Revolví
el trago con el sorbete mientras Ian se decidía a responder, el color
no me daba mucha confianza. Lo probé y enseguida sentí el agresivo ardor
de algo mucho más fuerte. Me detuve. Sabía mi límite con la cerveza, 4 o
5 pintas mínimo, capaz 6 por lo suave que estaba la de recién. Sabía mi
límite con alguno tipos de whisky y ron, sobre todo los baratos, había
tenido que reconocerlo para que no pasaran.. ciertas cosas. Sabía que
cualquier cosa con vodka me pegaba demasiado mal. Sabía calcular el
grado de algunos licores, aunque no me llamaran la atención por ser
demasiado dulces. Este trago... ni idea qué mezcla tenía. Miré alrededor
disimuladamente, la situación era muy diferente a la memoria que me
vino. Era una estupidez. Conocía este grupo hacía mucho menos tiempo que
a los de Etganshe, y ya sentía que podía confiar más en ellos... pero
tampoco tanto. Dejé el trago en la barra y pasé la mano por mi pierna
izquierda; si era para secarme la condensación del vaso o por otra cosa,
prefería no pensarlo. De todos modos, lo último que necesitaba era
experimentar con bebidas en el medio de esta situación.
-Disculpame,- interrumpí a la chica que charlaba con Kileo, -podría cambiar ésto por otra cerveza?-
Me fijé la carta que tenían atrás del mostrador, me extrañó la
variedad por el nivel del lugar. Estaba por pedir otra rubia cuando me
vino el ridículo pensamiento de si sonaría como una insinuación, con Ian
al lado. El momento no daba para eso pero ahora se me había instalado
la idea. Una morocha sería.. raro? después de haber hablado con
Gabbie... Me detuve antes de siquiera terminar de considerar colorada. Genial, acabás de arruinar una de las pocas cosas que podías disfrutar sin culpa, me pateé mentalmente. Algo más me llamó la atención antes de rendirme. -Eh, una Lambic.- Si me invitaban, iba a pedir algo bueno.
Ian
comenzó a hablar, me quedé mirándolo mientras. Lo que sea que le pasó
acá... en serio sintió que tenía que hacer ésto sólo? Ni siquiera era
que no confiara en nosotros, sintió que nos tenía que mantener a
salvo... O él subestimaba la escala del quilombo en el que ya estamos
metidos, o yo no registraba la escala del quilombo en el que él estuvo
metido antes. Me dio la sensación que necesitaría hablar del tema, y por
lo menos para eso siempre serví. Pero tenía razón, ahora había que
concentrarse en la misión.
Aunque si él había podido enfrentar a
un Guardador por su cuenta, puede que sea más capaz que el resto juntos;
y a pesar de todo se veía bastante alegre con lo que había conseguido.
Igual... era un riesgo tan innecesario.
Probé la cerveza, era
medio exótica, bien ácida, pero no pude disfrutar demasiado el sabor.
Estaba dudando si decirle lo que les pasó a Ibaraki y Maxwell con Karen,
parecía ser alguien que le importaba mucho, capaz sería mejor que ellos
le cuenten bien... Realmente esperaba que eso tuviera una mejor
explicación. Parte de mí me decía que tendría que sospechar un poco más
pero a quién engaño, quería creerle.
Señaló unas escaleras que
iban directamente al cuarto piso, parece que Nitta no las había notado.
Una sección vip? Podría ser donde habíamos visto al rubio en la visión.
No pude evitar que el contacto cuando me agarró me sorprenda un poco,
más que nada porque tenía la mano fría de haber sostenido la cerveza. -Bueno, por lo menos vos sabés qué hacer.- le sonreí tratando que no sea incómodo cuando la retiró. -Porque nosotros la verdad no vinimos con mucha idea. Le debería avisar al resto, puede que complique las cosas....-
Un
tipo nos interrumpió, no me di cuenta si se conocían o no, pero con lo
que dijo, no importaba. Y en serio, qué clase de caricatura de sí mismo
se ríe así mientras mezcla cartas.
-De qué mierda estás hablando.-
le pregunté firme, parándome entre los dos. No estaba seguro si esto
escalaría a más como para sacar un pokemon todavía. Le hice una señal a
Kileo, había que buscar al grupo, si había gente de los Guardadores,
puede que nos reconocieran ya.
//percepción + detección para... notar algo del tipo o si cambió el ambiente?? no sé xD// [dice]0[/dice]
“-
Creo que lo mejor es no estar tan expuestos en la pista...esa cinta,
según vi, los que la tienen tienen un pase VIP. Al 4to piso...quizás…”-
hablo Jaime obviamente incómodo al verme cerca de Epiphone.
Me
encanta como el chico, no aparta su pensamiento de Julia, pero no quiere
que la pobre Epiphone se divierta. ¿Que tan miserable queria fuese la
pobre chica?
-Tranquilo Jaime, relajate que te va a salir una
ulcera- dije riendo- Epiphone me mostraba sus pasos, es una gran
bailarina, además nada le va a pasar mientras este conmigo- le dije
mirando a la chica con una sonrisa.
“-Julia quería que vayamos
ahi...si...- Dijo la chica con un dejo de tristeza, pero bastante
decidida”- dijo la pequeña tristemente, parecía que cada vez que se la
nombraba la deprimía.
-Epiphone…- suspiré
Empezamos a caminar entre la multitud.
-
Supongo que para eso vinimos si, escuche que la sala vip se encuentra
subiendo una escalera desde donde estamos, esos dos de atrás ya nos
vieron-dije mirando disimuladamente a Mint e Ibaraki- asi que no es
necesario que le avisemos a los demás, ya de por si estamos llamando la
atención, veamos si estas pulseras sirven para algo.
Mire en dirección a la chica.
-No te separes, Jaime tiene a su pokemon, pero vos...
Pense
por un segundo y lo mire a Salem y aunque no le gustaba andar con
desconocidos, entendió que era una situación especial, así que salto al
hombro de la chica.
-Cuando yo no pueda, el te va a proteger (espero), es mas fuerte de lo que parece, veamos si encontramos esa zona vip.
Siempre
creí que toda la verdad del universo estaba contenida en las cosas que
los borrachos escribían en las puertas y paredes de los baños públicos,
el problema es que no era fácil interpretarlo. Esa era una de mis
teorías preferidas, aunque recuerdo que a mi profesor de secundaria no
le interesó mucho cuando la propuse como tema principal de aquella
charla de ciencias sociales que tuve que dar.
Momento, ¿No se
suponía que tenía que estar haciendo algo? Sacudí la cabeza fuertemente y
me dirigí a la salida del baño; creo que me distraí bastante más de lo
que esperaba.
El lugar estaba tan lleno cómo hace unos minutos,
aunque como antes pude hacerme paso entre la multitud sin problemas.
Después de un minuto de caminar al otro extremo del piso en el que
estaba noté a Hurley acercándose en la oscuridad. Aterrizó en mi hombro,
y con el pico señaló a mi derecha. Ahí estaban Frost y Nitta, quienes
parecían ansiosos para escapar de una mujer que les estaba hablando.
Espero que hayan leído mi consejo.
Los dos se fueron a hacer...
lo que tenían que hacer, y ahí escuché a la mujer hablar. Extendió las
manos y gritó algo sobre cartas a todos los que estaban alrededor, lo
cual me llamó la atención.
¿Era esto lo que tenía que hacer? Ah... bueno, un poquito no hará daño.
-¡A mí, leeme las cartas a mí! -Saludé con la mano a la mujer, acercándome.
-Quiero saber los secretos del cosmos, y si me quieren dar consejos
sobre la ropa o el amor o mis compañeros acá en el club. A ver, dejame
ver una de las cartas.
Me puse al lado de ella, echándole un
vistazo a la carta en la cima de la baraja. Fruncí el ceño e intenté
usar todos mis poderes mentales y psíquicos para descifrar que tipo de
futuro quería contarme.
//Inteligencia+Ocultismo, por qué no (?// [dice]0[/dice]
Suspire
por lo bajo mientras seguía con mi vista al doc y compañía, por lo
menos a ellos los estábamos viendo, pero, a donde se dirigían? Estaba
por decirle a Hippie que nos apuremos cuando el grito de una señora
provoco que ambos saltáramos, creo que ni todo el museo de la ciudad
tiene tanta pintura como ella, quien la dejo salir asi de la casa?
Desgraciadamente ahora tengo al pajaro negro de chal en mi cabeza y mi
cara de orto lo sabe. Qué carajo les pasa a los bichos voladores de esta
región conmigo? Encima perdimos de vista al resto de grupo por culpa de
esto. La mujer son arrastro al centro de personas que la seguían y
pidió que tomáramos una carta de su mazo, hippie lo hizo, la mujer
arrebato la carta de sus manos y la mostro todos.
-La Carroza Invertida! Desorden...Peligro...Descontrol! – exclamó
dramáticamente, me quede mirándola seriamente, algo en sus palabras me
daba desconfianza, había algo ahi detrás. Las luces comenzaron a moverse
de forma extraña seguido de música cambiante, como si fuera parte del
espectáculo, cuando terminaron decidimos seguir nuestro camino teníamos
planes que seguir. -Diviértanse. Pero no se alejen mucho. - Y ahí esta, la tétrica amenaza que nos acaba de soltar, definitivamente nos descubrieron. -Hay que llegar con el resto, creo estamos en problemas.- dije a la chica del minior mientras caminábamos.
Estabamos
por bajar para seguir a Nitta y Nicholas cuando una estampida comenzó a
subir las escaleras, no nos quedó más opcion que desviarnos. Cuando
creimos que podiamos seguir, una mujer, bastante llamativa, por decirlo
de alguna manera, estaba frente a nosotros. Preguntó por el 4to piso del
lugar. Cosa que me acababa de enterar que habia.
-Cuarto piso?-
Pensé en voz alta, si habia uno, no tenia idea de como llegar, no
habiamos pasado del segundo despues de todo y solo pudimos ver hasta el
3ro desde la pista de baile. -No sé, por allá están las escaleras al tecer piso, pero nosotros no subimos hasta ahí-
Le respondí, no veia razón para ocultar eso, pero por otro lado habia
algo que me preocupaba. Una corazonada, nosotros nos preparamos para
mezclarnos en la multitud a fin de evitar problemas de ser posible, la
mujer en frente nuestro en cambio no parecia en lo más mínimo preocupada
por algo así, seria porque estaba dispuesta a encontrar problemas? o
simplemente no esperaba tener que venir a un lugar así.
Tomé a
Mint de la mano para disimular, teniamos que mantener la fachada de
pareja joven divirtiendose, e intenté hacerle una señal disimuladamente
apretandole la mano y aflojando un par de veces, gracias a la estampida
de la escalera habiamos perdido al resto, reunirnos no iba a ser
posible, y no podia quitarme de la cabeza la idea de que teniamos
problemas, ademas de darme cuenta tarde que habia cometido otro error,
cuando todo esto termine no me quedaba más opción que aclarar las cosas
con Mint antes de que empeoren.
Los
muchachines tenían cosas de qué hablar, así que los dejé tranquilos.
Además de que tenía con quién entretenerme un rato. En otras
circunstancias me habría ido, pero estábamos en una misión complicada
como para separarnos aún más. Seguí hablando con la chica de la barra y
cuando se iba a seguir atendiendo, escuchaba el relato de Ian. Parecía
que estuvo ocupado y que algo se gestaba en un cuarto piso del que no
teníamos idea de su existencia. Todo era optimismo hasta que… “Que poco elocuente para alguien que canta tan bien.”
dijo un sujeto de cabellos grises que no paraba de juguetear con un
mazo de póker. Hubiese dicho que qué raro para un lugar como este, pero
era yo el del Heatmor con moño. “Tengo muy buen
oído y no pude evitar... ¿el 4to piso dicen? Oh, tu amiga Karen sí que
es una gran investigadora. Lástima que no muy buena peleando.” Bueeeeno,
supongo que ya se cayó nuestra fachada. Ian parecía nervioso con lo
último que dijo el tipo (o tal vez fue su imitación de Skeletor al final
de la frase).
Estaba a punto de meterme a decir cuando Yannick
intervino. No me lo esperaba, pero fue un buen recurso. Me dio una buena
oportunidad para apartarme e ir a pedir refuerzos. No creo que les pase
nada si los dejo unos segundos con el loco este. Me alejé de la barra e
intenté hacer un pequeño retrato de la posible nueva amenaza en mi
libretita.
//Pastel portrait para sacar información del flaco del las cartas de póker// [dice]0[/dice]
Logré
divisar un lugar lleno de gente en torno a un par y un juego de luces
que acompañaba. Pude oír gritos de una mujer que auguraba peligros y
cosas por el estilo. Al abrirme paso, me encontré con Nitta, Frost y un
Nico que se acercaba a la mujer misteriosa. Los dos primeros se alejaban
hacia el lugar donde me encontraba cuando oí a Frost. “Hay que llegar con el resto, creo estamos en problemas.”
-
Ahora que lo decís.- dije, interceptándolos –Vengo a avisarles de una
situación por allá.- y les marqué hacia donde se encontraban Yannick,
Ian y el prestidigitador sospechoso.
El
acting a Frost se le estaba yendo tan de las manos que tuve que apartar
la vista por unos instantes. Es un asco, es un acto, me repetía. Aunque
debía admitir que me gustaba que me dijeran ciertas cosas después de
tanto tiempo de no estar en un relación. No ahora. Pudimos descender
al piso sin demasiados problemas, pero por algún motivo mucha gente
comenzó a subir al mismo tiempo. Quise mirar hacia los pisos de arriba
para ver su podía obtener una respuesta, pero escuchar un grito de
Galahad me devolvió a mi objetivo. ¿Acaso le estaban tomando fotos? Dios
de la lana, que no las vea mi familia.
Miré a nuestros
alrededores una vez estábamos debajo, no pudimos ver a todos, pero
identificamos a Ephiphone con el Doc y Jaime. Señalé hacia allí
disimuladamente para que Frost lo notara. -Deberíamos... -comencé a
pronunciar pero la voz de una mujer me detuvo. Disculpe romperle la
ilusión señora pero no somos una pareja, o al menos así me hubiese
gustado decirle. ¿Y amor en la noche? El único amor que inunda mi
corazón en este momento es el que tengo por Galahad. Y Kyria y Omolon y
Urien. Pero Galahad se lleva una porción grande antes de que se enoje,
supongo. La apariencia excéntrica de la mujer era cautivante, pero su
actitud en este momento no me generaba más que desconfianza. Intenté
sostener una actitud un poco curiosa, cosa que no me costó tanto ya que
tenía un poco de interés en ver las cartas, a pesar de que no habían
sido un área a la que le había dedicado mucho estudio. Cuando estaba por llegar a verla, la mujer me la arrebató de las manos y anunció el resultado. La
carroza invertida... La carroza, la mujer y las dos bestias que la
llevan, la guían con firmeza. Irónico para mi caso. Recordé a Galahad
emborrachado junto con Lando. Sí, irónico. Me mantuve en silencio
escuchándola, debía mantenerme firme, debía impedir que el miedo me
invadiera, evitar que mis manos temblaran.
Una vez que la mujer
partió, me volteé rápidamente a hablar con Frost para definir con
urgencia qué haríamos a continuación, pero sinceramente no me lo podía
tomar enserio con un cuervo en la cabeza. -Jum... -aguanté una risa
tapándome con la mano, sin embargo en todo mi rostro se dibujaba la
gracia- ¿Tienes algo con las chicas voladoras no? -Liz sonrió para
apoyar mi comentario. Intenté despejarme de ese momento cómico, su cara
de orto me lo pedía a gritos- Debemos juntarnos con el resto -le
susurré- Iré por Gala y Lando. No pierdas a Epiphone. Creo qu- -Ahora
que lo decís... -OTRA VEZ. Me volteé rápidamente con mi mano extendida.
Era la oportunidad perfecta. Ni lo pensé, mi cuerpo actuó solo. Mi
palma se estampó contra la cara de Kileo de manera tal que lo dejé con
la columna torcida. O algo así. Terminó de decir su frase. -¡Dejá de
aparecer así! -varias personas voltearon a vernos, pero la escena podía
pasar por la de un tipo que acosaba a su ex pero la misma no quiere ni
darle la hora porque ya está en otra relación, continuando con su vida.
Perdón alolense, pero estaba cansada de tus apariciones sorpresas.
-
Frost -volteé seria hacia el susodicho y me acerqué lo que pude para que
solo él me escuchara- Puedes... ¿Hacer ilusiones o algo así, no? Es un
buen momento para que hagas algunas pulseras... Y luego, uhm, quiero
saber cómo puede hacer eso -me alejé medio incómoda, tosiendo un poco y
mirando para otro lado. Más bien mi yo del pasado quería saberlo. Tenía
que obligarla a dormir, pero... -Tengo cosas que arreglar con este
sujeto -volví a hablar normalmente, señalando a Kileo- Te veo en 5
cariño -creo que me dio un retorcijón. Tomé a Kileo de la mano y me lo
llevé directo hacia la barra.
Galahad tenía el rostro estampado
contra la mesa y sintió mi presencia al colocarme detrás de él con los
brazos cruzados. Se puso firme y no quiso voltearse. -¿Qué te pasa?
-le pregunté entre molesta y preocupada. Digamos que bajó la cabeza
apenado- No... voltees a verme -lo detuve y me aproximé a él, hasta
finalmente rodearlo con ambos brazos- Vamos -se puso a largar
lloriqueos. Sí que estaba borracho- Ah -de pronto noté el asiento vacío
al lado del caballero- ¿Y Lando? -Kileo me señaló hacia la pista.
Su heatmor estaba bailando en la pista, con público a su alrededor animándolo. De algún lado había sacado una cacheta blanca. -Siempre pensé que el que veía esa película en las noches repetidas veces era el vecino... -....
-me quedé en silencio. Bueno, ya sabíamos quién era el que mejor
bailaba entre nosotros- Vamos con el resto. Devolví a Galahad a su
pokebola, tomé a Kileo con una mano, a Lando con la otra y nos fuimos a
juntar con el resto.
Si esa carroza estaba descontrolada, iba a encontrar la forma de volverla a manejar. -”Si
quieres ser quien tenga control sobre tu destino, la carta de la
carroza te indica que este es el momento de apretar las riendas y
comenzarlo a manejar” -hice cita a una vieja frase que leí hace un
tiempo. La vez anterior que lo leí... No le hice caso.
Seguimos a a través de la gente hasta las escaleras pero un grupo de gente que subía nos separó de ellos.
En
eso una mujer vestida de luto nos preguntó cómo llegar al cuarto piso
ibaraki le dijo que no sabíamos Cómo llegar a ese piso y empezó a
apretar varias veces mi mano y yo entendí eso como una señal para
ofrecerme a ayudar a la mujer igual ya nos habíamos alejado del resto y
da un poco de curiosidad ya que cuarto piso no se podía ver desde el
primero qué será lo que se encontrará allí y por qué esta mujer tan
misteriosa vestidas de ropas tan atípicas para este lugar ¿por que
quiere ir ahí?. - no sé dónde está el cuarto piso pero con gusto le ayudaré a buscarlo-.
Me
di vuelta tome la mano de Iba y dije -sigame por favor- empecé a
avanzar a través de la gente hasta llegar a las escaleras del tercer
piso la subí y traté de buscar el acceso al cuarto piso.
La
musica se apagaba a medida que Maxwell, Epiphone y Jaime subian las
escaleras. Por algun motivo, se sentian centro de todas las miradas,
pero de una forma algo distinta a la forma que eran centro en la pista.
Ahora la gente parecia mirarlos como si no encajaran del todo. Maxwell
guiaba a los dos jovenes, habia perdido de vista entre la gente el sitio
donde se encontraban Yannick y Kileo. Por lo que sabia el doctor, Nitta
y Nicholas se habian perdido en el segundo piso hace rato. Pudo ver de
lejos a Mint y a Ibaraki. Subian la escalera del segundo piso, pero
habia alguien con ellos. Era una mujer con ropa negra y un velo
cubriendo parte de su rostro. Jaime dudo en seguir avanzando al verla
pero era tarde.
-Alguien viene atras nuestro, quizas tambien se perdieron, no creen...?
- Escucharon decir a la mujer dandose vuelta. Su tono de voz hizo que
se relajen al menos, no parecia alguien peligroso. La mujer tenia un
collar con un dado de colgante y algunas arrugas finas zurcando su
rostro. La mujer por un momento exclamo asustada, pero al ver que Mint
reconocia al grupo, parecio mas tranquila.- Oh se conocen?
A primera impresion, por mas que su apariencia contrastaba con lo
festivo, la mujer parecia ser incluso amable. Y muy desorientada.
Mint
parecio orientarse de forma casi natural en aquel laberintico lugar, y a
medida que avanzaban, la musica de la planta baja iba apagandose. El
tercer piso estaba casi en su totalidad recubierto de una alfombra bordo
con detalles de hilo dorado, habia varios hombres de seguridad
acompañados de sus Pokemon, pero estos no prestaron mayor atencion de lo
que estaba ocurriendo. Por un momento los entrenadores estaban por
regresar cuando la mujer recien llegada señalo con su brazo delgado
hacia una puerta. Estaba entre abierta y se podia ver que detras de
aquel umbral, habia una escalera ascendiendo al cuarto piso. Dos hombres
de seguridad se paraban disimuladamente en esquinas cercanas, sin
observar nada en especial, al menos hasta que vieron a Epiphone.
Los
guardias entrecruzaron miradas, y al ver la pulcera que la chica
llevaba, asintieron y dejaron el lugar. Parecian haber dado algun tipo
de señal, lo cual alarmo por un momento a los entrenadores. Un muchacho
con camisa azul, cabello rubio platinado y su piel muy bronceada bajo
por las escaleras del 4to piso una vez que los guardias abandonaron el
lugar.
-Oh, pero que me trae esta
hermosa noche de Kalos, si no es al mismisimo Monsieur Jaime Gautier
y...Epiphone, no es asi? A los otros no los conozco. - El muchacho
camino despreocupadamente hacia ellos, tomo la mano de Epiphone y la
beso, proceso que repitio con la mano de Ibaraki. Solo entonces los
entrenadores notaron que la mujer del velo habia desaparecido, casi sin
dejar rastro. Maxwell vio que a unos pasos de la escalera, habia algo en
el piso: Un dado. En todas sus caras el unico numero era el 1.- Por favor, siganme, y sirvanse algo para beber, odio ver gente tan sobria.
El
grupo, sin mas, siguio a aquel hombre tan excentrico, que ya habian
visto en una de las visiones de Julia. Escaleras arriba, el cuarto piso
era del mismo tamaño que toda la planta baja pero completamente libre de
gente. Una barra mostrabaja una pared llena de licores en un lado del
cuarto, una mesa de pool en el centro junto con una mesa circular
repleta de la mas variada comida, y dos sillones muy anchos enfrentados.
Todo aquello iluminado por las las luces de una gigantesca araña
metalica en el techo, y por la luz que llegaba de los enormes
ventanales.
-Sepan disculpar mi desorden..-
Dijo el muchacho con un ademan indicando que se sienten en los
sillones. Tres chicas vestidas igual salieron de la barra apuradas con
bandejas llevando distintos tragos de colores llamativos. El muchacho
tomo uno de color azul electrico y agarro una nota que de las chicas le
dio. - Agh...Querida, no arruines esta noche
con mensajes del idiota de mi hermano. Si quiere mas dinero, que se lo
gane, para eso fue a Unova. Disculpen, pero estas cosas me ponen de mal
humor. Sientense por favor. Y por dios, tomen algo
El grupo
tomo asiento, Jaime, Epiphone, Maxwell, Mint e Ibaraki, quedaron
sentados algo apretujados en el sillon frente al muchacho rubio, quien
extendio sus piernas para cubrir todo lo que le sobraba de espacio.
-Que modales, me llamo Jerome. - Dijo el chico acomodandose. - Este
lugar es mi...Cathédrale de Plaisir, fruit de mon travail ... perdonen
mi acento de Kiloude...es muy cerrado a veces, excusez-moi- El muchacho ostentaba varias cadenas y anillos de oro que hacian ruido con cada movimiento que hacia. -
A partir de este momento comienzan las 24hs de proteccion que se hablo
con la hermosa Julia Arquembourg, mi querido amigo Gautier.- Jaime
se puso de pie sobresaltado, Mint, Ibaraki y Maxwell fruncieron el ceño,
recordando la vision que tuvieron de Julia y Jerome. - Woah...acaso
me van a decir que no sabian nada? Y vinieron hasta mi club sin estar
al tanto de lo que Julia hablo conmigo? Incroyable! Julia...Une sur un
million, ja! Je la connaissais à peine...Emh, la conocia apenas, pero,
ella vino con una propuesta y una suma de dinero dificil de rechazar.
-Que...clase de proteccion? Que hablo con Julia? Ella...ella desaparecio...sin dejar rastro...
-Julia
me especifico que...cuando la señorita...Epiphone, pas vrai? Venga a
este lugar, los proteja, a ella y a usted, monsieur Gautier. 24hs, es lo
que dura mi proteccion. Tengo los recursos suficientes para mantener a
dos personas a salvo, la pregunta es...a salvo de que? Y mas aun...estan
a salvo conmigo, solo por 24hs, Julia acepto eso...quiere decir que
usted, et la belle femme Epiphone, van a correr peligro al momento que
descubran que tenian que venir a este lugar. Parece un rompe cabezas,
verdad? Supongo que no les fue facil descubrir que tenian que venir a mi
establecimiento...y que a causa de venir, iban a correr peligro...- El hombre deslizo la mirada hacia Ibaraki, Mint y Maxwell- Las
24hs de proteccion eran para ellos dos...supongo que si quieren unirse,
por el mismo precio puedo darles proteccion a los 5, pero claro...seria
por unas 6hs. En caso de que no, s'il vous plait, sientanse libres
de...irse de mi cuarto VIP. -
Todos somos descartables
Me suzurro Blake mientras veia a Karen, ayudandome a encontrar este
lugar. Mientras ella era atacada para que podamos conseguir la ultima
constraseña con la menor cantidad de bajas posibles.
-De qué mierda estás hablando.-
Yannick hablo antes que yo, menos mal que el me saco de mi estado de
trance. El tipo ensancho esa desagradable sonrisa. De las pocas cosas
que aprendi trabajando para Blake, era a que en situaciones asi, estos
matones no vienen de a uno. Y posiblemente si es que realmente encontro a
Karen, ella este bien, posiblemente necesitan a alguien con vida para
saber que informacion podian sacarle. De todas formas, no me agradaba.
El tipo nuevo que teniamos al lado se puso a hacer un dibujo del maton este. Oh..es de esos.
No tenia muy buenas experiencias con esa gente, pero si estaba de
nuestro lado podia ser una ventaja. Todavia me acuerdo de esas molestas
llamas azules. Por suerte el pintor habia salido en busqueda de los
demas, que por gracia divina seguian en el piso. Pude ver de nuevo a
Nico, excentrico, intentando que una tarotista le de una carta. Nitta y
Nicholas estaban...tomados del brazo? Me perdi de mucho. Si bien seguia
teniendo al loco este delante, me dedique a mirar que ocurria con los
demas mientras se acercaban. Estabamos llamando mucho la
atencion...espero que esto no termine como aquella vez en la plaza,
mucha mas gente puede resultar herida.
Nico saco una carta del
mazo de aquella alta mujer, la cual rio de forma estridente llamando la
atencion de varias personas que aplaudieron contentos. Nico no llego a
ver lo que decia la carta porque...ah, carajo. Un polvo dorado salio de aquella baraja de cartas.
Parecia lo mas natural del mundo, un efecto mas de aquel personaje
pintoresco mandado a animar la fiesta. Nitta y Nicholas (Frost?) venian
hacia nosotros, nos habian visto y ahora estaban acercandose. Me senti
aliviado por un momento, aunque Nico parecia estar algo complicado ya
que aun no nos vio y estaba tosiendo la nube de esporas.
Nitta
nos vio primero que Frost, la chica apuro el paso al ver que estabamos
en presencia de alguien sospechoso. Por algun motivo, se movio mas
rapido de lo que yo lo vi, pero un dardo con una pluma purpura le paso a
unos centimetros del hombro y ella lo evadio rapidamente. Intento jalar
a Frost para el piso, pero no fue lo suficientemente rapido como para evadir el segundo proyectil..
Un dardo asi era muy dificil de ver entre tanta gente, y mas aun
imposible ver de donde salio. Nuestros compañeros llegaron con nosotros,
el hombre de las cartas apenas si cambio su expresion cuando nos vio.
No es bueno.
Lo superamos en numero, y aun asi esta confiado. No esta solo y seguramente ellos si nos superan en numero. Todos somos descartables, hui. Blake
me aconsejaba al oido. Pero no, no iba a pasar. Nitta y Frost se nos
unieron junto con el chico nuevo y un...Heatmor vestido como si fuera
Travolta en Saturday Night Fever. Como hizo para arreglars el cuello de
la camisa asi? Como llevaba camisa, en primer lugar.
-No perdamos la cabeza tan rapido.
- Dijo el tipo de las cartas tratando de calmarnos, ah eso no iba a
pasar. Su voz era rasposa. Escucharlo era como escuchar un vinilo
maltratado, era dificil escuchar las palabras escondidas entre todo el
ruido pastoso que emitia. Guiño un ojo cuando Nitta y Frost llegaron. El
segundo, rengueba luego de que noto el dardo que habia dado en su
pierna. Eso tambien iba a dificultar un escape.
-Quienes son y que hiciste con Karen. - Dije sin mas, no tenia ganas de...- Hay mas.
- Lo admito, me asuste. Cada persona tiene su propio ritmo y vibracion,
y si bien no estaba interpretando, mi ritmo solia armonizar con el
resto, salvo que alguien mas este tocando musica. Y ahi estaba. Sentada
en un sofa a metros nuestro. Una chica de pelo gris, tocaba un violin
negro tapada por una tunica pesada, negra y violeta. El violin casi
resplandecia del brillo que tenia. Su musica choco y me saco de sintonia
muy facil.
Ah, con que asi va a ser, eh?
-Sos un buen cantante, pero tocas muy mal.-
Dijo la chica clavando sus ojos purpura en mi y deslizandolos hacia
Yannick. Vi los hilos de luz saliendo del violin y adentrandose en el
piso. Y asi, agarrando a Yannick de la pierna. Blake siempre decia que
aprenda a hacer eso...claro, te habria sido muy util. - Estamos todos del mismo lado, tranquilo...-
-Ustedes buscan la contraseña de Akshara...ella quiere que la tengan. Por que pelear? - Dijo el hombre de las cartas. - Veran,
algunos guardadores nos cansamos de vivir en las sombras...oh, y vimos
la paliza que se dieron con Isaac en la catedral, magnifico! Neron
Gautier es un hombre generoso y muy sabio tambien. Su hijo es el tipo de
persona que no ve la gran escala.
-Syntribos.
- Dijo la chica tocando algunas notas con su violin. Ahi estaba...la
contraseña. Y ahi estaban. Sabia que iba a hacer un guardador desertor
en este lugar, por eso vine. No imagine que fueran varios, y mucho menos
que estuvieran organizados. - Akshara y Neron estan muy contentos. Esta noche, el Sinodo se reune para una ejecucion. - El tono jugueton con el que decia cada palabra era desagradable, pero aun asi era imposible no dejarse llevar por su voz. - Por
eso la Lider de Anistar esta en este lugar. Ella es miembro de alto
rango del Sinodo. Ella, un emisario de Johto y los sacerdotes supremos.
Todos en un solo lugar, por una noche, por una persona muy especial...
-Claro
que...en realidad necesitamos que los que entren al Sinodo sean la
menor cantidad posible. Y de preferencia, que sea el señor Gautier
Jaime. Asi que vamos a empezar a bajar un poco los numeros, les parece? - El tipo de les cartas lanzo eso a modo de amenza, mirando de reojo la herida de Frost. Veneno, claro.
Por
un segundo, pude ver a alguien en el balcon del segundo piso. Parecia
una mujer con un velo de luto, pero desaparecio tan rapido como la vi.
En
lo que volvíamos con Kileo pude notar en que Yannick e Ian no estaban
solos. Un sujeto extraño permanecía tranquilo frente a ellos. No eran
los únicos que habían dado con alguien intimidante. Eran más de uno,
estábamos en un problema. En lo que Lando lloriqueaba con que quería
volver a la pista de baile y Kileo de alguna forma se las arreglaba para
terminar un dibujo que estaba haciendo con una mano únicamente, noté
que Frost se había quedado solo. Posiblemente no había podido dar con el
resto. -Adelantate -le indiqué al rubio de alola por lo bajo y
dicho hecho nos apartamos por unos segundos, él avanzó en dirección a
donde se encontraban los otros. Me aproximé rápidamente hacia Frost y
lo tomé medio de sorpresa. Giré a buscar a Kileo para tener mas o menos
una idea de a dónde se estaba dirigiendo. -Hay más de uno. Maxwell y
el resto deben haber avanzado al cuarto piso. Yannick y el resto están
con alguien, tenemos que juntarnos -y sin darle tiempo a responder lo
agarré del brazo y me lo llevé de prepo hacia donde Kileo se estaba
dirigiendo, no muy lejos de una de las barras y espacios de ocio del
sitio. Apresuré el paso a notar que la charla se estaba avivando. El
rostro de Ian estaba tenso, y no concordaba en lo más mínimo con la
imagen de chico despreocupado y confiable que tenía de él.
Sin embargo un sonido familiar me llegó a los oidos. Era el mismo sonido que emitían las plumas de algunas aves al surcar el cielo a gran velocidad. El brillo que se asomó por mis ojos fue suficiente para saber lo que se aproximaba.
Arrojé
el peso de mi cuerpo hacia un costado e intenté arrastra a Frost en
ello, para que el tampoco recibiera el impacto. Sentí algo frío rozar mi
brazo y miré hacia la dirección donde había caído. Era un dardo con
plumas. Parecía rebalsar una suerte de líquido de su punta. -
¿Qué...? -intenté identificar su origen pero la iluminación del sitio
había disminuido y apenas podía ver los otros pisos. Escuché un sonido a
mi lado. Otro dardo. Frost se lo había sacado de la pierna con el peor
humor posible para cerrar el combo, sin embargo, parecía ser que apenas
sólo le había atravesado la ropa y pinchado superficialmente, pero era
suficiente para ponerlo de malas y dificultarle la caminata, al menos
por unos minutos hasta que se le pasara. No dije nada. Tragué saliva y lo ayudé a ponerse de pie, apuré el paso y nos reunimos con el resto.
Quedaba
de sobra decir que aquel sujeto me daba mala vibra, pero me limité a
escuchar sus palabras. Las palpitaciones de mi corazón aumentaron al ver
cómo nos arrinconaban y amenazaban. No pude evitar mira al tipo cuando
mencionó lo de Johto. Parecía ser no que iba a dejar de encontrarme a
compañeros de nación en este viaje. ¿Estarían de nuestro lado? Aquel
sujeto y la líder de gimnasio... Probablemente no. Pero no era momento
de sacar esas conclusiones, teníamos que salir de allí y con vida. A todo esto, ¿dónde estaba Nico? Mi mano se aproximó lentamente hacia la pokebola de Galahad y susurré antes de dejarlo salir. -Ubica al resto o chequea rápido si hay alguien más. Y prepárate. El hilo de luz se formó rápidamente y salió disparado antes de siquiera tomar forma para nuestros ojos.
//Defense curl// [dice]0[/dice]
//Range Search para dar con Nico, o con la del velo, o con quien esté por ahí xD. Después de esto Gala se vuelve conmigo// //Vuelo pa ver si funca// [dice]1[/dice]
//Detec + Percep + Speed Gala// [dice]2[/dice]
-
Si se supone están de nuestro lado... -comencé a decir con algo de
miedo. Debía ser fuerte. Debía salir de esta, estaba decidida- ¿No sería
más fácil mantenernos alejados de la entrada del Sínodo? ¿Acaso tienen
que recurrir a reducir los números como dicen? -me sentía parte del
stock de una tienda- No tenemos intenciones de pelear sin sentido, pero
no veo lo mismo de parte de ustedes... Además este sitio... está lleno
de personas que nada tienen que ver en esto.
Ojalá nosotros tampoco tuviéramos algo que ver. Esperaba
que Galahad diera con algo, una pista, con el resto, con algún aliado o
la ubicación de algún enemigo. Necesitaba al caballero más que nunca.
Pude sentir una leve ventisca acariciar mis tobillos a pesar de lo
cerrado del sitio. Igual que hace 20 años. Sí, contaba con él. No
importaba qué. Sonreí un poco.
Mint
malinterpretó mi señal e hicimos todo lo contrario a lo que habria
querido, nos separamos aun más del resto, subiendo por nuestra cuenta
con la mujer tétrica, por suerte nos encontramos con Epiphone, Jaime y
Maxwell antes de seguir.
Al fin habiamos llegado, la entrada al
4to piso, guardias a los costados, era de esperarse, y como tenia que
ser, nos vieron apenas llegamos, por un momento parecia haber problemas,
pero no, simplemente se retiraron mientras nuestro objetivo entraba en
escena, verlo me hizo pensar que no valió la pena todo el esfuerzo que
hicimos para disimular, y su saludo exagerado lo confirmó, normalmente
habria dicho algo cuando se acercó tan confiado, pero nadie dijo nada
cuando se acercó a Epiphone, por lo que parecia mejor contenerme.
Entramos
al salón en el 4to piso, donde nuestro "anfitrión" mostró su verdadera
cara, aunque no hacia un gran esfuerzo en ocultarlo antes, simplemente
parecia no ser importante. La charla pasó de ser informativa a
insultante, no era misterio que no estabamos preparados para enfrentar a
los Guardadores o a Neron, pero tratarnos como un monton de gatitos
indefensos tratando de esconderse bajo la primer piedra que encontraron
fue pasarse de la raya.
-A ver... Vamos a aclarar un par de cosas-
Dije, levantandome del apretado sillón, tanto como para enfatizar mis
palabras, como para salir de ese amontonamiento. El resto del grupo
parecia querer detenerme pero mi expresión debió ser suficiente para
vieran que era mala idea. -Si, nos dijeron que Julia habló con vos, no nos dijeron de qué hablaron-
Tomé la bebida que me correspondia de la mesa, seguramente los guardias
ya estaban listos para saltarme encima, era mejor no hacer movimientos
bruscos. -Ellos no vinieron buscando protección, venian buscando información- Continué señalando a Epiphone y Jaime mientras me acercaba un poco más al tipo confianzudo. -Y nosotros... Venimos como guardaespaldas- Tomé el vaso en su mano y lo cambié por el mio -Tal vez tengas un trato con Julia, pero yo tengo uno con ellos y no pienso irme-
Levanté
una ceja cuando Frost y Nitta llegaron, todavía agarrados del brazo,
muy metidos en el papel. Frost tenía el pelo desarreglado y se estaba
pasando una mano por la cola con expresión de molestia. Y pensé que yo me había distraído mucho.
Me
preocupó un poco que no venga nadie más del grupo pero no pude decir
nada que algo me agarró la pierna. Miré abajo, apenas con sacudirla unos
hilos cayeron al piso, recién ahí noté a la chica en el sillón con el
violín. Entre ella y el de las cartas, parece que no todos los
Guardadores intentan pasar desapercibidos.
Miembros de alto rango. Ejecución. Persona especial. No pude evitar pensar en Ehre. Bueno, nadie dijo que fuera a terminar lindo.
-Cuál es entonces.- murmuré frustrado. -Estamos del mismo lado o nos quieren matar?-
Sabía
que seguramente se pudriera todo esta noche, de nuevo, aunque esperaba
que no. Había quedado de bueno humor hoy y no quería que se arruinara
así. Ok, tranquilo, intenta pensar. Nos acaban de dar mucha información:
o tienen planes con nosotros o no nos piensan dejar repetirla. Esas son
las dos opciones, no podemos escaparnos de ellos. No nos hubieran dicho
la contraseña si no pensaran dejar a alguno vivo... Eso último no me
dejó tan tranquilo como esperaba.
Nos habían atacado, o
intentado, pero nadie a nuestro alrededor parecía alarmado todavía, y
realmente preferiría arreglar ésto de un modo que no cause una estampida
acá adentro. Nitta les habló tratando de desescalar la situación.
Perdón Ian, intentemos de no morir primero y después nos encargamos de
preguntar por tu amiga. Aunque no me encantaba tener que tratar con
gente que nos esté amenazando, había que probar.
-Nosotros solo buscamos a Julia, pero ustedes ya saben de eso.- Los miré a ambos. Traté de sonreír como si estuviera seguro de lo que decía. -
Creo.. que ya nos volvimos una molestia suficiente para que nos tengan
en cuenta, y si realmente estamos del mismo lado como dicen... Podríamos
resolver ésto de otra forma, ayudarnos a que las cosas salgan mejor,
no?-
Nitta
me sopapeó y después me arrastró con ella. ¿Qué carajos le pasa? Yo sé
que estamos todos tensos y probablemente haya hecho algo para merecerlo,
pero quisiera saber al menos por qué me gané eso. “¡Dejá de aparecer así!” Ah,
eso… Igual me dolió. Me arrastró hasta donde estaban Galahad y Lando…
Corrección, solo Galahad. Mi amigo ya estaba a tono con el lugar, se fue
al centro de la pista y empezó a realizar lo que a mí me gusta llamar
“La Tony Manero”. Espectacular, es la única manera en la que pueden ser
mis Pokémon. Pulgares arriba.
Nitta nos sacó de todo eso y nos
reunimos alrededor del conflicto Ian-TipoGris. Terminé de hacer mi
retrato justo al llegar. Lo estudié rápidamente.
-Te llamas
Woran… o… ¿Theo? Ah claro, estúpidos seudónimos de guardadores. A ver,
qué más hay… 30 años… De Ecruteak ¿Todo Johto está migrando a Kalos?...
eeeeem… ¡Ajá! Especializado en combate cuerpo a cuerpo. ¿Arlequín? -
susurraba para mí mismo y poder pensar más claramente.
Para
cuando llegamos a reunirnos los pocos que estábamos en esta planta, ya
sentía el inevitable destino de esta noche. Al menos intentamos que
fuese todo más calmado, pero bueno, piñas serán. Tratemos de que tarde
lo más posible en llegar.
Ian giro la cabeza nervioso hacia un
sofá que estaba por detrás del tipo gris. Allí, sentada, se encontraba
una mujer de pelo… gris. ¿Hermanos? Tocaba un violín y tenía tanto tacto
para pasar desapercibida con sus ropas como todos los guardadores que
he visto hasta el momento. Le dedicó un par de amorosas palabras al
músico y acto seguido tomó por la pierna a Yannick con una de sus
cuerdas. Ya había invadido el espacio personal. Ya no me gustaba, había
que soltarlo y rápido. Siguieron hablando y así como si nada nos tiraron
la contraseña restante. “Syntribos”. No
es que no haya estado en peligro antes, pero toda esta situación me
ponía bastante nervioso (aunque trataba de no exteriorizarlo). No paraba
de pensar que podría detener esto en un segundo con una pistola… Había
que encontrar una solución más sencilla y elegante que esa.
“Esta noche, el Sínodo se reúne para una ejecución.”
dijo la violinista encapuchada. Esto ya va más allá de una organización
secreta coleccionista de objetos históricos. Matar gente es ir más
allá.
El otro sujeto siguió hablando de que querían que Jaime entrara en el Sínodo. “Así que vamos a empezar a bajar un poco los numeros, les parece?”
Corrección, que sólo Jaime entre allá. No creo que amenazarnos cuando
los superamos claramente en número sea inteligente. ¿Qué estaban
ocultando?
Quería ver qué más pretendían antes de ir a la acción,
pero supuse que era mejor prepararse. Lando todavía estaba bastante
mareado como para seguir cualquier orden así que lo guarde en su
pokeball. Saqué una segunda con varias tonalidades de verde en su parte
superior y liberé a su ocupante. Un pequeño ser rocoso y azulado de no
más de 40 centímetros apareció parado frente a mí. Automáticamente se
volteó y empezó a caminar en dirección a los parlantes. Lo levanté antes
de que se alejara. Pesaba más de lo que aparentaba.
-No, no,
pequeña. Por aquí. - le dije directo a su hexagonal oído. - Mi nombre es
Kileo y yo me voy a encargar de vos de ahora en más. Vamos a hacer
buenos amigos, ¿sí? - dije usando el tono más despreocupado que podía
teniendo en cuenta que acababa de ser amenazado de muerte. Vi como
sacudió sus patitas y su… coso de arriba de felicidad. - Perdón por no
habernos presentado en un lugar o momento más tranquilo, pero así está
la cosa. Yo te voy a cuidar y vos me vas a cuidar a mí, pequeña. - Volví
a apoyarla en el suelo y le susurré - Usa Harden, ¿sí? Por las dudas. -
Le sonreí, aunque no estaba seguro de que pudiera verme. Parecía un
poco insegura. - Tranquila, confío en vos, Alderaan. - creo que escuchar
su nuevo nombre le dio la confianza que necesitaba.
Ah,
que buena onda que era la mujer esta de las cartas. Incluso le puso
efectos a la baraja para que tirara polvitos dorados cada vez que sacabas una. La nubecita dio un par de vueltas alrededor mío; olía raro pero aun así me pareció bien glamoroso.
Parpadeé un par de veces, con un poco de suerte algo del polvo se me
iba a pegar a las pestañas; el brillo dorado quedaría perfecto con mi
atuendo.
-Muchísimas gracias por tus servicios.
-Le hice una reverencia, formando mi mejor sonrisa. Mi mano se movió
con rapidez y pareció cómo si hubiera producido un billete de 100 de la
nada. Se lo entregué. -Siempre aprecio a los
artistas que van de lugar a lugar; yo solía de ser uno de ellos. No sé
bien que significa la carta que me diste pero aun así, gracias.
Hurley
batió las alas de forma nerviosa encima de mi hombro, cómo si hubiera
notado algo que yo no. Le acaricié la cabeza y, sonriendo, miré hacia
donde el resto del grupo se encontraba. Se me ocurrió una idea.
-Che Hurley, ¿Sos tan buena con los espectáculos como Sloane? -La
pregunta hizo que me mirara con los ojos bien abiertos. Dejó salir un
chirrido de indignación, levantando el pico con orgullo. -Eso me gusta... perdone, señora, pero tengo otros asuntos que atender ahora.
Alejándome
un poco, le susurré mi plan al oído de Hurley. Ella asintió después de
unos momentos y dió a volar, aterrizando unos segundos después detrás
mio. Sus garras se cerraron sobre mis brazos y con toda la fuerza que
tenía comenzó a levantarme, con mucha menos dificultad de lo que hubiera
pensado.
//Flying Partner//
Salí volando hacia arriba
cómo habíamos planeado. Ahora lo único que faltaba es que me acercara
hacia donde estaban los demás, aunque no siendo tan simple. Justo antes
de aterrizar ella iba a hacer que diéramos una pirueta vertical en el
aire, después de la cual caeríamos al piso, yo con mis brazos cruzados.
//Guía+Vuelo para.... eso que dije// [dice]0[/dice] [dice]1[/dice]
Aterricé
entre Yannick, Ian y un grupito de personas que estaban hablando con
ellos. Sin siquiera pestañear agarré un vaso cercano y tomé un trago,
cómo si lo que acababa de hacer fuera lo más normal del mundo.
-Buenas chicos, ¿Qué me perdí? -Pregunté con una sonrisa encantadora. -¿Tenemos nuevos amigos?
