Aparecer
a uno de mis compañeros se le había ocurrido la brillante idea de
molestar a los Murkrows mientras dormían y le dije - pero que haces no
sabes que por la cantidad hay más cerca - pero era tarde ya estábamos
rodeados por Murkrows y pero no habían venido solos había unos zubat con
ellos genial ahora eran 7 pokemons contra nosotros en eso me di cuenta
que nitta había desaparecido tal vez el revuelo la había empujado hacia
otro lado no era bueno que nos separamos más y se me ocurrió pedirles
ayuda a los Pokémon presentes- me disculpo por mi "amigo" que molesto a
sus amigos pero justo ahora una amiga mía desaparecido y si envés de
pelear nos hacemos amigos- por favor espero que que nos ayuden no quiero
pelear.
-Salem, gato cochino!- le grite mientras le daba un chirlo en la cola -disculpalo, se emociona con gente nueva.
La chica parecia honesta y ese nerviosismo mas que caerle mal, la hacia un poco linda.
-
Si es amiga de Ian, no nos vendria mal una ayuda, pero tampoco es que
podamos confiar en usted señorita, apenas la conocemos -dije con una
sonrisa- bueno igualmente, tengo a mi guardaspaldas personal por
cualquier cosa- dije guiñandole un ojo a ibaraki -tengo que hacer un
tramite en el centro, ¿entramos?
Estaba decidido a encontrar un buen entrenador para el pokemon calabaza y un buen compañero para mi.
El
ataque de mi pokemon había no solo bajado a un pokemon si no a 3 más, a
veces el oso se luce, si no lo odiara tanto quizás hasta lo
consideraría felicitar. Chalman había tratado de capturar a uno de los
pajaros pero sus pokeballs solo rebotaron con el bicho el cual escapo
enseguida, no me van a poder decir que no lo intente. Desgraciadamente
los pajaros comenzaron a alertar a un grupo más grande de cuervos y,
como si no fuera suficiente, un grupo de zubats, bichos de mierda. -Bryce, vas a tener que bajar a unos más mientras nos vamos.- dije, busque al oso pero ya no estaba, mire para todos lados solo para notar que la hippie también se había ido. -Oso de mierda.- insulte mientras me iba antes de que los pokemons nos comiencen a atacar.
Antes
de irme me tomé el pokegear de la mano de mint, el muchacho había
intentado ubicarnos en el mapa pero no había tenido ningún éxito,
comencé a tocar el aparato mientras me dirigía en donde creía que se
había ido la hippie con mi quería y amado Bryce. -Haceme acordar que tire al bicho al próximo rió que nos crucemos.- me queje con diana, el ave emitió un sonido que parecía indicar que estaba de acuerdo conmigo.
/Inteligencia + Informatica que no tengo/ [dice]0[/dice]
Continue
caminando unos metros hasta encontrarme con un tumulto de gente
anunciando sus productos, actividades y que se yo qué carajo más, evite
algunos simplemente levantándole la mano a la persona que me ofrecia, el
pájaro se encargaba de algunos usando su ala. Creo que es lejos lo
único decente que voy a encontrar en este lugar. No me llevó mucho
tiempo encontrar a hippie, estaba en el suelo con mi pokemon al lado.
Avance hasta donde estaban, no lo había notado pero había un muchacho
extremadamente blanco levantando a bryce del suelo, pobre, si supiera el
pasado del oso creo que no lo estaría tocando. Por otro lado, quién
carajo es y por qué está tocando a mi pokemon?
-Con que ahí están, cuando se pierdan no pienso hacer remeras para buscarlos.-
Me queje mientras me terminaba de acercar, regresé a Bryce a su
pokeball, no me sentía cómodo frente dracula acá presente. Yo pensé que
era pálido pero creo que este pibe se lleva al premio. -Supongo que debería agradecerte por ayudar a mi pokemon, señor?-
pregunté, no estaba seguro de que esto fuera la mejor idea pero de
ultima con diana en mi hombro podía lanzarse directo a su frente.
No
recordaba tener tan mala puntería, aunque hacía mucho tiempo que no
jugaba a los dardos. Al menos no desde aquel incidente con el jarrón
invaluable de jade y... sí, mejor no pensar en aquello.
El sonido
de bolas de metal chocando contra el cráneo de un Murkrow inconsciente
pareció atraer a muchos Pokemon más, los cuales nos miraron con mala
cara y parecían listos para atacar. Si bien me hubiera encantado
atraparlos a todos y usarlos para llevarme volando a todos lados no
imaginé que eso fuera a pasar antes de que me picoteen todo mi hermoso
rostro.
-Ah bueno, uno tiene que elegir sus peleas. -Me encogí de hombros. - Y ahora elijo rajar a la mierda.
Con
eso dicho me di vuelta y seguí la lejana imagen de Yannick, quien junto
a Frost parecieron divisar donde se encontraba Nitta. Luego de unos
segundos corriendo salimos a una calle algo poblada, donde escuché algo
sobre el lider de gimnasio teniendo una pelea o algo.
-Eso suena divertido. -Les mencioné a los demás. -Me pregunto que clase de persona será el lider de esta ciudad. Apuesto a que es alguien rubio con un nombre como Sparky o Bolt.
Sentí
que alguien me miraba raro, y me giré hacia una cara nueva. Un muchacho
de apariencia pálida sostenía a... esa cosa que le pertenecía a Frost,
la que tenía seria necesidad de pañuelos.
-¡Me encanta tu estética! -Levanté el pulgar en su dirección, sonriendo. -Vos y nuestro Doc quedarían perfectos en una película de cazadores de vampiros.
Nico
no pudo atrapar a los pájaros y ahora estábamos rodeados de una decena
de bichos. Hubiera preferido la opción del corte eléctrico,
honestamente. Hice memoria aproximada de los tipos, los había visto
varias veces, y en seguida me di cuenta que mis dos pokemon no iban a
servir de nada. Iba a preguntarle a Frost si no podía volver a usar a su
oso pero ya no estaba más. Ni Nitta, a quien había visto caminar en
dirección a otra calle ...Qué onda esos dos.
Antes que pudiera
entrar en pánico, Mint se adelantó y le habló a la bandada. Contra todo
lo que esperaba, los pokemon parecieron calmarse ante sus palabras.
-Bien ahí, pibe.- lo felicité dándole una palmadita en la espalda. -Ahora salgamos de acá ya.-
Fuimos
en la dirección que creía había ido Nitta. Más allá por esa calle
estaba la Prism Tower, ah, no estábamos tan mal entonces. Vi venir a
varios guías turísticos y automáticamente puse mi mejor cara de orto y
cansancio después de 8 horas y pico de atención al público, la expresión
que deja en claro que no sos turista. Me esquivaron como lo hacían en
otra época. Supongo que algunos hábitos siempre sirven.
Tardamos
unos segundos en encontrar a los otros dos, que al parecer estaban
teniendo una juntada de gente alta o algo con un tipo. Lo saludé rápido y
me volteé a Frost.
-Pueden avisar cuando se van a ir así, che? No ayuda que nos separemos más.- Para que recién
hubiéramos visto lo fácil que era perderse, realmente no tenían drama
con irse a la mierda. Ok, creo que me había quedado más tenso de lo que
pensé con todo ésto.
Estabamos
en la puerta del centro pokemon con Karen y nos pusimos a hablar, Karen
mencionaba que Ian estubo con ella en la madrugada, por lo visto fue a
verla apenas nos dejó, era un alivio, hasta que escuché el sonido de un
golpe, Maxwell le habia dado un golpe a Salem, su Skitty, como castigo
por mearle el pie a Karen, no era un golpe fuerte, era claro que fue más
llamada de atención que otra cosa.
El pequeño gato rosado se
alejó de la chica y vino detras de su dueño, posandose cómodamente sobre
la cabeza de Baraddur, mi compañero no parecia importarle y hasta
aplanó parte de la superficie de la misma para que el Skitty se
acomodara. Oh, recuerdos...
Intenté acercar la mano para
acariciar la cabeza de Salem, aprobechando que estaba a una altura más
cercana, pero en cuanto me moví noté que se puso tenso, me frené en
seco, ambos nos quedamos viendo un segundo, esperando la reacción del
otro, habia algo en sus ojos, su expresion era casi como de miedo, por
lo que preferí alejarme lentamente, Baraddur movio su rostro para verme,
al parecer notó el cambio en el pequeño gato.
-tengo que hacer un tramite en el centro, ¿entramos?- Dijo Maxwell dirigiendose a la puerta.
-Eh... Si, vamos- contesté algo pensativa, siguiendo al doctor con mi compañero a mi lado y el Skitty en su cabeza.
Le
comenté a Bryce sobre mis planes. No estaba muy segura de qué tanto
podía entenderme, pero parecía estar de acuerdo en todo. No sabía que
tan fácil sería llevarlo a cabo, pero tenía que empezar lo más pronto
posible. Esa noche o la otra, eso era lo ideal. Si bien mi intención
había sido apartarme un poco del resto, parecía ser que mi orientación
funcionaba correctamente y había logrado alcanzar alguna de las avenidas
centrales. Me detuve, y volteé a notar que nadie nos había seguido.
Parecía ser que estábamos solos. No sabía que tan bueno era eso. Por un
lado lo disfrutaba, pero por el otro... sentía que era presa fácil de
cualquier cosa. Y ya vimos que Galahad dormido no es lo mejor en ataque. -
Hay algo que me gustaría saber... -comenté antes de salir a la avenida,
todavía oculta en el callejón- ¿Por qué se llevan tan mal? -el cubchoo
me miró con atención pero luego bajó la cabeza y dirigió la mirada hacia
la concurrida avenida. Evidentemente no tenía intenciones de
explicarlo- Está bien -le comenté con una sonrisa, sin molestia alguna-
Con que nos llevemos bien nosotros alcanza. Y chocamos las manos. O algo
así, porque su mano/pata era quizá un cuarto de la mía.
Era
increíble cómo cambiaba todo con unos metros de distancia. De una
callejones oscuros habíamos pasado a un tumulto de ruido y gente. Caminé
un poco para intentar ubicarme y vi la torre. Bien, parecía que había
dado con una de las mejores ubicaciones. En instantes fui asaltada por
múltiples vendedores ambulantes y trabajadores de turismo que me
entregaron varios panfletos. De no ser por la situación me hubiese
interesado recorrer el sitio, pero... Otra vez será. Al menos los
papeles que ahora tenía contaban con un mapa y señalizaciones de cómo
llegar a algunos sitios de interés, así que nos serían útiles.
Debía
seguir caminando un poco más. Creo que inconscientemente mi objetivo no
era reconocer y memorizar el sitio, sino distraerme un rato de todo
esto en lo que me había metido.
Como ya había dicho, no era la
primera vez que recorría este tipo de ciudades. Más de una vez había ido
a Goldenrod para acompañar a mis padres o por simple paseo, pero Johto
era definitivamente un lugar mucho más tranquilo en general, y esa
diferencia ya estaba comenzando a afectarme. Cualquier sonido me
molestaba, tenía ganas de sentarme y descansar un poco, pero tampoco
podía alejarme mucho o veía difícil reencontrarme con el resto. Bajé a
Bryce, que me miró con algo de preocupación y luego intentó animarme con
algunas piruetas y estornudos. ¿Cómo podía un oso tan simpático como
aquel seguir al lado de alguien como Frost? Está bien, no lo conocía lo
suficiente y soy alguien que prefiere no juzgar a nadie antes de
tiempo... pero, ahg, me costaba hasta pensar. -En estos momentos me
gustaría acurrucarme en un montón de mareeps. Extraño mi casa -suspiré
lamentada y acariciándome la sien. La acurrucada entre un montón de
mareeps era una buena estrategia para relajarse, y además, dormir
cálido. Siempre y cuando no las asusten y te electrocuten, claro. Es una
experiencia muy poco agradable.
-Veamos... -intenté tomar
fuerza y seguir adelante. Me costaba, tenía la vista fija en nuestro
frente y no me fijaba en nada. No me percaté de Bryce hasta que el pobre
se tropezó con algún cable y me regresó algo de lucidez a los sentidos.
-¿Estás bien? -le pregunté alarmada. Iba a agacharme a ayudarlo,
pero alguien más, que creí me había hablado o algo, pero no le había
entendido, se adelantó y ayudó al cubchoo a levantarse. Era un tanto impresionante.
Delgado,
alto, de cabello oscuro y sumamente pálido. Y silencioso podría
sumarse. Sin mediar palabra alguna dejó a Bryce a nivel del suelo y el
pequeño oso regresó a mi lado, sujetándose a una de mis piernas para
luego mirar al sujeto con curiosidad. No parecía haberse lastimado,
quizá un pequeño raspón. -Gracias -comenté luego de unos segundos, un
poco perdida por el aturdimiento, y a decir verdad que algo
impresionada por el aspecto físico del chico ¿Qué tenía Kalos que estaba
repleto de hombres anormalmente altos?- Perdón, no me siento del todo
bien, pero en serio, gracias por ayudarnos -mala idea comentar mi estado
de debilidad, pero quizá podía ayudarme a acercarme a algún sitio más
tranquilo o algún centro de atención o algo por el estilo. Sentí el
frío tacto de Bryce soltar mi pierna y bajé la mirada para verlo, estaba
mirando a nuestras espaldas. Frost había dado con nosotros y se acercó
rápidamente. Me pareció ver al resto llegar a varios metros tras él. Por
el amor a celebi, mi tiempo a solas había terminado, pero no era tan
malo considerando que no me encontraba del todo bien. El pobre del
cubchoo por su parte había sido regresado a su pokebola. Ya lo estaba
extrañando. Que Galahad no se entere o explota de los celos.
-
Perdón -respondí ante el comentario de Yannick- Pero me pareció una
buena opción para llegar a algún lado irme por ese callejón. Ya estamos
todos así que estamos bien -casi. Cerré los ojos un momento y me tapé
uno de mis oídos. Quería alejarme de ese lugar céntrico de una vez.
Déjenme ser una simple chica de campo en paz.
Contra
todo pronostico, los Pokemon detuvieron su ataque cuando Mint se
interpuso delante. Si bien no parecian entender sus palabras, como era
logico, algo en la forma de expresarse del joven convencio a los
Pokemon. Los Murkrows se alejaron, no sin antes mirar fijo en señal de
advertencia a Nicholas. Los Zubats tardaron mas en retirarse, pero al
ver que quedaban en minoria se dispersaron entre los edificios, con
excepcion de uno, que se quedo volando en circulos sobre la cabeza de
Mint. Por lo visto, el pokemon no parecia querer atacar, sino que mas
bien se quedo encariñado con el joven. Los entrenadores se miraron unos a
otros y luego salieron con rapidez del callejon, el Zubat siguio
timidamente a Mint volando a unos metros de ellos.
Dieron con una
plaza circular mucho mas grande que las que habian visto en la ciudad. Y
a muchos metros adelante, veian la enorme Prism Tower, rodeada por una
glorieta con autos y taxis recorriendo el corazon de Lumiose. Los tours
turisticos, micros con curiosos turistas y vendedores estaban por todos
lados, haciendo que sea casi imposible moverse. Encontraron a Nitta a
unos metros, parecia paralizada por lo abrumador de la capital de Kalos.
-Uf, no tenes buena cara...- Dijo
el muchacho palido mirando a Nitta. - Si vas a vomitar, diria que
busques un tach...egh, no, esta ciudad esta tan sucia que podrias
vomitar aca mismo y no habria diferencia...momento, no vas a vomitar,
no? no? - El chico abrio los ojos preocupado. Antes de volver a hablar,
un pintoresco grupo salio del callejon.
El resto de los
entrenadores se reunio con Nitta. La chica miro con algo de curiosidad
como un Zubat se les habia unido y volaba cerca del chico de pelo verde.
El Cubchoo seguia acurrucado en la pierna de la chica, cuando vio a
Nicholas se aferro un poco mas fuerte, pero finalmente la solto y volvio
al lado de su entrenador. Nico alegremente se acerco al recien llegado
sonriendo.
-¡Me encanta tu estética! Vos y nuestro Doc quedarían perfectos en una película de cazadores de vampiros.- El muchacho palido fruncio el ceño y sonrio levemente sin entender en un principio, pero luego solto una sonora carcajada.
-Me lo suelen decir! - Dijo el chico, que habia adquirido algo de color en su rostro al sonrojarse por la risa. - Creo que tendria que tomar mas sol, si no fuera por mi trabajo me mudaria a Ambrette y tomaria sol en esas playas todo el dia! .- Dijo el muchacho aun entre risas- Por
cierto, su amiga creo que se siente algo mal, quizas deberian descanzar
en algun parque o algo asi...ah si, me llamo Samuel, pero creo que
tendria que buscar un nombre mas de vampiro, no? - Concluyo el muchacho dandole una palmada a Nico en el hombro.
Yannick
hizo un comentario, y Nitta se disculpo por haberse alejado, por lo
visto habia recuperado algo de color en el rostro, pero no se sentia del
todo bien.
-Umh, creo que de verdad no se siente muy bien. - El muchacho busco en sus bolsillos y saco varios caremelos. - Esto, te va a hacer bien comer algo al menos. Y les recomendaria salir de esta zona tan...apestada en gente.
- Unas fuertes campanadas interrumpieron la charla. Los turistas
exclamaron fascinados mirando hacia las cercanias de una avenida
cercana. La Catedral de Lumiose anunciaba el comienzo de una ceremonia.
Los jovenes se dieron vuelta, a unas calles veian la enorme y antigua
catedral, mucha gente y varios micros turisticos estaban en la puerta.
Tenia
pis de Skitty en la pierna y me habian dejado hablando sola en la
puerta del Centro Pokemon. Tengo que anotar esto en mi record de
rechazos, creo que va a entrar en el top 3. Ok, no queria ser molesta
pero tenia que cumplir mi palabra con Ian...con que clase de gente se
estaba llevando?
Sin pensarlo entre al Centro Pokemon. Odiaba
estos lugares, el olor a desinfectante me daba alergia, y estaba siempre
lleno de gente muy agresiva. Los amigos de Ian habian entrado y estaban
cerca de la recepcion. Si mi memoria de los Centros de Lumiose era
correcta, iban a tener una hora o dos de espera para ser atendidos, con
suerte. Los televisores que estaban por todas las paredes mostraban
noticas de una obra de teatro que habia ocurrido anoche en una plaza, de
haber sabido pude haber ido ahi a vender mis cosas, seguro habria
sacado mas ganancia.
Aunque...claro, estaba en el Boulevard
Sur...y si bien yo no tenia tanto problema con este lugar como Ian,
preferia evitarlo tambien. Todos somos descartables, hermosa. No, basta.
-Hey!! Esperen! - Ay Ian, ibas a pagarme muy caro estas humillaciones. - N-
no quisiera ser una molestia, ya saben...pero...eh bueno, Ian es muy
importante para mi. Crecimos juntos, y..realmente me gustaria saber en
que esta metido.
Creo que el doctor (Maxwell?) estaba
tratando de hacer algun intercambio, pero no parecia haber mucha gente
dispuesta a cambiar un Pumpkaboo, la chica rubia que lo acompañaba (era
realmente su guardaespaldas?) habia volteado a verme, pero no parecian
la gente mas simpatica del mundo.Ah, Karen, donde te metiste.
Palo de canela. Anis. Cardomo. Granos de pimienta rosada, tal vez? Akshara
siempre fue muy exigente con sus infusiones, pero esta vez se habia
extralimitado. Estaba exquicito, no iba a decir que no, pero me parecia
un tanto...exagerado? Si, esa era la palabra. Di un sorbo mas de la
excentrica pero deliciosa infusion y mire de reojo el enorme reloj de
pared que no dejaba de hacer ruido y llenar la oficina.
-Akshara. - La puerta se abrio a mis espaldas. El perfume delicado y los elegantes pasos delataron a mi colega. - Este te es delicioso...pero algo me dice que no fue preparado especificamente para mi, no es asi?
- La elegante mujer se paro frente a mi, delante de su escritorio de
marmol negro perfectamente pulido. El perfume tenia un dejo de aroma a
canela...no era casualidad el sabor del te tampoco, entonces.
-El Primer Ministro esta esperandome. Puede esperar un poco mas.
- Akshara se sento mirandome y entrelazando sus largos dedos. Me encoji
de hombros, realmente no sabia que esperaba que le dijera. -Por
favor, Kabir. Manejo casi el 90% de las fuerzas de seguridad de Kalos.
Se que anoche un grupo de entrenadores fue a buscarte. No hay tiempo
para juegos, saben algo? Estamos en peligro?
Mi querida
Akshara, nosotros dos tenemos definiciones de peligro muy distintas. Me
puse de pie. La conversacion habia llegado a su fin, la conocia muy bien
para advertirlo.
-Mi estimada...son
solo entrenadores, y..no muy buenos de momento, deberia agregar. Si, se
que entrenadores han sido lideres de revoluciones en el pasado, no los
estoy menospreciando. Pero no, nuestra sociedad no esta en peligro. No
hace falta que envies gente a seguirlos. - Akshara estaba por objetar algo, pero estaba esperando eso.- No, tampoco voy a seguirlos yo. Tengo alguien de confianza trabajando en ello ya. - O algo asi...no era totalmente mentira.
Si
algo sabia de Akshara es que no hay que darle lugar de objetar nada. En
cuanto se le da ese lugar, es cuando gana la batalla. Tarde o temprano
estos jovenes van a tener que lidiar con ella, si es que quieren entrar
al Sinodo y saber que ocurrio con Julia, van a necesitar la contraseña
de Akshara. Los dioses de la guerra de Alola los protejan cuando ello
pase, no es algo que le desee a nadie.
Me retire de la oficina
sabiendo que el llevarme la ultima palabra seguramente iba a costarme
caro a futuro. Pero tenia que asegurarme de hablar con aquel muchacho.
Si iba a poner alguien a seguir el rastro de aquellos entrenadores,
tenia que ser alguien que sepa que no iba a causarles problemas. Ya
bastantes problemas tendria a futuro. Camine entre las abarrotadas
calles de Lumiose aun con el aroma al te en mi olfato. No podia verme en
un lugar muy concurrido, asi que elegi un viejo callejon cerca de un
cafe muy poco popular. La gente no solia pasear por las calles pequeñas
que rodeaban la catedral.
Las campanas sonaron. La ceremonia
diaria iba a dar comienzo. Mi compañero, como cada dia, iba a organizar
toda la procesion mientras el sacerdote hablaba a los creyentes y
curiosos que asistian. Ninguno de nosotros podia ser la cara visible de
nada, pero si quienes orquestamos las obras desde las sombras.
El
muchacho habia recibido mi mensaje, aunque se hizo esperar casi veinte
minutos. Venia caminando observando las nubes y arreglando son su mano
su cabello rubio, mientras que a su lado caminaba un Pokemon casi de su
estatura. El muchacho y su Heatmor se pararon delante mio.
Acepté
los caramelos sin pensarlo demasiado. Por un momento consideré que mi
estado quizá no era únicamente resultado de lo intolerable del ambiente,
sino de la falta de alimento. Pasábamos del mediodía y no habíamos
almorzado, y sin amigos de ser desconsiderada, pero no estábamos
comiendo muy bien estos últimos dos días. -Gracias - me limité y me
apresuré a probarlos. Sabían... como bayas ziuelas. Al parecer no eran
simples caramelos. Me apoyé contra una pared cercana y esperé unos
segundos a que el azúcar comenzara a llegar al resto del cuerpo. Poco a
poco comencé a sentirme algo mejor, pero sabía que el dolor de cabeza
tardaría en irse, al menos hasta alejarnos de ese sitio. -Y
tranquilo, no quiero vomitar - le avisé por las dudas, al parecer se
pondría incómodo ante esa situación. Quizá era un chico muy
impresionable, pero simpático.
Me detuve antes de decir mi
nombre. No quería desconfiar de él, pero sentía que no podía realmente
confiar en nadie de esta ciudad. Así que simplemente dejé ello de lado.
Las
campanas sonaron a lo lejos. Debía de ser la catedral, no estábamos muy
lejos. Y si sonaba, significaba que algo estaba sucediendo, y que al
menos podríamos encontrar a algún trabajador del sitio. -Quizá ya nos
están esperando -comenté al resto- Samuel, necesitamos ir a la catedral
¿Hay chances de que nos guíes? No queremos molestarte, pero si puedes
darnos aunque sea indicaciones, nos serviría mucho.
Estaba
muerto de los nervios apunto de desplomarse si no los convencía me
picóterian hasta la muerte pero por suerte mis palabras los calmaron y
se fueron esepto un zubat que parecia que me había agarrado cariño.
Seguimos
el camino buscando a nitta mientras hablaba con zubat- hey acercate más
no hay por que tener miedo de mi jaja - saque un súper ball y se la
mostré si quieres puedes unirte a equipo todo Pokémon es bienvenido -.
/compresión+Afinidad/ [dice]0[/dice]
Fue
mas rápido de lo que pensé atravesar el camino al llegar nos
encontramos con Nitta y parecía que la cantidad de gente también le
afectaba yo estaba apunto de desmallarme en eso note que la catedral y
parece que se preparan para algo me pregunto si será el momento oportuno
para ir.
Así
que eso era, Maxwell queria venir a un centro pokemon a intercambiar
uno de sus pokemon, no puedo decir que me agrade esa actitud ni forma de
pensar, tratar a los pokemon como objetos y bienes de cambio...
Karen
me sacó de mis pensamientos intentando hablar de nuevo, explicando su
relación con Ian y que queria saber más de la situación, no sabia si era
lo correcto, y el doc estaba ocupado en sus asuntos, hablaria de eso
luego, pero ahora sentia que la chica merecia una explicación.
-estás segura?, si te cuento creo que te vas a meter en más problemas de los que ya tenés.- Le dije a la chica, pero su respuesta fue positiva, queria conocer la historia. -Bien, supongo que queres que te cuente todo, busquemos donde sentarnos y arranco desde el principio.-
Momentos despues, ya fuera del pasillo principal del hall, comencé a explicar...
-Bueno,
supongo que deberia arrancar de cero, primero, me llamo Ibaraki,
conocimos a Ian unos días antes de llegar a Lumiose, en realidad, todos
nos conocimos ese día. La verdad era un día de mierda, lluvia, un micro
hecho pelota, y nos atacaron unos ladrones, tranqui.- Comencé a explicar, aunque me di cuenta de algo -Ah,
avisame de las partes que ya te contó Ian, así continuo, en fin, luego
de eso, no nos quedó otra que ir con los que secuestraron el micro hasta
su base en el bosque, no estaba tan mal, vi lugares peores la verdad,
en fin, pasamos la noche ahí y sobrevivimos, al día siguiente, hablamos
con la hija mayor del lider de la banda, una chica muy dulce, la verdad
no parecia pertenecer a ese lugar... En fin, nos pidió ayuda, queria que
hablaramos con un amigo de ella en Lavarre, ehhh, Jaime Gautier, un
chico de familia rica, como sea, creo que en general aceptamos para
poder irnos con el culo intacto.- Continué omitiendo algunos detalles que no importaban ahora.
-Caminamos
por la ruta para ir a Lavarre, ahí ibamos a ver a Jaime, nos atacaron
unos Pawniard, casi nos ahogamos en un río, plagado de Basculin, nada
del otro mundo. Llegamos a Lavarre, encontramos a Jaime y nos contrató
para hacer un trabajo...-Hasta ahora solo habia contado el
principio, dudé en seguir, dado que a si seguia podia poner a Karen en
riesgo de saber demaciado.
La chica parecia que esperaba que yo siguiera contando, eso temia... -Bien,
aca es donde se pone feo. Jaime queria que encontraramos a una amiga
suya, nos dijo que la lider del gimnacio de Lavarre sabia algo, fuimos
al gimnacio, fue algo... duro, pasaron cosas feas...- Continué, comenzando a sentir un nudo en la garganta.
-Cuando
por fin llegamos con la lider, nos explicó algunas cosas, y nos dijo
que vinieramos a hablar con un hombre de aca, de Lumiose, pero bueno,
hay gente que no quiere que encontremos a esta chica, la noche que te
conocimos fue despues de conseguir más información y nos persegui...-
Me interrumpí al notar los televisores, los eventos de anoche podian
verse en las noticias y no pude evitar intentar ocultar mi cara al
verme en pantalla, Karen creo que se dió cuenta, posiblemente al
reconocer los disfraces y la situación.
-Eso... fue real, usaron a ese pobre nene como rehén, nos salvamos de milagro-Continué hablando más bajo -Karen,
perdón por meterte en esto, pero deberias irte, es demaciado peligroso,
creo que nosotros ya no tenemos salida, pero vos todavia podes safar,
creo que no te conté nada que te ponga en riesgo- Concluí levantandome de la silla, Baraddur se hizo a un lado, dejandome pasar.
-Oh, y preguntaste por Yannick, cierto?... Es un buen chico, algo callado, pero muy amable, tal vez demaciado para su propio bien.-Concluí, acariciando levemente la costura de la manga de mi saco.
Nitta
me contestó, pero parecía algo descompuesta. Cierto ya estábamos pasado
el medio día y sólo habíamos comido pan, y ella había hablado varias
veces de tener hambre en otros momentos, capaz no era de colgarse con
esas cosas como yo. El tipo le ofreció unos caramelos.. lo conocían?
Porque sino no les recomendaría aceptar comida de cualquier persona en
esta ciudad... Se rió ante el comentario de Nico y nos dijo su nombre, Samuel;
no parecía especialmente desconfiable. Mirándolo bien, noté la remera,
me pregunto si es de Santalune también. Le diría que deje el trabajo y
se mude, la vez que volví a ese pueblo me había dado una sensación rara.
Pero bueno, yo siempre encontraba problemas con cada lugar. O me los
hacía.
-Está bien, mejor busquemos un lugar donde te puedas sentar.- le
dije a la chica luego de escuchar las campanadas de la Catedral. Viendo
la gente amontonada a la entrada, me imaginé cómo estaría por adentro.
No iba a ayudar la situación de Nitta y nos iba a costar más encontrar
al.. Guardador. Consideré esa última parte ante la presencia del
muchacho. -Podemos esperar un rato antes de seguir.-
Sin
embargo ella le preguntó si nos podía guiar hasta la Catedral.
Estaremos mejor ubicados pero es verdad que sería más inteligente no
volver a pasar por lo de recién, espero que no cuestione demasiado qué
hace un grupo como el nuestro yendo ahí.
Miré alrededor, entre todo el tumulto de la avenida, tratando de distinguir algo más.
El
resto del grupo se acerco a nosotros, no pude evitar notar como un
murciélago seguía feliz a mint, sinceramente a estas alturas prefiero no
preguntar cómo carajo paso eso, suficiente había tenido con la miradas
de amenaza de los Murkrows, aun que realmente no me importaba, tengo más
de donde vino eso. Mientras tanto el muchacho se presentó ante
nosotros, por lo visto no era el único que había notado lo pálido que
era ya que Nico lo había llamado también vampiro. Samuel se acercó a la
hippie y le ofreció unos caramelos, estaba por declinar su oferta cuando
ya ella se los había comido, esta mujer va a matar sola y no quiero
quejas cuando suceda.
Hippie había preguntado a nuestro extraño
amigo acerca de si podía llevarnos a la catedral cuando el sonido de las
campanadas nos alerto donde estaba, mire hacia todos lados tratando de
encontrar algo más pero fue completamente inútil. -Hippie, no creo que sea necesario molestarlo, el sonido ya nos guio.-
Dije mientras le señalaba el edificio, realmente no tengo ganas de que
otro extraño nos acompañe, tenemos algo que hacer y entre menos personas
nos involucremos mejor.
-No sé ustedes pero a mi me gustaría entrar cuando estemos todos juntos, digo como para poder apreciar el arte entre todos.- Mentí mientras tomaba el pokegear y llamaba al doc para decirle que habíamos llegado a la catedral.