Yan
pudo capturar al pequeño ave, se lo veía relativamente feliz, pero la
felicidad no nos duró mucho, cuando miramos por una ventana, Jaime había
caído sobre el colectivo y nuestros amigos estaban siendo atacados por
pokemon y una máquina extraña que ahora nos seguía.
-Mantengan la
calma chicos, para esto estamos nosotros- le dije sonriendo a la
multitud mientras intentaba subir sobre el techo del colectivo.
Ahi estaba Jaime, parecia herido, pero por suerte tenia un medico cerca.
-
¿Como estas Jaime te podes levantar?- le dije extendiendo una mano- Que
hermoso reencuentro, parece que siempre que nos juntamos tenemos que
combatir. Bueno por lo menos no tenemos que enfrentarnos a esas cosas de
la otra v…- hable demasiado rapido ya que un portal se estaba abriendo
en el cielo.
-Oh shoot
Un pescado aplanado estaba
lanzando descargas a Kileo. Levante mi brazo al cielo y Eva disparo una
columna de agua que esperaba impactará sobre el pez.
Fuera
de la sartén y dentro de... la máquina rara esta que parece estar a
punto de explotar. Huh. Quizá saltar en el medio de algo que no se que
es no fue la mejor idea que he tenido. No solamente eso pero podía
sentir una especie de... presión extraña alrededor mío, cómo si el aire
estuviera vibrando. Tenía que salir de acá.
Traté de alejarme lo
más que pude de la máquina mientras el vehiculo giraba y aceleraba,
amenazando con tirarme hacia la ruta. Vi pasar un ataque encima mío
hacia la alpargata marrón con ojos, un monton de hojas filosas...
Yannick?
No que haya tenido mucho tiempo para pensar al respecto.
Escuche el chisporroteo de electricidad nuevamente y hubo otra
explosion de luz, luego de la cual sentí un dolor horrible a través de
mi cuerpo.
//Nico Resiste// [dice]0[/dice]
//Merle resiste// [dice]1[/dice]
-Uh... bueno, creo que la cagamos pero sigamos tratando de... hacer algo. -Bajé la mirada hacia Merle en mis brazos. -Tratemos lo de recién de nuevo, ok?
Plantándome firmemente encima del techo, levanté el cuerpo de Merle y lo apunté nuevamente hacia el raro Pokemon eléctrico.
Esto
sí que dolió, pero por lo menos término de una vez, creo que voy a
necesitar ver a doctor después de esto, ese último golpe me dejo
bastante lastimado para mi gusto. -Biche hecho Di- Felicité al ave
mientras se posaba en mi brazo, había crecido bastante desde que
evoluciono y ya no era tan cómodo llevarla en mi hombro como años atrás.
El líder de kalos volvió a hablar sobre la figura femenina que
había visto salir del portal antes de cerrarlo, admito que me resultaba
intrigante, podría ser eso lo que ellos estaban buscando al abrir el
portal? Pero principalmente, qué clase de ser vivo puede sobrevivir en
un mundo con estas cosas viviendo allí? A nosotros casi nos cuesta la
vida la vez anterior. -No sé si realmente quiero conocer a alguien más que salga de esos portales.-
Contesté a Sam, respecto a lo segundo que él dijo realmente teníamos
pocas opciones, intentar meter a las criaturas por el portal
arriesgándonos a que salgan más o no podamos cerrarlo no es el mejor
plan. En estos momentos mi única opción es terminar con ellas para
siempre, quizás era esto a lo que se refería mi madre cuando me dijo
que aceptara estas dagas aunque conlleven a hacer cosas que realmente no
quiero.
Nicholas
suspiro mientras se sentaba en la silla blanca del jardín, la más
cubierta por la sombra del árbol, estaba vestido completamente de negro
con unos jeans y camisa, estar bajo el sol era realmente la peor de las
ideas. Los primeros días de la primavera habían llegado por fin a
Ecruteak City y la clásica imagen de otoño de la ciudad comenzaba a
cambiar de marrón a verde, ya las ultimas hojas habían dejado de caer
bajo, los arboles ahora comenzaba a darle un tono nuevo de vida a la
ciudad con sus hermosas hojas verdes y flores que empezaban a nacer.
Incluso más personas se veían transitando con ropa más liviana por las
cómodas temperaturas que invitaban a mover.
-Ay Nicky no te
encanta cuando arranca la primavera?- Preguntó Leila a su hijo mientras
dejaba la bandeja que llevaba en la mesa, la mujer tomo asiento frente a
su hijo más cerca del sol pero cubierta por su enorme sombre que hacia
juego, ambos también de color negro.
-Dale un mes antes de que
este calor se vuelva insoportable- Contestó el joven mientras colocaba
en su regazo a Milo, la criatura negra con anillos amarillos se acomodo
sobre las piernas del joven antes de dormirse. -Siempre tan negativo,
podría ser como Amelia, ella disfruta más del sol.- Detrás de ellos se
encontraba otra criatura felina de color violeta jugando en el pasto.
-Hasta Sheper parece estar disfrutando.-
-Sheper es un Nosepass
el equivalente a un duende de jardín que siempre apunta al norte, le es
físicamente imposible mostrar expresiones de enojo o felicidad.- dijo
Nicholas sin prestarle mucha atención, a decir verdad el joven se
encontraba más interesado en saber porqué había una tercera taza en la
mesa siendo que su padre no volvía de trabajar hasta dentro de dos
horas. Su madre parecía haberse dado cuenta de lo que pensaba ya que lo
miraba con tranquila mientras se servía una taza de té y luego llenaba
las otras dos. -No te preocupes, esta llegando tarde, solo te digo que
no te alteres.-
El oficial tomo una de las tazas y comenzó a
soplar sin quedarse más calmo por lo que había dicho su madre, no estaba
seguro de a qué se refería ella pero por lo visto no era algo que iba a
agradarle como casi todas las sorpresas de Leila Frost. Por lo visto
quien sea que viniera no iban a tener que esperar mucho más ya que tanto
Milo como Amelia estaban mirando atentos a la puerta de la casa,
incluso él podía ser una fuerte presencia que se acercaba cada vez más
pero por alguna razón se sentía bastante familiar. -Me estas cargando.-
Dijo el joven mientras la puerta se abría.
Me
acerque a Ibaraki que miraba el mapa que había sacado Ariadne, creo
tener un idea en donde podrían estar las chicas pero antes tenia que
hacer dos cosas para poder seguir y encontrarlas. -Creo que es obvio que tenemos que ir al Gimnasio, es lo más cercano que tenemos, quizás las llevaron allí.- Comenté.- Pero antes voy a necesitar que me cure, estoy bastante lastimado y creo que mavis me va a poder ayudar.-
-Are? Oh. Claro, Mavis, por favor, podrias?- contesto la chica mientras me señalaba.
Espero
que ellos no vayan a juzgarme por esto pero si pudiera tomaría otro
camino, sin vacilar regre a Diana a su pokeball y me pare frente a las
criaturas que sangraban. -Lo siento pero es mi
deber protegernos de ustedes, sus amigos se llevaron muchos de los
nuestros hace dos años, no puedo dejarlos asi no más.
/Destreza + Armas c/c/ el equipo ignora los 1 y las dagas me permiten fajar a dos a la vez. [dice]0[/dice]
-No vi nada...-
Contesté a Samuel, todavia algo agitada, aún despues de ganarles, esas
cosas me parecian aterradoras. Sacudí mi cabeza tratando de quitar ese
pensamiento de mi mente. -Mavis, Baraddur, salgan, Kiran, vení-
Necesitaba verlos a los tres despues de todo eso, Baraddur siempre me
dio calma en momentos dificiles, voy a tener que pedirle que se quede
afuera, al menos hasta largarnos de acá. -Mavis... lo lamento, pero no queria que te pasara nada contra esas... bestias- Solo recordar como se me habia acercado la primera apenas se abrió el portal me daba escalofrios -Kiran... no vuelvas a asustarme así- Intentaba lucir autoritaria pero ambos sabiamos que no era así, nunca lo fuí.
-Tenemos cosas mas importantes de que encargarnos ahora.-
Dijo Ariadne en voz alta, pasandole un papel a Mint, él y Nichola se
pusieron a verlo a una altura a la que no podia alcanzarlos en mi
estado.
-hey, aca abajo- No
parecian prestarme atención pero por suerte mi confiable compañero
estaba listo para esto y se ofreció a hacerme de banquito para hablar
con "los adultos", como odio cuando no controlo esto. Una vez a su
altura pude ver que era, un mapa marcado en varios puntos.
-Piensan abrir más de estos?- Preguntó Ariadne.
-Están totalmente locos, acaso no saben lo que pasó hace dos años?...-
No queria hablar del tema frente a Kiran, tomé su pokeball para
ofrecerle regresar, así no tendria que escucharme, pero el Growlithe
negó con la cabeza. -En Lumiose, cuando ese portal se abrió, esas cosas destruyeron la ciudad, tantos muertos y heridos- Recordé como habian sido los días siguientes al ataque, fue horrible.
Nicholas mientras planeaba nuestro siguiente paso, el Gimnasio, pero parecia que lo lastimaron durante la pelea.
-Are? Oh. Claro, Mavis, por favor, podrias?- La Kirlia asintió y se acercó a Nicholas y extendió sus brazos, preparandose para usar su movimiento.
/Heal Pulse/ [dice]0[/dice]
Luego Nicholas se alejó del grupo, en dirección a las bestias caidas... tomando unas dagas de su... la puta madre -Mavis, vení, creo que la señora necesita ayuda- Dije señalando a Ariadne, cualquier distracción servia -Kiran, vos también-
No
estoy de acuerdo con rematar a un enemigo caido, pero no tenia una
mejor idea la verdad, solo podia quedarme ahí, apretando el puño y
sintiendome una inutil.
Oponentes Razor Leaf a Kileo + Heatmor 20 + 25 (x2) ->80 de daño Heatmor defensa -> 2 exitos Pasan 5 de daño Kileo resistencia -> 0 exitos Skin Canvas skill Kileo gana Resistencias/Debilidades de tipo Dragon Pasan 4 heridas
Discharge 20 + 50 -> 70 de daño Nico Resiste-> 6 exitos (Critical) No pasan heridas
Players Lick de Heatmor -> 5 + 5 -> 10 de daño Pasan 10 de daño Tropius esta Paralizado
Razor Leaf de Gourgeist -> 10(+10)+25(x2) -> 70 de daño Pasan 140 de daño
Mega Drain -> 10 (+10) + 10 (+20) -> 50 de daño Pasan 100 de daño
Waterfall 30 (+10) +30 (x4) -> 140 de daño Pasan 140 de daño
Status
Stunfisk cae Tropius tiene 132 de daño
+2 EXP a Octillery +2 EXP a Gourgeist +2 EXP a Budew
Trevenant tiene 42 de daño Maxwell tiene 5 heridas Nicholas tiene 12 heridas Yannick tiene 3 heridas Ibaraki tiene 2 heridas Kileo tiene 4 heridas Fletching tiene 72 de daño Klefky tiene 27 de daño
La
capa de Jaime hacia ruido con el viento que parecia embolsarla en su
corriente. El joven Gautier miro de reojo como Yannick y Maxwell subian
al techo del autobus con algo de dificultad y hacian frente desde donde
estaban al Stunfisk. La criatura no soporto los varios ataques y cayo al
pavimento, inconciente. Por otro lado, Kileo peleaba con el Tropius que
se debatia en el torbellino de fuego, muy malherido y volando al raz
del piso, avivando las llamas con cada movimiento de sus alas que hacia
para mantenerse en el aire.
Por un breve momento los entrenadores
tuvieron la ventaja, pero entonces, la camioneta dio un giro brusco
mientras las luces aun salian del anillo que llevaban en su techo. El
vehiculo se detuvo cuando estuvo a punto de volcar, tomando una amplia
distancia del autobus escolar. Lejos de aliviarse, los entrenadores se
miraron preocupados. El anillo ahora emitia una columna de luz muy
brillante. Yannick sintio algo extraño en sus oidos, un zumbido que le
impedia casi pensar de forma razonable. Sus compañeros no parecian verse
afectados, pero dentro del a van, Cameron asomo la cabeza. Se lo veia
tocandose la frente, claramente tambien sintiendose perturbado por aquel
zumbido imperceptible. Entonces ocurrio.
Una grieta de luz
salio desde el techo de la camioneta que habian dejado atras, el zumbido
en la cabeza de los jovenes era casi un sonido de distorcion que les
impedia escuchar otra cosa. Fue entonces que dos criaturas de luz
salieron de la columna. Luces de todos colores explotaron ante los ojos
de los entrenadores. Colores que ninguno podia definir, ya que no eran
ni debian existir en este mundo.
Una criatura de luz salto
directo hasta ponerse delante del autobus, haciendo que este tenga que
detener su marcha de forma abrupta. Las llantas quemaron su huella en el
pavimento y los estudiantes se abarrotaron contra las ventanas para ver
que ocurria. Muchos gritaron en horror cuando lo vieron. Una criatura
de casi dos metros de alto cuerpo multicolor, y lo mas extraño de todo,
una cabeza que parecia hecha de pequeñas luces multicolores en forma
circular, que estaba separada de su cuerpo, achicandose y agrandandose
acompañando los extraños movimientos del ser de otro mundo. Una segunda
criatura, identica salio y se puso del lado trasero de la van, con su
cabeza cambiado de tamaño a cada segundo.
-Braviary, Protect!
- Exclamo Jaime justo a tiempo, cuando la criatura que tenian frente al
autobus escolar lanzo su cabeza contra el vehiculo. La cabeza exploto
en una llamarada de mil colores imposibles de describir, arrasando todo
lo que tenian delante. La barrera de energia verde lanzada por el
Pokemon que habia pertenecido a Julia creo un escudo de luz que separo
el autobus de la explosion que de otra forma habria reducido el vehiculo
a cenizas al solo contacto.
Epi
se aferro fuerte cuando los escombros empezaron a caer en todas las
direcciones. Nitta estaba pensando en hundir todo este lugar? Bueno, no
podia negar que parecia efectivo, pero era bastante peligroso. No solo
para nosotros, sino para ella tambien corria peligro.El ataque de aquel
Pokemon comenzo a quebrar el piso, enterrando el cuerpo de la criatura
salida del portal. No se si era la mejor opcion eso de dejarla tirada
ahi...pero dudo que alguien vaya a levantar este lugar.
-Epi, cerra los ojos, esto va a darte mucho vertigo.-
Le adverti. Admito que yo jamas me habia desplazado asi con un Pokemon,
pero bueno...no teniamos mucho tiempo. Salte y me aferre de Wayne,
quien planeo directamente hacia Nitta.
-Karen quiere un anillo-tot! - Exclamo el Chatot mientras esquivaba pedazos de vigas que caian sobre nosotros.
Nitta seguramente tenga una forma de escapar, pero la vi lo suficientemente distraida como para...moverse. Ok, esto era bueno. Todos somos descartables, Ian. Dejalas. .
No me asustaba volver a oir la voz de Blake...me asustaba que cada vez
que la oia parecia...entenderlo. Quizas no estaba tan equivocado?
No, despeje todo eso de mi cabeza. Que me pasaba? Por supuesto que estaba equivocado.
-Ian!!
- Me grito Epiphone para sacarme de mis pensamientos, estabamos al raz
del piso y el galpon ya casi estaba destruido. reaccione a tiempo y
volamos hasta quedar frente a Nitta.
-Nitta, hay que irnos! - Le grite entre los escombros, parecia algo desorientada.
Huimos.
Estabamos dentro de todo a salvo, en las afueras de la ciudad. Podiamos
ver Nimbasa atraves de la nube de polvo y escombros. Aun tosíamos,
seguramente estabamos tosiendo pedazos del galpon. La pierna habia
dejado de dolerme.
-Bueno...creo que es hora de hacer la pregunta incomoda. Donde estan los demas?
Ariadne
seguia herida, pero parecia que la perspectiva de tener que hacer otra
cosa le habia renovado las energias. Yo por otro lado no veia la hora de
una ducha caliente y dormirme por un dia entero. Como es que esta gente
seguia teniendo energias?
La mujer se separo del grupo y parecia
estar recorriendo el estacionamiento. Me sobresalte cuando escuche el
ruido de un automovil encendido. A los pocos segundos la vi, Ariadne
estaba en una camioneta negra que aparentemente habia descubierto como
hacer andar sin las llaves.
-Que? No esperaban que nos vayamos caminando hasta el gimnasio despues de que casi nos matan. Oh amo a esta mujer.
Nos
subimos a la camioneta. Por lo visto transporaban solamente equipo de
deporte, ya que solo encontramos bolsos y muchas camisetas de los
equipos que estaban jugando arriba. Salimos del estacionamiento sin
mucho mas problema, por lo visto nadie habia escuchado el incidente de
casi apocalipsis del subsuelo. Bueno. ya iban a enterarse cuando vean
los escombros.
Salimos del estadio, por suerte el partido habia
comenzado y eso signficaba que la gran cantidad de los empleados de
seguridad estaban en la parte donde se desarrollaba el partido. Ariadne
dio una curva y seguimos el cartel hacia el gimnasio de la ciudad.
Cuando empece a entrecerrar los ojos, vencido por el sueño de mi gran
heroismo fue que...
-Me lleva Giratina, eso es lo que yo pienso?-
Exclamo Ariadne mirando hacia el gimnasio. Una columna de luz celeste.
Igual a la del subsuelo. Esto no podia ser bueno. Cuando la mujer
comenzo a acelerar, del lado opuesto de la ciudad tambien vimos algo.
-Que es esa columna de tierra? Un derrumbe?
- Pregunte, frotandome los ojos. Una columna de luz en un extremo de la
ciudad, una columna de polvo en otra. Ok, esta ciudad iba a terminar
derrumbada antes del anochecer a este paso.
Quizá si nos hubiésemos quedado allí... Hubiese encontrado algo de redención. El
suelo se resquebrajaba a mis pies. La grieta que se había tragado al
aparato y a la criatura cada vez se estaba volviendo más grande y se iba
aproximando hacia mi, de eso era consciente, pero sin embargo, allí
permanecía de pie, sin movilizarme. El sonido de piedras y metal
cayendo a mi alrededor llegaba a mis oídos. Mi visión se tornaba
borrosa, y apenas llegué a notar a algo delante mío. Ah, era Omolon,
creo que me estaba tocando como advirtiéndome del peligro. Él estaría a
salvo, podía cavar y protegerse. Y en un momento, dos figuras se
aparecieron frente a mi, o tres, no estaba segura. ¿La tercera sería
Omolon o era otra persona? Dos figuras... Llamaban mi nombre. Más bien el nombre que yo había elegido ponerme. ¿Eran
ellos...? No, no podía ser. No tenía aquel nombre mientras seguían con
vida. La escena me recordaba a algunas de las pesadillas que tuve a lo
largo de mi vida. Pero en algún momento tenía que despertar.
Aunque no sé a qué me refería con eso. ¿Qué tenía que despertar? O más bien, ¿quién?
Sentí un empujón contra mi espalda que casi me hace caer, y mi visión de pronto volvió a la normalidad. -Ah. Ian, Epi -dije y me di vuelta- Galahad. El minior rotaba sobre sí mismo notoriamente molesto. Nos pegó un empujón a todos antes de que una viga nos cayera encima. -Ok, vámonos. Estaba algo desorientada. Actuaba más por instinto a sobrevivir que por razonar que debía escapar de allí. Devolví a Omolon a su pokebola y con ayuda del chatot y del caballero rápidamente nos desplazamos hasta el exterior del sitio.
Si
bien no debíamos tener más que raspones, no dejábamos de toser. A
nuestras espaldas se levantaba una nube de polvo que poco a poco
comenzaba a tomar más altura. El aire a mi alrededor estaba más
calmo que antes, y poco a poco fui recuperando el aliento. Lulu se
apareció a un lado para observarme preocupada. Con un gesto de mi mano y
una sonrisa le indiqué que estuviera tranquila y luego de unos segundos
se regresó a su pokebola por voluntad propia. Por su parte, Galahad
estaba decidido a quedarse fuera. Ya se aproximaba la hora en la que se
levantaba, y aunque él no lo admitiera estaba preocupado. -Eh... los
demás... -Ian preguntó por el resto mientras nos recuperábamos- Me
gustaría saber dónde están... Fuimos secuestradas y desde entonces no
sabemos más de ellos... Tampoco podía sentirlos. Estábamos lejos, y
no me encontraba en estado para intentarlo tampoco. Podría detectar a
Nicholas si me lo proponía, me sabía la forma de su corriente de
memoria, pero... -Espero que no allí -agregué al notar la columna de
luz que se elevaba hacia el cielo desde la otra punta de la ciudad- Es
algo largo de explicar, Ian, pero mejor vámonos -y volteé a observar la
nube de polvo que se elevaba detrás nuestro- Esto va a llamar la
atención y no quiero saber de quién. Vámonos...
Di un paso
adelante. Tosí y sacudí la cabeza. Galahad se me colocó a un lado para
ayudarme a avanzar lo más rápido que podíamos. Todavía tenía los brazos
algo entumecidos por las cadenas, pero era cuestión de minutos. El
mayor alivio, igualmente, era la ausencia de aquella voz. ¿De dónde
había salido? ¿La habría traído el viento para intentar decirme algo?
Solo traía memorias del pasado... no las mejores. Y para peor, podía
reconocer aquella voz, aquella voz era... Mi estómago hizo ruido. -
Tengo hambre... -agregué- Veamos si podemos encontrar algún lugar
seguro, o una forma segura para ir hasta... la cosa de luz esa. Aunque
siendo sincera... no quiero acercarme.
Por un segundo creí que había funcionado, era todo en lo que me podía concentrar, alejar esa cosa de mí. De todos nosotros.
Y entonces explotó.
Siempre
pensé que lo que sentí la vez que Kevin me rompió la nariz, la primera
vez, cuando me estampó la cara contra ese árbol, había sido el peor
dolor de cabeza que se podía tener. Estaba equivocado. Muy.
La
explosión de color y luz me hizo cerrar los ojos. Hacía años no tenía
una migraña así. El zumbido que había sentido mientra la camioneta se
acercaba a nosotros aumentó hasta un pitido que no me dejaba escuchar
nada más.
Leti, al lado mío... Él era un pokemon, entendía mejor
que yo los tipos de bichos a los que se enfrentaba. Y tenía miedo. En
este tiempo nunca dudó en protegerme pero ahora estaba intentando
esconderse. Si no me estuviera sosteniendo me hubiera caído. Sentía su
miedo, tenía miedo de...
Abrí los ojos. No vi nada.
- יְהוֹחָנָן -
La
escuché. Como cada noche en los primeros meses que siguieron al
incidente de Lumiose, y en las últimas semanas antes de venir, en todas
mis pesadillas. Por encima del silencio ensordecedor. Esa voz,
llamándome. No sabía cómo, pero lo entendía.
Todo era blanco.
Hay
cosas que te enseñan cuando tenés que manejar una cámara. El color es
una onda electromagnética reflejada en la masa según su disposición, del
mismo modo que el sonido. El ojo del ser humano evolucionó para
percibir un rango de ese espectro según le era útil, y obviamente hay
ciertos pokemon que son capaces de percibir más, o de otras maneras.
Cuando se desfragmenta la luz, la superposición de todos los colores al
mismo tiempo, solo se ve blanco.
Este blanco se sentía impuro. Por alguna razón me di cuenta de inmediato que esos colores... no podían ni deberían ser percibidos por ningún ser vivo.
Mi vista se comenzó a enfocar de nuevo.
Una
figura alta y fina se alzaba frente a nosotros, su... cabeza, girando,
produciendo destellos. Chispas, ascuas multicolores, si esa ilusión se
puede llamar así. Tuve que desviar la mirada para no vomitar. Era otra
de esas cosas, lo podía sentir, pero... por qué lo sentía tanto? Por qué
sentía tanto todo? En Lumiose pude soportarlo, solo me afectó más ver la Estrella de Julia, esto... era algo más.
Escuché
el crujir de madera en el fondo de mi mente. No lo escuchaba desde
chico, cuando todavía no entendía que no era real. Apenas lo había oído
la última vez que nos enfrentamos a algo así. La... Karroñs?
Hubo
un golpe contra el lado del colectivo y casi vuelvo a perder el
equilibrio. Esa cosa estaba atacando al colectivo, donde estaba la
gente. Traté de contar la respiración, volver al momento, concentrándome
en la sensación de la pulsera quemándome la piel. Sí, eso siempre
ayudaba. Ahora también podía sentir la ball de Toussaint sacudiéndose,
dudando si lo necesitaba. Poco a poco comencé a escuchar de nuevo,
gritos, motores.
-Pibe! Eu, te perdí recién.- Carlos estaba al lado mío mirando a las dos bestias que habían aparecido. -Esos... son los cosos que aparecieron en Lumiose?-
-No.- Mi propia voz se escuchaba extraña. -Bueno, sí, son... Creo que vienen del mismo lugar, pero no son los mismos.-
Lo noté sorprendido, por primera vez desde que se dio cuenta que yo lo podía ver y escuchar. -Ahora te entiendo los sueños.- me sonrió, pero era obvio que no le causaba la gracia de siempre, estaba perturbado. -Son medio fantasma?-
Leti largó un ruidito todavía asustado. -Creés que...?- Me acordaba que los de Lumiose habían atacado a Ehre con veneno, y ella lo pudo resistir. Capaz... -Leti, podés intentar usar Astonish?- El Gourgeist me miró sin mucha confianza. -Si pasa algo te guardo, Ian te dejó a cargo mío, no?- intenté calmarlo.
//Astonish 5(+10)+10// [dice]0[/dice]
//flinch +8// [dice]1[/dice]
Mientras
él atacaba al ser en la ruta, intenté enfocar mi energía. Aunque me
costaba bastante, cada vez que lo miraba directamente por un rato se me
nublaba la vista. Era como si pudiera sentir la distorsión del espacio a
su alrededor, lo fuera de lugar que estaba.
Me
aleje un poco del resto para terminar de limpiar las dagas, ughhh esto
se sentía tan incómodo, me hubiera gusto que las cosas fueran distintas
pero no había otra salida. Ahora teníamos que centrarnos en otra cosa,
rescatar a Nitta y a la hija del sombrerero cuyo nombre aun me cuesta
recordar. Me tense un poco al escuchar el ruido de un motor y tome una
de mis pokeballs listo para atacar, por suerte solo resultaba ser
Ariadne que había robado una camioneta, diría algo pero soy justamente
el menos indicado para hablar sobre robos de vehículos.
Subi ultimo al vehiculo bajo la mirada de Ibaraki, claramente quería hablar sobre el tema pero yo no estaba con humor para ello. No es el momento.-
Dije sin prestar atención mientras me acomodaba por el lugar, veo que
tenemos más banderines para Kileo y muchas camisetas, espero que el
resto este bien, realmente me preocupan esos portales abriéndose, qué
clase de criaturas les habrán salido?
Avanzamos sin dificultad
hasta la salida, por lo visto nadie se había percatado de lo que estaba
pasando en la ciudad, quizás era para mejor, habíamos logrado contener
el primer ataque y ahora debíamos hacer lo mismo con los otros antes de
que sea demasiado tarde. Hasta ahora mi única teoría era que los
portales reaccionan con nosotros debido al incidente en Kalos, pero por
alguna razón las criaturas de allí no son como las que aparecieron esa
vez, quizás se deba a que esto fue tecnología humana y lo otro aun no
estamos seguros de qué paso. También estaba en duda la figura femenina
de adentro, seria eso lo que están buscando? De ser asi, cómo es que
termino allí adentro en primer lugar?
-Me lleva Giratina, eso es lo que yo pienso?- Yo
no usaría ese nombre a la ligera si fuera ella, si mi madre la
escuchara incluso menos, mire hacia la ventana, allí se alzaba una
enorme columna azul, de verdad estas personas no entienden lo que están
haciendo o no les importa en absoluto. Ariadne comenzó a acelerar cuando
vimos otra columna de polvo asomarse en el otro lado, Sam sugirió si se
trataba de un derrumbe.- Se me ocurre solamente una persona capaz de hacer eso,
algo en mi me decia que eso era obra de Nitta aunque también esta la
posibilidad de que este en el otro lado, después de todo nosotros somos
la causa de que se abran, podría ser por ellas. Apreté con fuerza el
manillar del asiento sin saber qué hacer, quizás si teníamos suerte
ellas también irían hacia la columna de luz. -Supongo que tendremos que dejarlo al azar.-
Infle
la pokeball de Amelia, la espeon me miro entendiendo lo que estaba por
pedirle, eso de tener un bicho que lee mentes a veces funciona. -Al
cielo por favor!- confio en que entienda mi llamado de atención.
/Guia + Suerte para que lance un psybeam y llame la atención./ [dice]0[/dice]
Apenas
hubo tiempo de saborear la victoria contra aquel horrible Pokemon
eléctrico. Forme una sonrisa relajada y dejé caer un poco mi postura, lo
cual fue un error, ya que un segundo después la camioneta viró cómo si
algo la hubiera golpeado y el momento siguiente estaba en el aire.
El
vértigo era una emoción que, al tirarme de edificios como hobby, había
dejado atrás hace años, y sin embargo ésta me invadió entero al salir
disparado del techo de la camioneta como una bala. Traté de llamar al
viento para que detenga mi caída, pero entonces noté el brillo de una
luz poderosa en algún lugar cerca mío. Escuché el silbido del viento en
mis oídos como una brisa tocando las hojas de un árbol y el momento
siguiente dejé de caer. Dos lianas me sujetaron alrededor de la cintura,
bajándome delicadamente hacia el suelo.
-Rrroo...
Todavía
algo aturdido, me giré a ver a un Merle que ahora casi me llegaba hasta
el ombligo. Lo que antes no era nada más que un bulto poco
identificable ahora tenía piernas, brazos, torso y una cabeza cuya cara
llevaba la misma expresión amena de siempre. Rosas vibrantes adornaban
ambas manos, emitiendo un aroma potente y tan dulce que era difícil de
respirar. Lo miré a él y después a la camioneta, apenas a unos metros de
nosotros, detenida. Sentí la risa burbujeando en mi estómago y no pude
evitar dejarla salir.
-Wow... tengo que admitir, no soy muy fan de rosas pero ese look te queda bien. -Le dije. -Ahora que tenés... bueno iba a decir manos pero creo que solamente brazos, ya podés empezar a...
Sentí
el cambio en el aire, tan súbito y violento que apenas me sorprendió
cuando un pilar de luz explotó de la máquina encima del techo de aquel
vehículo. Sin pensarlo me cubrí la cara con un brazo y di un paso atrás,
frunciendo el ceño. Buenisimo, ¿y ahora qué? ¿Cuantos Pokemon de
segunda piensan tirarnos encima? La silueta de una criatura comenzó a
emerger de aquel resplandor. Una vez más forme una sonrisa llena de
confianza y, apenas sentí que la luz se dispersaba, bajé el brazo de mi
cara y miré directamente a aquella criatura, listo para seguir peleando.
El
viento se detuvo. Alrededor mío, el silencio que se formó fue tan
pesado que sentí como si mis pulmones estuvieran a punto de colapsar.
Reconocí aquel sentimiento al instante, era el mismo... hace dos años en
Lumiose, cuando esas cosas...
Durante un corto, precioso momento
logré mantener mi confianza. Ya habíamos derrotado a una de estas cosas
antes, no había forma de que otra nos pudiera ganar ahora. Pero apenas
pensé eso mi vista se enfocó y pude ver a aquella... cosa,
completamente. Aquel cuerpo enorme y la cabeza hecha de bolas de colores
tan explosivamente brillantes que parecían irreales, como algo de una
pesadilla o...
Dos memorias... no, dos sensaciones me invadieron
de lleno, una después de la otra. La primera fue la mas familiar. Cómo
cuando uno se despierta de golpe creyendo que estuvo a punto de caer en
un abismo, aunque más potente y duradera. La segunda fue más potente,
pero menos clara. Mi cuerpo estrellándose contra la fría pared de uno de
los muchos callejones oscuros de Lumiose, empujado con tal poder
psíquico que se sintió como si fuera una bala humana. La primera y
segunda vez que había llamado... no, que había ordenado al viento que
venga a mí.
En ese momento, a tan solo unos metros de aquella
criatura, pasó de nuevo. El tiempo pareció detenerse y mis ojos se
enfocaron a tal punto que... pude verlo de nuevo, cómo si nunca hubiera
estado ausente. Aquel nombre, aquella palabra pintada en el viento cómo
la memoria de un amigo al cual había olvidado.
Pronuncié aquella
palabra, voz débil y temblorosa. Fue un susurro, una plegaria. No pasó
nada. El pánico explotó en mi pecho y sentí como si cada nervio en mi
cuerpo se hubiera prendido fuego.
Grité aquella palabra, voz fuerte y furiosa. Fue una orden, una blasfemia.
El
viento se formó alrededor mío de forma desesperada, innatural, pero en
ese momento no me importó. Lo único que quería era alejarme de esa cosa
lo más que pudiera. Me impulsé hacia atrás, volando varios metros en el aire mientras Merle se agarraba de mi brazo con una de sus lianas y subía también, el miedo claro en su rostro.
Hubo
una explosión y vi otro pilar de luz, pero no le presté atención.
Escuché una voz que no parecía la mía salir de mi boca, ordenándole a
Merle que atacara, no importa qué.
El
grupo comenzó a apurarse, no teniamos tiempo de descanzar, Nicholas
habia terminado la situación y se dirigia a la camioneta que Ariadne
encendió, sin llaves por supuesto. -Familia...- A mi señal, Baraddur y Kiran se hicieron notar y Mavis dió un paso atras -Muy bien, cuando subas por favor, curá a la señora que conduce- Le pedí a la Kirlia que asintió y subió de un pequeño salto a la camioneta.
/Heal Pulse/ [dice]0[/dice]
Subí
despues de Samuel "babas", que casi deja un charco en el piso a su
paso, y Mint que parecia estar pensando en algo. Nicholas subió despues
de mí y notó mi mirada -No es el momento.-
Era cierto, no era buen momento, para nadie, pero en un rincón de mi
mente no podia evitar preguntarme si al matarlas estando indefensas no
eramos tan malos o peores que esas bestias.
-Me lleva Giratina, eso es lo que yo pienso?- Me asomé por la ventanilla al escuchar el grito, era... era...
-Es el infierno...-
Sentí las lágrimas en mis mejillas, estaba reviviendo los eventos en
Lumiose, los malos eventos, el ataque, el recorrido por las calles
destrozadas, los días de angustia despues de eso.
Tenia la
pokeball de Kiran en la mano, no sabia cuando la habia tomado, el
Growlithe no podia ver por la ventanilla desde donde lo tenia, pero aún
así yo trataba de tapar la el panorama. Respiré profundo y busqué la
Pokeball de Baraddur y la sostuve en la otra mano, Mavis habia terminado
y dió media vuelta a donde estabamos. -Hagamos que el reencuentro valga la pena.- Les dije, ellos se acordaban a que me referia.
-Gracias Kileo, espero verlos de nuevo, Lando, cuidate esa tos-
Me despedí del pintor y el Heatmor luego de que le dieran de alta al
último, nos encontramos de casualidad ya que hoy me enviaron a este
luego de que el otro ya tenia la situación un poco más controlada, el
caos de los últimos días luego del ataque de las bestias del cielo
apenas empezaba a reducirse.
Volví al patio del Centro Pokemon,
era hora de darles el almuerzo a los pacientes, llenar platos vacios y
recargar agua, yo cargaba las bolsas más grandes mientras Mavis mantenia
una botella casi tan grande como ella arriba de Baraddur, la Ralts
encontraba cualquier excusa para pasear, no era un trabajo dificil,
excepto por un caso especial, un Growlithe que se negaba a comer. Su
plato estaba intacto, igual que cada día, no faltaba ni una croqueta de
alimento, y el plato de agua estaba igual. El pokemon en cuestión se
veia cada día peor, su pelaje y sus ojos tenian cada vez menos brillo,
era la viva imagen del lamento.
-Growlithe, tenes que comer algo, matarte de hambre no es la solución.-
Dije, lo que indicaba que era peor de lo que creia, hasta hoy el
pokemon al menos gruñia para interrumpirme a media frase, ahora ya no
tenia voluntad ni para eso. Me senté a su lado pero tampoco hubo
respuesta -Creés que va a estar feliz de verte así?- Nada. -Supongamos que moris ahora, creés que va a recibirte con una sonrisa?... Entiendo lo que sentís- Eso último dió una respuesta, una tenue llama en su boca. -Hace mucho... me pasó lo mismo... Lo perdí todo.- Ahora la llama habia desaparecido, estaba escuchando -Tenia unos 5 años, perdí a mi familia, pensé que no tenia nada por qué vivir y me senté a esperar- Le conté al Growlithe mi historia, algo que jamás hice con nadie, tenia que hacerle entender que no estaba solo. -Esperaba
morir pero alguien más llegó primero, un Sandygast que me hizo ver que
era mejor vivir y hacer que el reencuentro valga la pena-
El
pequeño can miró levemente a un costado, a donde estaba Baraddur, mi
fortaleza, este último no dijo nada pero le devolvió una mirada
amigable, una que yo conocia bien. -Muchos perdieron a sus... entrenadores- Como odio esa palabra. -Pero están intentando seguir adelante...- Un leve gruñido se hizo notar al decir eso. -No queres otro entrenador, puedo entender eso.- Si, entendia lo que significaba para ellos. -Perder lo único que te queda, tu nombre, el último recuerdo que te dejó, y seguir como si nunca lo hubieras conocido-
Los pokemon no usan los nombres como los humanos, no la mayoria de
ellos al menos, aceptan que un nombre los distingue de otros como ellos y
es una costumbre humana, individualizar con nombres, pero normalmente
los pokemon no le prestan atención a algo como eso -Mi nombre es raro, pero lo conservé porque era lo último que me quedaba de mis padres.- tomé el plato de comida y lo acerqué un poco más al Growlithe mientras tomaba un puñado de comida.
-Si queres podes venir con nosotros, no soy entrenadora, y podes conservar tu nombre... Kiran-El Growlithe levantó la mirada al escuchar su nombre, seguramente confundido de como lo supe, gracias Kileo -Bienvenido a la familia, ahora comamos, la comida es más rica cuando la compartis- Concluí repartiendo el puñado de croquetas con Mavis y Baraddur.
La
criatura descendió del portal que había el aparato, esta vez era
diferente que el incidente de hacía dos años. Mientras un grito se
escuchaba en el ambiente y el viento cambiaba de dirección abruptamente,
como si le hubiese pedido que lo hiciera.
-No, no otra vez….
“Parece que no te alegra verme”
-”Esa
voz ya la conozco”- pensé mientras me llevaba una mano a la frente,
pero tenía que hacer oídos sordos, no podía dejar que me absorbiera, me
había preparado para esto.
-¡Yan, esa cosa, es como la de lumiose, no dejes que se meta en tu cabeza!
Le grité, con la esperanza de que la criatura no afectara su psiquis, esas cosas parecian tener un efecto más fuerte en el.
-Vamos Eva, no dejes que esa cosa se acerque al colectivo.
Teníamos
arrinconado al Pokémon de hojas por alas: Dañado, paralizado y bajo los
efectos de anterior ataque de Lando. Estaba claro que era el momento de
atraparlo. Abrí mi valija para sacar alguna de las pocas pokéballs que
tenía. Revolví entre papeles, pomos, pinceles, lápices cuadernos… luego
un par rodaron exponiéndose, pero no eran idénticas. Una era la
corriente roja y blanca, la otra era naranja con detalles amarillos a
los lados y un dibujo de un rayo del mismo color sobre el botón. Esa
pokéball era de Nitta, una Fastball que me dio cuando la visité al
rancho de su familia y me explicó sobre la existencia de las pokéball
artesanales que crean en Johto a partir de unas frutas. “Nitta…” Sacudí
la cabeza. Debíamos terminar con estas persecuciones de una buena vez.
No sabíamos cuánto tiempo teníamos ni en qué situación estaban nuestras
amigas.
-¡Mor-Heatmor!- me reprochó mi compañero que ya empezaba a
hartarse de la pelea. Me hizo volver de mis recuerdos del paraíso de
Mareeps y volver a Unova. Percibí que Lando estaba agotado y respiraba
pesado. Tomé dos pokeballs. Con una hice volver a Lando y la otra la
arrojé en dirección a la criatura de cuello largo. Golpeó contra su
costado, se abrió, lo convirtió en un cumulo de luz y lo absorbió. El
artefacto cayo en el techo de la van y estiré rápidamente el brazo antes
de que rodara por la ruta. Tembló un poco y la luz roja del botón dejó de titilar (creo que hasta vi un par de estrellitas salir a los costados).
Me
levanté y volteé para dedicarle la atención que se merecían nuestros
persecutores. La camioneta había quedado atrás, pero de su techo salía
una columna de luz una figura que reconocí al instante. Figura que había
estado investigando y escribiendo durante los últimos meses y con la
que había estado teniendo pesadillas más recurrentes de lo que me
gustaría admitir: Una grieta de luz como la que partió al cielo de Kalos
por la mitad hacía dos años.
-¡No no no no! ¡Tenemos que cerrar esa cosa!- grité a nadie en específico pero dirigido claramente a nuestro grupo.
Luego
pasó lo que esperaba no pasara: Un par de cosas salieron de dentro del
portal. Junto con estas salieron luces como de árbol de navidad, pero
del mas extraño que pudieran imaginar. No podía reconocerlas, eran…
imposibles de razonar. Sentí que mi cabeza iba a reventar. Para alguien
que se dedica a las artes visuales y a resolver misterios, el no poder
comprender qué colores pasaban frente a mis ojos era molesto y hasta
ofensivo para mi ego en cierto punto. Todas esas sensaciones pasaron
fuerte, pero fugazmente. Las criaturas, antropomórficas, suspendidas en
el aire y de colores vivos, nos cerraron el paso tanto por delante del
micro (obligándolo a detener) como por detrás de la van y no dudaron en
atacar. Por suerte el nuevo y flamante Jaime detuvo ese intento con
ayuda de su ave. El que teníamos de frente también se dispuso a atacar.
Los
fuegos artificiales que habíamos visto antes debieron haber venido de
esas cosas. Si son como los de Lumiose que poseían debilidades y
resistencia como los Pokémon, había algo que podía hacer para darnos una
ventaja. Me agache hacia mi maleta que seguía abierta para sacar cosas.
-Por favor, que funcione…
//Abstract Rupture, para invocar la lluvia (Expresión - Dificultad 8)//