Me detuve un segundo a pensar muy bien mis palabras, sacarles
información iba a ser completamente inútil, hay que saber qué batallas
se pelean y cuales se dejan. – Pero antes también tenemos que encontrar a
Max, no sé dónde puede estar en estos momentos y no me deja muy
tranquilo eso, si estos tipos les interesa la gente involucrada con los
portales claramente van a ir tras él. – También tras Jamie pero bueno,
una persona a la vez.
Saqué el pokegear de mi bolsillo y marque el número del doc, espero que
atienda rápido. Doc, no sé que estas haciendo pero no podes quedarte a
turistear por ahí. Mientras esperaba que me conteste me di vuelta a ver
el resto. -Les diría que dejen las caras largas y miren las mochilas,
hay cosas útiles ahí. Si, ya sé, vamos a morir y el mundo también, esto
ya es un martes en nuestras vidas.-
Antes de que alguien me diga algo el sonido de un “hola” viniendo del
gear me distrajo, era Max. -Max, Donde te metiste? No sé que estas
haciendo pero necesitamos que te reúnas con nosotros, tenemos una pista y
hay que seguirla.-
-Frost?! como estan todos?! Les perdí el rastro en la Calle, Jaime
estaba muy mal y...- Contestó la voz de max, de fondo se escuchaban unos
ruidos extraños, creo que el Doc se metió en un lio solo - Parece que
volvieron a raptar a Jaime, pero...- Dijo antes de que se cortara por
completo la llamada.
-Ok, el Doc encontró a Jamie y lo volvió a perder y además creo que esta
en problemas, voy a volver a intentar llamarlo.- Que señal de mierda
tienen acá.
Mientras intentaba comunicarme con el doc sentí un movimiento en mi
cinturón, una de las pokeballs se abrió y Liz apareció. -Estas más alta?
- dije mientras la ardilla se podía a buscar por el lugar con ese
aparato que me gane en navidad.
Escuchaba con atención todo incluso cuando los jarrones que se caían los
cuales hasta a mí me dolía ver romperse eran obvios que eran antiguos y
pensaba por que las organizaciones secretas tienen cosas geniales.
Al escuchar lo que ella decía me enojaba por más que dijera que dice
todo siempre se guardan algo y eso me frustra el no saber algo tan
importante porque tantos secretos si quieren los ayudemos deberian
decinos mas a menos que ellos se quieran cubrir lo cual a este punto ya
es algo obvio pensadolo un poco.
Entonces Ibaraki hablo y después de todo lo que dijo la mire con
tristeza durante un segundo y me acerque a abrasarla buscando
reconfortarla, pero cuando la cubri con mi abrazo cambie el rostro a
enojo y mire a los guardadores. Ya estas situaciones me estaban cansado
por dios simplemente quería irme de aquí y hacer que esto no existió
nunca, pero es lo que acepte cuando recibí la carta yo... solo no quería
que pasara lo del portal otra vez y menos aquí, mucho menos aquí.
Con una cara de mal humor dije -Me tragare lo que pienso y solo diré
okay me apunto pero espero que den más información esto no será como la
otra vez por mas irrelevante, peligrosa o clasificada información que
tenga dénosla por qué sé que son el tipo de organización que siempre se
guarda mucho de algo- tome un respiro y dije con claridad -ya deben
tener un plan de contingencia si todo sale mal no? y espero que no se te
ocurra decir que no importa o que no necesitamos saber ya no estamos
para eso.-
Akshara suspiro con hastió deslizando su mirada a Kabir en una expresión
de reproche, parecía decir "te dije que esto era mala idea", mirada que
el guardador esquivo clavando sus ojos en la taza de te, ya frio. El
guardador se limito a cerrar los ojos y contemplar la ciudad por el
ventanal, luego de dirigir una calma mirada a los entrenadores. Por
algún motivo, aquella mirada y su sutil cambio de expresión resulto mas
intimidante que la expresion de la guardadora, o que cualquier tipo de
amenaza que podrían haber recibido.
-Su postura es completamente comprensible. - Dijo el guardador
calmadamente. - Como les mencione, son libres de no seguir ninguno de
los puntos de estas rutas, incluso pueden irse ahora mismo sin decirnos
que piensan hacer, no tenemos intención alguna de seguirlos. - Dijo esto
ultimo con una especial calma, dando a entender por primera vez el
agotamiento que el guardador cargaba.- Les recuerdo que si bien ustedes
tienen seres queridos en esto, y han salido heridos...no son los únicos
que tuvieron perdidas en estos años. Todos perdimos seres queridos. Y
posiblemente los sigamos perdiendo. - Termino, mirando de reojo la
esfera que contenía su Cofagrigus. Desgastada y con muchos golpes. El
sol dejo ver algunas arrugas en la mirada Kabir, y por primera vez desde
que lo habían visto lucia agotado.- Lo mejor va a ser que sigan su
camino, tienen todo lo necesario en aquellas mochilas, y respecto al
transporte...
El Dr. Dare rápidamente reacciono, palmando sus bolsillos hasta que
encontró una llave. Era una una llave algo distinta a cualquiera que
hayan visto, tenia en uno de sus extremos unas formas circulares
naranjas, y su parte metálica no permitía deducir a primera vista si se
trataba de una llave de una habitación o de un vehículo. La llave quedo
en la mesa, entre los entrenadores y el guardador.
-Esa llave tiene distintos usos dependiendo
de...bueno, la cerradura. Pero a fines prácticos, puede ir al primer
subsuelo y escoger un vehículo de ahi, esa llave servira para todos, nos
parece justo que se lleven algo donde se sientan cómodos. - Dijo
el líder de gimnasio sacando su pañuelo de un bolsillo de su chaleco. El
lider se ofrecio a acompañarlos a bajar y ver los distintos vehiculos,
mientras comenzaba un discurso sobre motores y caballos de fuerza en el
cual el era el unico que parecia interesado. Lo despreocupado y amable
del lider habia ayudado a quebrar el aura de incomodidad, Kabir se
dedico a saludar con un gesto y se retiro de la habitacion sin mas,
verlo irse sin saludar y de un modo hasta descortes parecia muy impropio
de el, al punto que volvio a generar un silencio solo interrumpido por
el Dr. Dare- ...entonces ese Munna se habia llevado el liquido de frenos sin que nos demos cuenta, imaginen mi sorpresa!
Akshara tambien se puso de pie, pero ella si les dirigio una mirada a
los entrenadores, a modo de despedida. Cuando estuvo por llamar al
ascensor, paso a pocos metros de Yannick, quedando justo enfrente del
joven. De pie, parecia mucho mas alta de lo que recordaban, su cabello y
marcas de guardadora en su rostro pasaban como un maquillaje excéntrico
pero a la vez delicado y correcto.
-Esto.- Dijo la mujer, sin quitar la
mirada del entrenador, sacando un pequeño maletín de metal, y posándolo
frente a los ojos de Yannick.- Es una pieza muy valiosa, hay muchas historias de donde viene, algunas algo...exageradas, en mi opinión.
- Recitaba aquellas palabras como si no salieran de ella, sino mas bien
como parte de un discurso que alguien había encargado que aclare. Pero
aun así , sus palabras generaban algo, cargaban de una importancia y un
peso hasta palpable a aquel maletin. - Es posible que lo reclamen de nuevo, ya que en realidad pertenece a un museo y no en las manos de...- Recalculo sus palabras cuidadosamente antes de seguir.- ...gente,
en general. Pero quizás le encuentren un uso, y teniéndolo con
nosotros, también puede ser un peligro. Como dije, hay muchas historias
dando vueltas respecto a su origen. El material tiene muchos años y no
podemos rastrear de donde viene exactamente, Siiva estaba obsesionada
con encontrar su origen. En lo personal, lo habría derretido y forjado
en algo mas practico que un guantelete. - El maletín se abrió
delante del joven, era un viejo guantelete metálico, simple y sin mucha
decoración, era mas una pieza de armadura que otra cosa. El metal estaba
desgastado, en el reverso de la palma de la mano se podía observar un
símbolo circular con líneas concéntricas, toscamente tallado en el
metal, pero lo llamativo respecto al artefacto era la piedra brillante y
multicolor encrustada en la palma, la misma piedra que habían visto
brillar la noche anterior. El entrenador observo el artefacto con
extraño detenimiento, notando ademas del simbolo tallado, unas extrañas
letras en la parte interior. -Milo. O eso dice
en nuestro idioma, dudo que algo tan antiguo tenga letras marcadas que
podamos reconocer en esta epoca, asi que posiblemente no signifique
nada.
La guardadora se aclaro la garganta, y se dirigio al ascensor para
finalmente abandonar el cuarto. El Dr. Dare amablemente acompaño a los
entrenadores al subsuelo donde encontraron los vehiculos que se les
habia mencionado, en su mayoria eran negros y bastante sobrios, propios
de aquella organizacion, pero habia algunas excepciones dentro de aquel
amplio espacio.
-De cualquier forma si quieren salir de esta
ciudad, tienen que tomar la Ruta 9 o la Ruta 11, la 10 los va a llevar
directo al norte y se alejarian mas, si toman los puentes pueden evitar
los congestionamientos rapido. No recomiendo que tomen caminos
marginales para cruzar hacia Nimbasa, una vez me perdi en esos bosques y
tarde mes y medio en salir, ahi fue cuando sospechamos que ese Munna
nos estaba llevando su guarida, si les contara de aquella vez...-
Nicholas habia estado todo el camino intentado comunicarse con Maxwell,
completamente en vano, parecia no tener nada de señal en donde sea que
se encontrara, por lo cual solo podia confiar en ir hacia donde
recordaba que iban a encontrarse, lo cual apuntaba a tomar cualquier
ruta que salga de la ciudad y tomar el camino hacia el sur.
Desgraciadamente, no habia un camino directo hacia alli, cualquier ruta
iba a llevarlos hacia el este o el oeste, y pasar por al menos dos
ciudades antes de llegar siquiera a Nimbasa. A menos que tomaran un
subte, les tomaria al menos 3 horas llegar de un extremo de la ciudad
hasta Nimbasa, sin detenerse.
Teniendo en cuenta las largas horas en la ruta que tenian por delante,
los entrenadores emprendieron la marcha. Al introducir la llave con el
vehiculo, esta emitio un destello celeste, dando una pequeña descarga
electrica alrededor, cosa que en un principio los asusto, pero luego de
aquel incidente, no habían notado nada extraño.
La ruta que tomaron para abandonar la ciudad fue la Ruta 11, que
conducia por la zona costera de la region. Al alejarse de la ciudad,
comenzaron a chequear los mapas que tenian a mano, efectivamente tenian
que recorrer un total de tres ciudades en el camino, por lo cual tomaron
las autopistas que iban de forma directa, atravesando rapidamente hacia
la primera parada, un pequeño poblado turistico llamado Village Bridge,
lugar que era un poblado construido alrededor de un gran puente que ya
no servia para el transito, sino que habia sido declarado patrimonio
regional y ahora las autopistas rodeaban el lugar.
"Pueblo Lacunosa esta adelante..." -
Constataron luego de la primera hora de viaje, aun con sin sentir la
molestia de estar en la ruta. El pueblo que pasaron rápidamente parecía
ser un lugar de lo mas olvidable, simplemente limitándose a unas cuantas
manzanas de poblado, una plaza principal y con lo único que rompía el
monótono paisaje siendo unos puentes que cruzaban de un extremo al otro
de la plaza principal, donde los transeúntes (y turistas que iban de
paso, o que se alojaban en el pueblo al ser mas barato que los poblados
costeros) solían tomarse fotos.
"Ese es el pueblo Undella?" - Luego media
hora de camino entre un poblado y el otro, vieron mas a lo lejos como
la ruta comenzaba a tener un aire mas fresco de mar, los costados de la
carretera tenian un color algo distinto, y al pasar frente a un largo
poblado costero cubierto de palmeras y hermosos tejados celestes
pudieron ver el cartel de bienvenida con enormes letras. Sin embargo,
para llegar al centro turístico y a la costa debían adentrarse en el
pueblo, y la carretera seguía hacia el sur.
Finalmente, la Ruta 14 los conducía hacia Nimbasa, era una ruta larga y
recta, en la cual pasaron hora y media, sin ningún tipo de variación en
el paisaje, al punto que quien conducía estuvo a punto de dormirse al
volante en tres oportunidades.
"Creo que eso de adelante es Nimbasa..."
Tardaron no menos de cuarenta minutos en entrar desde la avenida
principal a la bulliciosa ciudad. Por mas que era de dia, la ciudad era
un escandalo de luces y actividades, tal como en la noche, aunque en el
horario diurno estaban mas orientas al entretenimiento familiar. Los
estomagos de los entrenadores comenzaron a hacer ruido luego de las
largas horas en aquel lugar sin tomar ni comer nada. Durante aquel
trayecto, la comunicacion con Maxwell fue imposible, por lo cual seguian
preocupados por el paradero de su compañero, y en mucho menor medida
por el joven Gautier.
"Que amables en darnos un vehiculo con el tanque llen..."
Basto con solo mencionar aquel hecho y recordar que habian recorrido la
mitad de la region en en esas horas para que el auto comience a sonar
sus alarmas de poco combustible, que duraron tan solo 3 minutos hasta
detenerse del todo al costado de la ruta en medio de la salida de
Nimbasa y la llegada a Castelia. Podian ver el Skyarrow Bridge, famoso
punto turistico de la region. El vehiculo los abandono a pocos
kilometros de la gran capital de Unova, donde daban por sentado que la
unica gasolinera iba a estar en la ciudad. Habian pasado el desierto,
que era el area mas peligrosa, hacia media hora, por lo cual caminar al
costado de aquella ruta no significaba un peligro, pero el sol directo
era una molestia a la hora de caminar esos largos kilometros hasta
Castelia.
Nos
llevaron hasta un ascensor diciendonos que nos darian un vehiculo, pero
por qué confiar en los guardadores, probablemente nos quieren mantener
rastreados. De todos modos no pude pensar mucho la situación dado que
una mano en mi hombro fue una seña para que yo no subiera y me quedara
atras, creo que nadie notó que no subí, o tal vez Mint se dió cuenta.
una vez que se cerró la puerta tomé al dueño de esa mano por el cuello y
lo estampé contra la pared de al lado, el guardador pareció hacer una
seña a mis espaldas antes de llevar sus manos sobre las mias, pero no
ofreció resistencia, y no parecia venir ayuda cerca, a pesar que seguro
no estabamos solos.
-Donde está?- le pregunté secamente.
-Escuchame...- no se que pretendia decir
pero lo interrumpí tomandolo más fuerte de la túnica, no estaba de humor
para mentiras de guardadores.
-Donde está Geralf?-
-Skyarrow Bridge- respondió, pero eso no podia ser... -Se ofreció como voluntario cuando reportaron que ustedes irian allá-
-Es mentira, se está escondiendo en algún lado.- tenia que ser mentira, que tenia que ver que nosotros fueramos o no a ese lugar.
-Te digo por qué nos conocimos? vos y yo- inconcientemente habia aflojado mi agarre sobre la ropa del guardador -Si, Gerry tenia ordenes de acercarse a vos para verificar si eras un riesgo luego de... el incidente- mi mente comenzó a viajar a hace casi dos años, luego de irme de Lumiose -En ese reporte pidió un asistente porque se declaró... Emocionalmente comprometido con el objetivo.-
...........
...........
-Eramos amigos de toda la vida, y él sabia que
vos y yo no nos ibamos a llevar muy bien, me pidió que lo acompañara
para ser una segunda opinión en sus reportes, cosa que no fue facil, no
paraba de hablar de vos- no se en que momento habia aflojado por completo mi agarre del joven, no podia pensar con claridad. -Fue a Sky Arrow a verte-
-Pero entonces...- no pude terminar de preguntar.
-Perdimos contacto hace horas.- hubo
silencio, interrumpido solo por el regreso del ascensor, miré la puerta
abrirse, no habia nadie adentro y a pesar de tener luz, se sentia como
una boca de lobo. -No me importa lo que pienses de mi, pero no pienses mal de Gerry, a él realmente le importabas.-
no respondí, no sabia que decirle, no podia pensar en nada que
responderle. Al muchacho no parecia importarle y simplemente me hizo
señas de que entrara en el ascensor, luego de eso tocó un botón y salió
antes que la puerta se cierre.
-No lamento lo que hicimos- dijo -Lamento que hayamos tenido que hacerlo- Fueron sus últimas palabras antes que la puerta se cerrara y el ascensor comenzara a moverse.
Estando sola, el lugar parecia enorme, como si se agrandara poco a poco.
Intenté distraerme viendo las luces de la pared indicando el descenso,
pero mi mente comenzó a viajar, a hace ya muchos meses, poco despues de
lo que pasó en Lumiose, despues de que me fuí, cuando comencé a conocer
gente nueva, habia sido en Shalour? o tal vez Coumarine, no podia
recordarlo, pero si recordaba al joven que conocí en ese entonces.
La puerta se abrió y podia ver a lo lejos al grupo que ya habia elegido que nos llevabamos.
-Estás bien?- era Mint, que estaba cerca del ascensor mirandome, parecia preocupado.
-Si... estoy bien- le respondí
-Pero estás llorando- me dijo, lo que hizo
que me llevara la mano a la mejilla, fue entonces que noté las lágrimas
corriendo por mi cara, pero... por qué?
-No es nada, gracias por esperarme- le dije, limpiandome la cara.
Subimos, el viaje fue silencioso, o por lo menos para mi, mi cabeza era
un desastre y no presté demaciada atención a nada, solo me dediqué a
mirar por la ventana tratando de distraerme con el paisaje.
Eventualmente llegamos y bajamos, el clima era terrible, un calor
insoportable y poco a la vista hasta el horizonte, podia ver a lo lejos
la ciudad y... el puente... Skyarrow, el famoso puente de la región,
allá era donde... No, no era momento, tenia que concentrarme en buscar a
Maxwell y Jaime, pero no pude evitar poner la mano sobre la pokeball de
Mavis y considerar que tal vez... No, tenemos que encontrarlos.
Volví mi atención al desierto, no podia ver nada, no desde donde estaba, miré la camioneta y pensé q tal vez si subia... -Baradur-
Llamé al Sandigast que sin necesidad de decirle nada, se acomodó y
moldeó lo suficiente para darme pié a saltar al techo de la camioneta,
esperaba que la altura me dejara ver más lejos pero no tuve suerte.