Tome
una de las camisas que Jaime nos ofrecia, despues de todo la mia era
mas un arapo que una camisa con todo lo que nos habia pasado.
Empezamos
a caminar y llegamos a la pelu de la amiga de yann, una chica muy
simpatica que nos ofrecio un lugar en su apretada agenda.
Ofrecian
una gran cantidad de servicios para pokemon y varios escenarios se me
vinieron a la cabeza, kay y salem no creo que pudieran, con lo nerviosos
que son con extraños seguramente empezarian a quemar la tienda en
equipo mientras salem araña las cortinas.
El huevo bueno...
Hubiese estado genial poder traer al recien nacido a su primer corte...
Pero parecia que le faltaba para salir, no puedo esperar para ver que es
el pequeño, dijeron que un togepi, pero siempre puede pasar una
sorpresa.
Entonces pense en mi, hacia rato que no me cortaba y ya
me estaba creciendo la barba, porque no, despues de todo, siempre me
gusto cortarme el pelo y hablar de mis problemas con mi barbero, pero
Henry estaba lejos en Goldenrod y estas chicas eran tan lindas que me
ponian algo nervioso.
Me sente en uno de los silloncitos y cerre
los ojos, senti unas pequeñas manos que me acariciaban la cabeza y
suavemente me frotaban con shampoo. Eran unos dedos tan chiquitos y tan
perfectos, parecian las manos de un angel.
Me dormi por un
segundo, pude soñar que volaba por esponjosas y suaves nubes que me
hacian cosquillas al atravesarlas mientras me hacian olvidar quien era y
adonde iba, solamente me hacian sentir feliz, sin un presente ni un
mañana perdido ese mundo. A mi lado la chica flotaba junto a mi, tenia
la cara borrosa, era obvio, nunca habia abierto los ojos, pero sentia
una conexion hacia ella que iba mas alla del tiempo y el espacio.
Me
acerque cada vez mas, mientras apartaba una pequeña nube del medio,
nuestros rostros solo a unos centimetros, podia sentir su respiracion
que me acariciaba con su dulce aroma y seguramente, ella sentia la mia.
No podia esperar mas, la necesitaba, era una sensacion intoxicante y
placentera a la vez. Solo nuestra voluntad separaba nuestros labios,
recorri la ultima distancia, entonces abri los ojos y me desperte.
Un
par de ojos perdidos me miraban desde arriba, y una pequeñas patitas
fregaban mi cabello, estas se habian detenido en el momento que el
pokemon noto que lo observaba.
-¿¡Otra vez vos?! ¡Te dije que no
volvieras!- le grito una de las encargadas al bidoof que salto del
lababo y corrio hacia las puertas de la tienda perdiendose detras de
ellas- mil disculpas, ese bidoof se cree peluquero, entra cuando no lo
vemos y le lava el pelo a la gente, ¿estas bien?
-Si, no pasa
nada...- dije tratando de no sentirme la persona mas avergonzada del
universo- tragame tierra- pense- solo rapame un poco a los costados y
dejame largo arriba- le dije sin poder mirarla a la cara, ¡¿quien
fantasea con un bidoof por dios santo?!, tengo serios problemas..
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Edit pq le pifie al formato y me gustaba mucho para que quedara feo xd
-Are~ Ehhh... No, es-estoy bien, no es la fiesta lo que me preocupa...
es la gente, no... no me siento cómoda en lugares muy llenos de gente
-Empezamos a movernos -Espero que esto funcione, me siento fuera de
lugar en todo esto- Respiro ondo y siguió hablando -Pero bueno, comencé a
viajar para ver cosas nuevas, recorrer la región, supongo que al menos
algo salió bien- Su respuesta me causo alegria pues su camino no era tan
distinto al mio -yo tambien viajo para conocer y todo lo anoto en mi
diario como registro de este yo tengo planeado buscar algo primero en
kalos -sale una pequeña lagrima y rapido la limpio- y despues ir a
ciudad mayoica (no me acuerdo el nombre ahora) para buscar otra cosa mas
y con eso me iria a conocer alola no se si tengas un plan de viaje
asi-.
-eh... no, no habia planeado tanto, lo que pasa es
que...-se quedo callada un segundo - No, nada no se me habia ocurrido ir
a otras regiones- Me parecio rara su respuesta pero nada preocupante -
bueno siempre es buen momento para planear un viaje - le sonreí - tal
vez...- sonrojado -tal vez... pero mejor terminemos con esto primero, ya tenemos muchos problemas, nos espera una noche larga-
-
Bueno pero no te olvides que es una fiesta podemos aprobechar para
descansar tanto amargo se que en ese tipo de fiestas se libran combates
tal vez podriamos pelear en pareja si se presenta la oportunidad como
para sacar la gente de la cabeza-
-Tal vez no sea buena idea...
Tenemos que cuidar a Epiphone durante su encuentro, y quien sabe que
pueda pasar- Una cita eso puede pasar mejor dicho va a pasar!! por favor
entiende las indirectas. -Es cierto pero aun que lo peor es muy
probable tanto que sin importar lo que hagamos esto atenuara o apurara
su aparicion- creo que eso solo lo empeoro - sabes solo relajate y evita
pasar un mal rato es simple - le sonrei con el fin de que se relaje. -tal vez sea lo mejor- me sonríe.
Llegamos
al salon y tras presentarnos a su amiga yannick y el resto se
dividieron y yo quedarme afuera tranquilo caminando alrededor del salon .
Los
entrenadores se dividieron por un momento en dos grupos. Algunos se
quedaron en la peluqueria de la chica que conocia Yannick, y luego de
que estos dos tuvieron una charla algo alejados, las distintas empleadas
de la peluqueria se pusieron manos a la obra. Una de las asistentes de
Gabbie estaba encargandose de los Eevees con un gran empeño, murmurando
emocionada mientras los peinaba y emparejaba los cortes de pelo con al
menos cinco tipos distintos de tijeras. La musica y la luz tenue del
lugar invitaban a relajarse y dejarse llevar, con la breve interrumpcion
de un Bidoof que parecia haber tomado cariño con Maxwell.
-Le haces un corte gratis una vez y no te lo sacas de encima nunca..-
Murmuro una chica con ojos negros y cabello con mechones azules. La
chica estaba esculpiendo las uñas de una cliente que se iba mas que
satisfecha, mientras que miraba a Epiphone analizando que hacer en sus
uñas.
Gabbie estaba trabajando con Yannick cuando se detuvo por
un momento. Cerca de ellos una de sus empleadas trabajaba con un
muchacho que no paraba de hablar por telefono. Era un muchacho de
cabello teñido de rubio casi platinado, piel bronceada y anteojos
oscuros. Los entrenadores tuvieron la sensacion de conocerlo, pero no
sabian definir de donde. Mientras el muchacho se iba, Gabbie murmuro a
Yannick.
-Es un hinchapelota pero viene todas las semanas y paga una...-
la chica no pudo terminar su frase. Algo choco contra el vidrio que
daba a la calle de la peluqueria. Instintivamente los entrenadores se
pusieron de pie alarmados, Epiphone se hecho al piso cubriendo su rostro
con las manos (lo cual casi le da un infarto a la chica que le
arreglaba las uñas) y Jaime se escondio tras una secadora de cabello.
Contra
el vidrio, vieron a un Murkrow inconciente y a unos pocos metros al
Heatmor de Kileo acomodandose el moño luego de dejarlo inconciente. Las
personas de la peluqueria si bien parecian algo disgustadas por la
interrupcion, no entendian la reaccion de los jovenes, incluso les causo
algo de gracia.
En la parte de afuera de la peluqueria, el
Heatmor no midio su fuerza y cayo de lleno contra el Murkrow que ademas
de quedar inconciente, salio disparado por la presion contra el vidrio
de la peluqueria. El Spearow de Nico intento atacar pero se distrajo y
termino enredado en el cabello de Nitta, quien tuvo que detener al
Cubchoo de Nicholas para que no lo ataque para que deje a la chica.
La
noche habia caido y con ella los entrenadores terminaron sus arreglos
en el salon. Los Pokemon parecian particularmente emocionados luego de
ver su pelaje arreglado en aquel lugar, y luego de unas varias
fotografias, los entrenadores salieron por la puerta con un aire
renovado. Yannick se quedo unos momentos mas, pero luego alcanzo al
resto del grupo con un pequeño trote.
Eran casi las 9 de la noche
cuando atravesaron las avenidas repletas de turistas y llegaron a aquel
club. Habia una fila de casi una cuadra, en la cual perdieron una hora
mas. De afuera podian sentir el ruido de musica, mucha gente vestida muy
elegante hacia fila mientras otros paraban sus lujosos autos en la
puerta y los dejaban pasar sin mas. El grupo vio como el muchacho de
cabello teñido que vieron en la peluqueria entraba dandole una palmada a
cada guardia de seguridad, como si fuera el dueño del club. El
frente del club tenia un cartel en neon con su nombre, asi como pardes
de grueso cristal transparente que distorcionaban el interior del club,
pero dejando ver las luces de colores de las pistas de baile. El lugar
debia tener al menos 5 pisos, repletos de gente y de luces de colores.
Varios reflectores estaban apostados en la vereda del lugar iluminando
sus paredes y el cartel, y otras luces estaban rodeando tambien la mis
acera donde hacian fila. La acera pretendia emular el camino de
estrellas con nombres famosos como el celebre camino de Ciudad Virbank
en la region Unova.
-Bueno...es nuestro turno de entrar..- Dijo Jaime, casi lamentandose.
La
cantidad de ruido hacia que sea imposible concentrarme. Dios odiaba
estos lugares, pero si lo que habia averiguado era correcto, solamente
esta noche iba a poder hacerlo. Todavia me dolia la mano y el hombro de
la pelea con ese desquiciado que casi me mata. Me sorprende que no me
haya matado y disecado, estoy seguro que era su plan. Cada movimiento
que hacia con la guitarra me dolia, pero por suerte podia cantar sin
problemas. Dudo que a la gente de este lugar le interese mi musica, la
mayoria vienen solamente por las luces de colores y a emborracharse.
No
tenia noticias de Karen ni de Sam, realmente tengo que buscarme nuevos
amigos. Pero tampoco tenia noticias de Blake, y eso era...muy bueno.
Quizas ya habia pasado y quizas exagere...pero no podia estar tranquilo
sabiendo que ese enfermo estaba a cargo del gimnasio y que estabamos en
su ciudad.
Todos somos descartables.
La voz de Blake me suzurro, casi pierdo la voz por un segundo cuando lo
escuche, pero al menos ya no desafinaba cuando lo oia. Me tomo tiempo,
pero supere eso.
El club estaba lleno, y tenia que encontrar a
una persona en particular en todo este mar de gente. Segun me dijeron,
el tipo era una especie de celebridad, asi que no iba a serme dificil.
Pero de todas formas me estaba basando en las palabras de un loco que
quiso matarme. De un loco que quiso matarme, y que me salvo de los
hombre de Neron Gautier solamente para matarme el mismo. Sabia que algo
andaba mal cuando lo primero que escuche al verlo eran melodias de cajas
musicales. Eso no hablaba bien de nadie.
Asbetos.
Por suerte habia dicho la contraseña y quizas con eso iba a ahorrarles una batalla a muerte al grupo entero.
Pudieron matarte. Ves? Todos somos descartables.
Deje
de cantar. Pero no fue por Blake hablandome. Un grupo numeroso entro al
club. Una chica con un vestido negro. Un chico de camisa roja con un
Heatmor con un moño...y...
-Te olvidaste la letra? - Grito burlon uno de los chetos del publico.
Bueno, todo el plan de evitarles la muerte se acaba de ir al diablo.
Cuando
salí del baño, encontré a Rémy y Gabbie charlando animadamente con
Nico, el primero mostrándole algún tipo de maquillaje de ojos. Él por su
parte tenía el pelo.. arreglado? o tanto como era posible.
Rémy
me saludó y se disculpó con Nico, llamando a otro estilista para que
siga su trabajo. Por suerte también me ayudó con la corbata porque
Arceus sabrá hace cuánto tiempo no usaba una, no tenía idea de cómo
atarla. Aunque sí, estaba dele mirar para el lado del muchacho del chal y
casi me mete el corrector de ojeras en el ojo en un momento.
Gabbie nos acompañó afuera una vez que arreglamos los pagos y notó a los que
no habían entrado, sobre todo a Kileo y su pokemon. Me había mirado algo
sospechosa con cómo todos reaccionamos al golpe del pájaro en la
ventana pero no preguntó más.
-Bue, no les digo que hacemos milagros pero tampoco nos quedamos cortos, no?-
Se puso a mi lado con las manos en mis hombros, como presentándome ante
un panel. Toussaint hizo un ruidito de acuerdo desde mis brazos, de
algún modo había quedado incluso más suave que antes, y estoy seguro le
habían metido algún tipo de brillantina.
-Y eso que yo era un caso perdido.- dije en tono dramático.
-Shhhh, todos lo son cuando entran acá, y mirá lo que logramos!- retrucó más enérgicamente.
Hubiera querido decir algo en defensa del resto al menos, pero la dejé ser. Le
pedí que nos saque una foto con la cámara antes de irnos, y comentó
sobre que al fin haya conseguido una instantánea. -Porque hasta que te dignabas a ir a revelar las otras...-
bromeó. El sistema era bastante automático y no tuve que explicarle
mucho para que saliera bien: desplegarla, acomodar la exposición, cargar
el flash. Lo que me sorprendió fue notar en el display que tenía un
paquete lleno adentro, aunque por la condición del papel podía darme
cuenta que hace rato no la usaban. Después de eso ella saludó al
grupo y nos deseó suerte, pero mantuvo una mano en mi hombro esperando
que los otros se alejaran unos metros, antes de voltear a hablarme.
-Che... cómo anda mi Estrella?-
me preguntó con un tono que no logré definir. Me concentré unos
segundos con los ojos cerrados hasta que vi el pequeño pokemon, alegre,
su cabeza rodeada de pétalos rosados. Cuando volví a abrirlos el Cherrim
seguía ahí, casí emitiendo luz sobre ella.
-En flor.- le sonreí. Noté que se relajó bastante ante eso. Ah. -
No... No lo pienses así, Gabbie. Si ya no necesitás esas cosas para
sentirte bien, no te sigas angustiando. Lo que sientas ahora es real,
incluso lo bueno... Sobre todo lo bueno.-
Asintió algo avergonzada. -Y no va a ser la última vez que nos veamos.- me dijo seriamente de repente, pero sonrió con picardía cuando la miré confundido. -Todavía me debés el Pauillac.-
El...? Solté una carcajada. -Dios, cierto. El vino, me había olvidado.-
-Sí sí, es de lo único que te olvidás. Y ahora me debes más favores.- Me dio una palmadita en la mejilla. -Andá a romper corazones. Y cuidate, en serio Yanchu.-
No llegué a pensar una respuesta que ya había entrado. Me quedé parado ahí
un momento, todavía sonriendo. Mejor, las despedidas nunca fueron lo
mío. Volver a verla había resultado no ser una idea horrible, y me
dejaba más tranquilo de lo que hubiera pensado, saber que estaba feliz.
Si era la última vez que hablábamos, aunque todavía tuviera mucho que
quisiera decirle, al menos sentía que había arreglado un poco las cosas.
Después de todo--
-Lindo lugar.- Escuché a Nico atrás mío, ni me había dado cuenta que estaba ahí. -Creés que puedas conseguirme el número de algunos empleados?- preguntó guiñándome un ojo.
Me largué a reír. -Capaz que sí, eh.- Le di una palmada en la espalda mientras comenzábamos a caminar atrás del grupo. -Aunque no creo que éso sea buena idea por ahora. Dale, no nos quedemos atrás.-
Por primera vez desde que habíamos llegado, logramos cruzar la ciudad sin
que pase algo catastrófico. Debe ser que no nos separamos.
-Tratemos de no perdernos adentro,- le hablé al grupo mientras esperábamos en la fila del club, -y de más está decir que no tomen nada que les ofrezcan.-
Ya de por sí sería un problema que alguien no estuviera del todo
consciente, si algo pasaba, pero además los tragos en estos lugares
suelen tener más cosas de las que te dicen. Creo que todos notamos al
rubio entrar, no lo reconocí antes, no hasta verlo en este contexto.
Era el de la visión que habíamos tenido hoy. -Bien... al menos sabemos que está.-
Por adentro el lugar era lo que esperaba. Me recordaba un poco otras
épocas, aunque no fuera exactamente como las fiestas a las que íbamos,
igual me hacía sentir incómodo. En eso escuché una voz.. familiar
viniendo de los parlantes... No, no podía ser... Miré al escenario. Sí,
era él.
-Qué mierda hace todavía acá?-
pregunté en voz alta. Si Sam nos había dicho la verdad, hubiera
esperado que ya estuviese en una ciudad vecina, cómo mínimo. Pero no,
seguía en Lumiose, y encima en éste lugar? Bueno, tampoco iba a negar que.. estaba bueno volver a verlo, aunque solo hayan pasado dos días...
"Ya sé, nos vimos a hace un rato, pero necesitaba escucharte." me vino a la mente esas cosas que Alan me decía siempre. Sentí un nudo en la garganta. Ok, no vas a hacer eso de nuevo, ya te conocés.
Paró de cantar por un momento, creo que nos vió, no podia distinguir su
expresión desde donde estábamos. Le hice el gasto de pregunta más claro
que me salió.
Las
peluqueras terminaron de preparar a Toto y Amelia mientras el resto del
grupo se terminaba de arreglar o hacer lo que sea que estuvieran
haciendo, Hippie sigue teniendo a Bryce, no? Quizás debería empezar a
ser menos descuidado con mis Pokemons. Una de las mujeres me llamo para
darme a mi eevee, sacándome asi de mis pensamientos. Busque en mi
billetera el dinero y se lo alcance. -Gracias por los cortes.- Dije mientras salía del salón. -viii!- Gritó Amelia a modo de despedida o agradecimiento, vaya a saber uno qué carajo fue.
Afuera
por lo visto habían estado haciendo desastre, un murkrow estaba
estampado contra el piso mientras el nuevo pájaro de chalman parecía
estar discutiendo con Bryce que señalaba a hippie como reprochándole. No
los puedo dejar solos ni 5 minutos a esta gente que hace problemas.-Bryce, basta.- Ordené, la criatura me miro riéndose como haciéndose el desentendido, antes de correr hacia La muchacha de vestido verde. -No vas a poder refugiarte con ella toda la vida.-Estaba por seguir retándolo cuando un sonido de mi bolso me distrajo,
el aparato que había recibido del pájaro estaba activándose nuevamente y
señalando hacia una pokeball tirada al lado de un tacho, me agache a
levantarla, estaba completamente nueva, otro día de suerte para mi,
supongo.
Me sorprendió liz no se haya soltado, metí mi mano en
los bolsillos buscando su pokeball pero no la encontré, comencé a
revisar mis cosas y note que tampoco estaba la de diana, pude notar como
el cachorro de oso parecía estar cada vez riéndose más fuerte y
enseguida comprendí.- Algunos hábitos no mueren por lo visto.- me queje
mientras me dirigía hacia él, el oso nuevamente se oculto detrás de las
piernas de la Hippie. -No sé que voy a hacer
con vos, te mataría pero no creo que mi madre me lo perdone si lo hago,
ahora devolve lo que te llevaste.- Bryce se paro frente a mi
todavía sonriendo como si fuera inocente, me agache a su altura y
extendí mi mano hacia él pidiendo que devuelva mis pokeballs, la
criatura me señalo la cámara de fotos que tenia Yannick. -Esto es como negociar con terroristas.-
Me acerque hacia roomie que estaba jugando o algo con la Cámara que habían robado o pedido prestada a debbie. -
Necesito un favor, el señor aca quiere una foto, me sacarías una con él y
el resto de mi equipo, ah y después una de toto con Amelia, mi vieja va
a querer verlos seguro.- El muchacho asintió con la cabeza,
coloque a la eevee en el suelo mientras tomaba las pokeballs que me
había sacado el oso, libere a los otros tres pokemons. -Roomie saca esa sonrisa de tu cara antes de que te tire con algo.-
Me agache a la altura de bryce con Amelia a mi izquierda, diana se
poso en uno de mis hombros mientras liz sonreía desde el otro, hollow se
quedo más tranquilo flotando sobre mi cabeza. -Ahora, todos los que les sea biológicamente posible, sonrían.-
Roomie sacó dos fotos de todos juntos antes de sacar otra solo de los
gemelos, le agradecí mientras guardaba una de las fotos grupales en mi
billetera junto con la de Milo, ya le mandaría una a mi vieja cuando
pudiera. Guarde al resto de mis pokemons menos Amelia y Bryce que volvió
a jugar con la Hippie. -Pollerudo.-
Una
vez que estuvimos todos listo emprendimos camino hacia la fiesta
recorriendo tranquilos la ciudad hasta llegar al club, después de todo
sabíamos que estos momentos no solían durarnos tanto, el lugar estaba
bastante concurrido por gente, si bien eso nos podría jugar en contra
para perdernos también nos permitiría escondernos más rápido entre las
multitudes. -Bueno...es nuestro turno de entrar..- Dijo Jaime, casi lamentándose.
Exagerado,
como se nota que él no estuvo con nosotros en las peores partes de
nuestro viaje, como ser el día de ayer. Entramos todos juntos, la voz de
la persona que cantaba se detuvo a los segundos, mire rápido hacia el
escenario para descubrir si algo malo había pasado.
Ya
la fila fue un infierno, y desde afuera podiamos sentir el ruido que
hacian llamar música, todo mi sentido común me decia que no debia
entrar, pero no teniamos otra opción -No puede ser, vino todo Kalos?- Pensé en voz alta, mientras nos acercabamos a la puerta, el ruido era cada vez más fuerte.
Baraddur
me pidió regresarlo a su pokeball de nuevo, lo miré extrañada, pero me
di cuenta que tenia razón, era un riesgo separarnos ahí adentro, tragué
con dificultad mientras utilizaba el aparato, la idea de estar sola ahi
adentro comenzaba a aterrarme. Entré al lado de Mint, sentia que los
parlantes me golpeaban cada vez que sonaban, para alguien acostumbrada
al aire libre y sonidos suaves, no era para nada agradable.
Adentro
vimos a alguien a quien no esperabamos, Ian estaba en el escenario, qué
hacia aca? No pude evitar recordar a Karen en el centro pokemon, seria
cierto?...
Me
duelen los pies, nunca pude estar mucho tiempo parado, perdí muchos
trabajos de media jornada por eso cuando estudiaba, pero bueno siempre
encontraba alguna forma para sacar algo de plata en ese entonces,
siempre podías vender avon o algo. Todos iban bien arreglados, me daba
algo de cosa no tener más que la camisa negra que me había dado jaime,
bueno con mi corbata de siempre no quedaba tan mal.
-Mis pobres pies…
-Nyaaa- se quejo el pokemon.
-Ya casi Salem, ya casi…
No se como iba a hacer con el pobre, espero que no le hicieran problemas para entrar.
-Cualquier cosa no te muevas, hace que sos un peluche, no debe ser dificil para vos- me reia mientras Salem me mordía el hombro.
Finalmente
pudimos entrar un lugar abarrotado de gente, pero con espacio para
moverse, odio esos boliches que todos están tan apretados que se te pega
la transpiración del otro. No perdí tiempo y me dirigí a la barra
alejándome del grupo , pedi varios tragos (uno de mas para mi que tome
en la barra por supuesto) y volví con una bandeja para todos.
“-y de más está decir que no tomen nada que les ofrezcan”- escuche decir a Yannick.
-
Oh eso va a ser un problema- les dije con la bandeja en mano - Relajate
Yannick, se que estamos en una “mision”, pero no veo porque no pasar un
buen rato en el proceso- le dije con una sonrisa- Bueno, miren, tengo…
un gin and tonic para el Señor Frost, siento que te gustan las cosas
amargas, un cocktail sin alcohol para Nico que espero que me deje
probar, un stop light margarita para Kileo; se que le gustan los
colores, un licor de menta para Mint- lo mire un segundo- no se si podes
tomar, pero te traje una coca cualquier cosa- Una cerveza ligera para
Yannick, un daikiri de frutilla para la Señorita Nitta y una coca para
la señorita Ibaraki- finalice- y una llamarada Moe para mi, no se que
es, pero me gusta el nombre.
Me acerque a yan y le al oido.
-Traje una de más, si le queres llevar- dije mirando al escenario.
-
¡Lando, por favor! Un poco más de control, querido.- Le dije al Heatmor
delante mío que me levantaba los hombros con las palmas hacia arriba
como diciendo "Ups". -No queremos lastimarlo (mucho) o dañar alguna
vidriera. Se discreto.- Se acomodó el moño. Qué tipo...
Miré al
Murkrow totalmente desplomado y casi inmóvil tendido en el suelo.
Respiraba. Suspire aliviado. "Creo que es momento" me dije. Tomé el
artefacto que me había entregado Nitta y me acomodé hacia atrás una
metafórica gorra.
Mire hacia arriba y supuse que era un buen momento.
-
Ya vengo. Quiero ver de cerca algo por allá.- Le grité a los del grupo
que seguían afuera mientras guardaba la pokeball que acababa de levantar
y regresaba a Lando a la suya.
Se hacía tarde pero el cielo
naranja todavía me daba algo de visión dentro del callejón en el que me
adentré. Me cercioré de que no me hubieran seguido, pero parecía que no.
-
Es seguro, podés bajar.- Dije de manera calmada y ante mi se presentó
un ave de gran porte, con plumaje negro en la espalda y blanco en el
pecho, pero lo que realmente llamaba la atención era su prominente pico
amarillo y rojo. Eso y constante mirada severa. -Hola Nyota, ¿Cómo
has estado?- El ave se limitó a hacer una pequeña reverencia. Le sonreí.
Me acerqué al bolso que colgaba de su cuello y tomé la carta que
contenía. La abrí y comencé a leer:
"Asumo que para esta altura
estás perdido o muerto. Bah, muerto no porque nos hubiéramos enterado.
Espero fuertemente que tengas algo para informar porque acá más de uno
se está poniendo pesado y no se cuanto tiempo más los pueda contener.
Por eso y porque espero no haber mandado a mi pobre pájara hasta el otro
lado del mundo para nada, justifica su esfuerzo.
No seas estúpido como para morirte. Alola.
PD:
Te mandé un refuerzo. Es cómo te gustan a vos, parias sociales o
desplazados de grupo. Lo encontraron los nenes del colegio y me lo
hicieron llegar. Creo que lo abandonaron los de su manada por ser más
pequeño. Cuidalo y, no se, pulilo."
Sonreí una vez más, tomé la
pokeball que acompañaba la carta y me guardé ambas en el bolsillo. Saqué
mi libreta y arranqué un par de hojas que puse dentro del bolso de la
Toucannon. Volvió a hacer una reverencia y se marchó.
Pude sentir de pronto unos ojos que se clavaban en mi espalda y al voltearme vi una bola verde que me miraba.
-
Ah, claro. Suponía que también tocaba con tu dueño.- No respondió. Los
ojos del Natu me recordaban a los de una anciana. Era incómodo. - Eh...
bueno, tomá. Ahí está todo.- Le di otra hoja que tomó con el pico. Me
dio un poco de tranquilidad verlo moverse. - Saludos a Kabir.- Pero no salió volando, sólo desapareció. Qué turbio...
Me
apuré a reagruparme con el resto y nos dirigimos al boliche. Entramos y
aire viciado no se hizo esperar. Sofocante calor humano y aroma a humo
de cigarrillo. Encantador, pero al menos la música sonaba bien. De la
nada el Maxwell llegó con tragos para todos. "Un stop light margarita
para Kileo; se que le gustan los colores". Qué agradable sujeto.
- Se que es un poco apresurado y fuera de lugar, pero quiero proponer un brindis por esta hermosa ohana.
Aunque tal vez quieran esperar a que baje el cantante a brindar. ¿Qué?
Vamos, vi la reacción de todos al entrar. No hay que ser detective para
notar que lo conocen.
El
Doc me ofreció un trago, lo cual me dejó medio sorprendido al
principio. Lo miré de arriba a abajo, frunciendo el ceño con cara de Vos
tendrías que saber, hermano. Al menos hasta que explicó que no tenía
alcohol; las lineas de mi cara desaparecieron, siendo reemplazadas con
una de mis hermosas sonrisas.
-Justo lo que necesitaba. -Mencioné, tomando un traguito de la copa. -Ahora puedo camuflarme mejor y hacer creer a la gente que tengo clase.
El
lugar estaba tan lleno de gente... dios, como amo las fiestas de este
tipo. A decir verdad me gustaría si fuera un poco más... clandestina,
por asi decirlo. Faltan peleas y gente tirando sillas, pero la noche
todavía era joven. Mejor me quedaba cerca de Ibaraki, seguramente podía
tirar cualquier tipo de silla o mesa hacia alguien. Escuché que el rubio
que no era Ian nos dijo algo.
-¿No te parece un poco temprano para un brindis? ¿Y a qué te referis con...? -Mi mirada cayó en el músico al otro lado de la habitación. -¡Che, es Ian! ¿Que está haciendo acá? ¿No se había ido a hacer un mandado o algo así? No me acuerdo muy bien...
Noté las expresiones incómodas de los demás; capaz que eso no era lo que había pasado. Eso me pasa por ser tan colgado.
Y
bueno, no hay mucho que hacer excepto pretender que todo estaba bien.
Me aclaré la garganta, puse mi espalda firme y empecé a caminar hacia el
centro de la fiesta, caminando de aquella forma que había aprendido
hace mucho tiempo para parecer más sofisticado de lo que era. Cada vez
que pasaba al lado de alguien les enviaba una mínima sonrisa o un guiño.
Sorprendentemente
la mayoría de las chicas se habían mostrado muy hábiles al momento de
realizar los movimientos que les había indicado. Diana también parecía
haber estado haciéndome caso a pesar de su actitud a veces poco
amigable. Debía de estar haciendo los ejercicios que le dejé de tarea y
estos debían estar teniendo el efecto positivo que esperaba sobre su
ala. -Creo que no nos queda mucho más tiempo... -comenté para el
grupo observando la coloración que estaba tomando el cielo- Será mejor
volver... vamos -todas asintieron y a las que pude las devolvía su
pokebola, dejando únicamente a Sloane fuera ya que la suya estaba en
poder de Nico. Y bueno, a Bryce por razones lógicas. Me detuve a los
pocos pasos de avanzar de regreso. A esas horas... Galahad ya debía
estar afuera. ¿Le estaría sucediendo algo? Quizá sólo tenía más sueño de
lo normal.
Parecía ser que la mayoría ya estaban listos y el
encargo que le había dejado a Kileo había resultado exitoso. Aunque no
estaba entre mis intenciones que capturaran al pobre murkrow... Sloane
se puso nerviosa y quiso atacar a la criatura aún estando metida dentro
del artefacto. Intenté sostenerla como pude pero terminó en mi cabeza.
Suspiré, por suerte no era muy complicado volver a hacerme el peinado...
No se calmó por completo hasta que le saqué la pokebola a Kileo y se la
entregué a Nico, junto a la spearow. -No sé qué problema tiene con
el murkrow pero... ten. La niña quería esto -y dicho esto Sloane soltó
un pequeño gorjeo, similar a un ronroneo, lleno de orgullo.
Admito
que me puse un tanto nerviosa al notar que Frost se estaba acercando y
que Bryce se reía, dejando en evidencia el acto vandálico pero con
buenas intenciones (?) que había perpetuado. Intenté hacerme la boba,
pero igual Frost no parecía tener ninguna sospecha sobre mí. En cambio
Bryce... parecía más que entretenido ante la situación. No pude evitar
reírme cuando se escondía detrás mío. Él sabe dónde se lo quiere. Eso
explica que regresara conmigo luego de un rato.
Ya en el club,
luego de un larga espera donde los pies me estaban gritando que si
tuvieran la oportunidad se desprenderían de mis piernas y me subirían
hasta la yugular para matarme... Debía admitir que me sentía un poco
incómoda, pero se me pasaría. Era cuestión de costumbre, tenía unos
años sin ir a un club nocturno. Si bien en Violet no había ninguno, el
tener Goldenrod relativamente cerca era suficiente para que saliéramos
con algunas amigas cada tanto. Bien tenía que dejar a Galahad en casa
porque se ponía como loco con todas mis amistades. Cuando el Doc se
aproximó con las bebidas, estaba de acuerdo con él. O sea, sí, teníamos
que estar alertas, pero dudaba enormemente que todo estuviera armado en
nuestra contra y estuviéramos ante una muerte inminente dentro de los
próximos 5 minutos, ¿no?. -Gracias -la bebida se veía apetitosa, y
desprendía un dulce aroma- Ahora, con permiso -e hice fondo blanco para
luego soltar un enorme bocanada de aire. Me hacía falta un poco de esto,
esta semana había sido una locura, y esperaba pronto se terminara.
Observé
a mis alrededores, para intentar tener una mejor visión del sitio y
poder ubicar las salidas en caso de emergencia. Ni hablar de ver si
podía dar con algún elemento útil como un matafuegos, o con alguien...
Mientras
estaba fuera de la peluqueria estaba tranquilo necesitaba un momento
para respirar esto de la cita era complicada y mientras estaba perdido
en mi mente un joven salio de la peluqueria un vistaso y voltee.
...!
Era el joven de la visión pero cuando trate de hablar con el ya se habia ido que tonto soy.
Pasado un rato nos fuimos de la peluqueria para ir al club.
Obio
que al llegar la luz y la musica alteraban no era sano el nivel de
volumen lo increible fue que mina se metió a su pokebola por primera vez
parece que es sensible a los ruidos.
Tras atravesar al interior del club. Rechace la cola que me ofrecía maxwell-lo siento no tengo ganas-. Y despues lo vi a ian estaba en el escenario por lo menos esta bien aun que creo que algo preocupado.
-
ven Iba vamos mas cerca del esenario - le dije ella mientras la tomaba
de la mano y la llevaba atravez de la gente, las luces y la musica que
me causaban dolor de cabeza.
Y me le quede mirándolo no podia hablarle estaba ocupado en ese momento. -
Y Iba que opinas del lugar tienes ganas de meterte en una cueva como yo-
la miraba con una obia expresión de fatiga por generada por el
ambiente.
La
musica, las luces, la gente y el aire intoxicado atacaron los sentidos
de los entrenadores. Apenas pudieron moverse al cruzar por la puerta.
Mucha gente aun se congregaba ahi tratando de encontrarse con amigos en
grupo. Una densa nuebla cubria todo el piso de las rodillas para abajo,
generando un efecto de luces con las baldosas luminosas sobre las que
caminaban, dando la impresion de que caminaban sobre una nube de colores
electricos. Les dio gusto darse cuenta que estaban bien vestidos para
la ocacion, ya que no contrastaban con el comun de los que asistian.
Incluso las chicas habian capturado la mirada de mas de un muchacho
mientras entraban en el primer piso del lugar. Epiphone tuvo que
rechazar dos tragos que le ofrecieron distintos muchachos al intentar
sacar charla con ella, y otros dos mas quisieron acercarse a Ibaraki
pero al ver que estaba junto a Mint murmuraban y se alejaban. Nitta
estaba bastante concentrada en su bebida, pero mas un en analizar cada
detalle del club.
El lugar tenia una enorme pista de baile en el
centro, varias escaleras que conducian al segundo y tercer piso que
tenian balcones que daban a la pista de baile, desde la cual varias
personas charlaban sentadas en comodos sillones. Sobre la pista se podia
ver como descanzaba un hermoso ornamento, una araña metalica con velas y
cristales, que contrastaba pero extrañamente quedaba bien con las luces
de colores y los flashes que iluminaban el lugar. La niebla salia de la
pista de baile, ocultando la cintura para abajo de la gente que se
concentraba ahi, que ya habian perdido toda inhibicion a causa del
alcohol y saltaban y cantaban junto con la musica. Frente a la pista
veian un escenario lleno de reflectores, parlantes del tamaño de una
persona, y una banda de musicos. La pared de atras del escenario estaba
completamente compuesta de luces, por lo cual solo podian ver las
siluetas de los musicos. De todas formas, reconocieron la voz, aunque al
principio creyeron que no.
Fue evidente que el cantante tambien
los reconocio, porque por un momento su voz fallo e interrumpio la
cancion que venia sonando. Las luces bajaron y pudieron verlo. Ian
estaba al frente del escenario, con una banda que no lucia muy
interesada en su trabajo. Llevaba una elegante camisa negra y no tenia
su tipico gorro de lana en la cabeza. Tras los parlantes, se
sorprendieron tambien al ver al Pokemon del entrenador, que ahora habia
evolucionado a un Loudred, ayudando a amplificar la voz de su dueño. El
muchacho se quedo con los ojos abiertos y sin voz por un segundo, pero
luego con un flash de los lasers del techo y la banda volviendo al
ruedo, se vio obligado a continuar con la cancion.
Ian sonrio,
resignado, y continuo con el estribillo. La voz del muchacho resono con
mas fuerza en el club mientras la gente volvia a saltar en la pista de
baile.
-Es el chico de la posada! - Dijo Epiphone señalando a Ian, - Canta mejor cuando no esta tan borracho...
La
cancion sonaba en cada rincon del club y era muy dificil para el grupo
hablar entre ellos sin tener que gritar, pero con unas cuantas señas,
Nitta dio a entender que vio a donde habia dio el muchacho de cabello
platinado que habian visto entrar, subio la escalera del 3er piso.
Tambien, la chica vio que en la planta baja, detras del escenario
estaban las salidas de emergencia, y una puerta hacia las cocinas detras
de la barra de donde Maxwell salio cargado de bebidas. Habia varios
Pokemon por la zona, si bien su presencia no era lo principal, no
estaban precisamente escondidos. Habia dos Pokemon que parecian un
pequeño pino cubierto de nieve al costado de la pista, emitiendo la
niebla que generaba aquel llamativo efecto en el piso. Cerca de cuatro
Flaffys estaban en los balcones emitiendo flashes de luz acompañando a
los lasers. Y por ultimo, en los pisos superiores la chica vio que unos
cuatro miembros de seguridad camianaban junto con un gran pokemon de
lucha a su lado. Uno de los guardias y su Machoke, miraron a los
entrenadores desde el 3er piso. Mas bien, miraron a Epiphone. Entre
todo el amontonamiento de gente, el unico que podia caminar bien era
Nico, que la gente se alejaba de el cuando les guiñaba el ojo. Pero, no
era nada comparado a Jaime, que parecia mimetizarse con la pared y
absolutamente nadie le prestaba atencion. El muchacho tenia expresion de
aburrimiento, pero mas que nada parecia algo avergonzado de encontrarse
en una fiesta asi.
-Ejem...no quiero ser...aguafiestas, literalmente...-
Dijo el muchacho, pero nadie lo oia por sobre la musica. Intento dos
veces mas, pero el resultado fue el mismo. Frustado, el muchacho Gautier
señalo muy obviamente al seguridad del tercer piso, alertandolo.
El
doc me dió una cerveza, al parecer había comprado algo para todos.
Incluyendo Ian. Nitta se bajó lo suyo de una y comenzó a mirar para
todos lados. Mint e Ibaraki ya se nos habían alejado. Sí, ésto era a lo
que me refería. Lo miré mal pero igual tomé un largo trago, ignorando mi
propio consejo. Si la noche arrancaba así, lo iba a necesitar. Capaz
también el segundo vaso. Eso que hoy venía tan bien...
Ian siguió
cantando. Noté que su pokemon estaba diferente, evolucionado supongo, y
que él estaba un poco lastimado. Puede que lo esté imaginando o haya
sido de antes... Y como soy un boludo, me preocupaba, obviamente.
No
es que sea el mejor dándome cuenta de las intenciones reales de la
gente, lo sabía más que bien; y si nos había mentido... Intenté no
frustrarme ante esa idea, odiaba sentirme así. Pero eso no tenía ningún
sentido. Vi cómo se puso cuando Mallory mencionó Lumiose, no tenía razón
para fingir eso. Ni para habernos dejado sus sospechas sobre los
Guardadores, ni para haber mandado a un Líder a
ayudarnos. Quien tampoco creo tuviera razón para mentirnos sobre él.
Aunque no teníamos idea de qué había sido lo de Karen al final. Aún así,
qué ganaba, si todo eso había sido un teatro? Nada, que sepamos, o que
justifique el esfuerzo. Entonces no podía entender por qué concha estaba ahora acá.
Igual..
no es como que la gente siempre necesite razones concretas para hacer
esas cosas.. pero... Capaz era inocente de mi parte querer creer que Ian
no era ése tipo de persona.
Frost me llamó la atención de nuevo
al grupo. Por lo menos Nitta parecía haber visto todo lo importante en
el lugar y nos lo explicó lo mejor que pudo con el ruido. No pude evitar
mirarla detenidamente mientras nos hacía señas de cada detalle, para
asegurarme que estaba bien, pero no parecía alterada ni nada más allá de
eso. El grupo se decidió separar, muy a mi pesar, y quedé en la planta
baja con Kileo. Me daba igual qué me dijeran que haga, honestamente,
estaba teniendo ese impulso estúpido de querer irme ya. Ignoré las ganas
que me habían agarrado de repente de fumar y le di otro trago a la
cerveza.
Algo en el bolsillo me distrajo, un segundo después Leti salió de su pokeball y se intentó acercar al escenario, tirando manotazos emocionado.-No me hagas ésto vos también.-
me quejé. Debía haber reconocido la voz de Ian, en serio, desde cuándo
los pokemon pueden salir así? Lo logré atajar mientras balanceaba los
dos vasos en una mano y buscaba su pokeball con la otra, el
entrenamiento de mozo al menos todavía me servía. Lo guardé y me
disculpé con la gente que había chocado a nuestro alrededor, habíamos
llamado la atención más de lo que hubiera querido. Aunque puede que
fuera mejor que me vieran a mí y no al resto del grupo subiendo las
escaleras. En especial ése guardia de arriba...
Volví a mirar al
escenario, él seguía cantando. Era una buena canción, y Epiphone tenía
razón, sonaba mejor sobrio. Fui a tomar de nuevo pero me di cuenta que
ya había terminado el vaso. Suspiré. Dios, qué exagerado de mierda que
soy.
-Ah, preguntaste de dónde lo conocíamos, no?- le dije a Kileo, nos habíamos alejado un poco de los parlantes y el grueso del tumulto, así que podíamos entendernos. -
Empezó el viaje con el grupo. El padre de Epi secuestró el colectivo en
que íbamos, para un trabajo que terminamos haciendo nosotros, lo de
encontrar a Julia. Ni nos conocíamos entre nosotros pero todos
aceptamos. Fuimos al Gimnasio de Laverre, hablamos con la Líder...- Omití mencionar que matamos a alguien. -
Y terminamos en Lumiose. Después de un quilombo la noche de Halloween,
unas locas que nos atacaron en una plaza, él se fue. Sin avisar. Hasta
ese momento.. siempre nos había ayudado con todo lo que podía. No nos
dijo bien por qué se iba, solo que no podía estar más en la ciudad.- Me encogí de hombros y fui a darle un sorbo al segundo vaso pero me detuve a último momento. Mejor no. -Por eso es... raro. Verlo acá.- Me quedé mirando los dos vasos un momento. -Che, vos cómo terminaste metido en ésto?-
No
sé si la bebida tenía algo, prefería no saber, pero me sorprendió a mí
misma la claridad con la que había podido distinguir tantos elementos en
el sitio a pesar de la oscuridad y la neblina. Había podido identificar
un par de salidas, elementos de utilidad... Lo que fuera que estuviera
detrás de la barra me llamó ciertamente la atención. Sin embargo, me
preocupaba la construcción del lugar. Tres pisos... y nuestro objetivo
estaba en el último. ¿Y por qué era tan importante Epiphone en todo
esto? La observé unos segundos mientras me acomodaba en un asiento de
una barra cercana. Parecía estar bien, rechazando algunas invitaciones.
Parecía ser que nuestra prioridad sería protegerla... Por mi parte, escuché la voz de algún hombre a mis espaldas. -Señorita, no esté tan solitaria, ¿no desea la compañía de un caballero? -
Ya tengo un caballero, gracias -contesté a secas pensando en Galahad. Ni
volteé a verlo, y a pesar de mi negativa, el tipo siguió insistiendo en
invitarme un trago o sacarme a bailar. Sus argumentos eran que si si
tenía un caballero qué hacía allí, etc. Continué observando el lugar. La araña en el centro, los balcones. Y entonces las vi. -
Por las lanas de mi abuela ¡Un montón de Minamis! -musité y en un
instante me puse de pie y comencé a avanzar hacia la escalera más
cercana arrastrada por un incontenible deseo de acariciar a esas ovejas.
Debía ir al segundo piso lo más pronto posible. Creo que el tipo que
estaba detrás mío dijo algo así como "¿Perdí contra un par de ovejas?
Arceus, estoy demacrado".
Se bien que la mente se me voló para
otro lado, que me olvidé de todo lo que había venido a hacer a ese
sitio, pero la presencia de esos flaffys me llenaba de alma. En meses
era la primera vez que veía algo que me acercaba a mi hogar. Ok, si bien
en casa había una única flaffy, y era Minami (la compañera de mi mamá),
aquel grupo era lo más cercano que iba a tener a un rebaño de mareeps
de acá a quién sabe cuántos meses. -Aunque... -me detuve un segundo- Se supone que iba a bailar con Max. Bueno, ovejas -concluí. Prioridades. Seguí avanzando. Quizá
podría invitarlo a acompañarme y explicarle lo particularmente
aprovechable que es la lana de los mareeps luego de que se les realizara
un proceso de despolarización. La gente tiende a subestimar el pelaje
de aquellas criaturas. Tienen muchos más usos de lo que uno podría
pensar. Santa lana, estaba comenzando a hablar como mi madre. Miedo.
Seguí
avanzando hacia mi repentino objeto de deseo hasta que una mano me
rodeó el brazo y me detuvo. Oh, quizá era el Doc que había recordado lo
que habíamos arreglado antes de entrar a la peluquería. Pero para mi
desgracia no, era Frost. -Ah -me limité a decirme con la decepción
pintada en todo el rostro. O quizá no decepción, sino más bien... era el
rostro de alguien insatisfecho, creo. Me comentó que había un plan. La
idea era de cierta forma repartirnos los pisos, mientras un grupo
acompañaba a Epiphone hasta nuestro objetivo. No me gustaba la idea de
separarnos, pero tener el mayor control posible del sitio era prudente. -Me pido el piso de las ovejas -comenté rápidamente y sin esperar mucho a que me dieran el ok.
Sin
embargo, quién haya sido el que haya diseñado el plan había sido muy
malévolo. Ponerme con Frost en el mismo piso luego de lo sucedido en el
departamento de Debbie sólo podía prevenir de una mente perversa. O de
alguien que creía que era buena idea porque ambos estábamos de verde. A
fin de cuentas no me sentía cómoda a su lado. Si bien me estaba
olvidando de a poco de lo que había ocurrido... no podía, me incomodaba.
Me estaba resultando un tipo extraño. Incomprensible, era la palabra.
¿Notaría que evitaba sostenerle la mirada en lo que subíamos al piso que
nos correspondía? No debía preocuparme por ello, me repetía a mi misma,
ya se me pasaría. Lo único que importaba en ese momento era acercarme a las ovejas.
Y LO HICE.
Apenas
puse un pie en el segundo piso, emprendí marcha en dirección a los
flaafys más cercanos. Me importaba tres cominos lo que Frost pudiera
decirme en ese momento, mejor aún si lograba alejarme de él por un rato.
¿Quejas sobre el sitio? Paso. ¿Críticas a cualquier ser vivo que
estuviera en un radio menor a 5 metros? Paso. ¿Insultos que dedicarle a
Bryce a pesar de que estuviera dentro de su pokebola (aunque eso fuera
para él suficiente argumento de que era un inútil)? A ver si se anima a
hacerlo. Ovejas, piensa en las ovejas. La alegría que tenían al mover
los pequeños falores en sus colas se reflejaba en sus bailes y rostros,
y era contagiosa. No pude evitar sonreír cuando me agaché a un lado de
una. Se volteó sorprendida, me saludó y siguió bailando. Se la veía
bien, a pesar de que era evidente que no le daban el mismo cuidado que
le dábamos nosotros en casa. Pero estaba feliz, ¿qué otra cosa podía
importar? -Extraño Johto... -dije de pronto mientras acariciaba la
lana de uno de los flaafys- Eres muy bonita -la nostalgia me estaba
pegando un poco fuerte. Se que eran algunos meses, pero creo que...
luego de todo esto podría volver a casa, ¿no? Aunque no sentía que había
logrado del todo mis objetivos... tenía a Valkyria ahora. Pero eso no
era suficiente. Cuando volviera... ya no podía dar marcha atrás- Quizá
estoy exagerando -dije dejando caer mi cabeza sobre mi mano, observando a
los flaaffys bailar.
Recuperé la compostura. Tenía que recordar
para qué estábamos aquí. Observé a los alrededores una vez más, quería
tener una mejor visión del piso en el que nos encontrábamos. No, en esta
ocasión, estar alerta.
//Percepción + Alerta// [dice]0[/dice]
Era
una porquería, quería tener una noche normal luego de toda esta semana
caótica. Tampoco podía observar demasiado, o llamaría la atención.
Bueno, ¿realmente lo haría? Éramos demasiadas personas. Me fijé en la
camisa de Frost. Ok, los dos de verde. Faltaba Galahad y estábamos. Como
sea. Me acerqué a él y le dije aproximándome a su oído, para que me
escuchara. -Asumo que debemos esperar y estar atentos, pero
mientras... ¿Podemos bailar o algo? -dejé unos segundos- Bryce y yo. O
no sé, puedo... -miré a los flaaffys un instante- comentarte sobre el
proceso de despolarización que se le puede realizar a la lana de los
mareeps y sobre las utilidades tiene una vez finalizado dicho
procedimiento -levanté los hombros. Estaba diciendo cualquier cosa con
tal de no sentirme incómoda en aquél momento. En silencio. Sí, el
silencio sería lo peor. Podría caerme mal, pero no quería llevarme mal
como tal con él- Ah -dije desviando la mirada- Medio tarde, pero también
te queda bien el verde.
Me gusta ser sincera y recuperar las
cosas buenas de la gente. Lo triste es eso, que tenga que recuperarlas
entre un montón de escombros.