Leti
me miró algo confundido al ver que el tipo recibió su ataque, mientras
que una carta que había tirado hizo a Galahad rebotar en dirección de la
ardilla que me llevaba. No sé cómo hice para moverla pero me logré interponer en el golpe.
Ouch, sí, eso dolió tanto como imaginé. El pokemon en seguida me bajó y
planeó hasta Frost, posándose en su hombro y refregándose contra su
cara.
Fui a donde estaba él cómo pude, el piso destruido
dificultaba moverse y encima ahora su pierna había quedado atrapada en
una grieta. -Dale, necesito que salgamos de ésta porque algo me acaba de pasar y tengo muchas preguntas que hacerte.- sonreí
nervioso, intentando ayudarlo a liberarse aunque sin éxito. Estaba muy
herido, perdiendo mucha sangre, dios, teníamos que sacarlo de acá ya. -E-está bien, es un segundo, si pudiéramos-- Nitta
gritó algo y me alejé inmediatamente al ver que Galahad venía a toda
velocidad. Le dió un golpe a las baldosas alrededor, rompiéndolas
completamente, y al fin Frost pudo zafarse. Parecieron haber tenido un..
momento. Miré para el otro lado disimulando lo fuera de lugar que estaba ahí, pero aliviado de todos modos.
El tipo siguió hablando con un tono ya de burla: -...pero hey, los accidentes pasan.-
Cerré
los puños ante esa frase, pero antes de que reaccionara más, el piso se
empezó a mover de nuevo con más fuerza. Logré guardar a Leti, y al
menos esta vez estábamos todos en el aire... Todos menos... Tuve que
rechinar los dientes y respirar profundo para no mirarlos, ignorar los
gritos y el ruido del suelo resquebrajándose violentamente. No
entres en pánico. Pero si ya es muy tarde? Alguno todavía se puede
salvar. Solo algunos? Todos son gente con familias, con amigos, con
vidas. Podrían ser cualquiera que conozcas. Eliza hizo un ruidito de dolor, creo que estaba agarrándola con mucha fuerza. -Oh, perdón.-
murmuré y apenas pude escuchar mi propia voz. Respiré hondo de nuevo,
tratado de empujar todo eso de mi mente. Solo nos queda intentar
terminar el combate y que reciban tratamiento lo antes posible.
La
violinista había caído inconsciente, los escombros enterrándola, y el
tipo ni se había inmutado. Pensé en Isaac ayer, la sensación que me
había dado con su modo de hablar al principio, para cambiar después de
la visión del Unown. Había pensado que podríamos apelar a eso con los
Guardadores, incluso la mujer del escorpión al menos se jactó de tener
honor; pero este tipo... a algunos realmente no les importaba nada? Volví a sentir la misma bronca e impotencia, y esa energía pareció titilar en mi mano un segundo antes de esfumarse de nuevo.
Miré a Eliza, tenía su pokeball así que espero que me escuche, aunque no quiera hacer ésto de nuevo... -Liz, podés usar Tail Whip?-
//si no puedo decime y tiro Guía o algo// [dice]0[/dice]
Fue
un segundo el que me separó del terremoto de ese condenado Baltoy y de
estar a salvo. Los pobres civiles abajo no corrieron la misma suerte. Me
sentía… inútil. Tampoco pude darle una mano a Nicholas que yacía
gravemente herido (aunque con suficiente energía para putear, lo que
aliviaba un poco). La imagen clásica: el malo ríe, los buenos se
preocupan y en el fuego cruzado quedan los que no tienen nada que ver…
El problema acá era que no es una película y los buenos pueden morir. Lo
sé, lo vi más veces de las que me gustaría admitir. Será por eso que me
alejé de todo eso. Aunque siento que mi pasado me alcanza más rápido de
lo que yo puedo escapar. “Las personas peculiares como tu deben de hacer siempre buen uso de sus habilidades”.
Si vieras esto te molestarías mucho, viejo amigo. Pero esto no era un
tema artístico, es una guerra. Una guerra secreta que pasa bajo las
propias narices de todo el mundo y, honestamente, me alegro de haber
caído en ella, aunque haya sido por accidente mientras buscaba otra
cosa. Me alegro porque voy a intentar de torcer las cosas y arruinarle
la fiesta a estos enfermos. Mi expresión había cambiado y podía
sentir cómo se reflejaba lo serio de la situación en mi rostro. Estaba
cansado. Ni los criminales más sucios tenían tanto desinterés por la
vida. Este tipo no solo nos atacó a nosotros, sino también a esta pobre
gente que quedó en el medio e incluso no dudó en dañar a su compañera
que ahora yacía inmóvil.
- Aturo, imagino que no te gusta mancharte, pero creéme que vas a estar de acuerdo.
El
Unown me miraba fijo y de frente ahora que me había bajado. Parecía
menos molesto que hace un momento. Miraba sobre mi hombro a la gente
herida más allá.
- Ese tipo quiere detenernos de que encontremos
a Julia y, sea lo que sea que quieren hacer, ella estaba tratando de
impedirlo. ¿Me vas a ayudar a romperle la cara esa basura gris
prestidigitadora?
La pequeña letra A dio un par de giros sobre su
propio eje y se lo veía muy decidido. Saqué otro pequeño pomo de mi
bolsillo, esta vez unos colores violetas y magentas. Con un rápido
movimiento, rocié un poco de ambos sobre el cuerpo azabache de la
criatura. Un aura de los colores de las pinturas lo rodeó al mismo tiempo que el Baltoy comenzaba a hacer temblar el suelo otra vez. Los civiles heridos y aterrados volvían a gritar.
-
Perdonenme. - dije más para mí que para ellos, mientras volvía a
elevarme con la ayuda de Artu. - Dale con todo lo que tengas Arturo.
¡Ahora!
El
ultimo temblor en el piso vino acompañado de una sucecion de rapidos
contraataques de los entrenadores. En medio de aquella confusion, era
dificil pensar con claridad y mucho menos ver bien que estaba
ocurriendo. Frost estaba libre de las ataduras y de las piedras que lo
retenian en el piso, pudiendo safarse justo antes de que el temblor
empeore. Mientras tanto, Nico quien ahora podia estar en el aire por su
cuenta ordeno a su Murkrow que salve a alguna persona de las que habian
quedado encerradas en el cuarto, pero las otras seis estaban aun a la
merced del Guardador. La tierra temblo y grandes bloques de roca se
separaron del suelo y las grietas tragaron todo lo que habia aun sobre
el piso. El Guardador sonrio, pero pronto fue alcanzado por los ataques
del Murkrow, el Minior y el Unown de los entrenadores. Si bien el
muchacho se movio rapido evadiendo todo lo que podia, el ultimo ataque
lo hizo caer del aire y dar contra el piso.
Junto con el, el
Baltoy que estaba rodeado de aquella aura que le daba poder, tambien
cayo entre los escombros. El temblor termino y todo el lugar estaba tan
destruido que el unico cuerpo que podian ver de forma clara era el del
guardador. Los gritos cesaron, pero las otras 6 personas civiles que
estaban atrapadas en aquel cuarto, no volvieron a salir. Antes de que
los entrenadores puedan reaccionar, Maxwell aparecio junto con un Ralts.
Un destello de luz celeste los habia rodeado a ambos, que aparecieron
suspendidos a unos centimetros del destruido piso. Maxwell se balanceo
algo mareado luego de aquella experiencia, y tardo unos segundos en
ajustarse a la nueva vision, estaba dentro de aquel cuarto de luz, el
piso estaba destruido y a su alrededor yacian varios cuerpos.
Preocupado, observo con atencion si conocia a algun rostro, pero no fue
asi. Localizo al resto de sus compañeros volando en distintos Pokemon,a
lejados del suelo.
Las paredes del cuarto de luz se empezaron a
quebrar. Los entrenadores se cubrieron, pero por la experiencia con
Isaac sabian que los trozos de energia que parecian vidrio se
desvanecian al contacto con algo. Sus ojos tardaron en ajustarse a la
poca luz del club, pero pronto vieron que el unico piso que estaba
destruido era aquel donde se habia cerrado el cuarto de energia.
Mint
e Ibaraki estaban frente a la mujer de los labios purpura. Su Seviper
yacia en el piso inconciente luego de la combinacion de ataques de
Maxwell y Mint, pero la mujer se limito a sonreir y regresar a la
criatura a su Pokebola. Cuando el cuarto de energia se quebro y dejo ver
a los demas entrenadores y a los cuerpos sin vida de sus compañeros, la
mujer se encogió de hombrosy saco una segunda esfera de entre sus
ropas. Ibaraki iba a moverse antes, pero la mujer la miro e hizo un
ademan con su mano.
-Quieta, querida.-
Unos hilos negros salieron de la propia sombra de la chica rubia, y
rodearon sus pies y manos rapidamente. La chica sintio una gran
desesperacion al notar que no podia moverse y que todos sus musculos
estaban completamente atados por aquellos hilos de sombras. - Asi esta mejor.
La mujer lanzo dos Greatball al aire. De ellas salieron dos criaturas
delante, interponiendose entre los entrenadores y ella. La primer
criatura era de un gris casi negro, levitando al raz del piso y con
varios ojos rojos rodeando su forma cilindrica. La segunda era mas
pequeña, y parecia estar de espaldas, pero de su cabeza salia una
especie de boca con afilados colimillos. El Claydol y el Mawile se
pusieron a un lado de su entrenadora.
Casi no quedaba gente en
aquel club, habian sido evacuados por el personal de seguridad, quienes
tambien habian abandonado la planta baja y estaban rodeando los pasillos
que daban al cuarto piso.
-Oh, hay muchos en el aire...- Dijo paseando su mirada por todos los entrenadores que aun estaban volando en distintos Pokemon.- Vamos a hacer algo con eso, si precioso?-
El Claydol comenzo a girar a una velocidad alarmante mientras sus ojos
brillaban de un rojo aun mas intenso, iluminando todo el club con
aquella luz.
//Rock Slide 20 + 35// [dice]0[/dice]
-Pobres...esos
dos pudieron haber vivido un poco mas...pero cuando Reenira nos dijo
que por fin habia mas Guardadores que querian dejar de estar ocultos,
sabiamos que iba a haber batallas y seguramente muertes. Oh bueno...dudo
que a Akshara le importe perder a uno o dos adeptos...- La mujer de las cartas no prestaba mucha atencion al Claydol que ahora lanzaba ferozmente piedras contra los entrenadores.- En
cuanto a ustedes...bueno, son muchos. Creo que lo mejor es que el Señor
Gautier salga por esa puerta, con uno o dos de ustedes para que mueran
al entrar al Sinodo.
La
teletransportación había funcionado, o eso creía, todo daba vueltas y
sentí como se me revolvía el estomago, primera y última vez que hago
esto… a quien engaño, si es la única forma de ayudar a alguien voy a
volver a hacerlo. El pokemon de Ibaraki, me había ayudado a entrar.
Me
detuve, frente a mi… una carnicería. Mis amigos heridos, gente muerta…
todo es culpa mia… solo quería tener un momento para mí, divertirme un
rato… ¿tan malo es eso?, pero esta gente esta enferma, no puedo
entender, no me entra en la cabeza.
Frost estaba muy herido, corrí hasta él mientras el cubo se rompía en pedazos que cain y desaparecía frente a mis pies.
-Frost no te preocupes, déjame todo a mi- le dije sin mirarlo a la cara, sentía vergüenza por haberlos dejado.
//Cure minor wound// [dice]0[/dice]
-
Tomate, esto te va a hacer sentir mejor- le dije dándole 2 healing water
para que tomara y dándole una de las pulseras que me había dado Jerome-
Con esto podemos escapar por la cocina, llévate a los que puedas, en el
momento que pueda te sigo
Vi a Mavis que me seguía sin saber qué hacer.
-
Gracias pequeña, ya podes volver con tu entrena…- pero cuando mire a
Ibaraki, estaba siendo sostenida por sombras y decenas de piedras venían
hacia nosotros
//Defensa Max// [dice]1[/dice]
//Ocelot esquiva// [dice]2[/dice]
//Defensa Ocelot// [dice]3[/dice]
Estaba furioso, esto no podia ser, no iban a herir a mas de mis amigos. Tome a Ocelot y su cuerpo volvio a cambiar de forma.
Su
cuerpo era frio esta vez, pero podia sentir un gran poder en su
interior, me concentre en el objetivo, una lechuza rara que ahora se
preparaba, pero este era el ultimo ataque que iba a hacer, lo juro. Dame
tu fuerza una vez mas Ocelot.
El pequeño pez abrió la boca y
disparó un rayo arcoiris directo a la lechuza. El poder del ataque era
atroz, y con cada milésima de segundo aumentaba en tamaño y poder.
Me
forcé a mí mismo a respirar hondo, tratando de ignorar lo que nos
estaban diciendo. El aire estaba lleno de polvo y tierra; podía ver los
escombros del anterior ataque mientras planeaba por el aire. No me
quedaba mucho tiempo; en cualquier momento iba a aterrizar. De la nada
una avalancha de piedras se nos vino encima. Me cubrí con los brazos,
recibiéndolo de frente y cayendo al piso con un golpe que me sacó el
aire de los pulmones.
-Estuviste espectacular, pero ahora descansá. -Le dije sacando otra Pokebola de mi bolsillo. -
Este tipo que nos está atacando... no tiene estilo. Usó a sus compañeros
como si no valieran nada y se cree que es mejor que nosotros. Necesito a
alguien fuerte para probarle lo contrario.
De la explosión de luz apareció Taako, ojos fijos en su oponente, mostrando sus colmillos.
-Taako, creo recordar que querías mostrar lo que podías hacer con tu forma evolucionada. -Le dije, sonriendo. -Acá tenés la oportunidad. Dale con todo.
La
pared de luz cayó poco despues de que Maxwell y Mavis entraran, ahí
pudimos ver a todo el resto del grupo en muy malas condiciones, en
especial Nicholas.
La tipa delante nuestro parecia no importarle
que los que asumí eran sus aliados no se levantaran, tampoco se inmutó
al ver caer a su primer pokemon, simplemente mandó más a pelear. Intenté
avanzar pero no podia mover los pies, ni los brazos, ni nada, por más
que lo intentara no podia moverme, comencé a sentir mi corazón latir más
fuerte.
La desgraciada esta parecia ser la responsable y para
peor, sus pokemon se disponian a atacar, una lluvia de piedras se
acercaba justo cuando Mavis se puso a mi lado. -Mavis, sacanos de acá, Teleport al frente- Dijé tratando de reaccionar rápidamente.
Teleport usado como contra ataque, sacrificando el ataque del turno. Si
el teleport no falla en teoria deberia poder sacarme del shadow bind,
dado que el destello que produce deberia romper mi sombra un instante Si el teleport falla o cualquier cosa. Tiradas de defensa:
/Resistencia/ [dice]1[/dice]
/Mavis Defiende/ [dice]2[/dice]
Si puedo cubrir yo a la Ralts, comiendome 2 ataques este turno, ignorar resistencia de Mavis y aplicar mi segunda resistencia
-Gracias doc.-
Dije mientras tomaba las pociones que me había dado, estamos en
problemas, habíamos pasado de una pelea a otra y ya no me quedaban
muchas fuerzas para seguir. Me alivie un poco al sentir como iba dejan
de sentir la presión en mi pecho por tantos golpes sufridos, demasiados
para mi gusto debo decir, aunque me alegro de saber que los otros dos
idiotas están muertos por lo menos. Mucha gente inocente había muerto
por culpa de los guardadores y ahora estamos más que en problemas si
queríamos ir al sínodo.
Reconocí enseguida a la mujer, era la
misma que nos había tirado las cartas a mi y a nitta, estaba junto a dos
pokemons, uno muy parecido a los rombos de mierda que me había causado
tantos problemas. La mujer se quejo sobre nosotros en el aire y su
pokemon se ilumino causando unos ataque que podrían haber dejado fuera
de combate a diana, la regrese enseguida mientras me atajaba con los
brazos tratando de no morir por las rocas,la pulsera de la hippie emitió un extraño brillo pero aun así me golpearon las rocas, volvía a estar en la misma situación.
Estábamos
muy en problemas, nos estamos quedando sin pociones, dudo que el doc
tenga de mas en su bolsillo, y no tengo nada en mi equipo que se banque
esas rocas, no podías tener un pokemon de agua julia? No, tenias que
tener un bicho con forma de letra. A este paso no te vamos a poder
salvar porque vamos a estar todos muertos. Me sentí mal pero recordé lo
que el doc me había dicho sobre la pulsera, debía huir, solo iba a ser
una carga para el resto si seguía asi. Ughhh, soldado que huye vive para
otra guerra, pero igual me siento un pelotudo. Levante mi mano hacia el mawile, no podía hacer más que esto antes de irme.
-Los que puedan, vengan conmigo.- Dije
medio apretando los dientes mientras me iba con dificultad por donde me
habían indicado. Tome la pulsera de la hippie y se la devolví. –Gracias por eso, de verdad preferiría que vinieras conmigo.- Sin levantar la mirada apure mi paso tratando de no quedar atrapado en otra ola de muerte.
/Destreza y atletismo para irme? Esto falla seguro/ [dice]0[/dice]
El
seviper cayo y siegfried estaba emocionado pero el combate no habia
terminado, como una cortina que se abre para anunciar el segundo acto el
cubo se destroso revelando una escena sombria con muerte y dolor.
La
oscura dama frente a nosotros no se exalto, a ella no parecia
molestarle la tragica situacion y ademas de que aprobecho el ataque de
Iba para imovilisarla con su propia sombra.
Era dificil mantener la calma con ella en aprientos pero me calme no haria como la otra vez la misma estupidez.
Sin
perder tiempo dos nuevos pokemon saco una mawile y un claydoll, a la
primera la mantuvo serena mientra que al otro le ordeno que con rocas a
todos tenia que aplastarnos.
/Resistencia/(+2 por capa) [dice]0[/dice]
Fui rapido y a siegfried cambien por kaeru este salio listo para el combate.
Esquiva? [dice]1[/dice] Defensa de kaeru [dice]2[/dice]
sin dudarlo un segundo - usa bubble beam sobre claydoll - le dije a kaeru para responderle.
/Bubble beam/25+25(+10 por stab) [dice]3[/dice]
Tensa es la situacion mas hay esperanza si todo sale bien puede que sobrevivamos esta batalla.
Las
paredes del cuarto se empezaron a caer como ya había pasado antes, pero
no le podía sacar la vista al tipo en el suelo. Muerto. No sentí la
misma culpa que cuando murió Rosemary. Pero tampoco sentí satisfacción
alguna. Más bien... no sentí nada. Y eso me dio un poco de miedo.
Al
fin pudimos ver afuera, el boliche estaba casi vacío ahora y realmente
parecía que los temblores no habían afectado el resto del lugar. Max,
Iba y Mint estaban enfrentando a una mujer. Tambien estaba Jaime... pero
Epiphone? Antes de que pudiera preguntar, la mujer liberó dos pokemon y
ató a Ibaraki con su sombra. Ah, otra de esas.
El bicho negro empezó a girar y levantar piedras, inmediatamente guardé a Eliza. Los cascotes golpearon contra mi espalda pero casi no dolió comparado con el golpe de Galahad. Cerré los ojos un segundo.
Intentaba
forzarme a pensar en claro pero podía sentir que estaba perdiendo todo
margen de referencia de lo que nos había pasado. Pasé tanto tiempo
escapando de toda situación que me pusiera incómodo, de cualquier
problema que no pudiera arreglar, y ahora estaba metido en ésto que no
podía ignorar ni evitar, no podía volver a mi vida... "normal". Ése no
era el problema. Habíamos matado a alguien, intencionalmente esta vez.
Sí, estábamos en todo nuestro derecho, necesidad incluso. Recordé la
conversación que tuve con Ibaraki la noche después del Gimnasio de
Laverre. Supongo que esta vez... fue por un ideal propio?
Eso lo hacía mejor? Qué sentido tenía entretener la validez del
asesinato de alguien que no dudó en poner en peligro a gente inocente y a
su propia compañera... Solo para creernos mejor que él? Si no pudimos
hacer nada por esa gente... Estábamos peleando por algo que ni
siquiera terminábamos de entender. Nada más creíamos estar en lo
correcto porque no queríamos que nadie salga herido. Y si la mujer de
ayer tenía razón? Y si lo que sea de Julia realmente podía resultar en
más gente muerta?
Aunque tenía todo eso pasando por mi cabeza, no
sentía nada, físico ni emocional, estaba respirando normalmente. No era
la primera vez que me pasaba pero nunca... así.
No
me dí cuenta hasta ultimo momento que había levantado la mano,
nuevamente envuelta en esa energía oscura, apuntando al bicho de la boca
grande. Entonces sí sentí algo.
El dolor llegó como un golpe al pecho, dejándome sin aire, y el resto
de mi brazo se sintió como cuando Ehre lo envolvía. Una oleada de
angustia, ira, como si toda la frustración del último combate hubiera
decidido recorrer mi cuerpo en un segundo; y cuando se apagó el
resplandor, agotamiento.
La mujer habló pero no pude distinguir
más que algo del Sínodo y Jaime. Intenté recuperar el aliento, lo que
sea que acababa de hacer me había limpiado la mente. Hay que salir de
acá de una vez, sobre todo hay que sacar a Frost. Vi que quiso correr
pero parecía ya demasiado cansado, Nitta se encargó de llevarlo como
pudo y dirigirse a la salida.
Iba a correr atrás de ellos pero trastabillé,
todavía sin aliento. Me di cuenta entonces, con Theo muerto, si
corríamos... Ian no tenía modo de averiguar dónde estaba su amiga. Me di
vuelta a mirarlo, el chico parecía seguir paralizado. No podía estar
así ahora.
-Ian, hey...- le llamé la atención, tratando de convencerme más a mi mismo que a él con mi tono. -Concentrémonos en salir vivos, ya nos vamos encargar de todo lo otro después.-
“Nele”… De donde vengo, “nele” significa “fracaso”. “Nele! Nele! Nele!”
era todo lo que sonaba en mi cabeza al ver el agujero que quedó donde
estaban las otras seis personas inocentes, ajenas a nuestro conflicto y
que no fueron rescatadas por el ave de Nico. Ese “afortunado” va a tener
unas noches bastante feas después de lo de hoy. Me sentía un fracaso
ciertamente, no pude ayudar a nadie. Pero no había tiempo para la
mentarse ya que el cuarto se desmoronaba y los trozos que parecían de un
cristal brillante, se desintegraban antes de llegar al suelo. La
oscuridad del boliche volvía a envolvernos, pero el clima ya no era
festivo: el caos se había desatado fuera también y los de seguridad
evacuaban a la gente restante en el lugar. Fuera del cubo también se
estaba llevando a cabo una pelea contra una nueva figura desconocida
(probablemente otra guardadora). Unown descendió otra vez y lo regresé a
su esférico refugio. Entre escombros, me dirigía al encuentro contra el
enigmático individuo mientras veía volar inconsciente a una serpiente
de tamaño considerable, probablemente del enemigo. Casi fuera del campo
de batalla, percaté una presencia. El Baltoy, ese cuarto que salió para
dar asistencia a la violinista del terremoto causado por su colega de la
misma especie, giraba despacio en el aire. Aunque su rostro no denotaba
ninguna expresión, podía sentir que estaba como perdido, desorientado.
Cada tanto dejaba de girar y miraba fijamente el cuerpo de su entrenador
ya sin vida. Sentí pena por él, no merecía ser tratado como una
herramienta para las atrocidades que pretendían realizar sus humanos
compañeros. Ojalá alguien lo rescate también. Es tan víctima de los
guardadores como todos nosotros. Tal vez aún más puesto que él no
decidió sumergirse en todo este lío.
En la batalla, ahora se
cernían ante nosotros dos seres muy distintos: Una estatua robusta
flotante y la forma evolucionada de Baltoy (genial, más terremotos) y
una criatura amarillenta con unas fauces casi tan grandes como el resto
de su cuerpo con unos dientes que parecían duros como el acero. Cuando
Iba se dispuso a realizar una acción, la dama de los labios pintados
hizo un ademán y varios hilos salidos desde el suelo inmovilizaron a la
chica rubia. Heridos, cansados e inmovilizados, este es definitivamente
mí tipo de fiesta.
Vi
que Maxwell se disponía a atacar al se de arcilla, así que pensé que
darle asistencia con Lando era lo mejor que podía hacer. Hice salir a mí
rojizo compañero, todavía un poco aturdido por la bebida. La mujer
volvió a hablar y amenazarnos, cosa a la que ya me estaba tristemente
acostumbrando. Me disponía a ordenarle un ataque a Lando, cuando la
señora le marcó a su propio pokémon un movimiento y de la nada empezaron
a caer piedras bastante grandes. Con
terror corrí hacia a Lando, temiendo que su debilidad a dicho elemento
lo dañara de gravedad y me interpuse entre las rocas y él.
Mi
mirada se perdió en la pared del cubo que nos rodeaba, que estaba sobre
nuestras cabezas. Galahad llamó mi atenciçon con un tono cuestionante, y
le respondí que no me sucedía nada. Y antes de darme cuenta la pared
estalló en miles de fragmentos. En lugar de cubrirme o asustarme,
estiré mi mano hacia ellos, pero al entrar en contacto con mi cuerpo se
desvanecían disolviéndose en pequeños destellos. -... ¿Por qué...?
-no estaba acostumbrada a ese tipo de habilidades o poderes. A verlos,
más bien. Simplemente no podía evitar observarlos con interés, aunque
intentara contenerlo. Había vestigios de Morgana dentro mio. No podía
negarlo. Desde el show en la plaza... me estuvo dando vueltas en la
cabeza. Todo este tema, cómo terminé metida. El porqué seguía
participando aunque estaba arriesgando mi vida y la de Galahad. Debía
haber algo, algo más que el impulso de seguir adelante y de hacer...
muchas cosas de las que me creía capaz hace mucho, mucho tiempo- No
puedo evitar sentir miedo -terminé diciendo para mi misma. Evité mirar
debajo, a mis espaldas. Las voces se habían apagado, el sitio estaba
casi vacío, éramos nosotros, y... Un momento, nosotros.
Me
percaté de que todos estábamos agrupados nuevamente en el sitio, pero
Ibaraki parecía atada al suelo por... sus propias sombras. Era lo
mismo que con Frost, sabía que si intentaba hacer algo... No, era peor,
si los hilos antes me daban la sensación de ser de metal y capaces de
cortarme los dedos, aquellas sombras parecían capaz de engullirme en una
miseria de segundo, apenas las tocara.
La mujer de las cartas
estaba allí, sabía que no podía confiar en ella en ningún momento. Noté
que Jaime estaba con el resto, pero no así Epiphone... supuse
entonces... que debía haber quedado en el cuarto piso. Sino, los rostros
de quienes la acompañaron no serían los mismos.
No nos dieron
tiempo a descender. Antes de que estuviera a unos tres metros del suelo
varias piedras comenzaron a volar en nuestra dirección. Galahad
dio una vuelta rápida, obligándome a quedar colgando de él, con parte
de mi cuerpo cubierto por el suyo mientras él recibía el impacto. Caí al suelo y aterricé sin problemas, logrando así que las piedras apenas me rozaran, sin dañarme. Veinte años al lado de Galahad te enseñan muchas forma de esquivar piedras voladoras. El caballero se colocó a mi lado, y noté su armadura ligeramente razgada. Observé a la criatura que nos atacó. -Esto es malo... -musité. Galahad por si parte comenzó a largar insultos. Encontrarse en una situación desfavorable le hería el orgullo. -
No puedo dejar que te pase nada -le dije. Él me observó por un instante.
Se quejó. Se quejó de nuevo. Pero finalmente se quedó en silencio y
bajó la mirada luego de que lo observara con severidad y pena al mismo
tiempo. Lo regresé a su pokebola. Estaba segura que dentro de ella
seguía a los insultos.
La mujer comenzó a hablar.
-...esos
dos pudieron haber vivido un poco mas...pero cuando Reenira nos dijo
que por fin habia mas Guardadores que querian dejar de estar ocultos...
Me quedé en blanco. Reminiscencia.
Una imagen distorcionada volvió a mi mente. Yo era pequeña, Galahad
todavía no estaba conmigo. Una figura. Alguien que dejé de ver hace
muchos años. Alguien de quien no supe más nada. Mi corazón se aceleró
ante tan violento gesto de mi mente. Miedo. O nervios, no estaba
realmente segura. De pronto vi la pulsera con el dado. La mano de
Nicholas. No, estaba devuelta en la realidad. Asentí, tomé la pulsera.
Mi vista quedó clavada en ella.
-...¿Reenira está aquí? -dije
pensando en voz alta. O no estaba segura. Lo dije, observando a la nada.
Recordé aquel nombre, como cuando uno recuerda de pronto la letra de
una canción que no cantó hace tiempo, con una seguridad muy particular.
Sentí
la voz de Nicholas, otra vez, como una suerte de alivio para la suerte
de trance que estaba viviendo en ese momento. No podía realmente
procesar nada, mi mente estaba intentando unir momentos, detalles,
intentaba reconstruir memorias.
-...preferiría que vinieras conmigo.
-¿Por qué? -fue todo lo que me salió decir. Pero él ya se estaba alejando. Sin
embargo, sus movimientos no eran del todo ágiles, seguía herido.
Intenté pensar, Galahad no podría hacer mucho. Ibaraki parecía estar
liberándose de aquellas sombras. Sacudí la cabeza. No era momento.
Aurora Beam -> 10+30 (x5) -> 160 de daño Claydol Defensa Sp. -> 4 exitos Pasan 80 de daño
Fire Fang -> 20(+10+Charcoal)+25 -> 65 de daño Mawile Defensa -> 2 exitos (-1) Pasan 80 de daño
Odor Sleuth -> Claydol no puede esquivar
BubbleBeam -> MISS
Status
Claydol tiene 80 de daño Mawile tiene 80 de daño
Maxwell tiene 4 heridas Nico tiene 5 heridas Kileo tiene 5 heridas Ibaraki tiene 5 heridas Frost tiene 15 heridas Mint tiene 6 heridas Yannick tiene 5 heridas Phantump tiene 55 de daño Gourgeist tiene 80 de daño Remoraid tiene 20 de daño Minior tiene 20 de daño Heatmor tiene 55 de daño Tympole tiene 55 de daño
Las
rocas que habia lanzado el Claydol estaban estrelladas contra la pista
de baile, las paredes y la barra de bebidas. Botellas quebradas
inundaban el piso, junto con los escombros del combate anterior. La
adrenalina corria por las venas de los entrenadores a medida que algunos
comenzaron a escapar en direccion a las cocinas, la unica puerta
trasera que conocian y pudieron localizar.
Ibaraki habia
intentado desaparecer como lo habia hecho Maxwell con ayuda de su Ralts,
pero las sombras seguian atandola a pesar de haberse movido unos metros
con su Pokemon. La mujer ensancho su sonrisa cuando vio los intentos de
la chica por escapar de aquel cautiverio. La mujer deslizo la mirada
por donde iban Nitta y Frost, sin inmutarse, disfrutando de ver como los
dos entrenadores corrian lentamente por las heridas. Yannick se lanzo
tras ellos pero tropezo quedando a mitad de camino. Ian reacciono
abriendo sus ojos y comprendiendo la gravedad de la situacion.
-Hey. - El musico le dio la mano a Yannick antes de que este caiga. - Ya pasamos por situaciones asi con ella antes...confio en que Sam este...- El muchacho nego con la cabeza rapidamente, apartando aquellos pensamientos. - Tenes razon, vamonos de aca.
- Ian miro de reojo a los Pokemon de la Guardadora, pero largo a correr
mientras se aclaraba la garganta y comenzaba a silbar. Yannick se vio
obligado a apurar el paso ya que Ian no lo habia soltado aun y corrian
juntos hacia la salida.
//Eternal Chaos: Cuando el Musician se
encuentra interpretando estas melodías, 1D3 de sus aliados tienen +1
éxito a cualquier tirada que involucre Características Físicas durante
el proximo turno.. (Interpretación – Dificultad 7)//
[dice]0[/dice]
Las
sombras que rodeaban a Ibaraki se desvanecieron lentamente, Mint,
Maxwell, Nico y Kileo aun estaban en el campo de batalla delante de la
mujer. Los ataques a su Claydol y a su Mawile no fueron suficiente para
dejar a ambas criaturas fuera de combate, esta vez fueron ambos Pokemon
los que se lanzaron a atacar a los entrenadores que aun quedaban en el
lugar.
//Rock Slide 20 + 35// [dice]1[/dice]
//Crunch 30 + 30 (+SheerForce) a Remoraid// [dice]2[/dice]
-Les molesta demasiado...verdad?- La mujer de purpura camino hacia un sofa y se sento en el, comodamente mientras algunos de sus oponentes escapaban. - Tantas
vidas, tanto dolor...todo y sin saber siquiera el porque. Por el
capricho de un niño rico enamorado? Por una mujer que desaparecio y no
tuvo la decencia de dejar una pista solida? Reenira me busco y me conto
todo...nosotros estamos del lado correcto. Por eso...vamos a darles lo
que ningun otro de sus aliados les dio.- La mujer miro hacia el balcon
del segundo piso, como si buscara aprobacion de la persona que estaba
ahi. La mujer asintio y luego miro a los entrenadores.- Julia encontro
dos tables con escrituras. Una en las Islas Sevii. Otra en la Mansion
Gautier. El miedo la invadio...Neron Gautier nos dijo exactamente lo que
decian sus ruinas...y lo que hizo que Julia desaparezca.
... Los caídos vagaran en su laberinto. Las lineas del laberinto romperán las estrellas. Y la sombra de los astros se alzara.
Los
cuatro entrenadores que habian comenzado a escapar cruzaron el umbral
de la puerta de la cocina con aquellas palabras haciendo eco en sus
mentes. La voz que leia esas palabras no era la de la mujer que los
atacaba. En sus mentes escucharon a Julia recitar aquellas palabras. Para
su sorpresa, el lugar no habia sido evacuado del todo. Aun se podia ver
a cuatro guardias de seguridad bastante alerta. Dichos empleados se
alarmaron al ver entrar gente por aquella puerta, pero reconocieron a
los entrenadores al ver que eran quienes iban con la gente a la cual
Jerome habia dado las pulceras purpura. Eso les otorgaba cierto grado de
proteccion en aquella precaria situacion. Los guardias apartaron todo
lo que habia del camino.
-Por esa puerta. Van a salir directamente a la Avenida Autumnal. Esta despejado, de momento. No podemos hacer mas. -
El guardia de seguridad termino de dar indicaciones mientras los
entrenadores localizaron la salida que daba a aquella avenida.
Respiraban agitados y apenas tenian fuerzas para seguir moviendose.
-Las tenemos.- Dijo Ian respirando con dificultad luego de estar silbando.- Las contraseñas. Hay que ir...ahora.
Los
entrenadores salieron al callejon. Estaba despejado como habia
prometido el guardia. Un inquietante silencio y luces de donde provenia
el centro de la ciudad. La vida nocturna de Kalos habia ignorado lo que
ocurria en el club de Jerome y se desarrollaba con normalidad. Unos
Murkrows salieron espantados con el estrepito de la puerta, llamando la
atencion de los entrenadores. Al ver hacia el cielo, notaron que no
todas las criaturas habian huido. Un Noctowl los miraba desde lo alto de
un tejado. Por un momento se sintieron intimidados, pero la criatura se
levanto y se perdio en la noche magestuosamente.
-Vos y tus amiguitos se creen que están del lado correcto, que son buenos y nobles y eso justifica todo lo que hagan. -Dije casi en susurros, todavía sosteniendo a Merle. -
A mí no me importa de que lado estoy. Lo único que quiero es brillar más
fuerte que cualquier otro; que cuando mire hacia arriba lo único que
pueda ver sean las estrellas. Haría lo que sea por eso... -Levanté la mirada hacia la mujer, mi expresión completamente seria. -...excepto
lastimar a los que no tienen nada que ver con mis desastres. Puede que
no esté del lado correcto, pero al menos sé que soy mejor que ustedes.
Fue entonces que el tiempo pareció detenerse, y escuché la voz de Julia dentro de mi cabeza.
Los caídos vagaran en su laberinto. Las lineas del laberinto romperán las estrellas. Y la sombra de los astros se alzara.
No pude evitar sonreír; su voz era extrañamente calmante.
Cerré
los ojos y hice aquello que hace mucho tiempo había olvidado cómo
hacer, desde la última vez que realmente me había sentido cómo mi mismo.
Una ráfaga de viento me rodeó, bailando entre mis dedos cómo si fuera
mi propio instrumento, y mi vuelo la música que pretendía tocar. Extendí
los brazos a un lado y sentí cómo la ráfaga me impulsaba hacia arriba,
cómo si mi cuerpo no fuera más pesado que una pluma.
-Lamentablemente me tengo que ir a ayudar a mis compañeros ahora, pero seguro nos vamos a encontrar de nuevo. -Le hablé a la mujer, sonriendo en el medio del aire. -Y ahí te voy a enseñar lo hermoso que es el segundo aliento de un intérprete como yo.
//Guía+Vuelo irse a la mierda// [dice]0[/dice] [dice]1[/dice]