Ese
viejo era bastante más acrobático de lo que imaginé. Mi idea de hacerlo
caminar sobre una línea para ver que tan borracho estaba para pararse
en el techo de un autobús en el medio de una tormenta tendría que
esperar. Dejando salir un suspiro de alivio me giré hacia el muchacho de
la mochila.
-Eso salió mejor de lo que esperaba, ¿No te parece?- Sonreí. Lup dejó de esconderse bajo mi brazo y subió a mi hombro ante la casi desaparición de la lluvia.
-El Quagsire casi mató a uno.- Susurró el joven, mirando hacia abajo.
Ah,
mierda. Sabía que había desperdiciado demasiado tiempo pero no pensé
que las cosas se pondrían tan feas tan rápido. Sin pensarlo corrí hacia
aquel extremo y salté hacia abajo, extendiendo mi chal hasta que se
convirtió en un par de alas artificial. Dos de mis compañeros se
encontraban afuera del vehículo, uno de ellos cubierto en una cantidad
preocupante de barro y sangre, y el otro tratando de curarlo a lo mejor
de sus habilidades. Otro ataque se dirigía hacia ellos.
-¡Ustedes dos! ¡Atrás mío! ¡Defender!-
Las palabras no salieron de la forma que me hubiera gustado, pero
comunicaron lo suficiente. Caí frente a ambos y extendí una de las alas
de mi chal, intentando bloquear el ataque.
//Resistencia// [dice]0[/dice]
-Perdón por la demora, estaba ocupado hablando con el viejo del bastón.- Me dí vuelta hacia ellos y levanté el pulgar. -Ya no hay nada de qué preocuparse, ¡Voy a terminar esta pelea con un sólo ataque! ¡Lup, Ember!-
No
tenía idea de como lo hizo con sólo un pico, pero el pequeño Pokemon
esbozó una sonrisa llena de algo que me puso nervioso. Detrás mío el
chico con el Honedge me miró con una expresión que parecía... ¿Ofendida?
-¿Qué, tengo algo en los dientes?- Pregunté, sonriéndole.
//Ember 10(+10)+10// [dice]1[/dice]
------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Voy a asumir que lo matamos en este turno porque... sí. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Luego
de toda aquella situación nos acercamos hacia la entrada del autobús,
donde el viejo extraño había extendido la misma invitación a mis
compañeros que había extendido hacia nosotros. Fruncí el ceño nuevamente
ante el olor que salía de él.
-Heads up, ésta es la persona que estaba caminando por el techo.- Les informé a mis compañeros. El viejo me miró y sonrió. -Y
según lo que nos dijo tiene un trabajo para nosotros, aunque también
puede ser que sea responsable por lo que le pasó a las ruedas y al
conductor.-
Caminé unos pasos más, hasta que me encontraba
cara a cara con aquél hombre. Me puse las manos en los bolsillos y lo
miré fijamente, mi usual sonrisa borrada de mi rostro.
-Sin
ofender viejo, pero no nos estás dando muchas razones para que
confiemos en vos. Entre tu apariencia, tu olor, tu sonrisa, tu ebriedad,
tu sombrero...-
-Andá al punto.- Respondió éste, voz ronca.
-Vamos
a necesitar algo más que una promesa y unas palabras misteriosas. No
puedo hablar por todos pero me gustaría una explicación, y una respuesta
a por qué estás tan interesado en este vehículo.-
Luego de
decir eso me dirigí dentro del autobús y me apoyé contra la ventana
delantera, cruzándome de brazos. Escuché una voz viniendo de uno de mis
compañeros.
-Tu acento suena diferente.-
-No sé de qué estás hablando.- Respondí, sacando un choripán de mi bolsillo y llevándomelo a la boca.
El
bicho en el lodo resistió el golpe sin problema y por un segundo quise
largarme a llorar. La puta, no había servido de nada bancarme esos
ataques, me iba a cagar matando una babosa con patas y nunca iba a poder resolver lo de—
La
frustración no me dejó notar hasta último momento la mano en mi espalda.
El médico estaba haciendo... algo. Inmediatamente me sentí un poco
mejor, no como para seguir con esta pelea, pero lo suficiente para darle
una sonrisa. Además le ordenó a su gato que atacara, que embistió de
lleno contra el pokemon enemigo. Este tipo me cae bien.
-Gracias doc, te la debo!- Solté casi jovialmente. Miré al renacuajo, que parecía en las últimas. -Vamos a termina—
Un
relámpago me interrumpió y pude ver que las ruedas del autobús estaban
pinchadas con una especie de.. flechas? sobresaliendo de las cubiertas.
No lo había llegado a procesar cuando noté a una niña al lado. Reaccionó
cuando me vio mirándola y corrió hacia el bosque al lado de la ruta.
Había sido real o un...
El trueno que siguió marcó la parada de
la lluvia. Ahora se podían distinguir tres figuras arriba del techo. Una
se lanzó hacia nosotros y pareció planear un segundo mientras gritaba:
-
¡Ustedes dos! ¡Atrás mío! ¡Defender!- El tipo del pelo loco recibió un
golpe proveniente del pokemon de barro. Iba a agradecerle cuando le
ordenó a su pájaro que.. usara Ember... contra él... Lo miré
desconcertado. -¿Qué, tengo algo en los dientes?- Me sonrió. Lo que
cuenta es la intención, supongo.
Otra de las figuras cayó del
techo con una gracia casi inhumana: un tipo de sombrero alto, gabardina y
bastón. Ok, capaz tengo una concusión. Creo que dijo algo sobre tragos,
o lo imaginé por el olor que largaba.
-Nada más quiero salir de
acá.- Dije derrotado. Ya no entendía nada y estaba muy cansado para lo
que sea que estuviera pasando. -Un trago no suena nada mal ahora mismo.-
Le hice un gesto a Ehre para que acabara con el bicho. No sé si sería
de este hombre y la batalla habría terminado pero no iba a tomar el
riego.
Acababa
de derribar al Skorupi del autobus, pero sabia que aun quedaba un
quagsire afuera y uno de los pasajeros seguia enfrentandolo, salí en la
misma dirección que el médico del Skitty con intención de ayudarlos y ví
a otro de los pasajeros saltar desde el techo del autobus para
interceptar el ataque enemigo, me acerqué al quagsire comenzando a
sentir el dolor del combate, mis heridas si bien no eran graves eran
varias y dolorosas, y el agua helada y barro no eran precisamente
agradables sobre mi piel. Cuando llegué hasta el quagsire pude verlo
con más claridad, no estaba en mejores condiciones que yo, golpeado y
agotado. Sin decir palabra alguna di mi golpe final del combate con el puño cerrado.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------- Intersercción de turno con Araña. -----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Respiré
hondo, estaba cansada, por algo las batallas pokemon son entre pokemon.
En eso, el chico parapente nos presenta a un individuo bastante
particular... más de lo que ya eramos nosotros de base, diciendo que era
el posible responsable de todo este desastre. Me incorporé y me acerque al sujeto, mi poco buen humor esfumado hacia un tiempo, lo tomé del cuello y le dije -Si sos el responsable de esto te doy 3 segundos para que me des una buena razón para no dejarte como esos pokemon que enviaste- levantando mi puño para enfatizar mis palabras.
Parece
ser que el renacuajo había caído a merced de uno de los golpes de los
pasajeros, como les gustaba golpear a los pokemon a esta gente, pero
estábamos en una situación que sinceramente creo que hubiese hecho lo
mismo si mis dotes marciales no apestaran. Y un pibe había saltado desde
el techo del colectivo con una capa que parecían alas para bloquear el
último ataque.
-Nice, donde consigo una de esas
Una vez a salvo suspiré, por lo menos eso era
-Un problema menos
Salem
corría hacia mi o más bien una bola de barro corría hacia mi, se trepó
por mi brazo y se acurrucó en mi hombro. Lo levanté con ambos brazos y
ni la cara podía verle de la cantidad de mugre que tenia el pobre, asi
que saque un pañuelo de mi gabardina y le limpie la cara. El pokemon
lloraba desconsoladamente.
-Yo... disculpa, no sé cómo me pude olvidar, veni metete aca adentro- dije tristemente mientras lo escondía dentro de mi atuendo.
Ahora que la adrenalina de la batalla había terminado, el pobre pokemon había recordado porque odiaba el agua.
Me acerqué al joven que todavía lucía unas heridas muy visibles y respiré hondo.
//Cure minor wound// [dice]0[/dice]
El
hombre que nos había atacado ahora estaba frente a nosotros, claramente
ebrio aunque con una lucidez sospechosa. Escuche parte de su discurso.
-
Miren, confiar en una persona que ataca primero y pregunta despues no me
parece una buena idea- suspiré- pero por otro lado, ¿que otras opciones
nos quedan, darnos la vuelta y caminar nose cuantos kilometros a
lumiose? el colectivo tampoco puede andar en estas condiciones- dije
pesadamente- Dicho esto, eso no quita que usted y su grupo sean una
basura humana- dije mirando al hombre con seriedad -Voy a estar dentro,
mi pokemon odia el agua como podran ver, si alguien quiere mi ayuda ya
saben- me acomodé el sombrero.
**Entre dentro y revise el botiquin que el chofer habia revisado anteriormente por si encontraba algo útil.**
Saqué a Salem de mi abrigo y comenzé a limpiarlo.
-Disculpame, no me di cuenta- le dije mientras le limpiaba el barro.
Sinceramente
no me gustaba para nada esto 2 de nuestros pokemons están debilitados,
algunos de los pasajeros junto con el chófer están heridos y ahora,
tenemos a este tipo acá proponiendo que se quiere llevar nuestro único
transporte.
El chico de azul bajó rápidamente del techo para
defender a uno de los pasajeros del ataque del último quagsire en pie,
no recordaba que esas cosas fueran tan resistentes. Luego de eso
procedió a contarnos sobre el extraño vagabundo que también había
bajado. -Por favor decime que las ruedas no están pinch…-
me detuve antes de terminar de hablar al ver como se ponía a comer un
choripan que había sacado de su bolsillo, definitivamente esto no
mejora.
-No podía intentar robar el bus de mañana? No, tenía que ser este.- Dije
al vagabundo, quizás el tipo no podría contestarme con las manos de la
chica en el cuello, ella si que tiene agallas, me recordaba las pocas
peleas de bar que había tenido que interrumpir en mi vida laboral. Si
salimos vivos de acá creo que podría pasarle un número o dos si le
interesa un trabajo para la ley.- Usted sabe cuántas leyes está rompiendo en este momento?-
-Y vos, soltalo.- le comenté a la chica rubia, quien me miró con enojo -Dudo mucho que este acá solo, por lo que sos el blanco por excelencia si le haces algo.-
Sentí una punzada de dolor en mi cabeza, toda la locura de esta movida ya comenzaba a afectarme. -Ugh, no ahora-
murmuré mientras me frotaba la sien, comencé a mirar alrededor tratando
de ver si podía detectar algo que no hayamos visto antes.-Vamos ojos,
si me van a mostrar algo que me sea útil por lo menos.-
Al
fin termino el combate mi pobre kaeru estaba cansado pero pobre del
skurupi me pregunto por que mandar un pokemon hacia contra nosotros no
creo seguro que era un pokemon salvaje asustado pero de que seria la
pregunta bueno sali del vehiculo para ver mejor la situacion externa a
kaeru le encantaba a esta lluvia lo reanimaba mucho miraba con detalle
todo el lugar pero un extraño aroma me sorprendio este provenia de un
viejo muy espelusnate yo me aleje un poco de el para evitar sorpresas
pero escuchaba lo que decia con atencion
Parecía
que la tormenta estaba deteniéndose, en todo sentido. Ya no teníamos
ningún pokemon atacándonos y la lluvia parecía bajar en intensidad, más
allá de algún relámpago casual. Si bien el ataque de Galahad no había
sido tan efectivo, mi plan había dado resultado y el skorupi había
caído. Pobre criatura... ¿Estaba siendo forzado a atacarnos o él por
cuenta propia deseo hacerlo? Ya me sentía mal por haberle golpeado a un
quagsire en la cara... (mi mente prefería repetirse repetidas veces que
ese bicho estaba constituido de gelatina o algo similar y realmente no
le había dolido, pero para qué engañarse, ya no tenía 8 años). Mi
minior había vuelto a mi lado girando sobre sí, en señal de festejo y
orgulloso del golpe que había dado. Lo acerqué hacía mí y le dí algunas
caricias donde le había pegado anteriormente, sonriendo satisfecha de
que ya no tuviéramos que pelear, o al menos eso quería pensar.
Varios de nosotros estábamos heridos. Creo que el chico del tympole y yo éramos los únicos casi ilesos.
Mientras,
me tomó de sorpresa el sujeto que cayó de pronto del autobús. Tan
pronto uno de mis compañeros empezó a explicar la situación, lo
comprendí sin problemas. No pensaba confiar en alguien que había
derribado nuestro transporte y casi matado a más de una persona ¿Sería
el dueño de las criaturas que nos habían atacado hace instantes? Me daba
menos motivos para hacerlo. Cuando la chica rubia lo agarró del
cuello, me exalté, pero me detuve en seco y me dije a mi misma que no me
metiera. No tenía intención alguna de ayudar a ese sujeto, no sería
parte de una golpiza o algo así tampoco, pero creía que no estar a la
defensiva era una de las peores opciones que podíamos tomar. -
Quédate aquí -le dije a Galahad. Me miró y giró hacia un lado. Avancé
hacia delante y salí del autobús otra vez, dejando a mi minior dentro
del mismo. No quería sacarlo de allí, pero preferí no devolverlo a su
pokebola por si llegaba a ser de utilidad nuevamente.
Había
notado en sus caras que algunos estaban asqueados estando cerca del
sujeto. Al salir del autobús y acercarme comprendí el porqué. El olor a
alcohol era casi intolerable. Mi mano fue inconscientemente hacia mi
nariz, e intenté apartarla en señal de educación, pero de verdad que no
podía hacerlo. -¿Hay forma de asegurar que esté alcoholizado?
-pregunté volteándome a ver al que parecía ser un médico- Y lo esté o no
-comencé a susurrar- no voy a seguirlo -suspiré- Prefiero pasar la
noche aquí dentro y que hagamos turnos de guardia o algo así. No hace
falta explicar en que circunstancias apareció -concluí. De pronto me
di cuenta de lo expuesta que estaba, pero había decidido intervenir de
alguna manera. Observé a cada uno de los demás pasajeros, atenta a sus
acciones.
La
tormenta se convirtió en solo una llovizna a medida que el combate
concluyo. El hombre alto de la chaqueta larga estaba parado a pocos
metros del autobús cuando la chica rubia se acerco violentamente a el y
lo agarro por el cuello mientras los demás aun estaban observando. El
hombre parecía no haberse sorprendido, pero si tambaleo un poco cuando
la chica lo agarro, haciendo que ambos pierdan el equilibrio por el
peso.
-Oh, M'moiselle, disculpe usted pero soy un hombre casado...- Dijo el hombre sonriendo y exhalando un fuerte olor a licor desde su boca directo en la cara de la chica.-
Disculpe usted la indiscreción pero...como va a hacer eso que dice?
Están algo heridos y creo que lo mejor seria que pasen la noche en un
lugar seguro y cálido! Hay mucho de que hablar, vamos vamos... Hizo
un pequeño ademan con su mano enguantada y el autobús crujió
fuertemente, los que estaban aun dentro tambalearon para no caer: el
vehículo parecía estar moviéndose.
A simple vista, parecia que
el vehiculo se estaba moviendo por cuenta propia, pero al verlo con mas
detenimiento, notaron que cerca de 20 lianas muy gruesas habian salido
de entre algunos arbustos y arboles de pantano y arrastraban el autobus
entre el fango. El muchacho rubio del gorro habia bajado del autobus de
un salto y habia caido cerca del tipo de la chaqueta justo antes de ver
las lianas.
-Hey, el chico de rizos encantadores esta herido.- Dijo señalando a Yannick y mirando seriamente hacia los arbustos.- Ah...carajo, hay mas no?.- Dijo preguntando al hombre del sombrero.-
-Somos...emh...Una hermandad! Nos llamamos Melancholy Brotherhood! No suena pretencioso verdad? Queremos honrar el hombre...-
Dijo el hombre, aun estando agarrado por la chica rubia, pero sin darle
mayor importancia.- Este autobus ahora es parte de nuestra empresa, y
solamente pretendiamos hacer eso pero visto que importune a tan
especiales niños, no me queda mas opcion que reparar sus desventuras.-
Thernadier emitió un silbido muy ruidoso y los arbustos se agitaron de
nuevo.
De entre los arbustos salieron dos personas, la primera
era una chica pequeña, la que se habia escondido hace un momento y
junto con ella salio tambien una chica de unos 16 años, de cabello largo
y castaño y tez trigueña. La chica mayor parecia mucho mas intimidada y
temerosa que la mas pequeña, que sonreia mirando como el autobus era
movido por las lianas.
-Epiphone por
favor, te molestaria escoltar a estos muchachos con nosotros? Parece que
no creen en mi palabra, pero sin duda mi dulce princesita los lograra
convencer, verdad hija mia? .- La chica mayor asintio y se acerco hasta donde estaban los jovenes.-
-Por favor, siganme! Les aseguro que no es intencion de padre lastimarlos, el es un buen hombre...- Dijo con un hilo de voz.- La hermandad vive en una gran posada en esta ruta...pueden pasar la noche. Padre vio las cosas que hacen...-- Dijo mirando al muchacho de ropa gris y verde y al medico. - Y...y seguro querra...eh,,,por favor, vengan.
-El carisma de su madre...- Dijo secandose una lagrima del ojo.
El
tipo no parecia preocupado por mi amenaza, al hablar noté que su
aliento era terrible, pero no era peor que una mañana de resaca en el
lost hotel, si habré tenido que convivir con tipos como este, estaba por
golpearlo cuando escuché ruidos provenientes del autobus, este estaba
siendo arrastrado por unas lianas enormes, y para completarlo, desde los
arbustos salieron dos chicas, probablemente entrenadoras de los pokemon
que enfrentamos y tal vez más, la situación no estaba a nuestro favor.
Dado
que nuestra situación iba de mal en peor, y algunas miradas de mis
compañeros situacionales confirmaban que era mejor soltar al sujeto con
alto grado de alcoholemia, cosa que hice sin ninguna delicadeza.
Mientras
frotaba mis hombros tratando de apaciguar el dolor que sentia miré a
las chicas misteriosas con una mirada que bien podria haber sido una
lluvia de cuchillos, la chica mayor parecia tímida desde un principio y
mi mirada no le ayudó mucho a hablar con comodidad, pero lo que más me
preocupaba era que la menor ni se inmutó, simplemente seguia sonriendo
mientras el autobus era llevado por las lianas.
-Esperá-le dije a esta última, que solo me miraba con la misma sonrisa-Hay gente y pokemon ahi dentro, dejalos salir, voy a avisarles- concluí, mis palabras no mostraban la más minima simpatia por estos tres individuos.
Subí al autobus un momento para avisarles a los que quedaron adentro lo ocurrido, mientras tomaba mis pertenencias del mismo.
Mientras
me acercaba a mi asiento y tomaba mis cosas revisé la pokeball de
Baraddur, pude ver que el pobre estaba agotado y era mi culpa por mi
negligencia en el combate, le pedí que cuidara la puerta y lo dejé ahi,
no era su culpa, hizo un trabajo excelente, fui yo la que falló como
entrenadora dejandolo a su suerte, en eso noté como los pokemon del
grupo se acercaron, el Tympole del chico silencioso se acercó a mis
pies, me aseguré de tener cuidado y no pisarlo, el Skitty del médico se
subió al asiento a mi lado e hizo un leve ruido para llamar mi atención,
creo que estaba agradecido por cubrirlo durante el combate, hice un
gesto con la cabeza hacia un costado, cosa que el pequeño gato entendió y
se subio a mi hombro. Al erguirme noté un tercer personaje a una
distancia poco saludable de mi persona, una piedra flotante que estaba
segura, si tuviera ojos visibles, estos no estaban mirando a mi
rostro... Me limité a usar un dedo para empujarlo lentamente a una
distancia más retirada.
Me disponia a bajar cuando pasé al lado
del chofer inconsciente, teniamos otro problema, dejarlo en el autobus o
llevarlo nosotros, cosa que seria dificil, supuse que era mejor dejarle
eso al médico de guardia, y muy cerca de este, el Skorupi inconciente
que golpeé, este al menos si podia cargarlo yo, posiblemente pertenecia a
una de las chicas enemigas, al menos podrian retirarlo a su pokeball,
lo levanté y acomodé en mis brazos panza arriba, el pobre habia sufrido
ya suficiente pero no pensaba arriesgarme a que me picara con su cola si
se asustaba al despertar, en esta posición le seria más dificil.
Terminado todo, bajé del autobus, preparada para seguir a regañadientes
al tipo misterioso.
Me
quedé quieto, lentamente acariciando la plumada cabeza de Lup mientras
escuchaba las palabras de las personas rodeándome. Con su cuota diaria
de peleas completada la pequeña se había quedado dormida nuevamente,
hilos de humo saliendo de su pico mientras roncaba fuertemente.
Nuestra
violenta compañera finalmente dejó ir al hombre del sombrero, y a
regañadientes pareció acceder a las peticiones de éste. No la culpaba;
¿Que opción teníamos? Estábamos atracados en el medio de una ruta
pantanosa y el sol no saldría durante varias horas. Con suerte podríamos
durar hasta el amanecer y esperar a algún otro vehículo que nos lleve a
Laverre, pero quién sabe si lograríamos sacarnos a los Pokemon salvajes
de encima durante todo ese tiempo. Seguramente Lup se deleitaría en ese
desafío, pero no había forma de que la dejara ponerse en tal peligro.
Bajé
la cabeza, dejando salir un largo suspiro. La emoción que había sentido
ante la promesa de una aventura junto a tal grupo se había evaporado
completamente al darme cuenta de que otros habían sido lastimados para
que yo disfrutara aquello. Los demás parecían igualmente decepcionados,
seguramente deliberando las opciones que tenían. Apreté los dientes con
fuerza y me puse de pie, furioso. No dejaría que ese viejo de mierda
arruine lo que podría ser algo tan maravilloso como el conocer gente tan
interesante.
-Bueno, ésto lo hace un poco más fácil.- Exclamé, voz suficientemente alta para que alcance a todos en el autobús. -
Vamos, ¿Qué razón hay para tener caras tan largas? Lo único que tenemos
que hacer es seguir al viejo, pasar la noche en un hotel y una vez que
nos despertemos, hacer lo que cada uno crea correcto.- Me encogí de hombros. -
Si notamos más acciones ilegales de parte del circo ambulante de este
tipo simplemente hay que reportarlos a la policía una vez que estemos en
Laverre. Creo que nuestra decisión es clara ahora mismo.-
Podría jurar que vi a Thenardier sonreir ante mis palabras. Frunció el ceño y le devolví la sonrisa, fulminándolo con la mirada.
-Además, si lo que acaba de pasar es prueba, diría que todos acá sabemos defendernos bastante bien, ¿No te parece, amiga?- Me dirigí hacia la joven que acababa de soltar a Thenardier, tono jovial. -Estoy seguro de que podremos encontrar una forma de poner tus nudillos a buen uso, ¡Y vos!- Me giré hacia el joven de pelo rizado.
-Nunca vi a alguien tan talentoso usando un arma de ese tipo, ¡En
momentos hasta parecía que la espada se movía sola!, sin duda estoy
rodeado de personas muy talentosas.-
Me tiré el pelo hacia atrás, y esbocé mi mejor sonrisa.
-¿Qué dicen, vamos al hotel del terror? Podría ser divertido.- Dije, tratando de esconder el nerviosismo de mi voz. -Ah, casi me olvido. Mi nombre es Nico. Nico Paladino, un placer conocerlos.-
-Hey, el chico de rizos encantadores esta herido.- Dijo el pibe del gorro. Me quedé mirando en su dirección unos segundos.
-
Pera, te referís a mí?- Pregunté tomado por sorpresa. Nadie pareció
escucharme y siguieron hablando con el hombre del sombrero. Algo acerca
de su culto y cómo claramente no teníamos mucha más opción que aceptar
su oferta.
Cuando notamos que el autobús estaba siendo movido por
unas lianas, salió la niña que había visto antes de los arbustos, ahora
acompañada por otra un poco mayor. Todos estaban mirando para ese lado
así que no eran fantasmas, al parecer, creo. Lo que nos faltaba, niños
en esta situación. La pequeña parecía estar muy contenta, al menos; la
tal Epiphone nos intentó convencer incómodamente que los siguiéramos a
su "gran posada" en esta ruta.
Intenté pensar en cualquier
construcción en la zona que pudiera pertenecer a gente tan.. turbia. A
menos que... se refirieran al Lost Hotel? Sería raro no haberlos visto,
aunque explicaría por qué no había recibido tantas lecturas como
esperado. Y entonces me acordé: mi equipo! Me di una palmada en la frente.
La
chica rubia soltó al tipo y se fue a avisarle a los que estaba todavía
adentro del autobús. Subí atrás de ella y fui a revisar mi bolso, que
encontré contra la pared opuesta a la que me había sentado. Nada parecía
roto a simple vista pero iba a tener que probar mis instrumentos, esas
sacudidas no debían haberle hecho bien. Mientras me dirigía a la puerta
escuché el discurcillo del pibe raro.
-¡Y vos! Nunca vi a alguien
tan talentoso usando un arma de ese tipo,- me felicitó -¡En momentos
hasta parecía que la espada se movía sola!, sin duda estoy rodeado de
personas muy talentosas.- Mi mirada se movió ente él y Ehre, aún
flotando a mi lado. Solté una pequeña risa, este tipo era algo, huh.
-
Es un.. pokemon. O una persona en una espada que ahora es un pokemon, en realidad. Um, gracias igual?- Hice un gesto a mi
persona cubierta en barro y moretones dirigiéndome al resto. -Yo voy a
ir con él porque tengo las mismas posibilidades de morirme si me quedo
acá. Y eh, soy Yannick. Pero me parece mejor dejar las presentaciones
para cuando estemos todos.-
Volví a salir a la llovizna, suspiré y
miré al hombre que nos había metido en esto. No me encantaba la idea de
meterme con lo que sea que manejara pero en mi estado actual no podía
ser muy selectivo.
-Si me da unas curitas y un techo, voy a estar bien.- Encogí los hombros, ya resignado. -Diga y lo sigo.-
Al
entrar me di cuenta que el pequeño escorpión descansaba de la batalla
en el suelo del colectivo, así que saque una pokebola y se la arroje. Un
pokemon mas no vendria mal después de todo
//Destreza+puntería// [dice]0[/dice]
//Dados extra?// [dice]1[/dice]
Dentro
del colectivo me senté tranquilamente y sacudí mi sombrero para sacarle
el agua. Salem ahora seco y relativamente limpio había dejado de llorar
así que se puso a pasear por el colectivo. Se acercó a la chica rubia y
jugueteo un poco con ella, sonreí.
La chica entró junto con birdman al colectivo y nos contó lo que pasó.
-
Gracias, veo que sigue vivo el hombre- dije con una sonrisa tenue
mientras veía como se sentaban y el chico comía un choripan, quería
pedirle si tenia otro para darme, pero no me pareció correcto.
Salem,
ahora seco y relativamente limpio, había dejado de llorar así que se
puso a pasear por el colectivo. Se acercó a la chica rubia y jugueteo un
poco con ella, sonreí, los pokemon encuentran felicidad en las cosas
más simples, son tan puros, a diferencia de nosotros.
-
Es hora de trabajar un poco- dije mientras abría mi maletín y sacaba mis
anteojos, un par de frascos, unas hierbas, y un pequeño mortero -los
odio, pero no veo un carajo de cerca- dije mientras me los colocaba.
Puse
las pocas hierbas que tenía en el mortero y las machaque suavemente
para hacer un pequeño jugo que pase a un matraz. Saque el pequeño corcho
de un par de frascos y los eche en el matraz con las hierbas. Revolvi
un par de veces en sentido de las agujas del reloj y el color cambió de
marrón a verde oscuro, revolví en el sentido contrario y la mezcla se
tornó de un rojo escarlata. Vertir el líquido en dos pequeños frascos y
los tape con dos corchitos. Me subí los anteojos que se resbalaban con
el agua.
-Y ahora el toque final
Respire
profundo y al exhalar mis manos brillaron y pequeños relámpagos
amarillos envolvieron las botellas. El líquido inmediatamente se volvió
más transparente y unas pequeñas ondas se crearon, ahora las pociones
brillaban con intensidad. Las guarde en mi bolsillo
El conductor
estaba bien, ademas mas no podía hacer por él, el colectivo era el
lugar más seguro. Pero ahora estaba siendo arrastrado con unas liana,
sigue siendo el lugar más seguro me dije a mi mismo.
Salimos a
la lluvia nuevamente, guarde a Salem en su pokebola para que no se
mojara neuvamente y birdman se presentó como Nico Paladino.
-Un gusto Sr. Paladino- le dije mientras le extendía la mano.
Y el chico de los rizos se presentaba como Yannick y decía que no era momento de presentaciones.
-
Maxwell Goodman o “Max” para abreviar- me presente y me dirigi al chico
de los rizos -Señor Yannick, esas heridas no van a sanar fácilmente- le
entregue una de los frascos que había preparado- No es una gran
medicina, pero algo puede ayudarte, además si me permite- le dije
mientras aplicaba nuevamente mis habilidades curativas sobre el
//cure minor wound// [dice]2[/dice]
Me dirigí a la chica rubia y le quise entregar el otro frasco que había preparado.
-
No te preocupes no es ningún veneno, gracias por tu ayuda de antes- le
dije mientras destapaba el frasco y le daba un pequeño sorbo para
demostrar que no era nocivo. Una cálida sensación se extendió por mi
cuerpo, como cuando tomas un sorbo de licor fuerte el dia que hace mucho
frío.
-Bueno supongo que tenemos que seguir a ustedes niñas,
pero tengo dos preguntas ¿cómo mueven ese colectivo y tienen café? Muero
de ganas de un café con leche. ---------------------------------------------------------------------- Uso dos habilidades pq la de cure es gratuita.
El colectivo comenzó a moverse repentinamente, por suerte estaba apoyado sobre un asiento, lo cual evitó que me cayera. –Este colectivo esta perdido verdad?- Dije
mirando al resto de mis compañeros, claramente no había nada que
nosotros pudiéramos hacer, las ruedas estaba arruinadas y no veo que
nadie pueda ser un mecánico certificado. Volví mi mirada hacia la otra
chica, la que no tiene problemas de ira. –Hippie, me parece que tu plan de pasar la noche acá se acaba de esfumar-
Al
mismo tiempo que terminaba de hablar, el hombre sucio de galera nos
invitaba a su casa en medio del bosque ¿Por qué será que eso me suena
mala idea? Ah, cierto. La última vez que hice eso termine en un hospital
por 1 mes y suspendido de mi trabajo. Debería estar corriendo en estos
momentos pero sería suicida tratar de llegar a Laverre city con mi
pokemon inconsciente.
-Melancholy Brotherhood, me pregunto si habrá registros de ellos- Murmure mientras me sentaba, el dolor de mi cabeza se estaba volviendo cada vez más fuerte, ya sabía lo que se venía.
Los
arbustos volvió a moverse, esta vez dos chicas salieron, una pequeña
que miraba sonriente como nuestro autobús era movido y otra más grande
que nos miraba con timidez. El hombre le indico a esta última que lo
ayudaba a convencernos de irnos con él, como si tuviéramos muchas
opciones.
-Padre vio las cosas que hacen...-
Dijo la chica, enseguida pude sentir su mirada clavada en mi, como
sabia? No había podido hacer nada y él estaba en el techo en ese
momento. Respire hondo y me dirigí hacia la salida del autobús pasando
al lado chofer, pobre hombre cuando se despierte. Me senté en los
escalones de la salida y subí mi capucha para cubrirme de las gotas.
Decidí quedarme en la salida, después de todo no pienso caminar en el
barro.
-Mi nombre es Nicholas, Nicholas Frost- Me presente ante mis compañeros desde mi lugar -Y soy un tipo normal- lo último casi me salió más irónico de lo que esperaba.
Las
pocas luces del vehículo comenzaron a titilar un poco, ya sabía lo que
se venía. El dolor se extinguió al mismo tiempo que quedamos a oscuras,
pude sentir rápidamente como mis ojos se iluminaban con un brillo verde.
Enseguida las luces volvieron, ocultando lo que me acababa de pasar.
-Si, normal…- dije sonriendo mientras miraba fijamente detrás de la chica de cabello largo.