La
amiga de Ian va a matarme. Que bien. Instintivamente lleve mi mano a mi
bolsillo trasero, donde tenia a Envy, pero odiaba usarla en combates.
Se suponia que yo tenia que ayudar a esta gente a que no les pase nada
en Lumiose, y ahora pasaba esto...? Podria ser que... Todos somos descartables, hermosa. Ian? De verdad? De todas las personas del mundo, el me habia tendido una trampa?
No
tenia sentido...el podria matarme de mil formas mucho mas practicas,
sin tener que hacer todo este teatro. Pero aun asi, la perspectiva de
que la unica persona en el mundo en quien confiaba me haya mandado a una
emboscada...me hacia sentir...Todos somos descartables. Y si Blake tenia razon?
No, no podia ser...tenia que ser un error....pero entonces Las
luces se apagaron. Claro. Era la trampa perfecta. Con razon eran solo
dos...el resto estaba cortando el suministro electrico...que estupida,
cai directo en la trampa. Ian sabia de esto? Claro que lo
sabia...el...el...
Ignore las lagrimas. Vivi praparada para esto.
-Envy, Sleep Powder!!-
Grite sacando la NestBall de mi bolsillo. La Jumpluff salio con un
despello y se poso en mi cabeza, sintiendo.Mientras Envy atacaba, pusela
pequeña Worry Seed que tenia guardada sobre mi brazo. La semilla hizo
contacto con mi piel y las enredaderas cubrieron parte de mi brazo,
haciendome inmune al polvo de Envy o de cualquiera que quisiera
dormirme. Ibaraki me habia soltado y habia retrocedido unos pasos antes
de esto...estaba retrocediendo? Maxwell se acerco. Claro, se aleja para
darle un golpe limpio a su compañero. Buen movimiento pero muy
predecible, Ian.
//Sleep Powder a Ibaraki// [dice]0[/dice]
-Era un plan perfecto, pero no tengo intencion de morirme en esta ciudad!
.- Dije concentrandome. La oscuridad y el caos general del centro no me
dejaban pensar con claridad. Cerre los ojos. Por favor no me falles
ahora.
//Teleport//
[dice]1[/dice]
Aun con los ojos
cerrados pude sentir como a mis costados la gente corria en panico. En
el piso de arriba, alguien caminaba hacia el balcon y vi destello de
metal. La silueta del piso de arriba miro en direccion donde estaba. Uno
de los compañeros de la chica y el doctor ataco en mi direccion. Por lo
visto no les importaba herir a sus compañeros con tal de acabar
conmigo? Un cuchillo salio volando hacia el piso inferior, y en el aire,
el arma se multiplico en 3, una en mi direccion, otra en la direccion
de Maxwell y otra en direccion a Ibaraki.
Por
suerte el chico parecia bastante responsable, a pesar de verse algo
desalineado. Quizas es eso lo que me hace confiar. Julia era tambien muy
desalineada, y confiaba en ella hasta el fin del mundo. Curiosa
eleccion de palabras, ya que posiblemente...
El sonido de una
bandada de Murkrows interrumpio mi tren de pensamiento, asi como la
presentacion de mi joven amigo. Algo habia agitado a aquellas aves, y me
tomo algo de tiempo darme cuenta de que era, un muchacho alto, palido y
de cabello marron oscuro tropezo cerca de un callejon. Parecia estar
buscando a alguien. Mi joven amigo y yo nos miramos algo curiosos.
Pronto vimos que el muchacho seguia con la mirada a una chica que corria
muy rapido...una chica que...
-Es la chica del museo. Me pregunto si esta en peligro...Mi joven amigo, por favor, acompañeme.- Camine a paso ligero hacia el chico, pronto pude oir que gritaba en direccion a donde la chica corria.
-Hey!! Esa chica se robo mi billetera!!
- Grito fuertemente. Abri mis ojos mucho. De verdad? Y yo habia
confiado en esta gente? Mis instintos estaban fallando quizas...la chica
que corria a lo lejos escucho esto y se dio la vuelta con el ceño
fruncido. - No bueno, es mentira...pero sabia que eso iba a hacer que te des vuelta, asi que el plan funciono!
La
chica debio de haberme visto en la lejania, ya que dio media vuelta y
despues de unos segundos detuvo su marcha. El chico se dio vuelta y me
vio a mi y a mi joven amigo.
-Oh
perdon...no, no es verdad que me robo. Es que esa chica estaba
descompuesta y salio corriendo, me parecio bastante poco prudente
dejarla sola.
El chico saludo con la mano algo despreocupado. Con que era cierto...el lider de gimnasio de Santalune estaba de visita.
Seguí
con la mirada los murkrows que tan apresurados aleteaban.
Desaparecieron más allá del cielo anaranjado, y al no tener motivos para
seguirlos, bajé la vista al final del callejón. Ahí pude ver a un
sujeto agitado y muy pálido. Creo que tendríamos que llamar a un médico.
Al parecer le habían robado, o algo por el estilo, y nos acercamos a
ver con Kabir. Era una pena que se interrumpiera nuestra charla, tenía
ganas de escuchar la historia detrás de esos objetos. Y el día seguía
llenándose de decepciones: lo del robo no era más que una farsa.
-
Oww -me lamenté levantando las manos a los costados de mi cuerpo, y un
poco los hombros-. ¿Es algún tipo de performance callejero o algo así?
Anoche vi uno bastante bueno... De hecho... -la supuesta delincuente se
acercó hacia donde estábamos. Miraba a Kabir, y en su cara había un mix
de enojo y preocupación. Por lo que dijo mi pintoresco amigo de la
reluciente calva, la conocía de algún lado. Ahora que la veo mejor- ¡Te
conozco! -dije en un impulso entusiasmado, tomándola del brazo y
sacudiéndolo de arriba a abajo. La solté al notarla bastante agitada-
Eras la bruja. ¡Fue un espectáculo genial! Muy inspirador, aunque no
entendí muy bien el final. ¿Van a hacer una segunda parte? Sí es así
quiero la primera fila. Se veía bastante incómoda, pero la
preocupación no se disipaba de su rostro. El otro chico (¿Sería también
un actor del grupo? No lo había visto...) mirada confundido la
situación. Hasta el mismo Kabir no parecía muy seguro de lo que estaba
sucediendo.
-Por cierto, mi última presentación se arruinó. ¡Así
que está será mejor! -miré a mi alrededor para ver si no había murkrows o
algún otra distracción capaz de interrumpir el maravilloso momento que
estaba por suceder- Les presento a mi fiel compañero -con una mano
señalé al heatmor que me acompañaba- Lando. Entre sus habilidades
especiales se encuentran la costura, bailar el hula y su personalidad
ardiente -él extendió su larga y llameante lengua, mientras movía una de
sus garritas a modo de saludo. Continué- Y a su servidor... -extendí
mis brazos completamente, cerrando los ojos- ¡El gran maestro de la
belleza y el amor! ¡¡Kileo!! -terminé mientras Lando hacía un show de
fuego a mis espaldas, con banderines en cada una de sus manos ¿De dónde
los había sacado? Un artista tiene sus trucos. Ojalá alguien nos
filmara, para poder ver lo maravilloso de nuestro acto.
En cuanto abrí los ojos, la brujafalsaladrona se estaba alejando nuevamente de nosotros. -Owww...
"Caballero", "no se considera a sí mismo un pokémon".
Qué gracioso, podría describir a Ehre del mismo modo. Si no supiera
tanto de su pasado casi podría esperar que se llevaran bien. No estaba
seguro por qué ella prefería pasar tiempo en su pokeball, uno esperaría
que ya se sienta suficientemente atrapada en su forma actual como para
aceptar otra prisión. Me sorprendió el modo en que habló Nitta, debe
ser lo más que la había escuchado hasta ahora. Se notaba que le tenía
mucho cariño a.. Galahad dijo? Creo haber leído el nombre en algún lado.
Y me hubiera gustado seguir hablando del tema si no fuese porque apenas
me di vuelta, ya estaba a media cuadra de nosotros, corriendo.
-Acabo de decir que no nos separemos, me estás cargando?-
me quejé en voz baja. Entendía la ganas de ir a ayudar pero sabía que
yo no podría seguirle el paso; la otra era tomar un taxi, pero con el
tránsito de esta hora sería casi lo mismo. Teníamos que confiar en los
otros dos. No siempre podés estar ahí para todos, me recordé.
Lo
tuve que repetir después de escuchar a Mint. No sabía si hablaba
literalmente o no, era algo.. raro para decir así frente a cualquiera.
Pero el tiempo de charlar había terminado. Sam salió corriendo atrás de
Nitta, aunque no me hizo demasiada gracia, teníamos que confiar en la
chica también. Y encargarnos de nuestra parte.
Una sola vez había
entrado a la Catedral, cuando la acompañé por el aniversario de la
muerte de su hermana. No había sido una ceremonia especial ni nada, fue
simplemente ir a presentar respeto. Sospechaba que era más bien por
costumbre, aunque... "Todos creemos lo que nos haga sentir mejor.".
No quise preguntarle mucho. Nunca supe en qué creer, es difícil poner
ciertas cosas en perspectiva cuando sabés que la muerte no es el final
para algunos, cuando ves cosas que deberían marcar el destino de las
personas, la conexión intrínseca entre los humanos y los pokemon. Algo
debe haber, no? Ya sea el aether, un pokemon deidad, una fuerza más abstracta de la naturaleza. Si a ese algo le importamos, ya es otro tema. Había
pasado toda mi vida pateado esas cuestiones. Pero había algo en la..
certeza de la estructura de la Catedral. Te llama, te intenta convencer.
Es un poco intimidante casi, la devoción que emana cada rincón: la
decoración sobrecargada pero sobria, los vitrales cubriendo cada pared,
el exceso de símbolos, los cánticos solemnes que inundan las bóvedas,
casi tanto como el silencio... todo junto es un universo aparte. No me
encantaba la institución en sí pero una vez adentro del templo, cuesta
mantenerse indiferente a lo que representa.
-"Doue eo meur".- murmuré
cuando mi vista llegó al altar. Qué nombre al pedo, mi familia ni
siquiera era religiosa. Aun así, lo que sea que Julia había encontrado,
sentía que al menos para mí iba a significar tener que decidir algunos
temas en serio.
Terminamos en un jardín interior, un lugar
tranquilo en el que solo había dos personas además de nosotros. Me
acerqué a Mint, se sentía mal hablarle como si nada pero no había otra,
no tenía mucha idea de qué se suponía que buscábamos. -Reconocés a alguno?-
-Que la suerte te acompañe hippie.-
pensé mientras la veía irse en dirección a gran velocidad, samuel se
fue tras ella luego de emitir una queja sobre nosotros, debería haber la
detenido? o tal vez tendría que acompañarla? La respuesta mas lógica, y
por ende la que pienso seguir, es que ella es una adulta capaz de tomar
sus propias decisiones. Ya fui demasiado la niñera de ellos, ademas si
hay alguien que creo tiene mejores chances solo es ella, aunque ahora
que lo pienso... Carajo, ella tiene la única pista más o menos solida
que tenemos sobre Julia. -Hippie si no te matan ahí lo voy a hacer yo.-
murmuré mientras me dirigía a la catedral seguido de los otros, por lo
menos mint ya había guardado al murciélago ese no sin antes hacer el
comentario perturbante del día, ese chico necesita urgente un buen
terapeuta y quizás alguien que le dé un abrazo, dos de las cosas que no
voy a hacer yo, claramente.
Me quité los lentes al entrar al
edificio, pocas veces había entrado a un lugar así, solo había pasado
por este lugar una sola vez durante mi visita a la ciudad, dije que iba a
entrar pero perdí el tiempo en el museo haciendo... cosas, si,
dejemoslo mejor ahí. Debo admitir que la estructura del lugar resulta
bastante imponente, hasta para alguien con la espiritualidad bastante
baja cómo ser yo, quizás sea la idea, como en toda religión siempre se
busca lo mismo, controlar a las masas a través del miedo. La luz del sol
ingresaba por los vitrales bañando el lugar en distintos colores.
Quizás los apreciara mucho más si la vieja que tengo al lado no me
estuviera clavando el codo, señora si la corre la muerte no es mi culpa.
Le clave una mirada de odio mientras la veía irse a sentar a uno de los
bancos.
Continuamos caminando, atravesando gente y más partes
del edificio hasta llegar al patio de la iglesia, el ruido de la ciudad
se había apagado y ahora solo se escuchaban los canticos que provenían
de la ceremonia, o eso creo, no veo a nadie cantando por aca. Por un
momento me detuve a apreciar esa tranquilidad, pero como siempre, debía
caer a tierra. En este momento seguramente nuestros compañeros debían
estar en problemas o algo, y debo agregar que por alguna extraña razón
siento un banderín moverse aun que no veo ninguno por acá, no podía
quedarme a jugar al Hippie, ya tengo más que suficiente con la hippie y
la señorita liberen a los pokemon. Mire a los hombres que estaban
hablando en el patio, estoy seguro que el cura o como sea el rango
tutifruti que ocupe esté relacionado de alguna forma con el sínodo, por
ende tal vez sus ayudantes también o por lo menos puedan decirme algo
extraño de su jefe. Por otro lado puedo ser perseguido por una turba
religiosa furiosa, pero hoy creo que deberé corre el riesgo. Me acerqué a
hombre rechoncho, el que hace unos momentos se había encargado de que
entrara la gente para la ceremonia.
-Disculpe que lo interrumpa, pero no pude evitar notar el símbolo en el cuello del sacerdote.- Comenté tratando de sonar lo más casual que pueda.-Es que me resulta llamativo los símbolos, mas si son antiguos, casi de leyenda podría decir.-
Agregue, creo que en mi vida me había sentido tan idiota, quizás si
veo a Nico se me pase. Si, definitivamente se me pasó. Ahora espero que
el hombre pueda ayudarme o algo. Con mi mano en la espalda hice señas a
mis compañeros para que se acerquen, quizás alguno de ellos sea mejor
con las palabras que yo.
/Te tiro una manipulacion + persuación porque ni idea si no/ [dice]0[/dice]
El zubat se metió sola a la grandball y la saque enseguida y le dije -Bienvenida madame Mina espero que seas feliz a mi lado-. Me sentía mal por contarles algo tan personal y no note que que nitta se fue espero no haberla espantado. Entramos
al la iglesia me sentía mal entrando aquí y no haber seguido a nitta
pero hablar con ella significaba seguir hablando algo que no quiero.
Tras entrar el esplendor arquitectónico del interior era maravilloso
pero seguí pensando lo mismos sobre la religión. Más al frente se
veía una persona y yannick me pregunto si reconocía algo creo que se
refería a si estaba relacionado con kabir y le dije - no sé a simple
vista no veo nada déjame que mire con más atención- me ponía feliz que
me hablara normal después de lo que pasó afuera .
nopuedocreerquevineconestetraficanteavenderunpobrepokemoncomofuitantaradayparacolmo... Los pensamientos me daban vueltas por la cabeza sin parar, pero fueron interrumpidos por un grito de la joven detras de mi -Envy, Sleep Powder!!- Volteé para ver un bulto azulado arrojarme unas esporas, que para mi buena suerte, fallaron.
Me
cubrí el rostro con la manga rápidamente, mientras la chica decia algo
de un plan perfecto, para luego desaparecer, de qué estaba hablando? La
respuesta llegó casi al instante, un cuchillo vino volando hacia mí.
/Resistencia/ [dice]0[/dice]
Sin
esperar a que nos atacaran de nuevo, busqué rápidamente donde cubrirme,
Baraddur se puso a mi lado, tratando de protegerme y a Salem arriba de
su cabeza, pobre gato, tambien pensaba venderlo el desgraciado de
Maxwell?, por eso tenia miedo hace un rato? tendria que preocuparme por
eso despues. Por ahora debia intentar buscar al que nos atacaba o a
Karen si aún estaba cerca.
/Tengo 2 dados en cualquier combinatoria de skills para esto / [dice]1[/dice]
-
¿En qué... mierda... me metí? -corría bastante rápido por la calle,
intentando orientarme un poco. Mi idea era avanzar por las calles
grandes e intentar evitar los callejones peligrosos, además de que
sentía que así podría orientarme mejor. Debía regresar a la otra
plaza... ¿creo? De ahí podría mas o menos llegar al centro pokémon...
Miré los mapas apresurada durante el trote. En ningún momento me volteé a
revisar si alguien me seguía. Una parte de mi esperaba que así fuera, y
si no, me sentiría realmente decepcionada del resto. No sé realmente
qué impulso me llevó a correr sin pensarlo. Pensé en Ibaraki en un
principio, sí, a pesar del poco tiempo le estaba tomando bastante
aprecio para mi gusto. Quizá la falta de contacto humano me hacía
apegarme a lo primero que puedo reconocer como un grupo luego de tanto
tiempo. Algo me hizo pensar en la adrenalina, en el show de la noche
anterior. No, no, no.
Algo me sacó de mis pensamientos. Había
atravesado tanta gente tan rápido que debía ser sospechosa para más de
uno. ¿De qué me estaban acusando? Volteé totalmente ofendida a observar a
quién fuese que me gritaba aquellas cosas, para encontrarme con Samuel
detrás. ¿En serio? Iba a gritarle algo y seguir con lo mío, en lo que
reconocí una figura familiar. No había duda, era Kabir. No esperaba
verlo en la calle libremente luego de lo que nos contó. Por un momento
me detuve y dudé unos segundos en qué hacer a continuación. Terminé
aproximándome. Pero Kabir no estaba solo.
Junto a él estaba un
joven que debía andar en mi edad y casi de mi altura. Tenía un aspecto
particular... extravagante quizá. Se notaba de lejos que se relacionaba a
algo del arte. Estando con el encargado del museo no tenía porqué
sorprenderme. Pero eso era lo que menos me importaba. -¡Samuel!
-grité al estar a pocos metros de él en lo que me acercaba. Quizá me
estaba tomando demasiado permiso de gritarle así, pero tenía mis
motivos- ¡No me sigas! Es peligroso para ti... gracias igual. Veo que el
resto... no se molestó... -¿Si quiera Frost tenía noción de lo que
podía estar sucediendo? ¿Se la daba de líder y...? No, ni merece mi
atención, menos ahora- Kabir -volteé a verlo- Es bueno ver que estés
bien. Gracias por la ayuda -reconocí. Sentía un poco menos de peso en el
alma al saber que estaba a salvo, y al parecer sin un solo rasguño. Si
había sido atacado por un grupo de calabazas de esas y se había podido
encargar de todo por su cuenta, demostraba lo fuerte que era en
realidad. Iba a explicar mínimamente la situación, pero entonces me tomaron del brazo. Creo que casi salto del susto.
El chico rubio que acompañaba a Kabir me había dado una buena sacudida de brazos. -
De-t-t-ten-te-e-e -le pedí casi tartamudeando como resultado de su
eufórico saludo. Eso definitivamente le iba a hacer peor a mi cuerpo que
el maratón que había hecho hace instantes. Terminó soltándome. Y para
el colmo me había reconocido. Nos había visto. Aparté la mirada con
incomodidad. Una parte de mi se alegraba por los halagos, pero en esta
situación ¡TENGO QUE IR AL CENTRO, NO ME IMPORTA AHORA QUE TAN BUENA
BRUJA HAYA SIDO! No sé qué tipo de actuación se puso a realizar. En otro
contexto le hubiese prestado atención con la mejor de las intenciones,
pero ahora no podía. -Kabir, disculpa -me acerqué al hombre. Poco a
poco recuperaba el aliento- Creo que algo sucedió en un centro pokemon
no muy lejos de aquí, el cercano a plaza Vert. Ibaraki, la chica que me
acompañaba en el museo está allí y estoy demasiado preocupada. Si tienes
una idea de cómo ayudarnos, no sé, de cualquier forma, te lo
agradeceré. Ahora, permiso -me preparé para correr nuevamente. Tomé un
montón de aire y antes de comenzar, me volteé a Samuel- Y no me sigas
por favor, por tu bien.
Comencé a trotar y me di cuenta de algo. Volteé a ver al resto. -
Y perdón por la educación. Mi nombre... -me detuve un segundo. Sentía
que estaba tomando una medida para que identificaran mi cuerpo por si lo
peor pasaba. No, que ridícula. Reí para mí misma. Y en todo caso...
tenía mis documentos encima- ¡Es Nitta! Nitta Teratrel -levanté una mano
en forma de saludo, para entregarle a Kabir más que nadie la despedida
que nos había quedado pendiente. Retomé nuevamente el trote, corriendo incluso más rápido que antes, impulsada por... algo. Algo que no lograba identificar.
Todo
lo que pasó a nuestro alrededor me hizo sentir extraño, cómo si alguien
me hubiera cubierto los ojos con una venda y me hayan hecho girar
varias veces. Demasiadas caras nuevas, muchas cosas interesantes pasando
a mi alrededor.
Dios cómo extrañaba Lumiose.
Las cosas se
calmaron algo cuando entramos a la catedral. No era mi lugar favorito,
pero aun así no pude evitar admirar la elegancia de la arquitectura a mi
alrededor. Había un cierto aire de... lejanía? en el mármol adornando
las paredes y los pilares. ¿Quizá proveniente de Sinnoh o algún lugar
similar?
Ah cierto, hay algo que teníamos que hacer acá. Sacudí
la cabeza y traté de prestar atención; Frost le hablaba a alguien
mientras intentaba (sin mucho éxito) sonar cortés, o tan cortés cómo el
podía ser. Cerca mío Yannick parecía perdido en sus propios
pensamientos, y lo escuché susurrar algo que no entendí muy bien.
Suspiré mientras me hacía sonar los nudillos; parecía que la responsabilidad de esta misión caía en mí.
-Ay Frost, que adorable que sos cuando actuas así de tímido. -
Lo rodeé con el brazo, tratando de contener la risa. Tenía que hacer
pasar su clara antipatía por algo más encantador para que le caigamos
mejor al sacerdote. -Perdón señor, mi amigo acá
no es muy hablador, pero le aseguro que tiene buen corazón. Cómo dijo,
estamos bastante interesados en las leyendas de esta región, y creemos
haber visto ese símbolo en algún otro lado, ¿Le importaría decirme qué
representa?
Como se puede ir a la mierda todo tan rápido no se, pero Karen estaba atacando a Ibaraki.
-
¡¿Que estas haciendo haciendo?! ¡¿no ves que es una adolescente
impulsiva nada más?¡- le grité a Karen que ahora atacaba a Ibaraki y
desaparecía en un borrón transparente.
No podia creer que había
confiado en una desconocida, mi bondad y mal juicio me habian jugado una
mala pasada de nuevo, que estupido, estupido. Karen espero que no te
vuelva a cruzar, por tu bien.
-¡Ibaraki cuidado!- dije saltando inconscientemente frente a los cuchillos que se dirigian a ella
//Resistencia// [dice]0[/dice]
-
¿estas bien?- le dije con una mueca de dolor mientras me sacaba los
cuchillos de la espalda- ¡Tenemos que encontrar de donde nos atacan,
mire bien señorita!- le replique a la joven- ¡Salem necesito tu voz!- le
dije al pokemon que salto de la cabeza del Sandygast hacia mi cabeza y
me obedeció para mi sorpresa- ¡Alla al segundo piso!
-NYAAAAAAA- grito el pokemon tan fuerte que había que taparse las orejas.
El
sol dio de lleno en el jardin interno de la catedral. Los entrenadores
entrecerraron los ojos un poco para poder ver mejor sin la molestia de
la luz reflejandose en el marmol de las estatuas. El hombre rechoncho
que estaba delante de ellos los miro extrañado al principio, debido a
sus preguntas. Mint observo las estatuas a su alrededor y noto que todas
ellas tenian aquel mismo simbolo grabado, segun recordaba, simbolo de
la religion dominante en la region.
-Creo que...cualquier historia que hayan inventado era mas creible.-
Dijo secamente. El hombre comenzo a caminar entre los jardines, los
jovenes se vieron obligados a seguirlo para seguir sus palabras.-
Arceism. La religion dominante en todas las regiones del norte, y
algunas mas cercanas al sur como Kalos y Unova tambien tienen gran parte
de creyentes. Creyentes del ser creador del universo, el tiempo y el
espacio, manipulador de la materia. Y dador de la virtud de la voluntad,
la sabiduria y la emocion a sus creaciones. - El hombre se paro
delante de una estatua de mas de dos metros de alto. Una criatura
legendaria cuadrupeda, con una forma circular con puntas en el centro de
su lomo, formas similares a las que el hombre llevaba al cuello.-
Nacida en Sinnoh por la antigua y sabia orden del Mt. Coronet, miles de
sacerdotes y monjes se forman a los pies de sus templos para adoctrinar
en las divinas leyes. Muy estrictos. Pero por eso mismo, la religion
dominante. No aceptan otra verdad que no sea la de El Creador. - El
hombre hablaba sin despegar la mirada de la estatua, luego dio media
vuelta y observo uno a uno a los entrenadores.
-Cientos.
Cientos de religiones se perdieron por el Arceism. Muchas de ellas
simplemente adoraban a la naturaleza o a fenomenos facilmente
explicables. Pero muchas otras, mucho mas complejas. Los Dioses de la
Guerra de Alola, los pragmaticos seguidores de los Dragones de Unova,
incluso en Kalos, los seguidores de la Vida y la Muerte son reducidos a
un culto secundario cuando mucho. Ninguno de ustedes tiene mucha
apariencia de seguidor del Arceism. Adoraba enseñar estas religiones a
todos...encontrar la verdad en cada una de ellas...encontrar la fe que
se acopla mejor a cada persona...pero...eso ya no ocurre.
El
sol se oculto un momento, los entrenadores sintieron un leve cambio en
la atmosfera, asi como en la corriente de aire que movia las plantas. El
hombre rechoncho se sento pesadamente en un banco de piedra frente a
una estatua.
-Mi nombre es Isaac. Y soy
un Guardador de Relgiones. Pero esto ustedes ya lo saben. Mi compañero
Kabir se encargo de destruir nuestra fachada, junto con Julia. Con gusto
voy a responder todas sus preguntas, para eso existimos los
Guardadores. Estaria encantado de encontrar una religion que se adecue a
sus necesidades. El hombre miro hacia el cielo. Solo ahi los entrenadores notaron que a su alrededor, el ambiente era extraño.
El
cielo, la gente de que caminaba por los pasillos, y todo lo ajeno al
jardin, se veian y oian de forma distorcionada. Como si estuvieran
dentro de una habitacion con paredes semi transparentes. La habitacion
de energia era lo suficientemente grande para encerrar por completo el
jardin de la catedral y que nadie en el lugar escuche ni vea lo que
transcurria dentro.
-De estas forma no corremos peligros. Y comprenderan tambien que...no puedo dejarlos salir.
Dos
criaturas salierorn tambien de entre las estatuas. Estaban flotando,
sus extraños cuerpos era marrones y con grandes ojos verdes. sos manos y
donde deberian ir sus dedos mostraban puntos (rojo, azul y verde)
brillando mientras se movian. Los Beheegyem se posaron al lado de su
dueño, levantando sus brillantes manos amenazadoramente hacia los
entrenadores.
Y
tan rapido como la chica aparecio, desaparecio. Mi joven amigo, el
lider de Santalune y yo nos quedamos algo desconcertados. Algo la estaba
preocupando...acaso nuestra conversacion en el museo habia sido
detectada? Los Guardadores teniamos gente apostada en muchos lugares,
pero conocia a todos y a cada uno de ellos...y no habia ninguno en el
museo esta noche...no, los jovenes no corrian peligro. Isaac en la
catedral al menos no es un peligro, mucho menos Samarth en el Hospital
General...el ministerio y el ministerio de defensa por otro lado...pero
si todo salia bien, los jovenes ni tendrian que llegar a ese punto. Me
encargaria de ellos yo antes.
-Mi joven amigo...- Me dirigi a Kileo (un nombre muy propio de su exotica region) - Se
que es poco lo que he dicho, pero vamos a volver a cruzarnos. Por
ahora, el tiempo apremia y creo que esa chica parece necesitar algo de
ayuda.
Mi plan era enviarlo a la catedral para que se
encuentre con Isaac y los demas, pero creo que la chica necesita mas
respaldo si es que esta en peligro. Si bien el Lider de Santalune parece
haber tomado interes en la situacion tambien, confiaba mas en alguien a
quien yo haya elegido.
-Es todo un honor.- Dije mirando al muchacho de pelo oscuro. Era casi de mis estatura, era muy raro encontrar a alguien asi en esta region.- Usted
es el Lider de Santalune, no es asi? Samuel. Creo que es verdad el
rumor de que es amigo muy cercano de nuestro honorable lider, Blake. - El muchacho fruncio el seño. Realmente pensaba que la vida de un Lider de gimnasio era asunto privado?
-Oh...eh...si...el honor es mio..señor?
- Dijo incomodamente estrechando mi mano y la mano de mi joven amigo.
Curiosamente con quien mas se detuvo fue con el Heatmor, mirando
curiosamente a la criatura, analizandola. Tiene buenos instintos con los
Pokemon, una costumbre anticuada, pero valiosa en un lider. -
Si...somos...egh...amigos se podria decir.- Curioso. El rechazo en sus
palabras. nadie jamas habla mal de un lider de gimnansio- En realidad vine a ver a una amiga, la visita al lider es solo por motivos...oh diablos ya la perdi de vista.- Dijo el chico. Se preparo para seguir su marcha sin mas.- Kileo, no? Si podes seguirme el ritmo corriendo, vamos.
Y
sin mas, el muchacho salio corriendo. A lo lejos pude ver como unas
alas le salian de la espalda. De no ser porque habia visto ese truco
mucho antes, me habria impresionado. Un Pokemon volador salio a sus
espaldas y comenzo a levantarlo , dando la ilusion de que volaba con
alas propias.
Tambalee
en el piso. Siempre me pasaba cuando intentaba hacer esto. El aire se
fue de mis pulmones y senti una presion muy fuerte en todo el cuerpo,
casi como si me estuviera por partir en dos, luego, nada. Viento, aire,
libertad. Hasta que choque en el piso como si una soga invisible jalara
de mi. Odiaba teletransportarme, por mas que Ian dijera que era lo mejor
del mundo.
Ian...me habia traicionado. Me sentia tan herida al
respecto que esa sensacion de oprecion en el pecho aun seguia. No me
habia dado cuenta que seguia en el centro Pokemon. S veces no me lograba
teletransportar tan lejos como queria. Me encontraba a solo unos pasos
de la puerta de entrada. La voz del Skitty resono con tanta fuerza que
rompio los vidrios de los balcones del segundo piso. Luego de eso, el
silencio. Gente sollozando. Era una toma de rehenes?
No podia
ver quienes habian sido las victimas del ataque del Skitty. Tenia que
huir pero dejar a todos los entrenadores del centro a merced de ellos me
parecia injusto, aunque seamos sinceros...que podia hacer?
-Amigos
de Jaime...salgan de ahi! Si se entregan por las buenas no vamos a
herir a nadie! Hay Pokemon enfermos en este lugar, no seria una pena que
sufran por el corte de energia? No seria una pena que este lugar quede
en ruinas solo por no entregarse?
Una voz distorcionada
salio del segundo piso. Seguro era alguno de sus amigos...amigos de
Jaime? Era el chico para el que trabajaban...No puedo creerlo. Habian
traicionado tambien a Jaime? Se habian unido a su padre? Bueno, tenia
sentido que no hicieran todo este despliegue solo por mi...
Los
cuchillos volaron en todas direcciones de nuevo, por suerte uno solo
cayo cerca mio pero pude evitarlo. Quizas con un poco mas de suerte esta
vez podria dormirlos...o salir por la puerta.
//Cuchillos a Maxwell// [dice]0[/dice]
//Cuchillos a Ibaraki// [dice]1[/dice]
Me
cubri aunque ningun arma paso cerca mio de nuevo. Envy estaba a mi
lado. Era ahora a nunca, pero no tenia que llamar la atencion...
-Pst...Sleep Powder! - Suzurre señalando a la rubia
//Sleep Powder// [dice]2[/dice]
Sigilosamente
me iba a dirigir a la puerta, cuando escuche pasos fuera. Una silueta
se detuvo frente a la puerta, podia solo ver por el vidrio opaco que se
trataba de una figura remenina. Algo flotaba a su aldedor, un Pokemon
redondo. Habian apostado a un aliado para cubrir la puerta en caso de
que alguien quiera escapar, clasico.
-No te cortes el brazo, lo necesitas, no te cortes el brazo, lo necesitas, no te cortes el brazo, lo necesitas.-
comencé a repetirme mentalmente mientras chalman me tocaba al mismo
tiempo que se ponía a hablar con el sacerdote. Por lo visto el hombre no
se creyó nuestras mentiras, el hombre comenzó a caminar por los
jardines, me quite la mano de Nico y comencé a seguirlo desde una
distancia más prudente.
El monje comenzó a hablarnos sobre una
religión Arceism, jamás en vida había escuchado de eso, quizás porque en
mi ciudad se practica otra religión distinta, después de todo nosotros
si tenemos pruebas de algo que sea de origen divino. El hombre se detuvo
frente a un gran estatua, para ser un creador del universo el pokemon
se veía bastante raro…Debo decir que esperaba algo estáticamente menos
robótico. - Nacida en Sinnoh…- Listo,
definitivamente no estoy para nada interesado en esta criatura y su
religión, no había abandonado esa región en los mejores términos y si
puedo evitarla para siempre voy a ser el hombre más feliz del mundo.
La
mirada de él me sacó de mi trance, empezó a quejarse sobre el Arceism,
cómo había hecho desaparecer a otras religiones o las había simplemente
reducido a algo secundario. No voy a ser yo el que le diga a este tipo
que justamente eso hacen las religiones, aplastan culturas y adoctrinan a
las personas para que piensen lo que a ellos les conviene más.
Las
sombras creadas por las nubes junto con el aire me produjeron una
extraña sensación, no una calma y buena como la de recién, si no más
bien algo extraño. Decidí ignorar este sentimiento a medida que el monje
se presentaba, su nombre era Isaac, el guardado de las religiones, el
hombre para el que Julia trabajaba según le habían contado al grupo.
Levantó la mirada al cielo, curioso lo seguí, ahí pude notar por que nos
sentíamos asi, estábamos encerrados, nunca una buena. Si bien había
aceptado contestar nuestras preguntas, eso no garantizaba que pudiéramos
hacer algo al respecto luego, entiendo que el tipo este preocupado por
Kabir y Julia, pero no es nuestra culpa. Tampoco estoy interesado en
hablar sobre qué carajo hagan en su culto tutifrutero, por mi que sigan
sus vidas, yo solo quiero encontrar a julia y largarme de este lugar
para siempre.
Dos pokemons parecidos a uno aliens salieron de
entre las estatuas, ambas nos apuntaban con sus dedos de manera
amenazante, claramente el hombre no andaba para juegos, iba a
respondernos mientras nos asesinaba, que buen samaritano había
resultado ser. Tomé la pokeball de Hollow, sabia que Yannick iba a
odiarme por usar pero era nuestra mejor chance de salir vivos de aca. El
pequeño fantasma se materializo frente a mi con su mirada tranquila
listo para acatar mis órdenes sin dudarlo, ojala Bryce aprendiera algo
de él.
-La verdad no me interesa exponer a su sociedad secreta, ninguno de nosotros tiene esas intenciones.- Dije mientras lo miraba fijamente. -
Solamente queremos saber donde está Julia, sabemos que trabajaba para
usted, no estamos en intenciones de interferir pero tampoco voy a
dejarme amenazar por sus pokemons.-
-Hollow, faint!- ordene al pequeño Phantump, la criatura se lanzó de inmediato contra uno de los aliens, estire mi mano hacia su objetivo, un brillo verde la rodeo.
Sabía que roomie nos iba a estar para nada contento con esto pero
tampoco puedo vivir mi vida en base lo que le guste o no a otro.-
Estoy haciendo todo lo posible para ayudar a Hollow, si te sumas
podríamos termianar esto más rápido y sin que se dañe, esa espada tuya
puede servir muy bien.- Comenté a Yannick, posiblemente me ligue una gran cantidad de puteadas pero bueno, son los gajes del oficio.
Me caía bien el modo en que el hombre hablaba de la fe, de encontrar una religión que se sintiera propia...
No sé, era lo que ella decía, y me parecía bien; además entendía su
frustración. No solo otras creencias, habían varios textos que nunca
pude encontrar en mis investigaciones porque fueron destruidos al no
alinearse con lo que esa religión dictaba.
"Doue eo meur"... Pero qué dios?
El
Guardador no parecía alegre de que supiéramos de la existencia de su
secta, y yo estaba tan concentrado en lo que decía que tardé en darme
cuenta del cambio a nuestro alrededor, hasta que nos amenazó con sus
pokemon y vimos que estábamos encerrados. Hubiera querido intentar una
resolución más diplomática para empezar pero Frost en seguida se preparó
para pelear.
Me dijo que usara a Ehre para ayudar a Hollow.
Tenia razón y odiaba saber que tenía razón, odiaba el modo en que me
había hablado, odiaba que me pusiera en esta posición, odiaba tener que
poner a Ehre en esta posición ahora.. era un peligro. Igual tenía razón,
la puta madre. Honestamente cuál era mi plan sino? No podía posponerlo
para siempre, lo iba a ver en algún momento.
La saqué de su
pokeball y mantuve la respiración. Apenas se materializó no miró los
pokemon en frente nuestro, miró al Phantump, y luego a Frost. Se
desenfundó. Oh no no no. Hizo apenas un
ladeo, sabía que iba a salir disparada, no teníamos tiempo para ésto,
mierda. Tuve que hacer algo que hacía rato evitaba, la tomé del cinto.
Inmediatamente sentí el familiar cosquilleo que se hacía cada vez más
intenso.
-Ehre, no.- sentencié. Se dejó de mover por solo un segundo, sin voltear, y luego comenzó a tirar en dirección a Frost. Dios, ésto fue una idea terrible.
Sabía lo que le pasaba, yo estaba defendiendo a alguien usando un niño
como arma, la estaba obligando a presenciarlo, y no hacer nada al
respecto. Si le hacía eso, quién era yo para decir qué era lo correcto? Y
a mí tampoco me gustaba, pero estaba eligiendo seguir a Frost, y ella
había decidido seguirme. Tenía que hacerla entender. -No, detenete. Basta.-
No
había caso, seguía esforzándose en atacarlo y el chico ya me miraba
incrédulo. Tomé aire. No quería hacer ésto, no debería hacer ésto, pero
era la única manera de sacarla de ese estado.
-Emilie Annora. Suficiente.- dije
en la voz más firme que logré mientas hacía fuerza para frenarla. Con
eso se quedó inmóvil. Un segundo, sabía lo que venía. Se dio vuelta
rápidamente y me envolvió el brazo con su cinto. La puta, me había
olvidado lo mucho que dolía esa mierda. El cosquilleo ya había pasado a
ser la sensación de agujas en los músculos, ahora sumado a la fuerza con
que me estrujaba el brazo. -Perdón, pero éste fue nuestro acuerdo.- Intenté sostener su mirada a pesar del dolor. -Yo estoy confiando en él, vos tenés que confiar en mí.- Liberó algo de presión, aunque podía ver que mi mano estaba palideciendo y me costaba respirar. -Ésto no te va a ayudar. No vas a lograr nada. Acordate lo que arreglamos.-
Finalmente me soltó y mi brazo cayó a un lado, apenas podía sentirlo,
pesado, como cuando se te duerme una extremidad, peor. A través del
entumecimiento, podía casi sentir el aire helado de cuando la encontré
por primera vez en la nieve, en los alrededores del Shabboneau Castle.
Me había costado mucho más calmarla esa vez, quería creer que habíamos
hecho un buen progreso en estos dos años, a pesar de todo.
No me podía preocupar por lo que pensara el resto, tenía que terminar de convencerla. -Prometí que te iba a ayudar y voy a cumplirlo.- Le aseguré en voz baja. Realmente tenía que arreglar esto con Frost después. Por ahora... -Ahora necesito que me ayudes a mí. Y a él.- señalé a Hollow. Me echó una última mirada antes de enfrentarse a los dos bichos, poniéndose al lado del Phantump.