El
agua caliente libero varias de mis tensiones y me dejó sumido en mis
pensamientos. Como si fuera una brisa, unas palabras a las que no había
prestado mucha atención, se deslizaron entre mis ideas: "Todos somos
descartables, Deb"... Por un instante me pregunté por qué me hicieron
tanto ruido, pero casi instantáneamente vinieron a mí mente imágenes que
me sacaron de mí duda: adultos dándome la espalda al solo verme,
almorzar solo y lejos de los otros niños, un Heatmor abandonado en las
afueras de la ciudad... Todos tenemos un valor, algo que nos hace únicos
y especiales. Inconscientemente miré a mí valija que había dejado sobre
el inodoro para que no se mojara y presté atención al amuleto
multicolor que colgaba de la manija. Hicimos muchos amigos en ese viaje,
muchos qué otros los habían considerado "descartables". A veces pienso
si mis padres eligieron la mejor región para tenerme. Mirar ese colgante
me saca de mis dudas.
Cerré la ducha y busque en el baño algo
para secarme. Al abrir la pequeña puerta de un mueble, encontré al menos
media docena de toallones y toallas. "Debbie, tenés un problema". Al
menos iba a haber para todos. Me seque, guarde la ropa sucia y me puse
limpia.
Al salir me encontré con una Epiphone casi salida de un
cuento de hadas: el vestido, el cabello, la cara de estupefacción de
Jaime... Una escena perfecta para un cuadro. Tuve que contenerme para no
sacar mis pinturas. Podía sentir como mis ojos brillaban de la emoción.
Tuve que sacudir mí cabeza para salir del hechizo que provocó esa
imagen, aunque Iba casi empujandome para entrar al baño, también ayudó.
Me acerqué a la mesa y tomé una de las camisas.
-Espero que no le moleste a nadie, pero creo que está roja es perfecta para mí. El color de la pasión...
Epiphone
se habia sonrojado mientras Debbie terminaba de darle retoques, pero
mas aun cuando escucho las palabras de Mint al invitar a la chica rubia.
El muchacho se quedo petrificado, casi igual que Ibaraki quien por
primera vez desde que conocio al grupo cambio un poco de expresion en su
rostro al mostrar algo de confusion.
Las chicas estaban casi
arregladas, salvo por el cabello que aun necesitaba retoques, mientras
que los hombres estaban viendo con curiosidad las camisas que habian
comprado. La tarde caia y con ella la luz del sol se tornaba mas escasa.
Jaime eligio una camisa blanca que junto con sus pantalones negros
completaban la monocromia. Habia traido tambien junto con las camisas
varias corbatas, corbatines mas bien dado que eran finas, todas de tono
negro.
-Bueno, estan perfectos todos!
- Exclamo Debbie satisfecha con el maquillaje, se la veia bastante
contenta. Nitta habia encontrado una vieja camara instantanea entre los
muebles repletos de ropa de la mesera, la camara funcionaba perfecto
apesar de que no se la habia dado en mucho tiempo. - Oh...si, esa camara la usabamos en vacaciones sobre todo con...emh, bueno, con el, si.- Dijo mirando las fotografias de la pared. La chica hizo un ademan con la mano despejando sus pensamientos.- Bueno, dentro de poco deberia ir a mi turno en el Bar, asi que...
De
forma descuidad, la chica prendio la television para chequear el
horario. El canal que estaba puesto era obviamente uno que hablaba sobre
moda, consejos de belleza y manualidades. La chica cambio hasta llegar
al canal de noticias. Debbie rebusco en su montaña de ropa los toques
finales de su uniforme mientras los entrenadores miraban de reojo las
noticias hasta que algo llamo su atencion.
Isaac estaba en la
pantalla. Un auto negro con gente de seguridad rodeaba una entrada de
Lumiose, donde el Guardador daba la bienvenida. El reportero anunciaba
que una visita inesperada habia llegado a la ciudad esa misma tarde y
que, el primer Cardenal de la iglesia de Lumiose no podia dar la
bienvenida, asi que delego su tarea a un Prelado de menor jerarquia,
pero que era conocido como su principal consejero. Los entrenadores
dieron un respingo al ver que la persona que bajaba del auto tenia una
tunica de colores y patrones similares a los que vieron en la ropa de
Sivaa y Kabir. Era una mujer, alta, de piel bronceada y ojos ambar, con
cabello recogido y sonrisa confiada. El reportero anunciaba que era la
primera vez en casi 10 años que la Lider de Gimnasio de Ciudad Anistar
visitaba Lumiose.
Bueno,
parecia que esto iba a terminar pronto. No iba a negar que me estaba
divirtiendo, pero ahora Mermelada estaba herido y con veneno. Odiaba el
veneno.
-Fiu, nada mal...- Admito que me impresiono como se movio ese Honedge. Me tenian contra las cuerdas, quizas si habria usado a Hero con...
Toque
la piedra que tenia en mi muñequera derecha. Sentia vibrar la energia,
sinceramente nunca lo habia hecho pero me habian dicho que tenga cuidado
al hacerlo. Y no, claramente este no era el momento.
-Voy a admitir que me tienen bastante sorprendido, pero como supondran, tengo un titulo que defender...aunque claro...
//Ominous Wind 10 +25 // [dice]0[/dice]
-No les vendria mal a la moral vencer a un lider en grupo, no?
Una...
Cita... DAHHHHHH que hago que hago... No sé cuanto tiempo estuve
petrificada ante la idea, pero lo siguiente que recuerdo es que Nitta
estaba frente a mi, terminando de maquillarme, no me habia parecido
importante la primera vez que habia dicho algo sobre eso, pero bueno, no
importa, tenia otro problema más grande, podia sentirlo, se sentia
como las marcas que me aparecian en la piel pero si era así, era en toda
mi cara, mi cuello y mis orejas.
-Nit... Nitta...- Ni siquiera podia hablar bien -Qué hago?-
No tengo idea de que me habia pasado por la cabeza como para
preguntarle eso, estaba desesperada y no tenia a quien más recurrir -Digo,
si me hubiera dicho que queria que fueramos juntos para disimular o no
llamar la atención tendria sentido de hecho ya lo habia pensado tambien
pensaba decirle que nos alejaramos un poco del resto como en el museo
para vigilar pero pero pero...- Tomé un respiro, no me habia dado cuenta que no habia parado de hablar hasta que me quedé sin aire -Una cita... No se que hacer... Y seguro que ahora me odia por no haberle respondido nada...- Comencé a respirar cada vez más rápido.
Nitta me tomó de los hombros y me dijo que pensara... Como me sentia con Mint... -Bueno...
Es... Creo que... Me agrada, parece un buen chico... Intentó ayudarme
en Lavarre, en el gimnacio, en el museo... No lo entiendo, ese ataque no
me habria hecho casi nada, aun así, me protegió, sabiendo que seria
peor...- Fue cuando me dí cuenta que Nitta ya no estaba en frente mio, habia ido a atender la puerta y volvió, parecia algo distraida.
Terminamos
de maquillarnos, la verdad no pensé que tomaria tanto tiempo, y por fin
pudimos salir, tuve tiempo de pensarlo. Una vez en el comedor vimos de
nuevo a los muchachos, estaban cambiados y parecian casi listos, busqué a
Mint, quien vi de espaldas, pero su cabello lo delató. Tomé aire y me
le acerqué, ya estaba decidida.
Toqué su hombro para llamar su atención -Mint...- El joven se dio vuelta y me miró. Y mi resolución saltó por la ventana -Eh... yo... si... me... me...-
Por qué tartamudeaba, nunca tuve problemas para hablar con la gente,
bueno, francamente nunca habia compartido tanto tiempo con alguien como
con este grupo, nunca me importó hablar porque no me importaba lo que
opinaran pero, desde que viajo con esta gente -me gustaria ir con vos... si todavia querés...-
Mientras
hablabamos Debbie habia encendido el televisor y el ruido hizo que
intintivamente vieramos que ocurria, al parecer alguien que se parecia a
Kabir habia llegado a Lumiose, un líder de gimnacio, seria
coincidencia?
-Gracias al cielo.-
Dije al ver que Mint por fin había salido del baño, exagerado, solo
vamos a otra posible trampa de muerte no tenemos tiempo para estas
cosas. Colgué la camisa en una de las sillas junto con mi bolso, solo
tomé el pantalón de vestir que habíamos comprado antes de encarar hacia
el baño. Cerré la puerta atrás mío y termine de descambiarme, me metí a
la ducha y comencé a bañar tratando de tardar lo menos posible. Aunque
debo admitir que me tome más tiempo de lo que debería pero últimamente
conseguir una ducha es casi imposible.
Salí de la ducha y tome un
toallon que encontré en un armario del baño, parecía que de aca el
resto había tomado un par, esta mujer si que tiene problemas con las
compras, quién carajo necesita tantas toallas? Me seque lo más rápido
posible, me detuve unos segundos frente al espejo, de verdad me hace
falta un poco de sol, estoy muy pálido. Acomode un poco mi pelo como lo
había hecho hace unos días para la escapar de la gente de Neron. -Bueno, esto es lo mejor que puedo hacer.- Murmure mientras salía del baño.
Me
paré a buscar la camisa cuando vi que debí cambiada de canales, la cara
de Isaac en la televisión me llamo la atención de inmediato, qué carajo
hacia ahí? Una visita inesperada? Seguí mirando con atención la
noticia, una mujer bajaba del auto, su ropa fue lo que más me llamaba la
atención, era muy parecida a la de los guardadores que habíamos visto
el día de ayer. Como cuantos sectarios hay en esta región? Creo que si
la gente acá no es idiota es sectaria, es la única explicación a todo
esto. Digo, para ser una sociedad secreta no hacen muy buen trabajo.
Abrí mi bolso y busque un pequeño frasco de perfume, note como un par de
mis compañeros me miraban extrañados, gire mis ojos ante su mirada. -Nunca sabes cuándo te vas a encontrar al amor de tu vida.- si, yo también puedo hacer humor, a veces.
Esta vez el viento le pegó de lleno a Ehre,
no cayó pero la vi estremecerse. Retiré la mano de su pokebola cuando
Touss se movió por haber quedado desbalanceado en mi brazo, ni me había
dado cuenta que hice el ademán. No, ella necesitaba ésto.
Sam nos
habló, si serviría para subir la moral... Por mi lado me sentia un poco
mejor que antes. Me gustaría ganar ahora? Por supuesto, pero me
contentaba con haber tenido una excusa para alejarme del grupo en ese
momento y poner mi mente en otro lado.
-Bueno, viste como terminaron las cosas ayer...- me encogí de hombros -Está bueno tener una pelea en la que no pensemos que vamos a terminar muertos.-
La miré a Ehre, no iba a soportar otro ataque, había que dar todo en este momento, sería un...
-Dernier Combat.-
Se giró a verme, solo asentí sonriendo y ella entendió. No sé si le
habrá gustado que haya usado eso de modo irónico pero queseyo, se puede
ser un poco dramático a veces.
Antes
de que llegara a analizar la cámara y llegara a acomodarme un poco el
pelo, golpearon a la puerta. Miré al resto, todas estábamos dentro de
todo presentables y capaces de atender, a excepción de Ibaraki que no
debaja de balbucear palabras. Pobre chica, ahí me encargaría de
atenderla. Me aproximé a la puerta y la abrí, y antes de siquiera
llegar a preguntar qué era lo que necesitaba quien fuera que estuviera
ahí, me quedé un tanto sorprendida, e incomoda, ya que tenía a Frost
enfrente mío preguntando no sé qué cosas de Mint, sin nada arriba. Nada,
así cuando vas a la playa y te querés quemar, o cuando tenes calor y te
sacas la remera, o cuando estas volando sobre un pokémon volador muy
rápido y te molesta la ropa así que te la sacás para que unos flecos
locos no te entren en los ojos. Bueno, así. -¿Eh? -atiné a preguntar
sin entender nada. Desvié la mirada a un costado, no tenía intenciones
de andar viendo pectorales sorpresivamente trabajados. En ese momento no
pude (juro que no pude) evitar notar que en su hombro tenía una
cicatriz que no parecía ser ni de un corte o una caída, sino más bien
tenía una forma circular- Eh...eh... creo que ya salió -señalé al
pasillo, y el muchacho arremetió con otra cosa: que me veía bien en
verde (verde galahad). -¿¡Eh...!? ¿¡Qué estaba sucediendo!? ¿La
ropa era la que hacía que Nicholas actuara como un idiota egoísta y
altanero y ahora que no la tenía afloraba su verdadero ser? ¿¡Qué!? Debo admitir, si entrábamos en detalles, la escena era ridícula.
Sacudí
la cabeza, tenía que atender a Ibaraki antes de que colapsara. Comenzó a
hablarme, y hablarme y no se tomaba ni un segundo para tomar aire. Le
dí un sopetón apoyando las manos en sus hombro y obligándola a sentarse
sobre la cama, eso hizo que parara, al menos. -Calma, calma....
veamos... -estábamos en una situación ligeramente complicada. Había
notado que de parte de Mint había cierto interés, esperaba que esto
sucediera, pero no tan pronto. Por su parte, Ibaraki estaba mostrando
otra faceta suya. Pobre chica, la adolescencia- ¿Cómo te sientes
respecto a Mint? -comencé, estaba buscando algún punto para darle a
pensar. Me daba ternura, de cierta forma, pero por otro lado me
preocupaba el contexto de la supuesta cita. Íbamos a un bar de gente
adinerada, música y otras cosas, el ambiente no era el mejor para un par
de jóvenes. Los cuidaríamos. Iba tenía miedo de sentirse culpable- Si
no aceptas no pasará nada malo, y si aceptas... tampoco eso implica que
sean algo, o te veas comprometida a algo... -no sabía si realmente
pudiera entenderme- Respirá hondo y tomalo con calma, tenés creo...
algunas horas para responderle. Eso es importante, no lo dejes nunca con
la duda, lo harás sentir peor -por ejemplo, ¿por qué carajo alguien que
detestabas te podría llegar a resultar atractivo de pronto porque le
viste la parte superior del cuerpo sin nada encima?- Por la madre de
mareep.... -dije para mi misma luego de notar que tuve aquél
pensamiento.
Me volteé rápidamente. -GALAHAD -llamé y me
aproximé a él. Lo tomé con ambas manos, ocasionando que se sobresaltara
ya que no veía nada, y con total firmeza le ordené- Por favor, golpeame
la cabeza. Ahora él también estaba confundido.
Luego de un
rato creo que todos terminamos de prepararnos, o casi. Nos reunimos en
un espacio común y a todos nos llamó la atención el mismo detalle: la
mujer que aparecía en la pantalla. ¿Tenía que ver con los guardadores
no? Y siendo líder de gimnasio... -No le había dado mucha importancia
antes pero... En serio están reuniéndose... -la total seriedad con la
que había pronunciado aquellas palabras se fue al carajo cuando Frost
saltó con lo del perfume- ¿¡Ah!? -lo miré confundida y no entendiendo
nada nuevamente. Primero la escena de la puerta, ahora esto ¿¡Qué le
estaba pasando!? Debo admitir que el perfume no olía mal, me recordaba a
los cerezos de Ecruteak que vi alguna vez al pasar hace un tiempo por
allá.... ¡Pero ese no era el punto!
-
¡BRYCE! -llamé al oso que salió de inmediato, parece ser que tenía maña
de andar espiando lo que hacia su dueño. Sonreía al principio, pero
luego miró alrededor confundido por los cambios de ropa- ¡NO PREGUNTES!
-lo tomé con una mano y estampé su fría espalda contra el rostro de
Frost, sin siquiera pensarlo dos veces- ¿No tenés fiebre? -le pregunté
sosteniendo con fuerza al oso que comenzó a reírse ante la situación,
para que el joven no se escapara- ¡Tenés que tener fiebre! ¡O ese
perfume tiene cosas raras! ¡Bryce! ¡Congelale la cara! -y dicho esto el
oso se soltó, se dio vuelta y le sopló al rostro con una ventisca
visiblemente fría. Creo que me excedí un poco. Miré para otro lado,
le di la espalda a los dos y me fui caminando rápidamente hasta la otra
punta de la habitación, ventilándome el rostro con una mano. Por algún
motivo me había subido el calor a la cabeza. Debía calmarme. Al apoyarme
contra la pared noté una mirada clavada en mí. Era Kileo, que sonreía
satisfecho, con una mano en su mentón y para peor, me hizo cejitas. Un
momento ¿Su heatmor tenía un moño? Le pregunté con el rostro qué le
pasaba, pero no le dí importancia. -Bueno... ¿cómo hacemos con el
resto? No tienen idea de que estamos acá, y ya deben haber terminado...
no es seguro salir... -Galahad seguía flotando y dándose contra la
pared, ahora en el pasillo, seguramente buscándome como resultado de mis
gritos- Podríamos guiarlos con algún pokemon... -Galahad era rápido,
podía manejarse, y aunque me preocupaba dejarlo solo, sabía cuidarse- ¿O
tenemos otro plan?
Me
quede helado tras la petición que le hice a iba yo no podia creerlo al
fin invite a una chica y ahora espero mi muerte aun que parece que la
pregunta tambien la conmocionó y nitta apareció a tiempo y me salvo de
que iba me matara creo yo.
Cuando se fueron pude respirar y darme
cuenta de que no me quedaba tiempo de vida iba me matara pronto o tal
vez acepte no se que hacer en eso me acabo de dar cuenta que perdi la
oportunidad de usar el baño.
*Suspiro*
Espere un rato y cuando escuche que salían fui rapido.
Me
mire al espejo mientras me desvestia y me cambiaba esto esta bien
invitarla cuando estamos en peligro mortal casi a cada rato cuando yo no
tengo un camino que seguir y si esto florece que obtendre un flor seca
cuya tierra tiene la sal de mi suerte por que no pense las cosas por que
seguí mi corazón y no a mi cabeza.
Ella es genial, es hermosa, es ruda y es dulce. Por que me aceptaría yo... Yo..
Yo.
-Solo traigo dolor.-
Si la acerco a mi solo condenare a la ultima luz de esperanza a perecer.
Yo
siento algo especial pero no quiero dañarla solo le dire que fue un
error prefiero un moreton y huesos rotos que su cadáver en bandeja.
Me
termine de arreglar no iba a usar corbata preferiría ir con los
primeros botones desabrochados y el pelo me lo moje y lo arregle.
Al salir del baño me encontré con iba. -Iba yo...- Ella no me dejo hablar ni siquiera parecía que me ubiera escuchado.
Eh... yo... si... me... me...
Que trataba de decir?
me gustaria ir con vos... si todavia querés...
Y sin dudar - claro que si quiero- me gusta tanto ella que la condenare.
En
eso el sonido del televisor no llamo la atencion al ver un entrevista
importante y una mujer parecida en ropajes a los guardadores salio de un
vehículo negro eso solo significa problemas verdad?.
Me
apoyé contra la primera cosa sólida que encontré, manos detrás de la
cabeza, y seguí observando la pelea mientras el sueño se apoderaba de mi
cuerpo. Ya había dormido bastante, pero unas horas más de siesta de
belleza nunca hacían mal.
-Belleza... -Me susurré a mí mismo. -Mierda, tengo que pensar que voy a vestir para la fiesta.
No
sé si tenía tiempo para comprar algo específico para mi persona, algo
que me haga relucir por encima de todos los demás como solía hacer.
Tenía que encontrar las telas y las ropas perfectas, y fuera de todo eso
también tenía que incorporar mi chal de alguna forma en el atuendo.
Pero... tampoco quería usarlo cómo lo hacía siempre, quería cambiar un
poco la receta. ¿Cómo podría...?
Una ráfaga de viento salió de la
nada, golpéandome por la derecha y haciendo que mi chal casi volara en
el aire. Me cubrió la cara completamente, me giré hacia un lado y tosí
tela hasta que pude sacármelo de encima.
-Agh, que carajo...
Pero
me detuve antes de decir algo más. Mirando hacia abajo me dí cuenta de
que el chal se había casi doblado a la mitad, y ahora colgaba desde mi
hombro izquierdo de una forma que hizo que algo saltara de felicidad
dentro de mi pecho.
Todos
estábamos casi listos hasta que se encendió el televisor. Nada bueno
podía salir de todo aquello. Anoté en mi libreta todo lo que me pareció
relevante en esa nota periodística por cómo venía la mano, creo que
íbamos a necesitar esa data. Tres líderes de Gimnasio en la misma
ciudad... Es extraño y alarmante. En todas las regiones en las que
estuve, los lideres de Gimnasio son personas de renombre, pero también
de mucha influencia en la sociedad y muchas responsabilidades no sólo
como imágenes publicas deportivas. Son parte de la defensa de cada
región y no solo en sentido metafórico. Acá teníamos tres, lo que quería
decir que la cosa se estaba por poner movida. Me dio curiosidad ver
finalmente a la Líder de Anistar. Esa fue la primer ciudad que visité
al llegar a Kalos. Su Reloj del Sol tiene fama mundial y me aseguré de
poder verlo ni bien llegara. Una hermosa ciudad, pero nunca vi ni rastro
de la Líder en las tres semanas que pasé por allá (y eso que busqué
información).
Todo la seriedad de la noticia se vio interrumpida
cuando Frost sacó un sospechoso frasco. Perfume. "Nunca sabes cuándo te
vas a encontrar al amor de tu vida".
-OH... POR... LOS... TAPUS... ¡Está pasando!- Le susurré a Lando que había salido y se estaba poniendo coqueto para la fiesta.
En
eso Nitta invocó al oso del chico del perfume y lo hizo congelarle el
rostro. Debe ser algún tipo de chiste interno. La chica se apartó
rápidamente y se apoyó contra una pared muy cerca mío. Tenía la cara un
poco ruborizada, aunque por la frente se veía un rojo más intenso y unas
marquitas en forma de triángulo también. Pero mi atención estaba en la
situación, lo que venía olfateando desde que llegué hasta ellos. Sólo me
limité a mirarla con una mano en el mentón y sonreí. Cuando miró hacia
mí, levanté mis cejas en complicidad y ella se hizo la desentendida.
Lando la miraba igual.
Me acerqué tranquilamente hacia Frost que seguía bastante desorientado por lo anterior y le hablé bajo para que solo él oyera.
-
Creo que hoy vas a necesitar ese perfume- mientras le golpeaba el
costado en complicidad y le guiñaba. Creo que su oso hizo lo mismo del
otro lado.
Levantó una ceja sorprendido y me dijo "Tenes algun tipo de problem... Oh..."
Me
retiré a terminar de arreglarme. Creo que usaría mi bandana como
pañuelo al cuello. Miré alrededor. Vi a Jaime y Epi. Vi a Mint e Iba. Vi
a mi Heatmor con moño. Oh si, esta será una gran noche.
El
televisor se apago cuando con el vuelo del Cubchoo contra Nicholas, el
control salio contra una pared para rebotar con el Minior y terminar
contra una pared. Debbie nisiquiera se habia dado cuenta ya que aun
seguia arreglandose para su jornada laboral de esa noche, pero al ver al
resto del grupo ya vestidos, perfumados y listos para la fiesta, no
pudo evitar suspirar emocionada.
-Ah...se ven todos espectaculares!.- Dijo la chica radiante.- Me
da mucha pena no poder ir con ustedes a ver cuanta gente los mira con
envidia!! Por favor, llevense la camara y saquen muchas fotos! -
El
Heatmor de Kileo estaba sentado en el sillon toqueteando y arregolando
su moño cuando Jaime se sento a su lado y lo observo detenidamente. El
muchacho libero al Aipom que Yannick le habia obsequiado. El muchacho
saco de su bolsillo un pañuelo negro y lo ato en el cuello del Pokemon,
para adornarlo de aquella manera.
-No sera tan elegante como ese moño...pero al menos te ves bien, Kelsier.
Epiphone
observo la escena sonriendo. Cuando Jaime la miro, ella rapidamente
aparto la mirada y agradecio a Debbie por sus atenciones y por todo lo
prestado, prometiendo que todo iba a regresar al dia siguiente, y en
caso de que algo este sucio, ella se comprometia a limpiar todo.
El
grupo estaba listo, y la dueña del departamento tenia que salir a
trabajar, por lo cual decidieron bajar y esperar al resto del grupo en
la plaza frente a la Torre Prism, donde asumian iban a poder cruzarse.
El
sol habia bajado del todo y las primeras estrellas estaban apareciendo
en el cielo de Lumiose, teñidas por el crepusculo. Los faroles de las
calles empedradas estaban prendidos ya, de igual forma las luces de las
varias vidrieras de las pobladas Avenidas. La calle del departamento de
Debbie daba a una interseccion entre la Plaza Bleu y la Avenida Estival,
pero la chica les pidio si podian acompañarla hasta el Bouverd Sur
donde estaba su empleo. Al pasar por aquella calle cortada y pequeña,
pasaron por varias vidrieras con distintos tipos de ropa, varios salones
de belleza tanto de humanos como de Pokemon, y tiendas que vendian tela
al por mayor. Aquella calle era claramente la indicada para Debbie, ya
que la ropa, la moda y el diseño era lo que mas abundaba.
-Bueno, hora de irme a trabajar! .- La chica se coloco sus patines y acomodo su cabello por ultima vez. -No
se a donde van pero seguro van a ser los que mas destaquen! Y no se
preocupen, saben donde vivo asi que pueden dejarme todo en la porteria o
pasar por el Cafe, seguro Blake va a estar feliz de verlos!- Sin
recibir respuesta la chica les guiño un ojo y patino rapidamente
esquivando peatones hasta perderse en el Boulevard Sur. El grupo quedo a
solas en aquella calle poblada de pintoresca gente.
-Bueno creo que eso fue...conveniente. Ejem. - Jaime se aclaro la garganta y aliso su cabello tirandolo hacia atras.- Aunque...aun nos falta encontrar a...momento, son ellos?
Entre
la multitud, vieron a sus compañeros caminando entre la calle, lucian
algo agotados pero sonreian. A su lado, iba Samuel que seguia sin su
remera y con la mitad del torso vendado.
Las
chances de que esto pase parecian pocas, pero ahi lo tenes. El Skorupi
dio un salto hacia atras con una agiladad no propia de algo tan...poco
articulado como el. El viento oscuro que lanzo Mermelada le paso rozando
sin generarle daño alguno, apesar de que literalmente cualquier brisa
lo podia dejar fuera de combate.
-Ah, esto va a ponerse feo...-
Murmure compadeciendome de Mermelada.El Honedge habia atacado y su daño
aumentado por el ataque anterior fue casi suficiente para terminar la
pelea. El Skorupi ataco y si bien el pobre Masquerain normalmente no
habria tenido problema...- Veneno- Murmure. El daño de los dos pokemon mas el veneno fueron suficiente.
Mermelada
quedo inconciente, pero lo regrese antes de que toque el piso. Se habia
portado bien, y realmente no tenia nada que reprocharle. Mire a mis
oponentes y sonrei, realmente dieron lo mejor y fue cuestion de suerte
del ultimo movimiento.
-Bueno, aca es donde hago un discurso sobre lo geniales que son y como el siguiente gimnasio va a ser mas blablabla...-
Camine hacia ellos, una pequeña punzada en la herida de anoche me hizo
aminorar la marcha, pero al menos dolia menos que ayer. Claro
que...tenia que cambiar los vendajes. Y conseguir otra remera. Y un
buzo. Y una campera. -Como les dije...no tengo ninguna TM o algo asi elegante, ademas...esto vale lo mismo o mas que cualquier TM.
Las atraparon en el aire, buenos chicos. Marron, verde y brillante.
-Bug Badge.
- Les dije mientras la observaban. Parecia que nunca habian visto una
de esas en persona. Quizas el hecho de tener un stock en mi casa de
Santalune me hizo perderles el respeto, pero...me acuerdo del
sentimiento de tener mi primer medalla, hace muchos años.- Me
gustaria seguir impartiendo mi conocimiento sobre...los insectos. Pero
creo que dentro de poco el sol va a bajar y deberiamos ir con el resto
de su grupo. Y yo a conseguir algo de ropa y vendajes nuevos, claro. Un
plato de pasta tampoco me caeria mal.
Caminamos el resto del
trayecto hasta el centro de Lumiose. Tuve que convenserlos de no ir por
las alcantarillas, a esta hora nadie iba a prestarnos mucha atencion.
Si bien yendo por este camino ibamos apasar por el Boulevard Sur y...esa
zona. No habia problema. Ahora soy un Lider de Gimnasio, no voy a estar
escapandome.
El sol se escondio. Caminamos unos...30 minutos.
Pero claro, me parecieron 4 horas. Me dolian mucho los pies y ya no
prestaba mucha atencion a las calles que recorriamos, Todas estas
malditas plazas me parecian iguales y estaba empezando a pensar que
jamas ibamos a encontrar al resto de los amigos de Ian...
Oh. Ahi estan. No dije nada.
Las
chicas estaban muy bien vestidas. La rubia sin expresiones era la unica
sin vestido, pero la chica del Minior y la morocha lucian
despampanantes.
-Que tan soltera esta la del vestido negro? - pregunte casi inconcientemente.