El
resto del grupo se reunió de nuevo con nosotras, llegamos al centro
pokemon de la ciudad, no parecia tan apestado de gente como la noche
anterior, menos mal, necesitaba curar a Baraddur lo antes posible.
Llegamos
al mostrador donde la enfermera aceptó la pokeball de mi compañero y la
llevó detras de una máquina, no podia evitar preocuparme aun más por el
Sandygast. Momentos despues, que para mi fue una eternidad, la amable
enfermera volvió y me entregó la pokeball, le agradecí por su trabajo y
me alejé del mostrador.
La pokeball de Baraddur se abrió en mis
manos dejando salir a su ocupante, su cuerpo se veia completamente sano,
como si ese horrible daño que habia sufrido nunca hubiera pasado, pero
eso no hizo nada para tranquilizarme, me incliné para acercarme al
Sandygast, con nuevas lágrimas en mis ojos, apoyé mi frente contra la
suya. -Perdón.... Perdón...- Repetí por lo
bajo. Mi compañero y hermano solo se quedó ahí, cerrando sus ojos,
dejando que me libere de la culpa que sentia, posiblemente el no lo veia
como algo tan grave como para sentirme así, pero aun así esperó
pacientemente a que terminara.
Luego de desahogarme por un rato y
sabiendo que mi compañero estaba sano y salvo, pude pensar en recuperar
mi compostura. Me puse de pie, ahora con el corazón y mente en calma.
El
grupo se encontraba charlando no muy lejos y Yannick se acercó a mi un
momento, dijo algo sobre lavar mi saco, miré la prenda en mi mano,
maltratada y con varias manchas de sangre, la mia principalmente,
lavarla no era una mala idea y salir a tomar aire fresco un momento era
casi necesario.
-------------------------------------------------------------- Intersección con araña -------------------------------------------------------------- -Oh... Si, gracias, pero no quiero causar mucha molestia, la lavo yo, si me permitís el espacio- Agradecí a Yannick, a quien acompañe a salir del recinto.
Una
vez que estuvimos todos juntos nos dirigimos al centro pokemon para
tratar a los que estabas lastimados. Galahad estaba bien, pero accedí a
que le pegaran una revisada rápida. Para suerte de las enfermeras estaba
muerto de sueño, por lo que el meteorito ni se percató de que lo
andaban revisando ni pudo aprovechar babosearse con las chicas que lo
atendían. Por otra parte, el unown pareció ponerse un poco nervioso
ante la presencia de mucha gente desconocida. Si bien no podía verlos,
podía sentirlos. No debía de estar acostumbrado. Tenía que comenzar a
conocerlo, pero él parecía ser más tranquilo, así que luego de estar
tanto tiempo con alguien como Galahad, no sería difícil adaptarme. Con
disimulo metí parte de mi mano en el bolso, como si quisiera buscar
algo, pero en su lugar le di algunos mimos al ser letra. Eso pareció
calmarlo.
Ibaraki por su parte pareció más tranquila al ver a su
compañero de arena en condiciones de nuevo. Decidí no intervenir y
dejarla tranquila con el sandygast. Me aliviaba un poco, pero no por eso
me dejaba de preocupar que alguien como ella estuviera viajando a esta
edad. Bueno, quizá era yo la anticuada que no salió en viaje en su
adolescencia como sus compañeros, pero... ese es otro tema.
Nuestro
plan por lo que pude escuchar del resto era pasar la noche en algún
sitio y al otro día tomar un bus a la capital. Esperaba que esta vez sí
anduviera correctamente y no fuéramos atacados... Me hacía falta algo de
calma y pensar bien en todo lo que estaba pasando. Lo bueno, era que teníamos algo de tiempo 'libre', y parecía que algunos ya tenían ideas para utilizarlo. Era un buen momento.
Me
acerqué al doc, parecía medio desanimado por no poder realizar ningún
intercambio. No me gustaban esas cosas, pero tenía entendido que era
normal para los entrenadores más dedicados y no era quién para
juzgarlos. Me fue algo difícil dirigirle la palabra al principio, pero
debía hacerlo. -Oye, Doc -comencé acercándome por detrás de él-
Quería saber si podíamos tener una charla, en privado -le comenté en voz
baja- Me gustaría charlar algunas cosas. Puede ser por aquí, fuera
o..umm... si quieres te invito un café o algo de eso. Me pareció ver un
sitio que tenía un menú bastante variado. Ah, los panqueques se veían
bien -sonreí un poco dejándome llenar por la idea de probar un bocado de
alimento. Cierto que no habíamos almorzado- Si no quieres está bien
-aclaré agitando las manos delante de mi pecho.
Por otra parte,
tenía expectativas en ir a la capital. No la conocía y era mi objetivo
original antes de lo sucedido en la noche de la tormenta.
Entre
junto con los demás en el centro pokemon, mientras los otros curaban a
sus bichos me quede observando la tarjeta que me había dado la asistente
de Mallory, desprendía un perfume bastante dulce, pero arriesgo de
quedar como un idiota oliendo papel, decidí agendar el número de la
líder en el Pokegear. Levanté mi mirada solo para encontrarme con dos
imágenes que realmente me llamaron la atención. Por un lado el doc
fracasando en su intento de intercambiar la calabaza fantasma y por el
otro, rubia llorando desconsolada sobre su montículo de arena. Esta piba
es más inestable que mi ex.
El movimiento dentro de mi bolso
hizo que me acuerde que había guardado las pokeballs de hippie, voy a
empezar a ponerles una cuerda a cada uno así no se escapan. Pase por al
lado de la rubia, sabía que nada que yo pueda decirle iba a animarla,
quizás hasta terminaría yo necesitando atención medica. Me dirigí hasta
donde estaba Hippie hablando algo con el doc apenas alcanzando la última
frase
-Si no quieres está bien.-
Dijo nerviosa mientras movía las manos. Aclare mi garganta haciendo
saber que estaba ahí, nunca hay una mujer transformista asesina cuando
se la necesita, verdad? Antes de que alguno diga algo levante mi dedo
índice en señal de que no hablen, saque el regalo de Mallory y se lo
arroje a hippie.
Con las manos en el bolsillo de mi campera me
aleje de ellos y me puse a contemplarlos desde lejos, definitivamente
eramos un grupo de lo más extraño, bueno? malo? Eso es algo que tiempo
nos va a decir, lo único seguro es que estamos embarrados hasta el
cuello por cosas que ninguno quiere o entiende realmente. Saque el
pokegear de mi bolsillo y me mirando la pantalla con el número de Jamie
en la pantalla, pensando en qué hacer.
Roomie me sacó de mi
trance avisándome que volvía a su departamento a buscar cosas y creo que
dormir o algo de eso. Guarde el aparato antes de que sospechara algo. -Llevate a rubio, yo esta vez voy a quedarme acá, aun tengo las marcas de tus estatuas en mi espalda.- me quejé, acto seguido me acerque a la enfermera de turno listo para pedir habitaciones.
-
¿Porque nadie la quiere?, parece un buen pokemon...- suspire en
decepción, capaz había algo que ellos veían que yo no, era la primera
vez en mi vida que intentaba “la vida de entrenador” como la llaman.
Me
di cuenta que si queríamos avanzar no podíamos depender de las fuerzas
que teníamos ahora, éramos débiles y la líder nos lo había dejado claro,
ahora solo tenía a Cianuro ya que Salem se rehusaba a pelear y no iba a
obligarlo, era el único amigo que tenia despues de todo y con lo que
había sufrido en el pasado no iba a ponerlo en la misma situación de
nuevo. Para protegerme a mí y a los que me rodean necesitaba nuevos
aliados y sabia donde encontrarlos.
Los pokemon de las cuchillas
que nos cruzamos en la ruta me “sorprendieron”, por no decir que me
hicieron cagarme en las patas, quería esa fuerza de mi lado. Teníamos un
par de horas antes de salir a la próxima ciudad, así que decidí
dirigirme a la ruta 15 con la esperanza de encontrarme alguno.
Cuando iba a cruzar la puerta una voz familiar.
"-Oye, Doc"
-”¿Alguien sabrá siquiera como me llamo?”- me reí por lo bajo.
Me voltee y era Nitta.
“Quería
saber si podíamos tener una charla, en privado -le comenté en voz baja-
Me gustaría charlar algunas cosas. Puede ser por aquí, fuera o..umm...
si quieres te invito un café o algo de eso. Me pareció ver un sitio que
tenía un menú bastante variado. Ah, los panqueques se veían bien”
La
mire sorprendido, si era por el golpe que su pokemon me había dado no
le guardaba resentimientos ni nada por el estilo, le quería decir, pero
no pude articular bien.
“Si no quieres está bien”
- No,
no, no es eso- le dije apresuradamente, la ruta podía esperar supongo,
estaba cansado de todos modos y la cabeza me maquinaba a mil por hora,
habian pasado tantas cosas que no llegaba a asimilar, capaz una buena
charla, me haria bien- Iba a, este... yo...- me frote los ojos con una
mano mientras agachaba un poco la cabeza- Disculpé tengo la cabeza en
otro lado- dije volviendo a subir la mirada- un café suena bien..
Terminé
de mirarme al espejo y me giré hacia mis dos Pokemon, pelo arreglado y
ropas planchadas y lavadas. Los servicios del CP habían sido más deluxe
de lo que esperaba, al menos mas que en mi anterior departamento.
Lup
apenas me prestó atención mientras lentamente cerraba sus ojos y se
quedaba dormida, como de costumbre. Pero había algo extraño sobre Taako;
en ningún momento pensó en molestarla o arañarla o simplemente hacer un
desastre adentro de nuestra habitación. Se hallaba con la cabeza baja y
los ojos fijos en el piso.
-¿Todavía te sentís mal por lo del gym? -Pregunté, mostrándole una sonrisa gentil. -Te fue mejor que a cualquiera de los otros, y hasta resististe ese ataque que hubiera desmayado a cualquier otro.
Taako escupió un pequeño torrente de llamas con un bufido, y me miró con desprecio. ¿Por qué no te vas con tus amiguitos y me dejas en paz? Sus ojos parecieron decir.
-Los demás están ocupados con sus cosas. -Me encogí de hombros. -Recuperándose emocionalmente de lo que pasó en el Gym, cada uno a su manera propia. En este momento no me necesitan.
Pronuncié
esas últimas palabras con cierto veneno en mi voz, el cual oculté
inmediatamente con una sonrisa. Tiré los brazos hacia atrás y pretendí
desperezarme mientras me acercaba a la cama.
-Relajate un poco, ¿Sí? -Le dije al Litten. -Ya vamos a conseguir los dos una buena oportunidad de mostrar las cosas que podemos hacer.
El
centro estaba más tranquilo esta vez así que el trámite fue bastante
rápido. Después de que curaron a Ehre, la saqué de su pokeball y tuve
que confirmar la marca que había quedado en su funda. No pude evitar una
mueca, era difícil discernir si le dolía o no, con su inexpresividad;
pero tampoco hizo ningún gesto de rencor.
-Vamos aprendiendo juntos.- le dije, todavía con algo de culpa.
En
vez de reaccionar de algún modo, fijó su ojo en algo atrás mío. Me di
vuelta y vi a Ibaraki llorando con su Sandygast.. Era fácil olvidarse de
lo joven que era.
-Ey...- Me acerqué una vez que se calmó. -Tengo que ir a mi departamento, y vi tu saco.. Querrías que lo lave? Va a estar listo para mañana.- Incluso
podría emparcharlo un poco. Y dudo que el centro tenga productos para
quitar sangre. O era más preocupante que yo tuviera.
Accedió si la dejaba encargase del lavado. Sonreí, algo de orgullo siempre le quedaba.
Cuando
le avisé a Frost que íbamos a mi departamento, me dijo que lo llevara a
Ian. No era mala idea, dos pidgeys de un tiro. Lo busqué mientras
Ibaraki esperaba cerca de la puerta.
-Che, querés venir a ver una campera a mi departamento? Te la debo.- Entonces pensé algo. -Uh, no te tenés que volver a quedar a dormir, podrías acompañarla a la vuelta a Ibaraki. Sé que no es muy cómodo el lugar.-
Tras
dejar el gimnasio llegamos al centro pokémon para descansar entregué
mis pokemones a la enfermera me los devolvió al poco tiempo tras eso me
fui a vender el caramelo raro que obtuvimos de ephipone espero sacarle
un buen dinero.
/Tasar+Lógica/ [dice]0[/dice]
Tras
concretarlo me puse a ver por los arrendadores para ver si encontraba
algo particular para comprar antes de volver al centro pokémon a
descansar.
Los
entrenadores se dispersaron en el Centro Pokemon. A medida que avanzo
lo que quedaba del dia, los jovenes se dedicaron a hacer las actividades
que tenian pendientes. Maxwell algo cansado despues de no lograr
cambiar a su Pumpkaboo, se quedo charlando con Nitta, y ambos se
alejaron algo del grupo para hablar en privado. Por otro lado, Nicholas
se alejo del grupo hasta que Yannick le hablo haciendo los preparativos
para pasar la noche bajo techo, el muchacho rechazo la oferta y se
dirigio a la enfermera preguntando por un cuarto. Al ser temprano,
estaban de suerte ya que esta vez contaban con dos habitaciones
completamente libres.
Mint camino algunas calles alejandose del
Centro en busca de un lugar donde pudiera vender objetos, encontro un
negocio abierto, pero no parecia que la ciudad tuviera mucho comercio
mas que recuerdos tursticos. El entrenador entro al local y su dueño lo
examino de arriba a abajo. Recien ahi el muchacho noto que todo el
ajetreo del combate le habia dado un aspecto algo desalineado.
-Disculpe, pero no estamos haciendo carid...-
El hombre vio el objeto que Mint queria vender, y por algun motivo se
vio interesado en el. Inmediatamnete, saco dinero de su caja
registradora. - $300! Es casi el doble de lo que vale y mucho mas de lo que podrias sacarle a cualquier entrenador callejero!
- Mint sabia que eso era verdad, acepto el dinero pero aquel local era
solamente un lugar que vendian recuerdos turisticos y algunos objetos de
camping.
Saliendo del Centro, Ian decidio acompañar a Yannick y
a Ibaraki hacia el departamento. Los tres jovenes caminaron calle abajo
alejandose del centro hacia el departamento de Yannick.
-Hey, no se que decis sobre la comodidad, la verdad que hacia mucho no dormia en una mesa tan comoda. -
Dijo Ian sonriendo. Una vez llegando al lugar, ya habia caido la noche y
el cansancio golpeo fuertemente a los entrenadores. Un sonido muy
fuerte llamo la atencion de Yannick e Ibaraki. Ian se sonrojo, era su
estomago que claramente estaba pidiendo una cena. - Ah...eh..disculpen. Hey, no les molestaria si...a ver...si, creo que alcanza para los tres...-
El muchacho comenzo a revisar su mochila y sacar cosas, parecia llevar
ahi adentro muchas mas cosas de las que podian entrar. Sin mas, saco
varios paquetes de fideos y algunas latas. - Ah, estamos de suerte, creo que alcanza para los tres, dama y caballero...no sera la gran cosa pero esta noche cocino yo. -
En
el Centro Pokemon, los entrenadores finalmente se encontraron luego de
sus actividades. Estaba igual de abarrotado que la noche anterior, pero
esta vez tenian la seguridad de que contaban con dos cuartos con dos
camas cada uno, lo que significaba que podian repartirse mejor. Incluso
Nicholas y Nico lograron por cansacio que la enfermera les de una racion
extra de comida antes de que los suministros se agoten. Habia un gran
comedor lleno de entrenadores que iban y venian con bandejas con algo
que era una especie de pure. No se veia bien pero tenia un sabor
pasable.
Llegamos
al departamento de Yannick, era pequeño y acogedor, por no decir muy
pequeño y apestado de adornos, pero bueno, no podia juzgar, el lost
hotel es un chiquero, por lo que evitaba quedarme ahí si era posible,
mis pocos recuerdos previos eran muy borrosos como para que sirvieran de
algo. Mientras admiraba el decorado, Yannick me llevó hasta su baño,
Baraddur me siguió evitando chocar con los muebles, una vez ahí tomé mi
saco y traté de lavarlo con agua tivia para quitarle las manchas de
sangre, de paso tambien me limpie las manchas de sangre del cuerpo,
notando que las marcas de los cortes que me habia hecho más temprano
eran apenas visibles, uno no podria verlas si no sabia que estaban ahí.
debia agradecer al doctor en cuanto pueda, miré de nuevo mi brazo para
confirmarlo, toqué las marcas con mi mano, ni siquiera sentia que
hubiera una herida ahí.
Terminé de lavar mi prenda y la estrujé
para sacar el exceso de agua, la extendí y colgué de un toallero,
notando los cortes en la manga, no pude evitar pensar en Rosemary por un
momento, la chica que murió en el gimnacio, estaba dispuesta a pelear
hasta el final, pero... Podriamos haber evitado eso?
Me dirigí a
la puerta, viendo el espacio donde al parecer pasariamos la noche,
bastante pequeño para 3 personas, miré a Baraddur y me incliné arrodillé
para hablarle. -Escuchame, a mi tampoco me gusta, pero no va a ser la primera vez que vas a tener que entrar aca-Le dije, mostrandole su pokeball, el Sandygast miró el dispositivo y luego me miró a mi. -Creeme
que tampoco quiero que estes en esta cosa, pero mirá, va a ser más
comodo para todos, espero que incluso para vos, ademas... vas a tener
que acostumbrarte... prefiero... prefiero tener que encerrarte en esto a
que pase lo que pasó hoy...- Respiré hondo, tratando de calmarme.-Y
vamos a practicar, ambos, voy a tener esta pokeball siempre conmigo, no
voy a dejarla de nuevo abandonada en un bolso. Ahora, por favor, podes
entrar?-Concluí poniendo el dispositivo a su alcance, el pokemon
asintió y tocó el botón de la misma, siendo absorbido por el mismo.
Respiré hondo una vez más, y guardé la pokeball en mi cinturón.
Al
salir Ian habia preparado la cena, fideos con salsa al parecer, me
senté en la mesa, no muy entusiasmada, las pocas veces que comí pastas
en el Lost Hotel eran horribles, como comer un ladrillo de masa. Pero
eso cambió al primer bocado, creo que era el mejor plato de comida que
habia probado en mucho tiempo, recapitulando, tal vez era así, la comida
del pokemon center no era mala, pero tampoco nada particularmente
destacable, y en la reunion con Jaime habiamos comido golosinas de
cafeteria.
-... Está muy bueno... Gracias...-
Dije, algo dudosa, creo que era la primera vez que cenaba en calma con
otras personas. No sabia actuar correctamente en tal situación, y no
estaba completamente concentrada tampoco, mi mente seguia dando vueltas
alrededor de los eventos de hoy. Debe haber sido muy notorio, dado que
volví a la realidad cuando me preguntaron que si me ocurria algo.
-Es
que... no termino de entender lo que pasó hoy... la chica del
gimnacio... estaba dispuesta a matar o morir. Entiendo que en la
naturaleza es así, los depredadores matan para comer, los pokemon
salvajes pelean y matan o mueren por otras razones, proteger a su manada
de otros, control de la manada, derecho a reproducirse, y muchas más,
pero... creí que los humanos eran diferentes, creí que la vida de
entrenador seria distinta- concluí, expresando mis pensamientos de forma más abierta de lo que jamás creí posible.
Charlamos
por un rato más, hasta que llegó la hora de dormir, Yannick insistia en
que yo utilizara la cama, yo insistia que no era necesario, pero al
final ganó y yo utilicé la cama. -Buenas noches, gracias por todo- dije antes de tratar de acomodarme para dormir, la pokeball de Baraddur cerca mio.
Al
despertar a la mañána siguiente noté que Yannick estaba despierto,
tenia algo rojo en las manos, parpadeé un par de veces y me refregué lo
ojos un momento antes de levantarme.
-Buenos días-
-Ah, buen día. Eh..Espero que no te moleste, me tomé la libertad de arreglarlo un poco.-
Respondió mientras me entregaba lo que tenia en la mano, era mi saco
rojo, pero ahora estaba arreglado, tenia unas costuras en donde anoche
estaban los cortes de las dagas, era un arreglo notorio, podia verse que
el hilo usado no era el color exacto del resto de la prenda, o tal vez
era que la prenda estaba descolorida y el hilo era nuevo, no lo sé, no
importaba, no pude evitar sonreir al verlo.
Me puse el saco para
ver como habia quedado, pasé mi mano sobre el corte arreglado, pensando
en el gesto del muchacho, a que hora se habrá levantado para hacer eso? -M... Muchas gracias-Dije mientras una lágrima solitaria recorria mi mejilla.
Agradecí
silenciosamente que Ian tuviera comida porque con todo lo que venía
pasando no había ido al mercado, sabía que mi heladera estaba vacía.
Dejé que se manejara e Ibaraki lavara su saco, después de indicarle los
productos, mientras revisaba qué podría servir para el viaje. No pude
evitar reírme un poco ante lo "cotidiano" de la escena, era raro, hacía
mucho que alguien más cocinaba para mí; incluso las veces que había
vuelto a Camphrier mis viejos no tenían tiempo.
La cena empezó
más bien silenciosa, demasiado. Noté a Ibaraki dudando antes de comer,
con la mirada un tanto perdida. No habíamos hablado antes realmente,
pero ya acá, sentía que no lo podía dejar así.
-Um... pasa algo? De lo que quieras hablar?- le pregunté.
La rubia volvió al momento, y se cuestionó qué hacía que una persona llegara al extremo de Rosemary, morir sin necesidad real.
Me
sorprendió, no hubiera pensado que era eso. Son cosas que asumís parte
de lo que hace la gente y te olvidás que... sí, no tenía que morir por
algo que no la involucraba. Pero no estábamos haciendo los mismo?
-Puede
ser.. por muchas razones. Decimos que estamos por encima de morir y
matar por necesidad pero no por ideales, o bueno... un contrato, dinero,
es también supervivencia, no?- la pregunta no iba dirigida a ninguno realmente, estaba pensando cómo explicarlo. -Y hay muchos que.. prefieren tener una causa por la que morir, antes que vivir por nada.- Pensé en Ehre. -Si te hace sentir mejor, no es tan normal ésto para las personas.- (Al menos no en la vida cotidiana, me guardé cualquier explicación histórica.) -Pero parece que la excepción va a ser regla en lo que nos estamos metiendo.-
-Tal vez tengas razón... El mundo no parece tan variado si lo pensás así, todos tenemos algo en común, tratar de sobrevivir.-
-Creo
que.. la variedad está en qué necesitamos, o pensamos necesitar para
sobrevivir y qué estamos dispuestos a hacer para conseguirlo.- Hice una pausa, la vista en el plato. -Y principalmente... qué queremos hacer más allá de eso, de aguantar un día más.-
-Además de aguantar un día más... qué hacer...- La chica parecía estar meditando sobre esas últimas palabras. -Tal vez sea solo seguir para acompañar a nuestros seres queridos lo más posible.- Concluyó posando su mano en la pokeball de su cinturón.
Asentí, era una buena razón, si tenía alguien (o algo? mirando su mano, pero ése era otro tema) que la hiciera seguir adelante.
Ian
nos sacó del silencio luego de un rato y la charla fue más liviana,
hasta que nos venció el cansancio. Tuve que insistir para que Ibaraki
durmiera en la cama, no importaba lo que dijera, me daba cosa con ella.
~
A
la mañana siguiente me desperté primero casi cayéndome de la silla. Por
medio segundo tuve la sensación que era un día cualquiera: me había
quedado dormido investigando algo e iba a llegar tarde al laburo.
Después del sobresalto inicial, la realidad de la situación volvió a mí.
Agarré el saco rojo, ya más o menos seco y mientras los otros
dos dormían, busqué en una cajonera vieja una lata con insumos de
costura que habían dejando los dueños anteriores y me puse a trabajar.
No era experto pero me parecía mejor a que dejarlo como estaba.
-Buenos días.- escuché la voz de la chica, cargada de sueño todavía.
Le
entregué el saco terminado, con un poco de aprensión por no haber
preguntado antes de agarrarlo. Pero no pareció importarle, estaba más
bien.. conmovida. Alterné mi mirada entre ella e Ian durmiendo en la
mesa, si estas cosas significaban tanto para ellos... qué vida solían
tener?
Regrese
de la tienda no había conseguido mucho pero igual servía me dirigí con
los que quedaban del resto del grupo comimos un puré misterioso no sabía
mal pero tampoco bien me daban ganas de cocinar pero no tenía que por
lo que lo pasaré para otra oportunidad.
Me preguntaba que hacía
los que se habían ido (Ibaraki) quería hablar con alguien nitta talvez
puede que el doc, Ian definitivamente no me da miedo y el resto no se no
les tengo suficiente confianza, cuando terminamos de comer nos fuimos a
la habitación entre a una de las habitaciones y me fui a bañar antes
que el resto necesitaba una ducha como sea para descansar, tras bañarme
me puse frente al espejo desnudo mirando mi cuerpo antes si me ubiera
mirado encontraria muchas heridas ahora todas son solo un recuerdo como
si nunca ubieran existido bendita y maldita mi sangre sufrí por ti y no
me dejas marcas que recordar esepto esa a un lado de mi codo está esa
curita con la que cubro mi única marca me la saco viendo la única marca
que me conecta con esa gente demente que era mi familia si no me ubiera
rescatado la madre de fogosa me ubiera convertido en otro de ello ojalá
pudiera saber dónde te enviaron fogosa tuvieron celos y nos separaron me
seque las manos y saque un un viejo papel de mi diario era un dibujo de
fogosa.
Empezé
a llorar preguntadome donde está ahora guarde todo y me vestí salí del
baño y me fui de la habitación evitado hablar con los demás necesitaba
pensar en otras cosas como en el caso fui hasta la pc del pk center y me
puse a investigar para conseguir una pista y de paso el pesamiento de
fogosa me hizo buscar pistas sobre el.
/informática+inteligencia/ [dice]0[/dice]
Tal
vez no fue buena idea revisar páginas de arqueología, de subastas y de
literatura cuándo me di cuenta era la mañana volví al cuarto antes de
que se levantarán y trate de dormir un poco me quedé parado y me dormi
Nos
dirigimos al lugar que le había comentado. Por suerte no había mucha
gente y pudimos elegir un asiento decente. Nos colocamos de manera
enfrentada y en pocos segundos una camarera vino a atendernos. Pedí uno
de sus panqueques del día con un capuchino para mí y un café solamente
para el doc, ya que según él tenía el estómago cerrado. Podía
esperarlo... En lo que nos acamodábamos y esperábamos el pedido,
noté que el Doc dejó su sombrero sobre la mesa. En un pispeo pude
fijarme que en su interior se llegaban a leer unas letras. Parecía decir
'Para...', pero Salem se apropió del accesorio como su cama y no me
dejó leer el resto. Bueno, al menos el minino era bonito. Al
principio tuvimos charlas triviales, nuestro pedido llegó y hablamos de
cosas que habla gente que no se conocía demasiado. Él resultó ser de
Goldenrod. Era agradable saber que había alguien más de Johto en el
grupo, y a pesar de casi coincidir en nuestras edades y estar
relativamente cerca era muy probable que nunca nos hubiésemos cruzado. No
hablamos mucho más sobre nosotros, asumo que no había la confianza
suficiente de parte de ninguno de los dos como para contar mucho más.
Luego
de unos minutos intenté ir al grano y le consulté si podía conversar
algunas cosas, sobre el gimnasio específicamente. El ambiente se volvió
medio tenso en aquel momento. Luego de unos segundos, tomé fuerza y
comencé.
-Te pido disculpas por haberte arrojado a Galahad antes
-mi vista quiso buscar al minior inconscientemente, estos últimos días
había estado tanto fuera que me estaba acostumbrado a ello- Por ambos,
sé que él no lo haría ni aunque lo obligara. No fue mi intención
lastimarte -y por suerte a lo sumo debería estar adolorido ahora-, creo
que entiendes qué es lo que realmente quería lograr... - No había
rencores de su parte. Al parecer el único que se había enojado o animado
a reprochármelo fue Frost. Me alivió un poco saberlo, pero la cosa no
terminaba allí- Igualmente, hay algo que me gustaría saber.
Llamé su atención con ello.
-
¿Por qué? -las palabras salieron solas, estaba ansiosas, ya no podía
contenerlas. No podía levantar la mirada y jugaba con la cuchara
dibujando espirales en el plato. Levanté la mirada decidida y lo
enfrenté- ¿Realmente podemos confiar en ti? -fue la pregunta de la
sentencia. Una parte de mi quería consolarlo porque lo había notado
decaído, y creo que traerlo a tomar algo a otro ambiente fue la solución
que inconscientemente utilicé. Pero la otra... necesitaba entender el
porqué de lo que sucedió ¿Le había movido la desesperación? ¿O era algo
más? Le costó responderme, y con lo que pudo, me dijo que no había sido
realmente su intención el resultado final. -Eso pensaba -seguí. Era
un momento para sacar todo lo que pensaba y contuve en las últimas
horas- Me caes bien y no me parecías alguien capaz de hacer este tipo de
cosas -una de mis manos se acercó al Salem que dormía y le entregó
algunas caricias con los dedos. Mi otra mano se encargó de soportar mi
cabeza- Sé que no es un tema agradable, pero... debíamos hablarlo un
poco.., -no soportaba tener aquella sensación de tristeza y pesadez así
que volví a sentarme correctamente, corté rápido un trozo de panqueque y
me lo llevé a la boca casi enojada.
Escuché sus palabras,
intenté prestarle la atención que merecía no apartando mis ojos de los
suyos. Sentí aquella pesadez de nuevo. -Creo que podemos dejarlo ahí. Quizá
no era suficiente, creo que era algo que debíamos hablar más y que con
unos minutos de charla nada se solucionaría, ninguna de nuestras heridas
se sanaría. Pero... ¿qué sentido tenía amargarse más? -Si necesitas
hablar con alguien, dime. Puedes confiar en mí. Confiaré en ti. Ahora,
ten -intenté cambiar en tono y sonreír y le aproximé el plato,
invitándolo a tomar una porción- La comida siempre hace bien, tanto al
cuerpo como al alma. Salem pareció estar de acuerdo con mi planteo y
quiso tomar un poco para él, pero su dueño lo retó. Él no le daría pero
yo sí. tomé una porción pequeña con muy poco dulce y se lo aproximé al
felino.
Luego de un rato volvimos hacia el centro
directamente. Antes de entrar, ambos nos quedamos un momento dudando qué
hacer a continuación. El Doc por su parte prefirió quedarse fumando
fuera. -Creo que no hace falta que te diga todo lo malo que es eso
para tu salud ¿no? Iré a dar una vuelta un rato y vuelvo, por si el
resto pregunta -le comenté y di media vuelta, trotando hacia la zona más
agetreada del pueblo. No tenía realmente ninguna intención, solo
quería pasar un rato a solas como venía siendo en los últimos meses, y
pensar sobre todo. Al parecer no volvería a pasar tiempo únicamente con
Galahad por un buen tiempo... Sentí la bolsa del unown sacudirse, como
si fuera capaz de leer mis pensamientos y quisiera decirme que me
tranquilizara. Intenté dejar la mente en blanco y me quedé observando el
cielo que llevo conociendo por tanto tiempo.
Al regresar, me
enteré que tres el grupo pasaría la noche separado. Teníamos dos
habitaciones y éramos cinco. Alguno tendría que dormir en el suelo. No
sentía muchas ganas de cenar, por lo que aproveché el tiempo para ir a
las computadoras y mandar algunos mensajes para avisar cómo me
encontraba. -Me daré un baño y dormiré, provecho -comenté al resto y me retiré a una de las habitaciones vacías. Con
el pelo húmedo luego de ducharme y solo la remera enorme que utilizaba
para descansar, me arrojé a la cama panza para abajo, estampando mi
rostro contra la almohada. Galahad por fin salió, despertando del sueño,
acompañado del unown. Ambos se me quedaron mirando y volteé a
observarlos apenas iluminados en medio de la oscuridad de la habitación.
-Vengan -abrí la ropa de la cama, me metí dentro y dejé espacio.
Galahad comprendió qué era lo que quería y se acostó a un lado mío. Lo
rodeé con los brazos. Finalmente el unown se puso sobre la almohada,
guardando un poco de distancia inseguro. La corteza de Gala era
cálida, áspera pero agradable. En momentos como este, era la única
calidez que necesitaba sentir. Nos arropé a los tres, quedando casi
ocultos bajo la frazada e intenté dormir. Apoyé mi rostro contra el de
mi compañero, buscando consuelo en donde llevo haciéndolo los últimos
veinte años. -Por esta noche, puedes dejar tu tarea a un lado -comenté en voz baja al minior, y me entregué al sueño.
Las pesadillas llegaron solas, aprovechando la oportunidad de encontrar las puertas desprotegidas después de tanto tiempo.
El olor a café recién hecho llenaba el ambiente, no había un aroma que me gustara más en el mundo, bueno quizás había otro… Nitta
ordenó un par de panqueques que se veían bastante apetitosos, mientras
yo me sentaba y dejaba el sombrero sobre la mesa.Ya estaba bastante
viejo, pero no lo cambiaría por nada en el mundo, era demasiado
importante para mi, aunque no para salem que ahora descansaba en el
plácidamente.
-Lo vas a llenar de pelos…- suspire luego de
resignarme y darle unas caricias, lo estaba malcriando ya lo sé, pero
esa cara me puede.
La chica me ofreció pedir algo o compartir los
panqueques, tuve que rechazar la oferta, si apenas podía tomar el café,
menos podria pasar algo sólido.
Me contó que era de Violet y que
hacía varios meses que estaba viajando, porque lo hacía nunca me lo
dijo, pero tampoco pregunté, supongo que tenía miedo de que ella me lo
preguntara a mi y la verdad no sabria que contestarle. Por mi parte le
comenté que era de un barrio pobre de Goldenrod, no tenía porque
mentirle después de todo, no me gusta aparentar cosas que no soy y que
hacía un algunos años ya, que estaba viajando.
Me costaba
dirigirle la palabra, por lo que no la miraba mucho a los ojos,
concentraba mi mirada en la taza de café mientras dibujaba círculos con
la cucharita.
Me preguntó de una manera muy cortés si podía hacerme unas preguntas. La mire algo intrigado
“-Te pido disculpas por haberte arrojado a Galahad antes…”
-Oh si eso… no te preocupes no te guardo ningún rencor…-dije mirando mi taza algo melancólico
Parecia que estaba nerviosa, pero en algun momento encontro la determinación y nuestras miradas se cruzaron.
“-¿Por qué?, ¿Realmente podemos confiar en ti?”
Las
preguntas atravesaron mi cuerpo sin permiso ni compasión. Tomé un sorbo
de café y no pude evitar suspirar, se que estaba alargando el tiempo,
pero me costaba encontrar las palabras.
-En un principio pensé
solo en herirla, pensaba que si lo lograba, ella se rendiría, nadie
saldría herido de gravedad y yo trataria sus heridas, tengo un don para
eso después de todo, pero como vez, me equivoque…, todo se me fue de las
manos y ahora tengo que cargar con una... muerte en mi conciencia.
El
recuerdo me envenenaba cada vez que lo revivió, era algo en lo que no
queria pensar, algo que quería reprimir en lo mas profundo de mi ser.
“-Si necesitas hablar con alguien, dime. Puedes confiar en mí. Confiaré en ti.”
-Le agradezco las palabras, pero creo que es algo que tengo que afrontar solo, aunque me carcoma por dentro- dije con pesadez.
“La comida siempre hace bien, tanto al cuerpo como al alma.”- me dijo acercándome el plato.
-
Eso dicen- le contesté mientras Salem saltaba al ataque para robar uno-
NO! Salem eso no es para vos!- le dije pero Nitta le compartió de todos
modos- Espero que no te empaches… despues lloras que te duele el
estomago…
Más allá de todo, me alegro un poco aquella charla, parecía una chica de buen corazón.
Después
de un rato volvimos al centrO, me recosté en la entrada y encendí un
cigarrillo, ya me estaba volviendo adicto nuevamente, gracias Zack por
eso.
“-Creo que no hace falta que te diga todo lo malo que es eso
para tu salud ¿no? Iré a dar una vuelta un rato y vuelvo, por si el
resto pregunta -” me reprendió.
-Si lo sabré yo- le contesté, mientras ella se alejaba- ¿qué pensas de ella? le pregunte a Salem siempre cómodo en mi hombro.
El
sol se filtro por la ventana del Centro Pokemon cuando la puerta se
abrio de par en par con un violento golpe. La enfermera de siempre entro
con un carro con articulos de limpieza y desinfectantes al grito de
"Limpieza!" mientras tiraba aerosol desinfectante sobre los
entrenadores. El Minior de Nitta dio vueltas rebotando contra las
paredes ante tan violenta forma de despertar, lo que hizo que los
entrenadores se sobresalten mucho mas y piensen que estaban siendo
atacados. Por fortuna, el Litten de Nico no quemo las cortinas cuando
asustado salio de su Pokebola. Una vez que se hizo la calma, notaron que
eran pasadas las 10 de la mañana. Mint parecia haber caido dormido a
medio camino al llegar a la habitacion, lo ultimo que sabian de el era
que se quedo usando una de las computadoras del piso de abajo.
Yannick,
Ibaraki e Ian los encontraron en la entrada del centro. Parecian haber
dormido algo incomodos por las ojeras, pero por lo demas todo parecia en
orden. Incluso la ropa de Ibaraki lucia como nueva. Los entrenadores
no se tomaron mucho tiempo de desayunar, ya que el autobus a Lumiose
salia en poco tiempo. Apuraron rapidamente el poco cargamento que
llevaban y se dirigieron al sur de la ciudad, donde estaba la principal
estacion. Dejando atras el arbol de la plaza principal, la horca que
decoraba la plaza y los puestos turisticos callejeros, luego de media
hora de caminata bajo el sol llegaron a la estacion. El autobus parecia
estar esperandolos. Era un vehiculo blanco, mas pequeño que el autobus
publico que tomaron hace unas noches, con asientos mucho mas comodos. El
chofer era un muchacho de unos 25 años, con los ojos cansados y tomando
cafe de un termo.
-Ah, ustedes son los que mando la Lider, verdad? - Dijo algo desganado- Si...se ven como la descripcion...salimos en 10, suban.-
Los entrenadores subieron con algo de desconfianza, pero finalmente al
entrar en aquel comodo autobus, se despreocuparon. Los asientos eran
amplios y comodos y el lugar estaba bastante mejor higianisado que el
autobus secuestrado por Thenardier. El vehiculo se puso en marcha, eran
los unicos ocupantes, lo cual los hizo sospechar que la lider reservo
ese vehiculo especialmente para ellos.
Fueron dos horas de viaje
en las que los entrenadores se durmieron profundamente. La ruta era
mayormente recta y con pocos baches en el camino, eso sumado al sol del
medio dia hizo que el clima sea perfecto para dormir una buena siesta en
el viaje. Despertaron lentamente cuando el movimiento del vehiculo se
hizo menos constante. El transito, los semaforos y las calles cortadas
de la capital de Kalos se hicieron presentes.
-Lumiose City, se bajan aca!-
Anuncio el conductor. Los entrenadores miraron por las ventanas. Los
que jamas habian visto la ciudad, quedaron al instante impresionados. Si
bien estaba abarrotado de gente, no podian ignorar el porque los
turistas elegian este lugar. La arquitectura era imponente y con
detalles por donde se mire. Los taxis iban circulando a lenta velocidad
por las calles que eran en su mayoria curvas y con varias glorietas
rodeando hermosos monumentos. Musicos y artistas callejeros inundaban el
paisaje lleno de exoticos Cafes llenos de gente que se detenia luego de
sus caminatas por las peatonales comerciales. A lo lejos, la Prism
Tower cortaba el horizonte.
-Creo que ya me perdi...-
Comento uno de los entrenadores viendo un mapa que estaba en un cartel.
Habia cerca de 20 turistas mas alrededor del mapa, discutiendo a donde
debian seguir su tour. Dos chicas particularmente ruidosas con camisetas
de equipos deportivos de Unova no dejaban de tomar fotografias a todo
lo que se movia.
-Estamos en el Boulevard Sur- Murmuro Ian señalando el mapa. Con el ajetreo, nadie lo podia escuchar asi que tuvo que repetirlo casi gritando. - El museo esta en el Norte...es a un par de calles, si tomamos Avenida Hibern...-
El ruido del PokeGear de Nicholas sono por sobre las indicaciones de
Ian. Jaime los habia contactado para saber si tenian alguna novedad. Y
curiosamente, comento que tambien se encontraba en Lumiose City.
-Dice que podemos encontrarlo en el...Soleil Cafe? Donde es eso?- Ian palidecio.
-Boulvard Sur...esta a unos 20 minutos...eh...yo deberia acompañarlos al museo, si...- El muchacho se puso su mochila al hombro sin despegar la mirada de la Prism Tower. - El
museo esta a unos 40 minutos a pie...diria que nos empecemos a mover,
no quiero tomar un Taxi en este lugar. Y...emh, quizas lo mejor es
separarnos. Algunos pueden ver a Jaime y otros podemos ir al museo a
hablar con ese tal Kabir. Y fijar un punto de encuentro al anochecer,
claro...
Los
entrenadores parecian aturdidos por el torbellino de gente que iba y
venia. El mapa que tenian enfrente era bastante confuso, pero por suerte
ya tenian sus dos puntos de visita. Recorrer Lumiose podia tomar dias,
sino semanas, pero no estaban ahi solo por propósitos turisticos. Ian
les habia indicado a grandes razgos como llegar a ambos puntos, y
parecia que algunos ya habian tomado la decisión de como separar el
grupo, aunque mas que nada era por las ganas que cada uno tuviera de
caminar en la ciudad tan abarrotada.
Los entrenadores se
encontraban en una abarrotada avenida llamada "Avenida Vernue", que
conectaba directamente con la Prism Tower. Segun Ian, caminando por ahi y
conectando con la Avenida Hibernal, podian llegar al museo en una
caminata de 40 minutos, aproximadamente. Nicholas, Nico y Maxwell
comenzaron a caminar en direccion al Cafe Soleil, donde iban a
encocntrarse con Jaime para hablar con el respecto a lo que ocurrio en
Laverre. Yannick dudo un momento, pero al ver a Ian tan perdido en si
mismo, por un momento se resigno y acompaño a Nicholas, con quien aun no
se habia puesto al corriente desde que salieron del gimnasio. Ellos
cuatro avanzaron por la avenida buscando el lugar.
Pasaron casi
un cuarto de hora saliendo de la avenida Vernue hasta llegar al
Boulevard Sur propiamente. Era una calle amplia, mayormente peatonal
salvo en las intersecciones con las avenidas centricas. La calle estaba
llena de gente paseando con Rollers o paseando a Pokemon bastante
arreglados que salian de elegantes salones de belleza. Era facil
perderse en esa ciudad si no se sabia mas o menos a donde ir, lo cual
estaba ocurriendo con los entrenadores. Nico y Yannick que eran quienes
mas podian guiarse, no conocian ese cafe en particular. Yannick ademas,
seguia mirando en direccion hacia la Avenida por la cual el resto del
grupo se habia dividido. Ninguno de los entrenadores se percato en el
Aipom que se enredo primero en los pies de Maxwell, despues en los
Yannick para terminar por tirar a Nico al piso. Una chica de cabello
castaño claro con una bandeja salio corriendo hacia los jovenes,
asustada.
-Ay no! Perdon! - Dijo la mesera que recorria las calles con rollers y un pedido en su bandeja. - El jefe me va a matar! Quieto!!- El Aipom se subio al hombro de Nico haciendole burla a la mesera, quien se puso enfrente de ellos.- Disculpen...es la mascota del dueño y se supone que tengo que cuidarlo...y...emh...
La
chica miro detras de los entrenadores y palidecio. Los jovenes se
dieron vuelta y vieron a un muchacho de unos 25 años, cabello castaño
corto, de espalda bastante ancha y sombra de barba algo descuidada. El
recien llegado sonreia ante la escena.
-Tecnicamente, no es mi mascota...-
Dijo el muchacho sonriendo. Extrañamente, era una sonrisa anormalmente
calida. El Aipom salto del hombro del Nico a los brazos del recien
llegado.- Disculpen si les ocaciono alguna molestia, son turistas, no?