Me
costaba respirar, grité a todo pulmon y ahora mi garganta me ardía,
sumado al dolor de mi mano derecha, la cual ahora goteaba sangre,
manchando el suelo, y seguia enrojecida. Intenté mover los dedos pero
apenas respondían, no podría usarla por el resto del combate, por
suerte, habiamos derrotado a los roedores eléctricos que estaban
molestando, un problema menos, o eso pensaba mientras intentaba
consentrarme en la tal Rosemary frente a mí, no dió ninguna señal de
importarle la situación.En eso, la otra chica habló, mencionando al que
por contexto debia ser Jaime, pero no presté atención, habia cosas más
importantes en mi cabeza en ese momento, por un lado, dolor, por el
otro, mientras la chica que se encontraba más lejos de mí cambiaba de
apariencia, revelando a una mujer mayor, podia sentir un cambio en el
ambiente, no era la sensación que desprendia Mallory, era algo más
familiar, algo que hace años habria sido aterrador, la presencia de un
depredador.
Rosemary liberó otro pokemon, esta vez era más
grande e intimidante que los Dedenne, y dudo que fuera herbívoro, no
pude evitar levantar la guardia, preparada por si esa cosa me embestia,
pero en el último segundo me di cuenta, la presencia más amenazante no
venia de eso, venia de la, ahora, mujer que se lanzó contra mi.
Apenas
pude ver lo que ocurrió, la tipa vino directo contra mí, pude ver un
brillo metalico acercarse a toda velocidad, casi como una garra de un
pokemon salvaje atacando, por suerte, pude amortiguar parte del impacto con mi brazo bueno, pero no evité que la hoja del arma me hiciera un buen tajo al costado.
Apenas
podia mantenerme de pie, la tipa de las dagas ahora estaba frente a mí,
no podia patearla, estaba demaciado cerca, mi mano derecha estaba
inutilizada, golpearla con mi brazo izquierdo seria totalmente
predecible y esquivable, la mujer era ahora un poco más alta que yo,
intentar derribarla seria dificil, y no pude pensar en una estrategia
mejor, la tomé del hombro con mi mano buena y le lancé un cabezazo justo
a sus dientes.
En
cualquier otro momento me hubiera encantado ver cómo la sonrisa se
borró de mi rostro, cómo la linea que formaban mis labios desapareció y
mis pupilas se dilataron mientras mis manos se cerraban en puños. Vi con
horror como la chica que se hacía pasar por joven se lanzó sobre
Ibaraki con dagas y logró enterrarlas en su brazo.
Ví sangre
salpicando el suelo. Ví la sonrisa cruel de ambas mujeres dirigidas a
nosotros. Bajé la mirada y dejé salir un suspiro de frustración.
-Siempre lo tienen que arruinar, -Me susurré a mí mismo, -Dios, cómo odio a la gente como ustedes.
Con un movimiento inconsciente levanté la Pokebola de Taako y lo devolví a ésta, mientras sacaba la otra de mi cinturón.
-
Uno entra esperando diversión y con esto se encuentra. ¿Un par de
heridas de Pokemon? ¿Un par de piñas? Eso es divertido, eso es algo de
lo que todos nos podemos reír luego, -Fruncí el ceño, mis ojos fijándose sobre el nuevo bicho que había aparecido enfrente nuestro. -Pero siempre la tienen que cagar con esas ganas de matar que tienen.
Luz
estalló desde la Pokebola en mi mano y de ésta salió Lup. La pequeña
Torchic cayó al suelo y fijó su mirada en el oponente que tenía frente,
formando una sonrisa torcida.
-Me puedo reír de muchas cosas, pero con mis compañeros no se meten, manga de hijas de puta. -Apunté con un dedo hacia ellas, -¡Lup, Flame Charge al bicho rosado ese! Lo quiero tostado...-
Por
fin derrotamos a los dedenes pero más que celebrar nos sorprendió la
transformación de la niña en una mujer mayor me dejo muy asustado pero
sacamos otra pista el padre de Jaime no quiere ir el investigar pero aún
pensaba en lo que vi nunca había visto algo haci de pronto ella lanzo
un ataque de dagas hacia ibaraki en ese momento que los filos de las
armas la tocaron mi corazón latió frenéticamente y mi cuerpo y mi boca
se movieron solos corría a hacia la mujer para darle un puñetazo y le
dije gritando de manera enardecida - a ibaraki no la tocas ni con los
pétalos de una flor-
/Pelea C/C + Fuerza/ [dice]0[/dice]
Mis golpes sabia que eran inútiles pero algo más me impulsaba que era esto que sentía.
Genial,
ok, espectacular, se fue todo a la mierda. Al parecer sabían que
veníamos de parte de Jaime, lo que no estaba seguro si era mejor o peor.
La nena creepy se transformó en una vieja creepy y le metió una
cuchillada a la rubia. La rubia le quiso dar un cabezazo a la vieja pero
no pareció hacerle mucho. Y para que el resto no nos sintiéramos
dejados de lado, liberaron un perro gigante que en seguida se lanzó al
ataque.
No era la cosa más extraña ni más ilegal que había
filmando, con 4 años de documentales caseros bajo el brazo, pero por lo
general venía mejor preparado a estas situaciones. Y no incluían gente
viva. Pero había aprendido que toda toma es útil, más en algo así.
Ehre se giró hacia la vieja y se desenfundó.
-No no no. No te bajes a su nivel.- La detuve. Al menos no todavía. Quería ayudar a Ibaraki pero eso nos iba a meter en más problemas si salía en cámara.
En
eso el pibe tímido corrió a pegarle una piña a la vieja, que tampoco
pareció sentirla. Todos nos quedamos mirando después de su declaración,
creo que escuché el claro golpe de palma contra frente. Ehre se volvió
hacia mí y le señalé al can.
Entonces hizo algo nuevo. Comenzó a
vibrar y emitir un sonido como un chirrido metálico. Aunque nada
placentero, las ondas fueron directamente al pokemon enemigo, que
pareció sufrirlo más.
-Eso tiene que ser totalmente ilegal.-
Dije mientras veía que la niña loca se volvía una mujer, pero aun
conservando su mismo trastorno. Qué carajo les pasa a la gente en este
lugar? Bandidos que roban autobuses, hijas de lideres malvados que no
son tan malvadas como sus padres, pendejas con formas alternativas. Si
no termino en un psiquiátrico a fin de mes voy a considerar este viaje
una victoria.
-Sabemos que tiene que ver
con el joven Gautier. Su familia esta muy interesada en mantenerlo
alejado de este lugar. Pensamos que iba a ser tan tonto de venir por su
cuenta, pero por lo visto lo subestimamos. Pequeña, no podemos permitir
incumplir el contrato del señor Gautier.- Dijo la loca mayor
mientras su hija soltaba un Granbull. Lo que me faltaba, la familia de
Jamie no aprueba su romance y en lugar de no sé, terapia familiar,
decidieron pagarle a la loca transformista y a la niña rata.
El
enorme can se lanzó frente al pokemon del doc, lo hubiera hecho trizas
de no ser que el meteoro de la hippie se lanzó en su ayuda resistiendo
mucho más de lo que hubiera hecho el escorpion.
-Bryce, ataca al grandbull!- ordené al pequeño oso, después de su segundo fallo ya no espero mucho de él realmente.
En
el otro lado del campo de batalla, la mujer extraña se había lanzado de
lleno a la rubia dispuesta a herirla con sus dagas, no pude evitar
correr hasta donde ellas estaban pero sin lograr hacer nada. La pendeja
pareció bancarse bastante bien las heridas que había sufrido ya que
enseguida se lanzo al contraataque, el rebote del mismo la arrojo para
atrás justo a donde me encontraba.
-Wow, punk, esto creo que es demasiado fuerte hasta para vos.- Dije mientras la frenaba agarrándola de los hombros sin esperar su respuesta.
En
un giro inesperado, y de verdad quiero recalcar que estoy dudando de mi
salud mental, Mint se lanzó a tirar un golpe a nuestra oponente
mientras tiraba una frase tan cliché que si no fuera porque temo por
nuestras vidas me estaría golpeando la frente.-Decime que vos también escuchaste eso.- Le pregunté a Ibaraki, esta simplemente pareció balbucear mientras miraba sorprendida el acto del muchacho. -Ugh, creo que ya se rompió.-
-
Como odio este gimnasio.- dije mientras estiraba mi mano por encima del
hombro de la rubia, tratando de invocar al ultimo truco que me quedaba
bajo la manga.
La
niña que nos atacaba se había convertido en una adulta frente nuestros
ojos como si fuera lo más común del mundo. ¡¿Que carajos estaba
pasando?!
“una de nosotros” le escuche decir a la chica.
Miré
a Ibaraki que se encontraba furiosa, ¿tendría ella también ese poder?
¿sería una vieja disfrazada? mi cabeza daba mil vueltas era mucho para
asimilar.
Mi pensamiento se cortó cuando de pronto un perro
gigante que echaba fuego de la boca corría hacia cianuro y a mi
frenéticamente, se me tensaron todos los músculos y apreté los kegels.
Doblaba, no, triplicaba el tamaño del pequeño escorpión. Era un
monstruo, y justo cuando espere lo peor la piedra de Nitta se puso
enfrente cubriendo el ataque y quedando atrapada dentro de las grandes
fauces del can. Este quería cerrar la boca con todas sus fuerzas, pero
la piedra no le dejaba.
-Gracias Señorita Nitta, le debo una- le grité nervioso ese perro me asustaba no iba a negárselo a nadie. Aproveche la situación y dirigi a cianuro.
-Cianuro, vamos Poison Sting!
//Poison Sting 5 +10 + (5) a dedenne 3// [dice]0[/dice]
//Envenena? con 3 o 6// [dice]1[/dice]
Entonces
vi como Ibaraki daba un cabezazo a la chica que nos había amenazado
creado un espacio inmediato entre ellas. Esa chica era una luchadora
nata, de eso no tenía dudas, pero su brazo sangraba intensamente y en
las manos de la chica dos dagas goteaban con el líquido escarlata.
-Estupido, estupido, estupido!- me repetia a mi mismo, como había dejado que Ibaraki sufriera tal daño, fuera una anciana o no éramos un equipo.
Rapidamente corri hasta Ibaraki
-Señorita déjeme tratar su herida- en un segundo respire y la sane lo que pude.
//Cure minor wound// [dice]2[/dice]
Al tocar su brazo note que estaba lleno de cicatrices, quien era tan sádico para hacerle eso a una niña, bueno si es que lo era.
Le extendí la mano y le entregue una de las medicinas que había hecho.
-
Señorita, se que todabia tiene dos más de las medicinas, ¡tomarlas todas
ahora!, se encargaran de sus heridas enseguida- le grité- No le digo
que no pelee, pero por favor no muera en un lugar como este, ¡déjeme
ayudarla!- le dije con toda la convicción que me quedaba.
Entonces vi como Mint le lanzaba un golpe a la ahora señora que está esquivaba simplemente dando un paso al costado.
Saque
el cuchillo de mi cinturón y lo giré en mi mano varias veces realizando
varios trucos, cualquiera que me viera pensaría que estaba presumiendo,
o que en realidad comprobaba el peso y el balance de la hoja, que era
verdad tenía medio de gramo de mas en la empuñadura, pero mi única
intención era distraer a la chica armada.
Segui girando mientras
caminaba hacia la señora, ahora parecía un aro mas que un cuchillo de la
velocidad a la que iba. La discípula de Mallorie me observaba.
-Puede tomarse la medicina, ya se me acabaron los truquitos- le murmure nervioso.
Un
chorro de sangre mancho el piso del Hall de entrada del gimnasio de
Laverre. La herida parecia cerrarse casi a la misma velocidad que se
habia realizado gracias a la ayuda de Maxwell y de la melodia de Ian,
pero aun asi la sangre derramada habia hecho un machon en la madera.
Ibaraki se repuso rapidamente de la herida y contraataco de una manera
salvaje, pero Rosemary simplemente sonrio haciendo bailar la daga entre
sus dedos. Con un elegante movimiento la chica esquivo por completo el
golpe de la chica rubia, y aprovechando el mismo impulso esquivo tambien
el golpe de Mint, quien tambien se habia lanzado. La chica sonrio
limpiando la daga en su ropaje oriental.
-Oh que pena...-
La chica avanzaba lentamente girando la daga, saboreando cada momento.
Nicholas se encontraba en el otro extremo del Hall, pero casi por un
acto reflejo, el muchacho levanto su mano apuntando a la chica e hizo un
movimiendo con sus dedos. Una brillante niebla purpura aparecio por un
segundo en sus dedos, para luego desaparecer. - Vamos a...q-que?- Rosemary abrio los ojos como platos y dio un paso hacia atras. Pronto, los entrenadores comprendieron el porque.
La
lider Mallory se encontraba entre la chica de la daga y la herida
Ibaraki. Sus ojos parecian apagados, y su piel aun mas palida de lo que
recordaban. Rosemary retrocedio un paso mas, asustada, escondiendo su
cuchillo, e instintivamente agacho la cabeza con miedo, sin poder
articular palabras. La niña, que ya no era una niña sino una mujer
madura la miro extrañada.
-Pequeña, no seas estupida!
- Grito queriendo advertirle algo a Rosemary, pero un sonido
ensordecedor empujo contra ella y el Pokemon que estaban usando. Ian
habia interrumpido su cancion para darle una orden a su Whisbur, el
pequeño Pokemon emitio un sonido tan fuerte que atrajo la atencion de
todos. Su entrenador respiraba agitado y su piel estaba palida, pero
seguia en pie.
-Cambio de melodia.
-Dijo el muchacho limpiandose el sudor de la frente. Los entrenadores
escucharon la cancion de Ian. La conocian bien a este punto. Era la
misma que habian escuchado en el rio, aquella melodia que por algun
motivo los llenaba de seguridad y los hacia sentirse mas fuertes.
Rosemary
seguia en shock sin entender que ocurria, pero su compañera fue mas
rapida reaccionando y no tardo en darle una orden al Granbull para que
ataque.
-Ese de ahi es un problema.
- Dijo mirando a Ian. El Granbull entendio la orden, y se lanzo con sus
colmillos ardiendo hacia el chico del gorro. Un segundo antes, fue
interceptado por unas esferas de energia lanzadas por Galahad el Minior,
que flotaba con apenas unas heridas producidas por los colmillos del
Pokemon de sus oponentes. El pokemon estaba confundido y sus movimientos
se volvieron torpes.
Rosemary
logro evadir mi último intento de contra ataque, ahora la chica tenia
un tiro limpio para atacar, no creia poder defenderme en mi estado
actual, creo que la perdida de sangre me estaba afectando, porque creo
que comencé a alucinar. Rosemary estaba frente a mí, un instante luego,
vi a alguien más, un joven alto, de cabello verdoso, no podia ver su
rostro, estaba de espaldas, per pude reconocerlo, Mint, el chico con el
que habia comenzado a viajar hace poco, pero que hacia ahí, no tenia
sentido, Mint no tenia oportunidad de ganarle a la loca esta, ví como
casi se muere al ver un arma en una bolsa, pero ahora estaba ahí, creí
escuchar que dijo algo, pero probablemente escuché mal, no podia ser...
pensaba mientras mi visión se nublaba por un momento.
Las piernas
me fallaron y sentí que caia, no me quedaba otra que confiar en que
Baraddur estaba cerca y amortiguaria mi caida, no era la primera vez que
pasaba, excepto que, no caí, algo, no, alguíen me atajó. -Wow, punk, esto creo que es demasiado fuerte hasta para vos.-
Nicholas
evitó que cayera al piso, pero... él y Mint estaban peleando contra el
perro rosado gigante, deberian estar... No pude terminar de formar ese
pensamiento cuando Maxwell llegó también. -Señorita déjeme tratar su herida-
Dijo mientras tomaba mi brazo y usaba su habilidad para curarme. Luego,
tomó mi mano y me dió un pequeño frasco, pidiendome que bebiera el
contenido, medicina al parecer. -¡déjeme ayudarla!-Enfatizó al final, dando vuelta, empuñando un arma y plantando cara frente a Rosemary.
-Puede tomarse la medicina, ya se me acabaron los truquitos-
Dijo. No tenia objeción, destapé el frasco y bebí el contendo, momentos
despues alguien más se presentó, Mallory habia aparecido frente a
Rosemary, la cual al verla se paralizó. Pero habia algo raro, se veia
distinta y no tenia esa presencia imponente de hace rato.
-Esa es...-Intenté preguntar pero Nicholas se adelantó a responder.
-No-Dijo sonriendo -despues te explico-
No
terminaba de entenderlo, pero vinieron a ayudarme, busqué a baraddur
con la mirada, el Sandygast, que habia sido mi único amigo y compañero
desde que tenia memoria, estaba ahí. Intercambiamos una mirada, ambos
sabiamos, que ya no estabamos solos, habiamos encontrado más compañeros,
amigos en quienes confiar.-Gracias- dije mientras daba un paso al frente-Gracias a todos- Concluí mientras salia disparada al combate nuevamente.
Pasé
entre Mint y Maxwell, directo hacia Rosemary, pasé al lado de la
Mallory falsa que la distraia y sin más, mientras la tipa miraba al
piso, ataqué con un Uppercut de mi mano izquierda.
Las
cosas se tornaron confusas rápido, cómo esas noches en la parte de
atrás del Burger King a las cinco de la mañana cuando no estás seguro si
lo que viste pasando al otro lado de la calle fue real o un fragmento
de tu imaginación.
-¿Che, me perdí algo? -Pregunté a Yannick mientras miraba alrededor, rascándome la cabeza. -
Esto no va che, estaba listo para ser el muchacho cool por una vez y
pasan todas estas cosas raras. Ya no puedo estar al día con estos
poderes locos.
Algo me decía que hubo unas acciones muy
específicas que fueron tomadas para que Ibaraki estuviera en ese estado,
Mint hubiera dicho algo digno de un anime y lo que parecía ser una
copia de la lider de gimnasio hubiera aparecido en la habitación.
Debería prestar más atención, o algo.
-Eh... bueno, démosle otro Flame Charge. -Ordené, voz llena de incertidumbre.
-Cómo que se me fue el enojo, así que voy a dejar que ustedes se
encarguen de este menáge a... mucha gente que armaron por ahí.-
Entorné los ojos mirando a la Líder que había aparecido en el cuarto. Había algo... Vi a Frost que sonreía. Muy bien roomie.
-¿Che, me perdí algo?- preguntó Nico. -Creo que no,- le di una palmadita en el hombro -nada que deberías entender.-
Tres
del grupo fueron a ayudar a Ibaraki, por lo menos ya tenía respaldo.
Por el otro lado, el perro sacudió la confusión y se lanzó hacia Ian,
que apenas podía mantenerse en pie. Alguien tenía que hacer algo... Si,
alguien.
//resis// [dice]0[/dice]
Sacudí el brazo en el
que no tenía la cámara para apagar la manga de la campera, ahora algo
chamuscada. Ehre se puso a mi lado y embistió al pokemon. Siempre de
frente.
//Tackle 15+15// [dice]1[/dice]
-Eu, tranqui con la música que así no llegas a Mallory.- le dije a Ian mientras le daba apoyo para pararse.
Sonreí
al ver como la loca se asustaba de mi ilusión, admito que estoy
sorprendido que haya resultado, jamás lo había intentado en mi vida solo
lo había leído en un libro de mi madre muchos años atrás. -Me parece que alguien tiene problemas con su jefa.- murmuré.
La
rubia pareció recobrarse gracias a la ayuda del doc e Ian quien era
atacado por el enorme can, roomie se lanzó corriendo a interceptar el
ataque de este recibiendo gran parte del daño dirigido al cantante. Solo
espero que esos dos me inviten a su boda, bah, que la comida de su boda
sea buena es lo que realmente me importa.
-Bryce.- dije al cubchoo, este entendió automáticamente a lo que me refería lanzándose al ataque nuevamente.
Pude
sentir como el hombro de ibaraki dejaba mi mano en lo que mi pokemon
atacaba, ella nos agradeció a todos al mismo tiempo que se lanzaba en
picada hacia la otra rubia, a este paso espero que este gym les ofrezca
buena cobertura médica. -De nada, ahora estamos a mano.- contesté
refiriéndome a la pelea en la ruta. Enseguida volví a enfocarme en la
ilusión que había creado, empecé a notar que se veía cada vez más
traslucida. Respire profundo y alce mi mano hacia ella, un aura verde oscura envolvió mi mano a la vez que la imagen de Mallory recuperaba color. Ahora solo espero que no se de cuenta que es todo una farsa.
Ibaraki
se había tomado la medicina y había aceptado nuestra ayuda, eso era un
progreso. El fantasma de lo que parecía ser la lider se había aparecido
entre nosotros, seguramente era una de las habilidades del grupo, pero
no tenia tiempo de dudar, se había creado una apertura e iba a
aprovecharla.
Aproveché a curar a Ibaraki una vez más antes de que se lanzará como una bestia sobre la chica.
//Cure minor wound// [dice]0[/dice]
Tenía
el cuchillo entre las manos y dudaba en usarlo. Mi mente volvió a
divagar, ahora me encontraba durmiendo en un arbol, estaba exhausto,
cuando un baldazo de agua fría me despertó, de pronto perdi el aire y
fuerte dolor me surgio en el estomago.
El hombre me había dado un puñetazo.
“¿Para qué entrenamos?”
“Para proteger a los demás”- le dije mientras intentaba no vomitar.
“Buena respuesta”- dijo levantando un puño y todo se volvió negro.
De
vuelta estaba en el gimnasio e Ibaraki había logrado acertarle un
fuerte golpe a Rosemary. Gire el cuchillo como si fuera un revolver una
vez y me dirigí contra la chica. Me temblaba la mano, no sabia si era lo
correcto, pero no iba a dejar que nuestra compañera muera, por dudar.
A
pesar de que la confusión había afectado al can, no había sido
suficiente, su resistencia era mucho mayor al poder de Galahad. Tanto él
como yo lo miramos con sorpresa en lo que largaba a mi minior de su
boca con fuerza. Atrapé a mi compañero con el cuerpo y lo sostuve con
los brazos. Tenía unas heridas sobre su corteza rocosa, pero leves,
apenas se había agrietado. -Disculpa -le dije. Pero él no se detuvo a mirarme con cariño.
En
cambio, se soltó de mis brazos y salió disparado hacia el granbull,
haciéndome darme cuenta que ahora el objetivo era Ian. Éramos varios
atacándolo, no resistiría más y esperaba que todo esto se terminara de
una vez.
//Tack---------------------------
Lo vi y el tiempo se detuvo por un segundo. El inconfundible brillo de un cuchillo. No me detuve a analizar la situación.
-
¡GALAHAD! -le grité y el se volteó a pocos centímetros del granbull a
mirarme-¡CAMBIA DE DIRECCIÓN! ¡GOLPEA Y GIRA! -y a la par que gritaba
con todas las fuerzas que tenía, desatada por la situación, señalé hacia
el nuevo objetivo. Una brisa surgió de algún lado, no era fuerte, pero
si notable. No podía encontrarle una fuente... ¿Fui yo? ¿Qué lo había
desatado?
El viento impulsó a Galahad, que luego de golpear al granbull, voló hacia sus próximos objetivos: Rosemary y Maxwell.
No
pude causarle algún daño y claro pues no sirvo para pelear pero fue un
impulso extraño pero el ver reponerse a ibaraki me calmo que será lo que
me sucedio la verdad es que nunca entendí estás cosas.
Mejor me
concentro y dejo de pensar en ibaraki ahora debía ayudarla digo ayudar a
todos en eso veo una Mallory sin alma era una sombra de ella me asusta y
me aleje de ella en eso vi el ataque el minior de nitta pero que raro
parece que colicionara contra Maxwell pensé será una extraña estrategia
pero mejor no opino para no terminar siendo el próximo objetivo.
Le
dije a Oberon que estába algo pasmado por lo de recién -lo siento su te
asuste pero usa Tackle por favor en granbull - kaeru lo hiso pero no
paraba de mirarme raro como emocionado de pero con algo más.
/Tackle15+15/ [dice]0[/dice]
Aún
seguía en mi cabeza lo de recién pero al parecer ella no lo noto y por
alguna razón me hace sentir aún más aliviado pero el resto me preocupa
por alguna razón que me escuchara