Nunca
una fácil, ya teníamos suficiente con saber que tenemos a los hombres
sucios oliéndonos el cuello, ahora también tenemos a la familia guthier
detrás y posiblemente pronto sumemos un nuevo enemigo, la secta extraña a
la que pertenecía Julia. Definitivamente no tenemos tacto para crear
alianzas. Fue entonces que me di cuenta, si el padre de Jamie estaba
detrás de nosotros, quizás la joven haya dejado bastantes pistas
incriminándolos o descubrió más de lo que todos esperaban. Vamos a tener
que tener una larga charla con el Guthier hijo después de salir de acá.
El museo de Luminose, hacia unos días había estado allí, fue mi
primer destino turístico cuando llegue a esta región, jamás había
prestado atención al personal, a lo sumo había hablado con una sola
persona en todo el museo y no había sido él. Por lo visto voy a tener
que volver a darle otra vuelta y hablar con el vigía. Si tenemos suerte
quizás vean que no somos una amenaza para ellos, solo queremos encontrar
a Julia, devolverla a jamie e irnos. Si los otros quieren hacer
rituales satánicos y sacrificar cosas no me importa, no es mi problema.
Quizás hasta podamos llegar a un acuerdo si jugamos bien las cartas. Aun
que por otro lado aun cabe la posibilidad de que ellos estén trabajando
con Nerón para desaparecer a julia y ambos librarse de un problema en
común.
Mi gemelo malvado me sacó del trance de mis pensamiento
haciendo como siempre, un discurso lleno de delirio que terminó con él
preguntándole a Mallory sobre tips de belleza, si no fuera porque
estamos frente a una líder me estaría golpeando la frente con mi palma,
por cuarta vez en el día. Juro por dios que le voy a poner cinta en la
boca.
-Ignoralo, se golpeo la cabeza cuando era chico, repetidas veces.- Dije a la líder, tratando de distraer su atención de chal. -Y
por qué julia le dejó esta carta? Hay alguna relación entre los
guardadores y usted? Y entre la familia Guthier con los guardadores?-
Pregunté mientras señalaba la carta, estaba datada de dos años atrás
mientras que la desaparición de julia había sido relativamente nueva,
suficiente tiempo para que ambos se pongan en contacto si julia
representaba una amenaza.
Me acerqué a Hippie, ella y su piedra
con demasiadas emociones para alguien carente de rasgos fáciles, habían
logrado entenderse mejor con la letra voladora. Sabía que lo que estaba
por hacer implicaba un riesgo pero a su vez era la mejor opción, este
pokemon estaba acostumbrado a mujeres y quizás con ella se abriría un
poco más sobre lo que vio con su entrenadora. Tomé la mano de la
entrenadora y coloqué la duskball en su palma mientras la cubría con mi
otra mano. -Se lleva mejor con vos, quizás te revele cosas que a mi no.- dije mientras la miraba fijo a los ojos, no notaba maldad en ellos pero tampoco me puedo confiar.-Pero te advierto, volves a atacar a uno de los nuestros y lo vas a necesitar.-
Parece
que no hay nada más en la carta que sirva de pista mejor miraré al
Pokémon de Julia es la primera vez que veo un unown fuera de los textos
si que Julia tubo suerte de conseguír un compañero así pero nadie supera
a kaeru y le sonreí a kaeru.
Bueno parece que nuestro siguiente
destino es luminose City un genial lugar para visitar y esta vez no lo
veré desde la limusina aún que tener tantos enemigos en nuestra contra
solo me hacía desear más encontrar a Julia y ahora que se que tiene esas
tablas no puedo esperar para leerlas pero a todo esto la familia de
Jaime está en nuestra contra lo mejor sera contactarle pero no contarle
la parte de que ella tal vez se hiso su amiga para sacarle la tabla le
dije al doc -me prestas el pokegear quiero contactarme con Jaime e
informarle sobre el caso y como avanza por favor -pobre Jaime por lo
menos tiene a ephipone y ahora que lo pienso debo cambiar mi ropa no
puedo ir al centro de kalos asi.
Los
puños de Ibaraki... realmente era tan raro que estubiera dispuesta a
pelear con mis propias manos? Levanté una mano y cerré el puño,
mirandolo detenidamente, analizandolo, hacia mucho que habia decidido
usar mi propia fuerza, estaba cansada de pelear para sobrevivir en el
bosque.
Conmencé cuando Baraddur salió herido al tratar de
protegerme, los depredadores eran comunes, habiamos aprendido a evadir
las zonas donde habitaban, pero claro, ellos también buscaban, a veces
nos topabamos con algún que otro Pokemon peligroso, si pretendiamos
sobrevivir, teniamos que pelear juntos, varias veces estubimos a punto
de morir, en esas ocaciones algo pasaba, sentia ese estraño efecto que
hacia que Baraddur se hiciera más fuerte, al menos por un momento, en
otras ocaciones, Baraddur era sanado de sus heridas milagrosamente, a
veces me preguntaba si era algo que podria aprender a controlar, pero
nunca pude, siempre pasaba en momentos críticos, y siempre era lo mismo,
nos salvamos de milagro, y ambos terminabamos heridos y agotados,
algunas marcas en mis brazos y piernas, la cicatriz en mi ojo y espalda,
eran recuerdos de esas epocas. Epocas donde era una chica débil, que
terminaba manchada de sangre, con un Sandygast herido a su lado,
tratando de recuperar el aliento para avanzar un día más.
Miré mi
puño, miré mi blusa manchada de sangre en mi otra mano, miré la
pokeball de mi compañero en mi cinturón, qué habia cambiado? Nada... los
"puños de Ibaraki" no servian para nada... seguia siendo débil...
Las
palabras de Mallorie llenaban la habitación con un aura de calma, pero
también de preocupación. ¿Porque nos ayudaba? ahora después de hacernos
pelear por todo su gimnasio, ¿no habría sido mejor contarnos todo desde
un principio?, quizás nos había estado probando para saber si podíamos
ayudar a Julia.
Mint se me acercó. Le di una pitada al
cigarrillo, no me costó mucho hacer pasar el humo, parece que los malos
hábitos se arraigan.
“-me prestas el pokegear quiero contactarme con Jaime e informarle sobre el caso y como avanza por favor-”
Me costo un momento articular mis pensamientos, aun estaba medio fuera de mi mismo.
Mire
mi muñeca donde ahora se encontraba el aparato, me temblaba y ya sabía
porque, inmediatamente la tome con la otra mano en un intento inútil de
disimular.
-Eh?. si, si, Sr. Mint, pero creo que seria mejor que terminemos de escuchar lo que tiene que decir la señorita primero.
Mallorie seguía hablando mientras, hacía todo lo humanamente posible para desviar mi mente de esas imágenes que me atormentaban.
-Ah, y hablando de manos mágicas... ,Necesito un poco de ayudita acá.
-Eh, sí, déjeme ver sus heridas.
Me concentré en mi respiración como hacía usualmente y puse mis manos sobre Nico.
La
imagen de Rosemary por un segundo paso por mi cabeza y… me agite, no
podía respirar bien, mis manos comenzaron a brillar como usualmente lo
hacían, pero el brillo ,ahora tenía, desapareció en un segundo.
-Oh disculpe, déjeme intentarlo una vez más.
Me
mordí el labio fuertemente, si me concentraba en el dolor las imágenes
desaparecen y mi respiracion seria normal, para cuando me di cuenta ya
estaba sangrando, y mis manos brillaban nuevamente.
//Cure minor wound// [dice]0[/dice]
Terminado eso me dirigí a Mallorie.
-
Señorita, por lo que dice parece que usted la apreciaba a Julia, lamento
mucho lo que le paso. No somos malas personas.- o eso creía al menos-
Agradeceria cualquier ayuda que nos pudiera proporcionar, por lo que
dice vamos a necesitar toda la que sea posible, algun pokemon o
provisión estarían bien. No me malentienda, no es una extorsión ni nada
por el estilo, es libre de no darnos nada, solo que me preocupo por esta
gente y me gustaria tener todos los recursos necesarios para que no les
pase lo mismo que a Julia, disculpe si le parece un abuso- esperaba que
mis argumentos de alguna forma sean convincentes.
El
unown pareció un poco intimidado al principio y tenía sentido,
igualmente me sorprendía que no se hubiese escondido ante tanta gente en
un mismo sitio. Galahad no tuvo éxito intentando comunicarse con él, me
hacía una idea de porqué. Intenté recordar lo que sabía de aquellas
criaturas. Eran bastante misteriosas y se sabía poco de ellas, pero
varías teorías sostenían que solo pueden comunicarse entre ellos, pero
que había registros del uso de telepatía para comunicarse con personas.
En ese caso... -Deberías poder decirnos tu nombre... -miré a la
pequeña letra flotante y esta se quedó en silencio mirándome ligeramente
ladeado a un costado. No, primero tendríamos que ganarnos su confianza
seguramente ¿Pero de verdad iba a venir con nosotros?
En ese momento volví a tener conciencia de donde estaba. Alguien me había agarrado la mano.
Me
volteé tomada por sorpresa, queriendo ver qué era lo que estaba
sucediendo. Antes de que pudiera fijarme mucho, tenía una pokebola en la
mano. Más precisamente la pokebola del unown, y el que me la estaba
dando era Nicholas. -¿Ah? -solo me salió emitir un pequeño sonido de
duda. Creo que era la primera vez que cruzaba miradas tan fijamente con
alguien del grupo. Sentí que estaba buscando algo en mis ojos, no, en
mi mirada, pero no pude entenderlo y solo lo observé ligeramente
consternada, mi vista bajó después al objeto que tenía ahora en mis
manos. Nicholas agregó unas palabras al final y mi mirada se levantó de nuevo rápidamente. -
Eso no... -me quedé en silencio. Sentía a Galahad flotando lentamente a
mi lado, interponiéndose entre nosotros dos de manera amenazante -¿No
querías dormir? -pregunté a la par que lo volvía a su bola y la
guardaba- Disculpa. Preferiría... que habláramos de eso -
involuntariamente miré a Maxwell-, luego.
Todavía no me entraba
en la cabeza la idea de que podría estar acompañada de uno de los seres
que más me interesaba de pequeña. Pero por otro lado, era una
responsabilidad muy grande. Intenté recomponerme y tomé algo de valor,
que me dirigieran la palabra era una señal de que quizá podíamos ser un
grupo funcional a final de cuentas y de que nadie me estaría señalando
con el dedo de la culpa. -Me gustaría saber porqué Julia dejó a su
compañero aquí. Sólo se me ocurren dos cosas. La primera, para
protegerlo por si algo le pasaba a ella. La segunda, protegerlo, pero
porque es clave por algún motivo en todo este asunto. Se dicen tantas
cosas de los unown que... -levanté los hombros- creo se hacen una idea.
Volví
a observar la pokebola y miré al unown que seguía flotando cerca. Al
salir vería qué hacer. La situación no me dejaba actuar como podría
haberlo hecho realmente. Entre todo, noté a Ibaraki, parecía estar ajena a la situación, pero por motivos diferentes al mio. No pude evitar preocuparme. -
Mallory -continué- Hay algo que me ha estado dando vuelta en la cabeza
¿Este asunto afecta de alguna manera el comportamiento de los pokemon?
He notado a los salvajes más agresivos que hace unos meses... El centro
estaba repleto de gente. No sabía si ella podría responderme de alguna manera pero necesitaba sacarme esa hipótesis de la cabeza.
Me acerqué a Ibaraki y le susurré: -
¿Qué sucede? Vamos fuera- la tomé con sin fuerza del antebrazo e intenté
invitarla a salir. Me hice una idea de lo que pasaba: su compañero no
estaba fuera- Nos adelantamos al centro pokemon. Los vemos allí. Y antes de acercarme a la puerta, observé al unown y con un pequeño gesto, lo invité a seguirme si así lo quería.
"Mi campera es lo mejor de mí?"
casi pregunto en voz alta. Estaba acostumbrado a ser un poco más útil
en los grupos, aunque.. no podía decir que estaba siendo de mucha ayuda
actualmente. Y la última vez no había terminado muy bien. Considerando
la campera... Era mejor así por ahora.
Mallory quería dejar en
claro el peligro en el que nos estábamos metiendo. No tenía dudas,
familia poderosa + secta misteriosa nunca va a ser una buena
combinación, si visitar mansiones abandonadas y lugares de sacrificios
me había enseñado algo. Encuentros con fantasmas solían ser el mejor de
los casos, lidiar con los vivos era otro tema.
Deberíamos comenzar por Lumiose, huh. "Es una ciudad grande, podrías quedarte, seguir buscando cosas acá."
vino su voz a mi cabeza. Evidentemente, había mucho que no había
llegado a ver. Le dije que seguro iba a tener que volver algún día.
Espero que la ciudad sea lo suficientemente grande para no encontrármela
de nuevo tan pronto, parecería un chiste.
Roomie había hecho las
mismas preguntas que tenía en mente así que dí otro vistazo por la
habitación y al grupo. Nitta parecía emocionada con el ojo flotante,
Nico posando mientras el doc trataba de curarlo, Mint diciéndole algo,
Ibaraki mirando su mano...e Ian, con la expresión más perturbada que
había visto en él hasta el momento. Pero por qué estaba así recién
ahora.
-Che,- me acerqué lentamente tratando de no sobresaltarlo, -estás bien?-
La
Lider contemplo a los entrenadores luego de que cada uno le habia hecho
alguna pregunta al respecto. Mallory parecia que previo a la perfeccion
que cosas iban a preguntarle, ya que la mujer no cambio su expresion en
ningun momento.
-Y por qué Julia le
dejó esta carta? Hay alguna relación entre los guardadores y usted? Y
entre la familia Gautier con los guardadores? - Pregunto primero Nicholas, quien parecia haber notado la fecha en la que la carta fue escrita.
-Veras...Julia
no acudio primero a mi, desde luego. Pero toda una vida en el clan de
los Guardadores le dejo muy pocos contactos en el mundo exterior. No
podia confiar en nadie de ese lugar. Acudio a mi por consejo de Kabir,
el Guardador de Lumiouse. Yo llevo años de amistad con el, es un buen
hombre, y creo que en parte se compadecio de Julia. Podria decirse que
darle consejo a Julia fue su forma de "revelarse" contra su propio clan.
Una forma muy poco arriesgada quizas, pero una forma al fin. Y no, la
familia Gautier no deberia saber de la existencia de los Guardadores.
Asi como la mayoria del mundo no sabe de ellos. - Explico Mallory con calma, con la mirada perdida en el gran ventanal que daba a la ciudad.
-Mallory,
hay algo que me ha estado dando vuelta en la cabeza ¿Este asunto afecta
de alguna manera el comportamiento de los pokemon? He notado a los
salvajes más agresivos que hace unos meses... El centro estaba repleto
de gente. - Pregunto Nitta, sin perder de vista al Unown que aun daba vueltas a su alrededor.
-Que
observadora. Veras...los Pokemon salvajes atacan a los entrenadores, a
veces de formas violentas. Esto ocurrio siempre y seguira
ocurriendo...pero...Quizas solo sea sugestion, pero tambien he notado un
incremento en eso. Imperceptible, casi, pero un incremento al fin.
Julia jamas me explico que fue lo que averiguo en aquellas tablas, asi
que no podria hacer una relacion entre una cosa y la otra. He buscado
algun indicio que me de una pista de que es lo que Julia encontro, pero
nada. Este incremento en ataques podria ser lo que estuve buscando, pero
es algo tan sutil que...quizas solo estoy buscando una respuesta donde
no las hay. - La Lider hablaba con frustracion, y por primera vez
desde que la vieron, pudieron notar algo humano en ella, la notaron
cansada. -
Nitta escucho la respuesta en silencio, aun
pensativa. Luego volvio en si al notar que Ibaraki seguia callada y
parecia estar casi en estado de shock. La chica le tomo la mano y la
condujo educadamente fuera de la habitacion, para sorpresa de todos. El
Unown dudo, pero unos segundos despues acompaño a la chica fuera del
cuarto. Maxwell rompio el silencio luego de un rato pasado esto,
preguntando a Mallory si podia brindarles alguna ayuda.
-Me
encantaria darles alguna ayuda mas que la poca informacion que poseo.
Pero cualquier ayuda que les brinde, delataria lo que hablaron conmigo y
los pondria aun mas en peligro. Puedo encargarme de que lleguen a salvo
a Lumiouse si es que no quieren viajar a pie. Un autobus privado que
sale desde Laverre a Lumiouse diariamente puede llevarlos si solo hago
el llamado. Tambien...quizas algunas de estas les sirvan...- La
Lider hizo un gesto elegante con sus manos, y al instante, una de sus
asistendes entro por la puerta con una caja de madera. Dentro, habia 5
GreatBalls para cada uno - Quizas necesiten
atrapar algunos Pokemon mas en el viaje. Y..como ultimo consejo. Si van a
hablar con Kabir...traten de no ir todos juntos. Creo que si un grupo
tan grande va a hablar directamente con un Guardador...serian demasiado
obvios.
Los entrenadores se repartieron las esferas y
guardaron las de Nitta e Ibaraki, quienes estaban fuera. Mallory no les
dijo nada mas, lo cual interpretaron como el final de su audiencia. La
lider se quedo mirando el ventanal sin prestar atencion cuando los
entrenadores empezaron a caminar fuera.
-Espero que no piensen que me niego a ayudarlos mas- . Mallory hablo en un suzurro. Mas para si misma que para los entrenadores. - Pero
este es mi puesto. El trabajo de un Gym Leader no es solo recibir
retadores. Somos los 8 escudos que defendemos Kalos. Y algo esta
ocurriendo. No se que...pero cuando ocurra, tengo que defender mi
ciudad.
Los entrenadores salieron del cuarto. Ian seguia
perdido en sus pensamientos y su rostro estaba cada vez mas palido.
Yannick se acerco y trato de preguntarle que le ocurria, con cautela.
-Oh...- El muchacho reacciono, sonrio inmediatamente, aunque parecia de una forma algo forzada.- Lumiouse... hay algunas cosas de ahi que me gustaria evitar
le
respondi al doc -Okey lo haré después pasame el pokegear para llamar
gracias- termine de escucharla a Mallory y recibi las pokeball entonces
note ibaraki se fue parece que no estaba bien tome las pokeball para
Ibaraki y se la fui a entregarselas corriendo.
La alcanse y le
dije con tono preocupado - ibaraki ¿estás bien? Toma nos dieron está
pokeballs - busque algo de mi bolso - toma - le ofrecí una de las cajas
con dulces que ordene en la cafetería - me quedan una cuantas tu tóma
está aún me queda otra mas, seguro que estás cansada es como dicen las
penas con pan se van aunque esto no tiene pan pero igual... bueno
volveré con el resto - me fui con los demás.
Cuándo llegue se
estaban a punto de ir me acerque a Mallory y le dije - Gracias por toda
la ayuda se que se arriesgo mucho al ayudarnos espero poder combatir
otra vez con usted y ganar su medalla-.
Mientras me autocompadecía alguien me tocó el hombro, por suerte el sano, era Nitta -¿Qué sucede? Vamos fuera- dijo en voz baja. La seguí a travez de la puerta hasta la otra habitación.
Me
tomé un momento para respirar hondo, ya no sentia la presión de Mallory
tan agresivamente, no entiendo que me pasaba cuando esa mujer estaba
cerca.
Nitta habló, se dió cuenta de que Baraddur no estaba al
lado mio como suele estarlo, y concluyó que eso me tenia deprimida,
detalles más detalles menos, tenia razón, pero la causa de mi estado de
ánimo no era que mi compañero y casi hermano estubiera en la pokeball en
mi cinturón, era que estaba ahí por mi culpa.
-Es mi culpa...-dije con una voz apagada-Es por culpa mia que Baraddur esté así de lastimado-Concluí, comensando a soltar lágrimas.
Mientras
hablabamos, Mint salió de la oficina de Mallory cargando algo, se paró
frente a mi y mientras hablaba muy rápido me dió unas pokeballs azules y
una caja que parecia contener... dulces?, -Oh... Eh... Gracias...-
levanté la mirada de las cosas en mis manos para agradecerle al chico
pero ya estaba volviendo a la oficina, no creo que me alcanzara a
escuchar.
Nitta volvió a hablarme, señalando la salida, guardé
todas las cosas que Mint me dió y la seguí por la puerta, aun preocupada
por Baraddur.
La
líder no aparto su vista del ventanal mientras nos respondía nuestras
dudas, me calmó un poco saber que los guardadores no deberían estar
trabajando en conjunto con los Guthier, una alianza para enfrentar al
posible enemigo en común seria lo último que necesitamos en estos
momentos.
Hippie salió de la habitación llevándose a Ibaraki con
ella, para ser alguien que no tiene problemas en usar los puños antes
que hablar, rubia había estado muy sacada de lugar en el último rato,
por lo visto este grupo es más humano de lo que yo esperaba. No puedo
culparlos en parte, yo he visto la muerte desde que nací, ya no me
afecta tanto, pero no pueden desmoronarse enseguida, es como dije al
doc, todo el grupo va a tener que aprender a endurecerse. Si hay algo
que sentí la mirada cansada de Mallory es que nos espera un largo camino
a todos.
El doc le pidió ayuda mientras daba otra pitada a su
cigarrillo, estuve tan concentrado en la conversación que se me había
pasado eso por alto, definitivamente voy a tener que gritarle por estar
fumando en un espacio cerrado. Para nuestra suerte la líder no parecía
importarle mucho ya que nos ofreció 5 pokeballs como las que ella había
usado y nos ofreció trasporte hasta Lumiose. Mientras guardaba su regalo
me acerque a ella con pokegear en mano, la idea de un transporte seguro
me venía perfecto, pero aun necesitábamos armar una estrategia antes de
partir.-De verdad agradezco su ayuda.- Dije mientras me ponía su lado viendo por el ventanal, tome aire, la siguiente pregunta no me hacía sentir muy cómodo.- Le molestaría darme un número para poder avisarle cuando estemos listos para partir?- ---------------------------------------------------- Aca iria si la minusa me da o no su número para eso --------------------------------------------------------
El
silencio de la mujer después de su consejo dio pie a entender que ya no
tenía nada más que decirnos, di media vuelta y comencé a dirigirme
hacia la salida. Las palabras de de Mallory me detuvieron haciendo que
la mire sobre mi hombro. Entendí enseguida lo que ella estaba diciendo,
estamos en la calma antes de la tormenta, una muy grande si alguien en
su posición se encuentra tan preocupado. Continúe mi marcha al igual que
el resto, pasé por al lado del doc mientras lo miraba con indignación
por seguir fumando. -La próxima espera a que estemos afuera.- Me quejé
mientras caminaba.
Roomie seguía hablando con su futuro esposo,
no me importaba de qué pero parecía que la cosa se estaba poniendo
incomoda para él, no pude evitar negar con la cabeza mientras miraba
para arriba. Dios, les voy a recordar esto cuando me inviten a su boda.
Interrumpí a ambos tomándolos de la espalda y llevándolos a la salida. -Vamos señores, conozco un bar en Lumiose que les va a encantar.- Dije mientras le guiñaba un ojo a Roomie sin cambiar mi sonrisa medio burlona.-Y dale una campera a este chico, parece muerto.-
Podía sentir el feng shui del equipo desmoronándose de a poco, y no me gustaba para nada.
Acepté
cordialmente las cinco Pokebolas que nos dió Mallory, aunque sabía que
era muy posible que no sean de mucho uso considerando las que ya tenía.
Si al menos nos hubiera dado unas personalizadas...
-Nos vemos la próxima, Mally. -Le guiñé un ojo.
-Preparate porque mis amigos no parecen muy felices con el resultado
que tuvieron, y cuando volvamos capaz que te demos una linda sorpresa.
Con
eso dicho salí hacia el exterior del Gym y me encontré a los demas algo
perdidos, con la clara excepción de Frost que llevaba su usual mirada
de determinación puesta. Imaginé que se la sacaba con menos regularidad
que esa campera verde. Negué ligeramente mientras contemplaba comprarle
una azul clarito. Le pegaría muchísimo mejor.
-Bueno chicos, ya escucharon a la líder. -Aplaudí y les sonreí. -
No se preocupen, Lumiose es un lugar hermoso mientras ignores la
polución y el ruido. Ah, ya sé! Puedo mostrarles el lugar desde donde me
tiraba para planear! Y si hay tiempo hasta podríamos conseguirles a los
que quieran nuevos pilches. Te estoy mirando a vos, Frost. -Le guiñé.
Me
puse las manos en los bolsillos y seguí a los demás. Las cosas estaban
empezando a verse divertidas, con todo esto de un misterio y una
situación mortal de la que no podríamos salir una vez que entráramos.
Casi me largué a reír de la emoción.
-Estoy contando con tod, espalda a la mayoría de ellosos ustedes. -Mencioné de la nada. -Puede ser que nos estemos metiendo en algo jodido, pero sé que van a estar cuidándome la espalda, y yo voy a hacer lo mismo. -Me aseguré de mostrarles una sonrisa amable especialmente a Ibaraki y Ian. -Con este grupo que tenemos... ¿Que podría salir mal?
Mallory
dio por terminada la conversación. Al parecer no nos podía ayudar con
más que estas greatballs y un pasaje en micro. Bueno, habíamos aceptado
el trabajo por menos, era algo. Y ahora sabíamos, esto era grande, algo
que hacía a una Líder preocuparse seriamente por el bienestar de la
ciudad, de la región. En el camino a la puerta pasé por la nube de humo
que había dejado el doc fumando, puta, que ganas de volver a eso ahora
mismo.
Ian me contestó, intentando disimular su inquietud. Traté de no mirarlo demasiado pero era muy raro verlo así, vulnerable casi.
-Ah... sí, es jodido tener ese tipo de lugares.- No quería que pensara que lo tomaba para menos, tenía la sensación que en su caso era algo más serio. -De última... podemos no ir a ciertas zonas? ...y por lo menos ahora vas a estar con nosotros.- Le ofrecí una sonrisa.
Le
puse una mano el brazo pero la retiré en seguida, capaz eso era
demasiado. Bajé la mirada, mordiéndome el interior de la boca y quedando
en un silencio algo incómodo. Antes que se me ocurriera cómo seguir,
Frost vino de atrás y nos apuró a la salida.
-Vamos señores, conozco un bar en Lumiose que les va a encantar.- dijo guiñándome un ojo y sonriendo como si supiera exactamente lo que pensaba. -Y dale una campera a este chico, parece muerto.-
Sentí el color subiendo a mi rostro, mal momento.
-Eh. Si. Te..te puedo prestar una si pasamos por mi depto. Tendría que buscar unas cosas para el viaje.- Encima la había perdido tratando de sacarme del río, se me tendría que haber ocurrido antes.
Afuera
el sol estaba bajando, me había olvidado de la hora. Con lo que
acababa de pasar no tenía hambre, quería estar sentado y pensar un rato.
Pensar cosas que iba a tomar más de "un rato" en resolver. Y pedirle un
pucho al doc. Sacudí ese pensamiento al instante.
Nico comenzó a
hablar de cuidarnos entre nosotros, me parecía bueno teniendo en cuenta
lo que le había dicho a Ian, hasta que llegó al: -Con este grupo que tenemos... ¿Qué podría salir mal?-
La hice un gesto pasando la mano por el cuello como diciendo "cortala".
Guarde
las pokebolas nuevas que nos dio Mallorie en el abrigo y me dirigí a la
puerta, ya no había más nada que la líder pudiera decirnos.
Frost
se me acercó y como que quiso ¿retarme? o algo por el cigarrillo, no
entendía porque, simplemente le dedique una sonrisa, que intente que no
fuera melancólica, aunque me fue imposible. Acaricie a Salem que
descansaba en mi hombro, ya me hacia caminar inclinado de tanto tiempo
que se quedaba ahi, y y salí fuera sin decir palabra, no tenía ganas de
hablar con más nadie del grupo por el momento para ser sincero.
Me
dirigí hacia el centro pokemon para tratar las heridas de Cianuro, se
lo merecía por haber peleado sin miedo, a diferencia de mi. Saque la
pokebola de la calabaza pokemon de mi cinturón, por alguna razón no
sentía una conexión con ella, como lo hacía con Cianuro y Salem.
Seguramente en el centro pokemon alguien estaba dispuesto a cambiarla
por algun otro pokemon, eso era lo que hacían los entrenadores después
de todo, ¿no?
-
Perdón, estaba distraída con el unown y no me percaté antes de tu estado
-le comenté mientras nos deteníamos fuera. Por algún extraño motivo
sentí como si el pasaje donde tuvimos la primera batalla en realidad
nunca hubiese existido. Ibaraki estaba realmente muy desanimada, no
tenía mucha motivación en avanzar, pero no quería llevarla hasta la
fuerza al centro pokemon. Nos detuvimos antes de salir y la observé en
silencio -Galahad puede que no esté siempre fuera, pero entiendo como te
sientes -comencé-. Si se aleja un poco de mi ya se siente horrible... Me
sentí como una de mis profesoras de primaria cuando comenzó a
lagrimear, como una de esas que se desesperan por calmar al niño y
comienzan a revolear los brazos y mirar a todos lados en desesperación.
No supe como contenerla y me apresuré a decir lo primero y mejor que se
me pasó por la cabeza. -No, no, no. No es tu culpa, es
algo...-suspiré- Él sabe que piensas en su bienestar, y eso le es mucho
más importante. Dentro de un rato ya estará mejor. Le di su espacio
para relajarse. Me tomó por sorpresa que la puerta se abriera y Mint se
asomara por ella. Se acercó a Ibaraki e intentó ayudarla de alguna
manera. Me quedé en silencio unos segundos observando con atención los
gestos del chico ¿Qué edad tendría? Algo me hizo click en el cerebro. -Oh.
Me
volteé para darles algo de espacio y volví al unown que flotaba a mi
lado. Creo que todavía no me entraba en la cabeza la idea de tener a uno
de esos seres cerca mío y que de cierta manera me hubiese elegido a mi
entre el resto. -Te pondré un sobrenombre en lo que averiguamos cómo
te llamas de verdad... -lo miré llevándome una mano al mentón e
intentando dar con algún apodo. A diferencia de Galahad, parecía
preferir estar por encima de mi cabeza y no a la altura de mis ojos.
Además, permanecía quieto en un mismo sitio, levitaba sin inmutarse,
mientras que mi minior... giraba mucho -No, no se me ocurre ninguno
ahora... -concluí ligeramente frustrada- Seguiré buscando, tranquilo.
Solo que... tiene tiempo... -no pude concluir la frase. Entonces me
percaté de algo, no debería permitir que anduviera tan libremente a la
vista de todos. Me daba pena devolverlo tan pronto a su pokebola, por lo
que tomé mi bolso más grande e hice algo de espacio dentro. -Ven -invité al unown con un gesto y se acercó curioso- Creo que te vendría bien algo de aire, así que puedes descansar aquí. Dudó
un poco, pero finalmente accedió y se acomodó moviendo hacia dentro
sus... digamos brazos. No esperaba que fuera tan flexible. Lo cubrí con
la tapa del bolso con cuidado y le pedí que guardara silencio llevando
uno de los dedos índices a mi boca. Pareció estar de acuerdo.
Ahora tendría que tener cuidado de no parecer una loca hablando con su bolso.
Para cuando me di cuenta, Ibaraki estaba sola y se me quedó mirando. -
Perdón, me distraje ¿Vamos? -poco a poco, el resto del grupo comenzó a
salir del gimnasio, por lo que asumí que la charla con Mallory había
concluido- ¿Entonces nuestro próximo destino es Lumiouse? Eso es... al
sur si no me equivoco. ¿Hay algo más que deba saber? ¿Cuáles son nuestro
planes? -luego de todo lo que pasamos, era probable que la mitad del
grupo tuviera la moral por el suelo, había que intentar darle dirección
de alguna forma.
Ian
sonrio levemente , considerablemente mas reconfortado por las palabras
de Yannick. El chico puso su mano sobre la cabeza de su compañero y le
revolvio el cabello, riendo un poco. Parecia haber recuperado el color
en el rostro, aunque ya era de por si bastante palido.
-Supongo que un paseo por el museo no va a lastimar a nadie.-
Dijo el muchacho. Tenia aun en sus bolsillos los bollos de papel que
habian salido de su mochila en el hall donde habian sido atacados. Eran
solo garabatos, pero Yannick pudo notar que eran intentos de letras de
canciones. Ian las escondio rapidamente en su bolsillo, algo sonrojado.
Lilith,
la asistente de la Lider de Gimnasio le entrego una tarjeta a Nicholas,
donde estaba escrito el numero de Mallory con una letra muy
ornamentada. El papel, estaba fuertemente perfumado como el Pokemon que
habia usado en el combate hace un momento. Sin mas, los entrenadores
caminaron fuera de aquel lugar. Estaba cayendo la tarde, y eso hacia que
las extrañas luces que reflejaban el vidrio del techo del gimnasio sean
aun mas cambiantes. Nitta e Ibaraki se reunieron con el resto del
grupo.
-Bueno...no se perdieron de mucho
mas. Tenemos que ir a Lumiouse...al museo, buscar a ese tal Kabir...y,
no se ustedes, pero me gustaria que hablemos con ese Jaime- Dijo
Ian mirando al camino que conducia hacia el sur. Era la ruta mas
transitada de Laverre, logicamente, la que conectaba la ciudad con la
capital de la region. -Ah...y quizas eso de no
ir todos juntos al museo sea lo mejor, osea...un grupo de ocho personas
hablando con el vigia quizas levante sospechas, es verdad...
Los
entrenadores que hacian fila aun seguian en las afueras del gimnasio,
lo que hizo que el Centro Pokemon este algo mas descongestionado. Solo
algunas personas paseaban mientras la enfermera se encargo de curar de
forma mas rapida que el dia anterior. Habia solo un grupo de
entrenadores que no pasaba los 15 años. Maxwell habia intentado cambiar
su Pumpkaboo con algunos de ellos, pero ninguno parecia muy interesado,
quizas porque era un Pokemon relativamente comun por la zona.
-Bueno, el autobus va a ir todo hacia al sur por la Ruta 14...curioso, esa es la ruta donde nos encontramos, ja. - Dijo Ian examinando el mapa que estaba en la pared del Centro Pokemon.- No se ustedes pero no me vendria mal una buena noche de sueño antes de salir...