Casi
no me lo creí cuando Sam lo dijo; seguramente no hubiera agarrado la
medalla del aire si no fuera por mis reflejos. Bajé la mirada a mi mano y
la examiné cuidadosamente, cómo si todavía no estuviera seguro de que
era real.
¿Había... ganado? ¿Contra un líder de gimnasio?
Si mamá me viera ahora... pensé con una sonrisa.
Sin esperar agarré a Yannick y al Doc y puse mis brazos alrededor suyo (con el Doc fue dificil, me costó llegar al hombro)
-¡Felicidades a nosotros! Aunque no hice mucho, pero ese Eevee y Skorupi la rompieron mal.- Dije, mi voz llena de felicidad. -¡Hay
que celebrar! Con bebidas sin alcohol y mucho baile. Y ropas lindas,
hay que ir a conseguir esas ahora antes de que los negocios cierren.
Luego
de un rato nos dirigimos hacia la parte de la ciudad donde estaban los
demás, pero a mi ya no me importaba mucho eso. Caminé con paso ligero y
una sonrisa idiota en mi cara, vistiendo la medalla que me dió Sam en mi
chaqueta orgullosamente.
El
bicho azul cayó. Hubo medio segundo de silencio. Ehre hizo otra
reverencia a Samuel y se dio vuelta a verme. No pude contener la sonrisa
y corrí a su lado, casi la quería abrazar. Sam nos tiró la medalla y
pasé mi mirada de la espada a la pequeña placa de metal. Nunca le
prometí que ésto podría pasar, ella sabía que no estaba interesado en
esas cosas, pero eligió aceptar nuestro trato igual y ahora...
-Lo.. lo hiciste.- Aunque no expresara nada, podía sentir el orgullo que irradiaba. -Qué tal, Sous-Général, cómo se siente vencer un Líder en combate limpio?- Dio una vuelta en su lugar, creo que su código no la dejaba emocionarse más que eso. -Vos también!- Levanté a Toussaint. -Y es tu primer pelea!- El Eevee respondió con un alegre "viiii". Aunque ahora que los miraba bien a los dos, estaban muy heridos.
Antes de partir guardé el CD que me había dado Sam en mi bolso y busqué las sodas, Touss agarró una con sorprendente destreza y se la tomó. Miré a Ehre, sosteniendo otra desde arriba. -Um... vos... cómo...?- Se desenfundó en un segundo, cortando la botella en dos y bañando su cinto. -ARCEUS.- solté el envase y di un salto atrás. -Tan difícil es que me des un aviso?- Sí, definitivamente estaba emocionada. La tela de su cinto rápidamente absorbió el líquido. -Huh, claro, eso tiene sentido.- asentí antes de guardar a ambos.
Noté el otro CD entre mis cosas, el violeta, que había vendido con el bolso. -Eu Max.- lo llamé y se lo di. -Es un ataque veneno, tu escorpión debería poder aprenderlo.- Recordé cómo lo había visto anoche. -Creo que.. te tenemos que devolver un poco en gracias a que siempre nos estés curando.- le sonreí.
Me acerqué a Sam una vez que estábamos caminando por las calles, supongo que se iba a hacer sus cosas ahora, así que... -
Por cierto, si Ian te vuelve a contactar... Le dirías que puede ir a mi
departamento de Laverre, si necesita dónde quedarse por un tiempo? Que
pregunte por Feuilly en el Café que fuimos y le pida la llave extra de
mi parte. Así puede dormir en una cama en serio de una buena vez.-
Nos había dejado su casa, sentía que se lo debía, y seguramente le sirva
más que a mí ahora mismo. Incluso si no confiara en él, tampoco tenía
mucho de valor para robar ahí; todas esas estatuillas juntas no deben
llegar a 10 pokeuros.
Entre más nos acercábamos al centro, más
empezaba a dudar lo de la peluquería. No es como si pudiera arrepentirme
ahora y no teníamos otra opción a esta altura pero los nervios estaban
igual. Hace tres días me había parecido terrible la idea de
encontrármela, y ahora estaba yendo a su lugar de trabajo por decisión
propia. Qué pasaría si todavía me odia? No la culparía después de todo,
incluso si accede a hablar conmigo capaz nos mande a cagar por pedirle
un favor. O peor, qué pasaría si no está ahí? Éso sólo podría significar
que algo le pasó. Y no conocía tanto a los otros empleados como para
andar preguntando demasiado, había ido un par de veces nada más. Pero si
algo le pasó entonces seguramente--
"No necesito que me tengas lástima."
Ok
ok, tranquilo, no empieces con esas cosas. Todavía ni encontramos a los
otros. Estaba tan distraído que me choqué al que iba adelante mío
cuando dejó de caminar. Ah, ya los encontramos? Eran.. ellos? Estaban
todos ya cambiados y preparados, Epiphone en especial. Me reí un poco
ante el comentario de Sam.
-Soltera, sí. Interesada es otra cuestión.- le dí una palmadita en la espalda evitando los vendajes. Aunque no le vendría mal a esa chica que le suban un poco el ego. -Siempre nos podés acompañar si querés tener una chance.- bromeé, sabiendo que estaba muy lastimado para considerarlo. O eso espero.
-Che, están en serio muy bien arreglados.- le hablé al grupo -Se.. bañaron? Qué onda?- Los miré algo confundido. -Bueno, nosotros tres igual necesitaríamos ir al salón. No sé si alguno de ustedes querrá un retoque de algo, pero...- Miré lo que Nitta tenía en la mano. -Y eso?-
Le pedí que me deje ver la cámara y empecé a toquetear todas las configuraciones.
-Es una Polaroid Captiva! De dónde la sacaron?-
Tenía sus años encima, de hecho había escuchado que las iban a dejar de
producir dentro de poco, pero seguía siendo una muy buena cámara.
Siempre había querido una instantánea, aunque claro, tuve que ahorrar
demasiado para la semiprofesional que necesitaba en la facultad, además
que los repuestos de estas cosas valían una fortuna. -
Si conseguimos papel de 500 va como piña, aunque la saturación está
medio rara y tiene un poco polvo adentro pero eso se arregla fácil.- pensé en voz alta.
De
repente recordé que no había revisado si mi filmadora sobrevivió los
surfs de ayer, lo dudaba, pero había seguido andando después del río lo
cual era sorprendente. Al menos no tenía ninguna película importante del
fin de semana, antes de todo ésto. Estaba aguantando más que la de la
facultad, esa cámara... era mejor no pensar cómo terminó.
-Ya la han probado?- le sonreí a Nitta. -No es para desperdiciar rollo pero me gustaría ver cómo anda.-
Me
quede parado en medio de la calle junto con el resto de mis compañeros
mientras esperábamos que el resto viniera de jugar con Sam, si no fuera
porque nuestros gears están todos toqueteados por el viejo de jamie los
hubiera llamado pero eso era peligroso, posiblemente solo atraería a
otros sicarios de la muerte. Mire a la hippie que estaba a unos metros
de nosotros, llevaba en su brazos a Bryce que parecía tener un moño, en
que momento se lo puso? Sacudí la cabeza, todavía sigo escupiendo pelo
de cuando me lo estampo en la cara, qué carajo le pasa a esta mujer?
No
tengo tiempo para esto realmente, libere a mi eevee de su pokeball
mientras nos acercábamos a las tiendas que había en la calle, por alguna
extraña razón recuerdo que le habían gustado una de las tiendas, creo
que era una peluquería. Mire un cartel que colgaba en la vidriera algo
sobre felicidad.
/Flashback/
-
Mamá como es que evoluciono Milo?- Pregunto el pequeño mientras
acariciaba la cabeza del umbreon sobre sus piernas, la criatura negra
parecía haberse quedado dormida en el sillón mientras él miraba la
televisión.
La madre de Nicholas levanto la vista y sonrió al
ver la escena, estaba feliz de que su hijo se llevaraba bien con el
nuevo pokemon que le había traido. –Milo evoluciono asi por sus
sentimientos nicky.- comenzó a explicarle la mujer mientras cerraba el
libro que estaba leyendo.-Algunos pokemons evolucionan por diferentes a
través de ellos y como se sienten, Milo era un eevee que le gustaba
mucho la luna y su cariño a ella le dio esta forma.-
-Y hay otras
formas? Como evolucionan en otras cosas? Milo puede volver a
evolucionar? Puede quedarse asi para siempre? Es mas cómodo para jugar!-
preguntó Nicholas interesado.
-Hay varias, una incluye al sol-
Respondió la mujer parándose de su asiento, se acerco a su hijo y movió
un poco su cabello.- Y no evoluciona, Milo va a quedarse con nosotros
asi por el resto de su vida, pero no es un juguete, es un amigo más,
como los que tiene mamá, los que a veces te dan miedo.-
-Ohh,
pero Lilith me da miedo y le gusta molestarme!- Respondio enérgicamente
el niño, la mujer no pudo evitar reírse, cuando su hijo habla con tal
convicción le recordaba un poco a su Padre, casi como tener a otro Mini
Frost pero con pelo negro.
-Lilith solo es traviesa, esta en su naturaleza.-
/Fin del Flashback/
-Creo que entiendo a lo que estas apuntando.- le comente a la criatura en mis brazos, sonreí un segundo mientras apoyaba mi pera en su cabeza. -De tal palo, tal astilla.-
Salimos
del departamento de Debbie y nos fuimos al centro de la ciudad. Apenas
bajamos dejé salir a Baraddur de nuevo, necesitaba su compañia de nuevo,
pero no necesitaba la sonrisa que tenia en la cara. -Si si, ya sé que escuchaste todo ahi adentro-
Debia admitir que me molestaba un poco que mi propio hermano disfrutara
mi miseria de esa manera. Pero bueno, dicen que para eso es la familia.
Dejando
de lado que el Sandygast estaba disfrutando más de lo necesario mi
vergüenza pública, mi siguiente problema era algo más, personal...
extrañaba mis pantalones, me habia acostumbrado a mis viejos y pesados
pantalones y ahora andar con una delgada capa de tela no era mi
situación ideal. Debbie dijo que tenia que retirarse y esperaba que todo
mundo nos viera en la fiesta, no, por favor NO!, lo que menos
necesitaba era llamar la atención, no solo por tener que llevar a
Epiphone y cuidarla, si no por todo lo demás, ya me sentia ridícula
vestida así, solo queria re encontrar al grupo y seguir.
Poco
despues apareció el resto del grupo, parecia que ni habian comenzado a
prepararse, bueno, teniamos sus camisas, era de esperarse que solo
necesitaran una ducha en un centro pokemon y cambiarse. Al menos
estabamos juntos de nuevo, comenzaba a... extrañarlos? Nah, no podia
ser, aunque, sin Nico todo estaba muy callado, Yannick era alguien con
quien sentia que podia hablar, y Maxwell, era alguien con quien todavia
TENIA que hablar, solo podia esperar que no vendiera a todos sus
compañeros como lo hizo con el pobre Pumpkaboo.
También noté que
Samuel estaba con ellos, lo que me recordó que no me fuí en muy buenos
términos con el joven, por lo que preferí no llamar mucho la atención y
me quedé con mi compañero, mirando los alrededores. -Crees que tengamos una noche traten de matarnos?- Le pregunté casualmente al Sandygast, el cual obviamente no podia responderme -Yo tampoco-
/Tirada de alerta + percepción for the lulz/ [dice]0[/dice]
Devolví
a Galahad a su pokebola para evitar que siguiera golpeándose. Además...
prefería que no me viera así, por su bien. Ya se acercaba la hora de
irse, así que terminé de prepararme en la habitación, ignorando al
resto, necesitaba unos minutos a solas. -No puedo creer que esto
finalmente me será útil -dije para mi misma atándome algo alrededor de
la pierna, cerca del glúteo. El vestido llegaba a taparlo, por lo que no
interfería con mi aspecto. Por último tomé una pequeña cartera negra
con detalles en plateado, y entre otras cosas, coloqué dentro la cámara
que Debbie me había autorizado a tomar. Esperaba poder darle un buen
uso. Además, coloqué en una bolsa las prendas que deberían usar el resto
de los chicos.
-Quizá esta noche pueda pasarla como una normal... -extrañaba la vida que tenía hace una semana.
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Decidí
ir por delante del resto. Tenía grandes motivos: 1, Kileo estaba con
sus gestos raros y no tenía ganas de verlo para no entenderlo; 2, les
estaba dejando espacio a Iba y Mint para que charlaran; 3, si bien no
tenía muchas oportunidades, le estaba dejando espacio a Epi para que
hablara con Jaime; y 4, sinceramente no quería ver a Frost por un rato. No era ese el caso con su pokémon. Llevaba a Bryce en brazos, y antes de salir le había colocado un moño. -
Se ve usted muy bien, caballero Bryce -él sonrió con orgullo, levantando
el mentón. Sonreí. De hecho tenía guardado un pequeño cargamento
preparado para el resto del equipo, y lo usaría cuando tuviera
oportunidad- Gracias por ayudarme antes -le comenté luego al pequeño
oso. Su mirada bajó a sus brazos, los levantó. Un par de objetos
brillantes se revelaron debajo de su pelaje. Contuve mi sorpresa para
evitar llamar la atención. Él por su parte... se rió en voz baja,
satisfecho por su botín: dos pokebolas. Qué efectivo. Creo que me había
hecho de uno de los aliados más fieles y confiables- Muy bien cabellero
Bryce, usted no se olvida de nuestro plan -choque mi puño suavemente con
el suyo y el procedió a esconder las pokebolas nuevamente- Aunque no sé
si realmente podamos avanzar hoy...
Luego de unos minutos nos
encontramos con el resto. Por suerte estaban todos bien y parecían haber
ganado. No era familiar con el sentimiento de satisfacción de ganar
batallas, mucho menos con la idea de ganar en un gimnasio, pero debían
estar contentos. -¡Felicidades! -comenté adelantándome al resto y
reencontrándome con los recién llegados. Me confundió un poco el hecho
de que Yannick se sorprendiera por nuestros atuendos- ¿Es mucho, decís?
No importa -extendí sosteniendo con ambas manos la bolsa que había
traído conmigo- Aquí tienen para ustedes. Son algunas camisas,
pantalones y corbatines. Aunque no sé dónde podrán cambiarse...
-mientras pensaba, la cámara debió asomarse de la cartera, ya que
Yannick la había notado y parecía bastante interesado en ella, y por más
está decir que emocionado. Me la pidió y se la entregué sin problemas,
comentándole en el proceso que le pertenecía a Debbie- Y no sé, me gusta
la idea de que tomemos algunas fotos, para entretenernos entre tanto
stress -levanté los hombros- Podríamos tomar algunas cuando todos estén
cambiados. Como sea ¡Vamos! No tenemos mucho tiempo -comencé a avanzar
pero luego me detuve por un momento. ¿A dónde íbamos a ir? De pronto se
me vino a la mente algo que el chico de las ojeras había comentado- Yan,
dijiste algo de que... conocías a alguien de una peluquería ¿no?
-volteé a mirar alrededor.
En ese momento noté a Frost con su
eevee en brazos, muy afectivo. No le había prestado mucha atención
antes, pero a pesar de las ideas de mi madre me resultaba una linda
especie. Hablo del eevee, no del cubito de hielo. Pero... verlo sonreír a
él era un poco reconfortante y me generaba una pequeña sonrisa a mi
también. Qué carajo.ESTABA SIENDO INJUSTO. No sé ni qué cosas me estaban
pasando por la mente. Volví a mirar al enfrente y crucé mi mirada con
la de Yannick, pero la moví enseguida para otro lado e intenté cambiar
mi expresión rápidamente. -Bueno, vamos -comencé a caminar. Abracé con más fuerza a Bryce. Realmente era injusto.
Al
salir del abarrotado departamento, nos reencontramos con el resto del
grupo sorprendentemente rápido. Lucían muy cansados pero había una clara
expresión de satisfacción en sus rostros. Al irse acercando, noté
rápidamente la insignia en la chaqueta de Nico. Sonreí.
-¡Eh! ¡Felicidades!- les dije en cuanto los tuvimos a distancia apropiada.
Parecía
que la victoria los había animado mucho más de cómo estaban por la
mañana. A todos nos vendría bien estar más animados. Aunque íbamos a
tener que esperar para eso ya que lo que se avecinaba a la noche no iba a
ser un relajado paseo por el bosque.
Yannick y Nitta examinaban
la cámara que nos presto Debbie. Frost y su Eevee miraban un salón de
belleza. Instintivamente mire la pokebola de Lando. "Meh... No tenés ni
un pelo en la cabeza vos...". Iba, que seguía peleando contra su nuevo
atuendo, miraba alerta hacia todos lados. ¿Nunca se calma esta niña?
Pese a lo muy alerta que estuviera, no notó algo que yo percibí al
instante: La figura que nos observaba desde lo alto de un edificio. Era
familiar para mi, pero preferí no hacer ningún comentario a mis
compañeros ya que no significaba un peligro. Tal vez significaba que los
peligros se acercaban. Ya trataría con eso luego.
Empezaba a
distraerme y miré a mi alrededor a ver si veía algo interesante. Sabía
que había bastante de la fauna local que me faltaba por ver.
//Detección+percepción para ver si aparece algo, porque quiero mi perro pintor o lo que sea//
Tras
salir de departamento y despedirnos de debbie yo me encontraba un poco
perdido tenia una cita y digamos que esta ya habia empezado yo no sabia
que hacer.
Mina se quedo al lado mio como espectadora de novela
mientras yo miraba mi cuaderno se que no es el mejor accesorio pero no
me gusta separarme de el y eso que atravesamos mucha agua pero la bolsa
de plástico la protege bien.
Mirar el diario es mirar muchas cosas una historia larga con muchos años, dolor en sus paginas y datos de todo un poco.
Me tengo que acercar a iba y empesar a hablar - ehhhh... - le puedo gritar un invitacion pero no hablar normal eres un tonto. - iba y que tal como te encuentras - por dios ahora le susurro a un metro de distancia.
En eso llega el resto del equipo con victoria escrita en la cara a mi me hubiera gustado pelear pero no era el momento.
Me
consentro de nuevo en Ibaraki y me doy cuenta de que soy un tonto la
invito pero no puedo hablar con ella. Vamos se fuerte solo habla con
ella, acercó con miedo a ella - Iba ¿como te encuetras? si estas
nerviosa no te preocupes yo tengo algo de experiencias con las fiestas
refinadas - le sonrei.
No
podia creerlo, despues de todos los problemas ¡habiamos ganado!, vi
como cian caia al piso por el cansancio y corri a socorrerlo. Lo levante
en mis brazos, su mirada de satisfaccion lo decia todo, y lo abrace
fuertemente.
Me sentia diferente como si algo en mi hubiese cambiado.
-
Gracias pequeño, te debo mucho, no solo por hoy, siempre recibis las
heridas por mi y no pedis nada a cambio. Sos algo de otro mundo.
El pokemon simplemente se desmayo despues de eso y lo devolvi a su pokebola a su merecido descanso.
Detras mio kay se acercaba dando tumbos, acaricie su cabeza.
-Kay lo hiciste muy bien tambien, te hiciste muy fuerte desde la ultima vez que nos vimos- el pokemon relincho de alegria.
Entonces
Nico se acercó a nosotros y nos envolvio con un caluroso abrazo junto
con Yannick y por un momento me transporte devuelta a goldenrod... A mi
familia..., pero asi como el sentimiento aparecio tambien se fue cuando
se termino el abrazo y sensacion agridulce me invadio.
-Gracias a los dos, significa mucho para mi- les dije con una sonrisa melancolica.
Tomé algo de aire, queria contarles, despues de todo merecian saber porque los meti en esto.
-
Hay cosas que no se pueden curar, por mas libros que leas, por mas que
pases meses en un escritorio sin levantarte deborando cada articulo
medico que encuentres o por mas que te quemes la vista intentando leer
con una vela todas las noches- dije recordando los anteojos que odiaba-
Hay cosas que simplemente no tienen solucion o eso pensaba al menos,
hasta el dia que me dieron esto- mi mano se ilumino con ese amarillo
caracteriztico - hay gente que controla el agua, otra que puede
desaparecer en un abrir y cerrar de ojos, yo puedo curar a la gente solo
con mi voluntad. Pero por mas que queria ayudar a esa persona, no pude,
esa es una de las razones por las que empece este viaje, para hacerme
mas habil. Nada de lo que hacia parecia hacerlo, ni los libros, ni los
entrenamientos fisicos o mentales y creanme que intente de todo,
entonces me di cuenta... Bueno no, me lo dijeron, que la unica manera es
viviendo, teniendo experiencias... Y henos aqui...
Acaricie a Salem.
-Disculpen, les amargue el momento- les dije con pesadez
Me acerqué a Sam y le agradeci con una reverencia tipica de johto.
-
Gracias Sam y disculpame si te falte el respeto, no era mi intencion,
dejame cambiarte los vendajes es lo menos que puedo hacer.
Dicho
esto nos dirigimos a encontrarnos con el grupo y no nos fue dificil. Los
cruzamos bastante rapido, pero algo era diferente, estaban todos muy
bien arreglados. Los vestidos eran radiantes y no pude evitar a mi mente
divagar por unos segundos.
-Se ven muy bien- les dije con una sonrisa- Espero que me permitan un baile esta noche.
El
grupo se habia encontrado finalmente. Primero, los entrenadores que
habian peleado con Sam se vieron algo sorprendidos por la apariencia de
los demas, estaban bastante bien arreglados y parecian estar listos para
ir a la fiesta de aquella noche. Samuel saludo con el brazo al resto de
los entrenadores, pero se agarro las costillas al hacer el movimiento y
puso una cara de dolor, aunque luego de eso recupero su sonrisa
habitual.
-Bueno, puedo trabajar con eso. - Suzurro el Lider de Santalune cuando Yannick le comento el estado emocional de Epiphone. - Buenas noches! - Exclamo el chico acercandose,.- Señorita, mucho gusto, soy Samuel, Lider de Gimnasio de Santalune, soltero y con un Masquerain que busca afecto. - Bromeo el muchacho saludando a la chica, Jaime fruncio el ceño.
-Emh...c-creo que ya nos conociamos...no? - La chica estaba completamente ruborizada y desvio la mirada con timidez.
Mientras
el lider seguia queriendo sacarle charla a la hija de Thenardier, los
demas entrenadores se dispusieron a caminar por la calle llena de
salones de belleza. Yannick observaba detenidamente la camara que Nitta
habia pedido a Debbie, y habia podido hacerla funcionar a la perfeccion
en tan solo unos momentos.
-Bueno...yo tengo que ir al Gimnasio
de Lumiose a terminar...una charla. Asi que no creo poder acompañarlos,
ademas en mi estado, lamento decir que no voy a poder hacer mis famosos
pasos de baile. - Comento Samuel mirando hacia la plaza central donde
las luces de la Torre Prism comenzaban a prenderse. - Pero quizas los
pueda alcanzar mas tarde. Si es asi, espero poder compartir un baile con
usted, señorita- Dijo guiñando el ojo a Epiphone, quien casi tropieza
de la verguenza. El Lider se despidio de los demas entrenadores, dandole
la mano a los que habian combatido con el- Y
no hay problema...si llego a ver a Ian voy a darle un par de consejos y
decirle lo que me dijiste. Y tambien, darle un par de golpes.-
El
lider se alejo saludando con la mano y perdiendose en la multitud. Las
luces de las vidrieras se habian encendido por completo y el grupo de
jovenes estaba en la calle, ya completamente al dia sobre lo que habia
ocurrido en el transcurso que estuvieron separados. Mint intentaba sacar
conversacion con Ibaraki, quien parecia estar alerta y esperando
peligros a su alrededor, mientras que Kileo un poco mas alejado de la
calle, estaba dando vueltas observando los callejones. cuando un ave
negra que parecia llevar un sombrero hecho con sus mismas plumas se puso
en su cabeza. El Murkrow parecia empecinado en quitarle un mechon de
cabello con su pico.
Levanté
una ceja ante el modo en que Nitta sonreía mirando a Frost, pero ella
se volteó para otro lado en seguida. Al parecer nos habíamos perdido de
algo. Si la cámara era de Debbie... Se la habían encontrado de nuevo?
Sonaba a demasiada coincidencia. Antes que pudiera mencionarlo, Nitta me
preguntó por la peluquería.
-Sí, estamos.. a unas cuadras nomás.-
En cuanto procesé eso sentí otra ola de nervios, más intensa. Encima no
les había explicado a quién íbamos a ver ahí. Debería decir algo al
respecto, capaz. O sería muy raro? Ni siquiera tenía idea de qué
esperar. Para cuando me di cuenta, ya habíamos llegado. Y no se me
ocurría qué decir.
Bueno, ya está.
Tomé aire y abrí la puerta.
La
vi apenas entramos, era imposible perdérsela. Para mi sorpresa no había
cambiado su pelo, aunque como era de esperar, seguía radiante. Supongo
que entrar todos a la vez en un grupo tan grande nos hizo resaltar,
porque miró para nuestro lado y cuando me reconoció, comenzó a caminar
en nuestra dirección.
Ok, vamos, no hagas ésto incómodo. Saludala normalmente.
-Perdón.- Fue lo primero que me salió. Se paró en seco a unos metros nuestro. -Ehm... hola, Gabbie. Y um. Perdón por.. lo de la última vez.-
Me sonrió confundida. -Me estás jodiendo, Yanchu? Eso fue hace mil años, lo re superé. Si yo tampoco me porté bien.- "Dos años"
la corregí mentalmente por mucho que quisiera reprimir ese hábito. Casi
pude sentir el peso de la culpa aliviándose, mezclado con un dejo de
vergüenza que tuve que ignorar por el momento. -Qué hacés acá? Volviste?-
-Nono es... Ah, chicos, ella es Gabbie.- Los introduje rápidamente, ella saludó al grupo en general con la mano. -Eh, estamos en la ciudad por un trabajo y necesitamos arreglarnos para
una fiesta y.. la mitad no vinimos muy preparados. No sé si es mucho
problema que.. nos des una mano?- Me encogí, algo nervioso.
Nos observó a todos unos segundos, con un dedo golpeando sus labios mientras pensaba. -Estamos medio llenos, con la fiesta loca de hoy... y creo que les vendría mejor una ducha a algunos...- Sonrió ampliamente. -Pero si alguien puede hacerlo, somos nosotros. Pasen y esperen su turno, nada muy complicado, ok?- Me señaló. -Vos venís conmigo, hace mucho no hablamos.-
Me sentó en una de las bachas para lavarme el pelo mientras le daba
indicaciones a otros empleados para que atendieran a los demás.
-Así que estás acá por trabajo o uno de tus "trabajos"?- Tuve que mantener los ojos cerrados por el agua pero podía escuchar la gracia en su voz.
-Eh... un poco y un poco?-
-Fah, buenísimo si podés viajar! Acá es una locura, te acordás la
peluquería anterior donde laburaba que tenía fotos de famosos para la gente que quería
peinados como ellos? Ahora ponemos fotos de los famosos que atendemos
posta.- se rió.
-Mhmm.- Sonreí, se merecía que las cosas al fin estuvieran saliendo como quería.
-Yanchu, no te me duermas mientras hablo, ya sé cómo te ponés cuando te toco el pelo.- dijo mientras masajeaba, no podía negar que siempre me relajó demasiado. -Te juro que no entiendo cómo lo tenés tan bien, con cómo sos.- No llegue a abrir la boca que se respondió a sí misma. -Sí, ya sé, genética. Pero si no tuvieras tanto orto, te estarías quedando pelado ya.-
-Ey, no soy tan desastre ahora.- me quejé antes que comenzara a pasarme la toalla. Volvió a reírse. -Bueno, no tanto.- La miré cuando pude abrir los ojos de nuevo. -Me alegra que el negocio ande bien. Vos... estás bien?-
Se detuvo, sabiendo a qué me refería. -Sí... Sí, estoy bien. Tuve una recaída hace un año pero.. salí adelante.- Pasó los dedos por las marcas en el interior de su antebrazo. -Hasta me mudé de ese edificio de mierda... Me alejé de todo eso.- Recién levantó la vista del suelo cuando volvió a hablar, su ceño fruncido. -Vos por qué seguís con esa campera?
-Ah...- Se me había pasado. -Eh, no es... solo.. la uso para...-
-Dejame cambiar la pregunta.- me interrumpió más seria. -Yo estoy bien ahora, vos estás bien?-
Le sonreí y me encogí de hombros. -Cuándo he estado realmente bien?-
No le pareció tan gracioso, negó con la cabeza y chasqueó la lengua. -
A veces te tenés que permitir superar las cosas, o a la larga te
terminás lastimando vos mismo. Eso decíamos. Pero si no soltás...- Pareció considerar algo de repente. -Esa fiesta a la que van a ir... No es la del Club Silverspoon, no?-
-Por dios, ni en pedo me meto en ese lugar.- Era una mentira solo en parte, no es que quisiera ir ahí. -Ésto es una fiesta privada, de nuestro jefe.-
-En pedo harías muchas cosas. Por eso digo, sabés el tipo de ambiente que hay.- Miró de reojo al resto del grupo. -Tus compañeros son...?-
-Son buena gente.- La corté en seguida. -No te preocupes, no voy a dejar que pase de nuevo.-
Antes de que pudiera responderme, vi a la Eevee de Frost pasar corriendo con
un cepillo en la boca, inmediatamente sentí la ball de Toussaint
sacudirse y él también salió.
-No, acá adentro no!- Lo levanté antes que rompiera algo. Ni sabía que podían hacer eso, salir sin permiso; Ehre nunca lo hizo.
-Uy, tenés un pokemon ahora?- Gabbie se acercó a acariciarlo y el cachorro le refregó su cabecita en su mano. -Y no es tipo fantasma, eso es una sorpresa.-
-Seh, es... Me lo dio un amigo.- No le iba a explicar sobre Ehre y Leti ahora.
Miró a Frost, me miró a mí, y levantó las cejas en pregunta. Negué con la
cabeza en seguida. Ella se encogió de hombros y se quedó observando al
Eevee unos segundos. -Sabés a quien le encantan estos pokemon?- Se volteó y llamó a alguien del otro lado del local. -Sole! Vení a ver lo que hay!-
Decir que la mujer se emocionó cuando lo vio es poco, me lo arrancó de las
manos y lo empezó a revisar por todos lados, repitiendo lo hermoso que
era. -Ay decime que te lo puedo emperifollar un
poco, mirá lo que es este bebé!!! No te cobro nada, eh! Si es re
mansito, ay, lo voy a dejar hecho un pimpollo!!- No iba a rehusarme
a algo gratis, aunque Frost parecía un poco menos contento cuando
señalé a la suya y la chica largó un grito de ternura que todos
sufrimos.
Gabbie me guió hacia una de las sillas frente al gran
espejo mientras la tal Sole se llevaba a los dos Eevee envueltos en su
poncho a una sala para pokemon. -Te corto un poco? Lo tenés más largo que antes. Y la barba viene con el look?-
-No y no.- Me reí. -En realidad me gusta cómo está y... no he tenido tiempo de afeitarme.-
-Tiempo o motivación?- Comenzó a peinarme con algún producto que olía a bayas.
-Tiempo. En serio Gabbie, no te preocupes.-
-Alguien se tiene que preocupar por vos de vez en cuando, porque vos no lo vas a hacer.- Sentí que usaba un poco más de fuerza en sus movimientos. -No te podés meter en los problemas de todos y esperar que nadie se meta en los tuyos.-
-Funcionó en una época.- Ni me molesté en ocultar la amargura en mi sonrisa.
-Y qué bien te salió.- Me miró por el espejo que teníamos adelante. -Te los has vuelto a encontrar?-
El mes de vuelta en Camphrier, Ehre... y Kevin.
Tener que pensar su nombre de nuevo ya me molestó. Apreté el
apoyabrazos del asiento, esquivando su mirada, tratando de empujar la
memoria.
-No importa.-
respondí por lo bajo. Suspiró y terminó de peinarme en silencio. En
realidad sí importaba, y quería hablar de eso. Mucho. Necesitaba el tipo
de charlas que solíamos tener. Pero no podía, no tenía más ganas de
pensar en esas cosas por hoy. Tampoco podía evitar que me haya quedado
dando vueltas lo de... -No fue tan fácil de superar. Cuando me fui.- No era una pregunta. Ya sabía la respuesta pero necesitaba que ella lo dijera.
Entrecerró los ojos cuando me miró y creo que se dio cuenta de lo que estaba haciendo. -
No, obvio que no, Yanchu. Si hubieras vuelto al mes te hubiera mandado a
la mierda. Pero después de tanto... tomé perspectiva. Tuve que conocer
gente nueva, nos estábamos ahogando, y no te podía obligar a quedarte.
Además... es más fácil perdonar a alguien más que a vos mismo, no?- Me sonrió, levantando una ceja.
Me reí sin ganas. -Ni me digas.- murmuré frotándome los ojos con los dedos. -Disculpame por... Bueno... todo.-
-Está bien, no es el momento ni el lugar.- Me quitó la capa de nailon de encima. -Pero no te cierres, ok? No termines como yo.-
-Como vos? Con empleados a cargo y con mi trabajo soñado?- Sonreí mientras me levantaba.
-Digo cuando nos conocimos, bolu.- Me empujó riendo y casi me hizo caer sentado de vuelta. -Uh cuidado. Mirá, estoy acá ahora porque dejé que me ayudaras, así que haceme caso.- Dio un vistazo al resto del grupo siendo atendido por los otros estilistas. -Espero que tengan algún modo de pago. Sole estará muy emocionada pero yo
necesito que me cierren los números. Lo tuyo es cortesía de la casa.-
-Algo vamos a juntar, no te voy a hacer eso.-
La seguí por el lugar mientras revisaba unos cajones. Me entregó dos
cosas, una afeitadora y una barrita de algo que no reconocí.
-Corrector de ojeras.- Creo que nunca la vi tan divertida. -Para que estés más presentable. El baño está por allá, fondo a la derecha.- Señaló la parte de atrás del local. -
Aprovechá para lavarte un poco ya que estás. Y después buscá al Rémy, él te va a ayudar con eso. Yo voy a chequear cómo andan tus amiguitos.-
Parecía
ser que todo este tema de la fiesta había avivado más de una llama, y
Sam no se quedaba atrás. Me reí un poco ante la situación y la ofensa de
Jaime. Ay, esos celos. Pero lo siento Samuel, no puedo apoyarte. Si no
apreciaste a Epiphone antes, no vengas a apreciarla ahora porque está
arreglada de esta forma. Además su corazón ya tiene dueño. -No todos
pueden salir ganando esta noche -susurré divertida. Algunos tendrían
medallas, otros... corazones rotos. Quizá- Ya, vamos -comencé a caminar,
y al pasar a un lado del Doc, lo miré y le dije- Y yo acepto esa
invitación a bailar con gusto -le sonreí con un guiño y seguí avanzando.
Si todos jugaban... yo también iba a participar.
-Sir Bryce -le
dije al oso una vez unos pasos alejada del resto- Creo que se me está
pegando su personalidad -el oso simplemente se rió. Se subió a mi hombro
con la cabeza mirando hacia atrás nuestro. Ni idea si quería hacer
algo, quizá mirar al resto.
"Mirá como te roban la waifu" (?)
Cuando
llegamos a la peluquería, estimé el tiempo que teníamos. No era
mucho... pero debería servirme para poder hacer algo. No quería
desperdiciar la noche por completo. -Disculpen, pero me quedaré afuera por ahora -sonreí un poco- Estoy bien así y prefiero no ocupar espacio dentro. Quizá
no era la mejor idea estar separados una vez más, pero serían quizá 40 o
50 minutos. La mayoría volvió dentro, pero me encontré con que tenía a
Kileo a un costado. Di un pequeño sobresalto al notarlo. -¿Cómo haces eso? -Son la habilidades que conllevan ser el maestro del amor -me respondió con total seriedad. Lo
miré incrédula por unos segundos y me despedí diciéndole que nos
veríamos en unos minutos. No sé cuáles eran sus planes, pero no tenían
nada que ver con los míos. -Ah -dije dándome la vuelta para irme-
Tienes un mukrow en el pelo -se lo señalé. De pronto, contra el rostro
del joven, se estampó la spearow de Nico- Ok, ahora tienes dos aves en
el pelo...
La spearow parecía bastante empeñada en golpear al
cuervo poralgún motivo que iba más allá de mi conocimiento. Antes de
que nos diéramos cuenta, un ave perseguía a la otra en dirección al
pasillo. Volteé y me encontré con la mirada confundida de Nico, saliendo
por la puerta de la peluquería. -¡Iré por ella! ¡Tranquilo, ve a arreglarte! Seguí
al par de aves por el pasillo, y la spearow no dejaba de picotear al
pobre cuervo con mucha furia. ¿Acaso se conocían? Era lo único que se me
ocurría.
//Peck 5 + 10 STAB (+10)// Nota: Tengo autorización de Alpar de "usar" su bicho en este turno. [dice]0[/dice]
El
mukrow no podía moverse, así que aproveché el momento para dejar a
Bryce en el suelo, tomar a la spearow y separarla del otra ave. -
Calma, calma -escuché algunos pasos aproximarse desde atrás al trote.
Kileo de nuevo. ¿Estaba empecinado en seguirme? Sostener al ave me
costaba, no dejaba de sacudirse y aletear para todos lados. La spearow
comenzó a señalar al mukrow con sus alas, e hizo el gesto de arrojarle
algo. -Creo que quiere que lo atrapemos... -comentó el rubio como teoría. -
No sé, no tengo idea. Ey, ey, calma -pero el ave no se calmaba- Bryce,
ayúdame -el oso se trepó de mi cartera y de su interior sacó una fast
ball, que arrojó al rubio- Bueno, no así, pero como sea. Te lo encargo,
me llevo a esta chica para que se calme. Nos vemos en la puerta de la
peluquería en un rato. Sin decir nada más ni dar tiempo a responder, me alejé de él acompañada del oso y con la spearow en manos.
Luego de tomar una distancia prudente, terminé en un espacio con un árbol, iluminado. Había una calle cerca, era seguro. El ave por fin estaba relajada, así que la bajé y observé. Parecía estar ok. -
Ni idea de qué te sucedió, pero ahora tendrás que estar con nosotros por
un rato -Bryce asintió- Y ahora que lo pienso... no tuve nunca la
chance de observarte -Ella me miró bastante confundida- Tus alas parecen
fuertes... ¿Qué te parece si te enseño algo? -y dicho esto le mostré un
disco plateado- Aunque no parezca, soy buena enseñándola cosas a
pokémon voladores. Sir Bryce ¿Listo? -el pequeño oso asintió y dejó
salir a Diana y a Liz de las pokebolas que le había robado a Frost-
Bien, estamos todos. No tenemos mucho tiempo. No, esperen -dejé salir a
Kyria de su pokebola. Parecía estar mejor y al verme me sonrió, pero
pronto se me sentó sobre mi cabeza, cómoda y relajada- Querida, pesas
cinco kilos...
Era agradable estar rodeada de tantos pokemon después de meses.
Roomie
nos guió hacia una peluquería que conocía, después de todo él junto con
el resto no habían podido prepararse por estar jugando con sam a las
luchas. Hablando del líder, este se había ido para reunirse con blake,
definitivamente eso era muy extraño, no es normal que muchos líderes se
agrupen, muy pocas veces dos de ellos se juntaban por alguna razón en mi
ciudad, generalmente para hablar sobre temas de seguridad y demás,
nunca reuniones de viejos amigos o algo así. Aca esta pasando algo mucho
más grave y posiblemente seamos arrastrados a eso.
Entre a la
peluquería detrás de roomie con Amelia todavía en brazos, me quede
quieto sin saber que carajo hacer mirando el lugar, era bastante lindo y
parecía estar lleno de gente que se estaba preparando, quizás ellas
también irían a la fiesta. Lugar concurrido, ugh, va a ser complicado
escapar si pasa algo, más las multitudes chocandonos y demás, vamos a
tener que tener mucho cuidado de no separarnos o perdernos en el predio.
Amelia
salto de mis brazos y agarro uno de los peines en su boca mientras
salía corriendo en dirección a Yannick, pronto Toto se materializo junto
con ella queriendo jugar, ambos levantamos a los gemelos antes de que
hicieran un posible desastre, la peluquera acaricio al eevee y llamo a
otra mujer, esta grito de emoción al verlo y ofreció algo de cortarle el
pelo, desgraciadamente roomie señalo a la mia lo que hizo que la
peluquera nueva gritara de emoción, rápidamente tomo en un poncho a
ambos y se los llevó. Sin perder tiempo seguí a la mujer hasta la
habitación donde atendían a los pokemons, no iba a dejar a los gemelos
sin supervisión, son muy valiosos, por lo menos para mi. La mujer coloco
en sillas especiales a los pokemon y procedió a realizar su trabajo. -Ehh, discúlpame, te agradezco el corte de pelo gratis pero hay otras cosas de más que puedas hacerle a ella?-Pregunte al ver como Amelia parecía estar disfrutando de su corte.- Tengo dinero, hasta 100 estoy dispuesto a pagar.-
Todos
fueron directo a la peluquería. Yo me quedé atrás porque no tenía
razones para hacerlo: Lando no tiene nada peinable y mi pelo está
perfecto así. O sea, vamos, miren estos hermosos rizos. Seguía mirando
alrededor, pero nada parecía resaltar del paisaje. Desistí, al menos por
un rato. Mientras todos entraban pude ver que Nitta se separaba del
grupo. La seguí. Lógicamente para asistirla en lo que pudiera. Soy una
persona muy solidaria (además que me iba a aburrir esperando que salga
el resto). Me puse a su lado y se sobresaltó. Claramente no comprende
las sigilosas habilidades del maestro del amor.
-Ah, tienes un Mukrow en el pelo. -
Miré
hacia arriba y me encontré con que un pajarraco negro intentaba robarse
MI mechón. Pequeño insolente… Aunque no llegué a reaccionar ya que una
segunda criatura emplumada se abalanzó sobre mi cara.
-Ok, ahora tienes dos aves en el pelo… - dijo la chica corredora de una manera un tanto insensible.
La
segunda ave, que pude ver (una vez que se despegó de mi cara) que era
la Spearow de Nico, hizo que el Murkrow tratara de escapar en dirección a
un callejón. Nitta dijo que se encargaría y yo la seguí, porque nadie
se mete con mi pelo y quería ayudar (combatir el aburrimiento y eso). Spearow
había logrado bajar al piso a su objetivo, pero el pájaro terrorista de
mechones logro evitar los picotazos del agresor. Nitta logró
inmovilizar al ave de Nico. En ese momento, el pájaro marrón comenzó a
hacer gesto de arrojar algo. Será que…
-Creo que quiere que lo
atrapemos... - le dije a mi compañera. En eso, el oso de Frost me arrojo
una Fast ball de las pertenencias de Nitta. “Te lo encargo, me llevo a
esta chica para que se calme.” dijo antes de irse del callejón. Ahora el
Murkrow el que parecía irritado.
-Ooook, parece que quedó en
nuestra manos, amigo- le hable a la Pokeball que sacaba de mi bolsillo. -
Lando ¡Yo te elijo! – Tengo que decir eso más seguido.
El Heatmor salió y automáticamente se dio vuelta y me indicaba el moño con cara de lástima.
-
Después te lo arreglo si se te desacomoda, dale. - Se dio vuelta de mala
gana, pero se puso en posición de ataque rápidamente. - ¡Body Slam!
-Y te vamos a arreglar el plumaje, y vas a ver lo hermoso que te va a quedar ese flequillo...
Le
hablaba a Sloane mientras caminábamos hacia la peluquería, mi propia
emoción reflejada en mi voz. Ya había pensado en cual iba a ser lo
básico de mi atuendo para la fiesta, y por si fuera poco los demás nos
habían dado algo básico de ropa. Lo único que faltaba era arreglarnos, y
no iba a dejar que mi querida Sloane se quedara afuera de eso. Taako y
Lup me hubieran querido prender fuego si se los hubiera mencionado, y
Merle no tenía mucho que... peinar.
Sin embargo no tuve mucho
tiempo para pensar al respecto, porque justo antes de que entráramos al
local sentí sus garras apretando fuertemente mi hombro, y el momento
siguiente Sloane salió volando hacia un Pokemon en la distancia,
chillando cómo si la hubiera ofendido de alguna forma. Me quedé
paralizado un momento, hasta que Nitta me aseguró de que ella la iba a
traer de vuelta, con suerte antes de que salgamos del local.
Una
vez adentro me dí cuenta de lo mucho que me había perdido en nunca
venir. El lugar era, si no perfecto, cálido y acomodador, de esos que te
hacen sentir en casa. La chica que nos recibió era hermosa, con pelo
rosa atado y un atuendo floral que le quedaba demasiado bien. Lo que sí;
noté lo incómodo que fue el primer intercambio entre ella y Yannick.
Una amiga de antes... claro.
-¡Buenas! Disculpá la molestia y la cantidad de gente, pasa que tenemos unas cositas que hacer a la noche. -La saludé. -Mi nombre es Nico, un placer.
-Lindo local tenés acá, por cierto. -Agregué, mirando a mi alrededor. -Pasé por en frente muchas veces, pero nunca entré, me la perdí yo. -Me encogí de hombros. -No suelo ir a peluquerias porque no veo razón para mejorar la perfección, pero supongo que podría usar unos retoques.
La voz de mint me sacó de mis pensamientos mientras miraba a nuestros alrededores -Are~
Ehhh... No, es-estoy bien, no es la fiesta lo que me preocupa... es la
gente, no... no me siento cómoda en lugares muy llenos de gente- Respondí al joven ahora a mi lado.
El grupo habia comenzado a moverse y los seguimos mientras seguiamos charlando. -Espero que esto funcione, me siento fuera de lugar en todo esto- Respiré ondo un momento para aclarar mis ideas -Pero bueno, comencé a viajar para ver cosas nuevas, recorrer la región, supongo que al menos algo salió bien-
-yo tambien viajo para conocer y todo lo anoto en mi diario como registro de este yo tengo planeado buscar algo primero en Kalos- Dijo, al parecer recordando algo -y despues ir a ciudad Nimbasa para buscar otra cosa mas y con eso me iria a conocer Alola no se si tengas un plan de viaje así- Continuó, parecia emocionado.
-eh... no, no habia planeado tanto, lo que pasa es que...- me quedé callada un momento, realmente podia contarle? -No, nada, no se me habia ocurrido ir a otras regiones- Al menos eso era verdad, no fue necesario mentirle.
-bueno siempre es buen momento para planear un viaje- dijo sonriendo -tal vez...-
-tal vez... pero mejor terminemos con esto primero, ya tenemos muchos problemas, nos espera una noche larga- Dije, tratando de cambiar de tema.
-Bueno
pero no te olvides que es una fiesta podemos aprobechar para descansar
tanto amargo se que en ese tipo de fiestas se libran combates tal vez
podriamos pelear en pareja si se presenta la oportunidad como para sacar
la gente de la cabeza-
La idea de un combate para relajar
los nervios no me sonaba mal, era cierto que seria una distracción, y
para variar algo que no sea de vida o muerte, Baraddur y yo sabiamos que
hacer, Mavis podia usar el entrenamiento, pero... No pude evitar
recordar el combate en Lavarre, con Mint intentando protegerme de
Rosemary -Tal vez no sea buena idea... Tenemos que cuidar a Epiphone durante su encuentro, y quien sabe que pueda pasar-
-Es
cierto pero aun que lo peor es muy probable tanto que sin importar lo
que hagamos esto atenuara o apurara su aparicion. Sabes, solo relajate y
evita pasar un mal rato es simple- Concluyó sonriendo.
-Tal vez sea lo mejor- Le dije sonriendo en respuesta.
A
todo esto ya habiamos llegado al salón y parte del grupo habia entrado,
y una parte volvió a salir, me asomé por la puerta para ver lo que
parecia una mini zona de guerra, a Yannick recostado en una silla con la
cabeza en remojo, los eevees del grupo haciendo desastre y... -Creo que mejor espero afuera- al salir veo a Kileo siendo golpeado por un ave negra y otra que salió disparada desde el salón seguida de Nitta... -Creo que mejor voy a ver vidrieras- No pretendia ver nada realmente, simplemente alejarme un poco de la locura temporal.
