“Quiero vivir y hacer todo lo que quiero hacer sin restricciones y en especial alejarme de mi familia”
“Estoy buscando arreglar algunas cosas”
“Ehhh, digamos que necesitaba cambiar de ambiente”
Repuestas
cortas, pero que dicen mucho. Era el pensamiento que podía articular al
escucharlos a todos. Me gustaria saber sus historias, si hay algo en
lo que soy bueno es escuchando, bueno tampoco es que sea tan difícil,
pero deja de pensar en los demás, ahora pens…
El sueño me gano
finalmente y cuando quise acordar una enfermera nos estaba echando de la
habitación. El desinfectante nos envolvió y salem comenzó a estornudar.
-¡Espere dejame cambiarme al menos!- le roge a la enfermera, pero simplemente soltó un “no hay tiempo para chicos pervertidos!”
-FUERA!
Como
pude agarre la percha con mi ropa, el sombrero y terminé en calzones
en el pasillo, justo cuando empezaban a pasar las jovenes entrenadoras
que recien se despertaban y bajaban a desayunar. Solo me miraron,
soltaron una risita y siguieron caminando.
Me sonroje inmediatamente.
Meti
mi pierna en el pantalon lo más rapido que pude, pero en el apuro me
tropecé y termine en el piso. Inmediatamente Salem se acostó arriba mío.
-Genial, simplemente genial, que gran manera de empezar la mañana...- dije mientras las entrenadoras volvian a reir.
Al
bajar (vestido) y finalmente encontrar una mesa, mordisquie lo que sea
que nos habían servido y le di un gran sorbo al café con leche, iba a
ser una largo día. Saque de mi maletín las cosas necesarias para
preparar la medicina del día.
//Healing Water// [dice]0[/dice]
//Cuantas// [dice]1[/dice]
Comimos en silencio y nos dirigimos al gimnasio.
Empezamos
a hacer la cola y de casualidad las que parecían ser las líderes se nos
cruzaron. Y si me preguntaban si eran bonitas, si lo eran, eran
probablemente las chicas mas hermosas que había visto delicadas como una
muñeca de porcelana, pero al mismo tiempo tenian un aura de poder que
las acompañaba. Quizé decirles algo, pero no sabia que, capaz si les
hablaba me tomaban por un acosador. Decidi quedarme callado, dios por
eso nunca conozco a nadie.
En cambio Nico hablo sin pelos en la
lengua y soltó todo como si no le importara absolutamente nada. Ojala
funcionase, pero justo cuando parecia que iban a contestar el minior de
Nitta salio disparado y le dio un fuerte golpe.
-Uff- suspiré capaz se olvidaban de lo que les habia preguntado nico.
Me acerqué a Nico e intente agarrarlo para que no siguiera con esa locura.
-¿Nunca te hablaron de la sutileza?- le dije por lo bajo -Mostrame esa herida- le dije super nervioso.
Las
asistentes de Mallory miraron con indiferencia mientras Nico hablaba,
casi como si supieran que todo lo que decia era mentira. El muchacho
parecio notar que su historia tenia fallas, y comenzo a ponerse algo
nervioso. El grupo aun estaba atras, y solo los mas perceptivos pudieron
notar que el chico rubio del gorro empezo a tararear algo muy
concentrado mirando fijo a Nico. Las melodias llegaron a los oidos del
entrenador, que comenzo a sentirse mas confiado y sus palabras empezaban
a sonar mas convincentes repentinamente. Aun asi, las chicas no
cambiaron su expresion.
-Que raro, eso usualmente funciona.-
Dijo Ian extrañado.- Hey esa es la lider? No les parec- Las palabras
del chico se interrumpieron. Galahad habia golpeado a Nico y habia
detenido su discurso antes de que este terminara. El Pokemon de Nitta
giraba alrededor de las chicas de forma casi incontenible.
Mallory
dio un paso al frente. Sus movimientos eran elegantes, casi como si
estuvieran en camara lenta. La chica extendio su mano hasta tocar al
Minior, que se quedo quieto, para sorpresa incluso de su entrenadora. La
lider sonrio, pero su rostro volvio a ser de hielo cuando miro a los
demas entrenadores.
-Retadores.- Dijo en un susurro casi inaudible, cerrando sus ojos. Sus asistentes dieron un paso al frente.
-La lider esta complacida en tener a mas de un retador a la vez.- Dijo una de sus asistentes.
-La lider les permite el acceso inmediato si la desafían todos juntos.- Continuo la segunda chica.
-La lider los espera en la ulima sala del gimnasio.- Concluyo la primer chica en hablar, avanzando hacia el arbol.
Los
abucheos de los entrenadores esperando en la fila fueron casi
inmediatos. Muchos se quejaron, algunos abandonaron la fila frustrados.
Las puertas de madera de la edificacion se abrieron y las tres chicas se
perdieron en el interior. Una cuarta chica vestida de igual manera,
pero con el pelo rubio platinado y muy corto salio. La chica tenia un
vestido oriental igual al de las asistentes de Mallory, pero era negro
con detalles plateados. La chica se acerco al grupo de entrenadores.
-Psst...-Dijo Ian murmurando- Jaime no dijo que...Mallory era una mujer grande que ya estaba por retirarse?.- El chico guardo silencio cuando la muchacha que salio del Gimnasio se planto delante de ellos.
-Hola! Ustedes deben ser los retadores! Hace mucho que no tenemos un reto colectivo, nos vamos a divertir mucho!! .- Dijo la chica clavando sus ojos negros en el grupo. Les indico el camino hacia el interior del gimnasio.- Yo soy Rosemary y voy a ser su guia en el gimnasio...Ummm...pero antes...-
La chica comenzó a hablar en voz mas baja a medida que avanzaron y
cruzaron las puertas. Con un crujido, estas se cerraron tras ella. No
podianver el interior del lugar con claridad, ya que estaba solo
iluminado con cantelabros que emitian una tenue luz, apenas mostrando
las paredes recubiertas de ornamentada madera. Rosemary llevo su mano al
interior de su ropa y antes que los entrenadores puedan reaccionar,
saco 3 Pokebolas rapidamente. Con el destello de luz, vieron que estaban
en apenas el recibidor del gimnasio. Era una habitacion relativamente
pequeña, llena de ornamentos y estatuillas de madera y decoraciones de
porcelana. De las pokebolas salieron tres Pokemon pequeños y redondos,
de color anaranjado y con orejas redondas, emitiendo pequeñas chispas
amarillas. - Se que no debo, pero no puedo evitarlo, hace mucho no tenemos a tantos entrenadores juntos!!
Bueno,
de una forma u otra el plan había funcionado. Casi. No habíamos
recibido ninguna información útil pero al menos teníamos primera fila
para entrar al gimnasio.
Miré hacia atrás a la fila de iracundos
entrenadores que nos miraban con cara de pocos amigos. Les guiñé e hice
un gesto de paz con mi mano derecha.
-Mas suerte para la próxima. -me encogí de hombros.- Siempre ayuda tener contactos. Y suerte.-
Sin
embargo una vez que entramos no la vimos más a Mallory, y cómo si fuera
poco hasta la recepcionista nos retó a una pelea sin darnos la chance
para decir no. Empecé a sentir que algo andaba mal.
-Esos Pikachus son muy pachonchos y peluditos. -argumenté mientras sacaba la Pokebola de Taako. -Diría que quiero uno pero dudo que puedan volar.
El
gato se materializó en frente mío e inmediatamente dobló el cuello para
mirarme con el ceño fruncido. Su pelaje estaba parado para todos lados y
parecía recién despertado de una siesta.
-Vamos, a ponerle un poco de ganas, ¡Usá Flame Charge en el del medio!
Taako me siguió mirando cómo si no entendiera ni una palabra de lo que decía.
-Ah... cierto, me olvidé de enseñarte eso anoche. -Me golpeé la frente con la palma. -Pero bueno, no es mi culpa que no pudiera encontrar un reproductor de DVD en lo de Yannick. Usá Ember entonces.-
La
líder calmo al Pokémon de Nitta despues nos invitó a enfrentarla si
combatimos todos juntos a la gente no le gusto la idea y nos abucheavan.
La
líder entro con su séquito al gimnasio perdiéndose en el interior allí
nos recibio una chica diciendo ser nuestra guía en el gimnasio pero de
pronto saco un grupo de dedenes y les ordenó realizar carga Nico uso a
su torchic y les lanzo ascuas y yo no me quedaré atrás es hora de ayudar
también y dije -Sal Oberon, Necesitarás ayuda en este combate- me
aserque a Oberon y le aplique una inyeccion.
Mallory
habló, solo una palabra, y mi corazón parecia detenerse, la imponencia
de esa mujer era indescriptible, las mujeres que la acompañaban dijeron
algo, no presté atención, estaba tratando de recuperar el aliento,
mientras tanto, la Gym Leader se alejaba, entrando al gimnacio, segundos
despues sentí alivio, la presencia abrumadora que me acosaba se
alejaba, miré a mis alrededores, la gente que nos rodeaba estaba
furiosa, estaban abucheando e insultando, algunos se retiraban,
normalmente devolver los insultos habria sido algo natural para mi,
despues de todo, estaba dispuesta a respaldarlos, pero esta vez algo era
distinto, no tenia la voluntad de pelear, años de maltrato verbal me
habian endurecido, y habia descubierto que no era dificil hacer que
alguien se trague sus palabras si era necesario, pero, no, simplemente
no queria pelear.
Me habria quedado ahi parada, inmovil, si no
fuera por Baraddur, quien llamó mi atención golpeando levemente mi bota,
miré al Sandygast quien mostraba claramente su preocupación. -Estoy... bien...-
Mentí, aunque no sé si cuenta como mentira, dado que era obvio que no
era cierto y no pretendia ocultarlo, y por supuesto, era claro que mi
compañero no me creia. Mientras, el grupo entraba al gimnacio, donde
fuimos recibidos por una cuarta persona. Logre juntar coraje suficiente
para avanzar y ser de los últimos en entrar. Una vez ahí, la joven nos
desafió sin dudarlo.
Tres pokemon, al parecer electricos estaban
frente a nosotros, lanzando chispas, listos para pelear, yo no estaba
segura de que hacer, podia pelear y tal vez ganar, pero luego el
problema era el mismo, tendria que volver a enfrentar a Mallory, no,
gracias, di un paso atras, me topé con algo, Baraddur, miraba a los
contrincantes de forma desafiante, levantó la mirada para verme,
intercambiamos miradas, mi duda contra su resolución, un momento
despues, su apariencia se difuminó levemente y se movió avanzando al
campo de batalla, donde se plantó firme frente a uno de los contricantes
y sarandeó su cuerpo, fortaleciendo su postura. Entonces lo comprendí,
tal vez para el mundo no eramos más que una entrenadora y su pokemon,
como nuestros nuevos compañeros, como la chica que ahora nos desafiaba,
como tantos otros, para mi, el seguia siendo mi hermano.
Me
sorprendí como al simple tacto Galahad se quedó quieto. No sé si era
porque sentía que había logrado su objetivo de que le prestaran
atención, o si le habían hecho algo, pero al cabo de unos segundos
volvió a mi lado y se mantuvo flotando junto a mi cabeza. Lo observe
consternada y al preguntarle si estaba bien no pareció responderme.
Preferí dejarlo fuera, fuera lo que fuera lo que hubiesen hecho, mejor
era poder observarlo en detalle, dudaba que volviera a querer escaparse.
Me
detuve antes de entrar, no quería hacerlo. Mi intención nunca había
sido enfrentarme a la líder del gimnasio, simplemente conseguir la
información que pudiéramos, comenzar a entender en que nos estábamos
metiendo e irnos. -Si me retiro sería un problema... -pensé por lo
bajo. No, no era un opción, pero sabía que ante mi falta de experiencia
como entrenadora (porque de hecho no lo era ni era mi interés serlo)
podría ser un problema a la larga. Comencé a avanzar hacia el interior
del gimnasio, y me percaté de que no era la última como pensaba, si no
que Ibaraki estaba detrás mío también detenida, pero antes de que
pudiera consultarle algo, comenzó a avanzar. Finalmente, todos entramos.
Esperaba
que tuviéramos que enfrentarnos en todo caso, directamente con la
líder, pero no, una de sus ¿aprendices? se puso en nuestro camino y nos
retó a una batalla de tres. Detuve a Galahad poniéndole la mano
enfrente. -Esto debe ser un 3 vs 3 -comenté- que sea justo -ya tres
de nosotros habían sacado sus pokemon, era mejor que no los agotáramos
sin sentido antes de tiempo. Por mi parte, estaba en un
problema... Galahad era el único que estaba a mi lado -hace bastante
tiempo ya-, y si él era derrotado, no tendría nada más que dar. -
¿Deberíamos avanzar? -dije mirando al frente, más allá de dónde se
desplegaba la batalla- Podríamos algunos adelantarnos, ganar tiempo
-sugerí- Y sí Ian -comenté mirando al chico- Yo también esperaba que
Mallory fuera mucho mayor, podría plantar varias teorías pero...
prefiero no perder el tiempo y preguntarle directamente a ella.
"No puedo creer que eso salió bien en serio"
pensé mientras entrábamos al gimnacio. Odiaba recibir tanta atención,
en especial negativa, me encojí un poco ante los abucheos. Nico pareció
llevarlo sin problemas y saludó a la multitud.
-Jaime no dijo que...Mallory era una mujer grande que ya estaba por retirarse?- susurró Ian.
Me detuve. No lo había pensado cuando lo dijo ayer pero... -Pero Mallory siempre se vio así.-
Al menos en el tiempo que yo había vivido acá. Así que o nuestro pibe
estaba equivocado o había algo todavía más sombrío sobre esa mujer.
Adentro
del edificio apenas se veían las formas de lo que nos rodeaba; aunque
mientras más se acostumbran mis ojos a la oscuridad, más familiar se
veía el lugar. La chica que nos recibió parecía demasiado emocionada y
nos mandó sus pokemon, tres ratones con ataques eléctricos.
Fairy/Electric supongo? Podria usar a Ehre, creo que Fairy era débil a
Steel... no se me daba esto de estrategias, por algo no era entrenador.
-Ah, el gimnasio es Hada.-
avisé a quienes no supieran, a pesar de que era medio tarde y algunos
ya habían atacado. Tampoco nos habían dicho si podíamos participar todos
al mismo tiempo, pero por las dudas saqué a Ehre.
-Estamos en una batalla con entrenador.- Le informé. -No vamos a atacar por ahora. Alistate.-
El
otro Nico había entendido mi mensaje y se acercó enseguida a la líder
de gimnasio, desgraciadamente la piedra de la hippie quizás también lo
entendió debido a que se lanzó contra este justo cuando estaba
terminando su discurso. Solo voy a decir que me va a quedar una marca
permanente si me sigo golpeando la frente.
-Bueno, creo que eso salió bastante bien.- me comentó Yannick, creo que la mancha roja en mi frente fue suficiente respuesta.
Para
mi sorpresa Mallory pareció alegrarse con el meteoro volador ya que
pareció susurrar algo antes de que sus dos asistentes nos invitaran a
saltarnos la enorme cola, lo que nos hizo ganar el odio de muchos de los
otros entrenadores. Pobres, si supieran el poco interés que tengo en
conseguir la medalla seguro no dudarían en tirarme con algo.
Decidí
entrar último mientras los contaba desde el fondo, en caso de que
alguno se retractara o se perdiera, todavía no estoy seguro cual de las
dos me parece más viable en estos casos.
-Jaime no dijo que...Mallory era una mujer grande que ya estaba por retirarse?.- dijo Ian justo cuando las puertas se cerraban tras de mi.
-El rubio tiene razón, hay algo muy raro en su belleza a decir verdad.-
Murmuré pensativo, la verdad no me esperaba que ella fuera una mujer
joven, al igual que todos creo que me había hecho la idea de una mujer
bastante anciana.
-Pero Mallory siempre se vio así.- contestó roomie, siendo nativo de esta ciudad creo que su palabra vale bastante.
-Ok, entonces averigüemos el número de su cirujano plástico también.-
Comenté antes de que apareciera una chica de pelo rubio frente a
nosotros, ella se presento como nuestra guía pero antes de hacer su
trabajo por lo visto quería luchar, ya que enseguida sacó 3 ratas de sus
pokeballs, nunca entendí esa obsesión de usar los mismo pokemons.
Ughh,
yo solo quería hablar con la vieja operada pero por lo visto no iba a
ser tan fácil. Tome la pokeball del cubchoo y enseguida lo liberé, este
miro para todos lados agitado, a esta altura ya debería estar
acostumbrado a los cambios de lugar. Quizás sea abusivo que luchemos de
las 3 contra ella pero su líder lo dijo “todos juntos”, ahora que se
joda.
-Bryce, growl!- Ordené, mientras más rápido terminemos con esto, mejor. [dice]0[/dice]
Por dios, que iluminación de mierda usa, no se ve nada.
Por
alguna razón que no llego a comprender nos llevaron al interior del
gimnasio para conocer a la líder. Sabia que estos líderes se encargaban
de probar a los entrenadores, pero más allá de eso, siempre tuve mi
cabeza en los libros y jamás me había preocupado por estudiar más de ese
mundo.
La secretaria nos llevó por un pasillo a conocer a Mallorie, pero de pronto se detuvo y nos retó a una pelea.
-
Señorita Rosemary, esto no es necesario solamente queremos hablar con el
lid…- la chica ya había liberado a sus pokemon tres ratones muy
simpáticos.
-Oh que son muy
bonitos- me acerqué inconscientemente a tocar uno- Le repito no es
necesario esto yo creo que…- los tres ratones destellaron en una
corriente eléctrica que me sacudió todas las ideas y a Salem lo hizo
saltar de mi hombro a tierra.
-No son bonitos, definitivamente no son bonitos- dije mientras volvía a mi lugar
-¿Podemos pelear todos a la vez, o es necesario que solo seamos tres?- le pregunté a la chica. ----------------------------------------- espero que diga que peleamos todos -------------------------------------------
-¿Salem podes pelear? son ratones después de todo- le dije, pero este se subio a mi hombre y bostezo.
-
Siempre puedo contar con vos…- dije irónicamente- Supongo que no queda
otra- miré la pokebola que ahora estaba en mi mano ahora y la lancé lo
más fuerte que pude, esta se abrió liberó a Cianuro en una luz blanca y
volvió a mi mano.
-¿Cómo es que esto funciona?- dije extrañado de que volviera tan perfecto a mi mano.
El skorupi me miró, trague saliva, y se dio vuelta con el aguijón levantado y se lanzó a atacar a uno de los ratones.
-
Uff- suspiré -Vamos ataca con emm nose misiles aguja, si eso- dije
inseguro ni idea de cómo funcionaban las resistencias- Si alguien me
puede hacer una tablita de cómo funcionan las debilidades... - les dije a
todos.
//Pin missile 10+ 10*5// [dice]0[/dice]
//Espinas// (no se pueden tirar de 5, así que hacemos que 6 sea 1 y 7 sea 2 y así) [dice]1[/dice]
Cientos de espinas salieron disparadas a hacia el primer ratón.
La
batalla se desato en tan solo un segundo. La unica que no habia
comenzado a atacar fue Nitta, Ian por su lado lanzo a su Whisbur pero no
comenzo el ataque, tambien pensando que no era necesario que todos se
involucren.El muchacho intento seguir a Nitta, sin dejar de mirar
preocupado hacia la batalla, intentando cruzar el hall del lugar. La
puerta estaba a tan solo unos centimetros cuando un flash de luz
cegadora ilumino el hall y distrajo a todos los presentes. Una niña de
no mas de 6 años estaba parada sobre una estatua de madera que decoraba
el hall. Los candelabros proyectaban en la pared sombras de la chica que
se parecian mover y distorcionar.
-Hermanita...se supone que no debemos...jeje.-
La niña tenia el cabello del mismo rubio platinado, y un furisode del
mismo color de la guia que estaba atacando con los Dedenne. En su
cabeza, asomaba una pequela criatura de cuerpo blanco, cabeza verde y
una rara protuberancia roja. El Ralts habia sido quien uso el ataque que
genero aquel destello de luz tan fuerte. Solo despues de que la chica
termino de hablar, Nitta noto que Ian estaba en el piso visiblemente
herido por el golpe de luz.
-Agh...se supone que pueden atacar a los entrenadores tambien!? .- Dijo el muchacho poniendose en pie. Estaba visiblemente aturdido agarrandose la cabeza.
-Oh,
es que esto no es una batalla oficial...Mallory no tiene una batalla
oficial hace mucho realmente...nosotras nos encargamos de que no ocurra.
Es mejor para la reputacion del gimnasio, jee...- Dijo la chica rubia de los Dedenne.- Cruzando
esa puerta estan el resto de nuestras hermanas...y ellas si son mas
apegadas las reglas...ya saben...no lastimar a los entrenadores o cosas
asi....yo soy mas divertida, jueguen conmigo antes!! -
//Thundershock 5 (+10) + 15 a Klefky//
[dice]0[/dice]
//Thundershock 5 (+10) + 15 a Litten//
[dice]1[/dice]
//Thundershock 5 (+10) + 15 a Skorupi//
[dice]2[/dice]
Los
relampagos salieron disparados al doble de intensidad de lo que
normalmente habrian salido, mientras el Ralts de la pequeña niña habia
lanzado un ataque psiquico nuevamente contra Ian que se encontraba en el
piso agarrandose la cabeza y retorciendose del dolor.
-Mallory
esta en el tercer piso de este lugar, el siguiente es de mis
hermanas...a mi y a mi pequeña solo nos dejan gente en el hall de
recepcion...- La niña hablaba aun parada en las estatuas, e hizo un especial enfasis en "pequeña" mirando a la guia del lugar.
Otra
entrenadora se apareció en el hall, esta aparentaba ser una niña
pequeña, pero habia algo raro en ella, daba una sensación similar a
Mallory, pero no era tan abrumadora, y lo más importante, tomaron una
conducta que debo decir, no esperaba en esta situación, tenia entendido
que las batallas pokemon de gimnacio eran distintas, eran un deporte, si
bien habia gente que consideraba un maltrato el hecho de obligar a los
pokemon a pelear, el sistema era adecuado, justo, y lo más importante,
honorable, habia escuchado historias y visto peleas por televisión, pero
esto era una pelea callejera cualquiera. Mientras Ian se levantaba,
escuché decir algo a la joven que habia aparecido primero.
-no lastimar a los entrenadores o cosas asi....yo soy mas divertida, jueguen conmigo antes!!-
En eso, sus pokemon atacaron, lanzando rayos hacia nuestro grupo, en particular, uno parecia demaciado fuerte... -Baraddur, frente a Cianuro, rápido-
Dije, a lo que el Sandygast respondió, desarmando su cuerpo y moviendo
su masa frente al Skorupi de Maxwell, ahí formó una pequeña pared con su
cuerpo, suficiente para cubrir a venenoso compañero de combate.
Mientras,
decidí que si las reglas estaban escritas en papel higiénico, yo
tambien podia aplicarlas del mismo modo. Me lancé al campo, ignorando a
los pokemon que peleaban a mi lado, directo a entrenadora del vestido
incómodo.
-Dale, a jugar!!- Fue todo lo que dije antes de lanzar un golpe con mi puño cerrado.
La
situación se desvirtuó bastante antes de lo que esperaba, con la
recepcionista siendo un recordatorio del espíritu de la ciudad.
-Diría que esto me sorprende, pero estaría mintiendo, -Pensé en voz alta, brazos cruzados. -Dale che, no hay necesidad de ponerse violentos. Para eso están los videojuegos.
No
solamente la mina no me prestó atención sino que ví un rayo de
electricidad yendo directamente a mi hermoso, querido, increíble Taako.
Decidiendo que no podía dejar que lo lastimaran en su primer pelea salté
delante del ataque , recibiéndolo con mi chal extendido.
//Resistencia// [dice]0[/dice]
-Eso dolió, che. -Me reí, tratando de esconder la rabia que formó un nudo en mi estómago. -
No te dejes engañar por mi hermosa sonrisa, mis amiguitos acá son mucho
menos alegres que yo y no les va a caer bien lo que estás haciendo.
Cómo
si fuera una respuesta a lo que acababa de decir Ibaraki se lanzó
contra la que parecía ser la más joven, y podría jurar que ví su puño
prenderse fuego. Hice una nota mental de nunca hacerla enojar y me
volteé hacia Ian, quién estaba tirado en el suelo agarrándose la cabeza
dolorosamente.
-Taako, cambio de plan. -mencioné, extendiendo mi brazo hacia adelante. -¡Ember al Ralts! Séamos la aspirina para Ian.
Que
chiste de mierda que fue ese, pensé. Inmediatamente después mi mirada
fue hacia la nenita que estaba a punto de recibir el golpe de su vida, y
se me ocurrió otra cosa. Wow, dos pensamientos inteligentes seguidos,
sí que me estaba yendo bien.
-Che, ¿Esto no les recuerda a lo que pasó en el colectivo? -Pregunté a mis compañeros, señalando a la pequeñita, -¿Alguien más cree que la nenita creepy de Thernadier tiene algo que ver con este gimnasio?-
Tras
el combate iniciar mientras algunos nosotros combatimos los otros se
iban adelantando pero fueron detenidos por una niña y su Pokémon esta
era la hermana de la entrenadora que estamos enfrentando ellas nos
dijeron que su idea era evitar que nos enfrentaramos a Mallory
sinceramente no voy a dejar que me detuviera yo quería derrotar a la
líder y esto solo intencificaba el deseo le dije a Oberon - esquiva y
usa placaje-.
La
nena que había aparecido parada arriba de una estatua le dijo "pequeña"
a la que asumiría era su hermana mayor. Bien. Ok. Nada siniestro por
acá. Y encima Ian estaba siendo torturado por su Ralts.
Antes que diera ninguna dirección, Ehre salió disparada hacia el bicho blanco. "Esto es una batalla de gimnasio. Oficial o no, lo que están haciendo va contra las reglas." me di cuenta, y si algo sabía de Ehre es que no dejaría pasar algo así.
//Fury Cutter 10 + 10// [dice]0[/dice]
Por su parte Nico también se lanzó contra el mismo pokemon y tiró un mal chiste.
-Va a necesitar un Ibuprofeno más que una aspirina.-
Me sumé. No sé cuál sonó más boludo pero lo vi sonreír a pesar de lo
mal que le había pegado el ataque de los ratones. Hay que reconocer su
buena disposición.