Habia
algo que hacia que por mucho que odie Lumiose, me hacia tambien amarla.
Si, el arte estaba en las calles por donde mire. Si, los turistas lo
arruinaban todo. Si, era el unico lugar donde me habia sentido
en...casa? No. No podia decir eso. La banda de Blake nunca fue mi casa.
Habian dividido el grupo como dijo Mallory, y eso servia mucho, no tenia
intencion de acercarme al Boulevard Sur. Tampoco tenia mucho interes en
el museo realmente, pero era el menor de los males. Estaba caminando
junto con el chico de pelo verde, la chica del Minior simpatico y la
chica rubia de los problemas existenciales. Creo que yo no era la primer
opcion de compañero de viaje de ninguno de los presentes, pero
hey...habia que hacer nuevas amistades.
-Bueno, confieso que nunca fui al museo realmente...- Era momento de ser sincero, no tanto, pero algo. - Pero no me miren asi, estoy seguro que es ahi, osea...es imposible no verlo.
Habia
vivido la mayor parte de mi vida en Lumiose. En las calles mayormente,
hasta que cai en la banda de Blake. Me mantuvieron con vida porque les
servia, osea...tenia ese "talento", como ellos le decian. Despues de
todo nunca descubrieron, ni yo tampoco, porque podia hacer lo que hacia
con solo intepretar unas notas. Era algo instintivo. Cada persona, lo
sepa o no, habla, se expresa y actua de forma musical. No muchos lo
notan, pero cada persona tiene su propio ritmo, en todo.
Mint es
musica tranquila, clasica quizas, instrumentos de cuerdas. Nitta tiene
una clara tendencia a los de viento y notas un poco mas aceleradas, in
cressendo. Ibaraki completa el trio con percución, no solo por los
golpes que la vi dar, sino que tiene esos pulsos que la acompañan
incluso cuando esta solo caminando. Los demas tambien tienen su propio
ritmo, y hacer que sean mas fuertes, mas carismaticos, mas propensos a
tener suerte, es solo cuestion de fomentar el ritmo que cada uno lleva
adentro. Buscar las notas que vayan con un grupo tan dispar no fue facil
pero creo que lo estoy haciendo. Aunque...habia algo. El chico de los
rulos. Yannick. Que pasaba ahi? No podia leer su ritmo por mucho que lo
intentaba. Silencio y nada mas. Solo una vez me habia pasado.
Era
esa capacidad de poder ver el ritmo de cada uno y poder tirar de esas
cuerdas para moverlos lo que me hizo tan valioso para la banda de Blake.
Claro...el siempre decia lo mismo. Todos somos descartables.. Sacudi la cabeza. No, eran otros tiempos. Confio en esta gente.
Sali
de mis pensamientos cuando note que un silencio incomodo comenzo a
reinar en el grupo. No, habia que corregir eso. Ademas...
-Bueno...es a unas...5 calles. Ven? Les dije que ibamos a notarlo.
- El edificio era de marmol blanco. Estatuas de criaturas legendarias
de casi dos metros se alzaban imponentes delante de las rejas que daban
al jardin antes del edificio. - Golpeamos la
puerta y preguntamos por Kabir? Ah...y quizas debamos prestarle atencion
a ese tipo de lentes que nos esta siguiendo hace dos calles.
Luego
del viaje en autobus, debo admitir, dudé que llegaramos a Lumiose por
un momento, dado el intento previo, pero luego de un par de horas de
ruta tranquila, llegamos a la ciudad... que no se parecia nada a la zona
boscosa de la ruta 14... la enorme ciudad... que tenia imponentes
edificios hasta donde daba la vista... que estaba apestada de gente en
todas direcciones, todos hablando, gritando, motores de vehiculos
haciendo ruido... oh, santo cielo.
-Bueno, ya llegamos, nos podemos ir?-Pregunté, algo abrumada por el nuevo entorno, aunque no creo que nadie me escuchara con el ruido a nuestro alrededor.
Baraddur
salió de su pokeball al momento de haber bajado del autobus, mi
compañero estubo conmigo desde que salimos del departamento de Yannick
hasta que subimos al vehiculo, pero a diferencia del anterior, este no
tenia rincones cómodos para el Sandygast, por lo cual, lo regresé al
dispositivo durante el viaje, ahora que estabamos en nuestro destino,
estaba feliz de tener su compania de nuevo.
El grupo se aproximó a
un cartel, que creo era un mapa, que estaba rodeado de otras, esperé
algo apartada, no me agradaba la idea de sofocarme contra tanta gente.
Miré a los alrededores un momento, el ambiente era intimidante.
Momentos
despues, el grupo decidió separarse, Nitta, Mint, Ian y yo, fuimos al
museo, recorriendo las calles no pude evitar sentirme fuera de lugar,
tanta gente yendo y viniendo en todas direcciones, era estresante ver
eso. No pude evitar ver de reojo algunas vidrieras, aunque ninguna llamó
particularmente mi atención.
Varias cuadras despues, Ian dijo
que estabamos cerca del museo, el lugar era notorio, solo esperaba poder
entrar, rezando que hubiera menos gente ahí adentro, y tratar de
relajarme un poco. Ese era mi plan pero...
-Ah...y quizas debamos prestarle atencion a ese tipo de lentes que nos esta siguiendo hace dos calles. -
Concluyó Ian, lo único que me faltaba, como no me dí cuenta que alguien
nos seguia, deberia haber escuchado pasos detras nuestro, ver algún
indicio... No, habria sido imposible darme cuenta, hay demaciada gente y
ruido alrededor como para tratar de notar una sola presencia. Ian dijo
que habia vivido en esta ciudad, probablemente sus instintos estaban
adaptados al entorno.
No pude evitar ponerme algo más tensa ante
la revelación, hice lo posible por no mostrarlo, pero... que hacer? no
podia simplemente buscar como loca por todos lados a un tipo con lentes.
Miré al resto del grupo, tratando de entender sus expresiones, pero
claro, eso seria dificil, creo que la única opción sensata seria
colaborar con el chico local, debia confiar en que alguien más sabria
como manejar esto.
-Bueno... Qué hacemos entonces?-Pregunté acercandome a Ian, viendo en dirección al museo.
Qué
carajo le pasa a la gente acá? Es lo primero que pienso mientras me
cubro con la sabana para evitar que la loca enfermera me bañe en vaya a
saber dios qué. -Señora cálmese un poco.-
Me quejo mientras me levanto. Busco mis zapatillas mientras mis ojos se
ajustan a la visión, justo a tiempo ya que el minior de hippie atraviesa
por encima mio golpeando la pared. Parte de mi desearía que eso lo
hubiera golpeado, la criatura sigue moviéndose por todo.-Hay momentos en los que no sé si ponerles una correa a ustedes o sus pokemons.-
Dije antes de abandonar la habitación. En el camino cruce a Mint,
parecía que había estado durmiendo bastante mal toda la noche, asentí
con la cabeza a modo de saludo y me dirigía a desayunar.
Allí
estaban esperando Roomie, su futuro esposo y lo que ahora pienso, podría
ser una hija de ellos si fuera biológicamente posible y roomie fuera
una loca punk con problemas de humor. Sacudí mi cabeza tratando de
disipar ese pensamiento, realmente voy a necesitar terapia después de
terminar esto. Comimos algo rápido todos juntos antes de dirigirnos a la
estación, en cualquier momentos iba a partir nuestro medio de
transporte y nadie esta con ganas de caminar hasta Lumiose City.
Llegamos
relativamente rápido a la estación donde un joven chofer nos esperaba,
anuncio que salíamos en 10 minutos, me pare al lado de la puerta y
comencé a contarlos mientras subían. -Dejen de mirarme, ustedes tienen tendencia a desaparecer de la nada, alguien tiene que asegurarse de que estemos todos.- Contesté ante la mirada de extraña de algunos.- Linda campera Ian.-
No pude evitar esconder mi sonrisa burlona mientras roomie se
sonrojaba, por lo menos alguien acá si me escucha. Subí y la puerta se
cerró detrás de mi, por lo menos el lugar era mucho mejor que el
anterior autobús, un progreso después de 4 pasos hacia atrás. Tome uno
de los asientos libres y me acomodé, era un viaje largo y después del
inicio del día más horas de sueño vendrían bien. -Despiértenme solo si Ibaraki se esta desangrando, de nuevo.-
Los
ruidos de la ciudad me despertaron, me estire mientras miraba por la
ventana. Hola de nuevo Lumiose city, primer y único lugar de Kalos que
había visitado antes de caer en esta locura, con sus enormes edificios,
su gran número de turistas ruidosos. Y no menos importante sus Hippies
autóctonos, si tan solo Nitta supiera que ellos fueron la inspiración de
su apodo creo que me odiaría. Bajamos por del transporte y comenzamos a
caminar hasta un mapa de la ciudad rodeado por gente que casi me hacen
apreciar a mi grupo. Ian dijo algo que ignore ya que justo sonó mi
pokegear, era Jamie, casi me había olvidado de hablarle. Atendí la
llamada y lo puse para que el resto de mis compañeros puedan
escucharnos, dijo que también estaba en la ciudad y que quería vernos
nuevamente en un café, todavía no entiendo el amor por esas cosas que
tiene este chico.
La media naranja de Roomie sugirió que nos
dividiéramos, un grupo hacia el museo y otro para ver a Jamie. Mire
hacia la dirección del Museo recordando la vez que lo visite, solo me
pregunto si ella ya se habrá ido. -Bueno, creo que ya tuve muchos sectarios por el momento, voy a hablar con nuestro jefe.-
Comenté mientras me dirigía con rumbo al café, el doc y chalman también
parecían dispuestos a hablar con el muchacho. Supongo que el resto irá
al museo. -Hippie, te encargo a los nenes, y no compren recuerdos, son muy caros.-
Avancé
unos pasos cuando noté que roomie estaba a mi lado, lo mire medio
sorprendido, no esperaba que fuera a venir con nosotros. -Nada como un poco de distancia como para reavivar la llama del amor.- le dije mientras lo tomaba del hombro.
El
joven de rulos se puso rojo nuevamente pero enseguida se calmo, pude
notar que su mirada se había vuelto más seria que de costumbre.- Te.. um, te parece que voy muy rápido?- me preguntó, lleve mi mano a la pera mientras miraba para arriba pensativo.
-
Convengamos que en los últimos 3-4 días, fuimos secuestrados, nos caímos
en un río, fuimos cómplices de algo que no voy a nombrar en voz alta,
luchamos contra una líder de gimnasio y nos enterramos en algo más
grande que nosotros.- Termine de enumerar todos los eventos de los últimos días.
-Heh.. sí pero igual... no sé.- Respondió mientras se llevaba una mano a la cabeza, después de unos segundos apenas murmuro. -No quiero volver a mandarme otra cagada.-
-Ese barco zarpo hace mucho tiempo mi buen Yannick.- Saque mis lentes de sol del bolso y se los puse a roomie, por lo menos asi podría disimular su preocupación. -No te preocupes, después me los devolves, además estamos con Nico, no quiero romperlos cuando me golpee la frente.-
Continuamos
caminando por las alborotadas calles, a decir verdad jamás había estado
por esta parte de la ciudad, asi que confié en Chalman y Yannick para
poder guiarnos, ellos parecían estar más familiarizados con esta zona.
Estába tan concentrado que se me escapo por completo que había un aipon
hasta que se lanzó sobre Nico, aun que en mi opinión, la única
diferencia entre ellos dos es el chal. Antes de poder preguntarme de
donde había salido la criatura una mesera en rollers se nos acerco para
disculparse por el comportamiento de esta.
El aipon no pareció darle mucha importancia hasta su dueño se nos acerco, casi sentí lastima por la camarera cuando lo vió. -Técnicamente, no es mi mascota...- El hombre nos sonrió amablemente mientras el mono violeta saltaba a sus brazos. -Disculpen si les ocasionó alguna molestia, son turistas, no?-
-Lo somos, estamos buscando el Café Soleil.- Contesté mientras miraba para todos lados por las dudas de que algo más saliera de la nada.
/Detección + Perecepción para ver si hay algo raro/ [dice]0[/dice]
El
solcito del colectivo y la vibración del motor invitaban al sueño de
una manera tan seductora que era imposible resistirse, pero tenía que
preparar las medicinas para el dia, ahora tenia musica que me acompañaba
gracias al pokégear. Busque una canción y encontré “Barbie Girl” el
éxito del momento, anunciaba el locutor. Ya la había escuchado y me
encantaba, pero de algún modo sentía como que no era correcto que lo
hiciera así que la puse bajito mientras, mezclaba las hierbas. O eso
hubiera querido, pero aprete mal un boton y en el colectivo se escucho a
toda fuerza:
“I’M A BARBIE GIRL!”
Calladito, le baje el
volumen y me puse mis anteojo de trabajo que hacian verme mas nerd de lo
normal, “tierra tragame!” no pude evitar pesar.
//Hacer potas// [dice]0[/dice]
//Cuantas// [dice]1[/dice]
La ciudad era hermosa, llena de gente y concreto, ese era mi ambiente y no pude evitar sentir algo de nostalgia.
-Oh es preciosa, se parece mucho a goldenrod- dije observando los rascacielos- me trae tantos recuerdos.
-Nya! nya!
-Si, es como estar en casa- le contesté a Salem -¿La torre esa es una radio también?- pregunté en general.
El
grupo decidió separarse después de un tiempo, cada uno tenía una tarea
que cumplir. Me acerque al otro grupo, me desabroche el pokegear de la
muñeca y se lo entregue a Nitta.
-Llamen cualquier problema que
tengan y…- me detuve un segundo mirando a unos hombres algo sospechosos
que andaban rondando, era muy común que en ciudades grandes los
descuidistas se aprovechen- cuiden la billetera, los descuidistas
siempre se aprovechan de los “turistas” .
Ya me estaba yendo
cuando me acordé, me di vuelta y les pedí que extendieron la mano y les
di un frasquito con medicina a los cuatro.
-Traten de no meterse en problemas por favor…-les dije mirando a Ibaraki inconscientemente,
El camino fue tranquilo, por suerte Ian sabía a donde había que ir y nos había dado algunas indicaciones.
Un pequeño pokemon hizo caer a Nico en una cafetería, inmediatamente lo ayude a levantarse.
-
Estamos de paso- le dije al dueño de la tienda- Es una bonita ciudad- le
dije alzando el pokemon del hombro de nico- A no? Parece un buen
pokemon- le dije con una sonrisa. ---------------------------------------------------------------------------- dato curioso barbie girl salio en el 97
Hogar,
dulce hogar. Aquella siempre me había parecido una frase extraña,
especialmente con el mundo entero yaciendo en frente mío, esperando a
que lo viera con mis propios ojos. Y aún así, respirando el pesado aire
de Lumiose y deleitándome con la cacofonía de ruido y caos, no podría
haberme sentido más en casa.
El lugar no había cambiado, en el
sentido de que cambiaba constantemente. Apenas reconocí la mitad de los
locales que pasamos y la gente con la que nos encontramos. Siempre me
había fascinado eso, cómo la ciudad parecía desaparecer cada noche y
volver a la vida cómo algo diferente. Que existencia más complicada,
aquella.
Un par del grupo parecían tener historias con Lumiose
también, aunque juzgando por sus expresiones dudé que fueran tan alegres
cómo la mía. Se encontraban demasiado incautos, demasiado alertas sobre
cualquier cambio o peligro que pudiera ocurrir. No pude evitar sonreír
ante aquello.
-Actúen casual, chicos, - Mencioné, manos en los bolsillos. -La ciudad se da cuenta cuando sos extranjero, especialmente si actúan así.
Luego
de eso Frost tuvo la ingeniosa idea de darle lentes de sol a Yannick
para esconder parte de su nerviosismo. Tenía que admitir que le quedaban
bastante bien, aunque era raro no ver las enormes ojeras del joven a
las que me había acostumbrado.
-No te preocupes, después me los devolves, además estamos con Nico, no quiero romperlos cuando me golpee la frente.-
No pude evitar reírme.
-Ah... eso podría bien pasar, sí. Igual quien sabe... -Le guiñé al muchacho.
-Puede que te sorprenda uno de estos días, eh? Y por cierto, esta es
una oportunidad perfecta para conseguirte una campera celeste.
Seguimos
hasta entrar al lugar que nos habían indicado, y apenas dimos unos
pasos adentro cuando un extraño Pokemon me saltó encima, mostrando una
sonrisa casi tan grande cómo la mía. No tenía idea de que especie era,
pero se veía suficientemente amistoso cómo para que me cayera bien.
-Disculpen si les ocaciono alguna molestia, son turistas, no?
-Algo así, podrías decir. -Mire a nuestro alrededor con aire de ligereza. -Lindo lugar tenés acá, ¿Te parece que podamos tener una charla amistosa?
Los
golpes que se daba Galahad contra la pared me despertaron. Al parecer, y
a pesar de tener tantos años, todavía no había aprendido a mantenerse
lejos de los aerosoles. No me pregunten porqué una piedra flotante es
alérgica a esas cosas, simplemente voy a suponer que tiene que ver con
reacciones químicas. Suspiré frotándome un ojo con una mano y apuntando
la pokebola al minior, para volverlo dentro y darle algo de paz. Me
había olvidado completamente de que no iba a estar sola en la
habitación. Frost se levantó y se retiró al poco rato, quién sabe hace
cuanto estaba ahí. Hizo algún comentario sobre ponerles correas a los
pokemon... convengamos que Galahad no era un santo y bien se merecía
estar atado a veces, pero ¿este chico no hace otra cosa más que
quejarse? No le había prestado mucha atención en los últimos días, lo
toleraba, podía ser resultado de los nervios, pero creo que el hecho de
que comentara directamente sobre mi compañero terminó haciendo una
grieta en mi paciencia. -A este paso ellos llevarán una correa pero a
ti te pondremos un bozal... -dije por lo bajo una vez que estaba fuera.
No me gustaba hacer ese tipo de comentarios pero de alguna manera tenía
que descargarme. Entonces me di cuenta que durante la noche me había
movido tanto como para destaparme y mostrar casi la totalidad de mis
piernas al aire. Me tapé avergonzada, y luego me percaté: -Pero si ya no hay nadie... Mientras, el unown seguía durmiendo plácidamente sobre la almohada.
No
pasó tanto tiempo desde que nos juntamos y partimos en el bus. El viaje
no fue muy largo y pasé la mayor parte del tiempo dormitando y mirando
hacia afuera. Creo que como varios estaría un tanto paranoica por lo
sucedido la última vez que nos subimos a uno de esos transportes, así
que me giré casi a la defensiva cuando el gear comenzó a sonar con toda
potencia. Inmediatamente volví a la calma al ver que no hacía sucedido
nada grave, pero reí levemente ante la situación y también ante el
tierno gesto del doc.
Lumiose era mi objetivo original. No tenía
muchas más intenciones que recorrerla y luego dirigirme en dirección a
la ruta 14, pero ahora tendría que ver cuándo encontraría la oportunidad
para ello. Era una ciudad enorme, pero no era la primera que conocía de
estas características. Sin embargo, me molestaba bastante la cantidad
de ruido que nos rodeaba. Estaba acostumbrada a vivir literalmente en el
campo y tener que permanecer por mucho tiempo aquí a la larga me iba a
terminar irritando. El grupo decidió separarse y el doc me entregó su gear para que pudiéramos estar comunicados. -Espero que no tengamos que necesitarlo... Me
lo coloqué en la muñeca y ajusté fuerte. Lo toqueteé un poco para
revisar sus funciones básicas y masomenos tener noción de cómo
utilizarlo. Antes de tomar rumbos diferentes, Frost se acercó a mi y me pidió que 'cuidara a los nenes'. -
¿Ah? -giré a mirar a Mint y a Ibaraki, quienes iban a acompañarme. Ambos
parecían estar bastante incómodos y por no decir asustados- Ah, pero
¿por qué yo? - me señalé. ¿Acaso parecía una madre? Siempre me habían
dicho que aparentaba menos de lo que tenía... y si vamos al caso,
Galahad no era el mejor ejemplo de crianza- No importa, los cuido.
Supongo que te encargo a los que van contigo.
Ya separados, Ian
nos llamó la atención del tipo que nos seguía. Con semejante cantidad de
gente y ruido no podía haberme dado cuenta, y Galahad debía estar
dormitando. No quise ser tan obvia y voltear a verlo, así que continué
el paso intentando prestar más atención y fijándome en cuidar lo que
llevaba encima.
-Se nota que tienes el oído entrenado... -le
comenté al músico con naturalidad. Lo que menos nos convenía era que el
tipo se diera cuenta de que nosotros estábamos al tanto de su presencia.
Mi mano fue hacia el bolso que llevaba la pokebola de Galahad. Podía
pedirle que nos ayudara y de paso se entretendría, pero primero quería
confirmar qué tan peligroso era aquel tipo. Además, no podía soltarlo
como si nada, debía ser paciente y encontrar algún sitio un poco más
reservado, no tan a la vista del resto. No quería poner en alerta al
sujeto. -Entremos al museo -respondí ante la pregunta de Ibaraki- Si
nos sigue dentro podremos observarlo sin ser tan obvios. Si nos espera a
la salida, estaremos mejor preparados. Me adelanté al resto e
ingresé el museo. Mantuve la puerta para que los demás pasaran. Intenté
aprovechar la oportunidad para espiar al sujeto que supuestamente nos
seguía.
//Percepción+Atención// [dice]0[/dice]
Tras hacerlo, cerré la puerta a nuestras espaldas.
(caminado
dormido)-Ehhh donde estoy- dije aturdido desperte en el vehículo me
asusté por un momento y me pare al levantarme vi al resto del grupo me
calme y me volví a sentar parece que me quedé dormido habre caminado
dormido directo al vehículo. Mire por la ventana como el siniestro
bosque se transformaba en una metrópolis salir de lavarre city es
refrescante y renovador saque a kaeru para que observara.
Bajé el
vehículo con alegría y esperanza pero tras observar el agetreo de la
gran ciudad yo que siempre estuve viviendo con poca gente o ninguna eso
apagó mi sonrisa y me puse en un estado de nerviosismo kaeru subió a
cabeza formando un perímetro nadie debía acercarse y pronto nos
dividimos yo fui con los demás hacia el museo estaba tranquilo mientras
el estuviera en mi cabeza. Faltaba poco para llegar pero algo raro
pasaba parece que comentaban sobre que nos seguían tal vez por eso kaeru
llevaba rato más nervioso que cuando nos bajamos de micro solo seguí
caminando mirando el reflejo de las ventanas para poder ver a quién nos
seguía espero que no sea de los que trabaja con el padre de Jaime no
creo soportar otro combate asi.
El
viaje en el micro fue tranquilo, lo único remarcable siendo los gustos
musicales del doc. No recordaba haberme dormido, aunque el confort de
los asientos invitaba, pero me desperté cuando llegamos a Lumiose. Bajé y
respiré hondo. La marea de gente en las calles y el tránsito incesante
seguían como siempre; de fondo los edificios, nuevo construido sobre
nuevo vuelto viejo sobre antiguo. Y más monumentos de los que había
llegado a ver en 2 años viviendo ahí. Sonreí con nostalgia.
Mientras
nos ubicábamos en el mapa, Jaime llamó avisando que estaba también en
la ciudad y quería vernos. Ian no parecía cómodo con ir al Café, su
grupo se dirigió al Museo. Lo deliberé unos segundos y seguí a los dos
Nicos y el doc, era mejor darle espacio. Nos habíamos separado una
cuadra cuando sentí una mano en mi hombro.
-Nada como un poco de distancia como para reavivar la llama del amor.- dijo Frost sonriendo, si el susto no me mataba era la vergüenza. Aunque.. eso me recordaba algo que venía pensando...
-Te.. um,- esquivé la mirada -te parece que voy muy rápido?- le
pregunté. En seguida me dí cuenta de lo estúpido que sonaba eso. Él no
sabía, ni tenía que saber, lo desastre que era en las relaciones. Pero
no podía evitar querer una segunda opinión, porque obviamente mi
criterio fallaba en estos casos.
-
Convengamos que en los últimos 3-4 días, fuimos secuestrados, nos caímos
en un río, fuimos cómplices de algo que no voy a nombrar en voz alta,
luchamos contra una líder de gimnasio y nos enterramos en algo más
grande que nosotros.- Fue contando.
Solté una risa sin ganas, cuando lo ponés así. -Sí pero igual... no sé.- Recordé las juntadas, los departamentos, las clases, los viajes.. las peleas que podría haber evitado. Sin pensarlo murmuré. -No quiero volver a mandarme otra cagada.-
-Ese barco zarpo hace mucho tiempo mi buen Yannick.-
respondió simplemente y me puso sus lentes de sol. Me tomó por
sorpresa, era un lindo gesto, creo? No podía ver mucho, a pesar de ser
la mitad del día, igual decidí dejarlos.
Casi tropiezo al
principio, juro que escuché a Frost suspirar atrás. Prestando un poco
más de atención al suelo, puse las manos en los bolsillos y seguí
caminando. No estaba tan familiarizado con esta zona, antes solía
moverme más en el noroeste de la ciudad, donde vivía y trabajaba, solo
recorría si escuchaba de algún suceso interesante. Sin embargo, toda la
ciudad compartía el mismo espíritu, ese.. "je ne sais quoi" como le
decía ella. No se podía negar, en especial en la noche con las luces, y
cuando nevaba. Bah, estaba ese bar a la vuelta de nuestro edificio,
escondido en un callejón; nunca lo vimos cerrado, siempre decíamos que
no encajaba con el resto del lugar, "Tal vez lo estamos imaginando, o es un bar fantasma!"
me había jorobado una vez. No quería colgarme pensando en esas cosas
pero era medio inevitable acá. Volví a tropezar, ah, me había distraído
mucho. Entonces noté al pokemon que correteaba por nuestros pies hasta
que tiró a Nico. Una camarera vino a disculparse por la mascota de su
jefe, que al parecer ahora estaba detrás nuestro.
Levanté los
lentes, parpadeando un par de veces para ajustar los ojos a la luz. Miré
al muchacho sonriendo con el pokemon violeta, y volví a bajar los
lentes. Lo saludé con la mano sin decir nada. No nos distraigamos.
Los
entrenadores se sobresaltaron al principio. Nicholas miraba algo
nervioso en principio tratando de notar algo en sus alrededores. El
joven no noto mas que turistas caminando de un lado al otro. El lado sur
de la ciudad renia varios comercios y a lo lejos podia ver luces de
neon que indicaban la cercania de un centro Pokemon.
-Lo somos, estamos buscando el Café Soleil.-
Contesto Nicholas al muchacho alto de ojos claros. El muchacho sonrio y
estrecho la mano del entrenador. Quizas no sabia medir su masa
corporal, pero el amistoso apreton dejo la mano de Nicholas acalambrada.
-Bienvenidos sean a Lumiose entonces! -
Exclamo el muchacho dando una palmada a cada uno como saludo. La mesera
se puso a su lado con un agil movimiento de sus patines y les sonrio
amablemente tambien. Tenia un membrete en su ropa que decia "DEBBIE"
-Lindo lugar tenés acá, ¿Te parece que podamos tener una charla amistosa? - Dijo Nico luego de la palmada en el hombro.
-Hey, no me gusta que se propasen con mis meseras-
Dijo severamente el muchacho apuntando con su dedo al pecho de Nico,
sin quererlo casi lo empuja hacia el piso. Un silencio incomodo se
adueño de la situacion, hasta que Debbie sonrio por lo bajo y el
muchacho de barba rompio en una carcajada. - Una
broma, nada mas. Creo que estan de suerte, porque estan ante el dueño
del Cafe Soleil! Vengan! Estamos justo en la hora de la merienda!
El
sonriente muchacho los llevo dentro del Cafe Soleil que estaba solo a
una calle. El lugar tenia algunas mesas afuera, de un metal gris oscuro
muy bien trabajado, con sombrillas para proteger del clima a quienes las
ocupaban. Los jovenes entraron al lugar, era completamente de una
madera rustica. Botellas de distintos licores de primera gama decoraban
toda una pared, mientras que una elegante araña de metal organamentaba
el techo, todo lo que era de metal en el lugar estaba pintado apropocito
de un tono oxido dandole un toque de antiguo. Habia unas pocas mesas en
el interior, mayormente de madera. Musica de rock ochentosa sonaba en
el lugar. Debbie les indico que se sentaran en una mesa alargada en la
cual entraban todos, pero los entrenadores inmediatamente pusieron sus
ojos en una mesa del fondo, donde vieron a una figura familiar.
-Oh...son invitados del Señor Gautier?
.- Dijo la mesera sorprendida. El dueño del lugar se habia dirigido a
la barra, pero al ver que los entrenadores se sentaban en la mesa de
Jaime Gautier miro incredulamente a su empleada.
Jaime no parecia
comodo. Quizas la musica o el hecho de que el cafe parecia tener mas
tendencia a una cerveceria que a un cafe tradicional, una de esas cosas
hacian que el joven luciera fuera de lugar. Los entrenadores, por otro
lado, parecian mucho mas el tipo de clientela que se esperaria. Jaime
lucia muy parecido a la ultima vez que lo vieron. Su cabello castaño
oscuro, casi negro, peinado hacia atras, ropa formal pero a la moda y
una taza de cafe enfrente. Por lo visto, habia pedido tambien una pinta
de cerveza que jamas toco, por lo que se rindio y pidio luego una taza
de cafe, algo mas apropiado para su persona. El muchacho miro en todas
las direcciones y cuando estuvo seguro que nadie observaba, comenzo a
hablar.
-Me alegro que esten bien. -
Dijo intentando sonreir, pero sin poder ocultar su preocupacion. Si
bien era joven, parecia llevar sobre sus hombros la vida de un hombre
mucho mayor. - Tuvieron algun problema en el
viaje? Pudieron hablar con Mallory? Perdonen el lugar, pero es bastante
poco provable que me busquen aq-
-DEGUSTACION DE CERVEZAS GRATIS!
- Exclamo el dueño del lugar apoyando una gran bandeja con cerca de 10
vasos con cervezas de distintos colores. - La casa invita, claro!
-Oh...emh...gracias...-
Jaime continuo hablando una vez que Debbie se fue a atender otra mesa y
el dueño se fue a la trastienda del lugar cargando unos barriles de
cerveza sobre sus hombros. - Hay negocios de mi
padre que tengo que atender asi que tengo que pasar unos dias en
Lumiose. Fue una suerte coincidir. Llegaron hace poco, no? Bueno, si
estan muy cansados podemos hablar del trabajo mas tarde. Ya recorrieron
la ciudad? Las plazas y los callejones estan llenos de Pokemon, casi
pareciera que ellos tambien aman venir a pasear por aca.
No
hacia falta que pregunte para darme cuenta que Nitta nisiquiera logro
ver al hombre que nos seguia. Lo habia intentado, claro, pero se ve que
intento hacerlo de forma natural mientras cerraba la puerta y eso...no
habia salido como esperaba. Al menos no nos siguio dentro del museo.
Estabamos dentro y sin haber sido atacados, lo cual venia siendo un
logro considerando las ultimas hor...
Johann Sebastian Bach's Orchestral Suite No. 3 en D mayor.
No,
no estaba sonando, pero podia oirla. Dejamos el tumulto, el ruido, y lo
desagradablemente urbano de las calles y estabamos en un oasis de
sonido. Ja, asi que por esto la gente viene a estos lugares? Años en
esta ciudad y jamas habia pisado este lugar. Claro, siempre habia tenido
bastante trabajo, y venir solo habria sido un desperdicio. Todos somos descartables. La Voz de Blake volvio a sonar en mi cabeza, como siempre.
El
primer piso tenia una elegante escalera de marmol, esculturas, pinturas
de mas de metro y medio de alto. un piso tan limpio que parecia un
espejo y...claro, ese elegante cordon negro que separaba a los mortales
de las obras de arte expuestas. Mire a mis compañeros, y si, estaban
igual de impresionados por lo hermosamente imponente del lugar como yo.
Escuchaban tambien la musica, o era de nuevo solo yo? Como sea, las
hermosas pinturas eran suficiente para dejarnos boquiabiertos unas
horas, pero habia trabajo que hacer. El lugar estaba vacio, al menos el
primer piso lo estaba. El cartel de la entrada indicaba que la
exposicion principal era la que estaba en planta baja: Pintura Oriental,
artistas destacados de Johto y Kanto. El segundo piso tenia la
exposicion normal de obras fijas de la region, y el tercero era
simplemente una tienda de regalos glorificada. La orquesta de Bach se
hizo mas fuerte.
-Hey...hay alguien mas.-
Dije mirando hacia una de las obras del ala este. Frente a un cuadro
gigante de casi dos metros, que retrataba a una criatura marina saliendo
de las profundidades, se encontraba una persona. Pense que habia visto
mal, pero al acercarme vi que mis ojos estaban en lo correcto. La
persona era increiblemente alta. No solo eso, era alto, tenia una
extraña tunica en lugar de ropa regular, adornado con varios aros,
collares y...los lobulos de sus orejas estaban bastante mas caidos que
los de una persona normal, quizas por el peso de pendientes que llevaba?
La extraña figura llevaba la cabeza rasurada, coronando todo lo
llamativo que lo rodeaba. Habia algo mas. Si Mint era musica clasica,
este hombre era una sinfonica entera.
-Caballero? .- Dije dando un paso al frente. Odiaba ser yo el que hable primero, pero que podia hacer, ya habia dado un paso al frente. -
Perdon que lo interrumpa. Queria saber si... no vio a nadie que trabaje
en este lugar? Estamos buscando al vigia...o algo asi. Un tal Kabir.
Pero me basta con encontrar a alguien de recepcion.- Si bien el
hombre por lo llamativo que resultaba, podria tranquilamente ser quien
buscabamos, no teniamos tanta suer...Bach callo mis palabras de nuevo
cuando aquel hombre hablo.
-Buscan a Kabir. - Sonrio- Para servirles, entonces. Claro que...por que buscarme a mi, cuando hay cosas mucho mas maravillosas en este lugar?- No vi venir eso. O si. -
Poca gente sabe mi nombre de Guardador, asi que...diganme, forasteros.
De las tres personas que saben de mi y no son parte de mi orden...quien
fue la que les dio mi puesto? No se preocupen, no corren peligro
conmigo. Pero necesito saberlo, para saber si no corren peligro por
alguien mas.
Entramos al museo, no estaba segura de donde estaba nuestro seguidor misterioso, pero tampoco podiamos quedarnos afuera.
Al
pasar la puerta Baraddur tocó mi pie tratando de llamar mi atención,
volteé para ver Sandygast que señalaba a algo. Al levantar la mirada
noté un cartel que prohibia a los pokemon estar sueltos dentro del
museo. Qué clase de regla retrasada era esa?
Dudé un momento,
pero no quieriendo llamar la atención más de lo necesario, accedí a que
mi compañero entrara en su pokeball, no me agradaba usarla realmente,
pero mientras fuera por su propia decisión, no tenia por qué molestarme,
aunque era incómodo.
Nos adentramos un poco más, vi algunas de
las obras alrededor nuestro, era llamativo, no podia confirmar si era
que descubrí un nuevo interes o la emoción que las personas sienten al
ver algo nuevo, despues de todo, era la primera vez que visitaba un
lugar así. Una vez más adentro del local, Ian intentó hablar con un
hombre extremadamente alto y de ropa llamativa, no podia evitar sentirme
algo desubicada en el grupo, posiblemente por tener que mirar a todos
hacia arriba. Oh bueno, la historia de mi vida.
El hombre se
identificó como Kabir, el guardia que estabamos buscando, debo admitir
que esperaba algo más... clásico de un guardia de museo, el hombre
parecia amable y tranquilo, una anomalia en los últimos días. Por otro
lado, no parecia que fuera necesario que todos estubieramos explicando
nuestra situación, por lo que decidí volver un poco para atras y estar
atenta a la gente que pasaba por la entrada.
/Alerta + Percepción por tirar algo/ [dice]0[/dice]
Tomé una de las cervezas y le di un sorbo, parecía que Jaime no tenía idea de que su padre ya sabía todo sobre su plan.
-
Señor Jaime… tenemos noticias si, y no son muy buenas que digamos- dije
seriamente- Antes que nada quiero decirte que tu padre no es ajeno de
tus intenciones- tomé un sorbo de cerveza la imagen de Rosemary se me
vino a la cabeza, pero me sacudi y desapareció- gente que trabaja para
él nos intercepto y bueno… estamos vivos por suerte, pero nose si esta
charla es tan segura.
Me puse en alerta máxima, no podia creer
que había sido tan estupido de no revisar los alrededores, trate de
inspeccionar el lugar, buscando a alguien sospechoso.
//alerta+percepción// [dice]0[/dice]
-
Julia pertenece a una especie de secta que se hacen llamar “los
guardadores” y tenemos razones para creer que puede estar acá en
Lumiose, secuestrada o simplemente desaparecida no sabemos- prosegui- La
verdad parece ser que nos estamos metiendo en algo más grande de lo que
creemos- lo mire con algo de escepticismo, pero con una sonrisa honesta
y suspire- Mira Jaime, ¿me dejas tutearte?, pareces un buen pibe, pero
no puedo evitar sentir que hay algo que no nos estás diciendo…- conclui.
-Definitivamente debe haber algo en el agua de este lugar.-
pensé mientras sacudía mi mano, pero por otro lado ya habíamos llegado a
nuestro destino que en el fondo era lo único que importaba, no estaba
muy interesado en seguir perdido con el resto del grupo. Puse mi mano
sobre el hombro de roomie y comencé a guiarlo, haberle dado esos lentes
había sido mala idea. -Lo único que me falta es que te choque un auto mientras cruzamos.-
Seguimos
al dueño hasta su local, debo admitir que el lugar era bastante más
lindo de lo que esperaba, contaba con un lugar más moderno y bullicioso.
Pero esto resulto ser una agradable sorpresa, me gustaba la atmosfera
tranquila que siempre causan las decoraciones en madera. Recorrí con mi
mirada el lugar hasta encontrar a Jamie sentado en el fondo.
-Oh...son invitados del Señor Gautier? .- Dijo la mesera sorprendida mientras su jefe la mirada con incredulidad.
-Algo asi.- Respondí mientras me dirigía a la mesa con donde este nos esperaba.
Me
senté frente al nervioso muchacho y no pude evitar levantar una ceja al
ver la cerveza olvidada frente a su café, pobre muchacho, no sabe
apreciar el buen alcohol. Quizás sea por eso que lo dejaron, pero bueno,
no soy quién para romperle el corazón, no aún.
Jamie comenzó a
preguntarnos sobre nuestras averiguaciones solo para ser interrumpido
por el dueño que cayó con 10 vasos de cerveza para que degustáramos.
Claramente alguien tiene que dejar de hacer CrossFit, aunque por otro
lado, jamás rechazaría cerveza gratis. Tome uno de los vasos y probé un
poco, debo decir que nunca me alegré tanto de un secuestro.
Recién
cuando Debbie se alejo para atender a la clientela y el dueño se fue
hacia atrás a cazar dewgongs usando solo sus brazos, Jamie continuo
hablando. Había venido a ver negocios de su padre, el mismo buen padre
que esta tratando de matarnos. Antes de que pudiera decir algo el mismo
doc tomo la palabra y le contó sobre las intenciones de su padre. Quizás
el alcohol le afloja la lengua más rápido de lo que pensé ya que
comenzó a contarle sobre la verdadera identidad de Julia, por suerte se
detuvo antes de contarle la verdadera razón por la que ella se acerco a
Jamie en primer lugar.
-Lo que el doc dice es verdad, tu buen Padre no esta muy contento con tus actuaciones.- comenté mientras jugaba con mi vaso, saque el pokegear y lo puse en la mesa.- Solo espero que esto sea un medio seguro de comunicación, si no, posiblemente también sepa que estamos aca.-
Me
quede pensativo mirándolo, tengo que buscar una forma de preguntarle
sobre la reliquia que su familia robo, la que julia estaba tan
interesada en recuperar.
Me
había quedado con el "altercado" afuera, esa actitud del dueño me
recordaba a.. alguien más... No confiaba en él. Al entrar al café me
puse los lentes en el pelo para poder ver el lugar; estaba bueno, aunque
diferente a lo que esperaba para ser Jaime.
Nos sentamos con él, empezó a hablar cuando el dueño nos dejó una bandeja de varios vasos al grito de "DEGUSTACIÓN DE CERVEZAS GRATIS". Tomé un vaso al azar y le di un sorbo. Era cerveza artesanal. Y era buena. Ok, punto de confianza para el tipo.
Maxwell
le contó más o menos cómo venía la mano, sin ir mucho a detalle.
Después de (increíblemente) tutearlo, le preguntó si había algo que no
nos decía. Parecía que no íbamos a entrar en porqué Julia se había
interesado en él, me daba un poco de lástima. Por otro lado, había sido
cómplice de un asesinato y quería más que unas gaseosas y un CD.
-El tema es,- dije mientras agarraba un segundo vaso -
nos estamos metiendo en más peligro del que esperábamos. Tenemos a tu
familia y seguramente una secta atrás. Por lo menos a mí, me gustaría
tener más con qué trabajar.- Lo miré y le sonreí intentando parecer sincero. -Queremos llegar al fondo de ésto, ayudanos a ayudarte.-
//manipulación + subterfugio??// [dice]0[/dice]
No
era completamente una mentira, me gustaba ayudar y saber cómo seguiría
todo este misterio, por más que lo dijera solo para sacarle algo.
Me
avergonzó admitir que tuve que observar al chico en frente nuestro
varios segundos antes de reconocer de quién se trataba, e incluso luego
de eso solamente estuve seguro cuando lo llamaron por su nombre.
Jamie.
Nadie podría culparme, considerando que tanto el nombre como su
apariencia eran algo blando, especialmente comparado con su ex novia. Un
cambio de peinado, un chaleco menos y tener la camisa fuera de los
pantalones lo hubiera ayudado inmensamente, pero quien soy yo para
juzgar.
Ah cierto, la interrogación. Por un momento hasta casi me
olvidé de eso, considerando las enormes jarras de cerveza que nos
ofreció el dueño del local. Ese sí que era un muchacho difícil de
olvidar.
-Muchas gracias por la oferta, pero me temo que no bebo alcohol. -Le sonreí, tratando de sonar cortés. -¿Alguna otra bebida tenés? ¿Algo con limón quizá?-
Con
eso dicho me volteé hacia Jamie y me percaté de que ya todos habían
dicho lo suyo. Imaginé que era mi turno, o quizá mis compañeros hubieran
preferido que me quedara callado?
Pfft, claro. No me hubieran traído al bar si ese fuera el caso.
-Estoy de acuerdo con mis amigos, es una lástima que tengamos que encontrarnos en estas circunstancias. -Puse una mano en mi pecho, ojos cerrados. -Y
considerando los problemas que tuvimos en el Gym... no creo que podamos
desligarnos de algo así. Yannick está en lo correcto; nosotros podemos
ayudarte, pero primero necesitamos cualquier información que pueda
darnos una ventaja... -Suspiré y lo miré a los ojos, tratando de imbuír gentileza en ellos. -Estoy seguro de que Julia lo querría así si estuviera con nosotros.
//Empatía+Carisma, dale salí bien forro// [dice]0[/dice]
Había
demasiada gente. No pude ver absolutamente nada del tipo que nos estaba
siguiendo. Lo bueno era que no nos siguió dentro, pero no teníamos que
descuidarnos. El museo era impresionante y no había forma de negarlo.
Desde su ambientación, su estructura, las obras en exhibición... Tenía
tiempo que no me sentía frente a un escenario imponente, pero no... no
terminaba de ser algo de lo que buscaba, ni se aproximaba a la sensación
de aquella vez... Podría haberme quedado observando todo detenidamente,
pero no era el momento. La exposición de Johto me generaba nostalgia,
mientras que las esculturas me atraían de manera extraña, seguramente
porque había crecido al lado de una piedra flotante que ahora extrañaba a
pesar de estar literalmente dentro de mi bolsillo.
Me percaté de
que Ibaraki estaba un tanto alerta, además de que se había visto
obligada a devolver a su compañero de arena a su pokebola. Se notaba que
no le gustaba usarlo. A mi tampoco, a Galahad menos, pero era el mejor
sitio para que él descansara. Pensé en... el unown que tenía encima.
Mientras nadie lo viera, nadie me diría nada ¿no? Me aproximé a la menor del grupo y le comenté en voz baja. -
¿Te parece bien si vigilas la puerta? Creo que seremos menos sospechosos
si nos damos algo de espacio. Mint -llamé al chico y le pedí que se
aproximara con un gesto. Hablaba suavemente no solamente para que no nos
escucharan a pesar de que no parecía haber nadie, quería tener respeto
por el sitio- ¿Puedes quedarte con ella? Prefiero que no se quede sola
-me volteé a ver a Ian, que parecía haber encontrado algo, precisamente a
alguien más y nos llamaba la atención sobre ello- Estaremos aquí a unos
metros.
Volví con el músico y me aproximé asombrada a la figura
humana que teníamos enfrente. Si ya me impresionaba la altura del Doc
este tipo me dejaba sin palabras. Ahora entendía lo que era tener que
levantar la cabeza para poder hablar con alguien. Entre el sujeto y el
museo, me estaba sintiendo muy pequeña. Ian fue el primero en hablar
pidiéndole ayuda sobre la ubicación del vigía. Bueno, directo. Yo
hubiese sido un poco más precavida.
Me di un par de palmadas en
la mejilla, incrédula de haber podido dar con Kabir tan fácilmente. Todo
parecía indicar que era él. Intenté no ser muy obvia, pero no pude
evitar darle una mirada más detallada a su aspecto. Lo que más me llamó
la atención eran los diferentes elementos que lo decoraban ¿Habría algo
que mereciera mi atención por encima del resto?
//Percepción + Detección// [dice]0[/dice]
-
Yo... disculpe -comencé volviendo a recuperar conciencia de donde estaba
y sacudiendo un poco la cabeza- estoy asombrada con su apariencia... No
se lo digo de manera ofensiva -intenté prevenir cualquier tipo de
respuesta algo nerviosa. Antes de continuar, miré a Ian, viendo si
estaba de acuerdo en continuar- Kabir -seguí- No tenemos intenciones de
molestarlo en sus labores, ni queremos entrometernos con...nada, pero
nos aconsejaron hablar con usted, que quizá podría ayudarnos -tomé algo
de aire. De pronto, no creía que estaba diciendo todo aquello- La líder
de Laverre nos ayudó. Queremos dar con el paradero de alguien que
conoce, de Julia. Agradeceríamos cualquier información que pueda darnos. Al
nombrar a nuestro objetivo, el unown en mi bolso pareció sacudirse un
poco, escuchar el nombre de su... supongo compañera, no debía ser de lo
más alegre para él. Había mantenido la mirada en alto, intentando
trasmitirle firmeza y confianza al hombre, pero luego la bajé en señal
de respeto. No sabía que tanta información dar.
Esto de tener que cuidar de todo un grupo no era tan sencillo.