Algunos
caminaron por el fango, otros se rindieron a mitad del camino y
subieron al autobus que aun era arrastrado por las lianas. Thernadier
tarareaba una cancion, parado en el techo de la parte delantera del
autobus. Paso cerca de una hora cuando notaron que ya no se encontraban
en la Ruta 15 por la cual normalmente pasaba el autobus, sino que se
habian metido en camino rural. Las ramas golpeaban las ventanas del
autobus mientras este avanzaba, haciendo que todos los que iban a pie
junto el vehiculo tuvieran que entrar. En el interior, se encontraban todos los pasajeros. el chofer aun inconciente y las dos chicas que eran las hijas de Thenardier.
-No se preocupen, solo esta dormido.-
Dijo la mas pequeña jugando a decorar su bigote con algunas hojas. La
mas grande seguia mirando al piso sentada en un asiento individual, sin
emitir comentario.
Los pasajeros se habian presentado en su
mayoria, salvo algunos que aun seguian atendiendo a sus Pokemon o sus
heridas y no prestaron atencion al hacerlo, mientras que el muchacho de
ropa gris y verde habia observado los alrededores mientras sus ojos
habian emitido un resplandor espectral por un segundo. El muchacho vio
alrededor como si estuvierta rodeado de gente, hasta que el resplandor
desaparecio, dejandolo palido.
-Okey...eso fue raro.- Dijo el muchacho del gorro mientras se acomodaba en un asiento y miraba con desconfianza a las chicas.- Alguien las reviso a ver si no tienen armas? Ah, por cierto, me llamo Ian...Mucho gusto!. Dijo guiñando el ojo.
Kalos - Ruta 16 - Mélancolie Path
Pasaron
solo unos minutos mas hasta que comenzaron a escuchar musica a lo
lejos, a los pocos minutos la musica se acompaño con risotadas, gritos y
a lo lejos, una luz anaranjada entre los arboles. Las chicas se
pusieron de pie y miraron a los demas pasajeros, la mas pequeña parecia
muy feliz, mientras que Epiphone, la mayor, seguia mirando al piso.
Entre los arboles, se vio finalmente un claro entre los arboles
retorcidos del pantano una contruccion de madera. Tenia tres pisos de
alto, era relativamente angosta y estaba sotenida por extrañas columnas
de madera retorcidas, dentro se veia una luz anaranjada y siluetas
moviendose de un lado al otro.
-Aqui esta, mi auberge! El nido de mis Fletchling! La base de mi empresa! .- Extramo Thenardier caminando a grandes zancadas hacia el lugar. El autobus se detuvo y la chica menor abrio la puerta.-
-Pueden bajar, no hay problema, el va a estar durmiendo al menos unas 8 horas...-
Dijo Epiphone bajando lentamente y abriendo la puerta de madera del
lugar. La musica, las risas, y el olor a alcohol golpeo el rostro de
todos los presentes.
Era una posada llena de gente de distintas
edades, el lugar si bien era lugubre estaba cargado de luz tenue, las
risotadas de la gente llenaban el ambiente. Habia dos o tres meseras de
unos cuarenta años, con los cabellos enmarañados y un escote
pronunciado, caminando entre los presentes y sirviendo cerveza y riendo.
El hombre del sombrero se saco la chaqueta al llegar y sonrio a sus
pares, con los brazos extendidos. Todos rompieron en un aplauso cuando
Thenardier llego y se acomodo en una silla cercana.
-Mis
queridos! Les presento a estos adorables y peligrosos entrenadores!
Clothilde, por favor, una ronda de cervezas y la mejor carne! -
Una mujer regordeta con el cabello atado y la piel con manchas de grasa
miro con asco al hombre del sombrero, luego entro a la cocina para salir
luego con una bandeja llena de pan, carne grasosa y algo varias jarras
de cerveza. - La hermosa Clothilde, es mi hermosa esposa, madre de mis dos hermosas princesitas!
.- Las dos chicas se sentaron en la mesa junto a su padre, la gente
seguia riendo y hablando mientras en una esquina habia unos cuantos
musicos tocando desastrozamente una guitarra y algunos instrumentos de
percución. Ian miraba en esa direccion poniendo una expresion de
espanto.
-Estan matando a esa guitarra, dios santo...-
-Ejem,
bueno...sirvanse, coman...pueden ir a descanzar en los cuartos del
tercer piso. Todos estos que ven aqui son mis empleados! Mañana tenemos
que hacer nuestras labores pero les permiti tener una buena noche de
diversion, no soy un mal jefe como veran. Lo que me lleva a...ustedes
tienen Pokemon, no? Y tambien segun vi, algunos tienen
habilidades...interesantes. La hermandad siempre tiene lugar para gente
como ustedes, pero si no les interesa, de todas maneras, la pequeña
Epiphone aqui tiene algo que decirles, verdad mi princesita?
-Padre, creo que deben estar cansados, mejor hablarles de esto mañana. Por favor, coman y descancen.- Dijo la chica aun mirando hacia el piso, timidamente.
-Sacame esa porquería de la cara.- Le gruñí al señor sombrero ante su oferta de una jarra de cerveza. -
No me vas a decir que es lo único que hay para tomar, ¿O sí? Yo quiero
un vaso de agua fresca o jugo de naranja exprimido. Hasta te podría
aceptar agua saborizada solamente porque me estoy muriendo de sed.- Me dirigí hacia la mujer detrás del contador, y traté de mostrarle una expresión amable. -Lamento la grosería de su esposo, señora. Con gusto aceptaré la comida que esté preparando.-
Epiphone
me dirigió una mirada que no logré descifrar. Tenía que admitir que su
silencio me había puesto nervioso durante todo el viaje, especialmente
comparado con la claramente jovial actitud de su hermana pequeña, ¿Qué
clase de familia...?
No, no había tiempo para preocuparse por
eso. Tenía asuntos mas importantes de los que ocuparme, cómo lo que sea
que estuviera produciendo aquel sonido que apenas no lograba hacer que
me sangrara los oídos.
-Estan matando a esa guitarra, dios santo...-
Ah,
por supuesto. No esperaba que un grupo de mercenarios supiera muy bien
cómo usar instrumentos musicales, pero aquello era simplemente
vergonzoso. Mis compañeros merecían mejor acompañamiento musical que
aquello luego de un día tan difícil, y aquellos palurdos no podrían
haber tocado el feliz cumpleaños ni con una flauta de pan. Tenía que
hacer algo al respecto.
-Che, Ian ¿Verdad?- Me acerqué al muchacho de la mochila. -Por lo que dijiste pareciera que sabés como usar una guitarra. ¿Te importaría acompañarme?-
El
joven me miró con confusión durante unos segundos, hasta que me dí
vuelta y caminé hacia el podio donde los dos músicos se encontraban.
Pude sentir los ojos de la mayoría del bar en mis espaldas. Le susurré
algo a ambos y sin esperar una respuesta le saqué las baquetas y me
senté en su asiento, haciéndolas girar en mis dedos. Le dirigí la voz al
viejo del sombrero.
-Voy a escuchar
felizmente lo que tu hija tenga que decir mañana, pero ahora tengo que
arreglar el desastroso ambiente que tenés en tu hotel, la verdad me
ofende.- Miré a Ian y hice otra seña para que se me uniera. Inmediatamente me dirigí a mi audiencia. -Está bien muchachos, ¿Qué quieren escuchar? ¿Se conocen alguna de The Koffspring?-
//Expresión+Carisma, a darle de batero nomás// [dice]0[/dice]
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Previo al antro de mala muerte ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Mientras
nos moviamos por zonas de dudosa seguridad el médico del grupo se
acercó y me ofreció un pequeño frasco con un líquido transparente,
acepté su muestra de agradecimiento y lo guardé, no creí necesitarlo de
forma inmediata, a menos que las cosas se pongan feas de nuevo.
Mientras
tanto, varios pasajeros se presentaron por nombre, supuse que debia
hacer lo mismo, este grupo no parecia desintegrarse a la mañana
siguiente. -Me llamo Ibaraki, y mi compañero, el Sandygast es Baraddur-
El viaje transcurrió sin sobresaltos hasta que llegamos a un lugar desconocido, aunque desgraciadamente familiar.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Post entrada al antro de mala muerte ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
-Sacame esa porquería de la cara.-
Gritó uno de los chicos, ironicamente, el que menos esperaria ver
rechazar alcohol, la cicatriz en la frente y el exceso de metal en las
orejas me engañó.
-Matanga- Dije
tomando la jarra que acababa de rechazar. Me disponia a tomar cuando me
di cuenta que un par de compañeros me miraban con una expresión rara. -No me miren así, no puede ser peor que el vino de damajuana con gaseosa barata del Lost Hotel- Dije, tomando un sorbo -Ok, no, es peor, mucho peor, dhyajjjjj- Concluí, dirigiendome a la barra.
En
eso pasé al lado del chico de apariencia más inofensiva del grupo, el
compañero del Tympole, ahora que lo pienso, creo que no lo escuche
hablar desde que todo este desastre inició.
-No te alejés, no confio mucho en estos tipos, de hecho, no confio nada.-Le dije acercandome a su oido para que me escuchara sin tener que gritar.
Música
horrible, bebida peor y gente aún peor, me sentia como en casa, excepto
por una sola ventaja, no era yo la que tenia que limpiar a la mañana
siguiente. Hmmm, la mañana siguiente, teniamos que pasar la noche en
este lugar, apestado de posibles ladrones y/o asesinos, supongo que
tendremos que compartir habitaciones cada dos o tres personas, tanto por
escases de las mismas como por seguridad. Supongo que tendré que
compartir con la chica que me ayudó en la pelea, la compañera del
extraño pokemon de roca, bueno, una de cal y una de arena... un minuto,
por qué de repente hay silencio?
Mis pensamientos fueron
interrumpidos por un inesperado silencio en el ambiente, dirigí la
mirada a la "banda" donde veo a dos de los chicos del autobus, Nico e
Ian creo que se llamaban, Nico tomo los palos del tipo que tocaba la
bateria intentando tomar su lugar.
-Esto se va a poner feo-
Dije para mi misma dejando mi jarra sobre la barra y mordiendo un
pedazo de pan antes de levantarme y hacer sonar mis nudillos. Resignada.
Esta
perdido escribiendo como en mi propio mundo no se en que punto nos
pusimos a caminar hacia quien sabe donde recuerso de que escucha a
algunos quejarse y subir al vehiculo o el oir una cancioncilla rara
tambien el camino se habia complicado aunque yo no le prenstaba atencion
si no fuera por kaeru guiadome costantemente creo que me perdia en un
punto me subi al vehiculo ya estaba cansado de caminar mejor dicho
estaba cansado de que kaeru me lanzara burbujas cada vez que me iba a si
cualquier lado sin darme cuenta cuanfo me di cuenta estaba en la ruta
16 me preguntaba como paso esto me desvie mucho de mi camino origina y
todo culpa de ese estraño hombre aun que tarde en notarlo habia una
chicas tambien creo si no mal escuche eran familiares de hombre de
recien la niña era un poco siniestra pero animada casi como mi hermana
cuando niña y la otra parecia un fantasma era aterradoramente nostalgico
que no queria pensar en ello pronto llegamos al una posada con musica
de tortura y gente a monton era un lugar muy animado parecia que a kaeru
le gustaba hace tienpo que no veiamos una sonrisas asi mientras traian
comida yo me fui hacia fonde estaba la chica del minior que estaba en el
colectivo y le dije un poco temeroso -gracias por lo de antes emm...
creo que deberia presentarme me llamo Mint y tu? ehh no quiero forsarte
si no quieres decirmelo esta bien- mientra esperaba respuesta al parecer
el hombre tenia algo que decir mejor dicho lo informaria su hija pero
ella marco que seria mejor mañana eso sonaba raro pero que seria talvez
deberia investigar pero solo creo que no podre y kaeru esta cansado
mejor sera descansar y ver que mos espera mañana aunque tengo que
ponerme de camino pronto espero que no sea nada raro
No
confiaba en lo más mínimo en aquel hombre, por más niñas que
aparecieran, eso era peor ¿Usar a un par de menores así? Ya la idea de
haberlas sacado fuera con este clima y en este horario era una locura.
Sin embargo, sus actitudes no eran intimidantes como la de su supuesto
padre. La menor quizá era un tanto... creepy, pero seguramente no pasaba
los ocho años e ignoraba la situación. Por el otro lado, la mayor,
exageradamente tímida, no me convenció. No quería juzgarla, pero la
situación no me daba a otra cosa. Me hubiese ido, pero los factores
estaban totalmente en mi contra. No podría pasar la noche sola con
Galahad con seguridad. Decidí ir con el resto del grupo en silencio, a
pesar de lo extraño de las circunstancias. Me gustaban las situaciones
misteriosas, pero esto... no. Entré al bus y chequeé si podía asistir en algo a los heridos. Galahad flotó hasta mi y se me pegó al cuerpo. -
La humedad te está haciendo mal -comenté con una leve risa- Descansa un
rato -concreté sacando la pokebola de mi minior y haciendo que volviera a
ella. La guardé en mi pequeño bolso. Tomé asiento, un poco lejos de
las chicas misteriosas. Las observé de la manera más disimulada posible
para chequear si no tenían algo sospechoso a la vista. Luego, volteé al
resto. -Mi nombre es Nitta Teratrel, pueden decirme como gusten -y
por lo bajo comenté- menos hippie -sonreí intentando ser simpática- Soy
un tanto mala con los nombres al principio, así que espero no se ofendan
si los llamo por algún sobrenombre -agregué apuradamente y dándome
cuenta de la ironía que había realizado.
----------------------------------------------
-Detesto este sitio
-pensé, mientras que por fuera intentaba sonreír MUY forzosamente. Me
moriría de hambre y de sed, pero no pensaba probar ningún bocado en ese
sitio ¿Qué tipo de lugar era este? ¿Una suerte de secta? No, no llegaban
a ese punto... Esperaba. El grupo se disolvió rápidamente, cada uno
tomando un lugar diferente. El olor era desagradable, la música
horrenda, y ni hablar de que podía sentir varias miradas que no iban
dirigidas exactamente a mi ropa. Me quedé estática cerca de la entrada,
apenas había podido avanzar al ver el tipo de lugar al que habíamos
ingresado. Llevé una de mis manos a acariciarme un brazo mientras
pensaba en cómo podría salir de esta. Galahad salió solo de su
pokebola, atraído por el olor a alcohol, supuse. Sí, mi minior no era
precisamente un ejemplo para la juventud. -¿Uhm? ¿Qué piensas hacer?
-él me ignoró y flotó atraído por algo hacia una esquina. Confiaba en
que no haría ninguna estupidez.
Una voz un tanto débil se
dirigió a mi y me volteé lista para propinar alguna patada, pero para mi
suerte era el chico del tympole. -¡Ahhh! -grité de la emoción-
Alguien tranquilo y normal -sostuve sus manos entre las mías y las agite
emocionada. Las solté rápidamente- Perdón, es que quiero algo de calma
-hablé en voz baja, pero cerca de él para que me escuchara- y este lugar
no me hace sentir precisamente cómoda. Soy Nitta, es un gusto. Y no es
nada, tu también ayudaste junto con tu pequeño amigo -le sonreí. -¡¡Piedra inmunda!! -escuché una voz femenina pero algo ronca a unos metros. No hacía falta explicar la cara de orto que puse al escuchar eso. Me volteé.
Galahad
se acercó flotando a mi rápidamente y detrás de él lo seguía una de
aquellas mujeres de 40 y tantos con escote pronunciado y pechos no
precisamente firmes. Mi minior hizo el bobo y se escondió detrás mío.
La mujer me miró con total desagrado y furia e intenté calmarla con un
gesto de las manos, pero ella me miraba de arriba a abajo y se quedó
mirando fíjamente mis pechos. -¡Ah! ¡La piedra prefiere la carne fresca! -¿Ah? -pregunté desconcertada. Galahad emitió alguno de sus sonidos raros en respuesta. -
¡Y encima me insultas! -al parecer la mujer había comprendido las
palabras- ¡Tienes un gusto pésimo! ¡No sabes apreciar mi belleza
natural! ¡Mis curvas! ¡Rechazaste este manjar! -¡Cállate Marisa!
-intervino un hombre a los gritos desde la barra- ¡Si en vez de melones
tienes pasas de uva! -por su tono era evidente que estaba borracho.
El hombre y la mujer comenzaron a intercambiar un par de palabras. -
Mint, Galahad -dije al darme la vuelta a mi compañía- Vámonos
leeeentaaameeente de aquí..... -con una mano en la espalda de cada uno,
los fui empujando gentilmente (pero lo más rápido que pude) hacia otro
lado, rogaba un lugar más tranquilo. En el camino, mi pokemon volteaba a mirar a cuanta mujer podía.
Antes
de emprender la marcha a la mansión sospechosa, apenas había bajado del
colectivo, las luces de éste titilaron y sentí una onda de energía
familiar. Me dí vuelta al instante y pude notar al pibe de la campera
gris y verde tapándose la cara con las manos. Era él... "un tipo
normal", huh?
El doc (Max?) me dio un frasquito y dijo era
medicina, le agradecí de nuevo. Este tipo era un genio. Traté de
recordar los nombres de todos los que se presentaron; parecía que íbamos
a pasar un tiempo más juntos.
El camino se volvió algo
dificultoso y me pareció que el ambiente no daba para entablar
conversación todavía.. Hasta que llegamos a la taberna de mala muerte
del viejo, eso es. No era del tipo de lugar que frecuentaría, pero ver
luz y gente me relajó un poco. Mucho mejor que el Lost Hotel para la
noche. Acepté una jarra de cerveza y dejé la comida, lo que menos me
faltaba era terminar descompuesto en medio de todo esto. El tal
Thenardier dijo que su hija nos iba a hacer una oferta que no podríamos
rechazar o algo así, pero al parecer se pospuso para mañana. No me iba a
quejar de eso, no quería pensar en todo este tema por ahora.
Mientras
tomaba del líquido dudoso, el Nico 1 se dirigió a la banda y se mandó
un solo de batería inesperadamente bueno. El resto del grupo parecía
haber encontrado algo que hacer también. El cambio en la atmósfera me
hizo sonreír y decidí era un buen momento para hablarle al Nico 2. O
capaz era el alcohol barato. Le di una palmadita en el hombro para
llamar su atención.
-Che, Nicolás, no? Perdón si .. creo que lo
intentaste ocultar. Eso que pasó en el autobús.- Me pasé la mano por el
cuello algo nervioso.- Uh, no te quiero incomodar pero... Lo sentí. Sos
como yo, no? Ves cosas? Digo, que no deberías poder ver... Perdón, nunca
conocí a alguien más así.- le di una sonrisa de disculpa y seguí
tomando, esperando su respuesta.
El
colectivo siguió avanzando por el bosque hasta que los demás pasajeros
tuvieron que entrar, en ese momento decidí volver a mi asiento original.
Avanzamos unos metros en la oscuridad hasta que comenzaron a escucharse
ruidos extraños, por suerte, estos venían del mundo de los vivos, ya
había tenido mucha interacción con muertos por una noche, aunque debo
decir que fue revelador en algunos sentidos.
Thenardier presentó
con entusiasmo su guarida, una especie de bar de mala muerte hecho de
maderas y con un pésimo gusto músical. No puedo creer que voy a tener
que entrar ahí, por lo menos antes me pagaban por entrar a lugares
turbios, el universo nunca va a estar de mi lado, nunca.
------------------------------------------------- Turno de Araña -------------------------------------------------
-Oh, asi que vos también? Nunca lo habría imaginado.-
Pregunté mirando chico de la espada, por lo visto nuestro amigo de
gabardina no era el único que había notado lo que podía hacer. Tomé una
jarra de cerveza de una de las meseras, con solo un sorbo pude darme
cuenta de lo mala calidad del alcohol. Con mi otra mano le indique al
muchacho que me siguiera.-Veni, prefiero hablar más lejos.-
Comenzamos
a caminar entre los borrachos, esquivando a las meseras y los
borrachos, por suerte uno de los pasajeros se había subido al escenario a
tocar así que pasábamos desapercibidos. Logramos llegar hasta la
muchacha rubia, la patova, que miraba con desconfianza hacia el
escenario frotándose los nudillos.
-Yo que vos miraría para el otro lado- le comenté mientras me sentaba en la barra, la chica me miro como diciendo “¿Qué carajo estás diciendo?”, tomando otro sorbo le señale la escena que estaba causando la hippie con el chico del renacuajo. -Hippie resulto ser más Hard punk de lo que pensé.-
-Perdón, casi me había olvidado de vos.- le dije al chico que me había seguido, culpo al alcohol y la noche. –Vengo de Ecruteak City, allá todos siempre creen ver algo, pero no todos realmente puede.- Yan, yanniick, ni idea su nombre, me miro asintiendo, no sé sí realmente entendió a lo que me refería.
-Quédate cerca, el buen Líder, es cualquier cosa menos normal- Tome otro sorbo de mi bebida mientras miraba fijamente a nuestro borracho anfitrión.- Además vas a ser mi Roomie, dudo que este lugar tenga cuartos individuales para todos.- Si voy a compartir cuarto que sea con alguien que por lo menos puede bancarse una pelea mejor que yo.
Volví
a tomar otro sorbo de mi jarra, definitivamente no iba a mejorar el
sabor ni con todas las ganas de mundo, realmente no me importa lo que el
tipo tenga para proponernos, yo solo quiero ir a Laverre City.
El
olor a alcohol y humedad no se hizo esperar al entrar a la casona del
caballero, una esencia que conocía muy bien. Si uno no tiene un peso
cuando estudia la ultima que te queda es recurrir a esos antros que te
sirven esa comida casera de dudosa procedencia, o fideos, muchos fideos.
Pero si les soy sincero es la comida más sabrosa que podés encontrar, o
capaz yo estaba muerto de hambre por eso los filetes grasosos se veían
tan apetitosos. Libere a Salem que se desparramó sobre mi hombro como
hacía siempre.
-¿Un café con leche sería posible?- le dije a una de las mozas que se me rió y me puso una cerveza y un cacho de carne enfrente.
-Sacame esa porquería de la cara.- escuche a nico decir.
Mi conciencia comenzó a hablarme.
“¡Es veneno hagas lo que hagas no te la comas...!
**Come la carne**
“¡Bien ya estas comiendo no te la termines..”
*El plato ya estaba vacío**
“Bien ya te la acabaste, pero no pidas…”
-¡Más por favor!- dije con ganas, el hambre me podía hacían horas que no comía nada.
-Si muero mas vale podría morir con la panza llena- dije mientras me llenaba de carne la boca.
Salem me pateaba el hombro.
-Tranquilo, tranquilo, come un cachito- le dije mientras le cortaba unos pedacitos y se lo daba.
La
cerveza no era tan buena, pero era mejor que la de mi época de
estudiante que como solo buscábamos ponernos en pedo tomábamos cualquier
mierda.
Cuando iba por el tercer vaso ya no entendía nada y en eso un solo de batería empezó a sonar ¿creo?
Vi el sombrero del que creo que era Thenardier entre la gente y me acerque hasta y lo tome del abrigo.
-Vos y yo... una mesa ahora vamos a pulsear *Hic Hic*
-Sabes...tenes nombre de marca de guitarras.
- Dijo Ian a la hija mayor de Thenardier cuando tomo la segunda jarra
de cerveza de un solo trago. El muchacho de la cicatriz se habia
acercado hacia donde estaban los musicos, y sorpendentemente estaba
tocando una bateria de manera bastante decente. - Gregory, creo que voy a necesitar amplificador.
- El pequeño Whisbur habia salido de la Pokebola y acompaño a su dueño,
quien llevado por el alcohol, le arrebato la guitarra a uno de los
musicos, que miraron de mala gana mientras el muchacho comenzo a hacer
varios acordes.
La musica lentamente fue mejorando aunque los
antiguos pasajeros del autobus no parecian notarlo ya que estaban en sus
propios asuntos, mientras la gente de la posada se paseaba de un lugar
al otro desperdigando dinero y silbandole a las mozas que pasaban con
bandejas cargadas de una mesa a la otra. Yannick y el muchacho al que
le habian brillado los ojos estaban enfrascados en una conversacion
mientras el ultimo parecia haber empezado a prestarle mas atencion a la
bebida que a otra cosa. La chica de cabello castaño y el muchacho de
cabello verde se habian puesto a conversar pero la entrenadora tenia que
distraerse cada dos segundos para evitar que su Minior se pierda entre
las mesas donde estaban jugando a las cartas, el Pokemon de roca por
algun motivo tenia fichas para apostar. Maxwell quizo retar a una
pulseada a Thenardier, quizas impulsado por el alcohol, y el dueño de la
posa miro algo desconfiado pero cuando sus manos hicieron contacto y al
minimo movimiento del joven doctor, este se tiro al piso teatralmente.
-Oh valgame, la fuerza sobrehumana de este muchacho me derroto!!.- Exclamo y todos los presentes de la posada estallaron en risas, que desembocaron en mas brindis y risotadas.
Ian
habia comenzado a tocar una cancion e inesperadamente comenzo tambien a
cantar , mientras su Whisbur ayudaba a amplificar su voz a falta de
equipos, la gente parecia encantada y los musicos anteriores miraban a
los dos muchachos de mala manera y murmuraban entre ellos. Pasadas unas
horas e impulsado por la bebida Ian ya habia perdido toda la poca
timidez que tenia y habia dedicado 2 canciones a Epiphone, una a
Yannick, otra a la chica rubia, 2 al Minior y otra a un muchacho de
gafas junto a la barra. Finalmente, cuando la multitud rompio en un
aplauso y vitores a los dos musicos.
La posada quedo en silencio
las horas posteriores, Thenardier indico donde estaban las habitaciones
mientras estaba tumbado bajo una mesa abrazado a un barril vacio de
cerveza. La mujer regordeta que era la esposa del posadero los acompaño a
los cuartos del 3er piso, el lugar estaba casi desierto en ese lugar,
los cuartos tenian dos camas o tres en algunos casos, y una pequeña y
sucia ventana. La mujer les dio unas sabanas algo humedas y se fue a su
cuarto a dormir tambien. Pese a todo, los jovenes durmieron
relativamente bien, quizas ayudados por el cansancio de una noche tan
agitada.
Los primeros en despertar vieron como los rayos del sol
se filtraban por las maderas de la precaria posada. La humedad de la
noche anterior habia hecho que la temperatura aumentara drasticamente,
eso ayudado a la poca ventilacion de las habitaciones. Uno a uno, los
jovenes se fueron levantando e iban bajando a la parte inferior de la
posada luego de una corta estadia en los baños, donde el agua salia
helada y en muy pocas cantidades. En la parte inferior, las mesas
estaban aun sucias y con jarras y vasos a medio tomar tirados por todos
lados. Epiphone barria esquivando a los borrachos que habian quedado
tirados de la noche anterior, mientras que su hermana menor picaba a
algunos con un tenedor.
-Oh...despertaron!.- Dijo la chica y rapidamente acerco unas sillas a una mesa larga donde se fueron sentando uno a uno. - Por favor, tomen asiento...eh...no hay mucho de desayunar pero si quieren puedo traer algo de Pan...Padre no creo que despierte hasta a tarde, asi que les...eh...-
La hermana menor de la chica comenzo a dar saltos sobre la mesa, el
muchacho rubio del gorro tenia marcadas ojeras y una clara resaca que
empeoraba con cada salto.
-Voy a vomitar. - Dijo calmadamente.
-Oh..eh...valgame.
En fin...queria hablarles sobre lo que padre iba a proponerles...veran,
el trabaja con las rutas y con esta gente que vive en la
posada...son...eh...su banda, digamos. No son mala gente, solo no
conocen otra forma de vida, por favor, no los juzguen. -- Suzurro mientras miraba a los borrachos del piso con tristeza.- Mi
padre tiene previsto un trabajo, hay un joven de Laverre que esta
desesperado buscando a alguien. Una chica, una chica que desaparecio y
el quiere buscarla. Padre quiere que su banda lo ayude a buscarla, pero
yo...yo preferiria que no. Es un buen chico y necesita ayuda real y no
que lo...estafen. Por eso cuando los vi luchando en el autobus se me
ocurrio que quizas, si ustedes hablaran con padre y le dijeran que se
harian cargo del trabajo...
-Con gusto aceptaré el trabajo si la alternativa es que estos matones sin gusto estafen a...-
-Creo que estoy viendo cosas, hay un duende saltando encima de la mesa.- Habló Ian de la nada, su aliento apestado en alcohol.
-Ugh...sigo esperando la botella de agua, por cierto. Estoy seguro que les vendría bien a la mayoría de mis compañeros.- Me sujeté la nariz con los dedos. -
Cómo sea, si realmente tenemos que ayudar a un pobre joven que busca a
su amiga no puedo decir que no. Suena cómo una buena oportunidad para
explorar la ciudad y ganar un poco de plata fácil.- Me giré hacia Epiphone. -Ustedes... pagan con dinero, ¿No? ¿O usan alcohol para eso también?-
Mientras
esperaba la respuesta del resto, no pude evitar seguir observando a
ambas jóvenes, y sus claramente distintas actitudes a su situación
familiar. Epiphone parecía ser... una buena persona, mucho más de lo que
hubiera imaginado con un padre tan negligente. ¿Acaso vivía allí contra
so voluntad? O quizá no tenía ningún otro lugar donde ir. Atrapada en
un lugar en el que claramente no pertenecía, sus pies atados por una
cadena que seguramente creía era lealtad a su familia. Me gustaría haber
dicho algo entonces, algo que pudiera ayudarla o darle confianza para
no seguir con tal grupo desquiciado de gente, pero no pude juntar el
valor para hacerlo. Esa no era mi batalla.
Me levanté de la mesa y
me dirigí al medio de la habitación. Lup me siguió desde el piso, sin
molestarse en esquivar los borrachos inconscientes en el suelo y
simplemente pisándolos al caminar. El pequeño Pokemon de fuego se
encontraba inusualmente activa aquella mañana, y sabía exactamente
porqué.
---------------------------------------------- //Flashback a anoche en la habitación del hotel//
-Lup, escuchame.- El joven trató de llamar la atención de su propio Pokemon, la cual estaba cayéndose dormida. -Tengo que enseñarte algo.-
El Torchic bufó ante la sugerencia, cerrando los ojos y desviando su mirada.
-...Algo que te va a ayudar a quemar cosas. Mejor de lo que ya lo haces.- Aclaró.
Lup abrió los ojos como platos, y se puso de pie cómo si su cansancio se hubiera evaporado. Nico sonrió.
-Genial, prestá atención entonces.- El joven sacó de su bolsillo un paquete cuadrado con un DVD rojo dentro. -
Espero que el reproductor siga funcionando. Juzgando por el disco que
saqué de adentro, "PokeCenter Nurses 1980", hace rato que no lo usan.-
//Fin Flashback//
---------------------------------------------- -¡Che, viejo!- Grité hacia el techo, haciendo que algunos de los borrachos a mi alrededor se estremecieran. -¡Donde sea que estés, dejanos el trabajo de la chica perdida a nosotros!-
//Carisma+Empatía de gritón// [dice]0[/dice]
Epiphone
me miró con una expresión cómo si hubiera hecho algo estúpido. Ah...
supongo que podría haberle preguntado en qué habitación se encontraba su
padre. Oh bueno, demasiado tarde para eso.
-También deberíamos asegurarnos de que el chofer siga vivo.- Mencionó uno de mis compañeros.
Salí
de mi habitación junto con el otro chico fantasma, en otros momentos
habría seguido durmiendo pero el calor y olor a humedad no me lo
permitían. Bajamos por las escaleras hacia el salón, ni siquiera me
moleste en terminar de vestirme, tenia mi capucha puesta sosteniendo la
campera y mis guantes en los bolsillos.
-Esto sigue tan feo como ayer.- le
comenté a Yannick mientras caminaba entre los borrachos, en el camino
tome un par de lentes de sol que habían quedado sobre una de las mesas,
vaya a saber Arceus qué fue de la vida de su dueño.
Las hijas de
Terralgo nos estaban esperando. La mayor me caía relativamente bien, no
recibiría un balazo por ella pero tampoco me causa rechazo, la otra,
bueno. Creo que pediría un balazo a pasar tiempo con ella. Voy a
presentar una queja a los servicios sociales de esta región, en qué
carajo gastan los impuestos?
En la mesa ya estaba el chico rubio
con una cara de destrucción total –Esta vivo o yo estoy viendo cosas de
nuevo?- Le pregunté a rizos mientras miraba mis ojos en el reflejo de
los vidrios oscuros, este me afirmo con la cabeza. Me puse los lentes
mientras me sentaba en una de las sillas, con mi cabeza apoyada mis
manos, por suerte no tenia resaca pero el lugar en sí no me gustaba.
Epiphone
comenzó a explicarnos cuales eran las intenciones, bueno o eso
intentaba mientras su hermana saltaba en la mesa como loca e Ian moría.
Básicamente nos pedía que ayudáramos a un chico en Lavarre a encontrar a
una chica porque los miembros de la banda son muy corruptos para
hacerlo, soy capaz de traérsela en mi espalda si eso me saca de acá.
-Si vamos a esperar a que tu padre despierte, podríamos ir afuera a buscar algunos amigos.-
Dije mientras me acomodaba mi ropa y calzaba los guantes. No termine de
prepararme que el chico de azul había comenzado a gritarle al viejo. –O podemos hacer eso también.- me volví a acomodar como antes.
Mi mirada se detuvo chico del whisbur, cada vez estaba más pálido, claramente en cualquier momento comenzaba a vomitar.-Te acepto que me traigas pan y un balde para nuestro amigo con resaca.- me dirigí a la adolecente mientras Ian hacia ruidos de quejas. –Rubio si te vas a morir por lo menos hacelo en el piso.-
Desperté
en la habitación justo despues de que se cerraba la puerta, me levanté
de la cama solo para notar que mi piel estaba pegajosa y mi aroma
corporal no era particularmente agradable, bueno, una lucha en lodo y
una noche de joda con cerveza de cuarta no hacian maravillas en ese
departamento. Me incorporé y estaba a punto de sacarme mi remera cuando
una extraña corazonada me dijo que era mala idea. Miré a mis alrededores
pero no encontré ninguna piedra flotante a la vista, no estaba segura
si eso era buena o mala señal. Mientras tanto Baraddur salió de su
pokeball, el descanzo parece haberle sentado bien.
-Hola compañero-Lo saludé como siempre, aliviada de que estubiera bien, su respuesta fue su clásica sacudida mañanera y un gesto de respuesta.
Salí
de la habitación seguida por el Sandygast, con el cual nos encontramos
con una escena, desgraciadamente familiar, un bar despues de una noche
de joda fuerte. Me preguntaba a quien le tocaria intentar limpiar ese
desastre cuando ví a la chica de saludable bronceado intentando barrer
silenciosamente hasta que se percató de que varios habiamos despertado.
No pude evitar sentir un poco de lástima por ella, despues de todo hace
no mucho tiempo ese habia sido mi puesto en otro lugar debatiblemente
más desagradable.
Hice una seña con mi mano extendida, palma
hacia abajo y el dedo incide de la otra tocando la palma, expresando que
queria que esperara un momento, y me dirigí al baño, donde me encontré
con la otra chica del grupo, Nitta, con quien intercambié un sáludo
rápido al pasar a su lado.
Entré al baño y cerré la puerta, solo
para abrirla nuevamente a los 3 segundos y lanzar por la misma a
Galahad, ese chico me ponia nerviosa a veces, cerré nuevamente la puerta
y me disponia a darme un baño hasta que vi que bien podria pedirle a un
Lapras que me lanzara un blizzard en la cara antes que usar esa ducha,
bueno, una toalla mojada tendria que ser suficiente.
Minutos
despues salí del baño y bajé las escaleras, Baraddur me esperaba como
siempre y comenzó a decantar por las escaleras como arena de un reloj
hasta que toda su masa llegó a la planta baja, este muchacho era un
pachorriento de los mejores.
La chica local, Epiphone, comenzó a
acomodar unas sillas para que el grupo se sentara, en el camino tomé un
trapo que estaba sobre la barra mientras Baraddur pasó por detras de la
misma y me dispuse a limpiar un poco la mesa que ibamos a usar, el trapo
estaba casi tan mugriento como la propia mesa, pero quiero pensar que
no la repasé en vano. Epiphone miraba como si no entendiera la situación
y comenzó a hablar pidiendo que nos acomodaramos, mientras su hermana,
la cual no recuerdo haber escuchado su nombre se dispuso a bailar sobre
la mesa.
-Voy a vomitar- Dijo uno de mis compañeros al iniciar el tamborileo de madera bajo los pies de la pendeja.
-Te acepto que me traigas pan y un balde para nuestro amigo con resaca.- Dijo uno de los chicos raros. A lo que me limité a decirle -Ahí viene-
mientras Baraddur volvia con un balde sobre lo que seria su cabeza, la
cual habia moldeado levemente para que este último no se tambaleara. Al
pasar el Sandygast se posó sobre un charco al lado de un borracho y su
arena absorvió parte del líquido -Espero que eso sea cerveza, porque te vas a tener que bañar vos solo-
Le dije mientras dejaba el balde entre el cantante rubio y yo, al cual
me limité a tocarle el hombro con el dedo y señalarle el balde a sus
pies -Creanme que no es fácil bañar un monton de arena viviente- Aclaré a los otros chicos que me miraban como si no me reconocieran.
Epiphone
pasó a contarnos la situación, esperando que trabajaramos para su
padre, debo admitir que fue inesperado viniendo de alguien con su
aparente carácter sumiso, parte del grupo parecia dispuesto a aceptar,
aunque no gratis, obviamente, yo me sumaba a la espera de una
remuneración por un trabajo como ese, el cual también estaba dispuesta a
aceptar.
Uno de los muchachos estaba por sugerir ir a buscar
amigos afuera, otra oferta tentadora, no estabamos muy lejos del lugar
donde yo vivia, con un poco de suerte tal vez me encontraba con algún
amigo, aunque con mala suerte podria encontrarme con algún idiota con
los que solia convivir. Me disponia a responder cuando un grito retumbó
por la zona.
-------------------------------------------------------------------------------------------- El
sentido común implica que compartí habitación con Limonera, pero no
queria darlo por hecho, te dejo la “charla de chicas” para el flashback a
vos. Estoy disponible por MP si queres consultar. Y sí, no podia dejar un plot devise como Galahad intacto.
Yuki
-> planilla -> inventario -> plz. Ah, y capaz te pido que me
dejes hacer un pequeño retoque al background. No me salió el plan
original.
Me
desperté sintiéndome casi sofocado por el calor y la humedad; había
dormido en peores lugares pero esa combinación me ponía algo
claustrofóbico. Salí a lavarme la cara al baño (el agua helada fue
bienvenida) y cuando volví mi roomie ya estaba levantado, esperando para
que bajemos. Me até la campera a la cintura, tomé mi bolso y lo seguí.
La
mayor de las hijas de nuestro querido anfitrión estaba limpiando y
rápidamente nos armó una mesa y nos contó su proposición. Ahora que
estaba menos hecho bosta me preocupaba lo nerviosa e incómoda que
actuaba, este no era lugar para estas nenas. No me extraña que no confíe
en la los asociados de su viejo. Los dos Nicos parecían dispuestos a
aceptar. "Dejanos el trabajo de la chica perdida a nosotros".
-
Ehh no sé. Yo tengo tipo, un laburo ya. Si es que no me echan por faltar
hoy.- Hice una pausa considerando eso. -...De cuánta plata estaríamos
hablando más o menos?- No me gustaba ser un interesado pero ey, de algún
modo hay que vivir. Capaz podía hacerme un tiempo si valía la pena.
–Rubio si te vas a morir por lo menos hacelo en el piso.- Dijo mi compañero al chico del gorro.
-
No seas así. Hay que cuidar a la mitad de la banda sonora.- Me reí y
volteé a hablare a Ian. -Te cebaste un poco anoche, che. Podemos hacer
algo? Además de..- miré a la niña en la mesa y después a su hermana. -No
le podés decir que pare antes que él te complique más la limpieza, no?-
Le pregunté a ésta lo más amable que me salió.
No
pude pasar una buena noche. Si bien compartía habitación con la chica
rubia, Ibaraki, el lugar no me daba confianza en lo más mínimo. Galahad
permaneció despierto para hacer guardia (él suele ser más activo en la
noche que en la mañana, así que no le molestaba realmente), pero aún
así, mi instinto de supervivencia me hacía despertarme una vez por hora
mas o menos. En el baño pude percatarme que tenía unas ojeras
notables, poco más y parecía que yo también había pasado la noche
tomando, cosa que no había sido así, porque solo me limité a comer
alguna baya que estaba segura no era venenosa y que de casualidad
encontré en una de las barras. Cada tanto mi estómago hacía ruido,
quejándose. No quería esperar más a salir y llegar a la próxima ciudad a
descansar apropiadamente.
Me dispuse a lavarme el rostro para
intentar despertarme. El agua estaba tan fría que algo de efecto hizo.
La puerta se abrió, y por ella entró Ibaraki. -Buenos días
-intercambiamos saludos brevemente. Me percaté que estaba por ingresar a
una de las duchas y me di vuelta rápidamente, alarmada, pero no fui tan
rápida como ella y Galahad salió lanzado del cubículo- Qué... fuerza...
-comenté en un susurro impresionada. Bueno, si podía lanzar a una roca
de 40 kilos sin problema, no tendría que preocuparme mucho de que mi
minior la molestara demasiado. Suspiré - Te pido pido disculpas en su
lugar -comenté esperando que ella me escuchara del otro lado en lo que
me secaba el rostro con la remera con la que había dormido- Durante el
día es más tranquilo -y dicho esto arrojé su pokebola a Galahad y él
entró sin imponer la menor resistencia- Ya duerme ¿no? ¡Ah! -giré a la
ducha- ¡Estaré abajo!
----------------------------------------------
-
No estoy segura de si pueda tomarlo -comenté luego de que todos mis
compañeros de autobús opinaran sobre la oferta que nos estaban
realizando. Prefería mil veces que nosotros nos encargáramos de buscar a
alguien antes que un grupo de malvivientes que quizá no moverían un
pelo, pero... -A menos que nos den suficientes detalles y... odio
decirlo, una buena paga -me reservé a comentar que necesitaba el dinero,
podría parecer más vulnerable. Quizá era una buena opción para
recolectar todo de una vez en lugar de seguir viajando junto a mi
minior. No tenía realmente el mejor equipo a mi lado, pero aún así...
-Se me dan bien las búsquedas en altura, podría hacerlo más efectivo
-cambié mi tono súbitamente- Sin embargo ¿Están realmente seguros de que
podemos colaborar entre todos? No quiero juzgarlos, pero nos conocemos
hace menos de 24 horas y no puedo confiar plenamente en ninguno.
¿Qué
tipo de miradas me entregarían? Era la verdad, no podía marchar tan
confiada con un par de personas que apenas conocía por más que algunos
no parecían tener malas intenciones, mejor dicho, no se alejaban mucho
de ser personas comunes. Y de pronto pensé ¿Era realmente una
casualidad que nosotros viajáramos en ese autobús? ¿Qué era del chofer y
porque no se había aparecido en ningún momento?
Está
noche era memorable nunca había estado en un lugar tan animado todo
estaban felices y yo igual pero no dejaba de pensar que era una perdida
de tiempo tenia cosas que hacer y ahora estaba más lejos del lugar que
quería llegar.
Cuándo nos fuimos a descansar me quedé dormido
apenas entre en la cama tal vez no era la mejor pero paso tiempo que
dormía en una que placer.
La mañana fue tranquila kaeru se quedó
dormido fuera de su pokebola creo que lo dejaré fuera de su pokebola
fuera más tiempo al parecer le gusta estar asi.
Al salir de la
habitación notaba que la mayoría no pasaron buena noche o habrían bebido
de más por suerte ninguna de esas era mi preocupación.
Al llegar al comedor parecía que apenas nos habíamos ido todo estaba bastante sucio y había muchos borrachos. Nos
sentamos en una larga mesa donde ephipone nos esplico su intención con
nosotros aún que era para ayudar a alguien no podía hacerlo ya tenia
cosas que hacer por lo que le dije un poco nervioso - lo siento pero
debo ir a lavarre city con urgencia pero si llendo veo algo veré lo que
haré pero no puedo prometerte algo cuando aún tengo otra promesa que
cumplir- me quedé sentado para ver su reacción me encantaría ayudar pero
tengo otras cosas en manos.